Disclaimer: Los personajes fueron creados por la maravillosa Stephenie Meyer. Yo sólo juego con ellos. La historia es una locura de mi extraña imaginación. Prohíbo la reproducción parcial o total de mis historias sin mi consentimiento.
PRÓLOGO
"La sonrisa es una de las más bellas armas con la que contamos para defendernos del dolor. Encarar cada día con una sonrisa no solucionará todos nuestros problemas, pero al menos nos ayudará a sentirnos mejor."
—Si lo qué quieres es decir es que fue un error, olvídalo Jake.
Miré al moreno con ironía y acto seguido le cerré la puerta en la cara. Pude escuchar a Jacob, mi ex-novio, quejarse del dolor.
—Bella ábreme, por favor. ¡Sé qué podemos seguir como si nada hubiera ocurrido!
Mi corazón herido soltó un gemido de frustración.
—¡Silencio Jacob Black o llamaré a la policía! ¿Por qué no te largas de una vez? —Alice, mi compañera de departamento entró en acción.
La miré apenada. Mis gritos y los de Jacob la debieron de haber despertado de su siesta de la tarde.
—Regresaré —susurró Jacob desde el otro lado de la puerta, no dije nada sólo escuché cómo sus pasos se alejaban de mi puerta.
Mi amiga me miró seriamente y no quería escuchar su sermón. No en ése momento, tal vez: nunca. Me fui a esconder en mi habitación sin decir nada.
En la mañana del lunes me entretuve en la sala, pensando en mi relación con Jacob, ya qué ése momento depresivo solía quitarme el sueño.
—Espero que no estés pensando regresar con él.
Alice apareció en la sala y me apuntó con su dedo acusatoriamente.
Me enojó que ella hubiera dicho justamente lo que estaba pensando unos segundos antes. No quería tirar por la borda cuatro años de relación, pero Alice tenía razón, perdonar a Jacob se escuchaba muy estúpido y sin dignidad. Sin Alice probablemente ya lo hubiera perdonado. Ahora estaba más segura que valía mucho para él.
—Por supuesto que no —contesté muy segura, lo menos que quería era verlo.
—Eso espero jovencita. Me daré una ducha antes de ir en la universidad —me avisó para después caminar hacia el baño.
Fui a mi habitación y me dejé caer en la cama, me sentía desarmada emocionalmente.
Había salido con Jacob desde los 16 años. Éramos adolescentes, no sabíamos lo qué era mantener una relación seria, para nosotros sólo era un juego. Ahora con 20 años lo menos que queríamos era una relación formal cómo para llegar al matrimonio.
Hace unos meses todo marchaba bien, hasta qué Jacob decidió hacer nuestra relación más intima. No estaba lista para acostarme con él sólo por su calentura y al rehusarme se le hizo fácil acostarse con su compañera de trabajo. Era tan estúpido que no imaginó qué me terminaría enterando de lo que hizo.
—Toma un baño, Isabella —Alice entré en mi recamara y me miró con comprensión—, mientras prepararé algo de comer.
Miré qué Alice me daba unas prendas, ni siquiera las miré no tenía ganas de discutir en ése momento. Caminé al baño con las prendas y me empecé a bañar, después de quince minutos salí con una blusa blanca con manchas verdes y un chaleco blanco, una bermuda color caqui y zapatos cafés. Eso no se veía para nada Alice, esas prendas eran mías y mi amiga no me molestaría sobre cómo me vestía por el momento, debido a mi estado casi depresivo.
—Parece que iras a un funeral. Sonríe, mujer —se burló de mí.
—No tengo ganas de sonreír. Nunca creí qué mi relación se acabará así —me dio un plato de frutas con yogurt y con la mirada le agradecí.
Desde los 12 años las relaciones no eran lo mío, aunque a los 12 años era una simple niña esperando mi príncipe azul. Lo primero qué marco mis relaciones fue James, me dejó por otra niña quien se desarrolló antes que yo; después Mike, cuando se volvió gay y por último: Jake se acostó con su compañera.
La vida es un asco, más bien, mi vida es un asco. ¿Hasta cuándo tendré la suerte de conocer el verdadero amor?
Probablemente nunca, Isabella, nunca. Olvídalo.
—Vámonos Alice, es tarde —tomé mi mochila mientras ella iba por las llaves de su auto.
No me dejó manejar hasta la universidad, según ella no estaba en condiciones. Aunque tampoco era como si estuviera pensando en suicidio, no estaba tan loca para matarme por Jacob.
—Te veré en el almuerzo, Bella —mi amiga sonrió extendidamente—. Sonríe —me aconsejó con una dulce sonrisa.
Asentí, sin ganas y le sonreí para que se fuera tranquila.
Entré a mis clases con poco entusiasmo, las clases fueron una tortura pero traté de no morir. Después caminé entre pasillos para encontrarme con mis amigos.
—Bells, ahora sí pareces zombi —ignoré el comentario de Mike.
Si bien mi relación con Mike terminó, quedé cómo su amiga y por ende él como el mío. En un principio no fue fácil, porque consideraba qué al estar conmigo se decepcionó de las mujeres, pero ahora sé que no fue por eso y nuestra amistad es muy buena.
—No está de humor, Mike —Alice se colocó a nuestro lado y le respondió al chico.
Mi amigo enarcó una ceja interesado en lo dijo Alice.
—¿Y ahora qué le hizo el perro ése? —lepreguntó Mike a mi amiga.
—Se llama Jake. Y terminamos —siseé molesta, no por cómo se dirigió a Jacob sino de qué conversaran de mí cómo si no estuviera presente.
—Oh, lo siento —murmuró Mike. No lo sentía, él se incomodaba con Jacob por algún motivo. Sólo estaba sintiendo lastima por mí—. Pero en mi opinión, no debes de estar así por un hombre —rodeé los ojos, era la segunda persona qué me lo decía.
—Lo sé, Mike. Les prometo qué estaré mejor dentro de una semana —prometí, sabiendo qué tal vez no lo cumpliría.
No estaba dirigiendo mi estado de ánimo en ése momento, por más que intentara estar bien. Extrañaba todo de Jacob, sus palabras, su rostro, su compañía, su todo. Y sin él, sonreír no servía de nada más que para ser hipócrita.
CORREGIDO. 28/02/2016
Hola…Pues vengo trayéndoles una historia nueva: D
Déjenme sus Reviews para saber si la sigo o no
Les recuerdo esto es solo un pedazo de lo que es la historia
Los adoro a todos, no me critiquen tanto :))) ¡Broma!
»Lore Stewart.