CAPITULO 2: Reencuentros

Había pasado ya un mes desde que Kurt había llegado a Nueva York; ya no estaba tan deprimido como al principio, al contrario, todo el día se la pasaba ocupado: trabajando en sus proyectos escolares, mejorando la decoración de su departamento, de compras y conociendo la ciudad. Era viernes por la tarde y se preparaba para hacer su primera visita a su familia en Ohio después de haber partido; a pesar de estar muy feliz en NY, nunca había sentido tantas ganas de estar en casa; asi que aprovecharía que tendría media semana libre, pues se llevaría a cabo la primera pasarela de modas organizada por su instituto y al ser de primer año, no podía participar. Su ánimo se encontraba de maravilla, ya no había tenido momentos de sufrimiento recordando a Blaine, ni se había topado con la loca de Rondha por la escuela.

Luego de unas horas, ya se encontraba arribando en el aeropuerto, mientras caminaba hacia la salida, pudo ver, a lo lejos un rostro bastante familiar que le hacía señas; era su mejor amiga Mercedes, que lo estaba esperando.

-¡Mercedes!, que haces aquí, que sorpresa- exclamo emocionado Kurt mientras se lanzaba en un emotivo abrazo hacia la chica

-Tenía que verte cariño, y quería ser la primera en darte la bienvenida a tu hogar- respondió abrazando al chico –Yo también vine de visita, así que llame a tu padre para saber de ti, y me dijo que vendrías, asi que le dije que no se molestara en venir a buscarte, que yo lo haria- concluyo con una sonrisa y ambos chicos comenzaron a caminar.

Durante el trayecto a casa de Kurt, ambos platicaban de sus nuevas vidas y de lo emocionante que resultaba, y aunque apenas hacia un mes que se dejaron de ver, parecía que llevaran años.

-En la escuela no pueden enseñarte a ser una diva, solo lo tienes, y en eso yo ya llevo ventaja- argumentaba Mercedes

Media hora después llegaron a casa de los Hummel, donde ya los estaban esperando para cenar. Burt saludo con un emotivo abrazo a su hijo que hizo que el pelo de Kurt se alborotara un poco, y Carole le beso ambas mejillas y también lo abrazo.

Mercedes los acompaño a cenar y Kurt la invito a quedarse con en casa a pasar la noche para seguir poniéndose al tanto de sus vidas, después de cenar Burt y Carole se despidieron y se fueron a su habitación a descansar, Kurt y Mercedes se quedaron en el living charlando

-Y que es lo que pasa en Nueva York, que clase de personas interesantes has conocido- cuestiono Mercedes, -No omitas detalles, termino con una risita

-Todo es maravilloso, todas las personas son geniales haya, la vida es tan distinta, justo como lo soñé- dijo Kurt.- aunque…- se quedo pensativo unos segundos, había recordado que no le había mencionado nada de Rondha a Mercedes y quería contarle para recibir su opinión.

-Hay una chica muy extraña, que intento conquistarme el primer día de clases-

Mercedes hizo una mueca de que eso era bastante gracioso, Kurt prosiguió con su discurso

-Es muy rara, tiene esa mirada boba y esa risa siempre que la veo por los pasillos, es muy incomodo- Kurt se detuvo a pensar que nunca había pasado por algo así, nunca nadie lo había asechado de esa manera, ningún chico y mucho menos una chica

-¿Y no sabe que eres gay?- cuestiono Mercedes

-Se lo dije, en el primer momento en el que intento actuar se lo dije, pero eso pareció emocionarle más- respondió el chico

-Bueno, no la culpo, es decir eres encantador; recuerda que yo también tuve un enamoramiento contigo, además no puedes culparla de haber actuado así sin saber la realidad, vamos cariño, dale una oportunidad- Dijo Mercedes, mientras daba un abrazo a Kurt.

Kurt asintió con la cabeza y respondió el abrazo de su amiga, de repente se incorporo, miro fijamente a Mercedes y la ataco con una pregunta que no supo bien de donde salió

-Mercedes, has sabido algo de...-titubeo un poco, pero algo dentro de él no le permitió detenerse y completo la frase –De Blaine- . Ahí estaba de nuevo la sensación de dolor ya muy familiar para Kurt.

Mercedes miro a su amigo y negó con la cabeza, estaba completamente sorprendida por lo inesperado de la pregunta, Kurt no había hablado de Blaine desde que habían decidido separarse, siquiera nombrar algo referente a el significaba romper a Kurt en pedacitos. Kurt le dio una sonrisa a su amiga para hacerle ver que todo estaba bien y se recostó en su hombro; luego de unos minutos ambos se habían quedado dormidos.

El jueves por la tarde Kurt se encontraba en su casillero arreglando sus cosas para partir a casa luego de un día largo cuando Rondha paso por ahí, Kurt llevaba toda la semana esperando verla para disculparse con ella y darle una oportunidad de entablar una amistad, como Mercedes le había aconsejado; así que cerró el casillero y corrió tras ella gritando su nombre; la chica volteo algo sorprendida y se detuvo a esperar a Kurt

-¡Hola!, dijo Kurt de manera amable y sonriendo

Rondha le devolvió la sonrisa levantando las cejas y no dijo nadamas

-Quería disculparme contigo, por cómo me porte aquel día- dijo Kurt –Siento si te hice sentir mal de algún modo, ciertamente no era mi intención

-No te preocupes, lo siento también, creo que me excedí, incluso dramatice un poco con la salida del lugar ¿no crees?- respondió con esa sonrisa que Kurt conocía tan bien.

El chico asintió con la cabeza y comenzaron a caminar juntos; salieron de la escuela aun charlando acerca del cuidado de sus respectivos cabellos y dos calles más adelante se detuvieron para despedirse. Kurt comenzó a caminar hacia su casa más tranquilo pues la "operación disculpa" había salido bien, Rondha que se había quedado parada viendo como se alejaba el chico corrió tras el y lo llamo:

-¡Kurt, Kurt espera! Lo alcanzo y se detuvo a tomar aire antes de decir lo siguiente: -Unos amigos y yo saldremos esta noche, seria genial que vinieras con nosotros-

El chico levanto un poco la cabeza, estaba a punto de dar una escusa para no ir, pues tenía muchos deberes que hacer y habría escuela al otro día, pero una frase de Rondha lo detuvo

-Sera noche de Karaoke, no puedes negarte-

¿Karaoke?, eso emociono a Kurt, hacia mucho que no cantaba nada; ciertamente un karaoke era muy poco para las habilidades vocales que ostentaba, pero era una forma de reencontrase con el Kurt que hasta ese momento, creía haber dejado olvidado en McKinley.

-Está bien, iré- respondió con una evidente emoción

-Genial- dijo Rondha, pasaremos por ti a las 9, solo tienes que darme tu dirección y ahí estaremos. Después de intercambiar el dato se despidieron y Kurt acelero el paso a casa; tenía que llegar y aprovechar lo que restaba de la tarde para hacer sus deberes.

Todos los planes que Kurt tenía para avanzar sus deberes se cayeron cuando tuvo que decidir que ponerse, también hacía tiempo que no se preocupaba tanto acerca de que ponerse, claro, nunca salía de casa mal vestido, ni con ningún aspecto de su arreglo personal descuidado; simplemente que con lo ajetreo de la vida en Nueva York no se daba el lujo de meditarlo tanto.

Mientras armaba conjuntos se dio cuenta de que en ese momento era el Kurt de Ohio, el que aun no tenía tantas preocupaciones y siempre estaba emocionado. Ahora era diferente, tenía más responsabilidades, una nueva forma de vida y se dio cuenta de que había crecido y que su adolescencia se había esfumado completamente.

Rondha y sus amigos fueron puntuales y llegaron a las 9 en punto, los chicos eran muy agradables e inmediatamente incluyeron a Kurt en sus bromas. A las 9:15 llegaron a un pequeño lugar de paredes blancas y mesas pequeñas que parecían estar algo apretadas para darle el espacio a un enorme escenario lleno de luces. Kurt sonrió emocionado, esta noche se divertiría sin importar nada.

Luego de algunas rondas de tragos y chistes, finalmente Kurt decidió abrirse paso al escenario, se deslizo elegantemente entre la multitud y en medio de aplausos subió al escenario, estaba algo frenético por los tragos tomo el micrófono y la música comenzó a sonar, era Uncharted de Sara Bareilles.

Sin pensarlo comenzó a cantar con una emoción inmensa, apenas habían pasado las primeras estrofas y Blaine apareció en su mente como si estuviera frente a él; se dejo llevar por la letra de la canción y mantuvo el recuerdo de Blaine en su mente, como si estuviera cantándole a él "Don't breathe, no I never meant to let it get away from me; now, too much to hold, everybody wants has to get their hands on gold, and I want uncharted"

La canción siguió y el cada segundo cantaba mas emocionado, se había olvidado de la gente a su alrededor y recordaba aquellos días en los que cantar era lo único que importaba, cuando un año atrás el había estado en esa misma ciudad en su primera competencia, el día que Blaine le dijo que lo amaba…

Los aplausos ensordecedores interrumpieron sus pensamientos, en su mesa Rondha y los chicos aplaudían frenéticamente y el presentador le puso a Kurt una corona de cartón e inmediatamente lo nombro el ganador de la noche. No podía describir esa sensación, se sentía tan feliz, con la seguridad de que podía hacer lo que quisiera; posteriormente bajo del escenario y Rondha lo encontró a la mitad del trayecto:

-Estuviste maravilloso, no sabía que cantabas de esa manera- dijo la pelirroja gritando para hacerse escuchar sobre la música

Kurt sonrió y puso la corona de cartón sobre la cabeza de la chica; ella siguió caminando con los demás chicos que ahora bailaban sobre el escenario y Kurt se sentó en su mesa solo, ahí en medio de la misma estaba el celular de Rondha; un pensamiento fugaz atravesó su cabeza. ¿Qué podía perder? Estaba tan feliz que nada de lo que escuchara lo haría sentir mal, solo quería escuchar su voz una vez más, para saber que seguía ahí, que había existido y que no había sido un sueño.

Tomo el móvil y marco ese número que sabía de memoria, espero ansioso a que respondieran

-Hola… ¿Quién habla?-

Era esa voz; la que retumbaba en su mente todos los días, y aunque el ruido del lugar no lo dejaba escucharla bien, era suficiente. Quería decir algo, pero no sabía que, tenía la mente en blanco.

De repente la llamada se corto y Kurt alejo el teléfono de su oído y lo regreso a la mesa; levanto la cara y se encontró con la mirada de Rondha, ella le sonrio, pero era una sonrisa diferente, ya no era la sonrisa boba que la caracterizaba. Kurt le respondió la sonrisa, invadido por un sentimiento extraño, eran como mariposas en el estomago, y en ese momento no supo si eran a causa de haber escuchado a Blaine, o de descubrir esa nueva sonrisa en Rondha.

Glee no me pertenece, todos los personaje excepto Rondha Adams son propiedad de Ryan Murphy

Gracias por leer, espero que les guste este nuevo episodio, la historia apenas empieza a tomar camino! Todos sus comentarios son muy bien recibidos! Saludos a todos :D