Continuación.
Furor
-Tengo sueño- dijo Karin mientras estiraba sus brazos.
Ella estaba sentada en el piso apoyándose contra la cama. Él estaba sobre la cama revisando que no faltara ni un ejercicio que hacer. Hacia horas que se habían encerrados en el cuarto de la morena, a estrictamente estudiar matemáticas, ya que Toushiro había accedido a hacer de tutor para que la morena no suspendiera los exámenes y por ende no la quitaran del equipo de soccer. Karin había estado tan distraída estas últimas tres semanas –el tiempo que venia saliendo con el peliblanco –que ni siquiera sabia que era un polinomio.
Flash back
-Ves, se hace así. Debes empezar por los mayores exponentes.- dijo Toushiro, mostrándole el procedimiento.
-¿Eh?... yo pensaba que era algo sobre trigonometría
Fin de Flash back
Cansada como estaba, Karin tiro su cabeza hacia atrás, apoyándola sobre el colchón. Toushiro la miro, tenia ganas de acariciar su cabello, pero se limito a ver a la morena, que parecía haberse quedado dormida. Se quedaron en silencio y quietud hasta que Karin se incorporo casi de un salto.
-¡¿Qué?!- al peliblanco le sorprendió el brusco movimiento.
-…Nada- dijo la morena mientras se desperezaba.- Si me duermo ahora no podré dormir a la noche, mejor me doy un baño. ¿Me esperas?
-Claro –Toushiro se acomodo en la cama para quedar recostado- pero no tardes medio siglo.
-No soy Yuzu- dijo la pelinegra con falso enojo antes de salir del cuarto con su toalla y ropas en las manos.
En estos tiempos las mellizas tenían su propio cuarto. Yuzu se había quedado con el que antes usaban ambas y Karin con el que era de su hermano.
Al volver la pelinegra descubrió que su tutor se había quedado aparentemente dormido en su cama y como de cualquier forma tenia que juntar el desorden que había armado cuando no encontró las hojas que necesitaba, empezó a juntar lo que estaba en el piso.
-Ni que hubiera tardado tanto.- se quejo la pelinegra mientras juntaba las hojas.
-Para mi si, me baño en menos de diez minutos- dijo Toushiro sorprendiendo a la morena.
-No me sorprende. Si yo no tuviera que cuidar esto- señalo sus cabellos que aun goteaba- me ducharía mucho mas rápido.
-Todavía lo tienes muy mojado. ¿Por qué no te lo secaste?
-Da igual, se seca solo de cualquier forma.
-No seas idiota, estamos en invierno, terminaras resfriándote- el peliblanco tomo la toalla de mano que estaba en el respaldo de la silla de escritorio –Si faltas a clases ahora tendrás mas problemas.
-No soy tan delicada.- devolvió la morena, pero esa discusión ya había terminado.
Toushiro se sentó a espaldas de Karin y empezó a secarle el cabello. ¿Por qué siempre me hace lo que yo quiero hacerle?, pensó algo enojada la pelinegra, pero al poco tiempo yo no le importo. Ambos estaban satisfechos. Él por poder acariciarle el cabello y ella por poder recostarse en su pecho. Todo iba tranquilo hasta que la morena ladeo un poco la cabeza hacia el cuello de Toushiro, cosa que izo recordarle que le debía algo.
-Eh, Toushiro- la morena de separo un poco y se giro para verlo.
-¿hmm?- el peliblanco no sabía interpretar la cara con que lo miraba.
Y antes de que pudiera preguntarle algo se le abalanzo con una sonrisita digna de un ángel caído –en otras palabras, demonio – haciéndolo quedar acostado en el piso, con la pelinegra sobre el.
-¿Qué…- pero Karin le corto antes de que objetara algo.
-Me debes tu cuello.- Karin le dedico su mirada de "Gane" con un plus de sonrisa cruzada que significaba "si te resiste es peor", antes de dirigirse al cuello de Toushiro.
¿De donde saca este tipo de cosas? Pensó el peliblanco que no salía de su asombro, pero luego de eso cualquier pensamiento racional término. Una vez que sintió la respiración de Karin y labios de la misma se olvido que estaban en la casa de la morena, con Yuzu haciendo de ama de casa y que Ichigo podía llegar en cualquier momento, ya que se quedaba en casa cuando su padre este salía más de una noche.
La morena seguía con su cuello, y Toushiro dejándose llevar lo espiro a un lado para hacérselo mas fácil. Las manos de Karin pasaron de estar a un lado, aguantando parte de su peso, a acariciar el cabello del peliblanco. Mientras él, de estar tratando de marcar distancia, termino abrasándola. Con una mano en por detrás del cuello y la otra acariciando la espalda de la pelinegra. Que endemoniadamente tersa se le hacía su piel. Toushiro se había dejado llevar, haciendo que unas de sus manos terminaran por debajo de la ropa de la morena. Lo poco de voluntad que le quedaba le impedía quitarle la estorbosa camiseta.
Karin en un momento dejo su cuello, y lo miro, ambos tenían la misma expresión lasciva y sonrojada. Y queriendo satisfacer sus labios, el peliblanco tomo los de Karin en un beso que antes de darse cuenta se volvió vivaz y en uno de los momentos de "lucidez" de Toushiro, noto que sus dos manos estaban en la espalda de Karin, y encima jugaban sucio, levantándola sigilosamente.
La morena se sentó sobre la cadera del peliblanco, terminado con el beso, pero solo para quitarse la camiseta que le estaba estorbando.
La mandíbula del peliblanco callo unos centímetros ante la acción de Karin, y callo aun más cuando vio el torso descubierto de su novia.
Mientras Toushiro reaccionaba, la morena no cambio su miríada, que era seria y con un aire de depredador.
Saliendo de su letargo, y logrando resistirse, el peliblanco tomo de la cintura a Karin para quitarla de encima, pero fue un gran error. El tacto con la piel tibia de la pelinegra lo dejo paralizado, y en cuanto la morena decidió volver a acercar sus cuerpos para continuar, las manos que tendrían que estar rechazando a Karin terminaron abrazándola y acariciando posesivamente la espalda y cintura de la chica.
La morena inicio un nuevo beso, primero jugando con los labios de su novio y luego entrando en su boca enredando sus lengas casi con desesperación. Esta era su oportunidad, no iba a dejar que su presa se le escapara. Porque aunque en esta la citación los roles parecían estar algo invertidos, para ella era normal tener el control de la citación, y aunque esto era escaso con Toushiro, cuando estaba decidida en algo, era imparable.
En ese desenfreno en el que estaban ambos jóvenes, la morena olvido sostener parte de su peso, enredando sus brazos por debajo del cuello del peliblanco. Por su parte, Toushiro, al sentir este nuevo contacto termino de perder la cordura y, antes de que esa expresión de haga literal, cambio de posiciones cortando por un momento el beso. Ahora sobre la pelinegra y con la vista nublada de cualquier cosa que no sea ella, sus dedos pasaron rápidamente por los botones de su camisa y ultima prenda en su parte alta, desasiéndose de ella.
Karin se sentó, removiendo sus piernas de debajo del peliblanco, para abrazarlo por el cuello y negándose a ceder el control empezó a besar suavemente la clavícula de Toushiro a la vez que volvía su peso contra él.
Cuando la desnuda espalda de Toushiro toco el frío suelo de la habitación volvió parte de la lucidez del peliblanco que, de nuevo, trato de separarse un poco, sabiendo que el camino que tomaban las cosas se volvía mas peligroso. Pero su patético esfuerzo fue frustrado cuando Karin le tomo de las muñecas y le puso los brazos sobre la cabeza, una fantasía que había tenido estas ultimas semanas.
Iban a volver a unir sus bocas cuando el ruido sordo de algo cayendo al piso izo que se tensaran, ambos miraron a la puerta, y mental mente se maldijeron por no haberla asegurado.
-¡Karin esta violando a Hitsugaya-kun!- dijo una Yuzu sonrojada hasta las orejas y apuntando con un dedo tembloroso la escena.
-¡ICHIGO!- dijo Rukia que a duras penas pudo quitarles la vista de encima para ver al pelinaranja inconciente en el piso.
-…No es lo que creen- dijo sin saber que mas decir Karin, aun sobre Toushiro, que tampoco reaccionaba.
-¿¡Que no es lo que creen!?- replico Ichigo, reviviendo de golpe.
-Podemos explicarlo- dijo ahora el peliblanco liberando sus manos y sentándose con los ojos cerrados. No iba a poder solucionar el problemita entre piernas que tenia si seguía viendo así a Karin.
-No me vengan con eso.- dijo el pelinaranja acercándose a Karin, que ya estaba de pie- ¡Y ponte algo!- le indico a su hermana.
-¿Qué tanto te alteras? Ni que fueras el viejo…- dijo la morena que se colocaba la camiseta que antes tenia.
-¡Soy tu hermano, me altero todo lo que quiero!
Mientras discutían ambos hermanos, Hitsugaya se vistió y vio como Yuzu lo llamaba desde el pasillo antes de la habitación. El peliblanco salio para reunirse con la castaña y Rukia, siendo olímpicamente ignorado por aquellos dos.
-Ichi-ni y Karin parecen tener para rato- dijo con un suspiro.
-Si, y lo mas raro es que no te haya hecho nada a ti, Toushiro.- comento la pelinegra mayor.
-Viendo como nos encontró, no me sorprende…
-Hitsuyaga-kun ¿de verdad estas saliendo con mi hermana o, ella de verdad…
-Si…estamos…saliendo- dijo el peliblanco evitando la mirada de las mujeres y tratando de no sonrojarse.
-¡Estoy tan feliz!
-Era cuestión de tiempo.
Toushiro ignoro los comentarios de las chicas, y volvió su atención al cuarto de la morena, que todavía seguía discutiendo con su hermano. Aunque ahora parecían ser cosas de football, seguramente ya se habían ido por las ramas. Pero ese no era el punto. Era el hecho de que le molestaba que le grataran a Karin, aunque este sea su hermano y ese sea el tacto normal de la familia. Toushiro estaba por volver a la habitación a intervenir, pero la castaña se lo impidió cerrando la puerta, disminuyendo así el ruido que hacían los otros.
-Esto…hm, ¿les puedo pedir un favor?- dijo Yuzu algo temerosa.
-Claro- se apresuro a decir Rukia. El peliblanco se limito a mirarla.
-Bueno, estos dos no se van a calmar hasta dentro de un rato, y no creo que las cosas sean más rápidas si ustedes siguen por aquí.- se veía que Yuzu estaba nerviosa.
-¿Estas segura?- pregunto el de ordes verdes.
-¡Claro! De cualquier forma prometo llamarlo si esto se me va de las manos, si eso les hace estar mas tranquilos.
-Supongo que si es así esta bien- dijo Rukia algo pensativa. Toushiro se lo pensó un poco mas antes de contestar.
-Entiendo que quedarnos no va a ayudar mucho, pero llama si estos dos siguen así mucho tiempo, no importa la hora.- hablo el peliblanco serio.
-KYA, Hitsugaya-kun, ¡te preocupas tanto por Karin!- dijo la castaño tomándose la cara.
-No es para tanto… es solo que en parte es mi culpa.- Toushiro no pudo esta vez evitar sonrojarse por ser descubierto.
-Bien Yuzu, entonces te lo dejamos a ti.- concluyo la pelinegra, antes de ponerse en marcha para salir.
~o~
Luego de llegar y cenar, Toushiro en su habitación se dedico a leer, aunque poco le distraía. Trato de concentrarse en eso unos diez minutos, hasta que escucho las primeras gotas de lluvia, que rápidamente se multiplicaron hasta sonar a diluvio. Sabiendo que leer era inútil, opto por ducharse y luego tratar de dormir, aunque tan solo sean las diez de la noche del sábado.
Tardo más de lo acostumbrado, solo por hacer tiempo. Salio del cuarto de baño de su habitación con una toalla suelta en su cabeza y un pantalón que usaba de pijama. Se estaba refregando la tolla en la cabeza cuando escucho un:
-¡Woh!- que lo izo pararse en seco y quitarse la tolla para poder.
-¿¡Que se supone que estas haciendo en mi habitación, Karin!?- dijo el peliblanco viendo a la morena sentada en el suelo de su cuarto.
-Que amargado- dijo para si la morena –¿cuando vas a aprender a saludar a las personas?
-No contestaste mi pregunta…- dijo para volver al tema.
-Solo pensé en pasar a saludar- contesto la pelinegra poniendo su mejor cara.
-Son las diez y media de la noche, y hoy nos vimos todo el día…¿¡no será que te escapaste, verdad!?- la morena desvío su mirada, esa era todo lo que necesitaba Toushiro para saber que estaba en lo correcto.-¿¡Como se te ocurre!? Tienes que volver.
-No quiero… ¿puedo pasar la noche aquí?
-DE NINGUNA MANERA
-No grites, no estoy sorda.
-¿Qué tenes en la cabeza?- se pregunto el peliblanco retóricamente, mientras se apretaba el tallo de la nariz con la mano derecha.
-¿Puedo quedarme?- volvió a preguntar Karin.
-Claro que no.
-¿Por qué no?
-Porque no, párate te llevare a tu casa- la morena no se molesto en hacerlo.
-Si no me puedo quedara aquí, me iré a otro lugar.
-Si a tu casa…
-Esta noche no
-Karin, no seas tan necia.
-No lo soy- replico lo morena acentuando el entrecejo fruncido.
El peliblanco suspiro. Hora de cambiar de táctica, pensó y se sentó en el piso junto a ella y paso un brazo por sus hombros, estaba por extorsionarla con un beso o algo así, cuando noto que la morena estaba completamente empedada y helada.
-Estas mojada.
-Esta lloviendo, ¿no lo notaste?- Toushiro se quedo un momento callado, luego tomo las manos de la morena. Sus dedos estaban como témpanos.
-Te daré ropa seca- dijo luego de un momento.
-Me dejaras quedarme…
-No –replico el peliblanco.
-Entonces moriré de hipotermia- amenazo la morena.
-¡No puedes hacer algo como eso!
-¿Por qué no?
-Dios… me sacas.- Toushiro ya estaba cansado de esa discusión, tratar de hacer cambiar de opinión a su novia era mas difícil que tirar un árbol a patadas.
-Bueno.- el chico volvió su atención en la pelinegra- si no me dejas quedarme es mejor que me vaya a la casa de Souchi antes de que se duerma.
-¡No! Tampoco.- protesto el peliblanco al recordar el género del mencionado.
-Entonces me quedo aquí.
-No, te vas a tu casa.
-A MI CASA NO
-¿Por qué?- ¿Qué habrá pasado…?
-Ichigo tiene que aprender que no puede manejar mi vida.
-Es tu hermano, solo quiere lo mejor. –trato de arreglar las cosas.
-¡Pero que se ubique! Ya no tengo diez años.
-En eso tienes razón…
-¿Entonces me quedo?- trato de nuevo la morena.
-Karin, entiende que…
-No, mira, Ichigo será mi hermano pero ¡achís!- le corto la frase un estornudo.
-Si sigues así te enfermaras. -Toushiro se dispuso a buscarle algo de ropa a la pelinegra.
-¿Qué haces?
-Te daré algo seco- me contesto sin sacar su mirada del armario.
-No hasta que me das una respuesta.
-Ya te la di, es no
-En ese caso, adios.- la morena ya estaba saliendo cuando Toushiro la sujeto del brazo metiéndola de nuevo en la habitación.
-Por favor, Karin- el peliblanco pensó en usar su última carta. La abrazo por la es cintura y le susurro al oído:- ve a casa, se preocuparan.- seguido por un beso en su helado y fino cuello. Esta realmente fría. Pensó preocupado
-…Toushiro- la pelinegra se giro para quedar cara a cara, paso sus brazos por su cuello y dijo- ¿piensas doblegar mi fuerza de voluntad?- con una sonrisa de lado- Yo también puedo hacer lo mismo- advirtió y le dio un casto beso a sus labios, el de ordes verdes levanto una ceja
-¿A dónde quieres llegar?
Karin deshizo su abrazo y beso el cuello del peliblanco, el ladeo su cuello por inercia y en la distracción de este, la morena empezó a acariciar el torso de Toushiro, haciendo que vuelva en si.
-Estas caliente…-dijo la morena, sin pensar en el doble sentido.
Toushiro estaba a punto de caer de nuevo, como esta tarde, pero logro alejara a la morena por los hombres. Clavo la mirada en el piso hasta que sintió que podía verla de nuevo.
-Cámbiate. Iré por algo- ordeno el peliblanco, porque en algún momento de todo eso se la había aburrido algo.
-¿Entonces me quedo?- Toushiro no contesto, salio cerrando la puerta, lo que era un "si".
Mientras que la morena se cambiaba, el peliblanco se dirigía a la habitación de Rukia. Llego a la puerta que buscaba y toco tres veces, pero nadie contesto. Toco de nuevo pero paso lo mismo. Suspiro resignado y golpeo más fuerte. Como no contesto se decidió a abrir la puerta, rogando que no se este cambiando o durmiendo en ropa interior. Trato de abrirla, pero la puerta tenía cerrojo.
Mientras Toushiro volvía a su habitación se puso a pensar como solucionar la cuestión.
¿Por qué justo hoy a Rukia se le ocurre trabar la puerta?... también podría dormir en una de las habitaciones para huéspedes, pero no, tendría que prepárala y ya es muy tarde…ni siquiera se donde se guardan los futones, además seria un problema si Ukitake se entera…tendrá que dormir en mi habitación
El peliblanco volvió a su habitación algo frustrado, y por costumbre entro sin rodeos, encontrándose con Karin a medio vestir, con uno de sus boxers sin usar y una camisa de pijama blanca.
-Tomo esto…¿esta bien?- pregunto la morena pensando que la mirada desorbitada del peliblanco era por haber tomado algo indebido.
-Si… esta bien.-dijo Toushiro, girándose para mirar la puerta- avisa cuando termines.
-Ah, claro, era eso. Me preocupaste- contesto la morena mientras terminaba de prender los botones de su camisa.
-Explícate…- ¿Qué esta diciendo ahora?
-Pensé que te molestaste por tomar esta ropa.
-Por mi ponto lo que quieras. Mientras te pongas algo- mascullo para si lo ultimo.
Se le había hecho tremendamente difícil terminar la última oración. Tenía en la mente grabado a Karin con una de sus camisas de pijama y con su boxer. Quiso darle un golpe a la puerta, para descargarse un poco, pero seria muy raro.
-Ya esta- aviso al fin la pelinegra.
-Ya era hora- dijo Toushiro, girándose para ver el interior del cuarto y luego del primer vistazo se tapo la boca para ocultar el sonrojo. ¿Por qué tuvo que ponerse la camisa que le faltas los primeros botones…?
Trato de pensar en cualquier otra cosa, paso junto a la morena con los ojos cerrados y se tiro en la cama. La verdad era que toda esa situación lo agotaba.
-Toushiro- llamo la pelinegra para que abriera los ojos- ¿puedo dormir con tigo?- y antes de que el protestara o dijera algo agrego:- seria más fácil que traer un futon.
Esta sonrojada. Noto el peliblanco, que apenas había abierto los ojos. Volvió a cerrarlos y frunció el entrecejo. Tan… tan mona, no hay otra palabra.
-Ah- suspiro el peliblanco agotado- como quieras. Pero luego de todo esto me debes un gran favor.- dijo pensado en lo que pasaría mañana.
-Claro.- dijo la morena subiéndose también a la cama, pero a los pies de Toushiro.
-Acuéstate.- le indico el peliblanco levantándose por un momento a buscar algo que ponerse arriba. Se le era extraño dormir sin nada arriba junto a Karin.
-¿De que lado?- pregunto la morena levantando las mantas para entrar.
-El que sea, da igual…- el peliblanco encontró algo que ponerse, una remera negra, y fue a apagar la luz.- durmamos ya…
-Si, fue un día larguísimo. De seguro soñare con bascara.- Toushiro solo la miro. ¿Con todo lo que pasó y soñaría con bascara?… no pudo evitar sentirse decepcionado.
Luego de eso, ambos ya estaban acostados, uno enfrente del otro. La morena trataba de dormir acurrucando sus manos junto a su pecho, y el peliblanco se le dio el impulso de tomar una de ellas
-¿Tienes frío?- pregunto el de ordes verdes, sintiendo sus manos aun heladas.
-…No.- contesto Karin, abriendo sus ojos. Cosa que noto el peliblanco aun en la oscuridad.
-No seas tonta, si te refrías no será gracioso.-le reprehendió Toushiro por mentirle.
-Pero faltaría al colegio.- dijo Karin en su pobre defensa.
-Claro… y te atrasarías y yo tendría que estar haciendo de tutor de nuevo.
-No suena mal…
-Ahh- suspiro el peliblanco- iré por otra colcha.
-No.- le morena lo detuvo poniendo una de sus manos sobre el pecho del chico.- Así con tigo esta bien.- la voz de la chica sonaba somnolienta.
-Pero…-protesto el de ordes verdes, aunque no pudo terminar por la nueva aproximación de la chica, que ahora apoyaba su cabeza en su pecho.
-Cállate, deberíamos dormir. -Toushiro quedo tieso como una tabla bajo Karin.
-Seh.- comento casi como un suspiro el peliblanco, volviendo a la normalidad y empezando a acariciar el cabello de la morena. Era demasiado tentador como para ignorarlo.
-Hum…- la pelinegra enredo sus piernas con las de él, buscando calentar sus pies.
-Que terca, te estabas meriendo de frío- dijo el chico, pero Karin no contesto, y guiándose por su acompasaba respiración ya se había dormido.
Las horas pasaban y el peliblanco tenia problemas para dejarse ir en el sueño. Básicamente por su cabeza no le dejaba tranquilo, teniendo a la morena, literalmente enzima suyo, le costaba mantener sus ideas en caminos nobles, pero luego de unas horas, y haciendo gala de su fuerza de voluntad logro dormir.
La luz de la ventana lo levanto cerca del mediodía. Se extendió en la cama, enterrando el rostro en la lampada que abrasaba posesivamente, y al sentir la cama vacía de cualquier cosa que no sea él, se sentó interrogándose de si habría sido un sueño, pero dejo esa idea cuando vio la camisa que había usado Karin esa noche a los pies de su cama.
-Esa tonta… por lo menos se hubiera despedido.- dijo al tiempo que abandonaba la cama para salir de su habitación.
Todo se veía normal. Ukitake alimentado a sus peses, Rukia en el sofá con Hyorinmari y Shirayki –su coneja – en su regazo. No había señales de que Karin había sido descubierta.
Sin mucho apuro se dirigió a la cocina, se moría de hambre.
-¿Dormiste bien, Toushiro?- pregunto Rukia, quien la había seguido a la cocina.-¿Un gatito mojado te izo compañía?- no pudo evitar molestarlo.
-Algo así.- contesto Toushiro evitando la mirada.- ¿Y tu? De seguro dormiste muy profundamente… como si no estuvieras en tu habitación.
-Algo así….
Otro capi de este ficc que me cuesta siglos escribir XD.
Ahh, espero que le guste… me es mere en la escena hot ^^… voy a tener que platicar mucho para peder la vergüenza escribiendo eso.
¿Cómo si no fuera un pervertida con lo que leo xD?
Pero escribirlo es diferente,… créanme.
Review? Digan que si! ^^
Ah, otra cosa. Denme ideas para el cuarto y ultimo capi ^^
byaaa~
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