Gracias por los reviews. Mi beta tuvo la tarea de traducir todos sus reviews, y estoy muy contenta por haberlos recibos. Tomo sus consejos y los llevara a cabo al pie de la letra. Muchas gracias por aceptarme. Escogí español porque para mí es un idioma bastante bonito y quiero aprenderlo como sea, y por medio de esto, creo que me sea de ayuda.
Hetalia no me pertenece, ni las películas…
Advertencia: Como siempre fallo en humor pero, en el fluff creo que no UKxUS (grita)
Repito el summary: Sabemos que las naciones tiene accesos a muchas cosas pero… hay ciertas cosas que están prohibidas para ellos
2. Porque Inglaterra no puede quedarse solo con América
La junta ya había terminado, como de costumbre y por su caballerosidad, Inglaterra se despidió de todos y se marcho para su residencia en Londres. El británico se monto en su auto y condujo hacia su casa. No fue muy largo el tramo ya que la reunión fue hecha a pocas cuadras de donde él vive. Feliz, por no tener que verle la cara a las demás fastidiosas naciones, el británico bajo de su auto y noto que la puerta de al frente estaba sin seguro.
— ¡No estoy para bromas ni jueguitos estúpidos! — dijo el británico abriendo la puerta de un solo golpe, molesto con quien haya sido en que encontró las llaves y abrió su casa primero que él.
— ¡IGGY! — el británico dejo salir un grito (varonil) cuando de la nada salió el americano y lo abrazo fuertemente haciendo que sus mejillas se tornaran rojas.
— ¡Maldito americano! ¿Cómo diablos llegaste antes que yo? — forcejeo el británico tratando de romper el agarre pero, fue América el primero que lo hizo. Sus ojos azules fijamente en los verdes del él. Coloco su mano en la frente del británico el cual arqueo la ceja en confusión preguntándose que demonios hacia el americano. — ¿Alfred…que haces? ¡Deja de tocarme!—
— ¡Iggy! ¡NO! — sobresalto el americano al ver la cara roja del británico, la cual para Arthur significaba una cosa y para Alfred era molestia. — ¡Iggy no me hagas nada! —
— ¿Alfred…que le metiste a la soda hoy? — pregunto el británico algo irritado al ver al americano esconderse detrás de la silla más cercana. — ¡Alfred sal de ahí! ¡Alfred no estoy jugando!—
— ¡NO! ¡Aléjate! — grito el americano corriendo hacia la cocina.
El británico decidió ignorarlo por completo ya que sabía que habían días los cuales América era insoportable, y este día era uno de ellos. Luego de varias horas la noche había caído y el británico de preparaba para dormir. Cuando su cabeza toco la almohada y por fin veía la posibilidad de dormir, unos leves golpes en la puerta hicieron que se levantara.
—Alfred, mejor que no seas tú porque te mato— murmuro el británico.
—Iggy…tengo miedo— dijo el americano haciendo pucheros sus ojos azules ya dilatados.
—Alfred…no eres un niño. ¡Vete a dormir! — grito el británico furioso cerrando la puerta de golpe pero, volvió abrirla al escuchar sollozos.
— ¡Iggy tengo miedo! — dijo infantilmente, enrollando sus brazos alrededor del cuerpo del británico cuya cara parecía que iba a estallar de lo roja que estaba. Alfred seguía apretando ligeramente el agarre mientras repetía una y otra vez que tenía miedo. Arthur por su parte perdía la respiración y no era por el abrazo.
— ¿Q-que q-quieres? — finalmente dijo el británico haciendo que Alfred volteara su cara hacia arriba encontrándose con uno ojos verdes, bien brillantes.
—Dormir contigo porque tengo mucho miedo— sonrió felizmente el americano. Arthur se quedo atónito ante la petición pero, no la pudo negar. Así que Alfred y el compartieron la misma cama.
Después de una corta discusión ambos conciliaron el sueño pero, en altas horas de la noche Alfred se levanto al escuchar el sonido del teléfono, el cual amablemente contesto. Viendo quien era, prosiguió a mover el británico de lado a lado, por supuesto recibiendo protestas y unas cuantas palabras no caballerosas.
—Si la casa no está en fuego mejor vuelve a dormirte— murmuro el británico, parte de sus palabras ahogadas por la almohada.
—Iggy, alguien está en el teléfono— susurro el americano en el oído de Arthur haciendo que este cayera sentado.
— ¿Quién? ¡SON LAS 3 DE LA MADRUGADA! — grito desesperadamente el británico. — ¿Quién demonios es? —
—…es…ummm…Francis— sonrió nerviosamente Alfred al ver la cara de horror que puso el británico al escuchar el nombre.
— ¡Dile a el sapo, inútil, francés ese, que la próxima junta será después de 28 días, y también dile que iré y me lo comeré vivo! ¡Me quedare con su cabeza en las manos por levantarme, y con la tuya también! —
El británico respiro hondo pero, arqueo la ceja cuando vio al americano salirse más rápido que ligero de la cama.
— ¡FRANCIS AYUDAME! ¡Iggy me va comer vivo!— grito mientras salía de la habitación despavorido.
Fue después de minutos que Arthur cayó en cuenta…
— ¡ALFRED! ¿Quién te mando a ver mis películas sin permiso? —
Y así estuvieron toda la noche uno corriendo detrás del otro mientras Francis, todavía en la línea, se quedo escuchando los gritos de las dos naciones…
'comer vivo' tomo otro DISTINTO significado…
Para Arthur...otra noche sin dormir...
Sip, mi segundo drabble terminado. ¿Les gusto?
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