N/A:
Este es mi primer ficción. Espero que sea de su agrado.
Importante aclarar que Bleach ni sus personajes me pertenecen. Tanto la serie como los personajes son propiedad y de la imaginación exclusiva de Tite Kube.
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Para que la historia cobre un mejor sentido:
Los POV y conversaciones.
El relato hecho por autor.
«Pensamientos»
(Notas de autor)
- Conversaciones con el alma.
- Conversaciones de Hollow interno
"Respuesta a conversación con el alma de shinigami"
*Flash Black/ Anteriormente*
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Intro:
En un parpadear de ojos transcurrieron cinco largos años en la vida de Kurosaki Ichigo. Después de la guerra de invierto, lentamente todo volvía a ser pacifico con la excepción de uno que otro ºHollow, que aparecía raramente en la ciudad, mientras que en la Sociedad de Almas, los días se volvían rutinarios y aburrido para uno que otro ºShinigami, especialmente para los oficiales del onceavo escuadrón.
Sosuke Aizen se había convertido en una nube pasajera, no más que un recuerdo borroso. Al menos, para nuestro Shinigami sustituto, la vida continuó con bastante normalidad, tal vez no tanta. Tras la derrota de Aizen, gano una elevada popularidad, no había alma que no conociera la gran hazaña que llevo a cabo. Al pasaran el tiempo diversos acontecimientos comenzaron a cambiar la vida del peli-naranja, empezando con su extraña residencia dentro del ºSeireitei, justo después de que termino la preparatoria y el comienzo de un noviazgo con su compañera de batallas y mejor amiga, Rukia Kuchiki, por su puesto que esto no fue muy bien visto por parte del capitán de la sexta, pero irremediablemente tuvo que aceptar, inclusive le fue ofrecido un puesto dentro del ºGotei 13, primero dentro de la escuadra de Kuchiki Byakuya y posterior mente como Capitán del quinto escuadrón, que acepto casi inmediatamente (N/A: Más bien fue obligado por Rukia, jajaja). Y justo cuando creía haber obtenido todo lo que se propuso, se armó de valor para pasar a un nivel de responsabilidad mayor en su noviazgo con la enana que diga Rukia, por supuesto que la pequeña Shinigami acepto, y de esta manera paso de portar el apellido de la noble casa Kuchiki ha ser una Kurosaki. Las sorpresas no terminaron ahí, porque gracias a Ichigo que convenció literalmente a Byakuya de quitar la estúpida sobre protección en Rukia ascendió a un nuevo cargo como teniente del quinto, sustituyendo a Hinamori Momo que por su estado de salud delicado decidió por cuenta propia permanecer en la cuarta escuadra. Renji también se convirtió en capitán del tercer escuadrón.
A pesar de la negativa de Ichigo, su familia por diversos motivos que el aun no lograba comprender se mudo permanentemente a la Sociedad de almas y secretamente una de sus hermanas menores, se convirtió en Shinigami y se unió al Gotei 13. Isshin se incorporo como teniente del decimotercera división y su otra hermana, Yuzu, en oficial del cuarto escuadrón.
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Capitulo 1.
Recordando el Pasado
Kurosaki Karin a su corta edad de trece años corría a toda prisa por los campo de entrenamiento de fútbol que acostumbraba frecuentar en el parque. Hasta que sus pies la llevaron en dirección a una muy conocida colina donde se podía apreciar un hermoso atardecer, que en ese momento era observado por cierto chico de cabellos bancos y ojos color turquesa, recargado casualmente en el barandal de protección con teléfono en mano.
— ¡Toshirou, perdona la demora! — Habló jadeante, reduciendo la velocidad de sus pasos al estar frente al chico y depositando un beso en su mejilla (N/A: Toshirou y Karin tiene una relación de un año), pero el chico se aparto con un brusco movimiento.
— ¿Que pasa Toshirou? ¿Porque te comportas así? — Pregunto extrañada Karin, por el raro comportamiento de peliblanco.
— Karin. — Masculló el chico.
— ¡Karin, tenemos que hablar! — Hablo de nuevo con voz decisiva mostrado una mueca llena de seriedad mientras retrocedía dos pasos, marcando la distancia entre ambos.
— Tienes que irte otra vez, ¿No es así? — musitó Karin con melancolía.
— ¿Cuándo volverás? — Preguntó casi instantáneamente. Pero los ojos de Toshirou prácticamente podían hablar por si mismos. Reflejando un tinte minúsculos de tristeza e impotencia en sus pupilas turquesas.
— Me… temo. Que no volveré. — Respondió el peliblanco seriamente apenas con un imperceptible toque de tristeza. Dejando a Karin en un estado de momentáneo shock, al escuchar resonar una y otra vez a través de sus tímpanos aquellas frías palabras. Que fueron como un baldé de agua fría cayendo inminente sobre si misma.
— ¡Karin, lo nuestro fue un error y no va a funcionar! — Explicó con frialdad al notar que Karin no planeaba reaccionar, lo que le facilitaba las cosas.
— ¿A quien engaño? Siendo sinceros siempre lo supe. — Dijo Toshirou tratando de sonar lo más convincente posible, mirando hacia cualquier otro lado que no fuera el rostro desolado de la chica. Lentamente las facciones de su rostro dejaban atrás aquella faceta de sorpresa que le invadió por un momento, transfigurándose en una expresión desesperada.
— ¡¿Por qué dices que fue un error?! — Reclamó.
— ¿Qué…? ¿Que acaso?…. — Tartamudeo en la ultima frase, no sabiendo como debería terminar aquella oración, que le estaba matando por dentro.
— Tu ya... Acaso ¿Ya no me quieres? — Termino por decir mirando fijamente al peliblanco. Pero este no se atrevía a verla, ni siquiera le respondía.
— ¡Mírame a los ojos cuando te hablo! ¡Toshirou! — Karin llamó no ordeno, reprimiendo las lágrimas que amenazaban con derramar sus profundos ojo, al estar esperando impaciente que la respuesta del chico fuera totalmente opuesta.
— ¡No, Karin ya no te quiero! — Afirmó Toshirou, sin ningún tipo de sensibilidad en sus facciones, que se tornaban más crueles con cada palabra que pronunciaban sus labios.
— ¡Es mas nunca lo hice! — Rectificó sus palabras, notando como la chica no pronunciaba ninguna palabra, solo se mantenía de pie, como una estatua de hielo, esperando ser destruida por cualquier ventisca.
— ¡Solo estaba jugando contigo! ¡Quien querría salir con una simple humana como tú, no quiero volver a verte! — Berreó Toshirou, sin ni siquiera dirigirse directamente a ella.
— Sera lo mejor para ambos que olvides todo… Finge que no paso nada, sácame de tu vida; Que yo pienso hacer lo mismo. — Termino por decir bajando su nivel de voz, justo antes de darle la espalda y alejarse, tratando de no voltear en ningún momento.
Karin por su parte estaba tan vacía, solo sentía como si algo dentro de ella se rompía en mil pedazos, sin poder reconstruirse nunca más. Sus ojos comenzaron a cristalizarse, inundándose lentamente de lágrimas que su estrujado corazón y alma rota no podía seguir manteniendo ocultas por más tiempo.
— ¡Me estas mintiendo, eso que me dices no es cierto! ¡No puede ser cierto! — Su voz se quebraba por lo desesperada que se sentía. Corriendo tras el peliblanco, buscando alguna explicación más real, algo más racional. El acelero sus pasos para no ver a la chica, casi quería desaparecer, lo que claro esta en su cuerpo falso que ocupaba su alma, no podía hacer.
— ¡Las veces que me dijiste que me querías, solo fueron una farsa!¡Solo eran palabras vacías! — Vociferó Karin al momento que lo alcazaba y zarandeaba por los hombros obligando le a darle la cara o al menos una explicación, sin saber cómo, ni cuando esas palabras salieron de su boca. La tristeza que sentía fue remplazada por rabia, al notar que el frió capitán no decía absolutamente nada.
— ¡Bien, haz lo que quiera! ¡No me interesa lo que hagas! — Mintió Karin soltándole y girándose con rabia comprimiendo las manos en puños al caminar al lado contrario, pero algo dentro de ella le decía que se girara y al hacerlo se derrumbó, logrando que miles de recuerdos tomaran posesión de su mente pasando como una vieja película, los cuales la obligaron a realizar lo que jamás creía que haría por nadie. Rogar.
— ¡Espera! Tú, tú no me puedes dejar, no ahora. ¡Toshirou, por favor no me dejes, no te vayas, no te puedo olvidar ni fingir que lo nuestro nuca paso! — La voz se le quebraba con cada palabra que salía de su garganta debido a las lágrimas que desaparecían y eran remplazadas por más.
Toshirou no podía soportarlo mas, lo único que quería en ese momento era dar la vuelta, abrazarla y pedirle perdón por su estupidez, pero no lo hizo. Había más en juego que lo que Karin podría comprender en ese momento.
— Lo siento Karin, pero tengo que irme. — Murmuró el peliblanco mientras empezaba a correr lo más rápido que su cuerpo falso se lo permitía, hasta desaparecer por el sendero.
— ¡Toshirou…Toshirou espera! —
— No te vayas, yo… yo te amo. — Susurró en un gemido sin dejar de llorar.
Repentinamente empezó a llover, las gotas caían en su rostro confundiéndose con sus propias lágrimas que brotaban sin parar de sus obscuras pupilas carentes de vida. Su brillo desapareció dejando solo vacío y la más profunda desesperación.
« Porque, cuándo pasa algo triste, llueve como si el cielo sufriera conmigo. Igual que el día que murió mamá». — Reflexionó Karin viendo por última vez el sendero, donde el chico desapareció. Llevándose con el toda emoción, dejando el alma rota, vacía y llena de confusión, solo una cascara sin vida que no tenia a que adherirse...
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Actualidad
— ¡Toshirou! ¡Toshirou!… — Se despertó agitada y gritando cierta pelinegra levantándose abruptamente, hasta lograr incorporarse, llegando a estar sentada sobre su acogedora cama.
«Otra vez ese maldito sueño. ¿Que acaso? No lo puedo olvidar, ya han pasado tres años, pero aun así…Tengo que averiguar si lo que me dijo fue verdad. ¿En verdad, nunca me amaste Toshirou?». — Deliberó Karin suspirando melancólicamente, ante el claro recuerdo de las ultimas palabras dichas por el.
Repentinamente unos golpes sobre la puerta, le sobresaltaron, seguidos de un llamado por parte de su hermana gemela que la sacaron de sus atroces pensamientos, que no habían parado de torturarlas por tres largos años.
— ¡Karin levántate ya, o llegaras tarde a tu escuadrón! — Se escucho la melodiosa voz de Yuzu llamar detrás de la puerta.
— ¡Ya voy, solo me visto! — Respondió la pelinegra levantándose cansadamente de su cama, dejando ver en todo su esplendor a una joven de 15 años de edad, en la cual no había rastro alguno de la pequeña de once años que conoció al capitán de la décima, en aquel parque infantil años atrás.
Ágil-mente se coloco su Shitagi blanco interior con su Kosode combinando con su Hakama negros. (N/A En otras palabras la ropa que va por debajo de las ropas de los Shinigami) Que a diferencia del resto de los Shinigamis, este no poseía mangas, dejando sus brazos al descubierto, excepto por sus delicadas manos que eran cubiertas por unos guantes de color negro, dejando parte de sus dedos al intemperie. Tenía un escote en forma de V, que dejaba a la vista parte de sus no tan abultados, ni tan chicos atributos. Su pequeña cintura era abrazada por un listón completamente rojo que moldeaba su cuerpo a la perfección. Se sentó frente al espejo para cepillarse su ahora largo cabello, que a petición de su hermana gemela había dejado crecer hasta debajo de su cintura.
Su estatura había cambiado producto de los genes Kurosaki, pero no tanto como lo hubiera deseado, solo era unos centímetros más alta que Rukia, su hermana en la ley. Se levando después de terminar de recoger su cabello en una coleta alta. Tomo su Zampakuto que descansaba a lado de su cama, colocándosela sobre la cintura, de igual forma tomo su haori sin mangas, revelando el número nueve en su espalda que portaba con orgullo de haber llegado a ese gran puesto, sin siquiera cursar la Academia Shinigami.
*Flash Black
La hermosa luna llena iluminaba con su ferviente resplandor las calles desoladas de la ciudad de Karakura, donde la mayoría de sus habitantes descansaba en sus cómodos hogares. Ajenos por completo al mundo que se ocultaba detrás de la noche, donde Kurosaki Karin llevaba a cabo su trabajo; el cual, el Shinigami encargado de ese lugar no cumplía. Siendo Karin la que terminaba con aniquilar a cada Hollow que aparecía en su camino, tomando de esa manera el lugar de shinigami sustituto que su hermano mayor abandonó, al convertirse en capitán del Gotei13.
Sin ser esa noche la excepción. Karin utilizaba ºShunpo al correr velozmente por los tejados de las casas con su Zampakuto envainada, sin dejar de mostrar su ceño fruncido, dirigiéndose a alguna parte de muy mala gana.
« Maldito sombrerero, ¿Qué querrá esta vez? No sé como Ichi-ni lo soportaba» - Pensaba la pelinegra, llegando a su destino. Los almacenes del mencionado sombrerero.
— ¡Ya llegué sombrerero! Recibí tu mensaje ¿Dime, porque requería de mi presencia con tanta urgencia? — Avisó sin recibir respuesta alguna, lo que aumentó su molestia en gran medida.
— ¡¿Dónde demonios estas?! — Grito exasperada, con un humor de perros, al no ver absolutamente a nadie dentro ni en los alrededores.
— ¡Hola, Kurosaki-san! No te demoraste nada. — Saludo casualmente Urahara saliendo de entre las penumbras que invadían el lugar.
— ¡Claro que no! Porque en el mensaje decía que era urgente. Ahora dime de una maldita vez, para que me llamaste, que no vez que mañana tengo que asistir a la estúpida preparatoria. — Informo la pelinegra con el ceño fruncido.
— ¡Oh! Eres realmente igual o más desesperado que tu hermano, cuando tenía tu edad. Pero en fin. — Dijo burlona mente Urahara cubriéndose el rostro con su habitual abanico ocultando detrás una mirada siniestra y un poco perturbadora.
— Si, solo me llamaste para recordarme lo magnifico que era Ichigo. Puedes ahorrarte tus comentarios. — Karin se quejo
— ¡Eh! No es eso. Anda apresúrate que no tenemos mucho tiempo. En el camino te explico. — Indicó el rubio abriendo la escotilla del sótano.
— Bien. — Contestó tajante la pelinegra, con su cara habitual de pocos amigos. Ambos bajaron rápidamente, hasta llegar al sitio donde se encontraba Yoruichi recostada sobre una gran roca.
— Hola Yoruichi, ¿Como estas? — Saludo Karin cambiando automáticamente su semblante al ver a la morena. Yoruichi se convirtió en su ídolo y debido a ello corto las mangas de su traje shinigami, soñaba con ser como ella algún día. (N/A: Dios nos ampare jejejeje.)
— Hola Karin, dejemos los saludos para después. Andando. — Sugirió la mujer de ojos gatunos, apareciendo con shunpo frente a ella.
— ¿A dónde vamos exactamente? Urahara. — Curioseó Karin, pero dicha pregunta se contesto por si sola al notar como Urahara abría una sekaimon y de esta salían tres mariposas negras.
— ¿A donde más? Al Seireitei. El comandante dio órdenes explicitas de llevarte ante su presencia. — Respondió Urahara dedicándole una sonrisa cómplice a Yoruichi, la cual, sabía a la perfección que Karin deseaba eso con todas sus fuerzas desde hacia tiempo atrás.
— ¿Para qué? — Pregunto idiota-mente la pelinegra, aun sabiendo la repuesta aparentando ingenuidad y molestia. Aunque en el fondo se moría de ganas por llegar aquel lugar del cual solo había escuchado historias.
— Hasta ahora es todo lo que puedo decirte. El te dirá el resto cuando lleguemos. — Contestó el rubio entrando y siendo seguido de cerca por sus dos bellas acompañantes.…
…
…
Después de ingresar a la puerta ºSenkaimon. El trió corrió por el túnel a gran velocidad hasta que llegaron a la SS, donde Karin no pudo evitar una deslumbrante mirada llena de sorpresa al percatarse lo grande que era la Sociedad de almas. Que para ella parecía el viejo Japón a comparación de la ciudad donde vivía.
— Andando, tendrás tiempo para admirar el Seireitei después. — Yoruichi indico, riendo ante lo infantil que lucía su discípulo. Haciéndole señales a Karin para que le siguiera rumbo al primer escuadrón. Al llegar se encontraron directamente con el comandante, que ya les esperaba impaciente.
— ¡Hola, Yamamoto ºSoitaicho! — Saludaron Yoruichi y Urahara al mismo tiempo, haciendo una pequeña reverencia.
— ¡Hemos traído a Kurosaki Karin como lo ordeno! — Anunció el rubio.
— Bien. — contesto tajante el comandante con su característico rostro de seriedad ante cualquier situación.
— Hola Soitaicho. — Dijo Karin haciendo una reverencia.
«Al menos este Kurosaki tiene modales. ¿No como su hermano?». — Pensó el Soitaicho observando directamente a Karin.
— Creo que ya sabes porque requerí de tu presencia. — Señaló el Soitaicho directamente.
— No realmente, ya que Urahara no me ha mencionado nada al respecto. Pero me imagino que es por mi ºReiatsu ¿Si no me equivoco? — Respondió Karin de manera respetuosa.
— Efectivamente es por tu alto Reiatsu. Pero hay algo más, sé que has estado ocupando el lugar de Shinigami Sustituto de Ichigo Kurosaki. Por ello te he estado considerado para ocupar un puesto dentro del Gotei13. — Explico el comande de manera seria.
- ¿Porque te sorprendes, Karin? Esto es lo que habías estado esperando. Debería ser feliz por ello. — Murmuró una armoniosa voz dentro de su cabeza.
"Lo sé, pero no puede evitar sentirme nerviosa por esto. Estoy consciente de mi decisión, pero que dirá cuando me vea". — Respondió Karin recordando la cara amargada del peliblanco muy clara en su mente.
- Eres Idiota, sigues pesando en él. Deberíamos de matarlo con nuestras propias manos en cuanto lo veamos. Eso es lo que se merece por lo que te hizo. Ese imbécil hijo de perra" — Aulló otra voz dentro de su ser.
"Yo decidiré eso ¿No tu?".— Respondió tajante sin percatarse que dejo una conversación a medias en el mundo real.
— Kurosaki ¿Me estas escuchando? — Escucho lejana la voz autoritaria y un poco molestas del comandante al notarla distraída.
— ¡Ah, Perdón! ¡No estaba escuchando! — Admitió Karin, saliendo de sus pensamientos.
— Te dije que te haré una prueba para medir tus habilidades. — Informo el comandante tajante. Karin al escuchar esto, no le gusto mucho la idea, ni a su alma que no tardo en demostrarlo.
- Así que dudan de nuestra capacidad, maestra. — Dijo una voz apacible y maternal, dentro de la mente de Karin.
- Dile a ese viejo decrepito ¿Que deje de subestimar nos? Si fuera por mí, le partiría la cara en la primera oportunidad. — Disertó airadamente otra voz, que a diferencia de la primera, esta tenía un eco macabro y de maldad pura.
- ¡Déjeme utilizar todo mi poder, solo por esta vez! — Pidió la voz macabra.
"Cállense las dos, me dan dolor de cabeza. A mí tampoco me gusta que duden de mis habilidades. Pero no por ello, dejare que tomes el control de mi cuerpo. Cuento contigo Ryu". — Dijo Karin mentalmente, hasta que la voz del comandante la saco de su mundo.
—Sígueme por favor. — Pidió el viejo jama dirigiéndose a paso lento hacia unas grades puertas dobles. Que se abrieron al estar delante de ellas.
— ¡Hai! — Respondió Karin apresurando el paso.
— Pueden retirarse. — Ordeno el viejo a Yoruichi e Urahara. Que se encontraban en absoluto silencio, como si no estuvieran ahí, al instante hicieron una reverencia de despedida y salieron de ahí utilizando shunpo.
«Te deseo suerte Karin. Aunque no la necesites». — Deseo mentalmente Yoruichi echando un último vistazo antes de desaparecer.
Inmediatamente al cruzar las grandes puertas siguieron avanzando a paso decidido por unos grandes pasillos. Hasta detenerse al llegar a un campo de entrenamiento parecido al de Urahara, donde ya los esperaban varios capitanes que realizarían la evaluación.
— Te voy a presentar a tus evaluadores. — Explico el comandante avanzando a las personas que la observaban con curiosidad.
Karin al avanzar, comenzó a imaginarse los relatos de Toshirou describiéndole cada uno de los capitanes del Gotei13. Frente a ella estaban tres hombres de edad madura acompañados de una mujer. Cabía mencionan que uno de los hombres, poseía una sonrisa maniática en el rostro, con un extraño parche negro cubriendo uno de sus ojos, cuya apariencia intrigó a la pelinegra (N/A: ¿Ya se imaginan quien es?, no). Otro era de cabello color blanco, de aspecto muy enfermizo y el último hombre parecía ser un ebrio pervertido. La mujer era de aspecto serio y de larga cabellera.
— Te presento a la capitana del cuarto escuadrón. Unohana Retsu. — Presentó el comandante dirigiéndose a la mujer de larga cabellera.
— Hola Kurosaki-san. — Saludó la mujer con una sonrisa siniestra que estremeció totalmente a la pelinegra, parecía que detrás de esa actitud armoniosa se escondía algo más.
— Capitán del octavo escuadrón. Shunsui Kyouraku. — Dijo refiriéndose al hombre con aspecto de pervertido, que se levanto el sombrero de paja en señal de saludo.
— Un gusto conocer a la hermana pequeña del capitán de la quinta. — Saludó el ebrio pervertido.
—Prefiero que me llamen, Karin ¿Si, no es mucha molestia? — Expresó su incomodidad Karin amablemente.
— No lo es, Karin. — Respondió alegremente el hombre.
— Capitán del décimo primer escuadrón. Zaraki Kenpachi. — le presento al hombre del parche.
— ¿Espero que seas más fuerte que tu hermano? Desde que se caso se volvió aburrido. — Expusó el hombre sádicamente.
«Eso es muy cierto». — Pensó riendo mentalmente ante el comentario del hombre del parche.
— Capitán del décimo tercer escuadrón. Ukitake Jyuushirou. — Termino por decir el comandante señalando el hombre de aspecto enfermizo, que solo le saludo con la mano.
— Soy Kurosaki Karin, shinigami sustituto. Es un gusto. Aunque algunos solo me conocen como la hermana de Ichigo. — Se presentó la pelinegra haciendo una pequeña reverencia.
— De un paso al frente Kurosaki Karin. Tu primera prueba será una pelea cuerpo a cuerpo, con el capitán Zaraki Kenpachi. Para medir tus habilidades físicas. — Expresó el comandante.
Kenpachi rápidamente apareció delante de la pelinegra tomando su posición de pelea.
— ¡Esperó que no seas tan cobarde como Ichigo! — Declaró Kenpachi.
— Prometo no decepcionarlo Señor. Solo que, el problema es que… yo no soy, Ichigo. — Especificó Karin manteniéndose en pie, sin hacer ningún movimiento.
— Adelante ¡Té dejare dar el primer golpe, pequeña! — Dijo Kenpachi esperando sigilosamente los movimientos de la chica.
— ¡Pueden empezar! — Se escuchó la voz seria del Soitaicho.
Karin frunció el ceño ante el comentario del sádico capitán, atacándolo con un ágil y veloz movimiento dando consecutivos puñetazos directo al abdomen; Que ante los ojos de los demás, solo se percataron de un solo golpe, mandando volar unos cuantos metros hacia atrás.
— Valla niña. Sí que eres increíblemente rápida y fuerte, a pesar de tener ese cuerpo tan delgado y pequeño. — Alagó el capitán escupiendo un poco de sangre distorsionando su rostro en una sonrisa diabólica al ponerse en pie.
«Parece ser que Kurosaki. Acaba de hacer de este el juego más emocionante para Kenpachi».- Pensó Ukitake
— ¿Que esperabas? ¡Estoy muy bien entrenada! — Alardeó la pelinegra con orgullo en su voz.
— Eso me alegra. Eso tal vez te hará durar más en esta pelea. — Respondió el hombre.
— Pero esta vez me toca a mí. — En un grito de pelea comenzó a aproximarse a la chica a gran velocidad. Karin esquivaba cada uno de los golpes a una sorprendente velocidad.
— Adelante mocosa desenfunda tu katana. O que acaso tienes miedo que la destruya, como lo hice con la de tu hermano. — Kenpachi desenvainando su zampakuto.
— Si eso es lo quiere. Solo espero que después no se arrepientas de lo que pide, capitán — Contestó con una sonrisa de satisfacción adornando su rostro. La pelinegra, empezó a desenvainar su katana del tamaño de la de Rukia, pero con la diferencia que la empuñadura era de color dorado con grabados de llamas ardiendo color rojo. Con shunpo apareció detrás de Kenpachi dándole una primera estocada, con la que le provoco un gran corte en el pecho sin que este se diera siquiera cuenta de en qué momento sucedió.
— ¡Creo que te estás volviendo lento! — Murmuró Karin descaradamente.
— Claro que no. Solo me gusta divertirme jajaja. — Carcajeó lanzándose hacia la pelinegra a gran velocidad y potencia. Pero la chica detuvo el golpe con su katana sin hacer el más mínimo esfuerzo. Mientras tanto el resto de capitanes compañados por el comandante, observaban la batalla desde un punto muy alejado, para no ser afectados por la batalla que aparentaba durar más tiempo del requerido.
— Ukitake. Creo que esa niña es muy poderosa y le están dando pelea a Kenpachi. — Llamó Shunsui.
— Tienes razón. Kenpachi, solo a liberado su reiatsu dos veces y solo para pelear con Kurosaki-kun. Ya veo el por qué el comandante quiere que sea parte del Gotei 13. — Dijo Ukitake.
— Comandante la hermana de Kurosaki-kun. Tiene el nivel de un capitán a un sin liberar su ºShikai eso es impresionante. — Decía Unohana recibiendo solo un asentimiento de cabeza, por parte del comandante.
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Regresando a la batalla.
Peleaban a la par con una velocidad sorprendente. La que provocaba que no se alcanzaran a visualizar los contrincantes, solo se podía escuchar el sonar del metal que las katanas producían con cada impacto. La pelea se estaba volviendo un poco larga, Karin estaba tan concentrada hasta que escucho que la llamaban.
- Karin deja de jugar y termina de una puta vez con esto. Que me estas desesperando y también quiero luchar. — Ordenó la voz diabólica dentro del mundo interno de Karin
- Maestra estoy de acuerdo, déjanos participar. Usted se esta llevando toda la diversión. — Dijo la voz maternal.
— Estoy en medio de una batalla dejen de molestar. — Dijo Karin con cara de enojo, perdiendo la concentración por un momento. Mientras Kenpachi ponía cara de confusión.
— Deja de hablar sola mocosa y pon atención en la batalla. — Dijo Kenpachi y con un rápido movimiento corto a la chica en la mejilla, haciendo que empezará a sangrar, afortunadamente se movió rápidamente.
«Ufff, por poco me arranca la cabeza.». — Pensó un poco agitada.
— Bien, creo que ya es hora de pelear enserio. Estas lista Ryu. — Preguntó Karin con una sonrisa no muy disimulada.
- Siempre estoy lista. — Aseguró la voz maternal.
— Purifica con tu fuego, ºRyūakai. — Gritó Karin sosteniendo firmemente su Katana, que comenzó a sufrir una metamorfosis; La empuñadura fue remplazada por un listón color rojo fuego que le rodeaba completamente, desde su brazo derecho hasta su cintura. La hoja de la guadaña evoluciono a un color dorado, con el grabado de un dragón de color rojo carmesí.
— Al fin pelearas en serio, chiquilla. Ya estaba comenzando a aburrirme. — Expresó Kenpachi, quitándose el parche del ojo, haciendo que la tierra temblara debido al monstruoso reiatsu que desataba.
— Linda zampakuto niña. Pero dudo que puedas hacer algo contra mí. — Se burlo, desafiante.
— No subestimes a Ryu. Todo el que lo hace suele termina muerto. — Amenazó sutilmente Karin, aproximándose hacia su objetivo.
— Por mi está bien, pequeña. — Respondió el capitán acercándose a igual velocidad. De la nada, se escucho un fuerte estruendo, del cual, solo se podía apreciar una enorme nube de polvo producida por el choque, que al disiparse, dejo notar un gran hueco y a los contrincantes peleando en el aire. (Como el que dejo Ichigo, al entrenar con Urahara para obtener su determinación)
- Ya termina Karin, me estoy hartando de esta pelea absurda. Si no lo haces, no me dejas más opción que tomar tu cuerpo a la fuerza jajá. — Se reía la malvada voz.
"Eso nunca volverá a pasara, créeme". — Respondió la pelinegra mentalmente.
— Estas lista Ryu, acabemos con esto ahora mismo. —
— Crees que acabaras conmigo mocosa. Eso está por verse. — Dijo Kenpachi poniendo más fuerza en el golpe produciendo que Karin reaccionara rápidamente.
— ºKosen akai. — Gritó Karin provocando que de la punta de su zampakuto saliera un rayo, (Parecido al cero que lanza Ichigo trasformado en Hollow).
El capitán recibió directamente el ataque en su cuerpo, produciendo una gran explosión. Presenciando nuevamente una densa nube de humo; que al despejarse, se logro divisar al capitán en el centro de un profundo e humeante cráter.
— Zaraki ºTaicho, ¿Se encuentra bien? — Pregunto la capitana de la cuarta apareciendo en la orilla del cráter.
— Si. No me derrotara con solo un simple rayo. — dijo saliendo del cráter con la ropa chamuscada y quemaduras de tercer grado en todo el pecho, pero cuando estaba a punto de dar un paso se desplomo en el suelo.
— Ya son dos Kurosaki, que te dan una paliza Zaraki. — Dijeron riendo Ukitake y el de la capa rosada.
- Se lo merece por hablador. — Se escuchaba la voz diabólica en la mente de Karin.
- Aunque no me guste por primera vez estoy de acuerdo contigo. — Afirmó Ryu en el mundo interno de Karin.
"Guarden las dos silencio. Es hora de limpiar todo Ryu". — Regañó la pelinegra observando todo desde lo alto antes de desaparecer con un simple shunpo. Mientras la capitana de la cuarta trataba de aliviar inútilmente las quemaduras pero estas no sanaban, intento varias veces pero no sucedía nada.
— Me temo que no solo fue un rayo Zaraki, ya que mi ºKido no puede curarlas. — Comentó la capitana con rostro de sorpresa.
— No lo intente más capitana. El fuego producido por mi zampakuto, no se cura con ningún tipo de Kido sanatorio, ni con medicina humana, solo las mismas llamas que produce pueden hacerlo. — Explicó Karin. Atravesando el pecho del capitán con su Katana recitando unas palabras.
— ºKaji Shinsei. — De la zampakuto empezó a emanar un Reiatsu color verde que lo rodeo completamente danzando como si fueran las flamas del fuego mismo.
Nadie supo de donde apareció, hasta que la escucharon hablar.
«Realmente es muy rápida».- Pensaba Ukitake.
Una vez que las heridas del capitán estuvieron totalmente sanadas, Karin le desencajo la espada bruscamente, produciendo que se levantara inmediatamente sin dolor alguno.
— Valla Kurosaki. Sí que eres mejor que tu hermano, espero volver a luchar contigo. — Dijo el capitán dedicándole una sonrisa de a la próxima te ganare.
— Yo también, lo espero. — Contesto la pelinegra dándole la mano en forma de te reto a que lo intentes, el capitán correspondió el saludo.
— Aprobaste satisfactoriamente la prueba, Kurosaki-san. — Se escucho decir al comandante, que aprecia detrás de los mencionados.
— Es hora de tu segunda prueba. — Dijo el comandante con mirada seria.
— ¿Puedes mostrar tu ºBankai?
— Tengo entendido que ya lo dominas. ¿Es eso cierto? — Interrogo el comandante con semblante serio.
— Si, es verdad. Solo aléjese un poco por favor. — Pidió Karin mientras que el comandante se alejo un par de metros.
«Porque. Esto no me sorprende». — Pensaban los capitanes retirándose del lugar a una prudente distancia.
Tomo sus Katana entre ambas manos, mientras que soltaba todo su Reiatsu de un solo golpe produciendo un gran estruendo. Su Reiatsu tomo forma de dragón que parecía rugir a sus espaldas.
— "BANKAI". — Aulló, dando lugar a la aparición de una gran fortaleza de fuego que la rodeo completamente, hasta hacerla desaparecer en su manto, dejando una nube de humo densa. A medida que se disipaba se visualizo una luna llena torneándose lentamente de color carmesí. La silueta de una chica de cabellos y ojos rojo sangre, sustituyo a Karin. Vistiendo un taje muy desigual al de Shinigami. Este estaba conformado por un vestido color negro sin tirantes, entallado a su cuerpo y demasiado corto para su gusto, que dejaba al descubierto una parte de sus largas y tornadas piernas. Terminado el conjunto con unas botas hasta la rodia y unos guantes que cubrían parte de ambos brazos de color negro. Siendo cubierta con una capa del mismo color por fuera y rojo por dentro (Parecida a la del Bankai de Ichigo).
— ºRingakai ryu. — Se escucho decir a la chica, con una Katana muy diferente, más bien era parecida a la hoz que utiliza la muerte. A diferencia esta tenía la forma de una media luna, que era color dorada con grabados de dragones. La empuñadura era tan larga que rebasaba su propia estatura, de color negra con destellos dorados.
Apareciendo frente al comandante y los capitanes, que la miraban impresionados por el cambio tan brusco en el fí reiatsu era la misma chica, pero físicamente era otra persona.
«Esa, es la hermana pequeña de Kurosaki-kun».- Especulaban con cara de impresión la capitana de la cuarta y el capitán del décimo tercero escuadrón.
— ¡Sabía que no estaba peleando enserio! — Alegó Kenpachi con su sonrisa de "Ansío pelear de nuevo"
— ¡Se ve tan sexy, a pesar de ser tan pequeña! ¡Porque mejor no se une a mi escuadrón! — Susurró y sugirió, el capitán de la octava agradeciendo que no estaba su teniente para golpearlo.
— ¿En qué consiste tu Bankai? ; Y ¿Qué tipo de ataques tiene? — Examinó curioso el comandante, no tan sorprendido como el resto.
— Es del tipo fuego. Como me han dicho lo es su zampakuto comandante. Incrementa mi velocidad un 100% más de lo normal, tiene dos ataques muy poderosos, uno de ellos es, ºKaze Jigoku y ºRyuseiu. — Mencionaba sin cambiar su semblante de molestia.
— Puedes mostrarme. — Ordenó el Soitaicho alejándose un poco.
— Claro, pero debería de poner una barrera. — Sugirió seriamente.
— Ryuseiu. — Gritó. Mientras levantaba su katana hacia el cielo y de ella se disparaba un rayo color azul que se perdía en el mismo. Este cambio de su hermoso color noche a un rojo comenzado a descender miles de rayos en forma de dragones uniéndose, hasta formar una esfera de fuego, que se impacto directamente contra una gran piedra.
Estallando en pequeños fragmentos produciendo una gran explosión.
«Esta niña, me va a dejar sin campo de entrenamiento». — Pensaba el comandante sin cambiar su expresión.
La pelinegra no perdió el tiempo y al instante pronuncio su segundo ataque.
— Kaze Jigoku. — La zampakuto emanaba un viento color azul a una velocidad impresionante, dirigido a una piedra que se encontraba a unos metros de distancia, pero esta se vaporizó antes de que el rayo la tocara, formando una neblina alrededor de ella, causando que la temperatura aumentara unos 30 grados.
— Algo más ¿Que debas mostrarnos? — Dijo el comodante caminando hacia la morocha.
— Si, hay algo más. — Recordó llevándose una de las manos a su rostro, emanando de ella un reiatsu color negro con rojo. Haciendo aparecer una máscara blanca con unos largos y filosos cuernos que llegaban hasta sus codos, cubriendo completamente su rostro, solo dejando ver sus ojos color sangre.
— Esta es mi forma ºVizard. Pero no me gusta utilizarla mucho porque tengo cara de asesina demente. — Indicó Karin hablando distorsionadamente y pasando nuevamente su mano por el rostro, haciendo desaparecer la máscara y deshaciendo su Bankai.
— Kurosaki Karin, ¿Puede salir por un momento? — Pidió el comandante. La pelinegra solo asintió saliendo de la habitación cerrando la puerta tras de sí quedándose en el pasillo pasmada. Mientras se debatía a un duelo mental.
- Maldito vejete, que más quiere que le muestres. Con todo el poder que poses, fácilmente puedes superar el nivel de un capitán. — Decía una voz maniática muy molesta.
"Cállate, que me molestas". — Respondió Karin con tono de enfado.
"¿Tú qué opinas, Ryu?". — Preguntó al aire.
- Yo creo que te darán un puesto alto. — Contestó fraternalmente Ryu.
— ¡¿En qué piensas Karin-chan?! — Murmuró Yoruichi apareciendo al lado de ella. Proporcionándole un buen susto, estilo anime, provocando que cayera al suelo sobre su trasero.
— ¡¿Que demonios pasa contigo?! ¡Sabes que me molesta que hagas eso, Yoruichi! — Expresó su inconformidad, gritando desde el suelo con el ceño fruncido.
— En verdad, te pareces mucho a tu hermano en actitud. — Respondió sin dejar de soltar carcajadas.…
…
…
...
Pasaron unos 30 minutos que a la pelinegra le parecieron horas.
— Kurosaki Karin, el comandante la espera. — Informó un hombre de cabello de color gris y bigote negro abriéndole la gran puerta.
— Ya era hora. Estaba empezando a envejecer aquí parada. — Karin se quejo con tono molesto, entrando de nuevo al campo, donde se encontraban nuevas personas que la observaban detenidamente, entre ellas solo vio tres caras conocidas. La de su hermano que la observaba con clara de desaprobación. A Renji Abarai, que después de la batalla con Aizen se convirtió en el mejor amigo de Ichigo y finalmente Byakuya Kuchiki con su semblante frío, este último ya era parte de la familia desde que Ichigo y Rukia se casaron.
— Karin, ¿Qué demonios haces aquí? — Reclamó Ichigo malhumorado por las decisiones apresuradas de su hermana pequeña.
También visualizo a una chica de dos largas trenzas, con una anilla dorada al final de cada una, que la miraba con recelo.
« Esa debe de ser Soi Fong». — Pensó la pelinegra mirándola directamente a los ojos sin parpadear.
— Pues lo mismo que tu Ichi-ni, vine por un puesto dentro del Gotei13. — Explicó Karin con los brazos cruzados. Buscando ligeramente al peliblanco entre los capitanes.
«Seguro a de estar en misión». — Pensó poniendo cara de desilusión, ya que en verdad deseaba verlo.
— No creí que tu loca posesión, por él. Terminaría por hacer que tú misma acabaras con tu vida. — Gruñó Ichigo molesto, mientras que los capitanes miraban sin comprender las palabras del capitán de la quinta.
Ignorando las rudas palabra que Ichigo le dedico. Siguió, pasando su mirada por un hombre con una máscara parecida a un esqueleto que la observaba como un objeto para experimentos.
«Ese debe de ser el Capitán de la décimo segunda división, Mayuri Kurotsuchi». — Lo reconoció ya que en una ocasión Toshirou, le describió a cada uno de los capitanes que conformaban el Gotei 13, pero en especial a ese científico loco y le prohibió estrictamente acercarse a él. También reconoció al instante al Capitán de la séptima división, Sajin Komamura; este lo distinguió muy bien, ya que parecía un lobo.
«Tal y como los describió Toshirou». — Pensaba.
— Esto no tiene nada que ver con él. Además, es mi decisión no tuya idiota. — Contestó Karin tajante sabiendo a la perfección a lo que Ichigo se refería.
— Ichigo cálmate. Tu hermana es lo suficiente madura como para decidir qué hacer. — Tranquilizo Renji dedicándole una sonrisa a Karin.
— Estas de mi parte o la de ella, Renji. — Se quejo Ichigo.
— ¡Kurosaki Taicho, Abarai Taicho, podrían dejar de discutir! — Ordenó la voz autoritaria del comandante.
— Lo siento Soitaicho. — Respondieron ambos haciendo una reverencia.
— Parece que estar aquí. Te está haciendo tener modales, Ichi-ni. — Musitó Karin por lo bajo provocando que su hermano frunciera el ceño.
— Más bien Rukia lo tiene amenazado con dejarlo. — Renji se carcajeo ganándose una mirada de odio puro, por parte de Ichigo.
— ¡Eso es una mentira! — Refunfuño Ichigo.
— Pues yo, no creo que sea una mentira. — Se burlo Karin y Renji al unísono. Hasta que el comandante puso orden.
— Kurosaki Karin. Después de evaluar sus habilidades, se ha decidido irrevocablemente que usted no puede permanecer más en el mundo humano. Ya que puede llegar a atraer a Hollow mucho más poderosos y poner en riesgo a toda la ciudad. Debido a la gran cantidad de Reiatsu que despide, solo con su presencia. — Dio su veredicto final, el comandante, con semblante serio.
— Pero Soitaicho. Es solo una niña, no puede hacerme esto, después de todo lo que he hecho por el Gotei 13. — Se quejo Ichigo, al ver que todos ya habían votado a favor, de que Karin sea miembro.
— Kurosaki taicho. Usted sabe perfectamente el riesgo que corren los humanos al tener cerca a un ser humano con gran presencia espiritual. Usted mismo paso por aquello y no quiero que se repita una vez más, ya tenemos suficiente con las personas que conocen de la existencia de la sociedad de almas. Además ya tengo la autorización de los seis capitanes. — Dijo el comandante.
— Renji, tu también votaste. — Inquirió Ichigo viendo como su amigo le respondió solo con la mirada.
— ¿Que quieres que haga Ichigo? Karin seria de gran ayuda para el Gotei 13 y ambos sabemos que si se queda en el mundo humano, solo pondrá en riesgo la salud de Yuzu. — Razonó Renji, logrando que su amigo entrara en razón.
— Ichi-ni, estas actuando demasiado sobre protector. No es como si me fueran a quedar a vivir en el Seireitei o a dar un puesto de capitán, o algo por el estilo. — Bromeó Karin, sonriendo para despreocupar a su hermano mayor, pero al percatarse como se deformó la cara de su hermano y como los demás capitanes junto con él comandante la miraban con seriedad. Esa sonrisa desaprecio congelando su cerebro.
- Idiota, que acaso no escuchaste claramente cuándo el vejete dijo; Se ha decidido irrevocablemente que usted no puede permanecer más en el mundo humano. — Insulto su Hollow interno imitando la voz del comandante.
— Así es. Se decidió que deberá permanecer en la SS, ocupando el puesto de capitana de la Escuadra nueve. — Declaró el comandante mostrando el haori de la división.
Dejándola sin poder articular palabra, lo único que quería era ver de nuevo al peliblanco y termino convirtiéndose en capitana.
— Ca... ca…pi...ta…na… — Tartamudeo Karin recuperando el funcionamiento normal de su cerebro.
Fin del Flash Black*
"Odio la lluvia, porque personifica la tristeza y el dolor, pero al mismo tiempo la amo, porque de esa manera nadie puede ver mis lagrimas al caer"
… ღ…
Significado de términos utilizadas durante la Historia….
º Shinigami-Segador de almas.
º Hollow- Hueco, Vació: Es una criatura que se origina a partir de los Plus o almas de los muertos que, por diferentes razones, no van a la Sociedad de Almas y permanecen en el mundo de los vivos durante demasiado tiempo.
º Seireitei - Corte de las Almas Puras.
º El Gotei 13 (Goteijūsantai) es el organismo al que la mayoría de los Shinigamis graduados en la Academia se unen, y una de las tres principales ramas del ejército de la Sociedad de Almas.
º Senkaimon: Puerta de Penetración de Mundos
º Soutaicho- Comandante.
º Taicho- Capitán.
º Fukitaicho- Teniente ó vice capitán.
º Reiatsu- Presión espiritual.
º Zampakuto- Katana de los segadores de almas.
º Ryūakai- Dragón rojo. Comando para liberar Shikai "Purifica con tu fuego".
º Shikai- Primera liberación de una Zampakuto.
º Kosen akai -Rayo de luz rojo: Un potente rayo sale dispara de la espada.
º Kido- Arte Kido o magia demoníaca.
º Kaji Shinsei -fuego sagrado: Técnica de curación de la Zampakuto.
º Bankai- Segunda Liberación de una Zampakuto
º Ringakai ryu -Anillo rojo del dragón: Bankai de la zampakuto de Karin.
º Ryuseiu — Lluvia de meteoritos
º Kaze Jigoku —Viento del infierno
º Vizard- Guerrero enmascarado.
N/A:
Lamento la molestia, pero hace tiempo que quería actualizar porque cuando lo comencé a leer por segunda vez me percate de muchos errores de ortografía. Espero haberlos corregidos.
Hasta aquí el primer capítulo. Espero que les haya gustado y una vez más lamentó las molestia, no cambie mucho, pero al menos creo que esta mas atendible.
Gracias a todos los que leen, me agregan a favoritos dejen o no dejen Review.
Saludos y nos estamos leyendo.
Bye
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