Detective Conan y Magic Kaito son del gran dios Gosho Aoyamaaa *O* y bla bla bla xD Lo que va aquí ;D Akii estamos con el capitulo 11 O.O (No sé cuanto durará el fic, supongo que hasta el momento que sueñe con el final xDDD) Disfrutenlo!

Capítulo 11: Decisiones.

-¿Aoko?

La joven Nakamori tenía una mirada absorta en el cristal de su ventanilla del asiento del copiloto. A su lado, su amiga Keiko iba manejando a gran velocidad, las calles estaban desiertas, ya que era bien avanzada la noche. Volvió a intentar una conversación al notar que su acompañante estaba más silenciosa que de costumbre.

-¿Ao?. -No le respondió, sus ojos perdidos seguían observando el paisaje con aire de desilusión. Le costaba respirar. -¿Me contarás que es lo que ha pasado con Kaito?. -Cerró con fuerza sus orbes al escuchar el nombre de él, no estaba preparada para darle algún tipo de explicación a Keiko de su actitud. -Sé que quizá no te encuentras bien, pero conversar las cosas te libera el peso de encima ¿no quieres decírmelo?

Decidió por lo menos en tratar de darle una respuesta de agradecimiento por el favor que le estaba haciendo.

-Gracias por venir a buscarme. -Aoko no le dirigió la vista en ningún momento, el paisaje nocturno le era más atractivo. -No sé si es mucho pedir, pero ¿podrías llevarme a mi casa?

Keiko sonrió vacilante ante la pregunta que fue evitada magistralmente.

-Ya tenía planeado llevarte a casa... -Su voz amable no había cambiado frente a la personalidad reacia a contestar que había adoptado Aoko. -Pero no te vas a salir con la tuya. Cuéntame ¿Qué hizo Ka...?

-No le nombres por favor. -Le pidió con un tono hosco que remedió de inmediato al ver la expresión de culpabilidad de Keiko. -Lo siento... Yo... -Giró nuevamente su cabeza a la ventanilla. -No quiero oír su nombre. -Estaba dolida, el pecho le oprimía la necesidad de entender el significado de las pocas palabras que Kuroba le intentaba decir. No, no hay explicación para ello ¿verdad? Lo hacía para burlarse de ella como lo llevaba haciendo desde que eran unos críos. Era eso, no había otra cosa. No podía haber otra cosa...

-Debe haber sido algo grave.

-Lo es. -Se limitó a contestar.

-¿Le perdonarás?. -Keiko encendió el calefactor, esa noche era bastante helada comparada con las otras. El aire sofocante provocó en Aoko una sensación de bienestar, estaba congelada. -Siempre lo haces... -Agregó al notar que ella no se había inmutado por su pregunta.

-No quiero hablar de ello Keiko. -Le dijo mientras sentía que su teléfono vibraba dentro de su cartera. Pensando que podría ser su padre, lo buscó a tientas sin dejar de mirar la noche, que extrañamente, no tenía ninguna estrella. Tomó el aparato en sus manos y vio la pantalla, el nombre que menos quería ni leer, ni escuchar estaba ahí: "Llamando: Kaito Kuroba". -Imbécil. -Murmuró al cerrar el celular para volver a esconderlo en lo más profundo de su bolso. No le iba a contestar, que idiota de su parte pensar que lo haría.

Shinichi jugaba con el balón de fútbol en una esquina del recibidor, era la única manera que tenía para relajarse cuando se sentía abrumado y preocupado. Heiji, por otro lado, se paseaba de un lugar a otro con la mirada clavada en el suelo y reoliéndose el cabello como señal de confusión. Ninguno de los dos articulaba palabra alguna, llevaban tres horas esperando que Kaito volviese a casa, no tenían ninguna noticia de él y era exasperante para ambos no saber que había ocurrido con ellos.

-Cuando Kaito llegue le golpearé... -Refunfuñó Heiji molesto.

-No me esperaba menos de ti Hattori. -Murmuró Shinichi concentrado en hacer botear el balón sobre su pie derecho.

-Pero es que... ¿Cómo es posible que no se le haya ocurrido esconder el monóculo? ¿Porqué lo traía encima? Es que...! Arghhh! -Frunció el ceño como gesto de frustración. -¿Es un tarado o qué?

-Ponte en el lugar de él. -Kudo dejó de dominar la pelota, para dirigirse a él con su característica mirada. -¿Te daría el tiempo para pensar en ello? Estaba demasiado preocupado, necesitaba llegar lo más rápido posible. Es más, creo que fue bastante valiente en presentarse en ese estado, tenía una herida en el hombro y ni siquiera se lo ha tratado. ¿Cómo es que pensaría en que ese objeto lo delataría?

Heiji se quedó en silencio meditando las palabras del detective del este. Por una parte tenía razón, el hecho de estar nervioso por llegar a la mansión Kudo hizo que pasara por alto cosas esenciales, pero él era Kaito Kid ¿no?.

-Nakamori no dejó que Kaito se explicase... -Le relató Shinichi, rememorando lo ocurrido hace unas horas. -Por un momento pensé que... -Se detuvo, ¿sería posible que ellos habrían pasado por algo parecido?. Podría ser que él, Shinichi Kudo, en su vida que no recordaba, le había escondido algo importante y que le ocasionó una tristeza inmensa a Ran?

Heiji alzó su rostro extrañado de que Kudo se hubiese detenido.

-¿En qué pensaste Kudo?. -Le preguntó dudoso.

-En que quizá yo le hice algo similar a Mouri... -Shinichi suspiró profundamente. -Cuando ellos estaban discutiendo... Nakamori dijo una frase que yo ya había escuchado antes.

-¿En serio?. -Hattori abrió los ojos un poco asombrado por esa noticia. ¿Shinichi había recordado parte de esa conversación?. -¿No recuerdas nada relevante? Aunque sea sólo un poco... -Shinichi no dijo nada. -Sé que está mal que te pida esto y que encontrarás que estoy siendo inconsecuente con lo que te he dicho antes, pero... Si pudieras recordar... Te será más fácil en el futuro... No sé.

Se masajeó la sien con suavidad, quería que los recuerdos volvieran a él, pero los dolores de cabeza le iban y venían cuando menos se lo esperaba.

-Me dijo algo así como: "No puedo creer que no me hayas contado todo esto." -Shinichi cerró sus ojos conteniendo las ganas de gritar otra vez, el dolor agudo le había pillado desprevenido. -Después yo intentaba hablarle, pero se escapó, me dio la espalda y salió corriendo... No recuerdo nada más.

El de Osaka se quedó impresionado por el avance de su amigo. No pudo evitar que una sonrisa nostálgica se asomara en sus labios.

-Está bien Kudo. No te sobreexijas.

-Es que de verdad quiero recordarla... -Murmuró con un leve tono rojizo en sus mejillas, cosa que Heiji se percató casi al segundo.

-¡Ja! Se te vino un corto recuerdo de ella y ya la tratas como siempre. -Se burló. Shinichi le dirigió una mirada molesta, pero cargada de verguenza. -¡Qué bien! -Exclamó dejando a Kudo perplejo. -Mouri ha sufrido bastante contigo.

-¿A qué vino eso?. -Le preguntó frunciendo el ceño.

-¿Eh?. -Se había dado cuenta que había metido la pata hasta el fondo. -Nada, nada de nada.

-Dímelo Hattori.

-Nada Kudo...- Repitió un poco temeroso. -No te preocupes, mientras más interactúes románticamente con Mouri, te vendrán recuerdos que has vivido con ella. Después todo será mucho mejor. Recordarás a Miyano y a los Hombres de...

-¿Hombres? -Repitió alzando una ceja..

-Nada. -Dijo otra vez. (¿Es que no me puedo quedar callado?) Se recriminó así mismo.

-Omitiendo lo último... Sólo espero que no les haya pasado nada... -Habló Shinichi sentándose al lado del moreno, volviendo a retomar el tema de Kaito y Aoko. -¿Le has llamado al teléfono móvil?

-Ya sabes que cuando Kaito se pone así no contesta a nadie... Además a veces sonaba ocupado...

-Espero que esté hablando con ella... -Shinichi suspiró y se acomodó un poco en el sillón. -Me quedaré despierto toda la noche a esperarlo ¿te unes a la velada?.

Hattori sonrió desafiante ante la propuesta de él.

-Claro amigo. Kaito no tardará en llegar y tenemos que estar aquí para él.

La fría noche no era nada comparado con lo helado que estaba su interior. La herida sangraba cada vez menos, ya que se habia creado con el dorso de su camisa, un torniquete que detenía un poco el fluído. Le dolía, no la herida, le dolía el corazón. Se sentía destrozado, los últimos acontecimientos que había vivido todavía no eran asimilados y lo peor es que él era el culpable de todo.

Kaito encontró una banca frente a un parque. No dudó ni dos segundos en ir allí a sentarse para pensar en lo que haría ahora. El viento y la solitaria luna creciente eran sus únicos acompañantes, porque ahora sí que se sentía solo. Mientras se encaminaba con paso lento a la banca sacó su teléfono móvil del bolsillo. Aoko no había contestado ninguna de sus llamadas, era bastante obvio que ella no respondería, pero no perdía nada en intentarlo.

Finalmente se sentó en la banca, la cabeza la apoyó en el respaldo y la dejó vencida hacia atrás. ¿Qué haría ahora? Si Aoko le perdonaba todo volvería a hacer como antes, era capaz de hacer cualquier cosa para que ella le diera una nueva oportunidad. Dejaría de ser Kid si ello le hacía feliz, aunque eso conllevaría a no cumplir lo que él mismo se había propuesto como venganza a favor de su padre. Pero... ¿Qué pasaría si no le perdonaba? No podría vivir con ello. Su vida ya no tendría sentido, estaba ligado a ella de todas las maneras posibles. De hecho, de sólo pensarlo hizo que el dolor se volviera a extender por todo su cuerpo y la herida del hombro no tenía nada que ver con eso.

-Esto no puede estarme pasando... -Murmuró a la noche. Tenía ganas de gritar de rabia. Él debió haberle contado todo eso, ¿Porqué se había enterado de esa forma tan cruel? ¿Porqué Hakuba había intervenido? ¿Qué tipo de persona es esa que hace sufrir a su amiga?. -Cómo es que se me olvidó algo así... -Agregó al recordar en cómo había sido descubrierto.

-¿Kaito? -Esa voz femenina volvía a aparecer para hacer de su situación algo mucho peor.

-No quiero hablar contigo ahora Akako... -Le respondió con la voz derrotada.

-Eso ya lo sé. -La bruja se acercó para sentarse a su lado. -¿Quieres compañía?

Sí, necesitaba estar con alguien, pero la última persona con la que quisiera estar acompañado sería Akako Koizumi.

-No...

-Kaito sé que no soy la persona perfecta para estar contigo esta noche. De verdad que siento mucho lo que ha ocurrido hoy, pero...

-Déjate de mentiras. -Le bufó enojado Kaito. Estaba bastante sensible a los cambios de humor. Lo que menos quería escuchar era una sarta de mentiras sentimentales de parte de alguien tan desquiciada como ella.

-Lo intenté de evitar por todos los medios... -Continuó como si nada con una extraña voz melosa. -Quizá no con las intenciones debidas, pero... siempre he querido protegerte...

-Ya cállate.

-Lo que te digo es en serio. -Que él la ignorara era algo que venía soportando hace años y aunque él y mucha gente pensaran que no tenía sentimientos, si los tenía y eran dirigidas sólo a ese chico que estaba sentado a su lado, con el rostro descompuesto y con una mueca de disgusto.

-Lárgate. -Le espetó casi con un hilo de voz.

-Kaito...

-¡¿Es que no lo entiendes?. -Finalmente había explotado. -¡Aoko no va a perdonarme NUNCA! ¿Entiendes lo que es eso? ¿Lo entiendes? ¡Yo no puedo vivir si no estoy con ella!. -Unas lágrimas se le estaban asomando en sus brillantes, ahora apagados, ojos azules. -¡No sabes lo culpable que ahora me siento! ¡Si hubiera sido más sincero con ella, nada de esto habría pasado!. -Akako le miró a los ojos impactada. ¿Kaito estaba conteniendo las ganas de llorar?. -¡Tú nunca lo entenderías! ¡Tú nunca has estado enamorada!. -Le gritó fuera de sí, respiró antes de seguir hablando, tenía que tranquilizarse. -Ahora te pido que me dejes solo... ¡No necesito el consuelo de nadie! Y mucho menos de alguien tan loca como tu ¿me oyes? Ya me has hecho la vida imposible ¿Estás feliz? Ya nos has separado ¿Contenta?. -No estaba pensando para nada en lo que le estaba gritando a la bella mujer que estaba a su lado, pero no le importaba, por lo menos le había servido para no sentirse tan ahogado.

Entonces fue cuando Akako se puso de pie con la mirada sombría y le propinó una cachetada con todas sus fuerzas a Kaito.

-¡CÓMO TE ATREVES A GRITARME ESA CANTIDAD DE COSAS!. -Exclamó furiosa, pero su voz estaba llena de pena. -¡Tú tampoco entiendes como me siento!. He hecho casi lo imposible para que te fijes en mi... -Kaito se había quedado con la cara volteada por el golpe, sus ojos abiertos a más no poder. -Pero siempre estaba Aoko para ti ¿Qué tiene ella que no tenga yo? ¡Mírame!. -El chico no obedeció. -¡Házlo, mírame!. -Koizumi le tomó la cara con ambas manos para girarlo, en el momento justo para ver como las lágrimas del chico resbalaban en cámara lenta por sus pómulos. -Kaito... Eres un tonto... -Sin previo aviso lo acercó y le abrazó con fuerza.

Kaito se había quedado estático ante el fuerte abrazo de consuelo que ella le estaba dando. Se sentía extraño. Porque hace mucho tiempo que no lloraba, la útlima vez que lo había hecho fue en el funeral de su padre y eso ocurrió hace más de diez años. Pero ahí estaba, sollozando como un niño pequeño en los brazos de una mujer, que a pesar de todo, quería que Kaito fuese el de siempre.

-Tengo que irme. -Kuroba la apartó con suavidad, se secó con la mano buena las pocas lágrimas que había derramado.

-¿Me prometes que estarás bien?. -Le preguntó Koizumi tiernamente.

-Supongo. -Le habló indiferente. -Vete a casa, es muy tarde.

-Lo que más me preocupa eres tú.

-No tienes porqué preocuparte Akako, métete en tus asuntos.

-Puedes pedirme cualquier cosa. -Se puso de pie en el momento en que él lo hacía.

-Adiós. -Kaito comenzó a arrastrar sus pies, dejando a una Akako abrazándose así misma con sus ojos abnegados también en lágrimas amargas.

-Estúpido... No tienes idea... -Murmuró con una sonrisa a la silueta del joven.

-¡Kaito!

-¡Kuroba!

Shinichi y Heiji le abrieron la puerta a su amigo, el chico no había dicho absolutamente nada en señal de saludo, ya que apenas hubo entrado, se había desmayado.

-Está helado... -Kudo se había acercado para tocarle la frente cuando lo recostaron en el sillón, después de haberle vendado como era debido esa horrible herida que llevaba en el hombro. -Pero... ¡Mira qué hora es!

-Son las cinco de la madrugada. ¿En dónde habrá estado para llegar así?. -Preguntó Heiji mientras lo tapaba con unas frazadas que había sacado de unas de las habitaciones de la mansión.

-Dando vueltas pensando en lo que hará de seguro. -Contestó Shinichi preocupado. -Parece que no pasó nada bueno. Creo que Aoko no va a escucharle.

-La llamaré para explicarle...

-No...

Heiji se detuvo para escuchar la voz áspera de Kaito que había hablado.

-Kaito...

-No se preocupen chicos, este problema es mío. -El mago intentó sentarse, pero el hombro izquierdo, que estaba mejor vendado gracias a que Shinichi sabía algo de primeros auxilios, le impedía acomodarse como quería. -Debo solucionarlo por mi mismo.

-Pero...

-Ya déjate Heiji, que te pones pesado. -Se burló riendo Kaito. Shinichi le miró frunciendo el ceño, algo que si caracterizaba a Kaito y lo sabía porque lo conocía hace bastante tiempo, es que siempre le encantaba relajar el ambiente a pesar de que dentro de él podría estar sufriendo terriblemente. Sabiendo las expresiones preocupadas de sus amigos intentó evadir las preguntas. -¿Y qué pasó cuando me fui? ¿Algo interesante?. -Preguntó con una voz animada dejando a Hattori descolocado.

-No... Estábamos todos preocu...

-¡Buuuu!. -Kaito hizo un puchero interrumpiéndole a propósito, no quería sacar el tema de lo sucedido con Aoko. -Y yo que pensaba que sí había ocurrido algo interesante. ¿No golpeaste a Hakuba por mi?. -Preguntó dirigiéndose más al moreno que a Shinichi.

-No, pero las ganas no me faltan. -Finalmente Heiji decidió seguirle el juego. Kaito hablará de lo ocurrido cuando esté preparado. -Si no fuera porque Kudo me detuvo, lo hubiera hecho papilla.

-Algún día lo mataremos entre los dos. -Dijo Kuroba sonriendo. -¿Shinichi? ¿Cómo está Ran?

-¿Qué?. -Esa pregunta no se la esperaba, digamos que él aun no le creía la actitud positiva que había adoptado su amigo mago.

-No te hagas...

-Que no ha pasado nada. -Respondió serio.

-Qué falso. -Intervino Heiji con voz picarona. -Le estuvo coqueteando Kuroba...

-¡Mentira!. -Exclamó con la voz de una mujer emocionada, provocando que se asomara una sonrisa en Shinichi. -¡Cuéntame, cuéntame! ¿Coqueteando el pillín? ¿No habías olvidado esas viejas tácticas de sonrisas misteriosas y miradas penetrantes?

-¿De qué están hablando par de idiotas?. -Le espetó a ambos Shinichi sin poder controlar que los colores volvieran a subirse cada vez que nombraban lo sucedido con Ran.

-"No te preocupes, estaré bien". -Relató Heiji con una pobre imitación de la voz de Shinichi, provocando las risas de Kaito. -Tan cursi que me saliste Kudo.

-¡Que no fue así!. -Exclamó avergonzado.

-Por lo que veo, creo que fue así. -Habló Kuroba riendo. -Me alegro de que las cosas entre ustedes dos mejoren un poco, aunque sea un poquito. -Shinichi y Heiji se dirigieron miradas culpables y Kaito se fijó en eso al instante. -¡No se preocupen! Pronto todo será como antes, lo prometo. -Aseguró con su mejor sonrisa.

-No sé ustedes pero yo estoy muerto de sueño. -Agregó Heiji mientras daba un laaaaaargo bostezo. -¡Nos vemos mañana! -Acto seguido comenzó a subir las escaleras con paso cansado.

-¿Kaito?

-¿Qué pasa Shin?.

Shinichi le miró fijamente, en los ojos de Kaito no había señal de lágrimas ¿Sería posible que el chico no hubiera sentido pena? ¿O es que era un gran actor para poder aparentar estar bien?

-¿Estás bien, cierto?. -Kaito cabeceó con el gesto de "Aquí vamos de nuevo". -Quiero decir, debe ser algo fuerte para ti que todo esto haya ocurrido de una forma tan...

-Te lo repito amigo, la única persona que me preocupa eres tú. ¿Cuando esa cabecita va a volver a descifrar códigos?. -Kaito le miró risueño ante la expresión neutra que Shinichi había adoptado. -No quiero decir que no tengas talento para el fútbol, pero tus deducciones eran geniales.

-No me cambies el tema.

-¿Qué? ¡No lo hago!. -Shinichi alzó una ceja vacilante cargada de ironía. -Ya arreglaré las cosas con Aoko. Todo estará bien.

-Eso espero... Mira que no quiero ver a mis amigos separados.

-Que no...

-Entonces me voy a dormir un poco. Esperar a que volvieras fue un trabajo arduo también. -Bufó Shinichi mientras se restregaba los ojos que se le caían de cansancio.

-Ya, ve a dormir. ¡Buenos días!

Shinichi rió por la ocurrencia del mago mientras le daba la espalda para subir las escaleras.

-¿De verdad que no quieres subir a tu habitación? -Le preguntó antes de pisar el primer peldaño.

-No, no... -Kaito hizo una mueca al moverse. -Tengo todo el brazo izquierdo entumecido, y ya me acomodé. No me dan ganas.

-Entonces duerme bien.

-Gracias.

Cuando Shinichi hubo desaparecido de la vista Kaito soltó un profundo suspiro. Por lo menos ahora no se sentía tan solo.

-¿Ran?

-¿Qué pasa ahora papá?

-¿Adonde vas tan temprano?. -Ran corría de un lado al otro mientras se cepillaba su larga cabellera y se preparaba el desayuno. Kogoro sentado frente al televisor la seguía con la mirada.

-Voy a salir a entrenar karate. -Mintió guardando su uniforme blanco dentro de un gran bolso.

-¿Y para eso llevas esos dos buzos más?. -Preguntó sarcástico al ver el contenido deportivo que Ran estaba empacando.

-Es que quedo toda sudada papá. -Le contestó Ran llevándose una tostada a la boca. Fue cuando una bocina se escuchó afuera. -Mmmm...-Tragó con dificultad. -Ya ha llegado, nos vemos.

-¡Hey! ¡Espera!. -Kogoro le agarró una de sus manos para evitar que saliera. -¿Qué es lo que estás haciendo?

-¿Haciendo de qué?. -Ran frunció el ceño peligrosamente. Cualquier persona que fuese observada de esa forma se alejaría unos metros antes de encararle. Algo que sí le molestaba era que le interrogaran. -No me digas que empezarás con tus...

-Ran. ¿Quién es ese tipo que viene a buscarte?

-Es un amigo.

-¿Amigo?. -Kogoro alzó una ceja dudoso. -Yo más bien veo que es un pretendiente.

-Es un entrenador. -Ran la miró desafiante para evitar más preguntas.

-No te estarás enamorando de ese hombre ¿verdad? Porque es mayor que tú. Además ya tuve bastante al soportar tu noviazgo con ese detective de pacotilla. Que a todo esto ¿Porqué ya no viene él a visitarte?

Ran se quedó helada en la entrada de su casa. La bocina volvió a sonar, gracias a ello fue lo que le hizo reaccionar.

-Nos vemos papá.

Bajó las escaleras rápidamente, aun podía oír la voz de su padre gritándole cosas. Cuando llegó a la acera ahí estaba esperándole el auto deportivo rojo de Takeshi Akai.

-¡Hola Mouri! ¿Qué tal?. -Le saludó mientras le abría la puerta del copiloto.

-Bien, bien ¿y tú?

-Lo de siempre. Esto de ser del FBI no te da noticias novedosas. Atrapamos a un par de tipos, detuvimos a unos cuantos y asesinamos a algunos. Nada nuevo. -Hechó a andar el coche para dirigirse a un nuevo lugar de entrenamiento.

-¡Qué emocionante!. -Exclamó sarcástica Ran riendo animada. Esa risa le dejó un poco descolocado ¿Había pasado algo que se hubiera perdido?

-¿Qué te pasó Mouri?

-La esperanza es lo último que se pierde ¿no? -La joven sonreía feliz. Bajó el vidrio de la ventana para que el viento le llegara en el rostro. Akai no pudo evitar notar que esa chica tenía una bella sonrisa.

-Si, supongo que es verdad. -El chico miró hacia al frente. -Hoy será un día especial.

-¿Porqué?. -Preguntó la karateca con una expresión asustada.

-¿Porqué pones esa cara? -Cuestionó a su vez al apreciar que la agradable sonrisa se había ido.

-No lo sé. -Ran se encogió de hombros, estaba de muy buen humor ese día. Lo ocurrido con Shinichi la pasada noche le había subido el ánimo. Fue cuando recordó lo sucedido con Kaito y Aoko. -¡Ay no!. -Exclamó preocupada asustando de sobremanera al conductor.

-¿Qué te pasa Mouri?

-¡Tengo que llamarla! -Sacó su teléfono celular y buscó entre sus contactos el número de su amiga Aoko y lo apretó para llamar.

-"El teléfono que usted ha marcado se encuentra fuera de servicio..." -Ran miró el aparato molesta. -¿Pero qué...?. -Volvió a marcar, pero la contestadora volvió a decir lo mismo. -¿Fuera de servicio?

-A lo mejor lo ha apagado. -Explicó Takeshi con voz seria.

-Necesito saber qué ha pasado. Kazuha, que se ha quedado en casa de Sonoko, me llamó temprano para preguntarme, pero no sé más que ellas. No me queda opción. -Buscó nuevamente en los contactos y se detuvo en el nombre: "Casa Shinichi". Dudó en apretar el botón verde de llamado. ¿Pero qué le pasaba? Sólo quería saber si Aoko y Kaito estaban bien.

-¿Llamarás a Kudo?. -Le preguntó con intención clara de molestarla.

-No me queda opción. -Repitió con su cara enrojecida. Reunió valor y marcó.

-¿Si?

-Ehmmm... ¿Shinichi?

-Ah no, Ran. Hablas con Kaito. -Ran al otro lado del teléfono casi se desmaya.

-¡KAITO!. -Kuroba ya se esperaba una reacción así de parte de ella, había alejado el auricular de su oído. Además ya sabía de antemano lo que le preguntaría a continuación. -¿Y Aoko? ¡Dime! ¿Cómo está Aoko?

El mago había agachado su cabeza un poco, su mirada se había ensombrecido. No tenía la más mínima idea de cómo estaba Aoko.

-No lo sé Ran. -Mouri percibió el tono lastimero de su voz. Algo bastante extraño en alguien tan alegre como él. -Pero apenas sepa algo no dudaré en avisarte.

-¿La has llamado?

-Si, muchas veces, pero no me contesta. Lo intenté esta mañana denuevo y me dice que está fuera de servicio. -Explicó Kaito tratando de darle poca importancia.

-Si, yo también intenté comunicarme con ella y me pasó lo mismo... -Kaito notó que la chica titubeaba al otro lado de la línea. -Ehh ¿Kaito?

-¿Si?

-Ehh. ¿Cómo está Shinichi?. -Akai a su lado del automóvil no pudo evitar soltar una risa, Ran le dirigió una mirada envenenada.

-Bien, bien. Aun está durmiendo ¿Quieres que le despierte?. -Preguntó con voz picarona.

-¡No! No le molestes. Ehh... Bueno, me despido. Por favor cualquier cosa...

-Si, te llamo.

-Gracias Kaito. ¡Cuídate!

-Tu también Ran. Adiós.

-¡Adiós!

Kaito colgó el auricular con la mirada apenada. ¿Sería bueno ir a dar una vuelta por la casa de Aoko?

-¿Quién era? -El susto por escuchar la voz de Kudo casi le provoca un infarto.

-¡NO HAGAS ESO!. -Le gritó con la mano en su pecho, el corazón le latía a mil por hora.

-Pero si es algo que tú haces siempre. -Se mofó Shinichi. -¿Cómo amaneciste?

-Mejor. Creo que lo del hombro es para largo. -Habló Kuroba mirando con desprecio la venda que cubría esa sangrante herida.

-Si te la hubieras tratado a tiempo no se te habría infectado tanto. -Le retó el detective mientras se dirigía a la cocina. -¿Quieres un café?

-No, gracias. Ya me voy.

Shinichi estaba poniendo el hervidor cuando escucho esa contestación. No pudo evitar sorprenderse.

-¿Adonde vas?

-Iré a darme una vuelta por la casa de Aoko. Quiero ver como está.

-¿Eres masoquista o qué?. -Le recriminó el chico colocando, a las tostadas que se había hecho, un poco de mantequilla. -¿No sería mejor que dejaras pasar los días para que las cosas se tranquilicen un poco?.

-Esperar no es algo que se me dé demasiado bien. -Kaito sonrió ante la mueca de Shinichi. -A todo esto ¿Heiji sigue durmiendo?

-No se porqué lo preguntas si la respuesta ya la sabes. -Dijo sarcástico el detective del este. -Al final ni me respondiste ¿Quién llamaba?

-¡Ah si! El amor de tu vida.

Shinichi que justo estaba colocando el agua hervida en una taza derramó parte del agua sobre la mesa al oír eso. Kaito comenzó a reírse por la torpeza demostrada de su amigo ante situaciones relacionadas con el amor.

-¡¿Estúpido? No digas esas cosas cuando uno tiene cosas calientes en las manos...

-Pero es que es la verdad. Era Ran la que llamó. -Se explicó encogiéndose de hombros. -¿Te quemaste?

-No, no... -Shinichi ya estaba secando con un paño el agua que había tirado sobre la mesa. -¿Y qué es lo que quería?. -Preguntó controlando el entusiasmo repetino que le surgió por saber.

-Saber si habías soñado con ella... -Soltó Kaito riéndose.

-¡Dime la verdad!. -Le gritó con el rostro encendido, una mezcla de enfado y timidez.

-Es que había intentado comunicarse con Aoko y no pudo. Quería saber si nosotros lo habíamos logrado. Es por eso que quiero ir a ver a su casa.

-Entonces no te entretengo más. -Kudo por fin había terminado de prepararse la taza de café, a lo que le dio un corto sorbo. -No olvides avisarnos...

-Si, si. -Kuroba se puso de pie lentamente. -Oye, era en serio que Ran preguntó por ti, quería saber si estabas bien...

Shinichi se quedó paralizado con la taza sobre sus labios. Ahí estaba denuevo esa chica haciendo de las suyas. ¿Cómo podía lograr que se pusiera tan nervioso?. Eran esos momentos donde más quisiera recordar las experiencias que había vivido con ella.

El timbre sonó una sola vez, provocando que los pensamientos de Kaito y Shinichi se interrumpieran.

-¡Voy! -Kuroba abrió la puerta para dar paso a Shiho Miyano con la maleta de siempre.

-Ya saben a lo que vengo. Asi que no quiero preguntas.

-Me termino el café y lo hacemos...

-¡Uyy! ¿Qué van a hacer?. -Se burló Kaito provocando que Shinichi frunciera el ceño colorado por la osadía y la manera que tenía para malinterpretar las cosas. Shiho no se inmutó ante el comentario.

-Madura Kuroba. -Le soltó la científica.

-Ya, ya... Pero madurar no tiene nada de divertido. -Kudo aun lo mirada amenazadoramente. -Ya me voy, ya me voy... Les dejo para que hagan sus "cosas".

Shinichi no alcanzó a soltarle nada porque ya se había retirado.

-Ya sabes Kudo. Muestrame tu brazo. -Le dijo Shiho sentándose en el sillón.

-Antes que me inyectes eso. -Shinichi se acercó un poco para hablarle. -Quisiera agradecerte por lo de anoche. Sé que no tenía ningún derecho en pedirte que mintieras para encubrir a Kaito. Así que... gracias... -Miyano se guardó el comentario desagradable que iba a hacer, así que se limitó a encogerse de hombros como respuesta. -También quería pedirte perdón por lo ocurrido la vez pasada, no debí haberte gritado esas cosas...

Shiho se había quedado de piedra. ¿Kudo le estaba pidiendo disculpas? Bien, digamos que eso es algo bastante extraño, porque solo estaba acostumbrada a escuchar sus agradecimientos cada vez que le daba el antídoto temporal y de eso ya meses.

-Ehh... Si, si. -Shiho dirigió su vista hacia otro lado. Sabía que Kudo estaba talandrándola con la mirada. ¿Es que no se daba cuenta lo que provocaba con sus ojos cuando miraba de esa forma a la gente?. -Yo también te debo disculpas...

-¿Porqué?. -Cuestionó Kudo llevándose una grata sorpresa al descubrir que esa científica no era tan fría como se la había imaginado.

-Yo tampoco fui delicada Kudo. -Miyano no se atrevió a mantenerle la mirada. No podía hacerlo sabiendo que él estaba completamente atento a lo que ella le estaba diciendo, cosa que antes, no ocurría con cosas tan triviales, sólo le tomaba una verdadera atención si lo que anunciaría tenía directa relación con los Hombres de Negro o del antídoto para la droga.

-Ah... -Shinichi rió un poco. Esa risa provocó que Shiho se estremeciera, Kudo casi nunca reía de esa forma estando ella presente. -Bueno... Me has ayudado siendo que yo no te he recordado. Sé que quizá podría haber olvidado a Mouri, por mi relación de noviazgo que "tengo" con ella. Pero no me cabe en la cabeza la relación que tengo contigo. ¿Fuimos pareja también?. -Le preguntó con un tono de voz inocente.

Miyano comenzó a reírse. Este Kudo era tan diferente al anterior en algunos aspectos.

-No. Amigos. Compañeros. Eso éramos, quiero decir, somos. -Fue cuando se dio cuenta que él sería inalcanzable aunque hubiera olvidado a Mouri de esa forma tan repentina. Él estaba predestinado a estar con esa mujer, y no con ella. -Ya acércate que tengo más cosas que hacer que escuchar tonteras de parte tuya.

Shinichi se sentó a su lado y levantó la manga de su camisa para que ella pudiera inyectarle ese líquido verde claro y llamativo. Quizá ella tenía otros recuerdos que también necesitaba tomar en cuenta. Ella también era importante.

-Papá quiero informarte una decisión que he tomado.

Aoko se había sentado frente a su padre en la pequeña mesa de la cocina. El Inspector le dio un largo sorbo a su café sin azúcar, tenía unas ojeras tremendas debido a lo poco que pudo dormir por el fracaso de atrapar a Kid, aunque también había celebrado hasta las tantas de la noche porque había impedido que robara la joya.

-¿Qué decisión?. -Pero se respondió así mismo a ver que Aoko estaba mascando su tostada con mermelada. -¡Ya sé! Te unirás a la comisaría y me ayudarás a atrapar a ese maldito ladrón. -Aoko dejó de masticar, cada vez que escuchaba hablar de Kid se imaginaba de inmediato a Kuroba.

-No... -Le respondió Aoko con la voz golpeada. -Ya te he dicho muchas veces que quiero estudiar.

-Todavía no me explico que quieras ser profesora de Educación Física. -Le espetó molesto por no haber atinado en ello. -Ser policía es entretenido...

-Ya te he dicho que no quiero. -Dijo denuevo Aoko cansada. Ya llevaba los últimos meses negándose a la oferta de su padre de alistarse en su departamento. No estaba segura tampoco si era eso lo que quería estudiar, pero sabía que la vocación estaba en enseñarle a los niños.

-Entonces... ¿De qué decisión me hablas?. -El padre miró los ojos de su hija, lo único que podía encontrar en ellos era determinación.

-Quiero irme del país.

-¡¿QUÉ ESTÁS DICIENDO AOKO?. -Exclamó poniéndose de pie repentinamente, provocando que la silla en la que estaba sentado se volteara.

-Quiero estudiar afuera... -Repitió seria. -No quiero quedarme encerrada en Japón.

-Tu no tienes mi permiso para irte a ninguna parte. -Bufó frunciendo el ceño, no permitiría que su hija lo abandonara. -Además ¿Has hablado con Ka...?

-No creo que a él le importe mi futuro. -Le interrumpió ella sabiendo que le nombraría a él. - Y ya tengo la mayoría de edad papá, supongo que ahora puedo hacer lo que me da la gana ¿no?

-Pero Aoko... No sabes lo que eso significa. Necesitarás un hogar... A todo esto... ¿Cómo...?

-Lo tengo todo solucionado papá, lo he conversado con él esta mañana.

-¿Con él...? -El Inspector se rascó la cabeza, no entendía a quien se refería. -¿Te vas con Kai...?

-Me iré con Hakuba Saguru... -Su padre no entendía que ella no quería que le hablase de Kuroba ¿o qué?

-¡¿Te irás a Inglaterra?. -Exclamó sorprendido.

-Él me ofreció estadía en su casa en Londres. -Aoko le sonrió tratando de darle un poco de tranquilidad a su padre que tenía los ojos como platos. -Sé que es una decisión repentina... Pero te prometo que serán solo unos meses... Necesito despejar mi mente y en Tokyo no lo podré hacer...

-Pero irte tan lejos para "despejar tu mente"... ¿Porqué no te vas a una ciudad más alejada de Tokyo y listo? ¿Es que quieres dejarme botado tan pronto?. -Le cuestionó con tristeza de saber que su pequeña niña ya estaba grande.

-Oh papá, no seas tonto. Te escribiré dos veces a la semana si quieres. -La joven Nakamori le tomó una de sus manos con afecto. -No puedo estar aquí, ya lo entenderás si se da la oportunidad.

-Pero Kai...

-Papá...

Fue cuando se dio cuenta, algo había pasado con Kaito que había provocado que su hija actuara de esa forma tan extraña en ella. Nunca antes había tenido tantas ganas de irse de Japón ¿Qué había ocurrido entre ellos dos?

-¿Qué pasó con él?. -Había entendido por fin que Aoko no quería escuchar su nombre.

-Nada... -Le respondió ella con la voz dura otra vez. -Era eso lo que quería decirte. Me iré en unos días. Hakuba me prometió que haría el papeleo lo más pronto posible.

-¿En unos días?

-Entre más pronto me vaya más pronto volveré. -Le dijo la chica antes de ponerse de pie. -Iré a ordenar mis cosas. -Vio que su padre se sentaba nuevamente luego de colocar la silla en su posición y bajaba la cabeza hacia adelante. Esa noticia no le había caído muy bien. -Siento mucho hacerte esto papá... Pero es algo que yo necesito. Perdóname. -Acto seguido, subió las escaleras rápidamente para encerrarse en su habitación que se encontraba desordenada, ya que había comenzado a clasificar la ropa que se llevaría.

¿Estaba bien lo que había decidido? Sabía interiormente que estaba actuando como una cobarde al escaparse de ver a Kaito, pero no quería seguir gritándole tantas barbaridades cada vez que le veía y todavía era muy reciente lo que había pasado. Prefería alejarse para pensar bien las cosas... Se apoyó en la pared soltando un suspiro profundo. ¿Porqué Kaito no le había contado? ¡Era Kaito Kid! ¡La persona que más odiaba era al mismo tiempo la persona que más amaba! ¿Cómo se sentiría uno si eso ocurriera?

Se acercó a unas de las cajas que había dejado encima de su cama. Había un álbum de fotos que no se atrevió a abrir. Sabía que estaría plagada de imágenes con Kaito y ver su rostro sonriente junto a ella no era algo que la ayudara a pensar en lo que haría. Se sentó con lentitud y cayó rendida sobre el colchón. Recordó la conversación que había mantenido con Saguru esa mañana.

Flash Back~

-¡Vaya!. -Hakuba se cruzó de brazos alzando una ceja sarcástico. -No sabía que tenías tantas ganas de conocer Londres Aoko. Y yo recuerdo que te he invitado numerosas veces a pasar las vacaciones allá. ¿Qué te hizo cambiar de opinión?

Nakamori le miraba un poco avergonzada porque tenía razón eso de negarse una y otra vez a pasar algunos días en Inglaterra con él.

-Ya sabes el motivo, no preguntes... -Le bufó a su vez.

-Entonces me debes una especie de disculpa...

-¿Disculpa?. -Repitió ella con asombro.

-Tenía razón ¿no?. -Saguru se arrepintió de haber dicho eso, porque Aoko comenzó a soltar lágrimas que no había podido contener. -¡Perdóname Aoko!. -Se excusó de inmediato y se acercó para estrecharla en un fuerte abrazo. Por lo menos podía soltar un par de lágrimas con Hakuba. -De verdad, perdóname, no quise decirte eso... Sé que no fue la mejor manera de que te enteraras, pero se lo vine advirtiendo durante mucho tiempo... Él sabía que ésto pasaría y no se atrevió a contártelo. -Aoko aun mantenía el incómodo silencio. -Yo estaré aquí para ti...

-Gracias... -Nakamori le sonrió sincera mientras se secaba las pocas lágrimas que le quedaban. -Eres un gran amigo ¿sabes?. -Le dijo riendo. Saguru se habia dado cuenta al instante que ella no quería escuchar su nombre. -Es sólo que pensar en que son la misma persona... Kid se veía tan distinto a él... Yo... No podré mirarle a la cara nunca más.

-Aoko, escúchame. -Hakuba le levantó el rostro para poder observar con detenimiento esos ojos azulados vacíos. -Sé que debes estar sufriendo muchísimo por esto. Pero es una buena idea que despejes tu mente. Londres es una ciudad muy bonita y podrás hacer una gran cantidad de actividades para olvidar un poco lo sucedido. No te faltará nada. Yo haré todo el trabajo, tu solo preocúpate de ordenar tu equipaje que nos vamos en dos días más.

-¿En dos días?. -Aoko abrió los ojos asombrada, era en muy poco tiempo.

-¿Crees tu que podrás evitarle por más tiempo?. -Le preguntó Hakuba irónico. -Ambos conocemos como es él Aoko, no me asombraría para nada que esté escuchando atento esta conversación.

No pudo evitar arrugar sus facciones de sólo pensar que podría estar espíandola.

-Entonces tengo muchas cosas que hacer, como por ejemplo, explicarle esta decisión a mi padre, no sé como se lo tomará.

-Entre más pronto se lo digas mejor... -Saguru sonrió infundándole confianza ante el aire de ansiedad que ella desprendía. -Todo saldrá bien Aoko. Ya verás que habrá sido una buena decisión haber arrancado durante un tiempo de los problemas y de las preocupaciones.

-Si... Supongo que tienes razón. -Aoko se alejó un poco de Hakuba para observar su closet lleno de ropa. -Creo que tengo trabajo que hacer. -Abrió una de las puertas y una hilera de ropa se vino abajo provocando la risa de ambos.

-Me haré cargo de los pasajes...

-Te prometo que te devolveré todo el dinero... -Se apresuró a decir al escucharle eso.

-No te preocupes... -Dijo Hakuba haciendo una ademán con la mano quitándole importancia.

-En serio, te lo pagaré.

-Tómalo como un regalo de cumpleaños. Ya pronto tendrás 21. -Se mofó el detective inglés.

-¡Ya déjate de burlarte de mi edad!. ¡Ya sé que soy mayor que todos!. -Exclamó risueña mientras recogía uno de los cajones que se había volteado. Una fotografía se había separado de las demás. La giró y ahí estaba él. Ambos con el uniforme del Instituto, también estaban Akako, Hakuba, Keiko y Keisuke, todos sonriéndole a la cámara en el día de la graduación. Su expresión se ensombreció y su acompañante se dio cuenta de ello.

-¿Pasa algo Ao?. -Le preguntó preocupado acercándose hasta donde estaba ella inclinada.

-Nada. -Escondió la foto lo más rápido que pudo entre las ropas cuando sintió acercarse a su amigo. -Ya, déjame ordenar todo esto. Podré estar todo el día si no comienzo ahora.

-Si, tienes razón. Entonces nos vemos.

-Gracias denuevo Hakuba. -Le agradeció regalándole una sonrisa, que lamentablemente no era tan genuina como ella quería.

-De nada. -El rubio le sonrió con tristeza. Aun podía percibir el dolor de su amiga ante la verdad que había descubrierto la pasada noche.

-Adiós.

Fin Flash Back~

Sí, había tomado una buena decisión y no se arrepentiría de ello, porque era lo que necesitaba. No podía seguir pensando en la verdad que había sido ocultada durante tanto tiempo. No podía ni siquiera mirarle a la cara, a él... Era algo superior a sus fuerzas.

-Kaito... -Pronunció Aoko en voz alta, porque sabía que quizá, ese nombre, no sería escuchado de su boca en un periodo extenso.

Holooo!

Lo ùnico que puedo decir es ke lo siento muuucho? :D Al ver la peliculaaa (que aun la estàn dando xddd) No pude evitar subiir un capitulo que recien terminé :D Quería subiir este capítulo dedicandoselo a mi nee-chaan Saori *O* Que ha cumplido 17 añooos *O* De verdad tengo unas ganas tremendas de conocerle en personaaa ;D (me conformo en hablar con ellas puras estupideces xDDD igual con varias de akii xD) Pero espero que se de una vuelta por Santiago y ke me aviseeeee (L) Asi que este capitulo como regalooo (aunke atrasado no pude conectarme ayer u.u) Va para tiiiii!

: ajkajkaaja sisisis era Vermouth :D Ya verán lo que ocurrirá más adelante, pero prefiero no adelantar demasiado! Y es cierto! Espero que sigas siendo más expresiva con los reviews uno aveces malentiendeee Xddd Espero seguiir leyendote!

Saori nee-chan: Como ya dije este capitulo va para ti ¡ :D Morí como mil veces por la canción que escribirteee! Podremos hacer un duo y cantarlaa? (yo tengo la misma afinidad que Conan siirvee? xDDD) Lo de Shin y Ran quería hacer algo así *O* Extrañaba el contacto entre ellos asii kee tenía que hacerlo (ademas porkee AngelWTF me colgaba si no lo hacíaaa! xDD) Y Heiji siempre ahí para molestarloo, no sé porke creo que su personalidad nunca cambiará, me gusta ese morenazo extrovertido y sexy ;D Ahoraaa. Hakuba bipolaar? Puede ser (¿) Es que creo que tambien tiene planes en mente y no sabe como llevarlos a cabo ya verás por ké lo digo :D Asii que nee-chan espero que hayas disfrutado muucho tu cumpleañooos! (no es por nada pero Octubre es el mejor messs xDDD – Lo dice alguien que esta de cumple el mismo mes* xDD) Asi que te mando un abrazo de la distancia de nuestras regiones cuidate mucho y te adorooo *O*

The mystic poetry: ella siempre con sus reviews *O* ajakja siempre hacen alusi+on a Heiji! Porqué será? xD Espero que este capitulo te haya gustado asi ke nos leeemos :D

Sharaabsol92: Mori con eso de que si Kaito arregla las cosas no seria el mago del siglo sino del mileniiio! Y es ciierto! :D Pero las cosas se han vuelto peor u.u (soy malvada y qué? Xd Me emocionó saber que esta es una de tus historias favoritas! En seriio muchas graciiiias! *O* Asi que espero seguir leyendo la tuyaaaa! Pleaseee cuidate! :D

AngelWTF: Mi confidenteee! Xd Ya sabes porqué! 88 xDDD (L) Sé que esperabas algo de Shinichi y Ran así que lo agregué por ti en el capitulo anterior! Espero que este tambien te haya gustado! :D Y aparte del fic: Déjate de apoyarleeee! XDXD Tiene suna mala visión de él lo sabees? Xdddd Ya igual te adorooo *O* Aunke no paras d emolestarmeee xD Ojalá encontrarnos por ahí! Cuidatee y besitos! :D Gracias por apoyarme siempree!

Jess Hattori: La aprendiza de malvadaaa! (aunke no seas una Kudo xdd) Te ha gustado los recuerdos también? Que biiien! :D Siento que era necesario un poco de contacto aunke sea un pokiito *O* Y l de Kaito y Aoko ya veremos que pasaaa! Siento que estoy siendo un poco malvada peero bueh! xD Nos leemos pos y sigue con tu historiia que está buenisisima :D Saludos! ;D

Atual17: Uyy te entiendo la U es una mierdaa! Xddd Me demoré en actualizar por lo miismo! :D Pero me he salvado del acantilado? O aun sigo lanzandome otra vez en èl? XDD Pleaseee sigue tus historiiias! Date un tiempito aunke sea unos minuuutos! Es que quedé en ascuas! :D Ojalá que te haya gustado este capitulo tambiiien saludos y gracias por dejar tu comentario a pesar de tu escaso tiempo! :D

Lizzie Waldorft: UYYY! Perdonameee por robar el nombre de tu fic D: (te juro que no tenía ni las más minima idea de que "Remember Me" ya había sido utilizado D: (pero no te ha moloestadooo? U.u) Aunkeee me ha gustado saber que lo has leido desde el inicio! :D Y me halaga saber que te gusta como escribo (a mi me gustaria ser unnpoco mas sentimental pero lo seguiré intentando! :D) Gracias por darte un tiempo tambn para comentar y espero leerteeee saludooos!

Gracias a todo el mundo por ser tan pacienteee (he tardado mas d elo esperado DJ Asi que no me queda más que decir FELIZ CUMPLAÑOS NEE-CHAN MALVADA OCULTA EN LAS SOMBRAAAS! (Aunke quieres agregarle "latera de reviews" leì por ahì xD) Gracias por ser como eres y espero conocertee! Saludos tambn a los ke leen y siguen la historia pero no comentaaan! Ojalá dejar un rastro de que lo haceen! :D Besiitos y graciiias!

Miina Kudo :3