Hola lamento la demora jajaja, la verdad es que tenía el capítulo escrito, pero perdí toda mi información de la laptop, espero que les guste.

En ese preciso momento kagome sentía que se quería morir, definitivamente ¡el universo la odia! Maldita sea… Está a punto de declararle su amor a lo que podría decirse, "su pareja", y llega su ex novia zombi a joder todo. Tenía ganas de llorar gritar y patalear de la pura frustración. Busco la mirada ambarina del hanyou, pero este solo se veía incómodo y con cierta culpabilidad, como si no supiera que hacer. Kagome tomo aire y dejo soltar una gran exhalación antes de tomar valor para hablar.

"ve inuyasha te está esperando" dijo kagome con una voz un tanto temblorosa

"pero…."

"nada de peros, ve de una vez" repitió un poco más molesta. Mientras se levantaba y comenzaba a prepararse para dormir

Inuyasha se le quedo viendo unos segundos, es obvio que estaba molesta, no sabía que hacer, por un lado sabía que tenía que ver a kikyo, aún tenía muchas cosas que resolver y la verdad es que después de todo lo ocurrido no había pensado mucho en la sacerdotisa muerta. Estaba seguro que una parte de él siempre la querría y valoraría todo lo que ella hizo por el, cuándo nadie más lo acepto. Pero la persona que amaba era kagome, de eso estaba seguro, hasta su youkai lo sabía al haberla marcado como suya.

Se sentía terriblemente mal molestando así a su pareja, los inu-youkai son terriblemente leales a sus parejas y su prioridad más grande es la felicidad y bienestar de sus hembras, por lo que a pesar de sentirse culpable por dejar plantada a kikyo, él tenía que calmar a su pareja. En otro momento tendría que hablar con kagome para que ella fuera consiente, que en algún momento tendría que estar a solas con kikyo y explicarle la nueva situación con esto de la marca.

Con pasos lentos se acercó hacia donde la sacerdotisa fingia estar dormida, se quitó la parte superior de su aori, la levanto en brazos, para después sentarse y posicionarla cómodamente en su regazo, mientras que la tapaba con el aori que se había quitado previamente. Kagome lo miro extrañada con una muestra de asombro y alegría.

"inuyasha…" trato de decir algo, pero no sabía que decir.

"Cállate y duérmete perra escandalosa" dijo el hanyou simplemente mientras cerraba los ojos

Kagome simplemente sonrió y dejo escapar una pequeña lágrima de alegría, se acercó hasta el rostro del hanyou y le dio un tierno beso en la mejilla, para después acomodarse en su regazo para dormir.

El hanyou no pudo evitar su asombro, no esperaba esta reacción de ella, pero lo entendió, ella le había agradecido por tomar en cuenta sus sentimientos, por una vez, en lugar de marcharse y regresar con la cara de culpabilidad con la que siempre volvía. Inuyasha no necesitaba que le agradeciera, ella era su pareja, su otra mitad, su luz, no importa como hayan sido las circunstancias ella siempre estuvo destinada a estar con él, pasara lo que pasara, solo que jamás se había atrevido a aceptarlo. Con una tímida sonrisa en hanyou cerró los ojos y se durmió con la sonrisa aun marcando su rostro.

A la mañana siguiente….

Todos se encontraban desayunando tranquilamente, bueno todos excepto shippo e inuyasha que al parecer disfrutaban terriblemente del segundo banquete que les daban para agradecerles nuevamente el haber salvado la aldea.

"suelta ahí rata malcriada!" grito el hanyou quitándole el enorme trozo de carne que shippo iba a comer.

"¡ESE ES MIO PERRO! Por qué no mejor vas a buscar un hueso, escuche que eso le gusta a los perros" grito shippo mientras le arrebato el trozo de carne.

"QUE DIJISTE ENANO MALOLIENTE!" grito inuyasha mientras trato de golpear al kitsuke, que rápidamente lo esquivo.

"¡¿A quien le dices maloliente?! Tu eres el que huele a perro" grito shippo mientras esquivaba los golpes.

"Por lo menos no huelo a una rata llorona"

"¡SUFICIENTE!" grito kagome mientras tomaba el trozo de carne, y de manera brusca lo corto en dos y le dio la mitad a shippo y la mitad a inuyasha.

"Listo, ahora por favor quieren controlarse, somos invitados" dijo kagome con una cara de pocos amigos.

"¡khe! No me digas que hacer perra" dijo el hanyou groseramente

"¡ABAJO!"

El hanyou cayó sobre la mesa haciendo un enorme desastre con la comida, por no hablar que la mesa quedo partida en dos. Miroku y sango observaban la escena con una enorme gota en sus frentes.

"Perra, Mira lo que me hiciste hacer" murmuro el hanyou aun con la cara estampada en la mesa.

"¿aaah? Ahora dirás que fue todo por mi culpa cuando tú eres el que me ofendió" dijo kagome con las mejillas rojas, quizás, SOLO QUIZAS…no debió haber dicho el conjuro, mientras desayunaban.

"excelencia, ¿cree que deberíamos intervenir?" dijo sango en un susurro.

"la verdad sango, inuyasha ya me ha maltratado lo suficiente, creo que lo mejor es que se arreglen como el FELIZ, matrimonio que son" respondió miroku irónicamente.

"¿Qué dijiste monje?" replico el hanyou y Miroku solo soltó una risita nerviosa.

"nada jeje solo decía.."

"QUE ESTA PASANDO AQUÍ?" grito una voz, todos voltearon hacia la entrada para mirar al terrateniente dueño de la casa en la que actualmente estaban.

"¡¿Qué demonios paso?! ¿Quién le hizo esto a mi mesa? ¡Mi bisabuelo la fabrico esa mesa era una reliquia!" exclamo furioso mientras veía a los presentes.

"vera…" comenzó kagome con la cara roja de vergüenza.

"fui yo" dijo inuyasha mientras se levantaba altaneramente con los brazos cruzados.

"¡TUU! Debí esperarlo de un han…" pero antes de que pudiera terminar la frase kagome se levantó, esta vez más firme y exclamo molesta.

"Ni se le ocurra terminar esa frase señor, y no es verdad ¡fui yo!, yo la rompí, así que toda la responsabilidad es mía"

"Khe! No seas idiota, ya dije que fui yo" exclamo el hanyou

"¡¿A QUIEN LE DICES IDIOTA?!, ¡TU IDIOTA, Y DIJE QUE FUI YO!" grito la muchacha a todo pulmón.

"¡POR QUE NO TE CALLAS PERRA, YA DIJE QUE FUI YO Y FIN DE LA DISCUSION!" exclamo el ahora también molesto hanyou.

"ERES UN…!" kagome no pudo terminar la frase por que fue interrumpida con un enorme "BASTA" del terrateniente.

" No es necesario que ninguno hable, es obvio que se necesita de una enorme fuerza para haber roto esa mesa, así que no me cabe la menor duda que es obra de ese hanyou" dijo mientras lo miraba con una mezcla de coraje y asco.

"Disculpe señor es cierto que somos responsables por la mesa, pero no es motivo para tratar así a inuyasha después de todo ayer salvo su aldea de ser incendiada" intervino miroku.

"Que puedan controlar a un engendro como ese para que pueda proteger las aldeas, no quiere decir que deja de ser una abominación, debieron hacer que ese bastardo comiera en el patio" dijo mientras escupía a un lado.

Inuyasha permaneció tranquilo simplemente con los brazos cruzados y una expresión de seria en su cara, este no era el peor, ni el último de los insultos que había recibido en su vida, no le daría a ese imbecil la satisfacción de provocarlo.

"Como si me importara la opinión de un pobre estúpido como tu, que ni siquiera puede proteger sus tierras, y justo apenas ayer me suplicaba llorando que lo ayudara" murmuro el hanyou altaneramente, mientras el terrateniente obtenía un rostro completamente rojo de la ira y la vergüenza.

"Que dijiste anim…" pero no llego a terminar la frase porque de repente sintió un impacto en toda su cara, mientras caía bruscamente contra la pared, de su rostro comenzó a escurrirle sangre. Cuando levanto la vista para saber de dónde procedía ese golpe se encontró sorprendido de ver a la quinceañera de ropas extrañas con el puño aun en el aire.

"Vuelve a ofender a inuyasha y desearas no haber nacido, estúpido" dijo la miko de manera fría y calculadora, casi comprable a la de sesshomaru.

Sango, miroku , shippo y en especial el propio inuyasha tenían la boca abierta de la impresión, kagome…..acababa de romperle la nariz al terrateniente. El hanyou no lo podía creer, por unos breves momentos le dio la impresión de que los ojos de kagome se volvieron rojos, ¿o lo habría imaginado? En este momento no podía pensar, su cerebro aún estaba tratando de asimilar lo que acababa de ocurrir, y ¡ ¡VJODER! ¿Quién le enseño a golpear así?.

"Vámonos muchachos, de repente perdí el hambre" dijo la miko mientras caminaba a la salida, pero no sin antes soltarle una patada en las pelotas al hombre que aún estaba en el suelo. Solto un grito de dolor mientras se sujetaba la entrepierna.

Cuando salieron de la aldea los demás la seguían en silencio, aun impresionados con lo que acababa de ocurrir, sin embargo la miko estaba de un bue humor, haber golpeado a ese hombre que ofendió a inuyasha le dio la satisfacción más grande de su vida, solo lamento no haberle dado más golpes. Mientras tanto inuyasha la observaba caminando atrás de ella, nunca había tenido a nadie que lo defendiera, y ahora…. La dulce y tierna niña que había jurado proteger, acababa de dejar sin herencia a uno de los hombres más ricos de la zona. Sin pensarlo mucho el hanyou comenzó a soltar una risita para después convertirse en fuertes carcajadas. Sus amigos que también tenían pensamientos similares comenzaron a seguirlo sin poderse creer lo que acababa de ocurrir, la única que no reía era una confundida kagome que no comprendía bien de que se estaban riendo.

Continuara….