Hola chicas ¿Cómo han estado? Espero que bien, se que muchas de ustedes si no es que la mayoría quiere asesinarme (he recibido reviews en los que mi vida a sido amenazada) solo quiero explicarles una cosa. Tengo 27 años, un trabajo de lunes a viernes de 8:00 a.m. a 6:30 p.m y un hijo que exige toda mi atención en mi tiempo libre. Escribir para mi es un hobbie, no una abligacion y procuro hacerlo en mis ratos libres pero estos no han sido muchos últimamente asi que por favor ténganme paciencia les prometo que no dejare la historia inconclusa pero hasta ustedes deben de admitir que su vida no gira en torno a jeje

Bueno no la hago mas larga asi que las dejo para que lean el capitulo ojala les guste.

DESENCUENTRO

37 días habían pasado desde la última vez que la vi. 37 días en los cuales mi "vida" transcurría sin que fuera plenamente consciente de lo que pasaba a mí alrededor.

Había decidido seguir acudiendo a la escuela con la única esperanza de saber de ella, pero me había visto decepcionado. Todos los días buscaba en la mente de Sara algún indicio de que había visto a Isabella, lamentablemente se encontraba tan desinformada como yo. Sara había ido un par de veces a La Push pero siempre se encontraba con negativas, casualmente Isabella nunca se encontraba y regresaría hasta el siguiente día. Al principio creí que verdaderamente ella había salido del pueblo pero después de pensarlo bien entendí que las negativas eran por el bien de Sara.

Salí de la clase de biología y en el pasillo me tope con Jasper a quien últimamente se le había metido en la cabeza aprender chino mandarín, lo cual le era algo difícil ya que nunca le habían interesado mucho los idiomas, aparte del ingles solo hablaba español y eso fue porque Maria su creadora lo había enseñado. Caminamos hacia la cafetería sin decir nada, al entrar nos dirigimos a la mesa ya ocupada por Alice, Emmett, Rosalie y Cecilia. Estas dos últimas había hecho una buena amistad en las últimas semanas, cosa que me dolía un poco ya que Rosalie jamás le había dado una oportunidad a Bella, en su momento lo intento con Isabella pero no hubo mucho éxito y con Cecilia nunca dudo. Rosalie tenía la esperanza de que me olvidara de Isabella y me interesara en Cecilia, según ella era fácil ya que ambos éramos de la misma especie. Eso en lugar de molestarme me causaba risa, como si fuera tan fácil. En el corazón no se manda y el mío ya tenía dueña.

Jasper y yo tomamos asiento, gracias a Alice ya teníamos bandejas con comida.

-¿Qué tal tu clase Edward?- me pregunto Cecilia.

-Nada nuevo.- le conteste.

Carlisle había decidido que Cecilia acudiera con nosotros a la escuela como parte de su entrenamiento. El estar rodeada de humanos la ayudaría a hacerse un poco más inmune a ellos. Todos la vigilábamos muy de cerca, pero ella había demostrado un mayor autocontrol, incluso mejor que el Jasper cuando recién se convirtió en "vegetariano"

Sus ojos aun eran rojos por lo que usaba contactos pero si todo seguía bien en un par de meses sus ojos seria dorados igual que los nuestros.

La entrada de Sara a la cafetería llamo mi atención, busque información de Isabella pero no obtuve nada. Sara pensaba en Arel, había pasado poco más de un mes desde su muerte y me sorprendía el hecho de que Sara saliera adelante.

La mayoría lo veía como si no le hubiera importado la muerte de su novio, pero al tener yo acceso a sus pensamientos conocía la verdad. Ella salió adelante en memoria de Arel, porque sabía que a el no le gustaría que ella sufriera y detuviera su vida. Al contrario ella tomaba de su recuerdo las fuerzas para salir adelante. Y eso era digno de admirarse.

La vi tomar sus alimentos y caminar hacia una mesa vacía, su mirada se encontró con la mía y me sonrió. A diferencia de los demás humanos y con excepción de Isabella ella no nos evitaba. Incluso un día se había acercado a nuestra mesa para preguntarme si yo sabía algo de Isabella. Mis hermanos se habían quedado sorprendidos por su valentía, secretamente ese día se había ganado el respeto de todos. Sentándose a la mesa se dispuso a comer.

Alice, callada como permanecía últimamente tuvo una visión. Ella, Rosalie y Cecilia irían de compras después de clases y Alice visualizo un vestido que a su parecer era perfecto para Cecilia, estaba a punto de comentárselo a Ceci cuando su visión desapareció y su mente quedo en blanco. Eso solo pasaba cuando un lobo estaba cerca.

Las puertas de la cafetería se abrieron y ahí estaba ella. Isabella. Mi Isabella.

No puede evitar sonreír al verla, por primera vez en más de un mes me sentí feliz.

Estaba preciosa a pesar de que su larga cabellera había desaparecido, su nuevo corte no hacía más que enmarcar la hermosura de su rostro. Su mirada se poso en nosotros, específicamente en Cecilia, la cual lanzo un gruñido solo audible para nosotros, Emmett rápidamente y en un movimiento casual paso un brazo por sus hombros para detenerla en caso de que fuera necesario.

El resto de mis hermanos también se pusieron en alerta. Los demás estudiantes continuaban con sus actividades ajenos a lo que sucedía en esos momentos a su alrededor.

Isabella camino rápidamente a la mesa donde se encontraba Sara:

-Sara vámonos de aquí.- le dijo.

Sara sorprendida por la aparición de Isabella no se movió.

-Isabella.- dijo.- Tu cabello. ¿Qué has hecho?

-Lo corte.- le contesto secamente.- Ahora vámonos de aquí.

-¿Irnos? A ¿Dónde? No puedo irme, aun tengo clases.

-Eso no es importante Sara. Vámonos.- repitió Isabella perdiendo la paciencia.

-Tengo que entregar un trabajo…

-¡Muévete!- el grito de Isabella fue acompañado por un fuerte golpe en la mesa la cual se abollo.

En un instante toda la cafetería se quedo en silencio. Sara se puso rápidamente de pie claramente molesta por la actitud de Isabella.

-¡Por dios! Cálmate no es necesario que me grites.

-¡Por favor Sara! Obedéceme. Este lugar no es seguro para ti.- le contesto Isabella con los dientes apretados.

-¿Qué quieres decir con eso?

-Solo confía en mí y vámonos.

La respiración de Isabella se había acelerado y su cuerpo comenzaba a temblar. En cualquier momento podría entrar en fase.

-Isabella estas temblando ¿Qué te pasa?

Isabella cerró los ojos un instante y respiro tratando de controlarse.

-Solo salgamos de aquí, te prometo que te explicare todo.- le dijo lanzándonos una mirada llena de odio.

Supe enseguida que le contaría la verdad. Sara pronto sabría lo que éramos. Isabella tomo la mochila de Sara y la escolto hacia la salida. Podía escuchar el desconcierto en los pensamientos de todos los estudiantes en la cafetería, la mayoría pensando que Isabella se había vuelto loca. En cuanto ambas salieron todos regresaron a sus asuntos menos nosotros.

Yo me debatía entre ir tras ella o dejar que se marchara, sería peligroso acercarme a ella podría transformarse y todo se descubriría. No debía seguirla. A pesar de saberlo me puse de pie y la seguí.

-Edward espera.- me hablo Alice pero la ignore.

-Sera mejor que vayamos con el.- dijo Emmett.

Todos venían tras de mí, incluida Cecilia la cual permanecía bajo el fuerte brazo de Emmett.

"Maldita ¿Por qué no se quedo en la perrera?"- pensaba Cecilia.

Me gire hacia ella molesto

-Lo siento.- susurro.

No me tomo mucho tiempo alcanzarlas en el estacionamiento.

-Isabella.- la llame.

Ella detuvo su paso de golpe y lentamente se giro hacia mí.

-¿Qué quieres Cullen?- me pregunto.

En su mirada había odio y ¿Dolor?

-Tenemos que hablar. Te he dado el tiempo suficiente para que te tranquilices y pienses las cosas. Es tiempo de que me escuches.

-No tengo nada que hablar contigo.- su ojos se posaron detrás de mí y supe que miraba a Cecilia.- No puedo hacer nada puesto que estoy en su territorio, pero no tientes a tu suerte. La manada estaría feliz de eliminar seres como tú.

-Eres tan terca.- dijo Alice.- Y cabezota. Están perdiendo tiempo en el que podrían estar juntos y felices pero te niegas a escuchar.

-Isabella…- esta vez fue Jasper quien hablo.- Por favor.

-Lo siento Jasper pero no puedo.- dicho esto subió a la moto.- Sube Sara y agárrate fuerte ya que no iré despacio.

De una patada echo a andar la moto y se alejo.

-Ve tras ella.- me dijo Emmett

-No, Sara esta con ella y podría lastimarse. Le daré más tiempo.

-¿Mas? ¿Cuánto tiempo más?- me pregunto Alice.

-El que sea necesario. Si hay algo que tenemos Alice es tiempo. Créeme

-Lo sé, no es necesario ser sarcástico, pero te olvidas de algo, mientras tú le das su espacio Enrique lo aprovecha al máximo.

-No lo olvido Alice. Por más que quiero no puedo olvidarlo.

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No me sentí tranquila hasta que cruzamos la línea que divide el territorio. Sara me abrazaba fuertemente, sabía que estaba aterrorizada, aun así no baje la velocidad. Aun no podía creer que ella estuviera acudiendo a la escuela como si nada. ¿Cómo se atrevían los Cullen a dejarla acercarse a los humanos después de lo que había hecho?

Al llegar Leah me esperaba frente a la casa

-¿Dónde estabas Isabella? ¿Por qué te fuiste como alma que lleva el diablo?

-Era una emergencia Leah.- le conteste.- Mmm, Sara ya puedes soltarme, ya llegamos.

-¿Estamos vivas?- pregunto sin soltarme. No pude evitar poner los ojos en blanco.

-Si Sara estamos vivas, ahora suéltame y baja de la moto.

Ambas bajamos de la moto y antes de que pudiera dar un paso Sara me detuvo, su rostro estaba pálido y claramente tenia nauseas pero esto no evito que me gritara furiosa:

-¿Se puede saber qué demonios te pasa? ¿Cómo te atreves a ir por mí de esa manera? ¿De qué rayos hablabas con Edward? ¿Qué es eso del territorio? Y ¿Cuál manada?

No pude detener a Sara y Leah se horrorizo al escuchar todas sus preguntas.

-¿Fuiste a ver los Cullen? ¿Acaso estás loca? Pudieron hacerte daño.

-¡Ya! Silencio las dos, no puedo contestar tanta pregunta al mismo tiempo.

-Primero contéstame a mí. ¿A que fuiste con los Cullen?

-Leah no fui con los Cullen, solo fui a la escuela por Sara. Esa… Cecilia está estudiando ahí y no podía permitir que estuviera expuesta a tal peligro.

-Y ¿Por qué no le dijiste a tus hermanos? No debiste ir sola. La manada tenía que haber ido contigo.

-Lo se Leah pero en ese momento no lo pensé.

-Ese es tu mayor problema Isabella, nunca piensas las cosas.

-Nada paso Leah.- dije tratando de tranquilizarla

-Bien, ahora explícame a mí. ¿Qué fue todo eso?- pregunto Sara.

-¿Es necesario que le cuentes?-interrumpió Leah antes de que pudiera contestarle a Sara.

-Ya es tarde para tratar de ocultar las cosas. Sabe que algo pasa así que lo mejor será contarle todo.

-Esto no le gustara a Enrique.

-¿Dónde está el?

-Está de guardia y no te preocupes aun no sabe que saliste del territorio.

-Bien. Será mejor que aproveche su ausencia para ir a traer las cosas de Sara.

-¿Por mis cosas? Isabella yo no puedo quedarme aquí, mis padres no me lo permitirán.

-Sara no puedo permitir que regreses, tu vida podría estar en peligro.

-¿De qué peligro hablas? Por dios Isabella he asistido al colegio todos los días, he continuado con mi vida tranquilamente ¿Dónde está el peligro?- me pregunto Sara irritada.

-Creo que te precipitaste al traerla Isabella, no has hecho más que asustarla, a Enrique no va a gustarle que alguien más conozca nuestro secreto.- dijo Leah antes de que pudiera contestarle a Sara.

-Ella no es alguien más, ella tiene derecho a conocer la verdad, a fin de cuentas esa sanguijuela también arruino su vida.

-Es que tú no escuchas, te acaba de decir que vive tranquilamente ¿que derecho tienes de poner su vida patas arriba? ¿Qué derecho tienes de hacerla cargar con un secreto tan grande? La estas poniendo aun mas en peligro. ¡Maldita sea! Estas a punto de romper el tratado ¿es que no te importa poner en riesgo a tus hermanos?

Las palabras de Leah fueron como un balde de agua fría para mí. Ella tenía razón ¿Qué estaba haciendo? En el momento en que yo le contara todo a Sara los Cullen estarían en todo su derecho de entrar en nuestras tierras y arrancarnos la cabeza, no es que lo fuéramos a permitir pero mis actos eran como darles un pase de entrada V.I.P.

-¿De qué secreto hablan?- la pregunta de Sara me saco de mis pensamientos.

Leah y yo nos habíamos olvidado momentáneamente de ella.

-Es demasiado tarde Isabella ya no podemos ocultar mas, has actuado imprudentemente y yo he hablado de mas.- dijo Leah, de maneta indirecta estaba autorizándome para decirle todo a Sara.

La tome de los hombros para poder mirarla a los ojos.

-Sara, lo que estoy a punto de decirte va a cambiar tu vida, se que creerás que me he vuelto loca, más de lo que normalmente lo piensas, pero es importante para mí que escuches atentamente y que jures que jamás, jamás repetirás lo que voy a decirte.

-Isabella estas asustándome.- me dijo en un susurro.

-Lo sé y no es mi intención hacerlo pero sé que eres fuerte y decírtelo es la única manera que tengo de protegerte. Nunca te he mentido y créeme que no comenzare a hacerlo ahora.

-Deja de dar largas y dime.

Respire profundamente tratando de encontrar las palabras ¿Cómo le dices a tu mejor amiga que tienes el poder de transformarte en lobo y que todo un aquelarre de vampiros adolescentes asiste a la misma escuela que ella? Sin mencionar que uno de ellos había asesinado a su novio.

-Soy un hombre lobo o mejor dicho una mujer loba.- listo ya estaba nada mejor que ir directo al grano.

-Aaahh!- el grito de Sara me sorprendió.- Típico de ti Isabella siempre sales con estas bromas de mal gusto.- dijo mientras se alejaba de mi.- En verdad no entiendo que ganas haciendo esto. No es gracioso, me hiciste perder clases y sabes perfectamente que el profesor Weber…

Dios, no había manera de hacerla callar para explicarle así que opte por una demostración más grafica.

-Leah ¿podrías traerme algo con que cubrirme?

Sara seguía con su monologo, yo mejor que nadie sabía que si Sara comenzaba a hablar nada la detendría, o casi nada. Con tranquilidad me quite mis converse y la chaqueta, cerré mis ojos y me concentre en mi cambio, rápidamente mi cuerpo comenzó a temblar y el ruido de mi ropa al desgarrarse finalmente llamo su atención.

La cara de Sara definitivamente era merecedora de un premio, parecía que sus ojos saldrían de sus cuencas y por primera vez parecía que las palabras la habían abandonado completamente.

Claro que el hecho de tener un enorme lobo frente a ella ayudaba mucho.

-Oh, ¡por Dios!- dijo dando un paso atrás y levantando una mano en un intento de detenerme.- No te acerques. ¡Quieta! ¡Siéntate! Se una buena perrita.

Puse los ojos en blanco, bien ya había conseguido su atención, rápido volví a mi forma humana justo a tiempo en que Leah salía con una bata de baño en mano, rápido me cubrí y me gire hacia Sara que seguía en estado de shock.

-Vamos.- le dije.- Sera mejor que entremos a la casa, te explicare todo.- tome del brazo a una temblorosa Sara y la empuje dentro.

-Yo las dejare sola, iré donde Seth, creo que necesitaremos su ayuda cuando Enrique se entere de esto.

-Gracias Leah.

-No me lo agradezcas aun, hay que esperar la reacción de Enrique.

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2 horas más tarde el silencio en la casa de Lea era tal que se podría escuchar un alfiler al caer. A excepción de dos preguntas acerca de mi transformación Sara había escuchado sin interrupción, su rostro fue pasando de la sorpresa a la incredulidad y de la tristeza al odio.

No sabía cómo tomar la reacción de Sara o más bien su falta de reacción, estaba demasiado tranquila para mi gusto, o posiblemente esta era la cuenta regresiva a un ataque de histeria.

Cuando el silencio se hizo insoportable grite.

-¡Por dios di algo no te quedes callada!

-Soy alérgica a los perros.

-¿Qué? ¿Es todo lo que vas a decir?

-Isabella ¿Qué quieres que te diga? El simple hecho de que te transformaras frente a mí en un enorme perro termina con cualquier argumento que yo pudiera tener.

-Lobo.- corregí.- Bueno loba y si, tienes razón definitivamente una imagen dice más que mil palabras, aun así me sorprende tu tranquilidad.

-No te voy a mentir, esta situación es de locos, mira que en estos tiempos existan hombres lobo y vampiros es increíble. Aunque eso explica muchas cosas de los Cullen, ya decía yo que seres tan hermosos no podrían ser normales y Edward con esos ojos que pasan del negro al dorado, esa piel tan pálida y perfecta y esos labios tan sensuales…

El monstruo verde llamado celos se hizo presente, no me gustaba escuchar esas palabras para describir a Edward, aunque estas fueran ciertas el hecho de que las dijera mi mejor amiga no ayudaba mucho.

-Bueno ya basta, no es necesario que lo describas lo conozco perfectamente.

-Lo amas.- no fue una pregunta.

-No estamos hablando de eso, yo no puedo estar con Edward somos enemigos por naturaleza.

-¿Escuchaste lo que acabas de decir? Dijiste no puedo en lugar de no quiero

-Es lo mismo Sara.

-No, no lo es pero respetare tu decisión… por ahora.

-Ahora la que no escucha eres tú, acabo de decirte que ellos son los responsables de la muerte de Arel y ¿tu quieres que yo este con Edward?

-Es que ellos no son responsables, el no es responsable. Isabella no puedes culparlos a todos por lo que uno de ellos hizo.

-Eso lo sé, pero el hecho de que la defiendan los convierte en sus cómplices ¿Cómo quieres que me sienta cuando se que ella vive con él? Cuando se que pasa cada hora del día a su lado.

-Celosa, eso te hace sentir celosa. Estas tratando de hacer pasar tus celos por necesidad de venganza.

-Y ¿tu? ¿No tienes deseos por hacerle pagar la muerte de Arel?

-Claro que quiero, en este momento sería capaz de clavarle una estaca en el corazón pero eso no quiere decir que quiera lo mismo para los Cullen.

-No digas tonterías… así no se mata a un vampiro.

-¿No? Entonces ¿Cómo?

-Hay que hacerlos pedazos y después quemarlos.

-Y ¿Te imaginas a ti misma despedazando a Edward?

El solo hecho de pensarlo me quito la respiración, un enorme dolor inundo mi pecho. No, yo jamás sería capaz de hacerle daño a Edward, al parecer mi silencio le dio la respuesta a Sara ya que solo dijo:

-Lo sabía.

-Eso no importa ya te lo dije. De momento lo que hay que hacer es hablar con tus padres ya que de ninguna manera voy a permitir que estés cerca de esa sanguijuela.

-Isabella sé que voy a sonar mal con lo que te voy a preguntar pero ni modo. ¿Están completamente seguros de que ella mato a Arel?

-Por supuesto, ella estaba ahí. ¿Por qué lo dudas? Acaso ¿Quieres defenderla?

-No claro que no, pero ella lleva asistiendo a la escuela casi un mes y en ningún momento me ha parecido como si quisiera… comerse a alguien. Además no creo que los Cullen permitieran que ella estuviera aquí si fuera peligrosa…

-Es un vampiro, por supuesto que es peligroso.

-Bueno sin ofender pero ustedes se transforman en enormes lobos si eso no dice "peligro" no sé que lo hace.

-Nosotros jamás dañaríamos a nadie, al contrario estamos para defenderlos de los vampiros.

-Y ¿eso quien lo asegura?

-Vaya, ¿Ahora eres defensora de los vampiros o qué?

-No estoy defendiendo a nadie, solo que no estás pensando con la cabeza fría. Según lo que me contaste es la tercera vez que regresan y nunca han atacado a nadie.

-Los defiendes. ¿Por qué lo haces? Recuerda que Arel sospechaba de ellos, Arel decía que no le daban confianza, él quería que yo me alejara de Edward.

-Pero no lo hiciste, tú…

-¡Demonios ya viene Enrique! – la interrumpí al escuchar el furioso grito que lanzo Enrique.

-¿Qué? ¿Cómo sabes?

-Esta gritando y esta furioso.

-Pero si yo no escucho nada.

-Tienes el oído muy débil, se está acercando mejor ocúltate tras el sofá.

-El debe de saber que yo estoy aquí.

-Lo sé, solo hazlo. Ocúltate yo tratare de calmarlo.

-¡Isabella! – esta vez ambas escuchamos el grito de Enrique.

Sara no necesito que se lo repitiera con una rapidez que no sabía que poseía se lanzo detrás del sofá justo al tiempo que Enrique entraba por la puerta.

-¿Estas loca? – Me grito - ¿Cómo has podido mostrarte ante un desconocido? ¿Cómo puedes ser tan irresponsable y poner en peligro a la manada? ¿Te das cuenta que con lo que acabas de hacer los Cullen fácilmente pueden declararnos la guerra?

Nunca pensé en Enrique como alguien que pudiera causar miedo pero al verlo tan furioso y como su cuerpo temblaba descontroladamente tuve miedo.

-Lo sé Enrique y lo siento, no lo pensé pero te puedo jurar que Sara jamás dirá palabra alguna, es mi mejor amiga y ella jamás me traicionara.- dije tratando de tranquilizarlo al mismo tiempo que daba pasos hacia la puerta, lo mejor sería sacarlo de la casa en caso de que entrara en fase y quisiera pelea.

-Esto no se trata de mejores amigos Isabella, estamos hablando de una irresponsabilidad de tu parte. ¿Qué clase de alpha eres si pones en riesgo a tu manada por proteger a una niña tonta que a la primera oportunidad va a contar algo para llamar la atención?

¡Ouch! Eso dolió, en parte Enrique tenía razón pero eso yo no lo admitiría, estaba a punto de responderle cuando Sara salió de su escondite y se enfrento a un muy enojado Enrique.

-¿Quién diablos te crees que eres para hablarle a Isabella de esa manera? Y para colmo te atreves a llamarme tonta, ni siquiera me conoces y ya estas…

Lo que paso a continuación fue tan rápido que si no fuera por el hecho de tener mis sentidos más agudos de lo normal no me habría dado por enterada:

Enrique se giro furioso al escuchar la voz de Sara, por un segundo creí que sería capaz de atacarla, di un paso al frente para detenerlo en caso de que fuera necesario pero algo había cambiado en ese segundo, con una sola mirada a Sara toda la furia que había en Enrique había desaparecido y en su mirada había algo que no podía describir con palabras, la forma en que Enrique miraba a Sara hizo que mi corazón dejara de latir.

Cuando me di cuenta de que Sara había dejado de hablar la mire, su mirada era el reflejo de la de Enrique, yo había dejado de existir, el universo entero había desaparecido excepto ellos.

Varios sentimientos me embargaron. Alegría al darme cuenta de que mis amigos ya no estarían solos, tristeza al recordar al ser que solía mirarme de la misma forma, celos al darme cuenta de que ellos sí podrían estar juntos y finalmente alivio.

Si. Alivio, solté el aire que no sabía que estaba reteniendo. De la que me había salvado, ahora Enrique me estaría eternamente agradecido por haber llevado a Sara a su vida.

¡Que suerte la mía!

Tuve que dejar el capitulo ahí porque es muy largo así que decidí hacerlo en dos partes así que no tendrán que esperar mucho para el otro. Ahora con el próximo estreno de Amanecer parte 1 como que me llego la inspiración y en mi hora de comida en lugar de comer me pongo a escribir jejeje ¿Quién ya tiene sus boletos para la premier? Yo siiiii

Nos leemos pronto. Espero sus reviews

saludos