Antes de que lean, quiero informarle, querido lector o lectora, que esta historia es un fanfiction que salio de mi cabeza después de ver la tercer película de la saga y de terminar de leer el séptimo libro. Desde ya cabe recalcar que lo único mio es la trama, ya que los personajes salieron de la prodigiosa cabeza de nuestro querido C.S. Lewis, yo solo quise mostrarle a ustedes lo que puedo llegar a mostrar.

No va a apreciar ningún personaje original, lo único que puede ser diferente es el modus operandi de los hechos que sucederán a lo largo, de lo que supongo, va a ser un proyecto a largo plazo, por ende, aun no terminado y en continuo mejoramiento.

Agradezco su interés, y esto se lo dedico a varias personas, principalmente a Zuzu Howlett , a NiniCheshi y a Leiousaa from Somewhere

Ahora sin mas la historia, pero recuerden, nada que ver tiene con el argumento publicado en la obra original salvo algún pequeño spolliers que espero sepan disculpar.


-…cuando el Sol y la Luna se encontraron por primera vez, se enamoraron perdidamente uno del otro y desde ahí comenzaron a vivir un gran Amor, su gran Amor.

El mundo aun no existía, y el día que Aslan decidió crearlo, les dio un toque final… el brillo…

Aslan decidió que el Sol iluminaria el día y que la Luna las noches, y por ese motivo obligados estarían a separados vivir….

Ambos con el correr del tiempo tirano de aquellos primeros días, fueron invadidos por una gran tristeza cuando cuenta se dieron que encontrarse nunca podría.

La Luna, poco a poco, sin brillo fue quedando, la tristeza con el correr de las horas, más hondo se clavaba, y así fue quedándose perdida entre la pena y el dolor cada vez mas y a pesar del brillo que Aslan, con su aliento le había otorgado, ella sola se sentía…

El Sol, a su vez, había ganado un título de nobleza, "Astro Rey" pero esto tampoco le hizo feliz.

Aslan viendo esto, los llamo y les explico:

-tu Luna, las noches frías y cálidas alumbrarás, a los enamorados encantaras y frecuentemente, protagonista serás de hermosas poesías… En cuanto a ti, Sol, mantendrás ese título, porque serás el más importante de los Astros… iluminando la tierra durante el día estarás, calor al ser humano le brindaras y solo eso feliz hará a las personas…

La Luna con ese cruel destino, más triste se puso, y amargamente llorar, el Sol, al tan triste verla decidió que débil no podría ser ya que darle fuerzas debía, y ayudarla a aceptar lo que el destino para ellos había decidido…

Aun así, tan preocupado estaba él que pedirle algo a Aslan decidió:

-Señor, a la Luna ayúdale, por favor, más frágil que yo es, la soledad no soportara…- y Aslan en su gran compasión a las estrellas creo para compañía hacerle a la bella Luna…

La Luna, que siempre muy triste esta, a las estrellas recurre, que de todo hacen para consolarla, consiguiéndolo casi nunca.

por eso hoy así viven ambos, separados, fingiendo uno ser feliz, y el otro con sus penas sin disimular. El Sol arde por ella de pasión y ella en las tinieblas de su pena vive.

Dicen que la orden de Aslan era que la Luna siempre llena debería estar pero ni luminosa ni completa podía llegar a mostrarse porque mujer es la Luna, y fases tiene esta mujer. Cuando feliz llena se muestra pero infeliz menguante queda, ni posible es siquiera su brillo apreciar.

Ellos siguen caminando, a paso firme aunque solitario, y por las estrellas, ella siempre acompañada esta.

Por siempre hombres constantemente conquistarla intentaron, como si eso posible fuera, algunos su sombra han alcanzado pero en solitario siempre regresan… nadie jamás a conseguido hasta la tierra traerla, ni nadie conquistarla realmente ha conseguido

Sucediendo así, Aslan decidió que ningún amor en este mundo fuera realmente posible, pero allí estaban ellos dos, amándose en los eclipses que él creo para ellos…

Hoy Sol y Luna, como sus herederos, esperan esos escasos momentos que les fueron concedidos y que tanto cuestan que sucedan, para poder con libertada amarse…- termino la mujer observando a su hijo, el futuro rey de Terramar, Caspian X.

-¿Crees que llegara ese día en que el eclipse les dé su momento…?- cuestiono el joven con sus ojos marrones puestos en la Diosa que se alzaba sobre el manto celeste.

-Hace mucho tiempo, cuando vivían los cuatro reyes de antaño…- empezó la mujer moviéndose hasta quedar a su lado, apoyados sobre el barandal del balcón. –Peter, El Magnifico, Susan, La Benévola, Edmond, El justo, y Lucy, La Valiente, según contaban las dríades…

-¿Dríades?- interrumpió el joven algo extrañado.

-Los espíritus del bosque, bellas doncellas que prosperan en el interior de los antiguos arboles… - el príncipe asistió agradecido de que alguien le quisiera responder su dudas, ahora que su padre había abandonado el castillo por uno de sus viajes. –Aun te queda mucho por saber hijo… no temas ni te mortifiques…- sonrió su madre con conocimiento. –Aslan quiera que para cuando debas tomar su lugar, estés listo para hacerlo… mi pequeño….- suspiro abrazándolo con cariño. –Algún día veras el acto de amor entre El Rey y La Diosa, solo trata de no enceguecerte ante la magnificencia de su brillo, ni sucumbir ante la fuerza de su pasión… muchos locos se han vuelto después de presenciarlo, envidiando su poder y su brillo, pero tú no debes ni puedes caer, El Rey te ha señalado como su heredero e igual, para que el amor en tierra encuentres junto a La Diosa en una noche como aquella…


¿Que le pareció? ¿La seguimos?