Hola! En un principio esto iba a ser un one-shot, pero decidí que la historia de Lily y James no estaba acabada, así que…bueno, hice este capítulo (que es el último). Espero que les guste =)

Capítulo 2

Hay cosas a las que todavía no se termina de adaptar, hay momentos en los que todavía cree que es un sueño, en realidad, una pesadilla.

Y también hay cosas que no puede dejar de hacer, porque James no se dio cuenta en el momento de todo lo que implicaba perder a sus padres, porque los problemas surgieron después, cuando de repente ellos no estaban más, cuando James no volvió a recibir una carta, o cuando no vio nunca más la lechuza color café de sus padres…

No sabe por qué, pero los desayunos siempre le hacen acordar a esa lechuza, por la que sus padres le enviaban, tres veces a la semana sin falta, una carta que a veces iba acompañada con chocolates y golosinas para él y sus amigos. Es algo que no puede evitar eso de mirar hacia las lechuzas cada vez que irrumpen en el Gran Salón llevando cartas o paquetes, y la busca con la mirada, a veces de reojo, disimuladamente; otras con un movimiento rápido, como si no quisiera hacer lo que hace y otras levanta la cabeza y se queda un buen rato intentando localizarla. No importa cómo la busque, siempre termina agachando la cabeza, con la vista fija en su plato dorado. Y eso es más de lo que sus amigos pueden soportar, es más de lo que Lily puede soportar.

Es en los momentos más inoportunos, en los que la realidad golpea a James y lo deja por un rato estático, desorientado. Como cuando se sacó un extraordinario en la prueba sorpresa de transformaciones y corrió a su habitación, agarró un pergamino y su pluma y apenas había alcanzado a escribir "querida" cuando se detuvo en seco y levantó la vista. Había estado a punto de escribirle una carta a su madre, y él ya no tenía padres, estaba solo y a nadie le interesaba su reluciente nota en transformaciones… ni siquiera a él mismo. Y ahí fue cuando entraron Sirius y Remus a ayudarlo una vez más, y casi lo matan cuando él dijo que estaba solo, porque era un insulto, una aberración hacia ellos, sus hermanos, y hasta hubo lágrimas fingidas y todo, porque Sirius es todo un artista. Remus se quedó un rato mirando el pergamino casi vacío cuando sonrió y dijo que le escribirían todos a su madre y así podrían comunicarse con el exterior. La respuesta de la señora Lupin hizo que todos sonrieran ya que les había respondido con una carta de tres hojas enteras, en las que había desde felicitaciones y advertencias para todos, hasta las últimas novedades en el mundo mágico fuera de Hogwarts.

Lily miró hacia el chico de cabello negro alborotado y ojos castaños que miraba con tristeza su plato. Era el desayuno. La pelirroja dejó a un lado su cuenco con cereales, les dijo a Alice y Mary que las vería mas tarde y se fue derecho hacia donde estaban los merodeadores.

-Hola chicos- saludó con una sonrisa alegre. James levantó la vista y la miró fijamente a los ojos. Lily estuvo segura que se hubiera largado a llorar de no ser porque se obligó a no hacerlo. Porque los ojos de James eran hermosos pero ahora lo único que transmitían era tristeza, una tristeza que Lily no quería ver nunca más en él. – ¿James, después podemos hablar, por favor?- preguntó con amabilidad y tuvo la certeza de que si hubiera tenido otro estado de ánimo se hubiera sonrojado hasta la médula.

-Claro- contestó él con una media sonrisa casi forzada.

Entraron a un aula vacía. Lily cerró la puerta con nerviosismo y James se sentó en el escritorio del profesor.

-Bueno, ¿de qué querías que hablemos?- preguntó Cornamenta.

-Eh… es algo un poco complicado…- contestó Lily, más nerviosa de lo que estuvo en toda su vida.- No sé cómo empezar… y para ser sincera, yo tampoco entiendo mucho de esto, pero…

-Lily, puedes ir al punto de una vez- la apuró James divertido, de un salto se bajó del escritorio y se puso frente a Lily. Ella lo mira, le saca unos cuantos centímetros de altura, así que tiene que elevar la cabeza para mirarlo a los ojos y decirle eso que hace rato planea decirle… pero no puede.

-Nada, olvídalo James.- dijo con un suspiro y los ojos se le comenzaron a llenar de lágrimas. A veces se pregunta qué hace en Gryffindor, porque es una cobarde. Se giró lentamente y se encaminó hacia la puerta.

-Espera- le dice James agarrándole suavemente la muñeca. Está confundido y no entiende por qué Lily llora, pero está seguro de que va a ayudarla en lo que sea solo por verla otra vez reír.

-Perdóname James, pero no soy capaz. No puedo, no me animo a dar el primer paso.- Lily ya no lo miraba a los ojos, agachó la cabeza, avergonzada y las lágrimas le caían silenciosas por el rostro.

James siempre fue muy dado a captar las indirectas, el haber salido con muchas chicas y tener de amigo a Sirius Black definitivamente ayuda. Pero esta vez estuvo seguro de no haber interpretado bien lo que Lily le había querido decir. Intentó mirarla a los ojos con el ceño levemente fruncido y se retorció el cerebro en busca de alguna pista sobre su comportamiento. Se habían hecho muy amigos, así que no había nada de raro en que le hablara o lo llamara por su nombre, pero sí en la forma en que lo miraba, o en la forma en que esquivaba su vista ahora. Creyó conocer bien a la pelirroja, pero esto lo dejó descolocado. Decidió arriesgarse, ella no iba a decir una palabra más, así que le tocaba actuar a él. Respiró hondo, "el que no arriesga no gana" pensó, y aunque muchas veces le había salido el tiro por la culata, decidió seguir su instinto y orientar la conversación hacia donde él pensaba que podía estar orientada.

-Lily yo…-colocó sus manos entre el rostro de Lily y lo elevó suavemente para poder mirarla a los ojos, continuó.- yo aún te quiero.

Lily lo miró, estaba nervioso, pero no más que ella, y no tuvo dudas de lo que decía era verdad. Se le escapó una sonrisa que suavizó el ambiente y James sonrió con ella, la conversación estaba orientada hacia donde él creía.

-Bueno, ahora sí te puedo decirte lo que quería- dijo Lily y se sonrojó.- creo que estoy enamorada de ti…pero sin el creo.- sonrió.

James se acercó un poco más y se inclinó hacia abajo mientras que Lily alzaba la cabeza. Ella estuvo segura del momento en que comenzó a besarla con dulzura porque al instante sintió que se elevaba un poquito y que todo desaparecía menos ellos dos. Cuando abrió los ojos, comprobó que por lo menos no se había imaginado la parte en que se elevaba porque era James el que la había alzado.

-Y yo creo que te amo… pero sin el creo.- sonrió James. Y Lily lo abrazó con fuerza, porque perderlo era más de lo que podría soportar…

FIN

y…? les gustó? Me parece que es demasiado dulce y romántico, pero bueno… se aceptan críticas (amables, por favor).

Gracias por haber llegado hasta acá =)

Nos leemos ;)