La luz de una estrella.

Epílogo.


Secó sus manos en el hermoso vestido que llevaba puesto, no dejaban de temblarle desde que terminó de peinarse, esa era una de todas las señales que su cuerpo le estaba dando para indicarle que se encontraba nerviosa.

Nerviosa pero contenta, muy, muy contenta, se corrigió mentalmente.

Había llegado el tan esperado día por muchas chicas, la "Reina de Invierno", y junto con este, un baile especial que daría inicio con sus vacaciones por las próximas fechas navideñas que se ya aproximaban.

Mimi, Sora y ella habían decidido no participar, realmente ninguna de las tres estaba emocionada por ese concurso, ya habían ganado lo que deseaban y eso les era suficiente.

Tuvieron que negarse a las constantes invitaciones de Kasumi, lo agradecían y ella realmente lo hacía de corazón, prefirieron apoyarla tras bambalinas con todos los preparativos y demás.

Todo había sucedido tan deprisa, que en ese momento se preguntaba cómo es que las cosas habían tomado ese rumbo.

Escuchó la puerta de su hogar abrirse, sonrió, ese debía ser TK, Tai debía haberle abierto.

Se hecho una última mirada en el espejo y tomó su bolso, se apresuró a salir de su habitación y dirigirse hacia la salita de su hogar. Entre más pasos daba, más podía sentir los latidos de su corazón por todo el cuerpo.

El simple hecho de pensar en TK o escuchar su nombre la hacía sentir esa sensación en ella, siempre tan hermosa y extraña a la vez. No creyó que podía sentirse así por un chico alguna vez, esas cosquillas en el estómago, sensación electrificante por todo su cuerpo, era sencillamente… maravilloso.

Se detuvo en seco al llegar, no estaba allí precisamente quien tenía en mente.

Arrojando su bolso a uno de los sofás a su lado, corrió a los brazos de sus padres que la miraban sonrientes desde la entrada. Habían tenido que alargar un poco su viaje debido a unos inconvenientes y no sabían con exactitud cuándo podrían regresar a casa, pero estaban allí, de regreso al fin.

– Los extrañé tanto – murmuró bajo los brazos de su padre, este depositó un tierno beso sobre su sien.

– Y nosotros a ustedes, no creíamos que esto tardaría tanto.

Una puerta se abrió al fondo del pasillo, y en unos cuantos segundos, Tai se encontraba abrazando a su madre.

– Me alegra que estén de regreso.

– Acabamos de llegar y… – su padre les dirigió una mirada de pies a cabeza – ¿Ustedes ya se van?

El moreno y la castaña se dirigieron una mirada cómplice entre ellos – Iremos a nuestro baile de invierno – habló el moreno.

– ¿Baile de invierno? – su madre elevó las cejas mostrando sorpresa.

Antes de que alguno pudiera responder, alguien llamaba a la puerta, fue su padre quien se apresuró a abrir.

– Buenas noches señor Yagami.

Kari prácticamente se arrojó a lado de su padre para saludar al recién llegado provocando una risita de parte de Tai.

El señor Yagami miro un momento a TK y luego otro a Kari, comprendió e invitó al rubio a pasar – ¿Entonces van al baile cierto?

TK asintió algo nervioso, tenía años que no veía al padre de los Yagami, y ciertamente no sabía que esa noche tendría que hablar con él, no le molestaba, pero no podía evitar sentirse algo intimidado por su mirada.

El señor Yagami asintió, abrazó a Kari por los hombros – TK voy a pedirte que cuides muy bien de mi hermosa princesa.

– Cuente con ello.

Kari se acercó a su padre y lo abrazó – Gracias papá – dio un beso a su madre y se acercó a la puerta dedicando una sonrisa al moreno – Nos vemos allá hermano.

Tai asintió – No tarden o iré a buscarlos.

La castaña rodó los ojos y regresó corriendo a darle un fuerte abrazo – No seas tan celoso hermano.

– No me pidas cosas imposibles.

Sus padres se miraron entre ellos, como siempre, se habían preocupado de más. Tai y Kari habían cuidado muy bien el uno del otro.


Sora se encontraba muy concentrada sirviendo jugo en los vasos que se encontraban sobre la mesa, estaba repleta de golosinas y botanas perfectamente ordenadas.

– Así que dejando solo a tu novio por la mesa de postres.

Ella le dedicó una radiante sonrisa – Lo siento Tai, pero tiene mis galletas favoritas.

Tomó su mano y jaló de ella para tomarla de la cintura – Eso suena bastante cruel – hizo una mueca simulando estar dolido.

Ella se paró de puntitas para alcanzar sus labios – Pero la llegada de mi persona favorita lo cambia todo.

Rozó su nariz con la de ella – Ayer por la noche terminé de leer la cartas – observó claramente como las mejillas de la pelirroja comenzaban a adoptar un color rojizo – Me encantaron.

Había decidido deshacerse de las cartas la noche de la fiesta de Mimi, al igual que de las fotos que tenía en su poder. Pero entonces Kasumi se había acercado a ella y le había dicho que Amaya le confesó lo que hizo con las cartas, así que le pidió poder entregarlas a sus respectivos dueños. Se había negado en un principio ya que no quería afectarla, pero la rubia le había insistido en que todos tenían el derecho de poder leer lo que les había dedicado a cada uno. Solo se dedicó a quemar aquellas fotos. Eran un mal recuerdo.

Apenas el día anterior en compañía de Kasumi había hecho entrega de cada una de sus correspondientes cartas.

– Hola chicos.

Como ya era costumbre Mimi se lanzó a los brazos de Sora, esta correspondía cariñosamente a su amiga, agradecía tenerla a su lado.

La castaña volvió a tomar la mano del ojiazul y este les dedicó una sonrisa y un leve asentimiento a modo de saludo.

– Toshio habló con nosotros ayer – la pelirroja la miro interrogativamente – Se disculpó conmigo y con Matt, ya sabes… por todo.

Sora sonrió y asintió, no hacía falta mencionar con detalle ese todo, lo sabían perfectamente.

– Buenas noches a todos – llamó su atención un chico desde el escenario del salón – Pido por favor a todos se acerquen, daremos a conocer el nombre de la reina de invierno y su respectivo rey.

El chico comenzó a abrir el sobre que llevaba en sus manos y sonrió hacia los estudiantes – Por mayoría de votos, nuestra Reina de este año, es Kasumi Nosa… – no logró terminar antes de que la misma Kasumi arrancara el micrófono de su mano, estaban sorprendidos, ni siquiera habían notado cuando había subido hasta allá.

Arregló su cabello y rompió en dos el papel que contenía su nombre escrito – Quiero felicitar a nuestra Reina de Invierno. ¡Felicidades Amaya Makino!

El lugar explotó en aplausos y silbidos por doquier, eso nadie se lo esperaba.

Amaya subió y recibió su corona y un ramo lleno de hermosas flores rojas.

– Un ejemplo de Reina, valiente y gran persona.

Kasumi tendió el micrófono a Amaya y esta lo aceptó con gusto – Muchas gracias, realmente me siento muy conmovida con esto, pero… – Llevó su mirada hacia el frente donde cientos de estudiantes la miraban muy atentos – No merezco llevar esta corona yo sola – dio una fugaz mirada a su rubia amiga y continuó – Kasumi lo acaba de decir, una reina es valiente y una gran persona – bajo del escenario y entregó una rosa a cada una de las chicas, comenzando por Sora, Yolei y finalizó con Mimi. Kari no recibió ninguna rosa. Amaya dejo su ramo en el suelo y se quitó la corona, dedicándole una sonrisa a la pequeña Yagami, colocó sobre su cabeza delicadamente la brillante corona.

Ordenó su cabello y regresó al escenario, entregó el resto del ramo a Kasumi – Gracias.

– Hermosas reinas de esta noche, pero es hora, de presentar a nuestro rey – el silencio reinó unos cuantos segundos hasta que el chico dio un paso adelante – ¡Muchas felicidades, Yue Fujimaki!

Un estallido de aplausos regresó, recibió su corona algo incómodo por llevarla sobre su cabeza pero aun así sonrió hacia Amaya, esta al notar su mirada, se sonrojó notablemente, y con un silbido la música arrancó de nuevo.

– Tu padre se equivocó – la castaña miro a TK sin comprender – No eres una princesa, definitivamente, eres una hermosa reina.

Sonrió, la corona pesaba un poco, pero no le importaba, había cargado con un peso peor que ese y lo había soportado, ahora llevaba otro peso sobre ella, pero era uno muy diferente, y muy hermoso.

Bailaron por un rato hasta que fue tiempo de los fuegos artificiales, Kasumi se había esmerado mucho para que todo fuera perfecto ese día.

Se encontraba muy feliz, TK a su lado, su hermano y Sora detrás de ella, Davis y Juri un poco delante suyo, no encontraba a Matt ni a Mimi, estarían perdidos entre tantos alumnos al igual que Ken y Yolei. Observó cómo Kasumi reía con Toshio. Cerró sus ojos, todo era maravilloso, y tal vez no fuera así todo el tiempo, pero claro, al no serlo, era más fuerte la alegría que sentía cuando todo salía bien.

Hermosas luces adornaban el cielo, y no hacía más que apretar más fuerte la mano de TK cada que uno reventaba sobre ellos, era un espectáculo asombroso. Al terminar, todos regresaban adentro, afuera hacia un poco de frío, pero algo la detuvo.

Enfocó mejor su vista, un punto brillante adornaba el cielo aun, esperó a que el humo disipara por completo y entonces la reconoció. Era ella, su compañera de todas las noches, esa estrella que la acompañaba antes de irse a dormir.

No podía ver exactamente como era, pero no era eso lo que la hacía importante para ella, sino, lo que le regalaba siempre, incluso para su vida.

Su luz.


¡Hola!

Estoy muy feliz, y muy triste a la vez, nunca había terminado una historia tan larga… bueno, es larga para mí jajaja estoy contenta, feliz, triste, no sé ya ni que sentir!

Fue un largo camino, casi cinco años D: y es que de repente me hice muy irresponsable y bueno, ya saben, tardaba un poco.

De repente me dan como sabe que los primeros capítulos, tengo faltas de ortografía, y bueno, la redacción digamos que no es la mejor… tenía la idea de corregir todos los capítulos, pero… fue mi comienzo, y no quiere decir que ya sea la mejor escritora, pero sin duda, esto me ayudó bastante a mejorar, y tal vez dejarlos así sea algo bueno (?) no algo que me dé pena, sino, ver que de allí comencé a formarme :3 y a mejorar.

Muchas, muchas gracias!

Sus comentarios, sus alertas, favoritos, TODO!

Este fic lo escribí con todo mi corazón y cariño… de verdad no puedo creer que ya haya acabado…

Pero como lo dije, no quiero dejar nada inconcluso.

Muchas gracias por todo su apoyo, que sin ustedes esta historia no habría seguido. Mil gracias!

Ahora sí, me enfocaré solo en "Secuestrando tu amor" para seguir con mis demás proyectos :3

Les mando muchísimos besos y abrazos!

Los quiero demasiado!

Faty Takenouchii.