Título: Protect me (Protegeme, pero en ingles suena mejor XD )

Disclaimer: Los personajes de este fanfic no me pertenecen, son propiedad de Yoshiki Nakamura.

Spoiler: Bueno, no es spoiler en si pero esta historia sucede después de que termina el anime, así que si no terminaron de verlo no se si van a entender todo XD

Dedicatoria: Para Orne nee-chan, para ver si le da curiosidad la historia y se digna a mirar el anime XD (aunque no sea mi onee-chan de verdad XD ) (no es que sea escritora ni nada, pero como es el primer fic que publico se lo quiero dedicar a ella jaja)

Aclaraciónes del texto: -Narración de Kyoko/ Diálogos
- Pensamientos de Kyoko


Eran las once de la noche cuando salí de LME y me dirigí a Darumaya. Solo quería llegar, darme un baño y dormir unas diez o doce horas. Pero no podía, tenía que ir a la escuela el día siguiente, así que tendría que conformarme con una ducha rápida y unas seis horas de sueño.

Seguramente voy a quedarme dormida mañana durante la grabación. Espero que el director no se enoje mucho conmigo.

Estaba exhausta de grabar esta novela, pero solo serían unos días más hasta que empezáramos a grabar por la tarde. Me cansaba mucho grabar de noche, y además mi papel no era muy importante. Tal vez eso era lo que me daba sueño, el no tener nada que hacer. Si tuviera la mente ocupada en interpretar a mi personaje no tendría oportunidad de dormirme. Pero esta vez me tocaba ser una extra, así que solo actuaba unas pocas escenas.

Era verdad lo que Tsuruga-san me había dicho de que a veces cuando terminas la filmacion de algún drama extrañas hacer el papel de tu personaje, y yo extrañaba mucho a Mio. ¿O tal vez extrañaba ver a Tsuruga-san todos los días? No, era el personaje, solo el personaje, y tal vez también el maquillaje, que era hermoso a pesar de la cicatriz. Aunque también extrañaba que me pintaran la cicatriz, creo que me daba mucha personalidad…

En ese momento sonó mi celular.

Un mensaje. Podría ser… No, ¿por qué habría de mandarme un mensaje Tsuruga-san a estas horas de la noche? ¿Por qué pensé en Tsuruga-san? Podría ser cualquier persona, tengo que dejar de pensar tanto en él.

Abrí el mensaje. Que raro, número desconocido. No importa, tengo que leerlo.

'Hola preciosa. Veo que te gusta

salir a pasear de noche. Soy un

gran fan tuyo ¿No te gustaría

ir a tomar algo? Estoy muy cerca

de donde estas, si aceptas respóndeme,

sino, no voy a tener mas opción que

llevarte por la fuerza.'

Comencé a oír pasos detrás de mi. No sabía que hacer, estaba empezando a desesperarme.

No, no puedo perder la calma. Tranquila, tranquila. No tengo que correr, solo tengo que encontrar una tienda abierta, entrar y pensar allí qué puedo hacer.

El primer lugar que vi fue un bar que estaba a unos pocos metros de allí. Debe ser uno de los pocos lugares abiertos tan tarde. Agradecí a Dios que a la gente le guste beber alcohol las 24 horas. Entré y me senté en la primera mesa vacía que encontré. Un hombre alto y algo desarreglado vino a tomar mi pedido. Nunca había estado en un lugar como este, así que pedí lo primero que se me ocurrió: una cerveza. El tipo no se molestó ni siquiera en preguntar mi edad, cosa que agradecí profundamente.

No se que pasaría si se enteraran de que en este lugar le vendieron alcohol a una chica de dieciseisaños. Probablemente lo cerrarían.

Me había relajado tanto al estar en un lugar con bastante gente que me había olvidado del mensaje. Tenía que hacer algo, no me animaba a volver a Darumaya sola. Pero no podía llamar a la policía solo por un mensaje de texto, pensarían que era una broma. En ese momento llegó el tipo con la cerveza. Nunca había tomado nada con alcohol, y este momento no era el indicado para empezar a hacerlo, así que solo alejé la botella y me pregunté que podía hacer.

¡Ya se! No, no puedo molestar a Tsuruga-san a estas horas. Ya son más de las doce, debe estar durmiendo. Pero es mi única opción, no hay nadie más a quien pueda llamar. Además Tsuruga-san puede venir en su automóvil, así que no le tomaría mucho tiempo llegar. Y por alguna razón me siento segura siempre que estoy cerca de él.

Al final me decidí y marqué su número. No se por qué lo se de memoria, ni siquiera pude aprenderme el mío.

El teléfono sonó una vez. Dos veces. Estaba sonando por quinta vez cuando escuché su voz.

-Mogami-san ¿Qué sucede?

Al escuchar la voz de Tsuruga-san me quedé sin palabras. Sentí un alivio tan grande que pensé que el alma se me iba a salir del cuerpo. Su voz suena como si hubiera estado durmiendo ¿Lo habré despertado?

-Tsu...Tsuruga-san. Lo siento, lo he despertado.

-No, no estaba durmiendo ¿Qué te ocurre Mogami-san? Te escucho algo rara ¿Estás llorando?

No me había dado cuenta. Cuando Tsuruga-san atendió el teléfono yo habia comenzado a llorar. Podía sentir las lágrimas que corrían por mi cara, y un nudo en la garganta que hacía que me costara respirar.

-Tsuruga-san… Tengo miedo ¿Podrías venir a buscarme?

-Mogami-san ¿Qué te ocurre? No importa, ya hablaremos de eso, ahora solo dime donde estas.

Le indiqué dónde quedaba el bar donde estaba, aunque tardé un poco porque no podía pronunciar bien las palabras mientras lloraba, y dudo que alguien en este mundo pueda hacerlo.

Tsuruga-san escuchó atentamente y me dijo que llegaría en unos minutos.

-Quédate tranquila, ya voy a buscarte.

Con esas palabras colgó el teléfono. En ese momento un grupo de hombres de no muy buena apariencia entró al bar. Los ojos de uno de ellos se posaron en mi. No me gustó nada la forma en la que me miraba.

Espero que Tsuruga-san llegue pronto. No se cuanto tiempo más pueda estar en este lugar sin meterme en problemas.


Nota de la autora: perdón si esta un poco mal el formato, es que no me cuando lo quise editar no me dejó ponerle algunas cosas que me hubieran gustado que estén en negrita.

Próximamente el capítulo 2

Espero que les haya gustado. Dejen Reviews para saber si les gustó o no, o para alguna crítica constructiva, porque este el el primer fanfic que escribo para subirlo a internet, ya escribí otros pero creo que se van a quedar guardados en mi computadora por los siglos de los siglos jaja

Bye-bee!