Bueno e de decir que regrese!xD jaja si meses de ausencia me disculpo pero ya me tienen de regreso. ya le habia dicho a una chica que lo iba a subir antes pero me llegaron las vacaciones y me fui a Souh padre Island jeje y bueno regresando aqui me tienen con esta historia que verdaderamente parece que Bella es la tercera pero tengo un final perfecto para todosss y ya tengo que repetir que bueno han llegado comentarioss que bueno me ofenden no se pero creo que esa fue la culpa que estos meses no la alla seguido pero no importa aqui me tienen de nuevo e intentare actualizar en esta semana la de Cardenales del corazon tambien :)
disfruten del capitulo :)
Bella...
-El mío también es sorpresa –dijo con una sonrisa de satisfacción.
-ESO NO ES JUSTO –respondí con una pequeño puchero.
-Dime y te digo –añadió con una sonrisa.
¿Decirle? Pero ni siquiera sabía de lo que iría vestida. Si realmente esto no iba bien.
-Lo siento Edward, tendrás que esperar –dijo Alice con una sonrisilla flexible.
Al acabar las clases salimos del instituto para reunirnos en el estacionamiento, me despedí de Edward con un pequeño beso en los labios, dulzura y sensibilidad, era siempre lo que me hacían sentir esos dulces labios.
Subí al coche naranja de Alice, por cierto, era nuevo, realmente nuevo, esto de ser vampiro y guardar dinero era fabuloso.
Ahora era el momento para encontrar mi disfraz, aquel traje con el que Edward se volvería loco, o al menos donde podía verme hermosa para él.
Al llegar a Port Angels nos fuimos directamente a una tienda algo lujosa y muy vistosa, sabía que comprar un vestido en ese lugar era como comprar con un ojo de la cara, pero claro que para los Cullen comprar ropa de marca era algo como comprar un pequeño caramelo.
Al solo entrar Alice le pidió a la chica recepcionista que le trajera todo tipo de trajes.
Había de todo, brujas, hadas, súper chica, una enfermera, la mujer maravilla, Alice me dio los disfraces y me envió casi a rastras a los vestidores.
Me fue de traje en traje, hasta vestirme de monja alcance, pero realmente ningún traje me convencía del todo. Me puse el traje de la mujer maravilla pero no era lo mío, también me medí el disfraz de zoombie, bruja, policía, diablo, ángel, todo, hasta de cerdito me disfrace, pero no, definitivamente no había un traje para mí.
-¡Me rindo Alice! No hay nada que me guste –dije con un largo suspiro de resignación.
-¡Nada de rendirse! –grito Alice.
Sabía que ella no se rendiría, pero he había decepcionado al no poder encontrar el traje ideal para deslumbrar a Edward.
-Mira ese vestido es fantástico –dijo Alice apuntando hacia el lado izquierdo de la tiendo, donde se encontraba un hermoso vestido de época medieval, era blanco como el cielo, las mangas eran de caída y en forma de picos, con las pequeñas orillas doradas.
Realmente era hermoso.
-¡Ese está hecho para ti! –grito Alice de pura emoción.
Y en parte tenía razón, a la hora de medírmelo me quedaba a la medida, como si realmente hubiera sido especialmente hecho para mí, al medírmelo me quede asombrada con lo bien que me miraba, era sexy pero no una guarra, realmente me sentía cómoda con el disfraz, como una princesa de la era medieval.
-¡OH MI DIOS! Te queda perfecto –grito de emoción Alice.
-¿De verdad? –pregunte indecisa y a la vez emocionada.
-¡ABSOLUTAMENTE! ¡Dios! Edward babeara por ti –dijo dando pequeños saltitos de alegría.
Ni siquiera pregunte el costo del disfraz, sabía que me daría algo si sabía lo que realmente costaba así que deje a Alice que ella fuera a pagarlo mientras yo me quedaba viendo un pequeño estante de tiaras, había una en especial que había captado mi atención, era de plata, como si fueran pequeñas ramas de color plata con hojas del mismo material, y contenía unos cuantas piedras de cristal cortado que simplemente la hacían ver perfecta.
-¿Te gusta? –me pregunto Alice, salte ante la sorpresa de tenerla a lado mío, si que era rápida.
-Es linda –musite.
-¡Y queda perfecta con el vestido! –dijo nuevamente con alegría.
Si, Alice tenía toda la razón. Aquella tiara quedaba a la perfección con mi disfraz.
-¡Envuélvame la tiara que no la llevamos! –expreso ella con conmoción.
Posteriormente de aquello, nos subimos al colle y nos dirigimos de nuevo a Forks, con el crepúsculo frente a nuestros ojos, realmente se miraba extraño…el crepúsculo se miraba diferente, triste…era estúpido pensar que un crepúsculo se mirara triste, pero asi era…o al menos así lo miraba yo.
El camino hacia casa fue callado, bueno si se puede decir callado, Alice había puesto un disco de Katy Perry, y me sorprendió escucharla cantar, realmente era raro escuchar su voz en esa tonalidad y mas escucharla cantar la canción "Hot and Cold" y gritar la palabra "Bitch"
Al llegar a mi casa me despedí de ella con una sonrisa y agradecimiento por el vestido, ella hizo lo mismo y me respondió que no había sido molestia y que estaba segura que Edward se moriría de nuevo cuando me viera con el vestido femenino pero provocativo que llevaría.
Al irse Alice, me dirigí hacia el pequeño portal de mi casa, pero me sorprendí de ver a Jacob sentado en los escalones ¿Cómo llego hay?
Juro que hace unos instantes él no estaba, pero ahora se encontraba sentado cómodamente con una sonrisa en sus labios ¿Desde cuanto me sonreía?
Pensé que ahora me odiaba, cuando escuche que no quería saber nada de mí, simplemente me aleje de él, quería darle tiempo, no puedo negar que verlo aquí frente a mí con esa sonrisa encantadora me movía algo adentro, pero no era algo que sobrepasara mis sentimientos hacia la persona que amo…Edward
-Jacob… –dije emocionada y casi corriendo cuando él se puso de pie, no dude ni un segundo, lo abrace, simplemente así, no quería dejarlo…mi amigo, mi mejor amigo.
Jacob también me abrazo, no se alejo ni me empujo, simplemente accedió a mi cálido abrazo.
-Bella, tenía que venir –me dijo sin aliento.
-¿Qué pasa? –pregunte con curiosidad.
-Solo quería decirte….-pero antes de que Jacob pudiera continuar, el sonido de un coche paro su habla.
Voltee a ver qué coche era, pero vi a Edward vagándose de su lujoso Volvo.
¡EDWARD! Grite para mis adentros.
Su mirada era tan fría como la nieve, tan oscura como la noche, tan…tan llena de ira.
Parecía enojado, realmente se miraba enojado, pero no había hecho nada ¿Oh si?
-¡ALEJATE DE ELLA JACOB! –grito Edward acercándose a mí a grandes zancadas.
¿Por qué estaba así de furioso?
-¿Qué pasa Edward? –pregunte confundida.
-Bella…-musito, pero aun así podía escuchar el dolor que le provocaba decir mi nombre.
Lo mire conmocionada, ni siquiera sabía lo que pasaba, me sentía como una estúpida, preocupándome por algo de lo cual no sabía absolutamente nada.
-¡VETE DE AQUÍ JACOB! –volvió a rugir Edward casi sacando los dientes.
-¿¡Qué pasa si no lo hago! –grito con la misma rabia.
-¿¡Que está pasando! –le grite a Edward poniendo una mano en su pecho.
-¡No lo quiero aquí! –grito Edward.
-¿Por qué? –grite.
-Él aun te ama –murmuro casi para sí mismo.
-Edward…-musite. Quería hablar más pero simplemente las palabras no salían de mis labios.
-¡No, no es así! –grito Jacob acercándose mas a nosotros.
-¡Pero mírate estas aquí, frente a la casa de Bella, la amas lo sé! –volvió a rugir Edward.
Tan enojado y lleno de ira, solo había estado una vez así por mí…cuando James estuvo a punto de matarme.
-¡JA! Mírate Edward, eres más patético que yo, estas aquí, pero dime ¿Dónde está tu corazón? ¿Acaso sabes a quien amas realmente? SE MUY BIEN QUE NO LO SABES. Una parte de ti sigue deseando a Josephine, eso no es secreto para nadie y ella también te ama Edward… ¿Pero a quien amas tú? –le grito Jacob colocándose enfrente de él.
¿A quién ama Edward?
Eso es lo siempre quise saber desde que Jo llego a nuestras vidas… ¿Respondería o simplemente se quedaría callado?
¿Qué harás Edward?
-Eres más patético de lo que me imagine…pero sabes vine a este lugar para decirle a Bella de frente que ya no la amo, y no espero que me creas Edward. Solo quería que Bella lo supiera, quería recuperar nuestra amistad, me di cuenta que ella y yo simplemente no podemos estar juntos. Eso es todo –dijo el dando vuelta y dándonos la espalda, y se empezó a dirigir al bosque.
Pero antes de ello paró en seco y volteo a ver a Edward con una sonrisa algo sombría para el rostro de Jake.
-¡Al menos yo si se a quien amo Edward! ¡Pero tú…tu ni siquiera eso sabes! –fue lo último que dijo porque después de aquello se transformo en licántropo y salió corriendo ocultándose por el bosque.
Las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas, Edward se había quedado cayado, solamente así. Y Jacob, él, odiaba decirlo pero tenía razón acerca de Edward, Edward no tenía la mas mínima idea de sus sentimientos.
-Bella lo siento, no quise que esto pasara así…-se disculpo Edward, pero para mí eso no era suficiente.
-¡Vete! –le dije dándole la espalda.
-Bella por favor, hablemos –añadió él, pero en este preciso momento no estaba como para hablar con él ni con nadie.
-¡Lárgate Edward! –dije casi gritando saliéndome de mis cabales.
-¡Estoy celoso! ¡Bien! ¡No quiero que se te acerque más! Siempre que lo hace, tú terminas cayendo en sus redes, abrazándolo o simplemente besándolo, ¿crees que no me duele verte con él? ¡Claro que me duele! Seré de piedra por fuera pero tengo alma Bella, tengo sentimientos que aunque no los pueda reflejar con lágrimas aun los siento y tú me dices que lo sientes, pero eso no es suficiente Bella, no estoy aquí solo los días que tú quieras –me grito con la mirada llena de dolor.
Y yo sabía que tenía razón, la tenía con totalidad.
-¡LO MISMO DIGO EDWARD! Estas detrás de Josephine desde que llego, cuando estas con ella, haces como si yo no existiera ¡ME DUELE! A mí también me duele, la abrazas, sonríes con ella, dices que cosas que jamás te había escuchado mencionar, eres diferente con ella, le compusiste una melodía, y jamás… ¡Jamás la mencionaste! –grite exaltada e histérica, pero con las lagrimas empapando mi rostro.
-¡Si tanto quieres a Jacob que esperas! ¡Ve tras él! ¡Cae en sus brazos! –me grito Edward moviendo los brazos de un lado a otro.
-¡Entonces tu ve con Josephine! –le grite sollozando.
-¿Eso es lo que quieres? –me pregunto con la mirada fría.
-¡NO LO SE! Simplemente no lo sé –grite enfadada.
Estaba llorando a mares, realmente esta discusión jamás la había pensado tener, y menos con Edward. Me sentía mareada de tanta palabrería, quería escapar, huir de este lugar, no quería escuchar a Edward no quería escucharme a mi misma haciendo esto…todo provocaba dolor, realmente dolía. El corazón se está marchitando…como una flor que se le cae pétalo a pétalo.
-Edward se que una parte de ti me quiere, y sé que todo mi ser te ama. Pero en este momento estoy confundida, quiero estar sola, así que te pido amablemente que te vayas, no quiero hablar contigo –musite alejándome de él, sin siquiera mirarle.
Pero antes de entrar a mi casa le miste un par de palabras.
-Tu corazón en este momento es un laberinto, y aunque no lo quieras admitir sientes algo por Jo, no sé si es amor o es cariño, pero sientes algo, y yo…yo no soy un objeto que se puede usar solo cuando tú quieras, soy más que eso- conteste y después entre a mi casa.
Me costó gran trabajo no volver a llorar mientras cerraba la puerta, pero solo al cerrar aquella puerta mis fuerzas cedieron y me deje caer contra la puerta, recargue mi cabeza contra esta, intentando por unos segundos olvidar el dolor de mi pecho.
Llore como jamás pensé haberlo, hecho. Me sentía ahogada como si me encontrara en una burbuja y gritara por un poco mas de oxigeno.
Me tape la boca con las dos manos para no gritar, mordí mi muñeca hasta que empezó a sangras, daba golpes al suelo con mis piernas dejando casi seguro moretones entre ellas.
Sentía mi interior vacio, como si algo me faltara, después de todo aquel hermoso vestido que tanto anhelaba enseñarle a Edward se había roto, lo mejor. No ir al baile, solo me haría sentir más terrible de lo que ya me siento.
No supe bien cuanto tiempo había pasado desde que me quede en aquella posición, pero sabía que algún día tendría que moverme, y no importaba. Creo que si me quedaba en esta posición una semana no importaría, a nadie le molestaría ni me echaría de menos.
Subí escalón por escalón sujetándome de la parte con ambas manos, sentía que el mundo se me venía abajo ¿Por qué tuvo que regresar? ¿Por qué ahora?
Si Josephine nunca hubiera aparecido mi vida no sería como lo es ahora, probablemente sería tan hermosa llena de color como la de un arcoíris.
Entre al baño y pose mis dos manos en el lava manos para ver mi rostro, mis ojos estaban completamente rojos como mi nariz y mis mejillas, tenía el rostro empapado, el cabello despeinado y me veía terrible, igual como me sentía por dentro.
¿Qué estaba asiendo?
Llorando por culpa de Josephine, si me alejaba ella conseguía a Edward, si me rendía ella se quedaba con él. No soy ninguna idiota, pero realmente lo amo…lo necesito, lo amo.
Ahora me arrepiento de haberle dicho aquello, si lo amas no es necesariamente dejarlo ir, sino luchar por su amor, era verdad que si la persona no te amaba deberías resignarte, pero una parte de mi sabia que Edward me amaba, no era simplemente una ilusión creada por mi mente, una parte de él y mía estaban conectadas, como si estuvieras destinados a estar juntos, ¿Qué hago?
Respire hondo una y otra vez, sin darme cuenta mis energías habían regresado, me limpie la cara con la manga derecha de mi sudadera y Salí corriendo vago las escaleras, tome las llaves de mi vieja camioneta y salí con un puerta portazo de la casa.
El transcurso hacia la mansión Cullen fue lo más rápido que pude, mi pobre camioneta no daba realmente para mucho.
No me importo mucho que la camioneta fuera lenta, lo importante era llegar a la mansión, y hablar con Edward, al solo momento de aparcar la camioneta salí disparada hacia la entrada de la mansión.
Al entrar supe bien que las miradas se dirigían hacia mí, pero era lo más obvio, había entrado corriendo sin saludar a nadie y mucho menos pedir permiso, subí las escaleras trotando de dos a dos escalones.
Corrí por el largo pasillo y abrí de un solo portazo la puerta de la recamara de Edward, y ahí estaba a espaldas mías, mirando el paisaje de la noche, contemplando las estrellas y los verdosos pinos.
Empecé a llorar, mis sollozos se oían probablemente en toda la casa porque estaba casi segura que estaba gritándole de una manera descomunal.
-¡TE ODIO EN ESTE MOMENTO! ¡TE ODIO REALMENTE EDWARD CULLEN! ¡PERO ODIARTE ME HACE QUERER AMARTE MAS! –grite de la manera más histérica posible.
Dejo de darme la espalda para contemplarme a mí con su mirada perdida y oscura.
-Bella…-musito Edward, pero no lo deje terminar.
-¡Intento no pensar en lo que dijo Jacob! ¡Pero sé que es verdad! Pero quiero escucharlo de tus labios ¿Quieres a Josephine? ¡LA QUIERES! –le pregunte gritando, sollozando. Era un mar de problemas.
-¡DIMELO! ¡Si no me lo dices jamás te lo perdonare Edward Cullen! ¡RESPONDE! –seguían mis gritos sonoros en toda la habitación.
-¿Por no responderte? –me pregunto con los ojos en blanco.
-¡NO! ¡POR HACERME AMARTE DE ESTA MANERA! POR FAVOR HAZLO POR MI ¡Responde! ¡Por favor!
-Si…-respondió casi sin aliento.
Asistí con la cabeza, ya sabía la respuesta pero escucharlo de sus labios era lo único que quería escuchar.
-¡Bella moriría por ti!
Me mordí el labio inferior intentando retener las lágrimas, pero era inevitable.
-¡Por favor! ¡Por favor! ¡As que pare! ¡Ya no quiero escucharte! –grite tocándome el pecho con las dos manos.
-Bella…-intento acercase a mí, pero di un paso hacia atrás.
-¡No lo entiendo! ¡Si tanto la amas porque sigues conmigo! ¿Te gusta tener a dos personas a la vez? ¿Te hace feliz tener dos mujeres a tu lado? ¡Porque si es así eres un maldito idiota Edward! –continuaba llorando y gritando, mi voz se acabaría en esta discusión.
-¡Que estás diciendo Bella! ¡Acaso no lo vez! ¡TE AMO! Si quiero a Jo, y aun no se de que manera, pero si no te amara como te amo no estaría contigo, Bella. Sino mas bien hace mucho hubieras terminado, pero aquí estoy, junto a ti, a pesar de todo…siempre seguiré a tu lado –grito moviendo sus manos de un lado a otro como respuesta.
Y tenia de nuevo razón, sino me amara no estaría conmigo, sino sintiera el mínimo afecto por mí no me hubiera salvado de de aquel coche que me atropellaría, no me hubiera salvado de James, no me hubiera salvado de Jasper, no me hubiera salvado de los Vulturi….en el fondo, su alma era mía…completamente mía.
-Ahora no sé nada. Estoy confundida –recate con mas lagrimas en mis ojos.
-Mírame a los ojos y dime si estoy mintiendo Bella…mi alma es tuya, te pertenece, quiero saber lo que siento por Jo, y no voy a mentirte aun puedo sentir algo cálido por ella, pero no se compara con lo que siento por ti, tu eres especial…eres mi Bella –musito acercándose a mí, pero esta vez no me moví deje que su cuerpo se acercara al mío.
Poso una de sus manos sobre mi barbilla, lo mire a los ojos. Vi una chispa brillante entre ellos, y sabia bien que era verdad lo que decía… Pero ahora ¿Seguiré con él a pesar de todo?
Había estado con él desde hace tanto que me costaba dejarlo ir, pero me amaba una parte de él si me amaba, quisiera que todo él fuera mío. Y un instante, solo un instante...y luego silencio, el más crudo y horrible silencio, colmado de soledad, capaz de corromper el alma más pura y sincera, mi alma era idéntica a la de Edward, ambos sentíamos lo mismo el uno por el otro, pero Josephine estaba de promedio. Y un instante es la felicidad y una tortura es la vida, pero vale la pena sufrir una vida por el éxtasis del momento, momento en el cual dos escancias se unen y forman una, extremadamente perfecta. Ahí está el instante donde el tiempo se detiene y conoces la verdadera dicha que se esfuma con un simple suspiro en el aire y solo queda su recuerdo. Un suspiro y la felicidad se iba, era eso lo que ocurría conmigo, solo en segundos puedo perder el amor de mi vida, la única razón de mi existencia…Lo amo, lo amo más de lo que él me ama a mí.
-Bésame… -musite mirándolo plenamente.
Solo un beso, un dulce beso, era lo único que realmente necesitaba para saber mi propia respuesta.
Edward no vacilo ni un segundo, coloco lentamente sus manos en mis dos mejillas empapadas, aun yo misma podía escuchar lo fuerte que sonaba mi corazón y mis sollozos interminables, m mi pecho saltaba con cada bocada de aire que daba, pero Edward se acerco a mí, su rostro esta a centímetros del mío, su mirada empezaba a centellar con la luz de la luna y las estrellas, sus labios se acercaron a mí con júbilo, cuando por fin pude sentir el gélido tacto de sus labios con los míos, mi corazón empezó a latir desenfrenadamente, nuestros labios se movían al compas del otro, podía sentir los sentimientos transmitidos por su beso, podía saber con exactitud mi respuesta, no había vacilación que me dijera que me equivocada objeción.
Me aleje de su rostro, y sonreír a pesar de tener mi rostro empapado y rojizo, lo único lógico que se me ocurrió hacer fue…sonreír.
-Yo no quise lastimarte Bella…por favor. Perdóname –dijo dolido con la mirada hacia mí.
-Bésame de nuevo –musite pegando mi frente con la de él. Necesitaba sentir su calor, tocar su piel, sentir sus labios, apreciar sus sentimientos. Tenerlo solo para mí.
Y otro beso se avecino, y nuestros labios centellaron, nuestros cuerpos hacían silueta con la luz que reflejaba la luna…todo parecía perfecto.
'
'
'
Josephine…
El bosque parecía infinito como si no tuviera fin, había seguid a Jacob y podía escuchar su respiración fuertemente, como si luchara por retener su dolor, y cuando digo su dolor me refiero a esas lagrimas amargas que todo ser humano pude producir.
Salí corriendo en su busca, pero no tarde demasiado en encontrarlo sentado en las rocas del mar de la Push mirando a la nada, su corazón se podía escuchar desde metros atrás.
-¿Te creyó? –le pregunte con un leve murmuro.
-Al parecer soy bueno mintiendo –dijo de mala gana, ahora si podía distinguir sus lágrimas, su lamento, estaba llorando.
-Yo no te pedí que hicieras eso Jacob, no sabiendo que te dolería –musite amargamente.
-Lo sé Jo, y no te culpo por lo que hice. Es solo que si no le decía eso a Bella, jamás volveríamos a ser amigos, no me importa estar a su lado amándola en secreto, no si ella es feliz con Edward –respondió con una triste y anhelada sonrisa.
Mentirle a Bella diciéndole que ya no la amaba era doloroso, incluso para mí. Yo no podría mirar a los ojos a Edward y decirle que ya no lo amo mas, me devastaría. Simplemente no podría.
Era algo inevitable, cuando Jacob me conto su grandiosa idea de mentirle a Bella acerca de sus sentimientos y yo solamente estuve de acuerdo, era su decisión no la mía. Pero aun así no dejo de sentirme terriblemente mal por el hecho de verlo sufrir de esa manera.
-Josy, ven acá un momento –escuche el fuerte grito de West.
Voltee hacia donde provenía aquella voz y me di cuenta que estaba junto a Alec y los demás chicos de la Push, todos incluyendo estaban sin camisas costando maderas y clavando tablas, parecía como si estuvieran construyendo una pequeña mesa.
-Estarás bien –le miste a Jacob.
El simplemente asistió con la cabeza…definitivamente, no estaría bien.
-Si me necesitas estaré con West –añadí caminando hacia el grupo de chicos.
Al llegar junto a la manado y mis amigos vampiros, me sentía mucho más calmada, ellos estaban riéndose unos con otros, jugueteando y aventándose con los hombros, bromeando de la manera como Alec cortaba la madera, dándole instrucciones a West de la medida que sería la mesa.
-Tranquila Josy, Jacob estará bien, es un niño aun. Tiene toda la vida para hallar de nuevo el amor –musito West casi a mi oreja.
Le sonreí y lo abrace por los hombros dándole un cálido beso en la mejilla.
-Gracias por estar cuando te necesito –susurre a su oído.
Las demás personas a nuestro alrededor empezaron a hacer ruido, emocionados por así decirlo con el espectáculo que había hecho dándole aquel usual beso en la mejilla.
Pero me gustaba esta calidez que brindaba la Push, vampiros y licántropos viviendo en un mismo terreno, sin hacer más o menos a las diferentes razas, somos uno solo. No hay especiales ni desdichados, era esto lo que siempre había deseado tener en mi vida. Una familia con humanos, vampiros y licántropos…todo parecía perfecto.
-¿No me digan que son pareja? –pregunto emocionado Seth y a la vez riéndose.
-¡NO! –gritamos West y yo al mismo tiempo.
Empecé a sentir mi cara caliente, era evidente estaba colorada como un gran tomate.
-Tranquilos, solo era una pequeña pregunta –dijo con una vocecilla orgullo, Seth.
'
'
'
Edward…
Había llevado a Bella a su casa, y me había recostado con ella en la cama. No tardo demasiado en quedarse completamente dormida, yo seguía cantándole su canción…hace tanto que no lo hacía, pero ahora que piensa en nuestra discusión, creo que tiene demasiada razón…sus palabras siguen taladrando mi mente, cada palabra ha sido adherida a mi mente.
"¡LO MISMO DIGO EDWARD! Estas detrás de Josephine desde que llego, cuando estas con ella, haces como si yo no existiera ¡ME DUELE! A mí también me duele, la abrazas, sonríes con ella, dices que cosas que jamás te había escuchado mencionar, eres diferente con ella, le compusiste una melodía, y jamás… ¡Jamás la mencionaste!"
Josephine…nuestras discusiones siempre iban cayendo sobre su nombre. Jo siempre seria una parte de mí, lo quiera o no, ella se a complementado en mi, tenemos un pasado, una historia… dejarla seria como dejar una parte de mi.
"Tu corazón en este momento es un laberinto, y aunque no lo quieras admitir sientes algo por Jo, no sé si es amor o es cariño, pero sientes algo, y yo…yo no soy un objeto que se puede usar solo cuando tú quieras, soy más que eso"
¿Mi corazón? Ese pedazo de hielo sigue siendo un laberinto, mi alma esta tan confundida. Amar es amar con el corazón, pero yo no tengo. Aun así mi alma es de Bella.
Ella tenía razón, no era un objeto que podía ser usado por mí, era un ser humano, un frágil cuerpo vivo.
Roso mis dedos por sus finos y delicados labios, siguen el curso por sus cálidos y adormecidos ojos chocolate.
Rodeo su cuerpo por mi gran estructura de piedra… poso de nuevo mis labios en sus mejillas sonrojadas de tanto chanto.
Y solo logro decir dos simples palabras.
-Te…amo. –dije con las lentas caricias en su rostro.
Solo logro decírselos pocas veces, y la mayoría de ellas es cuando Bella no me esucha, y me sentía mal por ello.
Tenía decididas tres cosas.
La primera resolver mis problemas con Josephine, la segunda intentar encontrar el sentimiento que siento hacia ella y la tercera…hacer completamente feliz a Bella.
A la mañana siguiente antes que Bella despertara, le había dejado una pequeña nota donde le decía que la vería en el instituto pues tendría que ir a cambiarme de ropa, de todas formas, necesitaba tiempo a solas. Acomodar mis ideas e intentar acomodar mis sentimientos.
No hable con nadie, pase directo a mi recamara, sentía las miradas de toda mi familia, sus pensamientos eran abrumadores en mi interior otros llenos de felicidad, claro solo Rosalie podría sentir dicha al verme pelear con Bella, pero no creo que Emmett me permitiera decirle unas cuantas verdades a Rosalie, así que mejor no creaba más problemas.
Al llegar a mi cuarto me quite la camisa y me puse otra de color azul marino con cuadritos blancos. No tarde ni cinco minutos cuando Salí de nuevo de mi recamara y baje hacia la sala, para encontrarme nuevamente con las miradas preocupadas y distantes de mi familia.
-Ya me voy –dije de la manera más cortante y Salí de la casa con mi mirada fría y sin sentimiento alguno.
Subí a mi coche y maneje hasta el instituto, mi vista estaba en la carretera pero mi cerebro se encontraba perdido.
Bella, Josephine, Bella, Josephine.
Era lo único que mi cerebro procesaba, dos mujeres un hombre.
Al llegar al instituto lo primero que vieron mis ojos fueron a Josephine con una sonrisa en los labios, pero esa sonrisa era de West, el estaba a su lado haciéndole cosquillas en el estomago abrazándola de los hombros, era evidente que el sentía algo por ella ¿Pero que siento yo?
Si, es posible que yo mismo me allá aburrido por ello, siempre mi mente daba el mismo camino, a mi larga confusión por Josephine, ella, solo ella me hacía sentir confundido… ¿Por qué no puedo olvidarla así de simple?
Si, pregunta sin respuesta.
Suspire con resignación, me dirigí lentamente hacia ella, tenía que resolver todo lo que sentía, pero no podría hacerlo sino hablaba antes con Josephine.
Fue cuando la mirada intensa y perpleja de West se poso con la mía, era evidente que no le caía nada bien, como si quisiera matarme lentamente, solo que se contenía por Josephine.
-Jo, ¿Podemos hablar? –pregunte nervioso como si tuviera miedo de su respuesta.
Ella solo me miraba cuidadosamente como si fuera mentira que yo estaba parado frente a ella intentando tener una conversación normal, como si nuestra discusión jamás hubiera existido.
-Edward vete de aquí si no quieres que golpee en público –mascullo West poniendo una de sus manos en mi pecho.
-¿Por qué no lo intentas? –le pregunte de la misma manera.
Creo que era el mes de "Todos quieres golpear a Edward"
-¿Quieres verlo Cullen? –pregunto con rudeza West.
-Basta West-susurro casi de forma inaudible, Jo.
Él se cayó al instante, al parecer Josephine era la única que podía controlar su rabia.
-Y tu, Edward. Vete de aquí, no quiero hablar contigo –dijo mirándome fijamente con su mirada dolida.
¡Eso dolió!
-Pero…-intente añadir, pero no me dejo, solamente se dio media vuelta y salió en dirección al instituto.
Nada salía bien últimamente y solo me preguntaba… ¿Podre seguir con esta vida siempre?
'
'
'
Edward
El día, mejor dicho la semana transcurrió de la manera más rápida y el gran baile de noche de brujas estaba pasando la puerta, toda la semana había sido tranquila y sin mucho ajetreo, trate de hablar con Josephine intentando reconciliar nuestra amistad, pero no funciono.
Mi relación con Bella iba lo que se podría decir normal, pero había una especie de barrera que realmente no me dejaba del todo estar cerca de ella, pero trataba de hacer como si todo estuviera bien, aunque yo sabía que no era así.
Era la noche del baile de brujas, mientras me encontraba en mi casa, podía escuchar las voces animadas de mi familia, todo parecía ir en calma, la parte de la seriedad y confusión ya había pasado.
Podía escuchar la voz armonioso y feliz de Alice mientras se ponía su disfraz, a Emmett gritando frente al espejo lo musculoso que se veía con su disfraz Batman, Rosalie se quejaba de su peluca blanca y negra, y Jasper, bueno hacer no hacia ruido alguno.
Y yo vestido de pirata, si no es un gran disfraz que allá pensando demasiado tiempo, pero no estaba de buen humor como para pensar en algo que sorprendiera a Bella, yo y mis pantalones holgados la camisa de mangas anchas, y las típicas botas que usaría un pirata en aquella época, mi cabello revuelvo y un paño sobre este mismo con un sombrero negro.
Salí de mi habitación caminando a grandes zancadas dirigiéndome a la recamara de Emmett y Rosalie.
-¿Ya están listos chicos? –les pregunte entrando a su cuarto.
-Yo si –respondió Emmett con una risa.
-Yo también –dijo Rosalie con su traje de Cruela Devil.
Tenía miedo de reírme, posiblemente terminaría sin un ojo y ahora si sería un pirata verdadero, con todo y el famoso parche pirata.
Si Batman y Cruela Devil, una gran pareja.
-¡Alice, Jasper! Apúrense tenemos que llegar por Bella –les grite desde la recamara de Rose y Emmett.
-¡Tranquilo Edward llegaremos a tiempo! –me respondió Alice con el mismo grito.
Y si así fue, todos estaban en la sala con sus respectivos disfraces, Emmett gritando como siempre, Alice saltando emocionada por el baile, Rosalie platicando con Carlisle y Jasper sobre no se qué cosas y Esme feliz de la vida viéndonos a todos como una madre maternal.
-Vamos, deprisa chicos, Bella nos espera –les grite empujándolos a todos por la puerta.
Lo último que pudimos escuchar fue la voz de Esme.
-Cuídense chicos, por favor no lleguen tarde –grito con voz alegre.
Emmett condujo la nueva camioneta que Carlisle había comprado y Emmett no perdió el tiempo de dar una buena vuelta con ella acelerando a todo lo que daba por la larga carretera hacia la casa de Bella.
Llegamos más rápido de lo planeado y con Emmett al volante era obvio que eso pasaría, en realidad era abrumador subir a un coche con él, porque junto con Alice ambos parecían pequeños niños que ingresaran a una guardería. Prendieron el radio poniendo discos y cantando en coro, Jasper y Rosalie solo los miraban atentos, pero solo eso. No puedo mencionar canciones es demasiado bochornoso el solo memorizar las letras que cantaban pero si ambos parecían felices.
Al estar frente a la casa de Bella, vague agradeciéndole a dios que por fin podía despejar la mente de tantas voces que me rodeaban.
Toque la puerta y Bella enseguida la abrió.
Quede sorprendido con su disfraz, una hermosa princesa medieval.
Blanco como la nievel, diseños delicados color dorado, su cabello suelto y en forma de caireles como en nuestro primer baile, pero en su cabello llevaba una pequeña tiara que traía hojas de fierro prensado del color dorado…solo una palabra la describía…, Perfecta.
-¡Wow! –exprese con la boca abierta.
Bella se sonrojo al instante.
-¿Qué te parece? –me pregunto dando una pequeña vuelta frente a mí.
La tome de la cintura en ese instante, y le di un rápido beso en los labios.
-Te vez más hermosa que la misma Afrodita –recite delicadamente.
-Creo que eso fue un alago –dijo besándome la mejilla.
-Absolutamente –musite cerca de sus labios.
Podía escuchar su corazón, sus latidos potentes, sentir la respiración frente a mí. Todo parecía normal, o eso quería que fuera.
-Vamos, vamos. No den tanto show en la puerta ¡Váyanse a un hotel! O súbanse a la camioneta –nos grito Emmett pitando el claxon.
-Mejor nos apresuramos –me dijo Bella tomándome de la mano y llevándome de nuevo hacia la camioneta o mejor dicho para mí, hacia el mismo infierno.
Como si fuera poco de nuevo en todo el camino, escuchar a Emmett cantar sus canciones, oír la charla de Alice con Bella, una charla embarazosa para Bella, cosas que ni siquiera quiero volver a recordar.
La llegada al salón seca del bosque que había rentado en instituto era blanco como las nubes con jardines inmensos y varios arbustos en forma de bailarinas y animales.
Al entrar nos encontramos con cientos de personas disfrazadas platicando animadamente, bailando y riendo.
Mike bailaba con Jessica. Parecían estar contentos aunque no era de mi incumbencia, se miraban bien juntos.
Y entonces mi mirada callo con ella, me quede sorprendido, su disfraz llevaba un parecido al de Bella, bueno el de ella no tenia mangas solo era de tirantes y tenía una cinta dorada abajo del busto, era blanco y caía en cuadros, su cabello iba recogido con pequeños caireles sobre sus ojos, a su lado estaba West, vestido de Dracula, si es cinismo, poniéndote lo más evidente era seguro que nadie sospechara nada, pero aun así se me hacia estúpido de su parte.
Quería arreglar las cosas con Josephine, volver a ser amigas…bueno no hemos sido exactamente amigos nunca pero por lo menos estar como antes.
Acercarme a ella en este momento, tomarla del brazo y sacarla a la fuerza hacia fuera solo para poder arreglar las cosas, pero no podía, tenía miedo de hacer sufrir a Bella de nuevo, ver sus lágrimas y desesperación.
Posteriormente vi como West se alejaba de Josephine, seguramente para traer algo de beber, seria la oportunidad perfecta, pero no podía…no podía hacerlo.
-Bella se me olvido mi bolso en la camioneta me acompañas –le dijo Alice sonriendo.
Abrí los ojos ante la sorpresa de sus palabras.
-Claro –musito Bella.
"Haz lo que tengas que hacer" escuche los pensamientos de Alice, la mire y ella solamente me sonrió.
Alice y Bella se alejaron de nosotros pasando entre la gente, entonces supe que era mi oportunidad de hablar con Josephine, me acerque a ella lenta y nerviosamente. Al parecer ella no me había visto porque me daba la espalda en ese momento, así que lo único que se me ocurrió para que no se escapara era poner mi mano en su hombro. Pero fue en ese preciso instante cuando cientos de imágenes empezaron a aparecer dentro de mi mente.
Era como si me encontrara en el bosque, la brisa estaba furiosa, los Vulturi con todo su ejército estaba frente a nosotros. Podía distinguir la risa desquiciada de Aro, cuerpos llenos de sangre en el suelo, Alice estaba tirada en un lado y Jasper parecía estar lamentándose, Emmett también estaba en el piso recostado junto a Rosalie, como su intentara darle calor a su cuerpo, Carlisle también estaba sentado en el suelo rogándole a Esme que viviera, Jacob sostenía un pequeño bulto en sus brazos, enfoque mejor mi vista y me sorprendí, había una chica desconocida en sus brazos pero lloraba amargamente por ella, licántropos recostados en el piso, Alec también sostenía un cuerpo pero no lógrame mirar quien era, moví mi vista y me encontré a mí mismo, como si fuera mi reflejo, estaba sosteniendo un cuerpo, me acerque y vi a Josephine, con una gran herida en el abdomen, estaba desangrándose. Pero una de las preguntas que me hacía era ¿Dónde estaba Bella?
Después de eso regrese a la normalidad, mis ojos estaban tan abiertos ante la sorpresa, había visto la muerte de casi toda mi familia, de las personas más cercanas a mí, pero las únicas dos cosas que se quedaron grabadas en mi mente fueron la mirada fría de Aro e imagen del rostro pálido de Josephine…la mi morir.
-¿Qué fue eso? –exclame exaltado.
Josephine se volteo hacia mí con la misma mirada de sorpresa que yo tenía, lo más seguro era que ella hubiera visto lo mismo que yo.
No me respondió, y realmente no esperaba una respuesta de ella, pero Josephine había dado dos pasos hacia atrás alejándose de mi, después sacudió su cabeza y salió corriendo por las puertas delanteras del salón, huyendo de mi.
No dude ni un segundo, la seguí corriendo a la misma velocidad, al salir por las puertas, vi a Bella que me miraba sorprendida.
¡Diablos! Me grite a mí mismo, pero ahora no tenía tiempo, necesitaba saber que eran esas imágenes que vi, la guerra, la sangre, las vidas terminadas, era hora de la verdad.
La seguí hasta el bosque, podía sentir su olor, su corazón acelerado, realmente estaba asustada.
Cuando llegamos en medio de unos árboles, la vi dándome la espalda con el cabello suelto y revuelto.
Me acerque a ella e hice que volteara a verme. Necesitaba respuestas y las necesitaba ahora.
'
'
'
Josephine…
No era mi intención hacer que Edward viera aquellas imágenes o mejor dicho mi visión, pero no supe como paso realmente solo había sentido su mano en mi hombro y después la visión apareció.
Y ahora estábamos en el bosque oscuro, volte a verlo y pude sentir su mano en mi rostro.
Una sutil caricia suya, rozando la fina capa de mi piel, hacia que mis sensaciones florecieran rápidamente.
Sus ojos me miraban directamente, podía distinguir la ira, impotencia, dolor, tristeza, sufrimiento, amargura, pena…todo lo relacionado con los sentimientos negativos.
No sabía como había ocurrido pero Edward había visto con solo tocarme aquella visión hacia el futuro.
Mi propia muerte…yo sabía bien que eso pasaría, era por eso que no dejaba a Alice interferir con mis visiones, ver algo que los haría sentir así no era algo que me gustaría.
Pero estar aquí en medio del bosque con Edward frente a mí, con esa caricia en mi mejilla, me hacía sentir feliz…viva.
-Dime algo, pero ya no me mires así…duele –musite con una lagrima deslizándose por mi mejilla.
-¿Por qué actúas así? –me pregunto con el mismo dolor que enseñaba su mirada.
-¿Así como? -Pregunte yo evadiendo su pregunta.
-¡No es un juego Josephine! ¡Por un momento! ¡SOLO POR UN MALDITO MOMENTO! ¡Deja de pensar como si tú no importaras! ¡Porque si importas! ¡Y MUCHO!–me gritoneo haciendo eco en el medio del bosque.
Me asuste, pocas veces Edward se dejaba llevar por la ira y el coraje, el miedo que sentía no me dejaba pensar ni razonar en nada. Tenía miedo de verlo directamente a la cara.
-¡Crees que no me importa claro que me importa! ¡Siempre veo esto y tengo miedo de que se haga realidad! ¡No quiero que la gente que me quiere muera! ¡TENGO MIEDO! ¡YO TAMBIEN TENGO MIEDO! –grite histérica.
CONTINUARA...
espero sus conspiradores reviews jeje y me encanta estar aqui de regreso:)
si les sigue gustando y miro que no perdieron la pista del fic lo seguireeee lo prometo:)
Adelanto del proximo capitulo:-¿¡Crees que con morir todo se soluciona!Que hay con la gente que dejas! ¡QUE HAY CON LO QUE SIENTO POR TI! –me grito histérico.
Se acerco a mí y me abrazo fuertemente, podía sentir su sufrimiento.
Y me susurro lentamente en el oído.
-¡Te quiero! ¡Así que por favor no te mueras! ¡Hazlo por mí! –expreso con tristeza.
-¡No quiero que me quieras! ¡QUIERO QUE ME AMES! –le grite llorando.
AAAAWWWWWWWWWW
BELLA&EDWARD&JO
AJJAJA UN TRIANGULO SUPER HOT
XD