Detective Conan y todos sus personajes son propiedad exclusiva de su autor, Aoyama Goushou. Los personajes extras, son sólo para complementar la historia y facilitar su entendimiento.

Tomando las Riendas de Nuestro Destino

Por Saori Kudo

Capítulo 20: Sophia

Se despertó sin ganas, debido a un llanto. Levantándose lentamente para no despertar a la mujer que apoyaba su cabeza en su pecho, se colocó una camiseta sin mangas para colocarse sobre el torso desnudo y un pantalón deportivo para la parte de debajo de su cuerpo. Tomó un audífono de su velador y salió de la oscura habitación.

-¿Jasper?-

-Buenos días, señor Clark. Son las diez con veinte y cuatro minutos en Washington D.C. Su agenda de hoy ha sido pospuesta hasta que regrese a California. Tiene un par de llamadas y otros cuantos mensajes de parte del señor Johnson. Los mensajes de la empresa fueron enviados a la señorita Villalba como ella lo pidió para el día de hoy.

-Bien Jasper. Agua hervida para el biberón de Hiram, la leche de Giselle, un café y un té. Tostadas listas para cuando baje. Tienes que ser discreto para que Alba no despierte todavía.

-Entendido, señor Clark.-

Robert siguió un rato por el amplio pasillo que llevaba a las habitaciones de Sophia, su mansión en D.C. Se detuvo en la más cercana y abrió la puerta. Allí, se encontraba Hiram, a quien había escuchado llorar. Pero en ese momento el pequeño estaba más divertido jugando con uno de sus peluches. Sonrió cuando vio a su padre y estiró sus brazos hacia él.

-Hola mouse, vamos a ver cómo va esa cola.-Dijo Robert tomándolo en brazos y besándole la frente.- ¡Ugh! ¡Tu pañal está que se desarma de lo pesado que está!

Ya cambiado el pañal, se dirigieron a la siguiente habitación. Giselle estaba aún acostada en su cama, pero tenía una mesa individual sobre la cual armaba un puzle. No sintió la presencia de Robert y su hermano hasta que ocuparon un espacio en su cama. Ahí corrió con tranquilidad la mesa y saltó hacia su padre.

-Me ha encantado esto, ¿sabes? Quiero terminar esto luego para que en vez de quinientas piezas sean mil… ¡Las colocaría en las paredes de la casa!

Robert celebro rápidamente a su hija y la instó a que se levantara para ir a desayunar. Una vez en la cocina, dejó a Hiram en su silla junto a Giselle, mientras les preparaba la leche a ambos. A las tostadas les agregó huevos y tocino.

-Hace siete años, jamás me hubiesen visto haciendo estas cosas.-Se sonrió mirando a sus hijos.-Voy a despertar a tu mamá, Giselle. En una de esas bolsas de encima están los cereales. Atenta a tu hermano y cualquier cosa me avisas con Jasper.-Dijo Robert dándole el biberón a su hijo y prendiendo la televisión para que viesen dibujos animados.

Volvió sus pasos hacia su habitación sacándose su audífono de la oreja. Sara se había acurrucado hacia el lado de la cama de Robert y se había aferrado a su almohada. Robert sonrió, se acercó a ella y le quitó la almohada para reemplazarlo por él mismo. Sara se dio cuenta de inmediato del cambio y se coloco encima de él.

-Señor Clark, creo haberle dejado entendido que no puede ingresar a la cama con tanta ropa. Permítame ayudarte.

Robert se dejó desnudar poco impresionado de que lo dejara sin prenda alguna y más concentrado en los besos que repartía sobre su cuerpo y en las reacciones que causaba en él.

-No soy la única que extrañaba, al parecer.-Se burló Sara al sentir la erección de Robert.-Es una pena que tengamos tantas cosas que hacer.

-Entonces actuaremos en honor al tiempo-Dijo con sarcasmo Robert, que nunca se había alterado por algo tan banal como el tiempo.

Le quitó el pijama de seda y la dejó debajo de él. Era su turno de llenarla de caricias que la llevaran al máximo estado de excitación. Esas caricias, llevaron a gemidos y cuando Sara lo montó algo exasperada, se internó en ella de un golpe.

-Recuérdame raptarte un día completo.-Dijo Robert.-Sin niños, sin trabajo y sin gobiernos detrás de nosotros. Sólo tú y yo, una cama y servicio a la habitación.

-Me encantaría, pero durante los próximos ocho meses, no podremos evitar estar sin niños.-Le recordó Sara tocando su vientre aún plano.

-Bueno, ellos serán bienvenidos.-Dijo Robert.

-¿Ellos? ¿Crees que viene más de uno? No tengo ningún antecedente de embarazos múltiples.-Dijo Sara con incredulidad.

-Alba, se lo que hago y lo que produzco, mis hijos no son la excepción.-

-Eso lo veremos.-Sara se desperezó sobre Robert.-Hay que ir a ver a los niños.

-Están desayunando.-Comentó a la ligera.

-¿O sea que los dejaste solos para venir a tener sexo conmigo? –

-Venía con la intención de despertarte.

-No puedo enojarme, porque Giselle cuida bien de su hermano y porque todavía nado en el orgasmo.-Dijo Sara besándolo antes de levantarse de la cama y vestir nuevamente su pijama.

-Y porque mudé de pañal a Hiram.-Puntualizó Robert orgulloso de sí mismo.

-Y porque mudaste a Hiram.-Sara volvió del baño con la cara y las manos mojadas.-Bajaré a verlos, ¿te parece una ducha compartida después del desayuno?

-Es una cita.-Dijo Robert levantándose también.

En la cocina había tranquilidad. Los niños estaban concentrados en la pantalla, aunque habían terminado su desayuno. Sara fue bien recibido y al verlos satisfechos, los subió a su habitación para que se vistieran. Luego de minutos, sólo Hiram bajó con ella y Robert le tenía desayuno listo.

-Muero de hambre.-Dijo Sara sentándose entre sus hombres.- ¿Vamos a ir al FBI hoy?

-¿Y tener que ver a Frank otro día? Creía que nos habíamos liberado de eso.-Dijo Robert con ironía.

-Si quieres voy sólo yo. Así no hay tanto escándalo con la prensa.

-No es por eso Alba. No quiero tener que ver con esos cerdos del FBI. Estoy seguro que si no fuese por Frank no negociaría con ellos. A los agentes les he tomado gracia. Pero a esos ancianos conservadores, no.

-Tenemos que ayudar en lo que podamos.

-Dejaste a varias de esos hombres de negro inconscientes y arrestados. Y tuviste a ese loco ex apuntándote con un arma, aparte del otro ex del FBI que te arrestó por golpearlo.-Enumeró Robert con hastío.

-¿Celoso, señor Clark?-

-Odio a tus ex, te hablan del pasado como si estuviese pasando en el presente y quisieran que olvidaras quien eres realmente.-Respondió Robert mirando su taza de café.-Por eso nunca tuve novias.

-Oye.-Dijo Sara tomando su mano para que la mirara.-Nadie nunca ha logrado, y creo que ya nadie lo va a lograr, que me olvide de ustedes. Ninguno se me ha insinuado y menos aceptaría algo de un psicópata.-Sonrió de lado.-Frank tiene razón cuando dice que quieres mi atención sólo para ti.

-Te comparto con los niños.-Robert dejó su actitud de mimado, volviendo a ser desdeñoso.-Pero, sí, eres mía, mía y mía.

-¡Mía!-Soltó Hiram con felicidad.

-Iré a dejarlo en su centro de actividades. Vuelvo en un rato.

Robert sonrió y ya que estaba solo, sacó su teléfono para hacer unas detalladas búsquedas. Sara volvió rápido y le quitó el teléfono de las manos para besarlo apasionadamente. Robert la subió a la mesa y volvió a acariciarla debajo del pijama de seda.

-Tú no habrás tenido novias oficiales para ser un don Juan sin remedio, pero esas perras que aparecen de la nada, realmente me molestan, porque no entienden que eres mío.-Dijo Sara posesivamente.-Así que como yo te quiero exclusivamente para mí y los niños, yo también soy exclusivamente tuya.

Se siguieron besando un rato, dejándose llevar nuevamente cuando el teléfono de Robert sonó. La pareja lo ignoró deliberadamente y siguieron en lo suyo. Pero Sara se detuvo cuando fue Jasper quien interrumpió.

-Señor, el director del FBI, lo está llamando desde su teléfono personal, ¿desvío la llamada?-

-Transfiere la llamada Jasper.-Dijo finalmente Sara.

-Transfiriendo la llamada.-

-Maldita seas, Johnson, estaba a punto de hacerle el amor a mi mujer en la cocina, así que espero que tengas una buena excusa para interrumpirme.

-Interrumpirnos.-Corrigió Sara con un tono dulce.

-No ha sido la primera vez, Robert. Lo único que queda en duda es quien es el inoportuno.-Respondió Frank carraspeando.-Llamaba para saber si iban a venir, porque adelantaremos un poco la reunión.

Robert y Sara se miraron entre sí, para tomar una decisión. Al segundo ya la habían tomado, pero lejos de responder, se gastaron un tiempo en hacerse muecas-¿Y bien?

-Creo que pasamos por esta vez, Frank. Ya hice mi declaración y no tenemos nada más que hacer.-Respondió Sara.-Yo iba a ir, pero estoy demasiado agotada.

-Entiendo.-Dijo Frank suspirando.-Entonces, nos vemos a la cena.

-Perfecto. Lleguen junto a Kudo y los demás. Conversaremos ahí.-Dijo Robert a modo de despedida.

-Jasper, ¿puedes buscar el número de Shinichi Kudo y llamarlo?-Dijo Sara bajando de la mesa y rellenando su vaso de leche fría.

-Registrando y llamando, señorita Villalba.-

-¿Diga?-Se oyó una voz con acento japonés.

-Hola detective- Espero que no te hayas olvidado de mí.

-Hace menos de un día que pateamos traseros juntos, Sara. Eso estrecha lazos. Si no pregúntale a Heiji y a Kaito de cómo nos hicimos amigos.

-No te quepa duda de que lo haré. ¿Cómo está Ran?

-Bien. Mejor. Costó que durmiera porque le ha entrado la pena por Jodie.

-Jodie era tan alegre, que imitarle es la mejor manera de recordarla.-Dijo con cariño Sara.

-Creo que tienes razón.-quedaron en silencio.- ¿En qué te puedo ayudar, Sara?

-No iremos al FBI y necesito a alguien de confianza en la reunión. Ayer noté poca intención de los ancianos a ayudar, es que me entiendes, Kudo.-Respondió Robert por Sara.-Frank es mi amigo, pero es demasiado condescendiente para mi gusto. Llamémoslo un intercambio de información.

-Sabemos que la cena de hoy será cualquier cosa menos relajada, así que queremos todo lo posible de información.-Continuó Sara.- ¿Contamos contigo?

-Estoy dentro.-Respondió Shinichi después de un rato.-Creo que será nuestra última junta con el FBI, así que aprovecharé todo lo que escuche. Estaremos al habla y nos veremos a la cena.

-Shinichi…dile a Akai que venga. Sólo Akai.

-Está bien, creo.

-Gracias, Shinichi.-Y se cortó la conversación.

-¿Ahora me cuentas de qué va esto? Te lo perdoné anoche por lo cansada que estabas y hace un rato porque me tiento con facilidad, pero ahora que no pasa ninguna de las dos situaciones, estás en la obligación de contarme.-Dijo Robert sirviéndose más café.-El que miente, pierde puntos, recuerda.

-¡Nadie está contando puntos!-Se quejó Sara.- ¡Eso lo hacíamos para que Giselle se quedara dormida!

-Deja de actuar como una niña para evadir mi respuesta.

Sara suspiró con resignación. Ella también recargó su taza, pero con te y dejó que el silencio reinara. Robert no insistía porque conocía el rostro de Sara y sabía que estaba organizando sus pensamientos, como antes de cada junta en la empresa.

-Esa organización, Robert. Esos hombres de negro. En estas últimas veinticuatro horas me he enterado de más que cualquiera en toda mi vida. Han arruinado las vidas de muchas personas que conozco y aprecio y pueden estar haciendo daño a mucha gente ahora mismo. Y los únicos que hacen algo son ellos, liderados por James Black.-Resopló con gesto irónico.-Y no confío en él, pero confío en Shinichi Kudo, y aunque no lo conozco más de ayer sí conozco a Yusaku y a Yukiko y sé que puedo confiar en él. Y en todo su grupo. Hasta en esos dos niños.-Sara miró a Robert como el gato con botas.-Tenemos que ayudarlos.-Parpadeó para aclararse.-O sea, tienes que ayudarlos. Soy tu pareja, madre de tus hijos. Quizás la mujer de tu vida. Pero fuera de eso sólo soy tu asistente- Tu reemplazo de algunos días. Y no puedo autorizar tus programas, porque son tus juguetes y yo apenas sé que existen. Por eso te pido, que escuches lo que tiene que decir Shinichi y si quieres y puedes ayudarlos, hazlo. Sólo piénsalo.

Sara quiso sumergir su nariz en la taza de té, pero le dio un poco de asco así que lo dejó de lado. Robert seguía mirándolo como si ella siguiera hablando y él estaba muy atento. Un respiro y una sonrisa reflejada fue la mejor expresión del momento.

-Lo haré, no tengas dudas al respecto-Respondió Robert acercando su silla hacia la de Sara, con un gesto de falsa modestia, tan característico en él.-Pero te aclaro unos puntos: aunque no llegase a escuchar Shinichi, voy a ayudar, porque fuera de ellos ya hay una amenaza a ti y no permito que te toquen un pelo. Ese Bourbon no es nada comparado conmigo, así que no tengas miedo de enfrentarlos, a ninguno. Dos, era mi asistente porque has rechazado dos veces el cargo de CEO de Industrias Clark, pero aún así tienes autorización para todos los niveles. Toda la empresa sabe que tu autoridad es igual a la mía, aunque te llames asistente. Y tres- se puso muy serio.-sé que nunca lo digo, lo transmito de otras maneras, pero te amo y realmente eres la mujer de mi vida y por eso estoy por primera vez en mi vida dispuesto a todo. Así que cuenta conmigo para patear traseros por todos lados.

-¡WOW!-Saltó Sara enternecida.- ¡Eres tan lindo cuando hablas así! ¡No te arrepentirás!

-Eso sí, no quiere decir que no escucharé toda la historia. No soy fácil de manipular.

-Yo también quiero escuchar toda la historia. Pero créeme que si tengo que estar diez años en un cuerpo que no va acorde de mi mente, no es algo gracioso. Tuvo que mentirle a su novia y amiga. No conocía a su hijo hasta hace poco. ¿Cómo te sentirías tú si te pasara eso? ¿Mintiéndome? ¿Sin conocer a Giselle?

-Basta de lamentarse. Arreglemos las cosas a partir de ahora. Por ejemplo, ese encuentro sensual en la ducha.

-¿Qué harás después?-

-Iré abajo. Momento de creatividad.-Sara lo miró incrédula.-Ya sé que tendré que bañarme de nuevo, pero quizás después no quieras entrar conmigo. Así que a la ducha, sexo, ahora.

-Tendrás que esperar un poco.-Dijo Sara dejando los trastes en el lavavajilla.-Hiram tiene que dormir su siesta antes de almorzar y Giselle me pidió acompañarla a jugar un rato. Así que a él lo dejaré dormido, y a ella lista para salir y luego llegare a la ducha, ¿Te parece? Porque tendrás que estar atento a Hiram.-Sara persuadió a Robert con un susurro en su oreja.

-A veces se me olvida que sólo me quieres por el sexo. Por eso te encargas de todo.-Aceptó Robert como una broma personal.

-También por el dinero, Bobby, sexo y dinero.-Le siguió la broma antes de salir de la cocina.

El multimillonario se quedó solo, con una sonrisa que no dejaba ver a muchos y recordó que tenía que llamar a alguien para aclarar unas dudas. Si quería escuchar al hijo, tendría que escuchar al padre también.

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El resguardo del Edgar Hoover, o como mencionó Kaito, la paranoia del FBI, había incrementado tanto que la seguridad del edificio era extremo. Todos se miraban con sospecha y lo peor era que debido al ataque a los federales y a la llegada de miembros importantes del gobierno, la seguridad también era otorgada por militares.

El grupo de siete japoneses estaba muy incómodo. De hecho, aunque nadie lo decía, temían que ni siquiera los dejaran entrar, pero como las chicas pasaban de la pena a la ferocidad, hicieron valer desde el primer momento su cargo en el FBI y así que ni se detuvieron a comprobar si la bienvenida era cálida. Siguieron el programa entregado por el director del FBI el día anterior, pero obviamente se iban a evitar la historia de la organización. Eso lo sabían mejor que nadie. Ellos sólo querían ver el curso a seguir del FBI. Si ellos eran considerados, si podían ayudar. Nadie tenía certeza, pero conociéndose, si había conjeturas.

Ya que habían llegado a la hora, pero no a la reunión general, fueron sometidos a interrogatorios. Cada uno habló de lo que hizo durante el ataque a la base secreta del FBI y el hospital, con algunos casos particulares. Shinichi declaró todo, sin incluir su reunión con Vermut, haciendo comprobable la declaración de la asistente de Robert Clark. Shiho declaró su encierro, el ataque del hombre de negro y la defensa de Watson, algo que se terminaría de comprobar presentando al águila. Y Kaito, pues…Kaito hizo gala de su mejor control facial y vocal para mentir, ya que, si bien admitió haber aturdido a hombres de negro, lo hizo como él mismo con algunos trucos de magia, nunca fue Kaito Kid. La declaración fue apoyada por Aoko y Heiji que comandaron la salida de pacientes por el camino que Kaito había abierto para ellos. Así que teóricamente, estaba todo en orden. Pero seguían las conjeturas.

-No sé para qué molestarse. Ya sabemos que nos van a dejar a un lado. Y si no lo hacen, nos limitarán a dar información útil, después, a Japón los pasajes.-Kaito, a pesar de su humorístico carácter, era el más pesimista.

-Tendrían que hacerlo con más de cincuenta personas que han participado en el grupo especial. No sólo somos extranjeros.-Puntualizó Ran, nerviosa pero algo más esperanzada.-Además, ustedes llegaron como consultores, pero con Aoko y Kazuha nos hemos entrenado, estudiado aquí. Todos nos conocen, sólo que no sabían que trabajamos enfocados en una organización. Somos como Akai y a ese hombre no hay quien lo mueva.

-Yo creo que uno como dice Ran, pero también lo que dice Kaito.-Aoko vio la confusión en todos y por un momento se confundió ella misma.-Esto… ¡ah! Ok. Coincido con Ran en que seremos reconocidos, no nos puedes llegar y echar. Pero también Kaito tiene razón: nos van a limitar las actividades. No podremos actuar con la misma libertad.

-Incluso pueden ser blanco de sospechas.-Aportó Shiho.-Admitámoslo, prefieren desconfiar de los extranjeros antes que de uno de ellos.

-Eso sería injusto. Nuestro historial está limpio. No tenemos ni una multa por exceso de velocidad.-Se quejó Kazuha.

-Tienes uno por estacionamiento en lugar no habilitado.-Le recordó Aoko con una sonrisa sencilla al recordarlo.

-¡Estaba en un procedimiento! No tenía la ropa ni el vehículo del FBI pero era un procedimiento. Dile eso a esos sordos del ayuntamiento.

-A nosotros sí nos devolverán a Japón.-Dijo Agasa mirando a Jii con resignación.-Menos mal que no hemos compartido con ellos mis inventos.

-Lo que hacemos acá lo podemos hacer desde casa.-Dijo Jii, Kaito alzó una ceja.-Lo que está legalmente permitido.

-A mi mirarán como un topo.-Dijo Shiho. Todos iban a hablar para contrarrestar eso.-No se molesten en defenderme de mí misma. Ya lo he vivido muchas veces, sé de qué va.

-Yo estoy en la misma situación de Agasa y Jii.-Dijo Kaito.-Sólo soy testigo- Y no pienso arriesgar mi traje por eso. Puedo seguir en Japón, en teoría.

-Pero sabemos que no es así.-Dijo Heiji.-Mira todo lo que has hecho en un par de días en Las Vegas. No es algo que se pueda dejar y nada más.

-Eso es lo que tenemos a favor. Todo lo que hemos hecho con ellos está certificado, documentado o declarado.-Dijo Kaito.-usando sus dedos para hacer dos comillas.-Lo mío lo declaré como maniobra de distracción como civil, Kaito Kid no existió.

-¿Shinichi, que piensas?-Preguntó Ran al detective que estaba algo apartado mirando el suelo.

-Muchas cosas. Todo. Cosas con las que no me siento cómodo diciendo aquí. Así que nos iremos de putas, chicos.-Agregó Shinichi al último momento cambiando su tono por uno más afable.

-¿Qué te hicieron en la cabeza?-Dijo Kazuha dudando de la equilibrio mental de su amigo.

Las tres miraron extraños a Shinichi con el rostro desencajado. Él no era bipolar y era primera vez que veían uno de los síntomas en él. Pero el resto sí entendió y afirmaron a la vez con la cabeza. Más extrañadas quedaron las chicas. Shinichi abrazó a Ran y encabezó el camino hacia Akai, que había salido de una serie de oficinas.

-Confía en mí, ya lo entenderás.-Le dijo al oído.

Ran le lanzó una mirada ofendida. Por supuesto que confiaba en él. El problema era que el FBI le había inculcado el entender todo y a la vez la curiosidad martirizante si no tenía respuestas, para tener más intención en conseguir la verdad.

-Más te vale explicarte apenas tengas tus pies fuera de este edificio.-Advirtió la karateka.

Akai tenía el rostro más inescrutable que podía tener una persona.

-El director Johnson quiere hablar con todos ustedes.-Dijo.

-Akai, evítame la incertidumbre.-Pidió Kazuha a su mentor.

-Me encantaría ayudarte. Pero estoy en la misma situación que ustedes. Toda la mañana he estado con Black y me llamaron a la oficina del director como a ustedes.

-Mierda.-Soltó la aidoka.

-Exacto.-Apoyó Akai.

La oficina de Frank Johnson, contrario a lo que se pensaría, era la sala más normal del mundo. Escritorios, libros, teléfonos y computadoras. Aoko había escuchado de la petición del director de una oficina no sofisticada, pero no lo creyó, hasta que lo vio. Johnson estaba sentado, esperándolos pacientemente. Había sillas dispuestas que procedieron a ocupar. Shinichi y Kaito se quedaron de pie para que Agasa y Jii se sentaran.

Frank no era de los que hacía rodeos. Pero se dedicó a mirarlos fijamente un momento. Pasó desde el serio Akai hasta el hastiado Kaito.

-Buenas tardes agentes y consultores. Espero que hayan dormido algo, porque creo que sólo estamos empezando. Han pasado muchas cosas durante la mañana y nos involucra a todos acá. Para empezar, el FBI ha quedado muy impresionado del grupo de delincuentes, tanto que ya empezaron a estudiar todos los casos que pudiesen estar relacionados con ellos. Así que la respuesta ha sido positiva, nadie le ha dado la espalda a la misión.

-Pero eso no quiere decir que no le hayan dado la espalda a la nuestro grupo.-Dijo tranquilamente Akai con todo el respeto que merecía el jefe.

-¡Oh, no! Ellos son mucho más maduros y expertos en ese tema. Los hombres de negro es el único caso que tiene agentes exclusivos; ellos mismo han designados grupos, que me notifican a mí. Ellos no son el problema-Johnson los miró a todos.-Para ustedes el problema soy yo.

El único que entendió todo fue Akai.

-James Black discutió ese caso con el entonces el antecesor de mi antecesor.-Puntualizó Frank.-Los dos últimos directores del FBI jamás supimos que existía este grupo, menos con base en el mismo D.C.

Lo único que recibió fueron miradas de horror.

-Para evitar conflictos con los jefes de cada estado, he declarado que sí conocía la existencia de este grupo para que todas sus investigaciones, viajes y otros fuera de D.C estuviesen justificadas. Digamos que los viajes de algunos de ustedes, como a Nevada, California incluso a Alaska, no hubiesen sido bien recibido por ellos si hubiese admitido que no sabía de ustedes.

-¿Cuál es el plan a seguir, señor?-Preguntó Akai.

-Los agentes del FBI, siguen siendo agentes del FBI.-Respondió Frank sin vacilar.-De hecho, continuarán con el caso como exclusivo, aunque el agente Akai siempre será requerido para otros casos. Los consultores-Miró a los seis aludidos.-Pueden seguir siendo consultores, aunque si me lo preguntan, no creo que les convenga.

Y las caras de incredulidad no se dieron a esperar.

-Mis visitas a Japón han sido limitadas y restringidas, pero sé quiénes son Shinichi Kudo y Heiji Hattori. Su metodología es muy acertada y aunque trabajen con la policía, sus investigaciones las hacen a su modo y es tan efectivo que es poco criticable. Pero si se quedan acá, tendrán que limitarse a ser consultores y no portarán armas y serán regularmente controlados. Y por lo que tengo entendido, eso no es su idea de investigar.

-Tiene toda la razón, director Johnson.-dijo Shinichi.-Pero también comprenderá que no podemos dejar a nuestra familia acá y devolvernos a Japón.

-¿Quién ha hablado de volver a Japón? A mí se me ocurre una idea mejor. Como la de que trabajen de forma privada con los Clark. Vi mucho interés de parte de Sara, y de eso a que Robert le haga caso está a una distancia muy corta.

-Bueno sí, Sara manifestó su deseo en ayudarnos, y de hecho, nos invitó a todos a una cena hoy.-

-Y hablar en Sophia es mucho más seguro que en mi propia oficina, denlo por hecho.-Dijo Frank.-Ahora si me disculpan, tengo que terminar unas cosas para ir donde ese loco amigo mío. Sólo les pido que tengan mañana una decisión tomada, porque habrá mucho papeleo estos días.

-Agradecemos su tiempo, director. Gracias también por ser tan sincero con nosotros, por defendernos.-Dijo Kazuha estrechándole la mano al director.

-Sabemos que estamos en la misma línea.-Agregó Ran.

-Les deseo mucha suerte. Todos la necesitaremos.

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-Shiho…Shiho.-Llamó Kaito en un susurro apartado del grupo.

-¿Qué pasa? ¿Te entró la vena escandalosa?-

-O sea que no soy el único que detectó al director embobado por la pareja de su mejor amigo.-Kaito formó una sonrisa traviesa que borró rápidamente.-Pero no es eso lo que quiero comentarte. Quiero contarle a Aoko ahora lo del embarazo. No creo que sea bueno aplazarlo más.

-Está bien, cuéntale. Pero no me hagas hablar con ella mientras esté alterada. Todavía no sabemos qué está pasando dentro de mí.

-Eso es lo próximo que haremos. No me gusta esta incertidumbre.-Comentó Kaito alejándose de su amiga para dirigirse a Aoko.

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Shinichi se comunicó con sus padres para avisarles y confirmarles que iban en camino a la mansión de Robert Clark. Ya que Heiji y Shinichi habían devuelto los vehículos que el FBI les había prestado, decidieron aceptar la limusina que Yusaku les había mandado. Kaito aprovechó que les quedaba un tiempo y se llevó aparte a Aoko.

El mago se fregaba las manos a cada rato. Ni siquiera notó la mirada de Aoko, que pasaba de lo serio a martirizado. Y aún así, la buena de Aoko le dio treinta segundos para hablar.

-¿Qué te pasa Kaito? ¿Me trajiste acá para apreciar tu caminar impaciente?

-¡No! ¡Nada más me gustaría!-Dijo Kaito deteniéndose por fin.-Está bien. Tengo que decirte algo. Debería habértelo hecho antes, pero no sabía cómo hacerlo. Y aún no sé si el momento. ¡Maldición, ya no sé hablar con mujeres!

-Claramente conmigo no. Es este lapso de un mes no hemos podido hablar con el otro sin uno de estos tipo de espectáculos previos. La otra vez era yo, ahora tú.-Dijo Aoko burlándose para distender el ambiente. Pero la buena de Aoko no ganó la batalla.-Está bien. Lo sé.

-Quizás sea la única vez que lo admita, pero si me siento como una mujer cuando estoy desesperado como ahora.

-No me refería a eso, Kaito.-Cortó Aoko.-Sé que Shiho está esperando un hijo tuyo.

Kaito dejó tal rara actitud después de escuchar eso. Quizás era ver a Aoko contra una pared mirándolo con resignación, pero hizo que la distancia fuese menor. Y la abrazó. Ella se dejó, pero no le devolvió el gesto, y sólo se apoyó en uno de sus hombros a llorar. Quizás él también lo hizo, pero no fue algo prioritario teniendo a su amiga de la infancia frente a él.

-Nosotros… ¿seguirás estando conmigo?-Preguntó Kaito suavemente, como si el decirlo así lo hiciera menos doloroso.

Aoko se separó de él. Se limpió las lágrimas con el brazo. Lo miró con odio, y Kaito no pensó en reprochárselo. Dejó que Aoko lo odiara, quizás aún más que cuando supo que él era Kaito Kid.

-Llegué hace diez años por ti y aquí sigo, Kaito.-Respondió Aoko pausadamente para tranquilizarse a ella misma.-Siempre, y a pesar de todo, estaré contigo. Pero un nosotros, no creo que nos haga bien por ahora. Tú tienes que asegurarte de que todo esté bien con el bebé y yo llevo un día de saberlo y no me encuentro preparada para esto. No hoy. Seguir intentando por ahora, sólo nos haría más daño.

Le dio un rápido beso en la mejilla y se fue. Aprovechó la llegada de la limusina para sentarse junto a Kazuha y Ran, ocultando su malestar momentáneamente.

Kaito salió del shock con el grito de Heiji dirigido a él. Fue el último en subirse y de nada se encontraban en las autopistas privadas, evitando las comunes congestiones de tránsito en dirección a Sophia, pero él no se fijó en eso en gran parte del recorrido.

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La salida de la cuidad a través de una autopista privada, y el cambio a zonas más forestadas, de cierta manera relajó al grupo de extranjeros, que mantenían en silencio. La tensión entre Kaito y Aoko era palpable y nadie se atrevía a comentar nada. Pero el suspiro de admiración al llegar a su destino fue uniforme.

Sophia se les presentaba como una mansión de tres plantas, de un blanco inmaculado, rodeado de una infinidad de árboles y jardines de diferentes especies. Había una enorme fuente de agua de cinco niveles que formaba la entrada y salida de vehículos que venían de visitas. Hacia la derecha de dicha fuente, se veía la entrada al garaje.

La limusina los dejó al comienzo de la escalera que subía hasta la enorme puerta principal. Bajaron todos y cuando llegaron a la puerta, esta se abrió sola. La mirada se les enfocaba rápidamente en los enormes ventanales que dejaban ver la piscina que estaba al otro lado y más hacia el fondo, un pequeño lago privado.

Su impresión se desvió cuando Sara bajaba por una de las escaleras con vestimenta informal de jeans y blusa. Bajaba con Hiram en brazos y no dudó en abrazarlos y besarlos a todos en la mejilla.

-¡Me alegra que hayan llegado!-Dijo Sara.-Estamos casi listos, pero todavía falta que llegue Frank, Yukiko y Yusaku con los niños.

-¿Y Clark?-Shiho se había controlado al ver a Sara Villalba, pero ante la mención del multimillonario no pudo evitar apretar el brazo de Agasa.

-El Señor Clark también falta. Bajó a ejercitarse un poco, hace ya un buen rato. Pero ya sabe de su llegada, debería subir en cualquier momento.-Explicó Sara.- ¿Qué les parece si les enseño el lugar por mientras?

A través de Jasper, Sara le avisó a Clark de su tour guiado. Fueron veinte minutos donde Sara les enseñó todos los interiores. El territorio de Sophia era de seis acres. La mansión en sí constaba de diez habitaciones con sus baños privados: la principal que era la más grande con su baño privado, guardarropas (que era una pasarela) y terraza propia; la de los niños que eran tres y estaban ubicadas juntas con una salita dedicada a los infantes, en el ala contraria de las habitaciones restantes (que eran seis más). El total de baños era de catorce, ya que para los eventos que se realizaban en la mansión contaban con esos cuatro para el público.

Además contaban con una gran bodega de vino, gimnasio, piscina interna y externa, sala de juegos, sala de cine. Sara les confió que desde el Salón, había una escalera que llevaba al subterráneo privado de Robert Clark, accesible sólo a los que él les permitía.

Lo que más interesaba, era el poder de Jasper. Estaba en cada rincón de la mansión y se intercomunicaba con todo lo que tuviera que ver con Industrias Clark y su dueño.

-Tienes la mezcla de buena arquitectura con factores tecnológicos que son sólo familiares para ustedes.-Admiró Kaito.-Deben haber construido cada mansión para esto.

-Técnicamente sí, los Clark no tenían la cantidad de mansiones que tienen ahora, así que algunas desde el comienzo tienen este sistema.

-Nunca pensé que viviría para ver este tipo de tecnología en vivo y en directo.-Dijo Shiho sin perderse ningún detalle.

-Y aquí es donde veo a un gran fan.-dijo Sara sonriendo de lado a Shiho.-Creí que eras muda.

-Se quedó con las ganas de ir a la Expo en Japón. Es verlo para vivirlo.-Explico Shinichi burlándose de su amiga.

Sara se quedó mirando al grupo y se enfocó unos segundos en Shiho. Sacó unas cuantas conclusiones y los invitó a volver al Salón. Coincidieron con la llegada de Robert de la escalera, que en realidad era casi imperceptible, desde el subterráneo. Las chicas aguantaron la respiración y no pudieron enfocar otra cosa que no fuese el hombre en pantalones deportivos, polera musculosa que marcaba todo su abdomen y sus manos en guantes negros. No había que olvidar en sudor que lo cubría, pero que con esa enorme sonrisa que los recibió no sabían si era una tortura o una bendición lo que había estado haciendo. Hasta Sara se desconcentró ante la vista.

-Aún faltan invitados, tienes tiempo para cambiarte.-Dijo Sara.

-Está bien, volveré luego, pero tú me debes algo.-Dijo Robert lamiendo intencionalmente sus labios.

-Aprovecha de bajar con Giselle.-Le despidió Sara haciendo como que no entendía a su jefe.

Sentados cómodamente, conversaban de la mansión. Apareció una sirvienta que desapareció ante una petición de Sara y volvió con copas de champagne y dos vasos con un líquido amarillo intenso. Sara levantó, tomo los dos vasos y mientras los demás cogían la copa de champagne, ella le entregó un vaso a Shiho.

-Uno de mis grandes vicios es el alcohol, pero como estoy enterada de mi embarazo, y Robert a veces me mima demasiado, tengo que conformarme con cerveza sin alcohol. Y como soy algo egoísta, alguien me debe apoyar en esto. Así que tú serás mi víctima, Shiho, ¿te parece?-Dijo Sara con naturalidad.

Todos rieron ante la historia de la joven asistente, pero Aoko, Kaito y la misma Shiho agregaron una mirada suspicaz. La bioquímica aceptó más tranquila el vaso – antes pensaba en como rechazar el trago – y miró agradecida.

-Te tocó por ser una gran fan –Se quedó en silencio un rato- Ya están acá los demás. Esperemos por ellos para hacer el brindis.

No paso mucho tiempo antes de que Frank, los Kudo y los niños ingresaran al salón. Los niños corrieron a saludar a sus padres entusiasmados. En cambio, Frank estaba totalmente cansado, y algo cabreado.

-Robert baja en un minuto. Así que acomódense y sírvanse algo. Niños, ¿por qué no van siguiendo las instrucciones de Jasper para ir a buscar a Giselle? Por mientras les traerán bebidas.-Dijo Sara indicándoles el camino.

-Cool.-Dijeron ambos niños antes de desaparecer.

-¡Pero Frankie! Te he dicho que salgas de ese nido de serpientes, mira como te tienen. Debes salir de ahí y tomarte unas vacaciones en el Caribe.-Anunció Robert su llegada con ropa tan informal como la de Sara.

-He tenido un día obviamente horrible.-Dijo Frank a modo de queja.

-Ya, pero ahora relájate un poco. Toma, una copa.-Dijo Sara entregándole la copa y acercándose a Robert.-Gracias por la cerveza sin alcohol, eres un sol.-Lo abrazó brevemente.- ¿Hacemos un brindis?

-¡Por Shin-chan, que fue un héroe!-Dijo Yukiko provocando la risa de todos, excepto del aludido.

-Bueno sí. Por Shinichi y todos ustedes, que a pesar de la horrible jornada que tuvimos anoche, están aquí, vivos, con algún rasguño y con ganas de seguir luchando.-Dijo Sara tomando la palabra.-Y eso, es muy importante, porque no todos lo hacen y no de la forma en que ustedes lo hacen. ¿Algo más, cariño?

-¡Por el infarto para los ancianos del FBI y por las vacaciones de Frankie! ¡Salud!-Dijo Robert rápidamente para no ser detenido por su mejor amigo y su mujer.

-¡Salud!-Dijeron todos entre risas.

-Ahora que estamos todos, ¿Qué les parece si pasamos a la mesa? Ya que no cocina Sara, les aseguro que saldrán vivos y bien satisfechos.-Dijo Robert siguiendo con su particular humor.

-Orgullosa de ser del club de los no-kitchen

-¡Pues entonces a la mesa! Muero de hambre.-Soltó Heiji realmente alegre. Hizo reír a carcajadas a Robert y sonrojar avergonzada a Kazuha.

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En muchas centrales información de registros, informática, TV, radio y telefónica, un código informativo invadía las bases de datos a nivel global.

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-Y dime Frank, ¿cómo han tratado al director del FBI?-Preguntó Robert en la cabecera de la mesa, habiendo terminado su cena.

-Admito que podría ser peor. Dado que esta famosa organización está actuando a nivel nacional, están grupos de elite trabajando en ello. Y hemos redactado un lindo discurso público al respecto, porque no queremos que se escondan más de lo que ya están. Eso sí, trabajamos con la CIA en conjunto. Del grupo que trabajaba en secreto de DC se irán a los diferentes estados a capacitar y dirigir investigaciones.

-¿Y la CIA compartirá la información? Suena a que les llegaran miles de carpetas con un "clasificado" en la portada.-Observó Robert con malicia.

-Eso puse como condición para el trabajo en conjunto. Después de todo, tendrán que ser juzgados acá. No nos vamos a limitar con la información.

-¿Y la CIA tiene información de ellos?-Preguntó Sara.

-Deberían tenerla, Sara.-Dijo Shinichi.-Del mismo modo que el FBI infiltró a Akai, la CIA tuvo a Rina Mizunashi o como se llama originalmente Hidemi Hondou. Arriesgó bastante por todos, así que creo y espero que esa cooperación sea legítima.

-Por lo menos ustedes han trabajado con miembros de todos los bandos contra la organización. Gozan de información privilegiada.-Dijo Frank.

-Así como que privilegiada, no creo.-Dijo Heiji.-Nosotros simplemente sabemos que existen y conocemos algunos de sus miembros. Eso nos ha ayudado a relacionar casos muy aislados de otros y las circunstancias no han acercado más a ellos. Pero no ha sido algo gratuito. Shiho y Kudo han sido encogidos con drogas, Kaito y Kazuha han arriesgado sus vidas por algo de información y Aoko y yo, cada uno por su lado hemos estado al lado de la policía ampliando las investigaciones.

-En eso tiene mucha razón.-Dijo Kazuha tomando la mano del moreno para jugar con ella mientras hablaba.-Todos los casos relacionados no dan marco jurídico para dar con responsables. Como abogada de los casos, tenía que ver como en mis narices quedaban casos sin resolver, porque no había pruebas para responsabilizar a alguien, ya ni hablemos de encarcelarlos.

-Ocultan muy bien sus rastros, y si uno se acerca, van ampliando la red con más asesinatos.-Tonic por poner un ejemplo reciente. Por culpa de él estamos en esto hoy.

-¿Y ustedes como registran los casos y los miembros?-

-Nosotros en bases del FBI un poco más protegidas de los normal.-Respondió Aoko mirando a sus colegas agentes.

-Shiho guarda nuestra información.-Dijo Kaito.-No confía en los archivos escritos ni en los informáticos.

-¿Cómo lo hacen entonces?-Preguntó Sara muy curiosa.

-Bueno, la información está encriptado con formulas matemáticas que hice yo-Respondió Shiho mirando su comida.

-¿Me estás diciendo que creaste fórmulas para hacer los códigos?-Shiho sólo pudo contestar asintiendo a Robert.- ¿Encriptado sobre encriptado?

-Un lenguaje propio, que si conoces ciertas fechas de nuestra vida, es muy sencillo de descifrar.-Contestó la bioquímica.

-Me caen bien.-Aprobó Robert mirando a su mejor amigo con una ceja alzada.- ¿Y cuál fue tu decisión sobre ellos Frank? ¿Se quedan o se van?

-Depende de ellos. Pero si siguen apoyando al FBI, será bajo las reglas. Por eso sugerí que trabajaran de manera independiente. Con personas tan locas como ellos. Tú por mencionar a alguna persona.

Robert dejó su copa de vino en la mesa, mirando a sus visitas desde su privilegiada posición. Sonrió tan encantadoramente que Sara sospechó de su reacción.

-Interesante.-Comentó dándole otro sorbo a su copa.-

Sí, Robert Clark ya estaba juntando sus cartas, se dijo Sara resignada.

:-:-:-:-:-:-:-:-:-: CONTINUARA:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:

¡Hola! Gracias por seguir leyendo este fic. Ya saben de sobra los miles de perdones que les pido por todo este tiempo sin actualizar. Realmente se me hace cada vez más complicado hacerlo, pero hasta que la historia no termine en un "Fin", no dejaré de hacerlo.

Este capítulo, es entre morboso, trágico (de ese trágico "vamos a matar a la autora") y descriptivo. Vemos el inicio del nuevo camino que tomarán nuestros protagonistas y las nuevas personas que se involucran en su vida. Así que por vigésima vez, no me odien por lo de Kaito y Aoko. Como compensación, les daré el dato que el próximo capítulo se ve algo de luz entre ese par.

Esa es otra noticia buena, que ya tengo algo avanzado el capítulo 21 y espero completarlo pronto, porque lo tengo en mis cuadernos, pero pasarlo al pc es una labor que necesita tiempo y a veces uno no tiene. También, en cuanto a contenido, como respondí en un comentario que sale más abajo, dejamos un poquito la acción de la organización para ponernos un poco más dramáticas, para volver a nuestras parejas. ¡Esto está lejos de terminar jajaaj!

Así que, veamos a nuestros queridos comentaristas:

RanKudoi: Nada hace más feliz a esta servidora que le digan que su forma de escribir les encanta. ¡Muchas gracias, me llegué a sonrojar! También el que te guste como voy desarrollando a las parejas, aunque haga sufrir últimamente más a unos que a otros. Si bien espero que no me mates por este capítulo, puedes tener la certeza que tomarán el mejor camino, todos.

Rose of Dark: ¡Bienvenida a mi fic! Shiho es un tema muy debatible, así como su embarazo, sus intenciones, sus verdaderos sentimientos, parece la adolescente que nunca fue jajajaj. Obviamente no puedo adelantar nada, así que atenta a lo que se vaya publicando, que las teorías se van aceptando o refutando. Besotes.

Guest: Este visitante que no dice quien es, sólo le diré, que lo mismo de arriba. Falta de tiempo por la u. No es fácil ser enfermera jajjajaja. Y me quedan otros años. ¡Paciencia cariño!

Mara: Me encanta tu actitud para con mi historia. Es la misma que tengo yo. ¿Será la autora que tiene otro alias para auto comentarse? Jajajajajaja otro capítulo para ti.

Yourdeathangel91: Like cap. Sara llegó para quedarse cariño mío. En cuanto a lo de tus dudas tengo que decir algo; como mi historia es de hace unos cinco años, estaba pensada de esta forma. No he ido improvisado en el camino la historia, toda la base estaba planeada desde hace seis años, incluso un poco más. Así que, respetando y amando la historia original y lo que ha hecho con bourbon, en la mía será malo. Por un bando Akai y por el otro Bourbon. Aquí hasta Akai tiene la cicatriz en la cara siendo que en realidad es vertmouth disfrazada de él. Pero en fin, cada loco con su tema, ¿no? En cuanto a la segunda pregunta, bueno, es Akai, nombrar a Sera por su nombre es como darle un abrazo con llantos y música emocionante, vamos que es muy poco Akai, así que le di ese tono. Quién sabe, quizás la trate de manera impersonal cuando están solos. ¡Nos estamos leyendo!

LadyMelodyLi: ¡Bienvenida! Espero que te siga gustando, aunque me quieras tirar tomates después de este capítulo. Dime que te pareció, dime que te pareció. Gracias por comentar.

Kari: Lamento haberme demorado tanto en subir. Ganas no faltaban, pero tiempo y energía sí que faltaron. Ahora aprovecho mis vacaciones para ponerme al día y adelantar este y el próximo capítulo. Así que paciencia, sigo viva. ¡Gracias por comentar!

Arual17: Leyendo y releyendo uno se da cuenta de que marvel está influenciando demasiado mi vida. Si no fuese porque tengo la historia clara desde el comienzo, hubiese cerrado la historia y me hubiese puesto a escribir algo de AoS. ¡Qué te esté yendo muy bien, y que sigamos vivas en este ! jajajajaja somos ya veteranas.

Angel-LauraR: Durante los últimos capítulos hemos visto pequeños avances y retrocesos en las parejas, no todo es fácil y no todo es drama, por eso el grueso de los capítulos este último tiempo ha sido un intento de acción con suspenso. Las buenas noticias para ti son, que el próximo capítulo ya se nos pone más emocional, con muchas cosas por decir. Espero seguir contando con tu apoyo, y sobre todo con tu lectura. ¡Nos estamos comentando, aunque sean más de seis meses después!

Agradezco muchísimo que me sigan dando reviews, aunque pase harto tiempo desde la último tiempo que subo el capítulo me siguen dando su apoyo. A los que lo dejan de favorito y a los que sólo leen. Muchas gracias. Nos vemos lo más pronto que me sea posible. ¡Amor para todos!

Próximo Capítulo: Esa pasión por dejar a la lengua hablar.

Fecha: 29-02-16

Hora: 23:55

Canción: That's the way it is – Céline Dion