Capi 7: Neófita

Crepúsculo no es mío, es de Meyer.

Soytriste juguete del destino. Romeo y Julieta primera escena tercer acto.

Estaba ardiendo, sintiendo el fuego que la quemaba, desde todos los puntos donde la había mordido. Las muñecas, los tobillos, la yugular. Además que usando una jeringa la inyectó cantidades inmensas de ponzoña en el corazón. Todo esto con el propósito de apresurar el proceso de conversión lo más posible; pero eso no lo hacía mejor para Cristal, todo lo contrario, era mucho peor.

La quemaba con más intensidad.

Un rio de lágrimas fluía por sus mejillas, y sus gritos le desgarraban la garganta, mientras que sus amigos escuchaban con impotencia por la fina pared de metal como sufría, y suplicaba para que la mataran.

El tiempo se detuvo para ella, nunca supo cuánto estuvo así, pero en algún momento se dio cuenta que algo era diferente su oído mejoró y llego a escuchar los latidos las respiraciones de sus amigos y el suyo propio. Estaban solos completamente solos; el que lo hizo se fue hace tiempo.

Su visión también mejoró, y luego sintió como el fuego se retiraba de sus muñecas y tobillos, pero se incremento en su corazón a niveles imposibles. Quería morir, quería arrancarse el corazón de tanto dolor. Uno a uno sus latidos lucharon contra la quemazón, una batalla en que ambos perderían.

Su corazón ya comenzaba a latir más lentamente Tun, tun… tun. Lo podía escuchar hasta que finalmente se detuvo.

Un segundo tardó en darse cuenta que el ardor ya no estaba, respiro una gran bocana de aire, pero no sintió alivio al respirar, la confundió y asusto. Se levanto de la cilla, una parte de su mente se dio cuenta que rompió las correas, que la aprisionaban y que además lo hizo en un movimiento tan rápido, que le preocupo más, todo sucedió en unas milésimas de segundo.

-¿Cristal?-fue cuando presto atención al hecho de que no estaba sola, al escuchar los latidos de tres corazones, y sus respiraciones, le ardió la garganta, como una secuela de lo sucedido. Casi gimió y se puso la mano en la garganta por el dolor, (también noto, lo blanca que estaba su mano, y lo dura que sentía la piel, pero muy vagamente) se concentró en la sed.

De nuevo se movió muy rápido, y correó hacia la fina pared de metal, y de un golpe le abrió un hueco, y lo ensancho, produciendo un sonido chirriante al metal. No había espacio en su ancha mente para recordar que aquellos tres chicos eran sus amigos, no recordó que crecieron juntos, que iban a la misma escuela, y que conocía muy bien a sus familias. No sintió remordimiento alguno por lo que haría, seguía sus instintos básicos, en ese momento, y solo se concentro en el ardor que tenía y que ellos olían de una forma que la enloquecía.

Rugió, entregándose al monstro que ahora era.

Atacó primero a Enily, que era la que tenía mas cerca.

Fue directo a su cuello, a la yugular y mientras la abrazaba con fuerza, rompiéndole varias costillas. Sus dientes atravesaron su piel como mantequilla, extrajo la dulce sangre que tragaba sin desperdiciar ni una gota, tardo unos segundos en vaciarla por completo. Gruño por que se sentía tan sedienta, y no era suficiente.

Alzó la vista al ver a los chicos, pero ellos la miraron con gesto de horror mientras sus cuerpos vibraban, y… fue cuando se transformaron, rasgando la ropa que tenían.

2 lobos enormes se alzaron a la vista de Cristal, uno gris y el otro color café. Se abalanzaron sobre ella, ya no eran Tom y Derek.

Los lobos, al transformarse saltaron hacia ella casi al mismo tiempo, Cristal esquivo al café, y al gris lo golpeó, en la quijada con el puño; ese aulló de dolor y fue arrojado a una esquina, el espacio era muy pequeño, pero instintivamente Cristal deseó que sus enemigos se movieran mas lentamente, y así pareció ocurrir. Aprovechando esto ella sale rompiendo el contenedor donde estaban, saliendo al exterior. Era de noche.

Los lobos dejaron de estar en cámara lenta. De repente entendió que era ella los que detenía, o algo en ella. Sin perder tiempo se abalanzo al gris por un costado y le trituro las costillas, abrazando con mucha fuerza, este aulló, de forma estridente, cuando el café se iba a atacarla a ella.

Cristal arroja al gris contra el otro, el café trata de esquivarlo pero como lo tomo por sorpresa no se movió con suficiente rapidez; ambos colisionan e impactan contra una de las paredes del almacén, se escucha el ruido del metal al aboyarse, y mas huesos rotos de algo o los dos, el gris cae inconsciente, y el café se levanta aduras penas,

Cristal le salta en sima y en un movimiento lo desnuca. El otro parece despertar como si le dieran una descarga eléctrica, trata de levantarse, y pelear para vengar a su hermano caído, pero esta muy mal. Ella lo golpea en la cabeza y se oye el sonido y algo rompiéndose, finalmente el lobo cae inerte le sangran las orejas y la nariz.

Al final los había matado, pero todavía estaba sedienta. Un ruido la pone alerta, y se coloca en posición defensiva, lista para atacar. Un muchacho de cabello cobrizo apareció, y detrás de él salieron otros dos; un rubio alto, y otro corpulento de pelo negro, les gruñe. Todos tenían los ojos dorados. Parecían impresionados de que ella pudiera con dos lobos.

Pero siente una especie de calma, pero no sabía él porque, de este cambio. El de pelo cobrizo hablo.

-No te aremos daño Cristal. Sé que es difícil y muy confuso todo lo que te está pasando, yo también pase por lo mismo.

¿Qué eres? ¿Qué soy? Pensó Cristal.

-Soy un vampiro, al igual que tú.

Vampiro.

Esa palabra hizo eco en su cabeza, y la dejó clavada en el piso. Por primera vez, desde que se convirtió, se puso a pensar en las leyendas que había escuchado de pequeña, sobre los fríos, y sobre que los Quileutes se transforman en lobos, aunque lo recodó todo de forma muy difusa a través de ojos pocos iluminados.

Solo pasaron un par de segundos.

-Esas leyendas son ciertas-respondió de nuevo el pelirrojo, sabiendo lo que estaba pensando.

Y ella recordó lo que acababa de ocurrir, lo revivió todo en su cabeza, y jadeó por la impresión, los maté. Maté a Enily, a Tom, y Derek. Oh Dios mío, soy una asesina, soy un monstro… Callo de rodillas, y una y otra ves comenzó a ver lo que ocurrió, sintió tanta culpa, dolor miedo, y odio a si misma, que opaco completamente la sed, de repente se vio las manos no había sangre en ella pero, de cierta manera lo están.

Estaban manchadas de la sangre de sus… no, no podía llamarlos sus amigos, no después de la cosa tan horrible que les hisos. Comenzó a sollozar, y sus ojos le picaron, pero no pudo llorar por más que quiso llorar. Alguien la abrazo, en un intento de consolarla, vagamente se dio cuenta que era una mujer la que lo hacia, no se molesto en preguntarse cuando llego.

-¡ssh! Pequeña todo saldrá bien, nosotros te ayudaremos-ella solo siguió en su intento de arrebato de llanto, consumada en el dolor. No la merecía, no merecía que esta dulce mujer, la meciera en suavemente en sus brazos, y le acariciara el cabello con adémales maternales. No, porque jamás, seria digna de que la amaran de nuevo.

En ese momento Cristal se dio cuenta de lo sola que estaba, fue la última vez que dejo que la abrazaran, o que le mostraran afecto de alguna forma.

Los Cullen le enseñaron que podía alimentarse con sangre de animales, y que con autocontrol podía llevar una vida casi normal como un humano, pero ella no era normal, no podía hacer como si no hubiese pasado nada, que lo que hizo a pesar de trágico, no tuviera importancia. Siempre se maldeciría por ello, tanto como dure su larga existencia.

Oh cruel destino, oh destino cruel, porque le arrebataste la felicidad a otro pobre ser.

Un ser puro y bueno y de noble corazón, al que su único pecado fue seguir una ilusión…

Fragmento del poema destino cruel, escrito por el fantasma (seudónimo.)

Casi desde el principio los personajes de esta historia, han tenido que pasar por el dolor y el sufrimiento, en una cadena de acontecimientos donde han quedado atrapados, como moscas en una telaraña, algunos no han salido vivos, y otros ha sido marcados, unos mas que otros pero parece que el destino les esta cobrando la por la felicidad de hace algunos años.

Pero esta llegando la época de cambios, es hora de dar la revancha.