Capítulo 2
"Tienes dos opciones"
Hiccup abrió sus ojos, por un momento temió haberse quedado ciego, ya que lo único que podía ver era una oscuridad total. El chico no tenía idea de que hacer, por una parte le preocupaba donde estaba, pero también estaba tranquilo, como si no hubiera ninguna prisa. Así que simplemente empezó a caminar, no tenía idea a donde iba, tampoco sabía que hacía en esa masa negra, pero ¿Qué más daba? Lo único que sabía era que tenía que hacer algo.
Hiccup continuó caminando en dirección recta, para él pasaron horas y horas y aún no había dado con nada. El extraño sentimiento de tranquilidad empezaba a desaparecer con cada paso que daba, era obvio que algo andaba mal ¿Por qué no había ocurrido algo a estas alturas? Justo cuando una repentina ola de miedo llenó su cuerpo, el joven escuchó una voz.
"Estas muerto"
El vikingo dio un salto y miró a todos lados. Como el chico no había emitido ni una palabra desde que despertó, al hablar su voz fue lejana y algo forzada:
"¿Quién está ahí?" Preguntó Hiccup con cautela y temiéndole al eco de su propia voz.
La respuesta tardó en llegar, pero fue la misma.
"Estás muerto" Esta vez la extraña voz añadió: "Y tu dragón está a punto de morir"
Hiccup pensó que las palabras no tenían mucho sentido, pero después de analizarlas con cuidado la realidad le pegó rápidamente.
"¡Toothless!" Hiccup sintió que el corazón se le comprimía al recordar a su dragón y la batalla que habían tenido con el otro animal. Desde que había despertado en ese lugar no se le había pasado por la cabeza su amigo, el sentimiento de culpa empezó a crecer dentro de él. "¿Dónde está?"
"¿El Night Fury? No tengo ni la menor idea. Verás, yo, me encargó de los humanos, no de sus mascotas"
Hiccup seguía mirando a todos lados en busca del origen de la voz, ¿se encargaba de los humanos? ¿De qué estaba hablando?
"¿Quién eres tú?" Preguntó el joven, abriendo bien los ojos para ver si podía captar algo.
Una pequeña chispa de luz se asomó a lo lejos, poco a poco se fue haciendo más grande y fue tomando una forma más o menos humana. Hiccup dio unos pasos hacia atrás, y vio como el halo de luz se transformó en una bella dama.
"Mi nombre es Valkiria, diosa de la muerte, hija de Loki" La imponente mujer era muy alta, más que cualquier vikingo de Berk que Hiccup haya visto, su cabello era negro y largo y su piel tenía un color grisáceo, parte de su cuerpo estaba cubierto por una manta negra y larga, pero Hiccup pudo distinguir que de la prenda escurría algo rojo. Hiccup sintió que una cubeta de agua fría le caía por todo el cuerpo, literalmente estaba muerto.
La diosa se quedó viendo con ojos curiosos a su nueva adquisición, lo cierto es que ella sabía que este vikingo era especial, pero había esperado una reacción diferente por parte de él, como un grito o unas lágrimas que imploraban perdón. Pero el adolescente solo la veía petrificado.
"Y bien, ¿Qué vas a hacer?" Preguntó ella, un poco impaciente.
La pregunta le sorprendió a Hiccup, pero el chico se obligó a contestar.
"¿Hacer? ¿De qué habla?" Las palabras salieron de su boca un tanto temerosas, no quería ofender a la mujer.
"Alguien te quiere dar una oportunidad, yo le ayudo a ese alguien a dártela. Así que dime, ¿Qué vas a hacer?" La diosa tenía un aire coqueto, se paseaba por allí moviendo las caderas y las manos. Hiccup tenía que admitir que ella era muy guapa, pero también muy temible. Valkiria se dio cuenta de que solo había confundido más al muchacho, así que prosiguió: "Te voy a dar dos opciones, la primera es la siguiente: te curaré, como sabes estas muerto por que otro dragón te hirió en el estómago, así que sanarás y tu vida será larga, feliz, tendrás todo lo que necesitas, nada te faltará nunca, pero no voy salvar a tu dragón, así que puedes irte despidiendo de él"
Hiccup sintió otra cubeta de agua fría recorriéndole el cuerpo. La tipa estaba loca, era obvio que no escogería esa opción, Toothless era su mejor amigo, jamás le haría eso, ¡¿En qué pensaba la mujer?
"Esta es la segunda opción: te curaré y le quitaré el veneno del cuerpo a tu dragón, pero no curaré las heridas que éste pueda tener, tu pueblo no podrá curarlo tampoco, porque la anatomía de una bestia como esa aún es un misterio para los mismos dioses, lo que puedo hacer para que lo curen es transformarlo en otra clase de bestia"
"¿Veneno? ¿Toothless está muriendo a causa de un veneno?" Preguntó Hiccup, que sentía que su alarma interna se activaba al oír la palabra 'veneno'
"El dragón que los atacó tiene una habilidad especial, el fuego de un Night Fury explota cuando hace contacto con algo, las garras del otro dragón expulsan un veneno cuando tocan cualquier tipo de superficie, para humanos y otras especies este líquido mortal tarda menos de un día en hacer efecto, los dragones tardan más en morir"
Hiccup asintió con la cabeza, tenía sentido, cada dragón era especial y cualquier dragón era más fuerte que una persona común y corriente.
"Supongamos que accedo a la segunda opción, la cual es curar a Toothless, que… ¿Qué clase de bestia sería?"
"Un humano, ¿Qué otra cosa podría ser?"
Y otra cubeta de agua fría, ¿Cuántas mas vendrían?
"Pero si él es transformado en humano…" El chico se detuvo a mitad de frase, ¿de verdad estaba hablando de esta locura con una diosa? Era oficial, si Valkiria se daba esos lujos de transformar a quien se le placía, era obvio que Odín y Thor harían lo mismo, así que sí, los dioses lo odiaban. "Si es transformado en humano…. cuando se cure regresará a ser dragón, ¿verdad?"
"Ah, esa es la parte divertida del asunto, ¿no? Lo transformaré en humano, y vivirá, pero no lo regresaré a su forma original, se quedará atrapado en su nueva forma, para siempre"
"Imposible…" Susurró Hiccup, su mirada perdida en el vacío que lo rodeaba.
Una risa escapó de los labios de Valkiria. "¿Imposible? Estás hablando conmigo, nada me es imposible" Tras una pausa ella continuó: "El tiempo se te agota, los vikingos te están buscando. Mira por ti mismo"
Valkiria se hizo a un lado, extendió su mano y de ella salió una burbuja, se la tendió a Hiccup. El muchacho se acercó lentamente y dio un vistazo. Efectivamente, Astrid corría hacia donde el dragón blanco los había atacado, detrás de ella había otros vikingos, entre ellos su padre.
"Dime pequeño, ¿Qué vas a hacer?" Preguntó Valkiria nuevamente, la burbuja siguió flotando, mostrando como los hombres de su tribu encontraban el cuerpo de Toothless, el dragón se veía cansado y aturdido, al parecer no se había dado cuenta de que su jinete estaba muerto.
El vikingo sintió que se le escapaba el aire "¿Y qué querrá a cambio? Seguro quiere que le pague algo por su ayuda" Preguntó Hiccup, buscando salidas, opciones, trampas escondidas entre las palabras.
"Bueno, cualquier opción que escojas me resulta deliciosa. Si te vas por la primera vivirás con el remordimiento de haber dejado morir a tu mejor amigo. Si te vas por la segunda te perseguirá el recuerdo de que le quitaste al dragón su identidad, su ser y su libertad para siempre. Pierdes y ganas. ¿Qué vas a hacer?"
Hiccup empezó a respirar con un poco de dificultad, aunque en realidad no importaba mucho, estaba muerto ¿no? Vio por la burbuja una vez más, Toothless se hacía a un lado, revelando el frío y muerto cuerpo humano del muchacho, los vikingos corrían a socorrerlo, no tardarían mucho en ver que ya no había vida en él, Valkiria tenía razón, ya no había tiempo. Pero ¿qué iba a hacer ahora? La respuesta era obvia, no mataría a Toothless, pero ¿Cómo rayos iba a reaccionar su dragón ante la obvia transformación? Jamás perdonaría a su jinete, él lo sabía. Pero… si Toothless no quería volver a ver a Hiccup, si lo valía, la vida de su dragón era más importante.
El adolescente se mordió el labio y enfrentó a la diosa.
"De acuerdo, por favor, transforma a Toothless" Hiccup le tendió su mano a Valkiria y ambos sellaron el pacto, cuando ambas manos se separaron Hiccup cayó al suelo, doblado por un fuerte dolor en el estómago. El chico levantó con dificultad la vista, pero la mujer había desaparecido.
El Entrenador de Dragones se sujetaba con fuerza, la pena que sentía en su estómago no se iba. Afortunadamente la diosa había dejado la burbuja cerca de Hiccup. El vikingo sonrió débilmente, ésta podría servirle para distraerse un poco. Con algo de dificultad, Hiccup tomó la esfera mágica y la observó detenidamente.
Las imágenes que ésta mostraba eran claras, Stoick había mandado traer a unos sanadores del pueblo, todos corrían de un lado a otro y se abrazaban, pero no parecían terriblemente tristes y sin esperanza. Hiccup supuso que la diosa ya lo había revivido, ¿entonces porque seguía en ese lugar frío y oscuro? ¿Por qué no habría los ojos?
Vio como Toothless, aún en forma de dragón, no dejaba que nadie se acercara, los humanos tenían vendas en las manos, probablemente para curar al Night Fury. Todos empezaban a desesperarse, querían ayudar al dragón, pero éste no se dejaba. Las cosas cambiaron cuando dos Nightmares fueron hacía la bestia negra, para el asombro de varios el amigo de Hiccup no protestó, al contrario, dejó que le ayudaran a pararse.
Hiccup vio que todos se dirigían a Berk, algunos montaban en dragones, otros acompañaban a su padre.
Parecía que la burbuja seguía la visión de Toothless, porque cuando los vikingos llegaron a Berk separaron a Hiccup y a su dragón. El chico vio como llevaban su cuerpo a su cuarto, y después de eso vio como los dragones ponían a Toothless en un jardín que Hiccup había construido a lado de su casa, éste espacio resultó ser muy útil, en él recibían dragones bebés y también dragones que no parecían muy cómodos con sus humanos, el hijo del jefe ayudaba a las crías a acostumbrase a los humanos y domaba a los otros dragones. Era lo suficientemente grande para que Toothless estuviera cómodo.
El Night Fury empezó a desmayarse poco después de ser instalado, los vikingos aprovecharon para acercarse y curar las heridas del dragón. No tardaron mucho, pero cuando llegaron al ala que parecía no estirarse todos se echaron para atrás. No es que el ala estuviera herida, es que el dragón mantenía oculta una cortada enorme, de ésta salía un líquido blanco.
"Toothless…" Susurró Hiccup, que veía horrorizado.
Los hombres y mujeres que habían curado al dragón no sabían qué hacer, llamaron a Stoick y esperaron a que éste diera su opinión. Se veía que el Jefe de los vikingos estaba preocupado por el dragón de su hijo, pero no tenía en su poder las herramientas para curarlo, así que ordenó limpiaran la herida con todo el cuidado posible, que no tocaran el líquido blanco. Todos asintieron y resumieron la tarea.
Hiccup estaba agradecido, pero al mismo tiempo alarmado, el líquido blanco era el veneno, él estaba seguro, se alegró de que Astrid y su padre se mantuvieran alejados de la herida, pero no era justo para los otros vikingos, ignorantes del peligro que suponía ese largo corte.
Finalmente terminaron, y dejaron a la bestia negra descansar.
Desde la burbuja, Hiccup vio como pasaron los días, tres para ser exactos, en ese tiempo Toothless había caído inconsciente, pero diario iban a ver como se encontraba, entre ellos estaban los adolescentes te Berk, Astrid y su padre. Todos se veían tranquilos, eso quería decir que él también estaba bien, seguramente se estaba curando con rapidez.
El dolor de su estómago era casi nulo, y la burbuja le ayudaba a no volverse loco entre la oscuridad, afortunadamente el momento de despertar llegó. Valkiria apareció sigilosamente.
"¿Estás listo?" Preguntó la diosa, mientras se acercaba a Hiccup. "Es hora de que regreses a Berk, estás casi curado, y a tu dragón ya le quité todo el veneno… es cuestión de horas para que su transformación se realice. Tu ya tienes que despertar"
Hiccup asintió levemente y dio las gracias.
"Ya te lo dije, no hago esto porque quiera, es un favor para otra persona" Y con esto estiró su mano y tocó la frente del vikingo.
La oscuridad desapareció y dio paso a una fuente de luz, el chico llevó sus manos a los ojos para protegerse, varios sonidos se hicieron presentes y con ellos olores, texturas, sensaciones…
"¿Hiccup?"
Una voz llamó la atención del Vikingo, la luz blanca aún presente.
"Hiccup, ¿me oyes?"
La voz insistió y el chico se obligó a abrir los ojos, al principio las figuras eran largas, extrañas. Poco a poco empezaron a tomar forma y Hiccup reconoció el lugar. Estaba en casa.
"¡Gracias, Odin!" Dijo la voz, y unos brazos rodearon su cuello.
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¡Muchas gracias por sus comentarios, chicas!
Me encantaron, espero que les guste este capítulo. Díganme que piensan, ¿Si? Nos vemos para la próxima.