Airi: ¡Hola! Bueno, primero que todo quiero pedir disculpas por la demora, es que he tenido ciertos problemas… ejem, familiares ¬¬ y bueno, he estado bien desconcentrada (y no solo es este Fic el que se ha tardado, sino ¡Todos! Así que de verdad espero que me disculpen)

Como todos sabemos Shugo Chara no me pertenece, es de Peach Pit, yo solo estoy escribiendo esta historia porque tengo algo de tiempo libre. A continuación:

Capítulo 8: La Trampa

Era ya muy tarde, cuando Tadase regresó a casa luego de juntarse con su amigo Kukai, a penas llego, entró en la habitación de la pelirosada, pues pondría desde ya su plan en marcha. Pero antes, debía cerciorarse de ciertas cosas, así que no dudo en hacerlo de inmediato.

- Amu… - susurró mientras se acercaba a la cama donde ella descansaba plácidamente - ¿Estás dormida? – preguntó. La joven al instante se despertó, abrió lentamente sus ojos y miró con sorpresa a su novio que se encontraba frente a ella.

- ¿Qué ocurre Tadase, no vez que es algo tarde? – exclamó mientras intentaba apartar la galbana de su cuerpo y se incorporaba en la cama.

- Amu… - Se sentó en la cama junto a ella. – Yo… ¿Cuándo fue la última vez que te dije que te amo? –

- No lo sé… Tadase estás actuando raro –

- No, es solo que… quería decirte que te amo – Acto seguido se acercó a su novia y la beso apasionadamente, en ese preciso instante Amu se percato de que Tadase había bebido, no lo suficiente como para estar ebrio, pero si estaba alcoholizado y eso no era una buena señal, cuando Tadase bebía era una señal de que algo malo sucedería. Ella se separó de su novio y le miró a los ojos, notó algo extraño en él.

- Tadase, ¿podrías irte a dormir? Yo estoy cansada y mañana tengo que ir a trabajar – Exclamó mientras hacía a un lado a su novio y él al instante le miró fulminante.

- "Lo supuse" – Pensaba Tadase – "Algo ha cambiado en Amu, y tengo el presentimiento de que ese tal Ikuto tiene algo que ver… si así lo quiere, entonces ya verá de lo que soy capaz" – Se puso de pie y exclamó:

- Está bien, me iré a dormir. Nos veremos mañana – Y salió de la habitación de la muchacha cerrando la puerta fuertemente tras de sí.

Al día siguiente, Amu se fue a su trabajo como era costumbre, mientras que su queridísimo novio se quedo en casa, porque según él tenía una fuerte resaca debido a lo bebido la noche anterior. Pero él bien sabía que todo era una mentira, debía comenzar con su plan desde ya. Cogió su teléfono celular y digitó cierto número que él conocía a la perfección.

- ¿Sí? ¿Qué ocurre Tadase? – Contestó su interlocutor

- Comenzaremos hoy mismo, espero que tengas todo listo Kukai – Dijo el rubio

- Claro, solo me faltan algunos detalles. Pero ¿Por qué hoy? ¿No es hoy el cumpleaños de Amu? –

- Precisamente por eso es que comenzaremos hoy –

- Ya veo… entonces ¿pasarás a buscar "eso"? – Una sonrisa maquiavélica se dibujo en los labios del joven muchacho.

- Claro que sí, iré ahora mismo –

- Perfecto – Entonces Tadase finalizó la llamada y se encaminó a la ducha para darse un baño.

- No sabes lo que te espera Amu… ni tú ni ese pequeño parásito alojado en tu vientre –

Horas más tarde, Amu se encontraba en su segundo trabajo. Hacía un par de días se había percatado de que sus sentimientos hacia Tadase ya no eran los mismos. ¿Qué era lo que había cambiado en su interior? No lo sabía, pero de lo que si estaba segura era de que ya no le gustaba estar con él, no quería seguir viviendo con ese joven hombre al que tanto tiempo y dinero le había dedicado. Pero… ¿Sería capaz de terminar su relación con él? Entonces se dio cuenta de que Ikuto siempre había tenido la razón, al igual que Yaya. La monotonía la había llevado a su propia perdición, pero aún no estaba muy lejos de remendar su error ¿o sí?

- ¿Ocurre algo, Amu? Te noto pensativa – Exclamó el joven de ojos azules mirándole preocupado. Ella le observó y le sonrió con dulzura.

- No te preocupes, es solo que hoy es mi cumpleaños y yo… -

- ¿Es en serio? – Preguntó Ikuto mientras en un rápido movimiento abrazó a su compañera. - ¡Feliz día de tu cumpleaños, mi querida Amu! – Ella entonces hizo lo mismo para con él correspondiéndole el abrazo.

- Muchas gracias, Ikuto – Y sin proponérselo, comenzó a llorar

- ¿Qué sucede, Amu? Hace unos días te noto diferente, de verdad me preocupas – Con sumo cuidado limpió el rostro de la chica, quién estaba demasiado agobiada.

- Ikuto… lo he pensado y quiero que mi hijo… sea tuyo. Quiero que sea nuestro hijo y no de Tadase – Eso sorprendió sobremanera al joven quién no pudo menos que sonreír a su amada

- ¿De verdad? – Preguntó aún no del todo convencido, ella asintió con la cabeza – Amu, tu sabes que no me importa si ese hijo es del imbécil de Tadase, yo lo reconoceré de igual manera – Y abrazó con más fuerza a la muchacha.

- Lo sé, es por eso que te lo estoy diciendo. Terminaré con Tadase y aceptaré tu propuesta Ikuto, solo si aún sigue en pie – Escondió su rostro en el pecho de su acompañante

- Claro que sigue en pie, Amu – Con su mano derecha acaricio el rostro de la pelirosada. – Te amo – Exclamó.

- Ikuto… yo también me he enamorado de ti. – Se zafó del abrazo e hizo un gesto de indignación – Lo has conseguido Tsukiyomi Ikuto – Bufó – Tu esfuerzo ha dado los resultados esperados, maldito gato pervertido – Él rió con sorna y se acercó al rostro de la chica, para susurrar algo a su oído.

- Siempre consigo lo que quiero, Amu – Eso sorprendió a la chica y acto seguido se cruzó de brazos aparentado estar molesta.

- Claro, eres un maldito… - Suspiró – Pero no me importa – Le miró con atención y sonrió – Te amo de igual manera – Y volvió a abrazarlo con fuerza.

- Eso quiere decir… que no tengo posibilidades ¿verdad? – Ambos escucharon la voz de una joven mujer exclamar aquella frase. Se separaron y miraron a la dueña de la misma. Lulu les miraba con melancolía.

- ¿Hace cuanto estás aquí, Lulu? – Preguntó Ikuto mirando con compasión a su ex novia.

- No importa, yo… no tenía oportunidad desde un principio ¿no es así? – Sonrió – Da igual – Suspiró – De cualquier forma, era una batalla perdida – Y sin decir más, se retiró del sitio ante la perpleja mirada de la joven pareja.

Cuando Amu finalizó con su jornada de trabajo, decidió pasar a visitar a su amiga Yaya para que le aconsejara sobre lo que debía hacer, así que se encaminó a paso decidido hasta su casa, quería terminar con su novio pero no sabía cómo hacerlo. Al llegar, entró como todos los días y se encontró de frente con su novio quién tenía en sus manos un enorme ramo de rosas carmesí.

- Te he estado esperando, querida – Exclamó el rubio mientras se acercaba a su novia y le entregaba las flores a la muchacha.

- ¿Es una broma Tadase? – La chica estaba estupefacta, era la primera vez desde que conoció a su novio que este le regalaba flores, ni siquiera pasa San Valentín le había obsequiado una rosa. Algo debía andar mal con su novio, según ella.

- Claro que no, sé que te gustan las rosas y por ser hoy el día de tu cumpleaños he decidido comprarte este pequeño presente, que solo es parte de mi regalo para ti – Amu recibió las rosas y luego las depositó en un florero y luego vertió un poco de agua en ellas. Todo eso lo hizo en completo silencio, ante la curiosa mirada de Tadase.

- ¿No dirás nada, Amu? – La joven volvió a mirarle sin comprender la actitud de su novio ¿Por qué estaba de pronto tan amable con ella?

- Tadase yo… no sé qué decir en verdad –

- Bueno, lo mejor será que te arregles, porque tengo una mesa reservada en un elegante restauran, iremos a cenar en media hora –

- ¿Media hora? Eso es muy poco tiempo, y yo quería ir a visitar a Yaya – Dijo Amu sorprendida

- Pues no irás, no estarás planeando dejarme plantado ¿o sí? – Suspiró – No sabes cuánto me costó reservar sitio en aquel lugar, por otra parte tuve que conseguir dinero con Kukai para poder pagar –

- Ya me lo imaginaba, ¿de dónde sino sacarías dinero? – Amu se molestó por el último comentario de Tadase, pero prefirió ir a arreglarse para poder ir al famoso restauran del que hablaba.

En otro lugar, en tanto se encuentra Yaya conversando con su amigo Nagihiko sobre el cumpleaños de Amu, y sobre que realizarían para celebrarlo.

- ¿No te parece lo mejor una fiesta sorpresa? – Dijo Nagihiko mientras tomaba asiento en el sillón.

- Insisto en que lo mejor es una celebración solo entre nosotros. Invitamos a Ikuto y a su hermana, puedes invitar a tu noviecita aunque no me guste la idea –

- Pero si Rima no ha hecho nada malo, vamos – Nagihiko salió en la defensa de la rubia ausente en el sitio por el momento.

- Lo que tú digas, Nagi… Lo que tú digas –

- Entonces lo mejor será tu idea, así que habrá que llamar a los invitados –

- Lo bueno es que ya compré las cosas para comer – Sonrió Yaya mientras tomaba su teléfono celular.

- Y habrá licor, imagino ¿verdad? – Yaya miró fulminante a su amigo, el rió nervioso.

- Claro que no, no seas tonto Amu no puede beber ¿o acaso lo olvidas? –

- Pero los demás si podemos – Se defendió el pelilargo

- Pero es su cumpleaños ¿entiendes? Además yo no bebo, si quieres compra tú el licor –

- Mala onda… - Suspiró Nagihiko mientras se resignaba a que no habría licor en la mini fiesta de cumpleaños para Amu.

Una hora después, Amu y Tadase se encontraban ya en el restauran, ambos miraban el menú sin saber que pedir. Amu estaba sorprendida por la cantidad de platos que allí se preparaban y Tadase nervioso pues no sabía si le alcanzaría el dinero para pagar todo lo que comerían.

-¿Te has decidido ya? – Preguntó el rubio intentando no titubear

- Bueno la verdad… no, aún no. – Suspiró y miró a su novio a los ojos – Tadase… iré al baño unos minutos, ya regreso – Dijo y acto seguido se puso de pie para ir al sitio ya mencionado.

- Bien – Al ver que la chica se perdía de su vista, este aprovecho de sacar "eso" de lo que había hablado más temprano con su amigo Kukai. – "De esta no te salvas Amu, todo lo tengo muy bien planeado. Solo Dios y un milagro podrían salvar tu embarazo" – Miró a su alrededor para confirmar que nadie le estuviera observando, cuando se dio el momento indicado, en la copa de su novia hecho un polvillo de dudoso origen el cual se disolvió en el jugo que la muchacha había pedido con anterioridad. –"Ahora solo es cuestión de tiempo" – Sonrió triunfal – "Adiós parásito, Adiós problemas futuros" –

Mientras en el baño, Amu se miraba fijamente al espejo frente a ella mientras intentaba darse valor para poder decirle a Tadase lo que había decidido.

- Amu, debes terminar con Tadase. Debes hacerlo ahora o nunca – Lavó sus manos y retocó su maquillaje – Sí. Debe ser ahora… - Tomó su cartera luego de secar sus manos con un trozo de papel desechable y comenzó a caminar para regresar junto al rubio. A los pocos minutos se encontraba sentada frente a él, para poder ordenar lo que comerían.

- ¿Has decidido esta vez, que vas a pedir? – Tadase comenzaba a exasperarse de los nervios. Cada tanto miraba la copa de su novia, que yacía intacta en el sitio que la había dejado.

- Lo lamento, aún no – Un joven mozo se acercó a ellos para tomar la orden

- ¿Qué van a servirse, jóvenes? – Preguntó, Tadase señalo lo que él comería, es decir, el platillo más económico que allí servían. Amu seguía indecisa. – Si la bella dama lo desea, puede llamarme dentro de unos minutos para hacer su pedido – Amu asintió con la cabeza algo ruborizada, mientras a Tadase ya se le notaba nervioso, aunque la pelirosada no comprendía la razón. El joven luego de anotar el pedido, se retiró dejando a los dos novios solos en su mesa.

- Amu, ¿te parece si brindamos? –

- Esta bien, pero ¿por qué? – Preguntó Amu mientras miraba comenzando a sospechar de su novio. Definitivamente algo no andaba bien.

- Por nuestro futuro hijo – Sonrió. Amu se sobresalto ¿Cómo se había enterado Tadase de su embarazo?

- ¿Cómo lo…? – Tadase la interrumpió.

- Encontré la nota que te envió el doctor. Amu, no lo entiendo ¿por qué me lo has ocultado? –

- Yo pensé que te molestarías – Amu bajó la mirada situándola en sus piernas, mientras empuñaba fuertemente sus manos en su falda.

- ¿Cómo crees eso? No sabes lo feliz que me ha hecho saber que seré padre. Lo comprendí después de perder nuestro anterior hijo. No sabes cuánto he sufrido desde entonces y ahora que sé que seré padre otra vez… yo no lo sé. Creo que Dios me ha dado otra oportunidad y nos ha bendecido con la venida de un nuevo hijo – Amu no sabía ya que pensar ¿Debía terminar con su novio o no? Estaba completamente confundida.

- Brindemos pues, Amu – Tadase alzó la copa para brindar con su novia. Amu hizo lo mismo y chocaron copas, ambos se llevaron las copas a su boca y cuando Amu iba a dar el primer sorbo a su jugo ante la impaciente mirada de Tadase, el sonido de un celular sonó haciendo que la chica retirara la copa de sus labios depositándola en la mesa ante la ahora furiosa mirada del rubio.

- ¡¿Quién puede estropear este momento tan importante para nosotros? – Estalló el muchacho, mientras Amu con rapidez sacaba del interior de su cartera su teléfono celular. Observó el nombre de la llamada entrante: Yaya.

- Es Yaya, tal vez quiera saludarme por mi cumpleaños – Sonrió la chica.

- Pues corta la llamada, ya te llamará otro día – Bufó molesto Tadase, Amu entonces rechazó la llamada y volvió a guardar su teléfono móvil. – Ahora en lo que estábamos – Repitió Tadase tomando su copa – Por nuestro futuro hijo – Alzó su copa y el teléfono de Amu volvió a sonar.

- Voy a contestar, si ella llama por segunda vez a de ser algo importante Tadase – Amu sacó nuevamente su teléfono portátil y esta vez contestó.

- ¿Qué ocurre Yaya? –

- Amu es urgente que vengas, ¡Algo muy malo ha ocurrido! – Gritó la interlocutora a través del aparato.

- ¿Ahora? Es que estoy con… - No alcanzó a terminar la frase cuando Yaya respondió

-¡Ahora! ¡Es urgente! – Y finalizó la llamada dejando a Amu totalmente atónita.

- ¿Ocurre algo? – Preguntó Tadase mientras alzaba una ceja en seña de duda.

- Lo lamento Tadase, debo irme ahora – Exclamó Amu y se puso de pie para retirarse del lugar, tomó su cartera y comenzó a caminar en dirección a la salida

- ¡Amu espera! – Tadase intentó seguirla pero fue detenido por uno de los meseros del sitio

- Señor, no ha pagado su cuenta, no puede retirarse aún – dijo el hombre, pero Tadase lo apartó de un manotazo. Al ver esto, uno de los guardias lo interceptó.

- Joven, si sigue causando disturbios en el local, tendré que llamar a la policía. – Exclamó el guardia.

- ¡Apártese de mi camino! – Pero los intentos del rubio por seguir a su novia fueron fallidos. –"¡Maldición!" – Pensó y resignado se dirigió de regreso a su mesa para cenar completamente solo, ante la mirada de aquellos curiosos que presenciaron los hechos.

Aproximadamente una hora después, Amu llegó al apartamento de su amiga Yaya y golpeó a la puerta sin pensarlo dos veces. Si ella había dicho urgente era porque de verdad ¡era urgente! Esperó a que alguien abriese la puerta, a los pocos minutos alguien abrió, se trataba de su amiga quién al verla la abrazó fuertemente.

- ¡Amu! – Exclamó y luego suspiró – No sabes lo feliz que me hace verte aquí en perfecto estado. No has bebido nada, ¿verdad? – Preguntó Yaya esta vez separándose de su amiga para verle a los ojos. Amu se veía sorprendida, no comprendía nada de lo que estaba sucediendo. – Vamos pasa, te explicaré todo adentro con más calma – Y ambas entraron al departamento.

Continuará…

Airi: No pensarían que Lulu era una arpía ¿o sí? (si lo pensaron XD) pero en realidad eso solo sería sacado de una telenovela ¿verdad? Pues aquí no paso lo que pensaron que pasaría :3 y eso es algo bueno. Lulu se dio por vencida. Y bueno, solo les diré que el próximo capítulo será el final (es decir, el último :o) Y no pensé que sería tan rápido XD pero bueno, no quise ser mala con mis lectoras, que no se merecen sufrir tanto. Así que solo me queda pedir reviews para subir el último capítulo lo antes posible *w* ¿comentarán? :D

Y sin más que decir, y esperando que se encuentren bien, me despido

¡Hasta pronto!