Hola (: , volvi con un nuevo fanfiction, el otro que comenzo no pude terminarlo pero les prometo que este les encantara, aquí Amu no tiene a su hermana e Ikuto no es tan pervertido.


Amu POV

[¿De qué vale seguir llorando?] – me pregunté a mi misma y me sequé las lágrimas-

[No cambiaras nada con eso ] – seguí pensando.
Me levanté lentamente de la arena, con la cabeza gacha comencé a caminar por la solitaria playa, escuchaba el romper de las olas y el cálido sol me abrigaba. Cuanto amo venir aquí, lejos de las preocupaciones, del refinamiento y de mis padres, cualquier chica estaría feliz de tener unos padres como los míos, este no es mi caso. Seguí caminando lentamente, algo me sacó de mis pensamientos.

-HASTA CUANDO TENGO QUE DECIRTELO UTAU- gritó un chico, la niña lloraba.
-yo…yoo.. Lo sientoIkuto- dijo ella entre llantos
-'Lo siento Ikuto' – la imitó él- CUANDO VAS A ENTENDER QUE NO DEBES ESCAPARTE – seguía retándola, solo observé aquella escena, supongo que eran hermanos, ya que la niña debía tener unos 12 O 13 años y a él no le alcanzaba la edad para ser su padre.- ME TIENES HARTO! ¿NO TE VASTA CON QUE EN MI TIEMPO LIBRE TE SAQUE A PASEAR O A VECES A LA PLAYA? VEO QUE NO E INSISTES EN ESCAPARTE
-Hey! – él me miró- deja de hablarle así, es sólo una niña- le dije calmadamente.
-perdon? – dijo él extrañado - ¿te conozco?
-no..pe- me interrumpió.
-okeeey, no te conozco así que no te metas, este problema es entre ella y yo – su tono era bastante molesto.
-tu nunca tuviste amigos? Nunca te gustó divertirte? Nunca te gustó salir? Obviamente que sí, déjala es casi una adolescente y por lo que veo no la dejas hacer nada- insistí, pero al no recibir respuesta de él, seguí mi camino, debía llegar a mi casa antes de las 3 , ya que mi madre se enfurecía si es que yo no almorzaba con ellos.
-oye – tomó mi brazo, lo miré- lo siento – sonrió
-no te molestes- le dije- tienes razón, no tengo porqué meterme en asuntos familiares.
-no es eso, solo que…-
-solo que Ikuto no tiene nada más que hacer que joderme la vida-dijo la chica y salió corriendo.
-UTAU…-
-déjala, de seguro quiere estar sola- le guiñé el ojo al chico y seguí caminando rápidamente.
-Soy Ikuto dijo agitado al llegar al lado mío-
-Soy Amu un gusto – le sonreí
-disculpa lo de recién, solo que Utau me tiene fuera de mis casillas – se quejó
-¿por qué? Por querer salir? – insistí – déjala, no quiero que viva su pre adolescencia como la viví yo – seguí caminando.
-eee bueno - hizo una mueca con su boca- cuántos años tienes? –
-17 & tu? – respondí
-pronto cumpliré 19- sonrió
-aa que bueno – paré de caminar y lo miré -¿sabes? voy apurada-besé su mejilla- un gusto conocerte
-nos volveremos a ver? – me miró con un brillo en sus ojos
-yo creo - sonreí y seguí mi camino. Me dirigí hacia la plaza central del balneario y busqué un taxi, me subí y me dirigí hacia mi casa, antes de bajarme pagué.

-señorita Amu – dijo Angie , la nana.-la están esperando en el comedor
-bueno - sonreí, fui al baño a lavar mis manos y me dirigí hacia el comedor- buenas tardes familia.
-buenas tardes hija, espero que para mañana llegues más temprano- dijo mi mamá.
-lo importante es que estoy aquí ¿no? – probé la comida.
-claro – dijo mi padre- pero no olvides que tienes compromisos con la familia.
-está bien – contesté de mala gana
-aaa – pensó – no olvides que para la noche tenemos una cena en el restaurant favorito de tu mamá – dijo mi papá-
-Anda con algo decente por favor- dijo mi mamá
-no te preocupes, sé vestirme.
-no se nota- dijo ella de mala gana, la ignoré y seguí almorzando.

Terminé de almorzar en silencio, casi nunca hablamos en las comidas, ya que mi madre siempre anda de mal humor, yo sólo la ignoro. Bueno, la verdad es que me encantaría poder desaparecer en algunos momentos, o quizás haber nacido en otra familia, pero lamentablemente vivo en una vida de MENTIRAS, la felicidad no se compra con dinero ni con regalos, se gana con hechos.
Subí a mi dormitorio, mi familia y yo no vivimos aquí en Bahía Inglesa, sólo estamos de vacaciones por el verano, yaque tenemos casa aquí.
Llegamos hace 1 semana y todo ha estado bastante aburrido, no tengo 'amigas' acá, ya que todas mis amigas se fueron de vacaciones a distintos lados, pero no me hago problemas.
Me recosté en la cama y de a poco fui cerrando mis ojos hasta quedarme completamente dormida. Desperté por la desagradable voz de mi mamá, me decía que debía alistarme, ya que eran las 7 y debía estar lista a las 9 y media.
Me levanté de la cómoda cama, entré a mi baño privado y me bañé lentamente, luego de secar mi cuerpo decidí ponerme un vestido de color morado el cual me quedaba perfecto.
-Te ves hermosa- dijo mi papá- pero debemos irnos, tenemos reservas.
-okey – le contesté y salí de la casa, me subí al auto y nos dirigimos a un restaurant que quedaba cerca de la playa, entramos y quedé sorprendida por la vista de verdad me gustó mucho. Nos sentamos en unas de las mesas que tenían la mejor vista al mar, un rato después un chico, bastante joven nos atendió.

-Buenas noches mi nombre es Ikuto- en ese momento lo miré, él me miró pero no me tomó en cuenta- estoy aquí para ayudarlos, aquí está la carta, cuando decidan, me llaman- nos pasó unos libritos con los menús y se retiró.
Elegí sólo una ensalada, la verdad es que no tenía apetito, me quedé mirando el mar, esas olas que chocaban contra las rocas me encantaban, eran tan libres y podían hacer lo que quisieran.

-aash que ordinario ese tipo- dijo mi madre cuando Ikuto se iba retirando, me di cuenta que la escuchó
-por el contrario, yo lo encontré bastante educado – lo defendí
-lo que digas Amu-me respondió

Seguí perdida en el exquisito resonar de las olas al chocar, hasta que Ikuto trajo nuestras ordenes hacia la mesa y se retiró. Comí en silencio, siempre es así, ya que no encuentro tema coherente que hablar con mi mamá. Me quedé pensando en ese chico, en las circunstancias en que lo conocí, quizás no somos amigos ni nada pero se me hizo muy simpático hablar con él.

-permiso, iré al baño – delicadamente me paré de la mesa y busqué donde se encontraba el baño, no supe donde era, alguien estaba de espaldas y decidí preguntarle a esa persona- Disculpe- él se dio vuelta- ooh Ikuto ¿Cómo estás?
-mejor ahora que te veo- contestó con una sonrisa.
-gra…-estaba completamente sonrojada- ¿Dónde esta el baño?- trate de cambiar de tema
-en el fondo del pasillo hay un cartel - sonrió – allí es, si te pierdes no dudes en llamarme
-gra..gra..cias de nuevo - me di vuelta y todavía sonrojada volví a mirarlo- ¿ a qué hora sales ?
-¿por qué preguntas eso? – se acercó más a mí.
-yo… solo quiero conocerte- conteste nerviosa.
-No creo que a ellos- miró a mis padres que comían a gusto- les agrade que me conozcas.
-¿Sabes? No me importa lo que digan ellos- miré hacia allá- si quiero conocerte es mí problema, no de mis papás.
-Una chica de sociedad no tiene porqué juntarse con un chico pobre.
-¿pobre? Pobres son las personas que viven en campamentos, Ikuto. Además no me importa si eres multimillonario o si eres 'pobre', sólo me importa hacerme de algún amigo aquí en este lugar asqueroso – seguí en dirección al baño, entré y me miré al espejo .
¿De verdad esta es la Amu que yo debería ser? ¿Una chica refinada y con buenos modales, que ni siquiera tiene vida social? No, está definitivamente es la Amu que yo quiero ser, sólo quiero divertirme, sabes un rato lo que es ser verdaderamente feliz, nada más. Apliqué un poco de brillo labial en mis labios y volví a la mesa.

-¿Te acuerdas de Javier? – dijo mi papá
-claro – sonreí
-Con sus padres acordamos una cita contigo, te encantará – guiñó su ojo izquierdo
-¿cita? – dije incrédula
-claro, ni creas que no te casarás antes de los 19
-¡mamá! – dije a regañadientes- tengo adolescencia, vida , si no sabías.
-¿nos importa? Debes asegurar tu futuro, amor- me contestó ella, me enfurecí, no puedo creer que por asegurar SUS billeteras quieran casarme con un chico que con suerte he visto 2 veces, también tengo opiniones y sentimientos, que no están siendo respetados.
Me paré de la mesa enojada, ellos sólo me miraron , no me importó y me retiré del lugar, después de Salir decidí caminar, a pesar de que fueran las 11 de la noche no hacía frío y estaba agradable como para estar al aire libre.
Me senté afuera de la entrada de una casa, había una pequeña escalera y ya estaba cansada, además mis pies me dolían enormemente, así que me saqué los tacos y me quedé allí un rato.

-¿Tú? – levanté mi mirada.
-¿Ikuto? – ohh vaya, este chico se me aparece hasta en la sopa, reí en mi mente. Bueno se ve buena persona, pensé. -yooo, yoo no sabía que vivías aquí.
-'Que estás de vacaciones aquí'- rió- vivo en el Sur de California- puso la llave en la cerradura. - ¿quieres pasar o es muy poco para ti?
-¿vas a seguir con eso?
-pero Amu mirate – me miró de pies a cabeza- no crees que es un poco 'descabellado' estar hablando con un chico que ni siquiera tiene casa propia – reí.
-no seas así – puse un pie en la casa y él me miró- tranquilo, esto es mucho mejor que mi hotel cinco estrellas- reimos ambos.
La casa era bastante linda, me pareció acogedora en todo sentido, en las paredes habían cuadros de distintos niños, ví unas de Ikuto que me enternecieron ¿ven? No lo conozco ni hace un día y ya me cae bien y hasta nos reimos juntos. Pero algo no me gusta, que me trate 'especial' si se podría decir sólo porque tengo más dinero que él ¿eso importa? A mí no me importa, por mí viviría en Zambia y aún así sería más feliz que acá.
-siéntate- dijo al ver que estaba parada. –
-vaya – suspiré- que linda casa - sonreí
-gracias junto con mi familia no queremos perder este terreno por nada del mundo, es como si fuera uno más de la familia.
-claro - miré el reloj, eran las 13:42 de la madrugada. – ¿tan tarde sales?
-bueno, la gente normal tiene que hacer algo por conseguir dinero y más si es que quiere estudiar en una academia de música- se sentó al lado mío en el sillón.
-¿música? ¿Eres músico?
-algo así – tomó un violín que estaba a un lado del sillón y tocó algunas melodías.

Aplaudí- tocas hermoso, te mereces estar en esa academia, creo –
-Las ganas y 'tocar' no son suficientes Amu, deberías saberlo.
-claro – hice una mueca con mi Boca, pensé- y tu hermanita?
-Utau?
-no se si tienes otra – reí
-debe estar durmiendo- miró la hora. – oh que tarde que es.
-si, creo que debo irme.
-¿te acompaño?- me dijo cordialmente, dejando su violin de lado.
-creo que hasta la plaza está bien.- sonreí
-¿no puede ser hasta tu casa o te avergüenza que te vean conmigo? – miró el piso
-nunca digas eso: - tomé su mano instintivamente, el me miró a los ojos – sólo que vivo muy lejos.
Sonrió, tomó un poleron y me lo prestó, ya que ahora si que hacía frío y yo andaba con vestido, me puse los tacos y salimos rumbo a la plaza central, que estaba como a 10 minutos. Llegamos allí y esperé a un taxi, nos despedimos con un beso en la mejilla y me subí al auto, para luego llegar a mi casa.


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Adios, Cuidense