"Nunca duermas en la cama de un extraño"
Disclaimer: Los personajes y todos los elementos de Twilight pertenecen a Stephenie Meyer. La historia es propiedad exclusiva de WndrngY, yo sólo me adjudico la traducción. Queda prohibido publicarla o postearla, en ninguno de los dos idiomas, sin el expreso consentimiento de la autora.
Summary: Jasper es el nuevo novio de Alice y la invitó a su casa en Hilton Head Island, Carolina del Sur, para pasar un fin de semana junto a sus amigos. Bella no está muy contenta de ser la única soltera en medio de tantas parejas... hasta que termina en la cama del compañero de cuarto de Jasper.
Capítulo Uno
Beginning at the End
B POV
No podía ponerme cómoda en esta cama ajena, en esta casa ajena, con los inconfundibles murmullos y gemidos provenientes de uno –o de los dos—cuartos contiguos. Era difícil decir de dónde provenían exactamente los ruidos, simplemente estaba intentando con todas mis fuerzas ignorarlos. ¿Por qué demonios vine a estas vacaciones cubiertas de miel? Porque Alice y Rosalie me lo habían pedido y rogado; e incluso el nuevo novio de Alice, Jasper, a quien yo ni siquiera conocía, pidió hablar conmigo por teléfono para implorarme con su meloso acento sureño que fuera a Hilton Head Island durante el fin de semana largo.
"Alice no se permitirá disfrutar de este viaje si tú no vienes," dijo él lentamente. "Y por supuesto yo estaré encantado de conocerte, después de todo lo que he oído de ti."
"Yo también he oído mucho de ti Jasper, y también quiero conocerte, pero…"
"¿Tienes miedo de ser una tercera rueda?" Adivinó. (N/T: "Tercera rueda" es la traducción literal de "third wheel". No pude traducirlo de otra forma por lo que dice a continuación, pero es como "ir de farol", "ser un mal tercio", o "ser un jueves", como decimos en mi país).
"Una quinta rueda, en realidad," me reí, y luego lancé un suspiro. "Ya sabes, Rosalie y Emmett también irán."
Rosalie es la otra mejor amiga de Alice, y mi hermano Emmett es su novio desde hace mucho tiempo. Alice conoció a Jasper en una conferencia de compradores en Hilton Head hace tres meses, y desde entonces han estado locamente enamorados, a pesar de que viven a miles de kilómetros de distancia en costas opuestas. Todos nosotros vivimos en Seattle y Jasper nació, se crió y todavía reside en la isla de Carolina del Sur.
"Bueno, me hubiera gustado que mi compañero de cuarto se quedara en casa este fin de semana para equiparar los números, pero lamentablemente él estará fuera del pueblo."
"Gracias, pero la única cosa que odio más que ser una quinta rueda es ser entregada al primer hombre disponible para una cita de lástima," admití. Jasper sonaba muy amable, pero obviamenteyo no encajaba en ese fin de semana pensado para estar en parejas. Me preguntaba si Alice le habría comentado algo acerca de mi reciente ruptura.
"De verdad quisiera…" Empezó a decir Jasper.
"Jasper, ¿puedo hacer planes para otra ocasión, sin ofenderte? ¡De verdad quiero conocer al chico que tiene a Alice tan absolutamente enamorada como para hacer que se pierda la venta más grande de zapatos de diseñador de la temporada!"
"Dejaré que lo arregles con las chicas, pero quiero que sepas que realmente me gustaría que vinieras esta vez, Bella. Quiero entrar en la vida de Alice a partir de ahora, y eso significa que entraré también en la tuya."
Mi corazón había dado una especie de extraño salto ante esas palabras. Podía oír en su voz el amor que le tenía a mi amiga, y aunque me ponía muy feliz por ella, me lamentaba patética y egoístamente por mí misma tambiéía que alguien hablara de mí de esa forma. Lo deseaba tanto que incluso dolía. Porque pensé que había conseguido a ese alguien, pero había estado terriblemente equivocada. ¿Cómo podría saber de ahora en adelante, si encontraba a alguien así, si era real o no? Y aún peor, ¿qué si nunca encontraba a alguien más?
Por supuesto, resistirme era inútil. Ni siquiera sé por qué me molesté. Después de todos estos años, ya sé que Alice Brandon obtiene siempre lo que quiere. Y esa es la razón por la cual en este momento estoy tratando de dormir en la enorme y confortable pero muy ajena cama del compañero de cuarto de Jasper después de un largo viaje en avión y un brillante día soleado enteramente gastado junto a mis dos parejas favoritas, que no paraban de hacer DPA. (N/T: Demostración Pública de Afecto)
De veras estaba tratando de disfrutarlo. La isla era hermosa, la gente era tan dulce que hasta resultaba doloroso, y Jasper era todo lo adorable que Alice nos había anticipado que sería e incluso más. Estaba muy feliz por ellos dos. Y con respecto a Rosalie y Emmett, siempre supe que estaban destinados a estar juntos, incluso antes de presentarlos. Pero, honestamente, es un poco irritante ser la única persona soltera en medio de un paraíso romántico. En serio, apesta. Y era extenuante tratar de evitar que vieran mi miseria para no arruinarles el resto del fin de semana.
Estuve feliz de ponerme una cómoda camisola de algodón a modo de pijama y deslizarme en la cama, ansiosa por permitir que el cansancio mental y físico me condujera al sueño. Pero el sueño no llegó. Maldición, maldición, maldición… ¡carajo! Sí, eso dije. Estaba de pésimo humor, sola y tuve una regresión a una adolescencia pedante.
La perilla de la puerta se movió justo cuando estaba considerando levantarme para tomar un libro de mi equipaje y matar el tiempo leyendo un rato. La puerta se abrió lenta y silenciosamente, derramando en el cuarto una suave luz proveniente de la sala.
"¿Hola?" Llamé, sonando inintencionadamente un poco a la defensiva.
Una voz de hombre lanzó un grito sobresaltado y luego se rió tímidamente.
"Oh, estás despierta." La suave y vibrante voz cortó el silencio como un cuchillo caliente corta la mantequilla.
"Um, sí, eso creo." Balbuceé.
"¿Podría… te molesta si enciendo una luz?" Preguntó con una risita. Si era un violador loco, debo decir a su favor que tenía la voz más sexy y amable que jamás hubiera oído.
"Uh, sí, supongo. ¿Quién eres?" Pregunté, maldiciendo mentalmente a mi estúpida lengua y mi cerebro aturdido.
"Lo siento," dijo, encendiendo una luz y dejándome prácticamente ciega por unos instantes. "Soy el compañero de cuarto de Jasper, Edward Cullen. Esta es mi habitación."
Me froté un poco los ojos para adaptarlos a la luz. "¡Oh, lo siento! Me iré de aquí. Creí que estabas fuera del pueblo."
"¡No, no te vayas! Tú eres… ¿tú eres Bella, cierto?"
Asentí.
"Sí, Jasper me ha hablado mucho de ti y de Alice. Escucha, se supone que yo no iba a estar aquí, pero hubo un cambio de planes y tuve que volver a casa. Sabía que Jasper había recibido aquí a su novia y a otra pareja este fin de semana, pero creí que tú no vendrías…. Aunque cuando vi que mi puerta estaba cerrada me di cuenta de que había alguien aquí." La silueta de su figura comenzaba a tomar forma en mi visión difusa.
"Puedo dormir en el sofá. No quiero tener que quitarte tu propia habitación," insistí, haciendo las sábanas a un lado y empezando a salirme de la cama. Creí haberlo oído retener el aliento, pero al instante siguiente su voz se hizo incluso más suave que antes.
"Bueno, el sofá es cómodo y cualquiera de los dos podría dormir en él, pero en este momento está ocupado por nuestro vecino, Jake. Lo encontré en su carro cuando llegué aquí. Se quedó fuera de su apartamento y sin llaves, y su compañero de cuarto no volverá hasta mañana, así que le ofrecí quedarse a dormir aquí antes de saber que ni yo mismo tendría un lugar donde dormir."
Quise responder. Pensé en un par de respuestas, pero desafortunadamente mis ojos ya se habían acostumbrado a la luz y mi cerebro y mi boca se habían desconectado mientras miraba fijamente, como idiotizada, al hombre que estaba de pie frente a mí. Era nada menos que hermoso, con una fina estructura ósea, brillantes ojos verdes y cabello rojizo enmarañado. Bronce. Su cabello era de color bronce. Tenía un físico musculoso y elegante y se movía con gracia mientras se quitaba el reloj y cruzaba el cuarto desabotonándose la camisa azul oscuro que llevaba puesta. La colgó en el armario y se volvió hacia mí después de ponerse una camiseta blanca lisa sobre sus pantalones de vestir color carbón.
"No te preocupes. Si no te importa, podemos dormir los dos aquí. Es una cama grande, y estoy demasiado cansado como para intentar seducirte." Me dirigió una sonrisa ladina de medio lado, y mi cuerpo traidor se cubrió completamente de rojo ante la idea de ser seducida por esta visión de la perfección masculina.
"¡Ha!" Resoplé con aspereza. "Qué, si no estuvieras muy cansado, ¿no sería seguro para mí dormir aquí?"
Su sonrisa se ensanchó. "Hmmm. Tendré que pensar acerca de eso. Pero por esta noche estarás a salvo. ¿Está bien?"
Lo pensé por dos segundos. "Claro. ¿Qué más podemos hacer? No quiero dormir en el suelo. Y esta es tu cama, después de todo."
Edward se disculpó y se metió en el baño. Aproveché ese momento para tratar de calmar mis hormonas. Eché una mirada alrededor del cuarto, miré la cama, que de pronto parecía demasiado pequeña, y luego miré hacia abajo a mi propio cuerpo. ¡Oh Dios Mío! Se me había desabotonado la camisa de dormir a la altura de mi escote y tenía un pezón expuesto. Sin mencionar que cuando comencé a salir de la cama la camisa se me había levantado de donde siempre me quedaba, casi a la altura de la rodilla, y también mi entrepierna estaba expuesta. ¡Santo cielo, qué show acababa de dar! Me abotoné rápidamente la camisa y arreglé mi pijama antes de taparme con el cubrecama hasta el cuello.
Edward salió del baño vistiendo un pijama de algodón y la camiseta, y me dio una mirada interrogante cuando me vio imitando a una oruga en su capullo con las sábanas. Apagó la luz y se deslizó cuidadosamente en su lado de la cama.
En la oscuridad escuché su suave y sensual voz. "Buenas noches, Bella Swan. Espero poder conocerte mejor mañana."
"B-Buenas noches, E-Edward." Escupí, apretando las piernas fuertemente, luchando contra una ola de deseo sexual completamente inapropiada y contraproducente.
Sorprendentemente, me rendí al sueño bastante rápido. Probablemente esa fuera la forma en que mi cuerpo y mi mente me daban un respiro.
oOoOoOoOo
Mi cuerpo quemaba con la bienvenida a un fuego delicioso. Una mano fuerte se deslizaba sobre la curva de mi cadera, acentuando la conexión que había entre mi trasero y lo que era obviamente una erección de impresionantes proporciones. El calor proveniente del cuerpo curvado contra el mío creaba una capa de sudor sobre mi piel y estaba haciéndome desear arrancarme la húmeda camisa de dormir. Como si me hubiera leído la mente, su mano se deslizó bajo el borde de la camisa y me la quitó por la cabeza. Me quedé momentáneamente sin aliento cuando él se presionó contra mí, dándome cuenta de que él ya estaba desnudo. Dejé escapar un gemido y me sorprendí a mí misma medio despierta con ese sonido carente de sentido.
¡Edward! Edward estaba desnudo y moviéndose con frenesí contra mi ahora semidesnudo cuerpo. En algún lugar de mi cabeza mi conciencia estaba nadando hacia la superficie y gritándome órdenes como ¡Detente! ¡Esto es una locura, está mal! ¡Ni siquiera lo conoces! ¡No eres tú, Bella! ¡Te arrepentirás de esto mañana! Pero mi subconsciente medio dormido tomó ventaja sobre mi cuerpo y mandó a mis hormonas a callar a la conciencia.
Su sedosa mano se movía suavemente sobre mi piel empapada en sudor, acariciando mi cadera, moviéndose por mi lado sensible y deteniéndose sobre mis pechos doloridos. Tomó uno con su experta mano y rozó mi pezón con el pulgar una y otra vez, enviando descargas eléctricas por todo mi cuerpo. Me arqueé y me extendí lejos de él y luego me moví cerca otra vez, provocando un rugido animal desde lo más profundo de su garganta.
Repentinamente su mano se deslizó hasta mi hombro y me empujó hasta que mi espalda quedó sobre la cama, cubriendo mi boca con la suya. El beso fue… fue más que un beso. Fue toda una experiencia en sí misma que hizo que este maldito viaje valiera la pena. Sus labios eran suaves y pulposos, y los usó para demandar mi respuesta e informarme de todas las cosas que quería hacerme sin decir una sola palabra. Y otra vez, no me detuve ni un solo segundo para pensarlo. Le respondí sin palabras, aceptando sus planes y comunicándole mi propio apabullante deseo.
¡Dios, sí que tiene manos talentosas! Y luego bajó su boca a mis tirantes pezones, lamiendo y chupando uno y luego el otro, repitiendo el proceso. Yo ya estaba jadeando, casi llorando por encontrar mi liberación de aquella exquisita tortura. Necesitaba más, necesitaba atención en otras inflamadas áreas de mi cuerpo. Pero cuando mis manos se movieron hacia su cabello él titubeó y se movió hacia mi cuello.
"Bella…" respiró agitadamente en mi oído. "¿Esto es…? Y-Yo, lo siento, lamento haber empezado esto. Estaba dormido, lo juro, y luego…"
Me congelé, mortificada. ¿Él estaba dormido? ¿Estaba soñando con alguien más? ¿Tiene novia? ¿Estaba arrepentido de haber empezado esto? Oh Dios, por favor mátame ahora. Estoy desnuda y sudada en una cama con un extraño, desesperada por tirármelo hasta el amanecer ¿y él lamenta haber iniciado esto?
"¿Bella? Por favor, di algo," rogó. Su aliento caliente en mi oído no estaba ayudando. Traté de responder, pero ¿qué le iba a decir? ¿Dónde podía esconderme en esta casa del horror? ¿Qué podía hacer? ¿Despertar a Alice y a Jasper o a Rosalie y a Emmett para meterme en la cama con ellos y confesarles mi desilusión y que tenía otra personalidad, desinhibida y promiscua? ¿Pedirle al vecino que me haga un lugar en el sofá y advertirle que podría violarlo mientras duerme si se daba la oportunidad? Mierda. Cuánto deseaba ahora estar en mi casa y en mi propia fría cama vacía.
Edward empezó a alejarse, pero yo lo retuve instintivamente por un segundo antes de soltarlo como si me hubiera quemado.
"Lo siento," barboté, tratando de no llorar. "Pensé… pensé que me deseabas. Yo no soy así. Perdóname."
"¡Bella, no! No, ¡no quise decir que no te deseaba! ¿No ves que sí te deseo?" Movió gentilmente sus caderas como para demostrar su punto, su dureza tocando mi muslo. Me aparté de nuevo, humillada por la obscenidad de su gesto. Bueno, actúa como una puta, y serás tratada como una puta, supuse.
"Lo que veo es que quieres sexo," susurré, sorprendiéndome a mí misma. "Pero no me gusta el sexo casual y espontáneo."
Esta vez él se apartó rápida y completamente de mí. "Lo siento," murmuró fríamente. "Es por eso que me estaba disculpando. Entiendo tu punto."
Se puso de pie y yo lo vi ponerse sus pantalones de pijama y su camiseta a la luz de la luna que entraba por la ventana. Me pasó mi camisa de dormir y se mantuvo de espaldas a mí mientras yo me la ponía a pesar de las mudas protestas de mi propio cuerpo. Después se acostó de nuevo en la cama, mirándome.
"Bella, lo siento… me da mucho calor en las noches y siempre me quito mi pijama inconscientemente mientras duermo. En realidad casi nunca uso pijama. Estaba soñando, y supongo que cuando mi cuerpo encontró el tuyo… Yo no quería… No sé qué decir."
Después de un momento muy largo e incómodo, forcé una risa. "Entiendo lo que pasó, Edward. Tratemos simplemente de olvidarlo. No es como si yo me hubiera puesto histérica y hubiera empezado a gritar que me estabas violando, ¿verdad? Lamento no haberte detenido. Creo que estuve bastante inconsciente yo también." Bueno, eso es disfrazar la verdad; pero tenía que guardar las apariencias.
"Creo que voy a tomar un baño y a leer por un rato para, um, tú sabes, calmarme. Te veré en la mañana." Me salí de la cama, recogí mi libro y estaba a medio camino hacia la puerta cuando le oí responder.
"Bella, no te vayas."
"Está bien, Edward, de verdad. Olvidémoslo. Duerme un poco."
Bueno, ¿qué les parece? Este es el primer capítulo de "Nunca duermas en la cama de un extraño", una historia de WndrngY.
Hay dos cosas acerca de esta historia que tengo la obligación de recordarles. La primera, es una traducción, no me pertenece. La segunda, está absolutamente prohibido publicarla o postearla a menos que Paige, la autora, de su permiso. Ella ya fue víctima de plagio una vez y no quisiera que por mi culpa suceda de nuevo.
Oh, y este primer capítulo está especialmente dedicado a Pétalos de Furia. Espero que te guste Mels!
Ahora... ¿qué tal un review? ;)