Capitulo 1

Era una noche tranquila en el sengoku, desde hace tres días que no había señales de Naraku por ninguna parte por lo que el grupo de Inuyasha decidió tomar un descanso en la aldea de la anciana Kaede; al llegar Sango tomo la decisión de irse por dos días a su aldea, Miroku dijo que iría a visitar a su maestro, los únicos que quedaron fueron Shippo, Inuyasha y Kagome

Querida Kagome, podrías ayudarme a traer unas hiervas medicinales- le dijo la anciana Kaede a la pequeña miko que se encontraba con ella

Si – fue la respuesta de aquella joven de ojos achocolatados. Mientras recogían las plantas la joven estaba pensando que ya era tiempo de volver por unos días a su época y así ver como están las cosas en su casa, además de que allá podría pensar con tranquilidad aquel hecho que la tiene algo atormentada.

Inuyasha- dijo la pequeña sabiendo que el hanyo la oía –Me iré a mi época por unos días, necesito ver a mi mama y…"a pensar un poco" - la miko no supo si decirle lo ultimo, ya que si le decía no la iba a dejar ir hasta que le digiera que era lo que tenia que pensar y si eso llegaba a pasar no seria capaz de decirle que…

Esta bien Kagome ve con tu familia – fueron las palabras de aquel joven. Shippo y la anciana Kaede se quedaron algo extrañados con las palabras del mitad demonio ya que el no era nada comprensivo y siempre que Kagome quería ir a su época se oponía rotundamente… Shippo sabia que algo no andaba bien en esos dos y la anciana también noto eso.

Muy bien entonces partiré ahora mismo- y sin mas le dio las hiervas a la anciana, y salió en dirección a la cabaña a tomar su mochila y camino hacia el pozo sin decir adiós. Al llegar a su época saludo a su familia que la recibió con gran alegría pues ya tenía mucho tiempo que no los visitaba

Hija, me da gusto que vuelvas- fueron las palabras de su madre –A mi también me da gusto volver mama- y le dedico una sonrisa que era solo de su madre- Si me disculpas quiero tomar un baño y descansar- y subió las escaleras y entro a su cuarto y vio como es que todo seguía tal cual ella lo recordaba – "es tan agradable volver, pero aun con la distancia en el tiempo no puedo dejar de pensar en ti"- ese pensamiento fue el que trajo de vuelta a la realidad a aquella joven de mirada chocolate. Dejo sus cosas y saco su toalla y se fue a bañar, al sentir el agua caliente se relajo como hace tiempo no lo hacia; duro como una hora en la bañera solo relajándose con la mente en blanco. Cuando estuvo aseada y cambiada bajo a la sala pero ya no había nadie todos habían salido a hacer sus cosas, su abuelo trabajando en el templo, su madre en el supermercado y su pequeño hermano de seguro se fue a la escuela, Kagome había decidido no ir esos días a clases ya que no quería ser interrogada por sus amigas sobre la relación que se supone que tenia con Inuyasha – "bueno creo que daré una vuelta por el centro… además no creo que me tope a mis amigas"-

Mientras caminaba por las avenidas principales de Tokio algo llamo su atención de sobremanera, era una tienda árabe- egipcia sin pensarlo dos veces entro y su fascinación por el lugar creció; recorrió la tienda sin dejar de admirar lo que en ella se hallaba, pero lo que mas llamo su atención fue un bello traje de danza … era de color negro se dividía en dos partes , este no era como los que ya había visto en la misma tienda pues la parte de arriba no era un brasear si no era como una blusa pero muy hermosa, Kagome lo miraba tan atentamente que no se percato cuando la señora que atendía se acerco a ella -Ahlan wa sahlan(Bienvenido en árabe) ese traje perteneció a una bella Diosa que llego a Marruecos por que la desterraron de Egipto – Kagome al oír esto sintió una curiosidad enorme –Disculpe sabe la historia de esa Diosa- le pregunto a la señora – Solo se me lo que mi madre me conto un par de veces quieres que te la cuente- Kagome solo asintió, la señora la guio hasta el fondo de la tienda en donde había una especie de sala árabe y le indico que se sentara, la pequeña miko obedeció y con suma atención escucho las palabras de la señora- "Neit era la diosa guerrera y de la caza , sus atributos eran las flechas, el arco y el escudo y era protectora del Dios Osiris, Ra y del faraón, un día por ordenes directas de Osiris y Ra la Diosa tenia que bajar a la tierra para ayudar al faraón a conquistar nuevas tierras, ya que solo con su protección y sus atributos podría vencer el faraón, ella obedeció y bajo al antiguo Egipto en forma humana , se dice que la joven era de una belleza exquisita . El faraón junto a su ejercito y ella viajaron a tierras lejanas y extrañas, cuando llegaron un ejercito de demonios los esperaban, el faraón dio la orden de atacar, mientras la pelea se llevaba a cabo ella solo observaba hasta el momento que necesitaran de su ayuda, cuando vio que el ejercito del faraón había sido reducido en un 10% decidió ayudarlos y salió a pelar en menos de 5 minutos los ejércitos volvieron a estar en igualdad pero hubo algo que inquieto a la diosa de sobremanera, se dice que entre los demonios había uno especial que la reto pero no solo en la guerra si no en el alma. La diosa quedo atrapada por aquel misterioso demonio y por su distracción mataron al faraón esa fue la causa de que los dioses como castigo a su descuido la dejaron como humana y la enviaron a una cultura desconocida la musulmana, y ante sus ojos mataron a aquel ser que le robo su alma, en su desdicha acepto su destino y vivió en marruecos y ahí fue una de las grandes bailarinas, nunca se caso y no tubo familia- Kagome al escuchar ese pequeño relato sintió como algo en su interior vibraba con una emoción tan fuerte y desconocía para la pequeña joven.

-estas bien pequeña- le dijo aquella misteriosa mujer –Si solo que todo lo que me dijo parece tan triste, es como si …- a lo que la señora le dijo- Como si las emociones de aquella Diosa recorrieran tu cuerpo- Kagome se quedo sorprendida por que aquella mujer con solo verla pudo ver claramente lo que sintió en esos momentos. –Algo así-fue la contestación de la joven; la señora la observo detenidamente y solo le sonrió y le dijo –Veo que sientes algo de simpatía por aquella Diosa así que te mostrare algo que no esta exhibido, acompáñame por favor-

Kagome siguió a la mujer sin saber bien el por que de su actitud, solo se dejo llevar; al llegar a un cuarto la señora abrió un baúl y le indico a Kagome que se acercara. Kagome al ver aquella espada sintió escalofríos recorriendo su cuerpo y por impulso tomo aquella espada sin siquiera preguntar si podía tocarla, la señora al ver esta reacción sonrió, cuando Kagome levanto la espada por el aire un fuerte viento se sintió por la habitación y una destellante luz broto de la espada; cuando el resplandor se apago la señora le mostro un pequeño