Hola!

Como lo prometido es deuda, aquí estoy. Me tardé tanto pero volví con muchas hojas! Imagínense 21. La historia cada vez se torna más interesante y la verdad quedé muy conforme con éste capítulo.

Hay mucha información que vamos a ver cuantos caen en cuenta de ella MUAHAHAHA :)

Y espero muchos reviews! WIIII :D

Disclaimer: Vampire Knight no em pertencece, ni los nombres que se les hagan conocidos, pero la trama es totalmente de mi cabeza


Cap.12 Después de la tormenta viene la calma (Seguro?)


Una morena se preparaba para irse a la cama, la delicada pijama de seda cubría toda su piel, sin duda un hermoso obsequio por parte de su hermano, lo que más le gustaba era el color, un café tan brillante como los cabellos de Kaname, sólo con mirarla pensaba en él.

Una sonrisa escapó de sus labios y se regañó por tales pensamientos, ahora todo el tiempo se lo pasaba pensando en él, admirándolo y derritiéndose cada que rozaba dulce e inocentemente sus manos con su rostro, cuando le robaba el aliento posando esos labios en los de ella. Yuuki temblaba como un niño pequeño, se sentía tan cautivada, tan amada, todo era perfecto.

Con la vista en su habitación vio maletas por doquier. Hace poco habían arribado a Shanghái. El lugar era precioso, y al estar con su hermano, le parecía aún más perfecto.2 horas en avión después de todo no fueron tan exhaustivas. Más si se había hecho la dormida para recostarse en el hombro de Kaname; mientras él si cayó por el cansancio, así que pudo admirarlo mientras descansaba. Era un ser hermoso, pero gracias a eso ahora estaba rendida lista para irse a la cama.

Caminó hasta el baño y soltó su cabellera de la coleta, cepilló sus dientes, secó sus manos y se dirigió a su cama, pasos tranquilos… Seguramente su Oni-san estaba ya descansando, después de la cena se dirigieron a sus respectivas habitaciones, como quisiera Yuuki que a veces, y sólo a veces, Kaname se dejara llevar más por sus instintos y… con ése pensamiento, cedió al sueño.

En Tokyo.

—Mañana vendré a visitarte, si no te molesta—declaró un chico mientras salía del auto y abría la puerta del copiloto, extendiendo su galante mano a la chica de en frente.

—Mm? *sonrisa amable* si, esperaré por ti—.Yori apoyo suavemente su mano en la del noble, no pudo evitar que su felicidad se colara hasta sus ojos haciéndolos brillar.

—Déjame decirte que trasnocharé mucho para verte prontamente—. Aidou ofreció su brazo a la mujer, comenzando así una suave caminata hasta el portón de la esplendorosa casa.

—Trasnocharte? Cómo es eso posible—, preguntó risueña Sayori.

El rubio le devolvió la sonrisa y se explicó mejor, recordando que Yori no comprendía su "diferencia de horario". Por supuesto mi bella dama, -comenzó adulador- Mi día comienza a eso de las 6:30pm. Y termina a las 10 u 11am. Por lo tanto, si te visito a eso de las 12:30 ya es tarde para mí.

—Ohh! — Exclamó sorprendida la chica, lo siento Amor lo olvidaba.

O_O a la mención de esa palabra los 2 jóvenes se ruborizaron al instante. Aidou por la emoción y Yori por la vergüenza. Yo- Etto, mejor me voy. Y sin más la peli miel salió corriendo hasta la puerta sin mirar atrás.

P-Pero, Yori, espera.

Ignorando al de ojos azules la puerta fue abierta y rápidamente se cerró de nuevo.

Ya en su casa los sonrojos aumentaban.

—Tonta, tonta, tonta Yori, cómo le dices Amor así sin más. — (Se regañaba a viva voz la de ojos caramelos mientras propiciaba pequeños golpecitos en su cabeza) —: $ trágame tierra ya que la vergüenza no pudo :$—

La emoción fue tanta que llevó una mano hasta el lugar de su corazón, allí ése pequeño músculo palpitaba como si cabalgara, rápido, fuerte, libre y Feliz.

Mientras que afuera el rubio refunfuñaba.

—Neh! -.- Yori ni siquiera me dio un abrazo ó un beso… :$ Aidou baka, en lo qué piensas. Pero me dijo amor —. Y sus ojos brillaron al recordar el momento anterior.

Y una sonrisa de autosuficiencia se plasmaba en su rostro, mientras que con sus dedos tocaba sus labios, esos que aún tenían la sensación del toque de su princesa caramelo.

Si esto era el amor, jamás lo perdería. Así subió de nuevo a su auto y se dirigió al hotel, tendría que obligarse a dormir para poder tener la energía suficiente y soportar ese intolerable sol, todo para estar al lado de la chica que robaba todo de sí.

En la casa de Yori.

Yori, neh, que bueno que hayas llegado.

Una mujer hermosa y alta, cabellera castaña clara, ojos miel, piel perfecta, se acercó a donde su hija para recibirla con una dulce sonrisa.

—Okasa-ma Tadaima—.

—Okaeri na sai—.

—Qué tal tu cena hija? —

—Maravillosa mamá— y la sonrisa se ponía permanente en su rostro OTRA VEZ.

Mmmm eso puedo sentirlo, irradias alegría.

Juju. Sii. Aidou fue perfecto, todo un caballero, dulce, decoró todo el restaurante con rosas y fragancia caramelo.

Vaya, vaya, pero es todo un romántico ahora Hanabusa-san. Yo lo recordaba un poco arrogante y soberbio, ha cambiado.

—Pues… De hecho siempre es así como lo describes, jajaja—.Aclaró la chica a su madre.

Y la mujer mayor acompañó a la joven con su risa.

Después de que ambas mujeres dejaran de reírse, le menor calmó su expresión y refirió. Mamá, tienes tiempo, quisiera hablar contigo.

Por supuesto mi Yori, para ti siempre tengo tiempo.

Arigatou Mamá. Etto y Otosa?

Tomando una ducha, se encontraba algo cansado y mañana tendrá reunión.

Reunión, con quién?

No le he preguntado.

Ahh soka. Entonces, vamos a mi habitación?

Sí, sigue tú mientras tanto. Cámbiate y yo pediré unos tentempié. Te parece?

Perfecto Okasa, quiero un chocolate caliente, especialmente preparado por Midori-san.

Jaja claro cariño. Ya subo.

Hai.

Así, la hermosa chica subió las gradas del hall para ir a su habitación, detrás de sí su madre la miraba con amor y a la vez tristeza.

—Quítate esa mirada preocupada del rostro—. Una voz varonil interrumpió los pensamientos de Layla.

Mm?

La aludida giró su rostro en dirección proveniente del sonido, allí un caballero elegante hacía su aparición. Su contextura era llamativa, anchos hombros y mirada amable, buen porte, cabello ébano con líneas cenizas, ojos grisáceos con toques amarillos.

—Kazuya, querido, pensé que descansarías. Mañana tienes ésa importante reunión—. Expresó la mujer caminando hacia su esposo.

Ahh *suspiró* El señor esperó a que su esposa se acercara y entrelazó sus manos, así la llevó hasta la salita cerca del estudio y tomaron asiento.

—No puedo dormir sabiendo lo que se nos viene—. Dijo cansadamente mientras suspiraba nuevamente. Esta situación me tiene en mis límites.

—Lo se querido, a mi también me preocupa esto—.Anotó la esposa.

—Claro Layla, pero no por eso puedo permitir que en tus ojos se vea reflejado tales sentimientos; yo solo quiero que sonrías—. El caballero posó su mano en el rostro de su mujer.

No te preocupes por mí querido, todo saldrá bien, ya no tendré más preocupación es mis ojos, está bien? Además, recuerda que nuestro principal miedo ya ha sido respaldado, él prometió cuidarla, sobre todo, fuera quien fuera.

—Sí. Eso es algo que me permite continuar adelante. Quién diría que nuestra niña seguiría enamorada del joven Hanabusa Aidou, y que lograría derretir su helado corazón—. Acotó al aire el hombre.

Se encontró con uno muy bueno no Kazuya?

Si mi Layla con el mejor; después de todo tendremos que confiarle a ese chico nuestro tesoro.

Mju. Querido. En tu reunión de mañana, hablaras acerca de Hanabusa?

—No, claro que no—. Sentenció firme. Él no debe saber que más vampiros están inmiscuidos en este asunto, sabes todo lo que nos costó darle a Yori información. A pesar que ella desconozca casi el 70% de la realidad, ya es un blanco fácil.

No me agrada mentirle a nuestra niña, quisiera que ella siguiera una vida normal.

—También yo lo quiero amor, también yo lo quiero—. Finalizó melancólico Toji.

Sumidos en un silencio, Wakaba Layla recostó su cabeza en el hombro de su esposo. Después de un momento se levantó, cambió su expresión.

—Bueno, creo que Yori me espera, iré antes de que baje—. Sin más le dio un fugaz beso en los labios a su esposo y caminó al cuarto de su hija.

Kazuya veía como con el caminar su esposa se alejaba, suspiró resignado recordando que todo lo que hacía, era por el bien de sus más grande amores.

En un Hotel…

—Ayyy! Qué cómoda cama—. Declaró el vampiro quien acababa de saltar de espaldas al colchón, provocando el rebote de éste.

Con sus manos atrás de su cabeza y sus ojos en el techo, recordó los últimos acontecimientos. La sonrisa se pintó en sus labios y la calidez lleno su interior. Ya entendía a Kain y a Kaname, un hombre enamorado era un completo títere siguiendo los hilos del titiritero. Cuántas veces se cuestionó el porque Kain se desvivía en complacer a Ruka, así, hoy él daría todo de sí por hacer feliz a Sayori. Y Kaname, soportando dolores, reclamos, soledad, todo para proteger a Yuuki. Igualmente él se enfrentaría a lo que fuera por mantener a salvo a la humana, tal como hace unas horas les había prometido a los padres de ella.

Flash Back.

—Hanabusa Aidou. Hace cuánto conoces a Yori? — cuestionó el hombre mayor.

—Bueno. Conocerla, conocerla… pocos meses, para ser sincero—. Respondió como un manojo de nervios el príncipe del hielo. —No compartimos clases, más sí instituto y a decir verdad hemos hablado en contadas ocasiones—. Finalizó con la voz apagada dándose cuenta en su cabeza que en realidad era un completo desconocido para la chica.

—Veo—. Dijo meditabundo el mayor.

Cosa que para Aidou no pasó desapercibida, claramente el señor Toji estaría cavilando lo mismo que él. ¿Qué hacía en la casa de una humana si ni siquiera eran amigos? Y sus sospechas fueran confirmadas con el hablar del Señor Kazuya.

Entonces, cómo es que un noble vampiro viene a mi casa y me pide permiso para invitar a mi hija a salir?

—Sr. Kazuya, Y-yo, b-bue, no pu-s—.Atrapado! así se sentía el rubio, el tono de voz en reproche y la mirada de desconfianza eran más aterradoras que un Rido Kuran.

—Querido—, intervino con voz amable la mujer, tomando ahora ella la palabra. Lo estás asustando.

Aidou suspiró relajado ante la oportuna intervención de la mujer. Permitió a sus músculos des tensarse, y en su interior estaba realmente agradecido, pero su momento de paz fue detenido con otra pregunta, que logró ponerlo más nervioso que la anterior.

Mejor, respóndeme Hanabusa-san. ¿Hace cuánto estás enamorado de Yori?

—En-enamo-rado—. Las palabras salieron en un susurro y por sílabas, aumentaron los colores del vampiro. Quería salir corriendo de aquel lugar. Cómo se había enterado la Sra. Wakaba de algo que apenas el consideraba. Que estaba enamorado de Yori.

—Entonces Hanabusa-san—. Insistió la esposa del jefe de familia, sacándolo de sus pensamientos.

Mientras tanto, el hombre mayor estaba en una posición apacible y relajada esperando una respuesta.

Aidou hubiese preferido responder a lo que dijo el Señor Kazuya. La próxima vez se apresuraría y contestaría cualquier cosa que él plantease, ya no le parecía tan buena idea quedar en manos de la Sra. Layla. Pero ahora sin escapatoria, decir la verdad era lo único.

—P-pues la verdad—,su voz salió temblorosa y se afianzó pronto, ante todo era un aristócrata. Diré que 2 meses, tal vez, más, tal vez menos, es algo que a ciencia cierta no sé. No puedo explicar en que momento quedé cautivo de su hija.

Mmmm *sonrisa de complacencia de ambos padres*

—Nos agrada tanto escuchar eso—dijeron al unísono la pareja.

—Entonces podemos dejar a Yori a tu cuidado—. Dijo Kazuya.

—Claro que sí—. Se apresuró a responder el príncipe del hielo sin percatarse que no había sido una pregunta.

—¿Sobre todo, y quien sea, la cuidarás? — esta vez habló Layla.

Si, aún sobre mi vida yo la cuidaría.

Que bueno, entonces Hanabusa, bienvenido a la familia, esperamos que hagas feliz a nuestra Yori. Y que siempre la ames de verdad.

Ante las palabras de su "suegra" (O por lo menos eso entendió Aidou, que lo habían aceptado) su sonrojo subió, pero el silencio fui interrumpido por la llegada de la humana.

End Flash Back

Pero bueno, mientras su padre no supiera nada, no veía el peligro. Y aunque él se enterara y todo el consejo de paso… Pues no le importaría, de todas maneras debería hablar con Kaname y contarle la situación, le vendría bien saber si el Pura sangre estaba de acuerdo con su ahora RELACIÓN AMOROSA.

Qué dirían Kain, Ruka, Senri, Rima y si se enterase Takuma. Luego, el director Cross, Yagari-sensei y Zero. Al pensar en el último un escalofrío bajó por su espalda, no como si le temiera, pero sabía que él podría ser un problema.

(N/A: Uno de los tantos que vienen).

Por fin ya sintiendo el cansancio se organizó para dormir. Tomó sus pijamas y después de una ducha, una pastilla, y cepillar sus dientes, cayó en las redes del sueño.

En la casa de Yori

Toc-toc. Puedo pasar? soy yo Yori.

Por supuesto Okasa, ni tienes que preguntar.

La elegante mujer cruzó la puerta y se dirigió a donde su hija, esta estaba sentada en la sala de estar con un libro sobre sus piernas.

Tanto me tarde que has empezado a leer?

—Claro que no—. Negó con la cabeza la más joven mientras sonreía. Sólo he tomado éste libro de mi maleta, lo había traído para una lectura ligera, pero creo que no tendré mucho tiempo para ello. Sus ojos brillaban al saber quién sería el culpable de su falta de tiempo.

—Veo cariño, pero que lectura TAN ligera—. Enmarcó el "tan" con exageración Layla.

—Jajaja. Madre, por supuesto que éste libro es corto—. Afirmó segura Yori.

Sí, el más corto de los siete hija, porque de resto no es corto.

Jajaja. No mamá, no es el más corto de los 7, pero sí es mi favorito. (N/A: Alguien ya se imaginó a que libros se refiere? ^^)

—Bueno cariño, dejando de un lado tu "corto" libro—. La dama hizo comillas al aire con su dedos, acto que provocó una risa en su hija. Sobre qué querías hablar conmigo?

—Verás madre—.Comenzó Yori, enderezando su postura y poniendo una expresión más seria. —Le he contado toda la situación a Aidou, y me siento tan agradecida con Uds. Por darme ése voto de confianza permitiéndome hablar sobre este aspecto importante—.

No tienes que agradecer nada hija, creemos en tu juicio, además esto será una responsabilidad con la que cargarás por el resto de tu vida, tendrás que aprender a manejarla porque no estaremos siempre aquí para ti, así lo deseemos el ciclo de la vida es muy claro.

Las decisiones que tomes, repercutirán en tu futuro y en las personas que te rodean.

—¿Sábes? —La mujer mayor suspiró y cerró sus ojos como empezando a recordar.

–Cuándo conociste a Adele y a Ryu, en un principio estábamos temerosos, pues desde pequeña ya tus habilidades se iban manifestando a grandes escalas. Más tú, puesta en tu sitio, comprendías que eras especial, nunca preguntaste, cuestionaste o reviraste ante las ordenes dadas por tu padre. Callabas y asentías, delante de los demás parecías ser mayor, analizando si podías ser tú o la máscara de Yori. Me entristecía ver como mi preciosa hija se cerraba ante los demás, era yo la culpable de tu apatía. Entonces, cuando cumpliste 10 años te acercaste a mi sonriendo y declarando: Madre, encontré a los perfectos, puedo ser yo y ellos me aceptarán. Recuerdas ése día? — musitó la primera dama de la casa a su hija.

—Claro que lo recuerdo Okasa— Yori sonrío ante las memorias que comenzaban a recorrer su mente, podía vivir esos momentos como si fuera ayer. Un día que se sentía realmente confundida había salido de su casa y había ido a parar al parque. Allí se sentó bajo la sombra de un árbol de cerezo, el dulce olor llenaba sus fosas nasales y el ambiente le parecía mágico, tanto que no notó cuando una niña de su edad, con cabello agua marina se sentaba hacerle compañía, juntó a un apuesto chico.

Flash Back.

Al principio los nervios la llenaron, el chico era muy apuesto y tenía una sonrisa totalmente amable.

—Hola, mi nombre es Kenza Ryu, podemos sentarnos a tu lado— declaró el chico de 14 años mientras hacia una reverencia. —Ella es mi imouto Adele-chan-—con un dedo señaló a la chica que estaba a su lado. Yori recibió de parte de esa niña la sonrisa más esplendorosa de la tierra y allí entendió que podía contar con ella.

Ése día debajo del árbol habían hablado por casi 4 horas, la confianza era palpable, la amabilidad. Ellos eran los indicados

End Flash back.

—Pero tú siempre tan prudente e inteligente esperaste a conocerlos bien para hablarme de ellos—.Interrumpió la de ojos miel a su hija. Sólo un mes después de sus reuniones.

—Sí, quería protegerte de tristezas, además, anhelaba que se sintieran orgullosos de mí—. Expresó Sayori a su madre mientras la miraba dulcemente.

Siempre lo hemos estado querida, lo sabes.

Sí, pero no quiere decir que no deba esforzarme no? .

Si mi Yori, siempre debes esforzarte, y ahora Aidou te apoyará para lo que tenga que venir.

Sí Okasa, eso quería decirte, quiero hacer parte de la vida de Aidou e incluirlo en mis decisiones o por venires, así como también he decidido contarle a Yuuki sobre el experimento con sangre de nobles.

—Mmm, entiendo — pronunció meditabunda Layla. —Hacer tal cosa es revelarle a Yuuki que Kaname estaba enterado de ello y que ambos se lo ocultaron, no crees que pueda molestarse? —

He pensado en ello, pero sino le digo ahora cuando esté más avanzada la investigación ella va a molestarse conmigo por guardarle secretos, es doloroso callar una parte importante de mi vida a alguien que significa mucho para mí.

Comprendo hija, de todas maneras te apoyaremos, así que adelante.

Gracias madre.

Ah! Yori, Adele llamó.

—Cierto, no le avisé que no iría a su casa— con un golpe en su cabeza y su boca formando una "O" la peli castaña recordó que había plantado no sólo a su amiga, sino a toda la familia Kenza.

—Pero no te preocupes, le expliqué la situación y ella entendió divinamente, tanto que te han invitado a tomar el té en tu casa junto con Aidou— refirió con una sonrisa amble la madre de Yori.

Coco cómo? Bromeas okasa, es muy mal chiste no hagas eso

—Por qué bromearía querida, Adele quiere conocer a Aidou, como nunca le hablaste de é a nosotros— dijo por lo bajo la mujer.

—Sí, lo sé,—¡oye! Reclamó Yori a su madre por el comentario bajo que había hecho. —Es diferente— dijo la chica haciendo un puchero. —El caso es que ro Aidou y Ryu en una misma casa me suena a problemas, no puedo hacer eso—. Comentó Yori a su mamá.

—Jajaja, ohhh ahora entiendo todo—. Pronunció entre risas la mujer mayor. —Había olvidado que Ryu estaba de vuelta, bueno, pero tendrá que acostumbrarse a tu novio hija, al final seguramente será hasta tu esposo—. Expresó desinhibida mente Layla, provocando un sonrojo exagerado en su hija

—Pe-pero madre! — exclamó la de ojos caramelo mientras tomaba sus mejillas con sus manos tratando de que su cara no se cayera de vergüenza. —–Qué cosas estás diciendo, Aidou no querría quedarse con alguien como yo para siempre, además sería afortunada sino lo aburriera en unos meses— terminó con nervios y plena convicción en sus palabras.

—De eso no puedes estar segura hija, yo pongo mis manos al fuego por él, estoy más que segura que daría todo lo que hiciera falta por ti—.

—Hay madre, pero eres extraña, mira que en un principio no querías a Ryu como mi novio, después terminaste adorándolo, para que al final fuera toda una farsa—sentenció sin reproches a su hermosa progenitora.

—No me equivoqué con no quererlo al principio, Ryu no era sincero con sus sentimientos hacia ti, y te lo declaré, más dentro de todo respeté tu decisión, a su vez con el pasar del tiempo los sentimientos de él cambiaron y también lo que pensaba sobre Kenza. Él no mentía cuando decía que te amaba y que quería estar siempre contigo, era algo palpable. Cosa diferente que tu esa vez, tampoco me escucharas y a él, de todas maneras le doy gracias al destino, jugó astutamente para reunirte con Hanabusa y él es el perfecto para ti, así que estoy feliz y complacida— terminó segura y amable la madre de Sayori.

—Yo no me arrepiento de no haberte escuchado, al final tales situaciones me hicieron más fuerte e independiente, a veces quisiera borrar un poco el dolor, pero tal dolor ha sido recompensado a grandes escalas, así que no me puedo quejar—. Yori sonrió esplendorosamente y en su mente la imagen de un rubio acudió rápidamente. Todo había valido la pena si podía estar a su lado.

—Bueno hija, — interrumpió los pensamientos de la castaña su progenitora. Cumplí con avisarte de la invitación, sabes que no puedes declinar después de haber faltado y estoy casi segura que a tu novio le complacería ir y dejarle claro a Ryu que estás con él.

–Si eso ya lo ha hecho–declaró entre suspiros Sayori.

—Cómo, cuándo? —preguntó confundida Layla

Hoy en la tarde madre, en el parque, yo estaba caminado y me encontré a Ryu, la verdad fue difícil verlo nuevamente y pues tuvimos una pequeña discusión, recordar cosas es doloroso. Ryu dijo que me amaba, pero yo no puedo confiar en el, además recibir sus sentimientos sería ilógico cuando sólo pienso en Aidou.

—¿Lloraste ante Ryu-san? —

Sí, la verdad no hubiera tenido fuerzas para interponérmele, pues mi viaje a casa no fue por alegrías precisamente, más bien venía huyendo de Aidou, de mí misma, de mi heridas abiertas. Pero, a cambio de ser mi verdugo pasó a ser mi tabla de salvación, es como si me hubiese extendido una soga fuerte para sacarme del pozo de mis inseguridades. Me siento agradecida por contar con Aidou y más de haber escuchado de sus labios que le importo y que quiere hacerme parte de su vida.

—Aidou y yo comenzamos a salir desde esta noche, —declaró Yori a su madre seriamente.

—Antes éramos completos extraños, el pertenecía a un lugar diferente del mío, como si un gran muro se encargara de recordarme lo lejos que estábamos—. La vista de la chica se nubló y pensamientos de las situaciones pasadas le hicieron sentir frío en el corazón.

— La verdad yo nunca pensé que el vendría a buscarme, tampoco se cómo obtuvo mi dirección, tal vez una leve idea me ronda—Yori y su madre se miraron para sonreír. Sin más agradezco lo que hizo, ahora es bueno estar de vuelta dejando los fantasma atrás.

Y así era Sayori, siempre compartiendo todo con su madre, como había extrañado esos momentos en su casa, bajo el abrigo seguro de sus padres que tanto amaba, la culpa se presentaba de a poco en su interior reclamándole por el tiempo perdido y así se prometió que jamás permitiría que aquello sucediera de nuevo, allí en su casa, sin importar los acontecimientos ella podía soportar cualquier cosa.

—Mi Yori, por lo que has tenido que pasar—. Layla interrumpió las meditaqciones de su hija y como la madre amorosa que siempre había sido se levantó y abrazó a su niña, no preguntando, ni pidiendo más información de la ya necesaria, ella lo entendía todo, lo sabía todo, no tenía si quiera que escuchar más.

El abrazo duró pocos segundos más y después de tomar los alimentos se dijeron adiós.

En la casa de los Kenza, por el contrario a la paz de los otros personajes, un hombre se asomaba al balcón mientras un agujero se incrementaba en su pecho.

Aquel agujero estaba devorando todo de sí, al principio tan minúsculo cuando partió a Corea, pero ahora era tan amplio que carcomía hasta el más pequeño destello de felicidad.

Que si se arrepentía de no haber luchado más.. Claro. Que si pudiera compraría una máquina del tiempo y acomodaría todo a su favor… También. Que desaparecería la existencia de aquel rubio arrogante. Sin dudarlo por una milésima de segundo.

Ahora sí era el fin. Ella no regresaría a sus brazos. Seguramente lo perdonaría, eso lo podía percibir, ese noble corazón no se había corrompido ni ante la maldad causada por él, pero el perdón no era suficiente y se sentía tan miserable por pedir más, pero que podía hacer, el tormento para él había sido inimaginable, cada día la soñaba, su mente la recordaba a la perfección, el primer abrazo, la primer caricia, el primer beso, la vez que casi la hace suya…

Y cada recuerdo era exquisitamente doloroso. Seguramente nadie había inventado las palabras correctas que identificaran el sufrimiento de su interior, la culpa, la nostalgia.

Como podía encontrarse tan cerca de ella como hace tiempo no pasaba y a la vez era la ocasión en que más lejos se situaba Yori, que relativa era la distancia, ahora no sabía cuál era más importante, si la física o la de corazón.

Ryu caminó adentro de su habitación, posó su vista en la foto que se encontraba en el velador, allí un portarretrato azul marino con estrellas tornasol tenían la foto de 2 chicos mirándose terriblemente enamorados, con sus narices y frentes juntas y las manos entrelazadas en las cinturas del otro, la más maravillosa foto y recuerdo. La que se habían tomado 2 días antes de tan doloroso desenlace.

El peli verde se tiró en la cama suspiró por milésima vez y trato con el sueño de calmar aquel punzada que estaba constantemente en su pecho.

En un Resort.

Una preciosa morena caminaba con su barbilla en alto y paso apresurado hacia el ascensor. La frustración emanaba de sus poros y la ira también se colaba por ellos. "Bendito" ascensor se quejó la chica al ver lo lejos que estaba éste. ¿Por qué estaba al final del pasillo y por qué era tan largo aquel corredor? y para colmo, tenía que decir grandemente FUERA DE SERVICIO. Nada estaba a su favor esa noche, o claro que no. Dio media vuelta para dirigirse a las gradas, claro lo que más quería hacer era subir 22 pisos, pensó con ironía, lo bueno es que tal distancia le serviría para relajarse y no actuar como quería.

Pero no. Como se había despertado con el pie izquierdo, frente a ella tenía que estar el más idiota y ridículo oji ámbar(N/A:Gracias por el dato Krachela) que jamás haya pisado el plano terrestre.

El chico alto de cabellos naranjas la miraba asustado y respiraba apresuradamente, (Que visible era tal cosa si el susodicho no llevaba la camisa puesta).

Ruka trató de controlar su enojo y de la manera más tranquila se hizo a un lado para pasar de éste. Claro, el chico quería todo menos eso; que ella se marchara. Así que se corrió a lado izquierdo por donde ella pretendía cruzar y le cerró el paso.

La castaña trató al lado derecho y el vampiro repitió la acción anterior, tranquilamente ella intentó con la izquierda nuevamente y él de nuevo se puso en su paso.

No queriendo llevar más la incómoda situación a un absurdo juego de "No te dejo pasar" la noble hablo con la "sutileza" que la caracterizaba, dejando claro que no tenía ánimos de tolerar tal ridiculez.

Akatsuki, quítate de mi paso de inmediato.

—NO—. Respondió el chico sin inmutarse por la voz amenazadora de su prima.

—No tengo tiempo para tus juegos, quiero dirigirme ahora a mi habitación, así que déjame pasar—. Esta vez la voz de la chica sonó un poco más irritada y los ojos despedían un leve fuego.

—Me tienen sin cuidado tus excusas, por una vez en tu vida comportante como mandan tus sentimientos y no como el protocolo te enseñó—. La mirada y voz del chico fue más dura también.

—Cínico, quién te crees para decirme que hacer o no, mis asuntos no te correspondes, no te equivoques. Mi vida sólo me interesa a mí—. Venenosamente soltó Ruka elevando más su barbilla y mirando con desdén total a Kain, por dentro sólo quería apretar su cuello y dejarlo sin respiración, humillación era lo que corría por las venas de la oji café.

—Estoy harto de este juego, de tus niñerías, de que huyas, de que ocultes todo, de que te encierres en ese espacio de tu mente, y la equivocada eres tú, todo lo que te ocurra me interesa— la voz enojada y elevada en varios tonos de Akatsuki sorprendió a Souen. Él nunca le había gritado.

—Mentiroso—. La vampira pronunció esas palabras mientras fijaba su visa al pecho del chico y a su cuello, allí varías marcas de labial se pintaban, la frustración la envolvía, quería llorar y romperse, pero eso jamás pasaría delante de auquel, no cuando él era el causante. Cómo podía causarle tanto dolor haberlo encontrado en la sala de juegos con una chica en su regazo besándolo como si la vida dependiera de ello?, la camiseta del peli naranja estaba en el suelo y la de la chica ni se diga, así pudo ver como las manos del chico propiciaban caricias a través de la piel de esa, que claramente era una cualquiera, su belleza estaba muy por debajo de la de ella, pero para su primo eso parecía ser suficiente y entonces le dolía, porque ella siempre fue el centro de atención y justamente cuando algo crecía en su interior hacía aquel amable caballero, ella se enteraba que no era importante más. Una vez más… la habían desechado.

—Nunca te he mentido, lo sabes bien—. Sentenció el chico seguro de sí

Ruka sonrió sabiendo que él decía la verdad, ella era quien se había mentido creyendo que él le pertenecía y que la esperaría hasta que por fin su corazón dejara ir a Kaname, era su culpa. Qué patética podía ser una mujer.

Tienes razón Akatsuki, teniendo todo claro me disculpo por haber interrumpido y te pido permiso para pasar, necesito tomar una pastilla para alimentarme y algo para la jaqueca, creo que el sol de la tarde me lastimó.

La castaña pasó suavemente por el lado del chico y éste ni se inmutó por detenerla, la siguió con la vista hasta que ella entró en las gradas.

—Idiota—, se regañó por lo bajo el noble y se llevó una mano al cabello despeinándolo. Todo lo que se ganaba por escuchar a Shiki, ahora era más que seguro que Ruka no sentía nada por él, como siempre se quedó inmutable, tranquila, ni una pizca de dolor o celos apareció en sus ojos. No sabía que era más doloroso, si saber que era un caso perdido que ella lo amara o que a ella no le importara con quien se enredaba, ni por ser primos.

Suspiró cansado y siguió los pasos de la castaña, ya que no servía el ascensor, subir 22 pisos era lo único por hacer.

En un cuarto del Resort.

Una joven alta y hermosa caminaba hacia el balcón de su habitación, daba pasos suaves sobre la acolchada alfombra, el roce en sus pies le daba cosquillas, las mismas que sentía cada que Shiki se le acercaba y le pedía un chocolate o se recostaba sobre ella para ser consentido. Ante el recuerdo algo bajó y subió en su interior, era una sensación maravillosa, esa pequeña emoción pero a la vez se acompañaba del razonamiento, ése que cruelmente y sin medirse sobre el daño que causaba, le gritaba que tales sentimientos eran unilaterales.

Pero, qué podía hacer? Nada le respondió sin más a su mente. No se escoge a quien se quiere, y aún si fuese posible, ella sin dudarlo volvería a posar sus ojos en él.

Siempre tan callado y desinteresado. Jamás algo lo sacaba de su calma, era como si para él todo importara 0. Viviendo sin vivir, como si realmente fuera un ente vacío cumpliendo una misión y lo demás pasaba sin más.

A veces, Rima se preguntaba que había dentro del corazón de Shiki. Podría crecer verdadero amor en aquel oscuro y solitario lugar? Su madre… Aún por ella Rima sabía que Shiki se preocupaba, pero era más el peso de la obligación, la responsabilidad, el ser correcto. Eran tan admirables sus principios y valores, por eso ella había caído ante él, un hombre frío con una gran caparazón, pero sincero, correcto, directo, como pocos en el mundo vampiro, aquellos que vivían de apariencias, así como ella; una modelo.

Con su vista fija en el cielo y las hermosas estrellas, la rubia suspiro y admiró la inmensidad. Lo que daría por ser una estrella en el firmamento de Shiki, así como Takuma lo habría logrado.

Tal vez algún se cansara de esperar una señal, al final le faltaban muchos años para morir, pero tal vez lo siguiera esperando hasta que diera su último aliento.

Sus cavilaciones fueron interrumpidas por el toque de la puerta. Rápido giró en sus talones y se acercó abrir, ni siquiera percatándose de mirar por la "lupa" de la puerta y menos reparándose la pijama que tenía.

Frente a ella un hombre alto de cabellos celestes y ojos verdes la miraban avergonzado con una perfecta "O" en su boca. Las camelias que traía en su mano cayeron al suelo al igual que su cuerpo, mientras realizaba una exagerada reverencia y pedía disculpas.

Se-señorita Touya, realmente siento mucho la intromisión, sólo… bueno quería traerle estás flores, pues hoy las compré para Ud. sabiendo que son sus favoritas.

El alto chico rojo de vergüenza se apresuró a recoger las camelias del suelo y a entregárselas a la hermosa vampira. Sin embargo, ella que siempre mantenía indeferente ante tal tipo de atenciones no hizo más que comenzar a reírse, primero por lo bajo hasta que de sus labios solo salieron sonoras carcajadas.

—Jajajajajaja, jajajaja-jajajajaja. Kaito-kun jajajaja por qué estás tan nervioso?—
Le cuestionó mientras recibía las flores. —Además, por qué me dices Touya, soy sólo Rima— La chica le sonrió a su interlocutor tan dulcemente que aquel chico no pudo sino sentir su corazón salirse de su pecho. —Gracias por las camelias—Rima las acercó a su nariz y las olió con suavidad mientras cerraba los ojos. El sónido de una cámara le hizo rápidamente abrir sus ojos encontrándose con el chico mirando por la lentilla de una y una sonrisa en el rostro.

Simplemente hermosa, no importa lo que hagas, en ti todo se ve perfecto.

Deja de sacarme fotos Kaito, no te cansas de hacerlo?

Jamás me pasará, necesito tener una para cada situación, mientras, comes, duermes, cuando tomas café, en la piscina, bajo el sol en la noche… Etc.

Ok. Como digas…

Y todavía me faltan otras situaciones.

Sí si. Como sea.

Rima volvió a sonreír. Realmente huelen muy bien y están hermosas, cómo conseguiste tantos colores por aquí?

—Fácil, si es para ti, puedo hacer cualquier cosa— sentenció el chico con autosuficiencia mientras le guiñaba un ojo a la vampira.

—Qué no vas a cambiar?—preguntó la rubia entornando los ojos mientras se hacía a un lado y le cedía el paso al chico a su habitación.

—Realmente quieres que lo haga?—le cuestionó éste mientras ingresaba a la lujosa suite.

La puerta se cerró tras ellos y un peli rojo de ojos azules hacía su aparición de la habitación de al lado. Su ceño fruncido, los ojos oscurecidos, las manos en puño, una respiración agitada. Cómo quería alcanzar a ése tipo y mostrarle los límites, enseñarle hasta a donde se podía acercar a Rima.

Primero, iba a salir a visitar a Rima para que se tomara con el un chocolate caliente, pero al entre abrir su puerta vió a un tipo parado frente al cuarto de la rubia, encima traía camelias, las favoritas de ella, quién se creía ese desconocido para traerle flores a la noble y cómo sabía que esas eran las favoritas de la chica. Su enojo subió unas cuartas pero no cuando la aludida abrió la puerta con una reducida pijama de seda color vino tinto, aquella que le quedaba como a la altura de su falda escolar, y encima hacía un contraste perfecto con su blanca y tersa piel. Con sus hombros al descubierto y su cabello suelto de las coletas, casi húmedo, dándole una imagen tan sensual.

Acaso no se percataba de cómo habría la puerta? Pero no sólo él había quedado anonadado por lo que veía, aquel intruso estaba más que estupefacto por tal visión.

Ahora sí, Shiki lo mataría, escuchando sus insinuaciones. No soportaría que nadie le pusiera una mano encima a su amiga. Y cuando halaba la perilla para dar a conocer su ubicación, la muchacha estalló en risas y llamó al chico con un nombre. ¿O sea que se conocían? Se cuestionó el peli rojo. Decidió agudizar su oído y enterarse de la conversación. Y el tal Kaito le entregó las flores. Llevarle camelias había sido un golpe bajo, el muy desgraciado había comprado unas preciosas flores que venían en degradé cual arcoíris. Cómo sabía que a ella le gustaban? (Y algo le punzó el pecho), luego al ver la hermosa sonrisa de Rima para ése chico (en su interior un crack sonó) cuando le tomó una foto (Y su ahora reconocido enojo crecía). Pero la llama se despertó en su pecho al escuchar todas las "situaciones" en las que había retratado a la chica. Mientras dormía? Por favor, cómo había hecho eso, encima, ella como le sonreía de nuevo y le preguntaba que si no iba a cambiar nunca, ni que se conocieran de toda la vida! Bah! —Bufó el chico histérico y encolerizado—, y para sumarle lo dejaba pasar a su cuarto a tales horas de la noche.

Definitivamente Rima Touya tendría serios problemas a la mañana siguiente.

-.O-o.O-o.O-o.O-o.O-o.O-

Ruka llegó al 22avo piso un poco jadeante, más por la sed de su garganta que por el cansancio físico, al salir de las escaleras divisó a un Shiki furioso mirando a Rima y a un chico, que parecía ser Kaito. Si era el, había cambiado mucho. Vio como el rostro del peli oji azul se deformaba ante la imagen de los otros 2 ingresando a la suite de la modelo. Celos, pensó para sí la castaña y recordó que eso mismo era lo que ella vivía en ese momento.

Caminó a su puerta justo un momento después que el vampiro hubiese entrado a la suya. Quería ahorrarse miradas de incertidumbre o sospechas. Aquel chico era muy intuitivo y seguramente sólo bastaba mirarla para saber que estaba celosa y después de hablar con Akatsuki atribuiría tales sentimientos a lo sucedido con su primo y eso, era lo que menos le convenía.

Abrió con su tarjeta inteligente, ingresó al cuarto y se recostó en la puerta provocando así que se cerrara. Suspiró cansada y cerró sus ojos, mientras la imagen de Kain y esa chica se reproducían en su mente.

Flash Back.

Caminaba tranquila por el primer piso deseosa de ver a su primo antes de irse a domir, si bien estaban de vacaciones debían comportarse como todos los otros, madrugar para "disfrutar" el lugar y descansar en la noche.

Había escuchado a Senri decir que el peli naranja había ido a jugar billar pool (Chico malo *¬*), todavía no entendía como su primo se relajaba con ese rústico deporte (N/A: Billar es ese juego de varías bochas, bolas etc. Pesadísimas en las que se debe hacerlas entrar en diferente agujeros de la mesa, creo que son 6 y la mesa es de tono verde. [Ya se, soy pésima explicando xD] para más información pregúntele a Google xD) teniendo golf, natación, hasta baloncesto. Siguió caminando hasta que la colonia francesa del vampiro llegó a sus fosas nasales, ella jamás lo aceptaría pero adoraba que él usara precisamente esa, la que ella le había regalado desde que tenían 14, y últimamente tal olor junto con la esencia del chico lograban poner a saltar su corazón.

Entrecerró los ojos y caminó suavemente siguiendo el olor. Llegó a la sala de juego y abrió sus ojos, para toparse con el más desagradable hecho.

En un sillón negro y elegante una pareja se devoraba descaradamente. La mujer con tan sólo un short y sentada sobre el tipo besaba al tal con vehemencia, la chica era una morena de definidas curvas y sin blusa. Su cabello tapaba la cara del otro pero las manos de éste que subía y bajaban por la espalda de la mujer dictaminaban que era blanco.

De pronto Ruka bajó su vista a la pantaloneta del muchacho que extrañamente era la misma de su primo. También los zapatos y la camiseta en el suelo que hacía compañía a la de tiras de la mujer.

Los ojos de la aristócrata se salieron de sí y en su pecho se prendió un huracán. Apretó tanto sus manos que una uña terminó rasgando su fina piel. Como un click el peli naranja dejó de besar a la mujer y alzó su vista.

Allí sus miradas se encontraron. Ruka miró asesinamente por última vez y se dirigió de nuevo a buscar el ascensor, para regresar por donde había venido.

End Flash Back

La oji café abrió sus ojos tratando de no recordar el evento al pie del elevador, ya era suficiente, pero sólo hasta que se llevó una mano al cabello para ponerlo tras su oído no se percató de las lágrimas que cubrían sus ojos. Debía ser una broma, Ruka Souen no podía estar llorando por Akatsuki Kain.

En la Academia Cross.

Un chico de cabellos plateados y ojos violetas hacía su ronda acostumbrada de todas las noches. A pesar de los pocos alumnos de la clase luna, aún algunas humanas obsesionadas con esas bestias, trataban de llegar a ellos. Su mente a veces le jugaba malas pasadas y creía recordar a Yuuki a su lado compartiendo la noche de vigilancia. No podía evitar sentir algo de tristeza y soledad en su alma, ella era el color y calor de su interior, sin embargo Kaname la había convertido como el en un ser despreciable sin derecho a la vida.

El se odiaba por odiarla, pero mas por todavía tener sentimientos hacia ella, eso jamás podría perdonárselo.

Unos ruidos lo sacaron de su ensoñación y se dirigió hasta ellos. Allí encontró a una chica de la clase diurna rondando por el bosque, acaso nunca aprendían o entendían que todo era por su seguridad. Un bufido de frustración salió de sus labios mientras con enojo daba un gran salto al lado de la muchacha sobre saltándola.

Ajhh. Los pulmones de la chica exhalaron hasta el último oxígeno que guardaban ante la presencia de la persona a su lado.

—¿Qué haces aquí niña tonta? este lugar está prohibido para las alumnas de la clase Sol—Zero le daba una mirada foribunda a la menuda chica frente a el, mientras esta con sus ojos como platos no salía de su asombro.

—Acaso eres sorda, ó eres tan torpe que ni puedes responder?—preguntó más duramente el vigilante.

La chica pasó de una expresión de asombro a una de indignación, sus ojos se entrecerraron como quien planea su siguiente movida, posó su mano derecha en su cadera y se paró con autosuficiencia mientras el enojo despedía de sí.

—Primero que todo no soy una niña y menos tonta—levantaba su mano izquierda mientras enumeraba con los dedos. —Segundo, no estoy sorda, mis oídos funcionan divinamente y tercero la torpeza es relativa y según veo, el único torpe eres tú por no darte cuenta que perfectamente estoy en un área permitida para el alumnado Sol.—

Estupefacto por las palabras de aquella niñata, Zero alzó sus ojos para cerciorarse de la ubicación y efectivamente la insolente tenía razón. Estaban frente a la fuente del patio Sol, y aunque no debería estar a esas horas por ahí, tal cosa no era prohibida.

—Ya que se percató de su error, le pido que se retire y me permita privacidad o es que tampoco tengo derecho a ella?—la chica lanzó otra mirada asesina al guardián mientras le daba la espalda y posaba su vista nuevamente en una flor. Una anaranjada y preciosa flor que yacía cerrada.

Zero le dio una última mirada a la mujer. Era alta como de su tamaño, de cabello azabache y ondulado el cual era sujetado por 2 trenzas a cada lado, imposible más infantil, aunque parecía ser un cabello largo. Su figura era delgada pero se notaban una largas y torneadas piernas que extrañamente era cubiertas por una falda más larga que las que solía ver en el instituto y sus ojos, bueno, ahora que le daba la espalada era difícil saber el color, más si es de noche y usaba unos lentes sobre ellos. Sin duda no seguiría perdiendo su tiempo ahí con esa estúpida chiquilla.

Pero cuando dio media vuelta, una exclamación de alegría lo detuvo.

—Yaaata! Que hermoso momento— La rara chica miraba emocionada hacia la flor mientras sonreía. Zero fijó su vista al mismo punto, siendo atraído por tan intenso y exquisito olor. Divisó que la flor que permanecía cerrada, ahora empezaba a abrirse lentamente, poco a poco y era como si arrastrara, tan mística.

La pelinegra sacó de su bolso una cámara y comenzó a grabar uno a uno de los momentos. Sin saber porque el chico quedó preso de ése momento y de esa fragancia, el tiempo seguía pasando hasta que por fin la flor hizo su aparición en todo su esplendor. Era blanca y hermosa, despedía un olor dulce y embriagador.

—Se llama "Dama de Noche" y sólo tiene una noche de vida—la chica se giró al guardián y le sonrió con sinceridad mientras le relataba. —Suele florecer pocas veces al año, tal vez sólo 4 o 5, su aroma es realmente maravilloso y dulce, llena toda la noche con el.— Así la muchacha giró en sus talones y se paró frente al vampiro.

—Mucho gusto, mi nombre es Yuuko Ichihara (N/A: Quién sepa de dónde es sin buscar en Google, le dio la oportunidad de preguntarme lo que quiera sobre el fic, 1er review dando la respuesta gana)— pronunció mientras hacía una hermosa reverencia.

Y tú?

Zero siguió el caminar de la mujer asombrado, ella caminaba delicadamente como si flotara. Tenía un hermoso rostro y una piel blanca cremosa, no nívea y pálida, sólo blanca, pero hermosa. Subió sus ojos y se encontró con los rojo sangre de la muchacha, ocultos tras los lentes.

Ella era muy hermosa, pero nunca se imaginó que aquella chica sería su perdición.

En Rusia…

—Sr. Xiquerv—Un hombre alto de cabello y traje negro llamó a una prominente y gruesa puerta de madera. —Pasa Chejov— se escuchó del interior del lugar.

Quien respondía al nombre de Chejov, camino elegantemente con un juego de té sobre la bandeja de oro que cargaba sólo con su mano izquierda. A simple vista, los utensilios lucían pesados pero aquel mayordomo los llevaba como si fuesen plumas.

Pasó al interior del lugar; un salón amplío con paredes de madera, la chimenea en el centro, un escritorio hacia el norte de la "habitación" y arriba del escritorio, el cuadro de una mujer hermosa con un vestido antiguo de color bronce, con cabellos largos y en bucles de un color castaño. Haciendo un perfecto contraste con la piel blanca.

—Es un retrato hermoso, cierto?—una voz gruesa y ronca sonó por el lugar, y a pesar de la potencia con que se escuchó, era imposible no percatarse del terrible dolor con que formuló la pregunta.

—Si Señor— respondió el otro sujeto del cuarto, mientras servía sobre una mesa un poco de té.

—Acaba de llegar un sobre para usted señor— volvió a decir el mayordomo mientras se acercaba a una silla gruesa de cuero, de color caoba de donde había sido generada la pregunta.

El hombre que yacía en la silla estiró su mano alcanzando el sobre, aunque en la oscuridad de la habitación, la cual sólo era alumbrada por la luz del fuego de la chimenea, no se pudo percibir el brillo que lleno sus ojos, ese que anunciaba lo cerca que por fin se encontraba de todo.

—Puedes retirarte— sentenció tranquilo el hombre a su sirviente, mientras le daba una mirada escudriñadora. Definitivamente jamás conseguiría un más fiel seguidor que aquel. Lo acompañaba desde hace 150 años y siempre había dado todo por cumplir sus ordenes. Era un noble vampiro que más de ser su empleado, era su amigo.

Ya sólo comenzó su labor, ágilmente abrió el sobre y sacó el contenido. Árboles genealógicos era lo que tenía en frente. Poco a poco su atención se prendó de uno en especial, el de los Toji.

"Hace 40 años un joven llegó a Tokio buscando donde establecerse, rápidamente se integró a la sociedad de clase alta, donde conoció a la reconocida y hermosa hija de Takumi y Rina Kuromawa. Aquel joven respondía al nombre de Françoise Grivenchenco, procedente de Rusia. Alto, rubio y de profundos ojos azules. Françoise y Ume se enamoraron perdidamente, así que ella fue dada en matrimonio. Ambos partieron al extranjero y sólo 4 años después Ume Grivenchenco regresó para decir que su esposo había sido asesinado, por su parte ella recibió amenazas y no tuvo más que volver, la última vez que lo vio fue el día anterior a su desaparición, 1 semana antes que ella regresara. Por su parte, el señor Françoise le había hecho prometer que si algo sucediese con él y no regresaba al pasar una semana, ella debería regresar y cambiar su apellido, ni siquiera por el de soltera, sino por uno nuevo que nadie relacionara.

La señora Ume pronto dejó el apellido Grivenchenco y se estableció al norte de Tokio, donde después de conocer a un hombre amable, contrajo matrimonio, siendo ahora su apellido Toji.

Lo que todos desconocían es que Ume había regresado embarazada de Françoise, siendo un secreto para todos en la familia únicamente conocido por su esposo, que sin importar que, la apoyo.

Ume dio a luz mellizos, una niña y un niño. La niña fue llamada Layla, mientras que el niño fue llamado Françoise por honor a su padre real. Cuando los niños tenían 13 años, se cambiaron nuevamente de ciudad, dirigiéndose a la prefectura de Osaka. Allí Layla fue prometida en matrimonio a la edad de 17 años, con un hombre que nunca había visto Kazuya Wakaba. Françoise, no estaba de acuerdo, así que se dirigió a enfrentar a sus padres, escuchando por lo bajo como su madre informaba que todo lo hacía para que su niña estuviera bajo una buena protección y que los asesinos de su padre no dieran con su paradero. Cuando Françoise se enteró que su verdadero padre no era quien les hacían creer huyo del lugar con el firme propósito en encontrar al verdadero. A Layla le borraron cualquier tipo de memoria sobre un hermano y su verdadero padre, al cual se le suman 36 años sin conocérsele rastro alguno"

Tal fue el escrutinio que me enteré de la naturaleza de mi padre y ahora lo busco hasta el cansancio, sé que hay personas que quieren lastimar a mi hermana y a mi sobrina, por eso le prestaré mis servicios con tal de evitar tal situación.

Tal vez Ud. se preguntará como lo encontré y cómo viví siendo un vampiro aún sin saberlo, pero para esa información tendrá que esperar a mi siguiente carta.

Mientras le recomiendo estudiar a fondo las genealogías, hay muchas cosas interesantes que resaltar de allí, y sólo por ahorrarle el trabajo, no se tome la molestia de investigarme, le aseguro que se sorprendería de la cantidad de Françoise Grivenchenco que hay en Rusia.

Amablemente se despide.

F. G.

—Bastante astuto muchacho, bastante astuto, por algo, somos familia— Xiquerv sonrió de medio lado complacido por el nuevo ayudante o oponente que se presentaba en su camino.


Qué les pareció? se quedaron como yo O_O xD

Bueno, quiero enviarle mis saludos a todas las que me han apoyado con éste Fic, sin sus reviews no me hubiera animado a continuar. Son las mejores lectoras y me hace muy feliz que a quien lea sea a mí T^T
Las quiero mucho y les mando muchos besitos y abrazos!

*KARCHELA: Tu siempre me animas y me motivas, recordándome que hay alguien que espera la continuación de esta historia, y yo me siento honrada y feliz por ello. GRACIAS. Por favor, salúdame a tus primas y a ellas también les envío saludos mil :)

*XKinhoshiX: Wow bienvenida a la historia y claro que puedes traducirla me sentiría muy halagada

* Inuyasha-Jazz: Andrea! pues que lindo que te haya gustado la historia, me siento re feliz y bueno estoy de agregada en tu bonito país ^^ espero que hayas disfrutado de éste capítulo y que sigas conmigo hasta el final. Nos leemos. Kissu

*airicullen: Cómo se te ocurre que me he olvidado de tí. JAMÁS! :D sabes que tiene un lugar en mi corazón muy especial pues tu fuiste de las primeras en leerme y bueno eso es lago que siempre tendré presente. Me alegra que estés al día con la historia y que te guste :$ Besitos.

*saakuraa: JAAAAHH me imagino que éste capi te dejo más que O_O jajajaja. Gracias por leerme y dejar reviews y bueno has tus conjenturas y cuéntamelas, me encargaré de confirmarlas o dejarte dudosa muajajaja xD También, dime como vas con el libro. Besos! ^^

*Princess Aidil: Que tal toda la información de aquí ah? Quiero saber YA que piensas de TODO! :D espero que te haya gustado. (=

*Flor-VIB412: FLOR! ya actualizé! ^^ dime que te pareció oki! ^^ aunque hablamos mucho por fck :P besitos flor.

Ahhh a todas las invito a que seamos amigas de FACE! SHIIII! *.* en mi perfil está la dirección de la cuenta. También podemos seguirnos en Twitter (Me uní para stalkear a mi Siwon *.*) juju :$

Bueno bueno, nos vemos en otro capítulo.

Att: Su fiel servidora.. Sui-AliRs