Una vida vacía sin ti
Disclaimer: Los personajes de la saga Crepúsculo son propiedad de Stephenie Meyer y su casa editorial.
El resto de los personajes pertenecen a mí y a mi imaginación.
Capitulo 44: mudanza
La semana siguiente yo decidí que era hora de pintar, ya que en solo un par de días iban a llegar los muebles. Así que me tomé dos días libres del trabajo, y con suerte pude hacerlo, ya que tenía a Garrett para ayudarme con algunas cosas y a Jessica que era increíble reacomodando mis citas. Así que tras pasar por la pinturería y hacerme con como 4 latas de pinturas que iban desde el blanco, beige, y un celeste claro, fui al nuevo apartamento dispuesto a pintar, y donde Rose ya me estaba esperando.
Vestida con unos pequeños shorts y una camisa sin mangas y atada en la cintura… si, perfectamente vestida para pintar… y para follar conmigo… Dios santo, esta chica de verdad era…. Si, definitivamente iba a desperdiciar varias horas de estar "pintando" por sexo, pero eso definitivamente valía la pena.
Ella había llevado una pila de periódicos y un par de mantas y algunas brochas que tenia en su casa, mas las que yo había comprado.
-te ves linda hoy-dije yo y obviamente no pudiendo ocultar el deseo que ella me producía.
-¿solo linda?-ella me puso su cara de perrito y se paro frente a mi en el ascensor
-no empieces…- dije- al menos, solo, dejemos las cosas en el apartamento.
-¿Qué yo empiece?- ella fingió estar ofendida- yo no hice nada. Eres tu el que esta mirándome de esa forma desde que llegaste
-¿y es mi culpa que te pongas esa ropa?
Ella entrecerró los ojos.
-¿no te gusta mi ropa?- yo me reí al verla morderse los labios y mover su cadera de forma provocativa- ¿no?
-dije que te veías muy linda, Rose- agregue- y me gusta tu ropa, solo que es un poco… sugestiva
Ella me sonrió como una perra y entonces las puertas del ascensor se abrieron.
Ella salió primero moviendo las caderas y haciendo que su trasero se ajustara aun más en ese par de shorts… Dios, dios, dios….
Termine de entrar las cosas y entonces ella comenzó a jugar conmigo tal y como lo esperaba. Y claro, destapar una lata de pintura no es algo muy difícil, pero puede convertirse en un verdadero desafío cuando tienes una chica detrás de ti intentando quitarte los pantalones y diciéndote cosas al oído que solo hacen que te pongas mas duro.
Cosas como "quiero que me folles ahora" "quiero meterte en mi boca" "quiero esto, ¿no vas a dármelo?" y entonces apretando mi erección entre sus manos y aun sobre mis pantalones.
Y yo perdí mi paciencia, como era de esperarse. Dejé la lata aun a medio abrir a un lado y la tomé por al cintura para subirla sobre la isla de la cocina.
Rose me sonrió satisfecha de haberse salido con la suya y entonces yo la besé con ganas. La tomé por la nuca y metí mi lengua en su boca mientras ella aun seguía tocándome, ahora encima de mis bóxers.
-¿así que eso es lo que quieres?-pregunté sobre sus labios. Ella asintió con la cabeza y volviendo a besarme.
Yo llevé mis manos a sus piernas y entonces comencé a subir a bajar con mis dedos por sus muslos haciendo que su piel se pusiera como gallina hasta que finalmente me decidí subir a sus pechos. Y entonces noté que no traía puesto nada debajo de la camisa.. Oh, Mierda. Sintiéndome aun mas duro, estiré los botones rápidamente hacia abajo haciendo que algunos volaran en el proceso y deshaciéndome de su camisa.
-Dios, nena….-dije en un jadeo y entonces comenzando a chupar sus pechos. Rosalie gimió y tomó mi cabeza entre sus manos mientras con ganas seguía con mi tarea, chupando y mordiendo un poco sus pezones solo para ponerla nerviosa.
Quité el botón de sus shorts y entonces ella levantó la cadera para que los quitara. Ahora solo unas bragas de encaje de color negro me detenían de hacerla mia.
Pero quería otra cosa antes…
-¿dijiste que me querías en tu boca?- yo la mire a los ojos esperando que ella me respondiera
-si-dijo ella para luego lamerse los labios.
-bien-dije y entonces la bajé de la isla para ponerla en el piso- hazlo y voy a follarte como tu quieras.
Ella muy obediente se puso se rodillas y bajó toda mi ropa antes de te tomarme con las manos y comenzar a chupar.
Y mierda…. si, su boca era el maldito cielo.
Tanto que tuve que hacer que se detuviera o estaba seguro de que iba a correrme si seguía sintiendo sus labios y su lengua a mi alrededor.
Rose se puso de pie entonces me beso con ganas. Yo apreté su trasero entre mis manos y entonces hice sus bragas hacia abajo haciéndolas caer al suelo. Ella se mordió los labios anticipando lo que iba a suceder y entonces la alcé en el aire y la subí de nuevo sobre la encimera de la cocina, para luego subirme yo también.
-esto va a ser divertido- dijo sonriendo y comenzado a recostarse sobre el mármol frio de la encimera.
-lo será- yo volví a besarla y entonces me perdí.
Oh Mierda, Rosalie conseguía que lo hiciera. Ni siquiera habíamos comenzado a mudarnos y ¿ella estaba así de caliente? Mi aveza solo puso comenzar a pensar lo que sería vivir con ella todos los días.
Despertar por la mañana y poder hacer eso… después de mi trabajo, durante todo el maldito fin de semana. Solo ella y yo, sin interrupciones.
Realmente no veía la hora de que eso comenzara.
Así que tras un poco, o mejor dicho, bastante sexo rudo sobre la isla de la cocina, ambos volvimos a vestirnos y comenzamos a pintar.
Y fue divertido. Yo ya lo había hecho en mi departamento anterior, así que básicamente tenia idea de lo que estaba haciendo, pero Rose tuvo que lidiar un poco con las extensiones de los rodillos antes de hacerlo bien. Era realmente tierna, pero también muy decidida. No se rindió con las cosas y una vez que entendió como hacerlo, quería pintar todas las paredes, incluso las que no necesitaban pintura.
Terminar de pintar todo el lugar nos llevo tres días en total. Dos de los cuales pude escabullirme del trabajo, mientras que el otro terminé pintado hasta las 3 de la madrugada, por mi cuenta luego que de Rose se fuera por la tarde de regreso a casa.
No faltaba demasiado para navidad y yo sinceramente estaba esperando poder mudarnos antes de las fiestas. Eso no podía tomar mucho mas. Solo faltaban los muebles y… nuestras cosas personales.
Y gracias a Dios Rose ya había terminado la escuela y tenía todo el tiempo libre para ayudarme con todas las cosas que yo no podía hacer durante el dia y mientras estaba en el trabajo. Así que el resto de esa semana ella fue yendo y viniendo de su casa con casi todas sus cosas cargadas en su coche mientras yo embalaba las de mi departamento en cajas al llegar a casa por la tarde.
Y cuando llegó el día en que llegarían los muebles, el tiempo no pudo estar peor. El cielo estaba horriblemente gris y habían pronosticado una lluvia intensa y que duraría la mayora parte del día. De ser por mi habría llamado a la casa Sears para que aplazaran la entrega, pero dudaba que fueran a acceder apenas con unas horas de aviso. Y también, teníamos poco tiempo. La siguiente semana sería navidad y Rose había tenido la idea de que pudiéramos hacer una fiesta con todos nuestros amigos y también como inauguración de nuestro nuevo departamento. Así que necesitábamos hacer las cosas rápido.
A las 2:30 vi a Rose estacionarse frente al edificio así que bajé a buscarla.
-nena, no tenias que venir-dije- el tiempo esta horrible
-te dije que vendría
No es como si no pudiera hacerlo solo, pero bien. Ambos íbamos a vivir allí después de todo, así que imagine que ambos podíamos decidir como y donde iban a ir las cosas.
-algunos muebles son demasiado pesados-dije-además también vendrás algunos tipos de la empresa para ayudarme a descargar el camión y subir las cosas al departamento.
-lo sé- dijo ella- pero quería venir. Además puedo llevar algo. Sabes que no todo lo que compramos es enorme y van a entregarnos también los juegos de sabanas, toallas, perchas, y otro montón de cosas uqe yo si puedo cargar por mi cuenta
-lo sé- yo le di un beso en los labios y ella me pusu su cara de perrito
-vas a hacer que me sienta una inútil
-no lo eres-aseguré- de no haber sido por ti yo aun estaría pintando las paredes y probablemente no tendríamos muebles tan lindos. Desde luego que eres útil preciosa
-gracias- ella me sonrió ligeramente.
Un par de truenos resonaron en el cielo y ella me miró preocupada
-¿a que hora se supone que debian venir estos tipos?
-como en diez minutos
-esperemos que puedan entrar todo antes de que comience a llover
-imagino que habrán venido preparados para ello o nos habrían llamado para cancelar
.¿tienes tu celular encima?- ella preguntó
Yo lo saque de mi bolsillo y se lo enseñé
-genial. Bien ¿quieres subir o…
-tu puedes subir si quieres-dije- yo los esperare aquí, pero puedo avisarte cuando lleguen
-no-dijo ella- si te quedas yo me quedo.
-bien-yo volví a darle un beso en los labios y ella sonrió feliz
-esto será lo ultimo -me dijo- luego nos restan las cajas de tu departamento y ya estaremos casi oficialmente mudados
-eso espero. Realmente estas semanas han sido eternas
-se que estás cansado
-sobre todo por el trabajo- me excusé-si tuviera todo el día para hacer esto, sería otra cosa, pero no puedo… ausentarme más.
-lo sé osito, pero no me importa. Sé que es tu trabajo, además me tienes a mi para ayudarte, así que tranquilo.
-¿aun sigues pensando en que podremos hacer una fiesta para navidad?
-vamos a hacer una fiesta para navidad- dijo ella sin ninguna duda
-la haremos, claro-yo suspiré. Dios, eso sonaba como mucho más trabajo, sin duda
-Emmett- ahora ella estaba seria- ¿de verdad?
-no, nena solo… falta poco menos de una semana. Y tenemos un millón de cosas que hacer y tenemos que ir a la fiesta de mi oficina, el 23, luego hacer para Nochebuena la fiesta en nuestra casa y al día siguiente ir a casa de tus padres. Será una semana a todo pulmón
-lo sé. Pero no vas a trabajar ninguno de esos 3 días- ella tenía razón. Tal vez solo me estaba poniendo muy quejoso.
-si, es verdad. Bien. Haremos lo posible. Comparemos un pavo y algunas otras cosas. Supongo que nuestros amigos tendrá que conformarse con lo que hay… Dios, ni siquiera tenemos un árbol, nena- y solo entonces me percaté de ello.
-yo puedo comprar uno mañana en el centro. No te preocupes.
Yo asentí con la cabeza. Esta chica era una maravilla. De no ser por ella no sé cómo lograría hacer todo eso por mi cuenta. No definitivamente no podría. Simplemente habría inventado una escusa para cosa y no habría ido a ninguna.
El cielo volvió a tronar y pude ver uno o dos rayos aparecer en el cielo a lo lejos. Unos minutos después un enorme camión se estacionó frente a nosotros.
Tres tipos con los uniformes de Sears en color azul se bajaron de la parte delantera y vinieron hasta nosotros
-¿McCartney?- yo asentí- bien- el más alto de ellos me pasó una hoja de papel en la que parecía haber una lista- aquí esta la copia de lista de cosas que pidieron. Puede ir controlándola conmigo si lo desea.
Los otros dos tipos se fueron hasta la parte de atrás del camión para abrirlo y entonces yo pude ver la cantidad de cosas que eran.
-¿vamos al 3er piso no es cierto?
-si, tercero-contesté
-¿puedo revisar yo las cosas?- Rose llamó mi atención-así tu te ocuparas de los muebles
-buena idea-acordé. Ella tomó la lista de mis manos y buscó en su cartera una lapicera para tachar o tildar las cosas según fuéramos metiéndolas en el edificio.
- hemos traído varias lonas en caso de que comience a llover- me informó el tipo uniformado- pero trataremos de hacer todo antes de que eso suceda. Lo ultimo que queremos es arruinar o dañar los muebles de alguna manera
-bien. Comencemos entonces-dije.
Ya abierto el camión, los otros dos tipos se subieron a la parte de atrás y comenzaron a bajar con cuidado las cosas mientras que el tipo alto y yo esperábamos abajo para recibirlas y dejarlas a salvo en el piso. Solo entonces las acercábamos hasta la entrada del edificio.
Bajamos bastante cosas antes de entrarlas al edificio y luego a uno de los tres ascensores, que gracias a Dios eran bastante grandes. Entre estas estaban, la mesa del comedor, el juego de ocho sillas, el colchón de nuestra cama y las partes que formaban la estructura de abajo, y una cómoda para el dormitorio.
Esa fue la primera tanda, y para cuando terminamos de acomodarla adentro del apartamento, sin siquiera desembalar ni nada de ello, la lluvia ya se nos había adelantado.
-Mierda- el tipo alto dijo al legar abajo- haremos esto rápido
-Chuck, Tom- llamó a los otros dos- arriba, rápido
Los aludidos se subieron al camión una vez mas , pero ahora tomaron las lonas para ponerlas sobre los muebles, que ya venían con un plástico y goma espuma envueltos.
Solo entonces volvieron a bajarlos con cuidado sobre otro par de lonas que el tipo alto, al cual había entendido llamaban Charlie había puesto en el suelo.
Yo los ayudé con todo, no pensando en hacer fuerza de mas, ni como mis músculos dolerían mas tarde o tal vez mañana. Solo quería terminar con ello y que nada se dañara.
Rose permaneció en la entrada del edificio resguardada de la lluvia controlando las cosas en la lista y haciendo solo eso por ahora. Lo último que yo quería es que ella terminara enfermándose sin necesidad.
La lluvia hizo que demoráramos mas de lo esperado y que las tandas de subir cosas hasta el departamento y luego bajar otras más del camión fueran mas, ya que no podíamos tener las cosas esperando afuera en la acera y bajo la lluvia.
-solo quedan las cosas mas chicas-dijo uno de los tipos, no estaba seguro si era Tom o Chuck- el envolvió varias de ellas en una lona y me las arrojó fuera del camión. Yo las lleve hasta adentro
-oh, esta es mi parte-dijo Rose emocionada.
-nena… no salgas, ¿de acuerdo?
-Emmett…
-esta lloviendo a cantaros. Yo bajaré las cosas del camión y las traeré adentro. Tu puedes subirlas si quieres, solo no olvides tacharlas de la lista
-bien-ella me hizo una especie de medio puchero, pero aceptó.
Siete lonas después, terminamos de vaciar el camión y la lista estaba completa. Yo por otra parte, estaba escurriendo agua por todas partes.
Los tres tipos se fueron en cuanto yo firme el comprobante de entrega y solo quedamos Rose y yo con el ascensor llenos esperándonos para subir la ultima tanda de cosas.
-estas helado- ella puso su mano en mi mejilla y me miró preocupada-vas a tener que darte una ducha-me dijo- ahora mismo. No quiero que te enfermes
-estaré bien, no fue para tanto-dije en un intento por tranquilizarla- solo fue un poco de agua
-eso no fue un poco de agua y lo sabes- ella me regañó- Dios, Emmett, toda tu ropa esta empapada. Será mejor que desvistas en cuanto entremos y te vayas directo a la ducha
-bien
Ella estaba preocupada, pero yo no le veía el motivo. Si, había mojado hasta mis medias y mis bóxers, pero nada iba a pasar. No iba a acabarse el mundo. Una ducha, ropa seca y limpia, y todo estaría como nuevo.
Y así fue. Yo me desvestí en cuanto entramos al departamento con las cosas y dejé a Rose terminando de desempacar las cosas chicas mientras yo me metía bajo le agua caliente.
Se sentía increíble, relajante y nada frio. Aunque si debía admitir que algo me molestaba la garganta, pero no quise pensar en que iba a enfermarme. Como mucho, lo hacia apenas dos veces al año, y esta no sería una de esas veces. Tenia mil cosas que hacer y ciertamente no tenia tiempo de enfermarme.
Envolví una toalla en mi cintura al salir de la ducha y fui a "nuestra habitación" donde estaban el colchón aun envuelto en un plástico trasparente y la cama de metal esperando ser armada.
No tenia muchas cosas aun en el departamento nuevo. Solo había traido algunas y gracias a Dios se me había ocurrido traer algunas mudas de ropa solo por si acaso. De otro modo ahora tendría que arreglármelas con la ropa que acababa de empapar con la lluvia. Lluvia que aun continuaba, según pude ver por la ventana. Genial. Ninguno de nosotros podría salir de allí si ese temporal no paraba. Y Rose vivía bastante mas lejos que yo.
Me vestí y sequé mi cabello mientras observaba las piezas de la cama. No eran tantas como me había imaginado.
-¿Emmett?
-aquí estoy-dije. Unos segundos después Rose apareció en la puerta de la habitación con una taza de té en las manos
-¿Dónde conseguiste té?
Ella se rió
-obviamente no fui al supermercado-me dijo- lo traje esta semana, junto con varias cosas mas mientras tu estabas en el trabajo
-siempre piensas en todo-dije orgulloso
-bueno, imagine que si yo no me encargaba de la parte de llenar las alacenas, tu no ibas a hacerlo, considerando lo vacias que estaban en tu departamento
-lo sé-dije- trataré de mejorar en eso, lo prometo
Ella me sonrió con dulzura y dejó la taza de té que había sobre una de las mesas de noche, también envueltas en plástico de burbujas.
-ahora tómate eso-ordenó- no quiero que te enfermes
-estaré bien- ella me puso cara de no estar muy segura- ¿tengo pinta de enfermo?
-no, pero estuviste mucho rato abajo del agua mientras entraban las cosas. Y hacia bastante frio
Yo no contesté y en su lugar tomé la taza y me bebí un sorbo.
-¿vas a quedarte aquí conmigo?
-¿esta noche?- yo asentí- bueno… tenemos la cama al menos
-puedo armarla en un rato. No será difícil-aseguré- y tenemos colchón y gracias ti algo de comida con la que podemos improvisar una cena
-está bien-ella se veía alegre- vamos a estrenar nuestro apartamento
Rose me dio un abrazo y luego me besó
-no pensé que íbamos a poder hacerlo hasta dentro de un par de días. Esto es genial- ella hizo una pausa y su alegría paso a ser algo mas como preocupación- tengo que… avisar en casa
-desde luego
-iré a llamar a mi madre-dijo- ahora regresó-¿quieres que te traiga algo de la cocina?
-no, estoy bien, nena-dije- y gracias por el té y por preocuparte por mi
Ella me sonrió y entonces volvió a irse.
Me terminé el té en dos sorbos mas y entonces la cama ocupó mi completa atención.
Desenvolví todas las partes y las acomodé en el suelo del modo en que deberían ir.
Tomé un destornillador y comencé a fijarlas unas con otras.
Para cuando Rose regresó para informarme que ya le había avisado a su madre que se quedaría conmigo, ya había puesto las cuatro patas de la cama y solo me restaba el respaldo.
-mi oso constructor-dijo ella abrazándome por la espalda y besándome el cuello- eres muy bueno con estas cosas
-mi padre era bueno con estas cosas y de niño solía arreglar todo lo que se descomponía en casa con él. Aprendí mucho
-y es muy útil- ella volvió a besarme el cuello y yo sonreí
-ahora necesito terminar, nena
Ella me puso su cara de perrito.
-solo… al menos déjame terminar de armar la cama y poner el colchón encima y algunas sabanas antes de follar
-no necesitamos hacerlo en la cama
-lo sé- yo le sonreí- solo… quince minutos, lo prometo
-bien, iré a buscar las sabanas a la sala.
Así que me apresuré. La cama estuvo lista en menos de quince minutos, ya con su colchón encima y también me tomé la libertad de desempacarlas mesas de noche y colocarlas contra la pared a ambos lados de la cama.
Ella se encargó de poner las sabanas y cuando estuvo todo listo ella se fue a la sala.
Primero imagine que había ido a buscar algo, pero luego de varios minutos y al darme cuenta de que ella no iba a regresar, fui a buscarla.
Oh, y me encontré con una grata sorpresa al encontrármela sobre el sofá que ella al parecer había desenvuelto sola, con un conjunto de lencería color rojo mirándome como una zorra.
-¿así que el sofá antes que la cama?-pregunté mientras me acercaba a ella.
-para empezar…- ella abrió sus piernas y me indicó con su dedo que me acercara
Yo la besé cuando estuve frente a ella y me senté a su lado.
Ella se sujeto de mis hombros aun besándonos y consiguió sentarse sobre mi
Mierda…. no necesitaba mucho mas que eso para ponerme duro. Ella se rozó contra mi moviendo su cadera hacia adelante y luego atrás mientras yo la sostenía por la cintura.
-quiero estrenar cada una de las cosas del departamento-dijo a mi oído antes de volver a besar mi cuello
-bueno, tenemos tiempo para eso, nena-dije apretando su trasero entre mis manos- mucho tiempo y muchos muebles
Ella sonrió encantada y volvió a besarme al tiempo que comenzaba a desabotonar mis pantalones.
Yo quité le broche de su sujetador y se lo quité para poder ver sus pechos. Sus pezones estaban duros , así que en cuanto puse mi lengua alrededor de ellos, ella se estremeció contra mi.
-Dios…- gimió comenzando a tocar mi polla arriba y abajo con una de sus manos buscando que esta se endureciera aun más
Mierda… mordí uno de ellos y ella gimió con fuerza, así que repetí el movimiento.
-Dios, Emmett…- ella se rió sobre mi
-¿estás muy caliente?
-¿tu que crees?
Yo metí mi mano derecha en medio de sus piernas e hice a un lado sus bragas para tocarla. Si, ella estaba caliente y húmeda.
Yo sonreí encantado e impaciente por sentirla estrechándose a mi alrededor. Pase mis dedos por sus pliegues arriba y abajo mientras sentía como su mano se deslizaba sobre mi cada vez mas rápido.
-solo, folláme, ya….
-¿ya?- yo la miré a los ojos y comencé a trazar círculos sobre su clítoris
-si, ya… Dios….- ella se retorció contra mi-Emmett… por favor
-eso es-dije y entonces tomando un condón de mi bolsillo para ponérmelo.
-rápido-insistió. Yo me lo coloqué y le di un chirlo en el trasero por apresurarme
Ella me sonrió como toda una perra. Mierda…
La tomé por la cintura con mis manos mientras ella tomaba mi miembro y lo dirigía a su centro para luego deslizarse sobre el. y sin esperar mas ella comenzó a saltar sobre mi.
Miré sus ojos mientras la ayudaba a subir y bajar disfrutando del espectáculo.
Ella cambió el movimiento, haciéndolo ahora circular, y provocándome un placer increíble. Ella comenzó a gemir audiblemente, sosteniéndose de mis hombros y follandome rápidamente. Quería correrse.
-quieta-dije haciendo que ella se detuviera y me mirara a los ojos. Entonces yo comencé a embestirla rápidamente y con fuerza.
-oh… oh…- ella gimió con fuerza y dejó caer su cabeza hacia atrás.
Sentía el sudor bajando por mi cuello y tenía la boca abierta jalando aire. Unos segundos después ella se corrió sobre mí con un grito.
Instantes después la detuve, quería ser yo quien marcara el ritmo, quería ver su cara mientras se retorcía de placer. La hice acostarse sobre el sofá y sin más entré en ella, su cuerpo se arqueó al sentirme de nuevo e inicié mis embestidas mientras la besaba ansiosamente.
Besé sus pechos ansiosamente y ella clavó sus uñas sobre mi espalda gimiendo con fuerza. Su espalda se arqueó y pude sentirla a punto de correrse mientras se estrechaba a mi alrededor, tanto que tuve que retirarme de ella antes de correrme. Ella me miró con su carita de perro. Así que comencé a dar vueltas sobre su clítoris con mi mano mientras la veía gemir debajo de mi. Mierda… no podía haber nada realmente mas caliente que eso.
Rose se corrió casi de inmediato, así que aproveche para alzar sus piernas sobre mis hombros y volver a follarla.
Ella apretó el cuero del sofá al sentirme entrar hasta el fondo y yo sonreí. Ella comenzó a retorcer sus pezones entre sus dedos mientras me miraba a los ojos.
-rápido- pidió- por favor, más… rápido- dijo entre gemidos.
Yo se lo di, aumentando la velocidad a medida que el éxtasis se aproximaba. Hasta que sentí como ella se dejaba llevar y yo lo hice con ella, corriéndome en su interior.
Me tendí a su lado, mirando el techo y tratando de regular mi respiración mientras ella hacia lo mismo.
-eso fue bueno-dijo sonriendo
-lo fue- acordé- ahora solo nos quedan otros 35 lugares donde hacerlo.
Ella se rió con ganas y sabiendo que eso no nos iba a llevar demasiado tiempo.
Se que han pasado como un millón de años son que actualizara este fic, y me disculpo con todas por no haberlo hecho pero me he entusiasmado tanto escribiendo los demas que dejé este de lado.
Y pese a lo que habia dicho antes, este no será el anteultimo capitulo de esta historia. asi que aun quedan otros dos antes del final.
Espero les guste y no se hayan onvidado de este fic. prometo tratar de erminarlo pronto y mi proxima actualizacion será de "el dinero no lo es todo"
En fin, disfruten!
Un saludo a todas y gracias por seguir leyéndome
Espero sus reviews
Bella McCartney Darcy