VAMONOS A DORMIR CAROLINA
El agua caía fuera, las calles estaban desiertas, y no era para menos... ¿quien salía un lunes a las 3 de la madrugada? Solo ella.
Las gotas de lluvia se mezclaban con sus lágrimas mientras ella se acurrucaba en una esquina, con su pequeño bolso al costado y miraba sin mirar las calles de Nueva York.
Vámonos a dormir carolina
que llegue hace dos días y mañana me voy
La horas pasaron y de a poco algunos rayitos del astro rey escapaban de su prisión de nubes, mientras ella salía de ese estado de dormidera y miraba a su alrededor; seguía en el mismo lugar, con la lluvia cayéndole encima, pensando y soñando que todo aquello no estaba pasando, que en cualquier momento él llegaría y la llevaría de nuevo con él.
En un pueblito de putas, perras y bufarrones
Vio la luz Carolina, una nena con cojones
Creció de espaldas al mar y allá por Canelones,
Le dieron el primer beso bajo de los pantalones
Suspiro cansada, sabiendo que eso no pasaría, no en aquel momento y armándose de valor reanudo la marcha. ¿A dónde? Ni ella lo sabía.
Montevideo, qué bien te veo, que suelten los leones
Mi nena ya está cansada de llorar por los rincones
Por eso busca un rockero que le regale flores
Y que la invite a vivir en un castillo de canciones
Durante el día camino por donde puro, parando pocas veces para tomar algo en algún bar, cada uno peor que el anterior, y dejándola más ida de lo que había entrado. Así era su rutina, deambulaba de día y a la noche, si llegaba, pasaba la noche en alguna pensión que quedara al paso.
-¿No es peligroso que estés por acá Lorna?- pregunto una voz, que lejanamente le llego como conocida, pero que no podía asociar con nadie en su estado.
-¿Quien te crees que sos? ¿Mi viejo? Yo ando por donde quiera... no sos nadie...
Pasó la noche y la Caro perdió de a poco el brillo,
Todo lo que había tomado la dejó sin apetito,
Creyó que yo era un extraño y se enojó conmigo
Y se olvidó que juramos para siempre estar unidos
-Lorna, estas borracha...- ella negó y me empujo tratando de salir, pero trastabillo y la pude detener antes que besara al piso.
-¡Soltame!- gruño, empujándome y pegándome para que la soltase, al parecer había olvidado la promesa que habíamos hecho.
-Estas mal Lorna...
-¿Y qué te importa?
Montevideo, qué bien te veo, sobre tus aguas río,
Mi nena está tan pasada que no cree en lo que digo,
Le dije que estoy cansado, que anoche no he dormido,
Y que no soy lo que espera, ni un rockero ni un marido
Que le diga:
"Vámonos a dormir Carolina que llegué hace dos días
Y mañana me voy
Tengo casa y tengo comida pero nadie me cuida
Ni me da el corazón"
-Me importa porque vos me importas... ¿No me reconoces?
-¿Logan?- pregunto con cierto temor.
-Si...- ella me abrazo y yo la abrace...
"Vámonos a dormir Carolina que llegué hace dos días
Y mañana me voy
Tengo casa y tengo comida pero nadie me cuida
Ni me da el corazón"
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La canción es de La Mancha de Rolando.