¡Hola de nuevo!, aquí me tienen de nuevo por segunda vez en el día actualizando, hoy fue un buen día para la inspiración pues pude hacer 2 capítulos. Bueno, este es el episodio final de esta historia que gracias a ustedes se mantuvo y fue creciendo; es triste terminarla pero creo que si la alargo perderá su toque. Muchas gracias de verdad, a todos los que la siguieron, por sus comentarios y sugerencias y por tomarse el tiempo de comentar; espero que no sea la única historia en la que nos encontremos.

A partir de la próxima semana estaré aquí con mi nueva historia "Perfect Situation" también protagonizada por Blaine y Kurt.

Bueno es todo por el momento, espero que el final no los decepcione y espero sus comentarios. ¡Muchas Gracias y suerte!

CAPITULO 11:

La mañana siguiente fue un caos en casa de los Hummel-Hudson, todos se levantaron temprano y Carole preparo el desayuno; Rondha la ayudaba mientras Kurt intentaba sacar a Finn de la cama.

-Vamos Finn, llego el día- dijo Kurt con una vocecita tiernamente imperativa

-Kurt, se puede alguien morir de miedo el día de su boda- Respondió Finn aun adormilado

-Bueno Finn, normalmente te diría que no, pero no todos los novios se casan con una Rachel Berry-

Ambos rieron y salieron de la recamara hacia el comedor. Durante el desayuno todos le decían a Finn lo felices que estaban por él y Burt le dio un pequeño discurso acerca de cómo debía llevar una vida de casado.

Más tarde Carole y Rondha salieron al salón de belleza para que las arreglaran, los chicos se quedaron apoyando a Finn y alistando todo para el gran momento.

Rondha conducía, mientras charlaba con Carole, sin embargo no paraba de pensar como haría para contactar a Blaine; tenía que ser ese mismo día, el domingo sería imposible, pues regresarían a Nueva York por la tarde.

Mientras le arreglaban el cabello, Rondha recibió un mensaje de texto; al leerlo una especie de cosquilleo invadió su estomago; era Jesse St James, preguntándole si asistiría a la boda, al principio le extraño el mensaje, pues después de la fiesta no se había comunicado con él, es más, ni siquiera se había despedido formalmente, pues Rondha se encontraba preocupada por Kurt y el incidente del hospital de esa noche. De repente tuvo un plan, se levanto de la silla del salón y se salió un momento del establecimiento, tomo su teléfono y marco el número de Jesse:

-Hola Jesse, soy Rondha, ¿Cómo estás?- Rondha espero la respuesta en el teléfono con la mano en la cintura y después agrego: -Claro, si asistiré a la boda, y encantada te acompaño; pero antes me gustaría pedirte que me ayudaras a hacer algo. Si, recógeme en casa de los Hummel a las 6.

El plan de ataque estaba listo, ahora solo necesitaba hacer una llamada. Marco el numero de Blaine Anderson y espero en la línea:

-Hola, Blaine; soy Rondha, ¿Me recuerdas?-

-Si, por supuesto como no, ¿Qué sucede?- contesto el chico moreno al teléfono

-Estoy en Ohio, de visita; me gustaría saber si podemos vernos, necesito decirte algo muy importante-

-Claro, puedes venir a mi casa a la hora que gustes- continuo Blaine

-Oh, Blaine, hay un pequeño inconveniente, tengo un compromiso importante y no tengo mucho tiempo, pero de verdad me urge hablarte; podríamos vernos en algún lugar común. Prometo no quitarte mucho tiempo- Finalizo la chica, rogando que Blaine aceptara, pues su solicitud era muy extraña y hasta cierto punto demandante

-Claro, si veámonos en…-

Rondha se esforzó por recordar el lugar y las indicaciones para llegar a él y se despidió de Blaine. Regreso al salón y siguió con su charla relajada con Carole.

Dos horas más tarde, ambas mujeres volvieron a casa. Finn había salido con Burt por sus smokings y Kurt estaba a la mitad de sus rituales de belleza cuando Rondha apareció en su recamara.

-Muy linda Rondha, ese peinado es hermoso- dijo sonriendo

-De verdad, gracias Kurt- respondió la chica mirándose al espejo –A propósito, me iré un rato antes que ustedes, Jesse St James me recogerá y lo acompañare durante la ceremonia, los veré allá- dijo la chica, esperando la reacción de Kurt

Kurt se levanto del banco del tocador y se paro frente a ella con las manos en la cintura:

-Supongo que debería estar celoso, está bien puedes ir; mientras tengas cuidado con el señor rompecorazones- dijo el ojiverde riendo

-Tranquilo, soy una chica mayor, se cuidarme sola; además se que tu siempre estarás para cuidarme- Y después de eso ambos chicos se dieron un enorme abrazo.

A las seis en punto estaba Jesse St James esperando en la puerta, Rondha salió corriendo, despidiéndose de todos y prometiendo llegar a las 8 en punto a la ceremonia. Jesse la saludo besándole la mano y le abrió la puerta de su auto.

-Bien señorita misteriosa, que es lo que tenemos que hacer- dijo Jesse con su sonrisa seductora

-Vámonos, debemos llegar al parque principal de Westerville en media hora, en el camino te cuento- dijo Rondha sonriendo nerviosamente.

Jesse manejaba a toda velocidad, mientras Rondha le contaba el mayor número de detalles de la historia de Kurt y Blaine que podía. Por momentos el joven hacia cara de sorpresa y en otros solo asentía con la cabeza. 35 minutos después se encontraban en la entrada del parque de Westerville. Jesse se estaciono y Rondha salió corriendo del auto lo más rápido que sus zapatillas lo permitían. Unos metros después se encontró con Blaine:

-Hola Rondha, valla que bien te vez; debiste haberme avisado que nuestra reunión era de etiqueta- dijo el chico de ojos de miel sonriendo

Rondha correspondió a su sonrisa mientras movía sus manos nerviosamente y continúo:

-Ok, Blaine, no sé cómo empezar, lo que te diré es difícil y puede que al principio no me creas o quieras irte molesto; por eso te pido desde ahora que pase lo que pase escuches todo lo que tenga que decirte-

Blaine la miro alarmado y también comenzó a jugar con sus manos nervioso:

-Está bien Rondha, pero anda, dime que sucede me estas asustando-

La pelirroja dio un suspiro largo y comenzó

-Blaine, recuerdas la historia que me contaste, la de Kurt y tu, bueno, yo también te conté mi historia; acerca de mi vida en Nueva York, y te mencione a mi roomate-

Blaine asistió sin entender nada.

-Bueno, ¿sabes porque estoy vestida así?, es porque hoy, Finn Hudson, hermanastro de mi compañero de cuarto, se casa.-

Rondha espero un momento a que Blaine procesara la información que acababa de darle y dedujera por sí mismo de quien hablaba; unos segundos después los ojos del chico se abrieron en señal de profunda sorpresa y dijo:

-Te refieres a que tu compañero es mi…. No, no es posible Rondha…, Kurt es, es él tu amigo y compañero-

Rondha asintió apretando los ojos y tragando saliva, de repente vio que Blaine se sentaba en una banca cercana y se sentó junto a él

-Asi es Blaine, y hoy te pedí que vinieras para contarte toda la verdad, todo lo que he atestiguado desde que conocí a Kurt hace casi un año; vengo a decirte cuanto te ama-

Blaine se tapo el rostro con las manos y negó frenéticamente, no entendía nada, no sabía si quería quedarse y escuchar, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de la chica de ojos pardos.

-Kurt te ama de verdad Blaine, ha sufrido tanto sin ti, ha pasado por tantas cosas, y lo peor de todo es que no es ni tu culpa ni su culpa; hay alguien que a base de engaños, amenazas e intrigas los ha separado y ese alguien…-

Blaine interrumpió a Rondha diciendo:

-¿Por qué debo creerte?, quizá solo es una mentira de Kurt para volver a jugar con mis sentimientos y te envió a ti porque no quise escucharlo ayer; dime la verdad Rondha, yo confió en ti- dijo el chico al borde del llanto.

Rondha tomo las manos del moreno y las apretó fuerte, buscando demostrarle que le decía la verdad, de transmitirle algo del amor de Kurt y dijo:

-Créeme de verdad Blaine, escucha mi historia y después juzga; si no te convenzo te prometo dejarte en paz para siempre, ni Kurt ni yo volveremos a buscarte nunca, te dejaremos ser feliz-

Rondha espero respuesta pero el chico solo asintió bajando la mirada, Rondha trago saliva y comenzó a relatar esa historia que conocía tan bien

Le conto a Blaine como había conocido a Kurt; sus primeros días juntos, cuando ella lo acechaba, como arreglaron sus primeras diferencias y se hicieron amigos, y como la pelirroja había deducido su identidad, después de recibir la llamada en Central Park

-¿Eras tú?, la que contesto esa llamada- dijo Blaine sorprendido

-Sí, fue gracias a ella que descubrí quien eras- respondió la pelirroja tratando de transmitir confianza a Blaine

El chico por alguna extraña razón estaba más confiado, escuchando a la chica, mirándola de repente, pero jamás se soltaron las manos. Sonreían de repente cuando llegaba un comentario pícaro de Kurt. De repente Rondha se detuvo, como si algo pasara, Blaine la miro preocupado y le pregunto qué sucedía. Era el momento duro de la historia; era la última carta a jugar de Rondha, así que respiro profundamente y continúo:

-Entonces Blaine, hasta ahora tu vivías creyendo que Kurt ya no te amaba; que te había cambiado por Karofsky, creíste que solo se estaba burlando de ti; pero como te dije, hay alguien que se esforzó en separarlos, y ese alguien fue tu padre.-

Blaine soltó sus manos de las de Rondha y se levanto de la banca, pasando sus manos por el cabello en señal de desesperación. Rondha se asusto, pues pensó que Blaine se iría y todo había terminado, pero no paso, solo se quedo ahí parado y pregunto:

-¿Cómo fue Rondha, que hizo mi… que hizo el desgraciado?- pregunto el chico apretando los puños

-Tranquilízate Blaine, si te pones así no podre decírtelo, necesitas estar calmado- dijo la chica que se levantaba de la banca y lo tomaba del brazo, buscando tranquilizarlo

De repente el chico se soltó de la pelirroja y la tomo de los hombros, la sacudió levemente y le dijo:

-Ya no lo ocultes, habla. ¡HABLA POR FAVOR!-

Rondha soltó algunas lágrimas, estaba asustada pero ya no había marcha atrás

-Tu padre saboteo la entrada de Kurt a Julliard, también sus oportunidades de casting en Broadway y lo amenazo de muerte, le dijo que lo mataría si no te dejaba; también le dijo que te correría de tu casa y te desheredaría si no se separaban, y que sería su culpa-

Blaine soltó a Rondha, tenía la mirada perdida y los ojos inyectados de furia, temblaba enojado, y de repente se echo a correr hacia su auto, lo abordo y arranco agresivamente.

Rondha reacciono y se dirigió al auto donde estaba Jesse, viendo todo; se subió y le dijo a Jesse que siguiera a Blaine. Rondha estaba muy asustada, ¿Qué iba a hacer Blaine, a donde iba? Cuando la chica se dio cuenta ya transitaban rápidamente tras Blaine dentro de un barrio residencial de Westerville, unos segundos después el auto de Blaine se detuvo fuera de una linda propiedad. El chico se bajo del auto y entro corriendo. Rondha hizo lo mismo e iba tras él, cuando Jesse la detuvo:

-No puedes entrar Rondha, debemos esperar aquí a que salga, tranquilízate por favor- dijo el chico mientras abrazaba a la pelirroja.

La espera era infernal, los segundos pasaban demasiado lentos y no quedaba más que esperar, eran las 7:40, ya no llegarían a la boda, Jesse solo le sonreía a Rondha y apretaba su mano tratando de tranquilizarla. El chico ex estrella de Vocal Adrenaline se había comportado muy comprensivo y como todo un caballero.

Mientras tanto, dentro de la residencia Anderson, Blaine corría furioso por un pasillo, tirando cosas y pateando puertas, su madre iba tras el tratando de controlarlo; al final del pasillo se encontraba el despacho de su padre, abrió las puertas de golpe y entro gritando:

-¿COMO TE ATREVISTE, en qué momento tu cabeza maquino ese estúpido plan para sepárame de Kurt, cómo pudiste amenazarlo de muerte?- el joven gritaba sofocándose con sus propias palabras, mientras su padre salía de detrás de su escritorio.

-¿Cómo te enteraste?- agrego el hombre tan sereno, como si su hijo no estuviera a punto de matarlo

-¿O sea que lo aceptas?- dijo Blaine

-Por supuesto que lo hago, un padre nunca debe avergonzarse de la forma en la que forja el futuro de su hijo- Patrick esbozaba una sonrisa burlona mientras miraba a Blaine

-Eres un maldito, no te atrevas a llamarme hijo. Y te aclaro una cosa, no estabas forjándome un futuro, solo proyectabas lo que tú querías ser, todos tus sueños e ilusiones frustrados los depositaste en mí, pero lo lamento, ni así podrás cumplirlos, porque yo sé lo que quiero en la vida; no quiero terminar como tú, solo y sin amor. Prefiero vivir sin un nombre, sin lujos y sin un imperio a mi nombre; pero quiero amar, quiero tener todos los días a alguien por quien vivir, despertar acompañado y después de muchísimo tiempo, morir a su lado, y esa persona para mí es Kurt, y ni tú ni nadie nos va a separar. Me avergüenzo de ser tu hijo Patrick, me avergüenzo de llevar tu apellido y de parecerme tanto a ti, así que esta será la última vez que me veas; me voy para siempre, puedes desheredarme, puedes manchar mi nombre y cerrarme todas las puertas del mundo, nada de eso me importara, porque estaré con Kurt.

-¿Estás seguro, Blaine?, ya no habrá más vuelta atrás- dijo el hombre ahora sin expresión en el rostro-

Pero Blaine no respondió, solo dio media vuelta ante la mirada atónita de su padre que se apresuro a gritar:

-Volverás arrastrándote pidiendo disculpas- vocifero Anderson padre, y al ver que su hijo no regresaba murmuro: -Por favor-

El hombre se quedo parado en medio de su despacho, luego miro a su mujer que había escuchado todo buscando un poco de consuelo, pero esta negó con la cabeza y salió del despacho tras Blaine.

Patrick Anderson no lo podía creer, había sido abandonado por las dos personas que mas amaba en el mundo, luego de darse cuenta de su miseria se hinco en el piso, soltando el llanto silenciosamente… Se había quedado solo.

Mientras tanto, afuera de la residencia Anderson, Jesse y Rondha seguían esperando, mientras Jesse llamaba para avisar su retraso, Rondha estaba sentada en el cofre del auto, esperando a que sucediera algo. De repente se vio salir a Blaine de la residencia, parecía muy sereno, como si se hubiera deshecho de una pena enorme y sonreía de oreja a oreja.

Rondha se levanto de su improvisado asiento y alcanzo a Blaine, abrazándolo, el chico correspondió a su abrazo, agradecido; luego de unos segundos se separaron y Blaine dijo: -Llévame con Kurt, ahora mismo-.

Rondha sonrió y asintió, se subió al auto con Jesse y Blaine abordo el suyo, a toda velocidad tomaron camino hacía el jardín ceremonial donde se celebraba la boda.

15 minutos después ya estaban ahí, Rondha camino rápido con Jesse, pero se detuvo cuando Blaine se quedo parado tras un árbol, la chica lo llamo para que los alcanzara y el joven se apresuro a decir:

-No quiero irrumpir a media ceremonia, ni siquiera estoy invitado, esperare aquí-

Rondha asintió con la cabeza y siguió su camino. Llego a donde se encontraban las damas de honor formadas y se acomodo entre Quinn y Tina. Inmediatamente sintió la mirada inquisidora de Kurt sobre ella, la pelirroja solo se limito a sonreír, estaba muy feliz y deseaba que el tiempo de ceremonia pasara muy pronto, para que al fin Blaine y su mejor amigo se encontraran.

Debido a sus diferentes religiones, Finn y Rachel solo estaban contrayendo matrimonio por lo civil, aun así, era una ceremonia hermosa. A varias personas se les escaparon unas lágrimas, incluido a Kurt. Rondha también lloraba, después de todo, ese día no solo iba a ser especial para los novios, sino para Kurt y Blaine también; que al fin se unirían, después de tantas adversidades.

El juez menciono los votos y ambos chicos firmaron el acta de matrimonio, luego de esto el juez al fin los declaro marido y mujer:

-Damas y caballeros, les presento al señor y señora Hudson-

Todos se levantaron de sus asientos y aplaudieron mucho, luego el enorme contingente de invitados siguió a los flamantes esposos, Rondha caminaba a la salida cuando Kurt la detuvo.

-Rondha Marie Adams, ¿Dónde te habías metido, porque tardaste tanto en llegar?- reclamaba Kurt queriendo sonar enfadado. Rondha lo detuvo a propósito, para que la gente se alejara frente a ellos.

-Estaba cumpliendo cierta promesa que hice a mi misma la primera vez que pise Lima Ohio- contesto la chica con una sonrisa. Luego ambos chicos salieron del kiosco donde se había celebrado la ceremonia y mientras bajaban los escalones, Kurt se detuvo de golpe, Rondha continuo bajando y pasó junto a Blaine, que acababa de salir de atrás de un árbol, ambos chicos se sonrieron ante la mirada de atónita de Kurt.

-Los dejare solos, para que hablen; o lo que quiera que vallan a hacer- dijo la chica sonriendo mientras Jesse St James se la llevaba de la mano.

Kurt y Blaine se miraron como aquel día en las escaleras de la academia Dalton, donde se conocieron. Blaine se acerco a Kurt y lo tomo de la mano; el moreno subió los escalones para quedar a la misma altura que Kurt y sin pensarlo y decir nada lo beso. Inmediatamente Kurt correspondió a ese beso tomando el cabello rizado de su amado y acercándolo lo más que pudo. Fue como si hubiese sido su primer beso otra vez, podían sentir que sus respiraciones se hacían una sola, podían leer sus mentes y adivinar sus movimientos. Nada se interponía entre ellos, al fin su amor que había permanecido intacto podía ser libre, saliendo por cada uno de sus poros. Luego de un largo rato se separaron y mirándose a los ojos se dijeron

-Soñé tanto con este momento, deseaba tanto que llegara, hubiera podido entregar mi vida por besarte una vez más Blaine-

-No había vida sin ti Kurt, solo era un muerto en vida; hoy volví a nacer-

Y volvieron a perderse en un beso que parecía iba a ser eterno. Las cicatrices que su amor había dejado al separarse, se habían borrado cuando sus labios volvieron a unirse. Eran de nuevo uno solo, dos corazones en un solo camino. El sufrimiento se había terminado, las penas, el dolor, las intrigas estaban fuera de su vida.

-Deberíamos ir a la recepción ya; soy el hermano del novio, tengo que estar ahí- declaraba Kurt que estaba colgado del cuello de su novio con una sonrisa picara.

-Pero yo ni siquiera estoy invitado, ni siquiera vengo presentable- dijo Blaine riendo –Deberíamos quedarnos mejor aquí-

-Blaine Anderson, tu eres perfecto en cualquier atuendo que uses, aunque parezca que una abuela ciega te vistió, como ahora, para mi eres perfecto-

-¿Como conservas aun ese maravilloso poder de convencimiento Kurt?- dijo Blaine mientras caminaban hacia la fiesta.

-Ya habrá tiempo de sobra para que lo averigües amor-

Cuando ambos chicos llegaron a la mesa donde estaban sentados todos los chicos del club Glee, Jesse y Rondha; los jóvenes se miraron unos a otros atónitos, excepto Mercedes, que inmediatamente miro a Rondha, asintiendo con la cabeza y sonriendo al borde de las lagrimas. Finn y Rachel desde su mesa se habían dado cuanta también y sonreían saludándolos.

Después de sentarse en la mesa, se integraron a la fiesta; todos bailaban, brindaban y comían; y Blaine y Kurt no se soltaban de la mano. De repente el grupo musical comenzó a tocar una canción muy familiar para Blaine, inmediatamente se levanto y se hinco frente a Kurt.

-Me permite este baile señor Hummel-

-Encantado señor Anderson-

Ambos se ubicaron en medio de la pista de baile y se abrazaron, lo más cerca que pudieron. La canción sonaba como una melodía angelical y ellos se dejaban llevar:

"Don't ask me what you know is true, don't have to tell you, i love your precious heart"

Ninguno de los dos hablaba, solo se abrazaban; como si no hubiera un mañana,

"I was standing, you were there; two worlds collided and they could never tear us apart. We could live for a thousand years, but if I hurt you, i'd make wine from your tears.

I told you that we could fly, 'cause we all have wings, but some of us don't know why"

-Quiero pasar el resto de mi vida contigo Kurt, morir a tu lado y seguir amándote después, en la eternidad-

-Yo también Blaine, soy y seré tuyo eternamente-

Pasada la media noche, los novios se despidieron para partir de luna de miel y la fiesta se acabo. Los Hummel regresaron todos a casa con Blaine acompañándolos. Al principio el rostro de Burt Hummel no era de que estuviera del todo de acuerdo, pero no podía recordar cuándo fue la última vez que había visto a su hijo tan contento. Burt se fue a dormir tranquilo hasta que se aseguro que Blaine dormiría en la habitación de Finn y Kurt en la propia.

Todos se despidieron y se dispusieron a descansar. Esa noche Rondha pudo dormir tranquila, pues había cumplido con su deber. Y para Kurt, era como si una nube gris se hubiera esfumado de su vida para siempre, aunque no pudo dormir pensando en que Blaine se encontraba en la habitación de al lado, luego de un rato, al fin concilio el sueño, con una sonrisa en su cara.

Al la mañana siguiente, después del desayuno Blaine salió para su casa en Westerville a recoger sus cosas. Kurt se ofreció a acompañarlo, pero el moreno no acepto, se sentía avergonzado de que su novio ojiverde pisara ese horrible lugar.

Kurt se quedo con Rondha alistando sus cosas, cuando estuvieron solos, Kurt se acerco a su amiga y le dio un abrazo enorme, el más cálido y profundo que había recibido de él

-Estaré en deuda eterna contigo Rondha, no tengo palabras para agradecer lo que has hecho por mí desde que nos conocimos, eres la persona más especial de mi vida…-

-Segunda persona Kurt, ¿Dónde dejas a tu novio?- interrumpió la pelirroja sonriente –Y definitivamente no tienes nada que agradecer, esto es lo que haces cuando de verdad quieres a alguien-

Kurt le sonrió, con los ojos llorosos, por primera vez en mucho tiempo, con lagrimas de felicidad –Aunque estoy intrigado, si esto haces por mi ¿Qué clase de cosas harás por Jesse St James?-

Rondha se ruborizo y dio un pequeño golpecito a Kurt en el hombro.

Para la noche del domingo, Kurt, Blaine y Rondha ya se encontraban en Nueva York; como era de esperarse, Kurt volvió a su casa para vivir con Blaine, la chica los despidió desde la puerta después de que el ojiverde recogiera sus cosas del lugar.

Y después de eso, la vida de los chicos no podía ser más perfecta, vivían felices y compartían muchas cosas juntos. Kurt seguía siendo tan cercano a Rondha como antes, pero ahora Blaine se unía a ellos.

El fin de cursos llego, y con ello la gran pasarela de Kurt, Blaine y Rondha lo acompañaron y le aplaudieron a sus extraordinarios diseños en primera fila. Y con eso al fin, había acabado el primer año de escuela.

Al día siguiente, Kurt recibió un mensaje de texto de Rondha que decía lo siguiente: "Kurt, encuéntrame en la escuela en 20 minutos, junto a la pared de horarios, te quiere R"

A Kurt le pareció extraño que su amiga lo citara en la escuela en sábado, pero se levanto, se vistió y salió corriendo; no sin antes dejarle una nota a su amado que aun dormía.

Kurt llego al punto de reunión con Rondha, ella estaba ahí de espaldas y al escuchar al chico volteo sonriendo.

-Hola Kurt, disculpa por haberte traído aquí tan temprano y en sábado, pero tengo un anuncio que hacerte- La chica suspiro y sonrió

-Me ofrecieron una beca en Boston, y un trabajo, y vengo a despedirme- dijo la chica sonriendo

-¿Cómo que te despides, cuando te vas, por qué me avisas hoy?- dijo el chico extrañado.

-¿Reconoces este lugar Kurt?- pregunto la chica tratando de calmar al ojiverde –Aquí fue donde nos conocimos-

Kurt miro el lugar y se recordó un año atrás, asustado buscando indicaciones y como se había acercado a Rondha.

-Sí, lo recuerdo- dijo Kurt con una risita

-Kurt, al iniciar este año yo era solo una chica que buscaba hacer algo que valiera la pena, algo que me distinguiera de entre todas las personas de Nueva York; quería escribir mi propio destino, pero estaba sola; no había ninguna fuerza de la que me pudiera apoyar, venia huyendo de mi familia. Pero luego te conocí. Al verte inmediatamente supe que no eras un chico ordinario y que habías aparecido en mi vida por algo. Primero pensé que serias mi romance épico; pero es obvio que no fue así, y con el paso del tiempo, te volviste esa persona que me dio fuerza, eras como mi familia y me dolía tanto verte sufrir...- la chica se detuvo, tratando de mitigar el llanto

-Yo creo en el destino Kurt, pero creo más fuerte en que tenemos el poder de cambiarlo si queremos; y tu sufrías, porque creías que en uno de sus juegos, el destino te había separado de Blaine, así que de repente lo entendí. Mi misión aquí era unirlos, reescribir lo que se nos tenia deparado, y lo logre. Ahora ya nada me ata a Nueva York. Ahora tengo que escribir mi propia historia, y en Boston tengo la oportunidad.-

Kurt, que lloraba silenciosamente abrazo a su amiga, no podía decir nada; le dolía demasiado que se fuera de su lado después de haberle regalado la mayor felicidad de su vida. Pero la chica tenía razón, aun le faltaba encontrar su propio camino a la felicidad, y era egoísta de parte de Kurt pedirle que se quedara.

-No es un adiós verdad- le dijo Kurt al oído

-¡Claro que no!, nos veremos más pronto de lo que imaginas- respondió la chica

Luego de esto se separaron y Rondha camino hacia la puerta, pero antes de cruzarla se detuvo y por última vez dijo

-Por cierto Kurt Hummel, fue un verdadero placer conocerte-

Kurt le sonrió aun con lágrimas cayendo sobre su rostro, el chico espero a que Rondha cruzara la puerta y después se fue.

Cuando llego a casa, Blaine estaba sentado en el sillón, leyendo una carta de su padre. En ella el hombre se disculpaba por los daños causados a su hijo y su novio, le decía que estaba orgulloso de él y que esperaba que algún día lo perdonara y para finalizar, le avisaba que ambos estaban inscritos en Julliard, y que todos sus gastos estaban cubiertos.

Luego de festejar dicho suceso, Kurt le conto a Blaine acerca de la partida de Rondha y el discurso que le había dado. Ambos lloraron un poco, recargados el uno en el otro y se quedaron dormidos, con las manos entrelazadas y una enorme sonrisa en sus rostros…

4 AÑOS DESPUES

-Y, ¿te gusta?, preguntaba Kurt señalando una marquesina brillante que tenía su nombre en letras gigantes, anunciando su debut en teatro la próxima semana.

-Me encanta, amo ver tu nombre entre luces, me hace sentir importante- contesto Blaine

-Ah, sí, ¿Por qué?- dijo el ojiverde mirando inquisitivamente al chico moreno

-Porque ahora podre presentarme ante la gente como Blaine Anderson, orgulloso esposo de Kurt Hummel, estrella de Broadway-

Ambos chicos siguieron caminando abrazados por las calles de Nueva York, de repente Kurt se detuvo frente a una librería y entro, Blaine lo siguió sin decir nada, estaba acostumbrado a los impulsos de su amado.

El castaño camino hasta un estante donde se encontraba un libro de portada blanca con letras rojas, lo tomo y leyó la portada, solo para corroborar que lo que había visto era cierto, la portada del libro decía lo siguiente:

"Escribiendo mi destino, por Rondha Adams-St James"

Kurt llamo a Blaine que se encontraba entre los estantes para que vieran juntos el libro. Era un libro de fotografías de muchos lugares del mundo, en muchas de ellas Rondha aparecia con su ahora esposo Jesse St James.

Kurt abrió el libro y se detuvo en la dedicatoria, comenzó a leerla y una enorme emoción lo invadió:

"Para la persona que se cruzo en mi camino y me enseño que el destino no está escrito, que se puede elegir el propio rumbo. Yo lo lleve a su destino y sin saberlo, él me ayudo a encontrar el mío. Siempre vivirá en mi corazón, como se que yo en el de él. Con todo mi amor para KH"

Blaine y Kurt se miraron y sonrieron emocionados. Inmediatamente se acercaron a la caja con un libro para cada uno y salieron de la tienda.

Se tomaron de la mano y caminaron, perdiéndose entre la multitud de las calles de Nueva York…

=FIN=

Aquí termina la historia, espero que le haya gustado el final.

Muchas gracias a: CocoHummel, Nodame Perveryaoista, LadyLillium, yugue, MissLibertine, TeenageDream, Heyitsisis, Miluca Rockz y destiny-author. Esta historia es de todos ustedes :)