Los rayos de sol que se colaban por la ventana la obligaron a abrir los ojos. Miró el reloj de su mesita de noche, 6.30 am. (NA. No tengo idea si es posible, pero yo tengo ganas de que si xD), se levanta de la cama, y se acerca al escritorio. En el, un bonito cuadro con una bonita foto. Junto a él, un calendario.
La muchacha toma un lápiz y tacha la fecha del día anterior. Mira la foto.
-Buenos días Shinichi-.
Luego del desayuno, cuando estaba terminando de prepararse para ir al instituto, el timbre suena.
Como hacía ya dos meses, a las 07.30 am, Takashi Kaido estaba en la puerta.
-Buenos días Ran, estás lista?
-Si, pero tengo que recoger mi bolso, enseguida vuelvo-. Sube las escaleras hasta su habitación, en la silla están sus cosas, las agarra, llega ala puerta, y voltea para posar sus ojos azules en la foto del escritorio."Que tengas buen día" dice en apenas un susurro, para luego salir.
El espía dio su saludo al día a las 05.30 am. Se levantó, se ducho, desayunó temprano y salió.
Llegó a destino a las 06.30 am, y la observó desde el mismo lugar que lo hacía desde ya, cinco meses. A las 07.30 en punto, el alienígena tocó su puerta, ella bajó, subió por sus cosas y volvió a bajar. Empezaron su recorrido diario. El espía se cuestionaba cada día como le hacia ella para soportar tal idiota. "Psss... Porque ella es un ángel, y los ángeles soportan a cualquiera...Si debe ser por eso…" Esa era la respuesta que se daba así mismo cada vez que se preguntaba eso.
Llegaron a la Secundaria Teitán. El día transcurrió de forma tranquila.
En la tarde, el alienígena se fue temprano y solito a casa, pues Ran tenía entrenamiento de karate.
En la esquina del instituto, el alienígena cayó derechito al suelo, pues a alguien, "por accidente" se le había caído un helado. Punto para el espía.
Cuando mas tarde, ella salió rumbo a casa, el espía esperaba. Cuando la muchacha llegó a destino, a él le pareció escuchar un "hasta mañana", pero lo descartó enseguida. Ella no lo sabía, no podía saberlo. No todavía.
El acompañante secreto hizo lo mismo que el día anterior.
Ran, por su parte, luego de cenar fue directamente a su habitación, se sentó en la silla en dond en la mañana habían estado sus cosas, puso delante suyo el cuadro con la fotografía bonita, y empezó a recordar lo que había pasado aquel día.
FLASH BACK
Hacía ya un mes que Shinichi había empezado a llamarla todas las noches, por lo que se mostraba bastante feliz.
Hasta que una mañana en la que no tenía que ir al instituto, decidió ir a limpiar a la casa de Shinichi.
La sorpresa se la llevó cuando entro en la gran mansión.
Entro despacio, como siempre. Entonces escucho voces que provenían de la sala en donde estaba la gran biblioteca. Se acerco, y se encontró con el lugar lleno de gente. Gente que conocía, y gente que no. Entre ellos, se encontraban Conan, Haibara, el profesor Agasa y Jodie. Estaban hablando acerca de un golpe, y de bebidas alcohólicas; de acabar con algo de una vez por todas.
"¿Qué está pasando?". Fue lo único que pasó por su mente. Entonces, Haibara habló:
-Debes irte de la cas de Mouri, Kudo-
Kudo? Haibara llamó a Conan, ¿Kudo?
-Lo sé, se lo diré hoy en la noche- Contestó Conan. Si. Conan.
Fue entonces cuando Ran habló, fuerte y claro.
-Qué está pasando?- Su voz hizo que todos se callaran.
Haibara suspiró y se dirigió a la puerta.- Todos fuera- dijo. Nadie movió un músculo.
-He dicho que todos fuera!- Entonces, los presentes, menos Conan, salieron de la sala.
Ella no dijo nada. Lo miraba de forma extraña. Como si no supiera quien era él.
-Ran..No se.. Lo siento mucho, no se por donde empezar.. Yo..- Empezó a hablar Conan.
La muchacha tomo una silla y se sentó.
-Empieza por el principio, y continúa hasta el final. Tengo todo el día libre- su mirada era dura y firme-.
Conan, quien resultó ser ni nada mas ni nada menos que Shinichi Kudo, le contó todo lo que había pasado. Desde el Tropical Land hasta ese mismo momento.
Cuando el niño hubo terminado, Ran se levantó, y se encamino a la salida.
-Ran espera! Por favor, entiende que yo...-
-Entiendo- ella le estaba dando la espalda, pero el sabía perfectamente que ella estaba llorando-, esto es lo que haremos, tú vas a quedarte aquí y vas a llevar cabo ese plan que tienes para terminar con esa "Organización Negra", no voy a detenerte, ni pedirte que te quedes, ni voy a negarte que …- se detuvo. Y cuando continuó, hablo en voz alta. MUY alta. - No voy a negarte que estoy furiosa, herida y cansada de mentiras y excusas tuyas, por que lo estoy y mucho Shinichi Kudo! Entiendo por todo lo que has pasado, de verdad lo entiendo, que querías protegerme y todas esas cosas… Pero no es justo- Esto último lo dijo casi en un susurro.
Estaba enojada, triste, decepcionada… Pero no podía. Aunque quisiera odiarlo, simplemente no podía.
Conan agacho la mirada, apretó los puños, y cerro los ojos, pero sintió que algo cálido lo envolvía. Ran lo estaba abrazando. Cuando se separó de él, lo miró a los ojos y le mostró una de esas sonrisas que solo ella podía dar.
- Escúchame Conan-kun, vas a quedarte aquí a partir de ahora vale?
-Ah?- el no entendía nada... Hacia un momento le había gritado ¿y ahora lo abrazaba y lo llamaba Conan-kun?
-Dile al profesor Agasa que mañana valla por tus cosas. Por favor, ten mucho cuidado, porque aunque eres muy fuerte podrías lastimarte…- A continuación, le dio un gran beso en la mejilla (lo que provocó que al pequeño se le subieran los colores), y entonces se levanto dispuesta a irse, pero antes,
-Dile a Shinichi que se apresure en resolver ese aso importante. No es cortés hacer esperar a la gente. Yo estaré esperando, como prometí que lo haría. Pero solo voy a esperar diez meses, a partir hoy. Ni un día más, ni un día menos.
-Espera un momento! Solo diez meses? Eso es injusto! No se cuando podré volver, ni que pasara con la Organizaion…
-Conan-kun!- lo había dicho con tanto enojo que el pequeño considero mejor callarse.
-S-Si?
-Si Shinichi no acepta, puede que cuando regrese, yo este muy enfadada, y entonces tendré que darle dos o tres de mis patadas de karate, y luego me iré y nunca mas sabrá de mí… Crees, que a Shinichi, después de todo lo que me mintió, le parecerán justo diez meses? O tal ves tres serian lo más justo, ya sabes, para equilibrar las cosas…
-C-Creo que con diez esta bien…
-De acuerdo. Adiós Conan- kun.
Y Salió de ahí, ante la mirada de todos los que unos momento s antes habían estado en la biblioteca
-Tengan buen día- dijo, y sin más, se fue.
Unas horas mas tarde, llegó a casa de Ran el hombre de la florería, con un gran ramote de rosas rojas, sin remitente. Junto a ellas vino también una tarjeta que tenia unas pocas palabras...
Eres un ángel. En verdad lo eres.
FIN FLASH BACK