Capítulo 1

Vida antes de la muerte

Alec era mi hermano gemelo, nacimos hace alrededor de 2 siglos.

Nuestro padre murió cuando teníamos 4 años, y mamá murió poco después. No teníamos más familia así que crecimos en un orfanato, no teníamos más que el uno al otro.

La gente solía venir a adoptar niños, pero el ser gemelos nos dificultaba las cosas porque no nos queríamos separar; eso aparte de que las familias que venían se asustaban con solo vernos.

Los otros niños del orfanato también se asustaban, al igual que los cuidadores, por eso estábamos los dos solos en la habitación más alejada, prácticamente aislados. Lo bueno es que cuando estaba triste o asustada Alec estaba conmigo.

¿Alec?, ¿estaremos siempre juntos verdad?

Para siempre – dijo susurrándome al oído y dándome un beso en la mejilla.

¿Crees que algún dia podremos salir de este orfanato y vivir nuestra vida?

No lo sé Jane, pero si así es yo estaré contigo.

Para siempre – concluí, con las mismas palabras que Alec había dicho y que por mucho tiempo que pasase jamás olvidaría.

Un día la puerta de nuestra habitación se abrió de golpe.

Aquí están señor reverendo.

¿Así que estos son los temibles gemelos verdad?

Alec y yo intercambiamos una mirada de miedo, y ese temor hizo que de algún modo el reverendo se pusiera a temblar.

Son diabólicos! - exclamó.

Ya se lo dije reverendo.

Hay que quemarlos en la hoguera!

Y con esto se fueron no sin antes cerrar la puerta con pestillo dejándonos sin escapatoria.

Alec tengo miedo – dije con lágrimas en los ojos.

Lo sé hermana, yo también, pero ellos no merecen que llores, nosotros somos especiales, podemos hacer que sientan cosas.

No quiero que nos maten Alec, no quiero separarme de ti – dije abrazándole y hundiendo mi rostro en su cuello.

Nunca podrán separarnos Jane. Siempre estaremos juntos.

Para siempre – y le di un beso en la mejilla.

No pudimos dormir en toda la noche, ante la expectativa de que mañana nos matarían, así que allí me quedé con un torbellino de sentimiento, mientras que Alec se mantenía indiferente. Éramos los sentimientos y la ausencia de ellos, éramos complementarios, yo el veneno y él el antídoto, dos polos opuestos que se atraen. Éramos la misma alma repartida en dos cuerpos.


Aquí el primer capítulo, espero que les guste.

¿Un review?

2