Capi 8: Paradoja: los lobos y el vampiro

Crepúsculo no es mío

Sarah Black Londres, Inglaterra.

Un año y 6 meses después.

Sarah estaba de nuevo en sus vagabundeos, cada vez se tomaba más tiempo en volver con su familia. Ahora se perdía por semanas. Simplemente usaba su poder para huir.

Huir. Interesante elección de palabras, pensó. Siempre tratando de huir, de alejarme de todo y de su familia. No tener que fingir su indiferencia, (aunque no engañe a nadie) no tener que hacerse la fuerte, para enfrentar a estos sentimientos que todo lo que quieren es aplastarla.

Aunque generalmente iba de un lugar a otro, hay un sitio que siempre esta dispuesta a visitar: la tumba de su hermano.

Es por eso que se encontraba en Londres, le pondría flores y se quedaría como una hora, y después se marcharía otra vez.

Al entrar al cementerio se dio cuenta de un olor a vampiro, no se asusto, solo se sorprendió. Sabía quién era el vampiro. Siguió caminando hasta que la vio.

Una figura pequeña, de cabello pelirrojo por los hombros. Su imagen era la de una niña, que estaba próxima a ser una pre-adolecente. Cosa que nunca ocurriría. Vestía un pantalón Blue jean, y un sencillo suéter blanco, al menos 2 tallas más grandes. Su expresión era seria, y sus ojos dorados la taladraban.

Era Cristal; la estaba esperando a un lado de la tumba de su hermano.

Después de el incidente, los Cullen trataron de hacerse cargo de ella, pero las cosas no salieron muy bien. Afectada, y sin dejar de culparse, jurándose no volver a tomar la sangre de un humano. Se fue la los seis meses

Quiero estar un tiempo sola, tener tiempo para pensar- fue lo que dijo antes de irse. Cristal a pesar de odiar su condición, y aborrecer la sangre, la inmortalidad le dio un gran regalo: ella tenía un don. Puede desdibujar la barrera del tiempo, y hacerlo mas lento con relación a los demás. Es un poder increíble, y jamás visto. Siempre lo tuvo, por que de humana, parecía que cuando se estaba con ella el tiempo pasaba volando, pero como podemos percibir el tiempo de distintas maneras, no era nada que llamara la atención, en ese entonces.

Pero con un don, o sin el; ella odiaba está existencia.

Sarah la ve con cierto recelo de su parte, no sabía qué estaba haciendo aquí, ellas nunca fueron lo que se conoce como amigas muy cercanas, eran más que todo conocidas.

-Sarah-dijo en forma de saludo.

-Cristal-respondió la aludida, acercándose a la tumba.

Hubo un momento de silencio.

-Eres difícil de localizar-Sarah no respondió-pero sabía que podía encontrarte aquí. Llevó tres días esperándote.-Más silencio.

-Los chicos se preocupan por ti, en especial Esme-finalmente habló Sarah. Cristal bajo la mirada, Esme-pensó con remordimiento. Hubo otro silencio esta vez uno incomodo.

Sarah puso las flores en la tumba.

-¿Qué es lo que quieres?-Preguntó la morena.

-E venido a ha hacerte una propuesta-se limito a contestar la pelirroja, pero había algo en su voz que Sarah no supo identificar.

-Sabes perfectamente de mi don-afirmo Cristal

-Tu truquito de hacer que la gente se mueva en cámara lente. ¿Qué hay con eso?-preguntó con dejo de impaciencia, no quería rodeos Sarah

-Pues en este tiempo, he estado practicando; para ver que tan lejos puedo llegar-dijo con algo de orgullo-descubrí que puedo moverme en el tiempo y el espacio, ¿Sarah te imaginas lo que es eso?-Sarah estaba viendo la tumba, cuando Cristal dijo eso jadeó, y la miro de golpe.

-¡Eso es imposible!-dice alarmada.

-No, no lo es, puedo hacerlo. Pero necesito tu ayuda-Sarah queda estática. Si, si se imagina lo que podría hacer con algo así, cambiarlo todo es una oportunidad que jamás llegó a pensar. ¡Dios, hasta podría salvar a Charlie! La sola idea hacia que le temblaran las rodillas. Todo parecía demasiado bueno para ser verdad. En seguida se puso a ver si en el rostro de Cristal había algún signo de mentira. Tal vez, solo sea una broma cruel y de muy, muy mal gusto. Pensó, no soportaría que alucinarse con eso para después caer en desilusión.

Al ver que Sarah no pude hablar Cristal continúa.

-Con tu poder, podríamos ser invisibles, indetectables lo cual nos permitiría actuar solo cambiando lo estrictamente necesario.

-Yo… estoy hecha un caos… no se que pensar- Sarah hablaba mientas negaba con la cabeza

-Por favor, tengo miedo de hacerlo sola-suplica Cristal. Sarah continúa aturdida, sin el mayor indicio de querer moverse.

-Desde que me convertí en vampiro, no he tenido un momento de paz. Me siento tan culpable, tan deprimida. Odio lo que soy, lo que hice, estoy asustada, quiero ir a casa pero ese lugar ya no es mi casa, extraño a mi familia, pero no puedo verlos, no puedo mirarlos a la cara-su voz a medida que iba hablando se volvía más, angustiante-pero-sollozó-tengo la oportunidad de enmendarlo.

-Tu y yo-continuó-tenemos un enemigo en común alguien que odiamos más que a nosotras mismas.

-Blue Demon-escupió Sarah, muerta de la rabia.

-El mismo. Desde que me contaron lo que les pasó a ti y a tu hermano, he sospechado de que sea el mismo, no se, es una corazonada, pero algo me hace odiarlo.

-Cuenta conmigo-respondió Sarah.

-Vamos entonces-Sarah ve una vez más la tumba. Voy a salvarte Charlie-piensa, y luego voltea a mirar a Cristal.

-Cúbrenos con tu escudo primero-ella asiente-dame tu mano-se la da-muy bien.

Cristal cierra los ojos, y frunce ligeramente el ceño. Lo que ve Sarah es increíble todo a su alrededor pareciera ir marcha atrás como en una película, veía a la gente moviéndose, los días, y las noches todo iba muy rápido, pero ella lo captaba todo.

Aunque solo duró un momento. Se sintió deslumbrada un poco, y sintió como si se estuviera desprendiendo del mundo, como si fuera algo aparte, no sabía explicar muy bien eso.

Todo paró.

Luego, Cristal se concentra más y… Saltaron… una sensación momentaria de vacio la embarga, y de repente se encuentran en un bosque. Aunque Sarah jamás ha estado en Forks, reconoció el bosque por las memorias que su madre le mostraba. Había un fuerte olor a lobo, lo que significaba que estaban del lado de su territorio.

11 años atrás

-Eso fue…-trato de decir lo que sintió.

-Lo sé-se limito ha contestar Cristal.

-¿Qué estamos haciendo en Forks?-preguntó contrariada Sarah.

-Yo…-comenzó hablar con voz quebrada-No lo sé, a veces no puedo controlar a donde voy-sollozó-tanto tiempo, tratando de reprimir las ganas de volver, y ahora estoy aquí-parecía que quería llorar, y coloca sus manos en su cara.

Sarah hace una mueca, no era precisamente buena consolando, pero lo intentó. Puso sus brazos alrededor de los hombros de Cristal, y la abrazó. La pobre lloraba sin lágrimas.

Pero de repente, escuchan a acercándose a alguien, y ven a Leah corriendo, y en sus brazos tenía a una mujer que sangraba, y una bebita.

-No respires-susurra Sarah a Cristal, esta última se le pusieron los ojos negros ante la visión de sangre, pero también sintió una punzada en el corazón por ver a su madre.

Pero también noto que a pesar de que sangraba se le hacia vagamente conocida la mujer, como si alguna vez la hubiese visto un momento.

-M-mi bebé- dijo en topo débil y pastoso la mujer.

-No hables, ahorra fuerzas… y ella está bien-le responde Leah, viendo con extrañeza a la bebé, era una niña pelirroja con un vestidito rosado.

Los ojos tanto de la hibrida como de la vampira, se abrieron enormes por la sorpresa al reconocer a la bebé. Era Cristal. Se escucho un ruido y vieron a dos lobos, uno color arena y otro color chocolate.

-Búsquenlo, yo me encargo de ellas- ambos asintieron y se fueron.

-Mi… bebé, mi bebé…- hablo de nuevo la mujer.

-No hables por favor.

-El quiere… a mi bebita, por favor… por favor no dejes que la encuentre. Cuídala-la suplica de la mujer era lastimosamente débil, como su corazón.

¿Él? ¿Quién es él?-Se pregunta Cristal.

-¡Hoye, no te duermas! ¡Vive por tu hija! ¡Ella te necesita!-pero su latido se volvió cada más y más lento.

-Adiós, Cristal, mi niña, mami te quiere, y va cuidarte desde el cielo- Dicho esto su corazón se detiene.

Leah, se detiene la pone el suelo y trata de hacerle masaje cardiovascular. Las dos Cristal's se pusieron a llorar, tanto la bebé, con el llanto que los caracterizaba, y la vampira incapaz de derramar lagrimas. Sarah, abraza a esta última con más fuerza sabía que esto no era fácil, pero no podían hacer nada.

-¡VAMOS! ¡VUELVE!- pero no respondía. Las chicas detectan la cercanía de otro vampiro.

Leah maldice, y aparece un vampiro, todo de negro con un pasa montañas. Que miraba con odio a Leah con sus ojos rojos.

Atrás, dos lobos, se lanzaron encima de él; desde dos lados diferentes, pero rodó en el suelo tratando de llegar donde Leah.

Ella vibro y se convirtió en un lobo gris. Estaban de frente. Leah le cortaba el paso a la bebé y la mujer.

El salta encima de ella, pero ni ella ni los otros lobos hacen nada para impedir que el la destroce con sus propias manos.

-¡NOOOOO!-grita Crista, cerrando los ojos hace que el tiempo se congele, y de marcha atrás, como cuando viajaron pero mucho mas lento, y de nuevo lo detuvo cuando estaba apunto en el punto cuando estaba por saltar. Todos quedaron como congelados.

-¡Esto no tiene que pasar!-dice desesperada-¡Tenemos que impedirlo!

-Lo que no entiendo es ¿por qué no se movieron?-dice un poco más calmada Sarah.

-¡No lo sé, no lo sé!-sisea Cristal.

-Tengo una idea, bueno más bien es una corazonada.

-¿Qué?

-Has que el tiempo siga, yo voy a cubrirlos con mi escudo,

Cristal asiente.

Y todo empieza otra vez.

Pero es diferente ahora, los lobos y el vampiro se quedan por un segundo confundidos, como si supieran que algo pasó. En seguida se recuperan y antes de que pueda saltar el lobo arena, se le acerca por detrás arrancándole el brazo izquierdo, pero antes de poder alcanzar la cabeza; el vampiro usando sus piernas los golpea y lo lanza contra el lobo chocolate.

El vampiro se da a la fuga, Leah trata de embestirlo, pero él salta llegando a los arboles, y comienza a moverse en Zigzag. Los otros lobos salen en su búsqueda.

-Vamos a seguirlo-sugirió Sarah-Tengo curiosidad de él.

-Pero…-dice algo acongojada Cristal, viendo como Leah recupera su forma humana, y se lanza a intentar salvar a la mujer.

-No podemos hacer nada, ¡Vamos, o lo perderemos!-dice con decisión Sarah

Cristal se resigna, y las dos salen corriendo participando de la persecución.