Remember Me
Capitulo 1: El Comienzo de mi Pesadilla.
Era una tarde de primavera, el sol brillaba con sus últimas fuerzas sobre la ciudad de Kyoto. Cuatro jóvenes de unos veinte años aproximadamente iban sonriendo y haciéndose bromas. Uno de ellos, de cabello castaño un poco más desordenado a como lo llevaba antes iba al lado de una linda chica de cabello largo hasta la cintura, ambos iban tomados de la mano, con los dedos entrecruzados, gran señal de la alianza que había en ellos.
A un metro más allá de la pareja, iban un moreno un poco más alto que el primero, de cabello negro que abrazaba de la cintura a una joven de grandes ojos verdes, que llevaba su pelo recogido siempre en una coleta. Ambos riendose de sus propias palabras.
Si, no eran nada más ni nada menos que Shinichi Kudo, junto a su actual novia Ran Mouri y Heiji Hattori con Kazuha Toyama la pareja de Osaka. Ambos chicos reconocidos detectives.
-¿Cuántas veces tendré que repetirte cuanto te quiero para que me creas?. - Preguntó un molesto Hattori mientras que miraba como la de coleta se soltaba de su agarre.
-No sé. ¡Podrías invitarme al cine!. - Kazuha sonrió ante la proposición. - Están dando una película de vampiros que quiero ver.
-Tsss. No estoy interesado en ver ese tipo de cosas.
-¡Cómo eres!. Shinichi llevará a Ran, ¿Verdad?
-¿En serio?. - Saltó el detective Kudo con una signo de interrogación en su rostro.
-Sí. lo acabo de decidir ahora mismo. - Dijo Ran riendo cómplice.
-Pues mira por aquí cerca creo que hay un cine. Podemos ir a ver los horarios.
-Gracias Shinichi. - La karateca se puso en puntillas y le dio un tierno beso en la cosimura de la boca, pero Shinichi quería profundizar el contacto, así que intentó atraparla. Intento fallido, la chica ya se iba corriendo con Kazuha.
-No sé porqué pienso que le das todo lo que quiere. - Comentó Heiji alzando una ceja.
-No puedo evitarlo. Estos dos últimos meses, en los que dejé de ser Conan han sido los mejores de mi vida. No quiero verla sufrir más.
-Así que la consientes en todo. Dijo Heiji con una sonrisa mientras caminaba lentamente a su lado.
-Podría decirse que sí. - Respondió Shinichi sonrojado.
-Ya te he dicho lo que pienso. Tu sabes más que nadie que todo esto se puede acabar de un día para otro Kudo.
-No necesitas recordármelo. Le dijo Kudo serio cambiando rápidamente su expresión.
-No puedes seguir engañándola. Tu sabes que las mentiras son lo peor. La organización aun no está completamente desmantelada y pueden regresar en cualquier momento, quizá no con la misma fuerza que antes, pero lo justo para hacernos daño. - Heiji se removió impaciente y comenzó a caminar con un paso más rápido para encararse a su amigo.
- No quiero pasar por todo esto nuevo Kudo, ¿no será mejor contarle todo lo que has vivido?.
Shinichi se le quedó viendo un buen rato a los ojos antes de responder, meditando su contestación.
-¿Qué? ¿Contarle que fui Conan? ¿Para qué?. - Shinichi no le había contado nada a Ran sobre lo sucedido, solo le dijo que ya había vuelto definitivamente y que no iría a resolver casos fuera de Japón, así que omitió todo lo vivido durante los últimos dos años.
-Kudo piensa si ellos regresan, tu estás inyectándote no sé que cosa extraña para mantener tu estado original.
-Si es algo que deberé hacer por el resto de mi vida.
-¿Pero qué ocurrió? ¿Por qué Miyano no hace un antídoto permanente?. -Preguntó Heiji impaciente.
-Porque no puede. -Shinichi dejó de caminar y miró al moreno directamente a los ojos. - Ya es imposible conseguir una muestra, todas fueron destruidas. Además aunque ella hiciera el antídoto oficial, este no me haría ningún tipo de efecto, la he tomado tantas veces que mi cuerpo no resistirá más cambios, prefiero no arriesgarme, he inyectarme todos los días ese líquido extraño.
Heiji iba a seguir preguntando sobre eso, pero Kazuha ya había llegado a su lado con Ran siguiendole los pasos.
-La función comenzará a las nueve. Así que aun podemos ir a dar otra vuelta al parque.
-¡Hey! Que yo no he decidido si vamos. Además ya está muy oscuro. - Reclamó el moreno.
-Pues vas a venir igual. ¿O te vas a juntar con alguien y me estás engañando?. - Le reprochó la de coleta a Heiji con unos ojos furiosos.
-¡¿Cómo se te ocurre?. Después del calvario que me hiciste pasar cuando me declaré.
-¿Cómo fue eso?. - Preguntó Ran con gran interés.
-Nada importante.
-Pues yo creo que sí, ¿eh Hattori?. - Intervino Shinichi risueño.
-Kudo, me iré a dar otra vuelta con Kazuha. Tu cuéntale lo que te sucedió.
Heiji no lo miraba divertido y el detective de Tokyo se quedó estático, mientras que Ran se volteó para observarlo.
-¿Qué pasa Shin?
-No, no es nada importante.
-Pues sí que lo es. Ya te dije lo que pienso Kudo. Hazlo, es lo mejor. - Le dijo Hattori completamente serio, mientras tomaba de la mano a Kazuha y se la llevaba de ahí.
-¿De qué están hablando?.- Preguntó a su vez.
-Nada que te importe a ti Kazuha, ya vámonos.
Hubo un silencio largo y tenso en cuanto Heiji y Kazuha desaparecieron de la vista de sus amigos. El sol se había escondido completamente, por lo que la oscuridad comenzó a apoderarse del lugar.
-Shinichi, no creo que sea algo demasiado grave ¿verdad?. - Ran se estaba poniendo nerviosa. Shinichi estaba aun estático desde la vez que Heiji mencionó el tema.
-Dejaste a una chica embarazada y te escapaste para estar conmigo ¿cierto?
Shinichi al escuchar esas estúpidas palabras comenzó a reírse sin parar.
-No seas tonta Ran. No tiene nada que ver.- Dijo con la voz entrecortada.
-Pues como has reaccionado yo creo que tiene que ver con una chica. - Dijo Ran molesta.
-Siempre sacas las cosas de quicio. - Soltó Shinichi con una mueca. - Es algo que me ocurrió mientras no estaba contigo.
La karateca se cruzó de brazos dispuesta a escuchar.
-Bien.
-Antes de contártelo, te pido que seas comprensiva y que me escuches todo lo que tenga decir. Después puedes besarme, abrazarme, gritarme o golpearme. Lo que se te venga en gana.
A Ran se le descompuso el rostro lentamente.
-¿Golpearte?. Vaya, que habrás hecho para que yo desee golpearte. - Ran sonrió, pero el chico no se la devolvió.
-¿Recuerdas ese día en el que te invité a ir a Tropical Land?. - La chica asintió. - Esa vez creo que te dije que te fueras sola, que yo volvería más tarde.
-Pues desde esa vez que te estuve esperando.
Kudo miró el suelo sintiéndose culpable. Lo sabía, sabía exactamente lo que ella había sentido durante esos dos últimos dolorosos años.
-Esa vez, fui a un callejón siguiendo a un hombre vestido completamente de negro. Recuerdo que estaban traficando algo, no sé exactamente lo que era, pero un viejo le estaba entregando una gran suma de dinero en un maletín. Estaba tan absorto mirando que no me di cuenta que alguien se acercaba por detrás y me noqueó golpeandome en la nuca.
Ran abrió los ojos de sobremanera y se llevo las manos a la boca asustada.
-Shinichi...
El detective sonrió tristemente.
-Qué estúpido al no darme cuenta de eso.
-No seas así contigo mismo Shin. - Mouri lo abrazó cariñosamente. - Lo bueno es que estás aquí y que no fue nada serio.
-Eso no es todo Ran.
El joven respiró hondo, tenía conciencia que quizá lo que le contaría destruirá esos maravillosos meses que había pasado con ella, pero tal y como dijo Heiji, ya no podía seguir alargando la espera de enfrentar lo sucedido y contarle la verdad a Ran. La chica aun seguía abrazada a él, así que decidió proseguir.
-Otro tipo vestido de negro se aseguró de que yo tomara una píldora. Ellos creían que yo moriría, pero eso no ocurrió. Sólo... - Se detuvo, no podía seguir más, cerró los ojos con fuerza y la apegó aun más así mismo.
Ran se extrañó de ese comportamiento por lo que se separó de unos centímetros para verlo a los ojos.
-¿Sólo qué...?
-Sólo...Sólo me hizo encoger hasta la edad de 7 años.
Shinichi por fin elevó su rostro lleno de angustia, pero no se encontró con la tierna mirada de su novia, al contrario la chica tenía los ojos desorbitados y las lágrimas se le agolparon amenazando con salir.
-Tú... Eras tú.
Con esas simples palabras a Shinichi se le encogió el corazón.
-Lo siento, de verdad que no quería hacerte sufrir, pero...
-Eras tú. - Repitió Ran con apenas un hilo de voz. - No puedo creerlo que no me hayas contado todo esto.
-Ran, de verdad que iba a contártelo, pero..
Shinichi intentó abrazarla, pero su novia se lo impidió. Una mala señal.
-No sabes cuanto lo siento.
-¿Podrías dejarme sola por favor?. - Preguntó la chica mientras agachaba la cabeza para enjuargarse las lágrimas.
-¿Cómo te dejaré sola?. Es de noche, está muy oscuro y...
-Seguro te importa.
-¡Claro que me importa!. Te estaba protegiendo Ran, lo juro.
Shinichi sabía que las cosas no iban por buen camino, pero no dejaría sola a Ran, nunca.
-Pues por todo el cariño y aprecio que me tienes o me has tenido, por favor, déjame sola. No quiero esta contigo ahora.
Ran lloraba, pero no era de pena, era un llanto de rabia contenida.
-Ran, no entiendes todo lo que...
-¡¿QUÉ YO NO ENTIENDO?. - Finalmente Ran había explotado. - ¡¿Cuántas veces te has burlado de las personas haciéndote pasar por un niño de primaria?. ¡Ja!. No soy tan tonta como crees, Kudo. Ahora te pido por favor que me dejes sola, sé irme a mi casa, porque cuando tu supuestamente no estabas, siempre estaba sola.
Shinichi no sabía que decir, simplemente ella tenía razón en todo lo que le estaba sacando en cara. Pero ¿burlarse de ella?.
-No me he burlado de ti nunca. Creía que era lo mejor.
-Pues no sé si te habrás dado cuenta, gran detective, pero lo pasé muy mal. - Ran lo acusaba seriamente con la mirada y Kudo ni siquiera se atrevía a levantarle la vista. - ¿Sabes? No quiero verte. ¡DÉJAME SOLA!.
Y sin ningún previo aviso salió corriendo cruzando la avenida. Por un segundo pensó en seguirla, pero si quería estar sola, quizá era lo mejor.
-(¡Pero qué cosas pienso!. No puedo dejarla que ande sola en la noche.)
Shinichi corrió cruzando la misma avenida, pero no divisó a Ran por ningún lado.
-(¡Mierda!. Llamaré a Hattori, esto no me da buena espina.)
-¿Que tal?
-Heiji...
-¿Kudo?. ¿Pero qué rayos..?
-Ven a la avenida en donde nos dejaste a mi y a Ran, es urgente.
-¿Pasa algo malo?
-Tengo un mal presentimiento, solo ven por favor.
-De acuerdo. Voy.
Shinichi cortó mientras se sentaba en una banca sin dejar de mirar por los alrededores. Se sentía tan vacío y extraño sin Ran que se abrazó a si mismo. El frió comenzó a helar aun más la noche. Miró la hora en su celular. Eran las diez.
Ran corría sin mirar adonde iba. Las lágrimas le empañaban el camino y no tenía ganas de limpiarlas. Se apoyó en un apartamento que tenía muy pocas luces encendidas. Rendida del cansancio se sentó en una esquina del edificio y se abrazó a sí misma. Era una estúpida, Shinichi no quería hacerle daño, eso era obvio, pero le dolía su desconfianza, sus mentiras, sus burlas.
Miró su celular, viente llamadas perdidas, todas de Shinichi. Cerró fuertemente el aparato y lo lanzó lejos, justo en el momento en el que comenzaba a sonar nuevamente.
Dejó de prestarle atención a ello y decidió averiguar en donde se encontraba. Miró a su alrededor y se percató de que no conocía este sector en el que había llegado.
-(Quizá cuanto tiempo he estado corriendo.).- Penso afligida mientras se fregaba suavemente los brazos, se le había olvidado recoger un abrigo y la temperatura de la noche iba en decadencia. -(Mejor sigo caminando, ya me ubicaré).
Se puso de pie lentamente y aun abrazada a si misma caminó por las desiertas calles. Aun pensando en todo lo sucedido con Shinichi.
-¡HATTORI! Menos mal que has llegado.
-¿Qué ocurrió amigo?.- Preguntó el moreno apenas llegó a su lado.
-Le conté todo y salió corriendo como alma que lleva el diablo. No pude seguirle. Cuando ya era tarde, había desaparecido. - Contó Shinichi preocupado.
-Pues ¿no estarás pensando que ellos tienen algo que ver, verdad?.
-No lo sé, no tengo un buen presentimiento. Así que tu conoces mejor que yo Kyoto. Ayúdame a buscarla.
-¿Por dónde me dijiste que se fue?
-Por allí. Apuntó Shinichi al cruce de la avenida.
A Heiji se le deformó la cara.
-¿Estás seguro que fue directo por ahí?
-Sí. - Shinichi perforó a Hattori con la mirada. Y como si le hubiese leído la mente salió corriendo mientras que el detective de Osaka le seguía el paso.