Esto es rarísimo, lo se. Y tampoco es que esté muy convencida, pero bueno, espero que les guste!

Nada de esto es mío. La trama si.


- I'm free to be whatever I -

Sirius Black

Hay algo de lo que está hecha su esencia que es difícil de explicar, pero que tiene que ver con la oscuridad, con la tristeza. Sirius siempre pensó –está seguro, en realidad- que tiene mucho que ver con su familia, esa de sangre, la que le no importa mucho. Pero al final no lo lamenta, porque ese algo indefinible atrae, y lo sabe.

Porque al final lo que es, es. Y Sirius es Sirius por su esencia, por muy oscura que sea.

Hay muy pocos momentos en los que Canuto sonrió con los ojos, con inocencia. Él no conoce mucho de eso, la verdad. Porque Sirius está hecho de sonrisas, si, pero sonrisas amargas, sarcásticas, burlonas.

Es así y no va a cambiar aunque quiera. Y no quiere.

Porque Sirius, al final, es negro, oscuro. Y no le interesa, porque a él nunca le importó mucho nada. Nada que no sea su otra familia, la de verdad, la que da un poco (mucho) de brillo a su oscuridad.

Y hay veces que, en el cuartel de la Orden, tomando café o revisando algunos planos; se vuelve difícil para sus amigos estar con él, solo algunas veces, después todo acaba y es como si nada hubiera pasado. Porque están en guerra y Sirius sabe que van a perder (así como una verdad universal, de esas que no existen pero que están o que se imponen un poco), y lo dice, todo el tiempo, convenciéndose (como si no lo estuviera), o esperando que alguien le diga justo lo contrario. Pensando en Regulus y en toda la mierda que lo debe estar rodeado. Y entonces es difícil tener esperanza con un Sirius pesimista y amargado.

Porque en el ser Sirius a Sirius se le va la vida. Porque Sirius a veces es demasiado Black, pero no en lo malvado, si no en lo orgulloso, y (solo a veces) no deja ser a los demás, a esos que son más débiles o menos como él.

Porque ve cómo la sangre se derrama y no hay vuelta atrás. Y eso no tiene sentido, piensa. Y son tan pocos. Y no van a ganar. No van a ganar, dice. Como convenciéndose.

Y escucha música fuerte, esa sin sentido, deja que le invada la cabeza por un rato y entonces no tiene que pensar. Y Lily cree que es mejor así, porque si no se emborracharía y entonces sí se les viene la negrura encima, esa que se contagia y se pega a todo.


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