Me apresuré hacia el mostrador del aeropuerto y pedí un vuelo directo a Seattle.
Fue realmente largo estar allí sentado viendo como las azafatas daban los típicos consejos para saber qué hacer en caso de que el avión tenga algún accidente.
Me estaban sacando de quicio, estuve a punto levantarme y decirle que si no podía dar todos esos consejos en pleno vuelo y así hacer que el avión saliese antes. Pero claro sabía que eso era imposible así que tuve que limitarme a dar golpecitos con el pie en el suelo expresando mi inquietud.
Finalmente el vuelo salió del aeropuerto y en varias horas estábamos en Seattle. Nada más bajar capté el rastro de Victoria, tal como mis peores temores habían predicho iba en dirección de Forks, apenas sin fijarme si algún humano curioso estaba mirando eché a correr a velocidad vampírica. Poco me importaba despertar sospechas cuando sabía que ella posiblemente estaba en peligro.
Cuando me iba aproximando a Port Ángeles un olor asqueroso me dejó paralizado…
Tuve que hacer memoria porque me resultaba muy familiar, al final recordé donde había olido algo semejante. Hacía más de ochenta años… la primera vez que vinimos a Forks… fue cuando hicimos el tratado con los…
¡No es posible! Hace solo unos meses que nos habíamos marchado de Forks y nunca habíamos percibido un efluvio como este. Según pensábamos el legado de Ephraim Black se perdió con él, solo quedaban las historias que contaban sus descendientes...
¿Será posible que mi ángel pueda tener tan mala suerte para que se crucen en su vida otros monstruos?
Sabía la respuesta a eso. Había podido comprobarlo muchas veces. Su mala suerte volvía una y otra vez hacia ella.
Corrí con más fuerza hacia Forks, esperaba que todo fuera un mal presentimiento, que su suerte hubiese cambiado en todo el tiempo que llevábamos separados. Pero también sabía lo poco probable de este hecho.
Lo único que me impedía volverme loco era el don de Alice. Suena extraño ya que yo mismo había sido quien le había prohibido volver a mirar en su futuro. Pero tenía la esperanza de que ella se enterase si le pasaba algo malo. Sus visiones vienen solas cuando va a ocurrir algo malo, no hay necesidad de espiarlas.
Pero ¿y si Alice estaba tan concentrada intentando cumplir su promesa que evitaba todo lo que provenía de ella? ¿Y si le ocurrió algo? En ese momento comencé a hiperventilar, no era normal en un vampiro pero no podía soportar ese pensamiento. No podía ni pensar en que ella dejase de existir. Un mundo sin ella era algo inconcebible.
Al menos para mí.
Estaba impaciente por llegar a Forks, necesitaba verla y asegurarme que todo había sido un horrible pensamiento, que ella estaba sana y salva. Al menos dentro de lo posible para ella. Dada su suerte es posible que estuviese con magulladuras o vendas pero claro eso entra de lo que es mi Bella sana y salva.
Y si no la encontraba sabía cuál sería la solución. Haría un viajecito a Italia y ellos acabarían con el sufrimiento para siempre. Me dolía llegar a esta conclusión. Sabía que sería duro para mis padres saber que acabé con mi vida. Solo esperaba que lo entendiesen. Mi vida sin ella carecía de sentido.
Mientras cavilaba todo esto me di cuenta de que ya me hallaba en las fronteras de Forks. El rastro de Victoria en esta zona era muy fuerte, estaba mezclado con el efluvio de los licántropos.
Sabía que estaba actuando a la desesperada. Que debería limitarme a buscar a Victoria antes de que se escapase otra vez. Pero el dolor en mi pecho era demasiado fuerte. Debía buscarla, debía asegurarme de que estaba bien. Tenía que saber que seguía a salvo antes de ponerme a luchar. Ahora mismo el dolor en mi pecho era tan fuerte que me impedía pensar con claridad por lo que Victoria me pillaría despistado y me mataría a la más mínima ocasión.
Corrí hasta su casa y un suspiro de satisfacción salió de mi pecho al entrar en su habitación. No sabía cómo estaría ahora, pero según indicaba el olor de su cuarto ella había estado aquí hacía solo unas pocas horas. Y no había ni rastro del olor de Victoria por la zona. Aunque sí podía notar el asqueroso olor de los licántropos alrededor de la casa.
Solo espero que ninguno de esos apestosos y volubles chuchos se haya acercado a mi ángel. Se suponía que ellos no mataban humanos pero yo no me fiaba. Por lo que sabía hace unos meses no había licántropos en Forks por lo que debían ser jóvenes y no hay nada más inestable que un licántropo joven.
Rastreé su olor por todo Forks pero fui incapaz de dar con ella. Al llegar cerca de la línea del tratado volví a captar el efluvio de Victoria. Era reciente. Apenas si tenía unos minutos por lo que decidí darle caza. Si conseguía matarla después podía buscar a mi ángel sin que ningún peligro hubiese a su alrededor. Incluso es posible que llamase a Alice para que ella supiese donde encontrarla si me era imposible.
Fue muy frustrante intentar dar caza así. Ella se movía en zigzag por toda la línea del tratado y por más que quería darle caza no podía cruzar la línea. Ellos eran demasiados y yo estaba solo. Era imposible ganar en una posible pelea.
Seguí corriendo por los límites del tratado cuando me sentí que me acercaba al mar. Si ella saltaba al mar estaría totalmente dentro de mi territorio. Cuando acordamos los límites, los Quileutes dijeron que no podíamos entrar en los alrededores de su pueblo y este acababa en la playa. El mar era tierra de nadie por lo que podíamos movernos libremente por allí, al igual que la isla de San James.
Sin más me lancé al agua y fui a su encuentro.
Cuando estaba a solo un par de brazadas de ella escuché un grito que me dejó completamente helado. Victoria aprovechó esta distracción para nadar más rápido desapareciendo de mi vista.
Me giré hacia el lugar donde había sonado el grito. No hacía falta hacerlo para asegurarme de quién había gritado así. Era la voz que me mantenía atado a esta existencia. Era ella. Mi Bella.
Su grito había sido un grito de júbilo, de alegría. Pero cuando miré hacia aquel acantilado me quedé de piedra. Ella acababa de saltar desde un acantilado…
¡Hola!
Hoy decidí continuar con esta historia que hace mucho que no actualizaba.
No quise actualizar antes porque pensé que casi nadie la leía ya que solo recibí dos reviews. Pero al ver los visitantes vi que la leyeron unas 300 personas solo que no quisieron dejarme su opinión :(
Por favor decidme que opináis de la historia, ¡acepto críticas constructivas!, nunca había escrito nada desde el punto de vista de Edward y no sé si consigo meterme en su papel XD
Espero que os guste.
Si puedo subiré el próximo pronto. Creo que será el último si mi imaginación no se emociona y se pone a escribir sin más (en principio iba a ser de un solo cap. jeje)
Bueno nada más.
Besitos
Libezzy