Hola de nuevo, espero que estén de maravilla. AL FIN el desenlace de esta historia está aquí… mi acostumbrado discurso está más abajo, ahí están las explicaciones a muchas dudas que seguramente surgirán en el transcurso de la lectura, mientras tanto disfruten el capitulo:

La canción es "Still got tonigh"t de Matthew Morrison

Este capítulo puede o no puede contener un poquito de lemmon….

Glee no me pertenece, es propiedad de Ryan Murphy y ahora mismo quiero encontrarlo no para matarlo… para llorar frente a él y pasarle las cuentas del doctor, de tantos colapsos que me ha provocado en este fin de semana.


CAPITULO 16:

Blaine estaba en la sala de espera del aeropuerto esperando por Wes, el ojimiel estaba sentado en una de las incomodas sillas haciendo anotaciones en una pequeña libreta, de vez en cuando miraba las pantallas que indicaban cuando un vuelo había aterrizado, faltaban escasos minutos para que su amigo arribara.

Por costumbre reviso su móvil, pues casi todos los días Kurt le enviaba un mensaje por la mañana, o lo llamaba para saludarlo y desearle un buen día; hoy sin embargo no había señales de su novio; seguramente era porque el castaño sabia que Blaine iba a estar con Wes y era mejor que ambos hombres tuvieran su tiempo de amigos.

Finalmente una voz anuncio el arribo del vuelo 6324 proveniente de Chicago, Blaine se levanto de su asiento y levanto el cuello para poder ver a través de la gente si Wes aparecia, luego de abrirse paso entre la pequeña multitud, pudo divisar a su viejo amigo. Sus miradas se encontraron y se sonrieron.

—Wesley Montgomery— dijo Blaine mientras estrechaba calurosamente la mano de su amigo

—Blaine Anderson— el asiático sonrió de lado y levanto las cejas, luego le dio un caluroso abrazo a su amigo.

Ambos hombres se saludaron y se miraron para ver que tanto habían cambiado en todos esos meses que no se habían visto y conversaron de pie unos minutos. Luego del efusivo saludo se dirigieron a encontrar el equipaje de Wes mientras charlaban más.

—No lo parece, pero hace ya bastante tiempo que no nos veíamos Anderson; creo que te perdí la pista desde que decidiste regresar de Londres ¿Que es lo que haces aquí en Nueva York?— dijo Wes mientras buscaba su equipaje en lavanda transportadora

—No mucho, solo vivo la vida y disfruto los buenos momentos que me da— respondió Anderson sonriente

Finalmente el equipaje de Wes apareció sobre la banda transportadora y el hombre lo tomo, luego siguió la conversación:

—Te vez diferente Blaine—

—Me siento diferente Wes, digamos que soy más feliz de lo que fui en años—

Wes lo miro reflexionando lo que su amigo acababa de decir, lo conocía demasiado bien y estaba casi seguro de que sabía el porqué de la actitud de Blaine

—Supongo que esa felicidad tiene nombre y apellido— Montgomery agrego con una mueca picara

Blaine suspiro al darse por descubierto, puso sus manos en sus bolsillos y miro al techo sonriente:

—Si, y creo que jamás imaginaras quien es—

Wes miro a Blaine sin entender bien su último comentario, pero definitivamente entendía que Blaine estaba idiotizado, eso podía saberse a kilómetros con tan solo ver su sonrisa

—Habla entonces—insistió Wes

—Kurt Hummel— Blaine amaba el sonido de ese nombre en su boca, amaba poder gritarle al mundo que estaban juntos, y cada mención de Kurt le provocaba escalofríos

Wes se detuvo de golpe con la boca abierta, inclino un poco la cabeza y enfrento a Blaine:

—¿Qué… Kurt… Kurt Hummel; el de la preparatoria?—

Blaine rio como si le acabara de confiar un secreto muy grande a Wes:

—Si, el mismo; piel de porcelana, sonrisa perfecta ojos azules hipnotizantes… — la cara de Blaine al responder era un poema, sus ojos en blanco como si la figura de Kurt estuviera frente a él.

—Ok, no más detalles— río Wes —eso sí que es una sorpresa, no sé de él desde que terminamos Dalton—

Blaine solo asintió y sonrió. Al fin habían llegado a la entrada principal del aeropuerto, corrieron a abordar el taxi que les llevaría a casa de Blaine y ahí siguieron charlando:

—Entonces supongo que fue por el que decidiste mudarte a Nueva York— argumento Montgomery

—No en realidad, después de haber terminado cuando iniciamos la universidad, nunca creí volver a verlo, pero así sucedió— la sonrisa de Blaine podría iluminar todo un pueblo —De hecho es una situación bastante… extraña; lo encontré por casualidad una noche… mientras cenaba con su prometido…—

Wes parpadeo rápidamente tratando de asimilar lo que su amigo le contaba:

—Rayos Blaine, entonces ¿destruiste una relación? ¿Acaso apareciste en un caballo blanco frente al altar y lo secuestraste?... Eso sería tan típico de ustedes—

—No, bueno no destruí esa relación directamente, y tampoco secuestre a Kurt… en realidad es una larga historia— respondió Blaine divirtiéndose por la cara que Wes tenia

—Pues quiero escucharla, definitivamente— Montgomery puso sus manos sobre su regazo y miro a Anderson expectante

—Claro, el camino a mi departamento es largo, tenemos bastante tiempo— agrego Blaine

Finalmente luego de un largo rato, atrapados en el tráfico, Wes y Blaine arribaron al departamento de este último; la historia completa de Blaine y Kurt ya era del completo conocimiento de Wes, y el hombre solamente podía mirar con la boca abierta a Blaine:

—Por Dios Anderson, es como si me hubieras narrado una novela romántica o una película de Hollywood; simplemente todo este preámbulo dramático es típico de ustedes; ¿Y ahora donde está Kurt?—

—Supongo que…—

Y como si todo estuviera fríamente planeado, el dialogo de Blaine fue interrumpido por el sonido de su móvil, lo saco de su bolsillo y vio el nombre de Nina brillar en la pantalla

—Disculpa— Blaine le dijo a Wes, quien solo se quedo sentado escuchando la conversación:

Hola Nina… estoy en casa, un muy buen amigo que vino de visita; pero no le… ¿Nina, pasa algo no te escucho bien….. ¿QUÉ? ¿QUÉ? REPITEME ESO… ¿EN EL… HOSPITAL, pero… como EN CUAL… Por qué?... COMO RAYOS…. Vo-voy para allá—

Blaine despego el teléfono de su oído y lo dejo caer, se quedo con la mirada perdida; sus ojos inmediatamente se aguaron, Wes solo lo observo y le dijo:

—Blaine, ¿estás bien?—

Anderson miro a su amigo, su cara denotaba sufrimiento y comenzó a negar con la cabeza frenéticamente

—Es Kurt…— dio un suspiro largo para tomar fuerzas y terminar la frase —está en el hospital—

Blaine se dejo caer al sillón, aun con la mirada perdida; Wes se dejo llevar por el impacto un momento peor luego reacciono, tomo a Blaine de los hombros y le dijo:

—Blaine, pues… pues vamos entonces, necesitas estar ahí—

Wes le dio un pequeño jalón a Blaine para que se levantara del sillón y a pasos agigantados salieron del apartamento para buscar un taxi.

Blaine casi caminaba por inercia, sus manos temblaban y su corazón caía en pedazos ¿Qué le había pasado a su Kurt? ¿Estaba acaso a punto de perderlo? ¿Podría sobrevivir si eso sucedía?

No se dio cuenta de cuando habían llegado, ni cuánto tiempo les tomo; él simplemente vio la puerta del hospital y corrió hacia ella; Cada segundo que pasaba era un segundo de agonía; finalmente se posiciono frente a la recepción y frenéticamente comenzó a preguntar:

—Kurt Hummel, ¿Dónde está Kurt Hummel?, ¡por favor señorita!—

La enfermera encargada de la recepción lo miro comprensivamente; lo más seguro es que estuviera acostumbrada a lidiar con este tipo de episodios más de una vez al día, y le respondió:

—Siga el pasillo a la izquierda, hacia el ala de urgencias y luego…—

Blaine no espero a que la chica terminara su discurso, solo salió corriendo, giro a la izquierda como se lo indico y siguió el blanco pasillo hasta urgencias, ¿Cuándo sus pasos se habían hecho tan lentos? ¿Cuándo un pasillo se había vuelto interminable? Se detuvo cuando una mano lo aprisiono del brazo.

—Blaine— dijo Nina

—Nina, ¿donde… donde esta MI Kurt?— pregunto Anderson agitado

—En… aquí atrás— la mujer señalo una puerta blanca volteando su rostro hacia ella, cuando lo volvió hacia Blaine el moreno ya no estaba frente a ella, estaba camino a dicha puerta.

—Blaine, espera necesitas saber algo— Nina dijo con voz alta, pero no logro nada; así que solo se quedo de pie llevando un par de dedos al puente de su nariz

Blaine entro a la enorme habitación que estaba vacía, pero ahora caminaba lentamente; no sabía que le esperaba ahí, no sabía cómo iba a encontrar a Kurt, recién se había dado cuenta de que no se había detenido a preguntar qué había sucedido; finalmente llego al fondo de la habitación, una cortina lo separaba de Kurt; se detuvo y respiro profundamente, preparándose para lo peor. Se acerco, tomo la cortina temeroso, y lentamente la abrió; inmediatamente su corazón cayó al piso y un temblor irracional lo invadió, quería llorar y gritar a la vez…

Fue finalmente cuando sus ojos se encontraron con las orbes azules de su amando, que descubrió que lo que había sentido era un enorme alivio, una sensación en su pecho creció, llevándose la angustia de los últimos minutos. Kurt estaba recostado sobre la pequeña camilla mirando al techo, su camisa estaba llena de sangre, tenía algunos golpes en la cara, el labio roto y una venda rodeaba su brazo izquierdo; pero dejando fuera todo eso, el estaba bien, consciente, respirando, VIVO.

—Blaine, oh gracias al cielo estas aquí— Hummel se levanto de la camilla y se lanzo a los brazos de Blaine; con su brazo sano rodeo la espalda de Blaine y la apretó muy fuerte, recargando su cabeza en su hombro y dejando salir las lagrimas que al parecer había estado conteniendo.

Anderson reacciono y lo abrazo de vuelta, dando pequeños besos en el cabello de Kurt, pasaron así unos segundos hasta que el moreno tomo el rostro de Kurt y lo miro a los ojos

—Kurt, Kurt mi amor; tuve tanto miedo— el ojimiel limpio las lagrimas que caían por las mejillas de Kurt con el pulgar y luego continuo —¿Qué sucedió?—

Kurt suspiro y bajo la mirada hacia su brazo, apretó los ojos un momento y estaba por responder, sin embargo fueron interrumpidos por la presencia de Nina, Wes y Judy:

—Te hubieras ahorrado demasiado sufrimiento si no te hubieras puesto histérico al teléfono Anderson; nunca pensé que tendría la dicha de presenciar el momento en el que el príncipe Blaine perdiera el control de sí mismo y lo que le rodea— Nina se burlo, tratando de aminorar la carga en el ambiente.

Kurt solo sonrió forzadamente y dijo:

—Lamento haberte preocupado Blaine, debí ser yo quien te llamara, pero aun estaban curando mis heridas, yo te necesitaba conmigo lo más pronto posible—

—No pasa nada mi vida, estas bien, es lo único que importa… pero no me has dicho aun que sucedió— respondió el ojimiel

—Joe…— Kurt trago saliva —Joe apareció en la oficina en la mañana como un loco… y me ataco; lo enfrente, pero aun así… las cosas se salieron de control— Kurt medito un poco acerca de lo que iba a decir a continuación, sabía que la reacción de Blaine no iba a ser nada agradable —quiso matarme con un abrecartas—

Blaine se llevo las manos a la cabeza y pateo el suelo un par de veces; sabia que antes de cualquier cosa debía escuchar el resto de la historia

—No sé que más hubiera sucedido de no haber sido por Judy— Kurt estiro su mano para alcanzar la de la rubia y le sonrió amablemente…

Sin previo aviso, Joe dejo caer con fuerza la mano con la que sostenía el abrecartas. El grito de dolor de Kurt invadió la oficina; ninguno de los dos se movió de su lugar… Dumount abrió los ojos tanto que parecían platos y comenzó a temblar, al parecer volviéndose conciente de lo que acababa de hacer. Sus ojos se encontraron con los de Kurt, que estaban ahogados en lágrimas, luego desvió la mirada hacia el brazo izquierdo del castaño, de donde empezaba a emerger sangre roja y espesa. El abrecartas estaba aprisionando la tela de la camisa de Kurt, por suerte Joe no había visto hacia donde dirigía su mano y el instrumento solamente le había hecho una enorme cortada al castaño. Por unos minutos ninguno de los dos se movió. Al parecer Joe estaba aterrorizado por lo que acababa de hacer, finalmente estaba cayendo en la cuenta de las consecuencias de sus actos; Kurt a su vez, no se movía porque no quería alborotar de nuevo a Joe, incluso estaba aguantándose un grito de dolor para que las cosas no se pusieran peores.

Después de eso, la puerta de la oficina se abrió y Judy apareció a través del marco de la misma con las manos cubriendo su boca y ojos de terror, las miradas de ambos hombres se posaron en ella, y la chica lo único que pudo hacer quedarse de pie aterrorizada por la escena.

Joe se dio cuenta de esto y bruscamente se bajo del escritorio, se dirigió a la puerta; pero la rubia chica la había cerrado y estaba de pie bloqueándola; Joe miro a todos lados tratando de encontrar otra forma de huir de ahí, pero como es obvio, no existía; así que se limito a empujar agresivamente a Judy y a salir de la oficina.

La chica al instante se levanto del suelo, y corrió tras Joe, Kurt permaneció sobre el escritorio aun en shock, rogando porque Judy no corriera riesgos frente al demente de Joe

Antes de que terminara de plantear esa idea, unos gritos invadieron el lugar, provenientes del pasillo:

Suéltenme idiotas, no saben lo que les espera si no me dejan en paz, también a ustedes los matare—…

—Después de eso no recuerdo nada, solo desperté aquí con un dolor horrible en el brazo—finalizo Kurt.

La mirada de Blaine era una mezcla de rabia y alivio, suspiro y luego miro a Judy, como buscando una explicación; la chica, que siempre había sido muy inteligente, se dio cuenta y procedió a narrar su versión de los acontecimientos:

—Cuando llegue a la oficina me dirigí a reportarle a Kurt mi llegada y a entregarle sus mensajes pendientes como todas las mañanas; pero escuche que hablaba con alguien y la puerta de su oficina estaba cerrada, así que me aleje y decidí esperar a que se desocupara; después comencé a escuchar gritos, me extraño un poco, pero no pensé que fuera nada fuera de lo común, después de todo, Kurt tiende a gritarle bastante a la gente— la rubia miro a Kurt algo apenada, pero el castaño solo le sonrió —Me di cuenta de que algo grave pasaba cuando escuche que se rompían cosas, sonaba como una pelea; así que llame a los agentes de seguridad del edificio y sin pensarlo me dirigí a la oficina, tenía que ganar tiempo o mínimo hacer algo— suspiro —Fue entonces que entre a la oficina y encontré a Joe lastimando a Kurt, se quiso escapar pero salí corriendo tras él, era lo menos que podía hacer, no podía irse sin pagar lo que acababa de hacer; por suerte los oficiales llegaron y lo detuvieron, luego llame a la ambulancia y mientras esta llegaba apareció Nina, ambas trajimos aquí a Kurt— finalizo Judy

Todos se quedaron un rato en silencio; Blaine estaba perplejo, no podía concebir que Joe fuera capaz de eso, ¿Cómo había sido tan ciego? Había confiado en él a pesar de todas las veces que sus comportamientos fueron raros; en ese momento no podía entender muchas cosas.

—¿Y donde esta Joe ahora?— pregunto Anderson

—En la estación de policía— respondió Nina —Lo llevarían ahí para tratar su caso, también para que lo evaluaran, aparentemente no está bien de la cabeza—

Blaine asintió, aun confundido

—Podrían dejarme un momento a solas con Kurt, por favor— pidió el moreno

Judy, Nina y Wes asintieron y salieron de la habitación, el ojimiel se sentó a un lado de Kurt y se quedo mirándolo unos segundos, luego lo abrazo fuertemente tratando de no lastimarlo y le dijo:

—Perdóname Kurt, de verdad lo siento mucho; se que todo esto es mi culpa. Debí hacer caso a las señales, ponerle un alto a Joe…—

Kurt se extraño un poco ante la reacción de Blaine

—Blaine, no es así; en ese caso, la culpa también fue mía… nunca le dije a nadie lo que había hecho, ni lo tome enserio—

—¿De qué estás hablando, que fue lo que nunca dijiste?— Blaine pregunto extrañado, definitivamente se estaba sintiendo peor, odiaba haber sido tan ciego

El castaño suspiro y jugando con su mano sana en su regazo respondió:

—Joe le dijo a Rick lo que había sucedido entre nosotros en su ausencia—

Blaine sintió una punzada de coraje y su culpa aumento… no era posible.

—No puede ser, no entiendo como nunca vi las señales— la frustración del moreno era palpable.

Kurt también se sintió mal, sabía que Blaine le tenía cariño a Joe:

—Blaine, lo subestimamos; nunca pensé que fuera capaz de algo así… no sabía cuánto odio guardaba dentro de sí, además siempre fue buen actor—

—Todo esto fue mi culpa— Blaine argumento secamente

—No Blaine, no lo fue; tú solamente confiaste en él, trataste de ayudarlo—

Blaine se levanto de la cama y se paseo las manos por el cabello desesperado:

—¡Pero quiso matarte! ¡Se atrevió a tocarte!, no sé que hubiera hecho si te hacía más daño, yo… solo… no te protegí lo suficiente—

Kurt rodo los ojos desesperado, no quería que Blaine cargara con una culpa que no le pertenecía.

—No es así, Blaine por favor; no pasó nada grave—

—Pero paso algo Kurt—

—Lo sé, pero ya no vale la pena culparnos ni atormentarnos, lo único que queda es aprender de esto y seguir adelante—

Finalmente Blaine entendió que no valía la pena discutir por ese asunto, finalmente Kurt tenía razón; las cosas ya habían sucedido y la mejor manera de afrontarlas era seguir de frente y dejar las culpas, eso no serviría de nada; ahora tenían que actuar para que Joe pagara sus acciones

—Eres demasiado bueno, demasiado noble, demasiado perfecto; no que cosa buena hice en la vida para merecerte— Blaine se acerco a Kurt y luego lo beso tiernamente, acariciando su rostro y liberando todo el estrés que lo había apremiado en esa última hora.


Después de eso las cosas pintaron un poco mejor; luego de varias horas de observación, el doctor dio de alta a Kurt por la tarde, realmente ni la cortada en su brazo, ni los golpes eran de gravedad, solo necesitaba que los días pasaran para que se recuperara. Blaine hablo con el oficial de policía para saber que procedía en el caso de Joe, el hombre le explico al moreno que los oficiales necesitaban hacer cierto papeleo y algunas pruebas psicológicas y que no era necesario que se preocuparan, ellos no tenían que hacer nada, más que presentarse a dar su testimonio el jueves por la mañana.

Asi que después del drama del hospital, Blaine llevo a Kurt a su casa, acompañado de Nina y Wes. Los cuatro se congregaron en la sala y bebieron café; posteriormente, mientras Blaine limpiaba la cocina, Kurt charlaba con sus amigos.

—Oh por Dior Wes, lamento que hayas tenido este recibimiento— dijo Kurt sonriendo

—No te preocupes Kurt; soy conciente de que el drama es seguidor fiel de Klaine— rio el asiático

—Klaine… Ese nombre es ridículo— Nina interrumpió —Y por cierto, ¿de dónde saliste tu? ¿Por qué conoces tanto a Kurt y a Blaine? ¿Por qué no fuiste decente y te presentaste?—

Wes miro a Nina un poco fuera de lugar, Kurt le lanzo una mirada fuerte a su amiga y luego desvió su mirada a Wes esperando su reacción, como no sucedió nada, actuó.

—Nina Santini te presento a Wes Montgomery, amigo y compañero de Dalton—

Nina se quedo reflexionando un momento, sabía que el nombre de Wes le era familiar:

—Eres Wesley Montgomery, el escritor… ¿el tipo que escribió ese libro sobre su experiencia en el miedo al compromiso?— pregunto la chica

—Sí, ese mismo soy yo— hubo una pausa —dime Nina, ¿leíste el libro?— Wes pregunto con un aire de orgullo en su voz

Nina miro a Kurt de soslayo, el castaño solamente ahogo una risita.

—No; bueno, digamos que cierto sujeto aquí presente me lo regalo pretendiendo que lo hiciera, pero no sucedió— miro a Kurt —yo simplemente no creo en esa palabrería, ni siquiera siento que exista un miedo al compromiso, son solo tonterías que la gente inventa— Nina dijo decidida

—Sabes Nina— dijo Wes — la primera señal de todo problema es la negación—

—¿Disculpa?— ahora el tono de Nina era agresivo y miraba penetrantemente a Wes.

Kurt estaba listo para una pelea entre su temperamental amiga y el orgulloso Wes; sin embargo, agradeció que Blaine entrara en la sala y rompiera la atmosfera

—¿Qué sucede?— pregunto el moreno

—No sucede nada Anderson, yo me estaba despidiendo— respondió Nina furiosa —Me rehusó a estar en el mismo lugar que este caballero— dijo señalando a Wes

La mujer se levanto y le dio un sonoro beso en la mejilla a Kurt, luego se acerco a un perplejo Blaine y le dio otro y salió de la sala ignorando por completo a Wes, quien solo hizo una mueca de enojo.

Kurt y Blaine se miraron inexpresivos, luego Wes rompio el silencio.

—Bueno, creo que también es hora de que me vaya, nunca me ha gustado hacer mal tercio— Wes se levanto del sillón elegantemente —Y no hace falta que vengas conmigo Blaine, se tu dirección, tomare un taxi que me lleve hasta tu departamento, despreocúpate—

Kurt sonrió y se despidió de Wes con un abrazo, Blaine le agradeció por su apoyo en los sucesos de ese día con una sonrisa y luego el hombre salió por la puerta poniéndose el abrigo; ahora si Kurt y Blaine estaban a solas.

Blaine se sentó en el sillón junto a Kurt, puso sus brazos alrededor de sus hombros y lo acerco a él para recargar su cabeza en el hombro del castaño; se quedaron así un momento, disfrutando del silencio que los rodeaba y de su cercanía; luego Kurt se enderezo lo suficiente para que pudiera mirar a Blaine, el moreno se acomodo para quedar de frente a Kurt y le sonrió cándidamente; el ojiazul no pudo resistir la mirada que Blaine le lanzo, tan llena de amor, diciéndole lo mucho que lo amaba con un solo parpadeo; así que sin pensarlo dos veces acabo con la distancia que había entre ellos y ataco los labios de su amado con ternura, Blaine respondió al instante abrazando a Kurt por la cintura; bastaron un par de segundos para que los besos se volvieran un poco más intensos y demandantes. Kurt puso sus manos en la nuca de Blaine, y presiono suavemente, las manos de Blaine paseaban por la espalda de Kurt sutilmente, ambos se estaban dejando llevar por la ráfaga de sentimientos que los embargaba, no querían pensar en nada; solo dejarse llevar por el momento, su momento.

Blaine estaba acomodándose sutilmente en el sillón, para poder poner a Kurt sobre él cuando la voz de Wes irrumpió de nuevo en la sala, provocando que Kurt y Blaine olvidaran rápidamente lo que estaban haciendo:

—Blaine, olvide pedirte las llaves de…— Wes se quedo de pie en la puerta con la cabeza de lado y se llevo las manos a la cara al darse cuenta de lo que había interrumpido —Oh, no… ¿Qué no aprendieron nada en Dalton?—

Kurt y Blaine solo permanecieron inmóviles en el sillón, no respondieron; la cara de Kurt estaba completamente roja y Blaine solo se aclaro la garganta; de repente los tres volvían a una escena típica de sus épocas de preparatoria.

—Lo siento… yo no quería pero— Wes trato de disculparse seriamente

Blaine se levanto del sillón de un brinco y dijo:

—No, esta… está bien—suspiro—Creo que ya es hora de irnos, Kurt necesita descanso, fue un día difícil—

Al finalizar la frase, Kurt también se levanto del sillón, su rostro denotaba una enorme decepción, sin embargo no dijo nada, simplemente sonrió cuando Blaine se giro hacia él.

—Te llamare por la mañana— dijo el ojimiel, luego se acerco al castaño y beso su frente

Kurt asintió y luego con un ligero movimiento de mano despidió a Wes, se quedo parado en medio de la sala viendo salir a Blaine y a Wes y no se movió hasta que escucho la puerta de la entrada cerrarse.

Realmente se sentía muy molesto por la intromisión de Wes, es decir, Blaine partía el viernes a Miami y se iría demasiado tiempo; necesitaban pasar cada segundo del los días restantes juntos, solo así podría sobrevivir tanto tiempo sin Blaine. Camino hasta su habitación resignado, se puso su pijama y se metió a su cama, relajándose y dejándose llevar por sus pensamientos; fue en ese momento en el que fue demasiado consciente de lo cerca que había estado de haber salido severamente lastimado, o incluso de haber muerto en manos de Joe, y lo que más le sorprendió es que no estaba asustado; había pasado momentos de angustia, si, pero estos se borraron inmediatamente después de que Blaine apareció en el hospital; ver a Blaine le hizo olvidar todo lo sucedido, le dio más fuerzas, y si se ponía a pensarlo todavía más se daría cuenta de que su vida era otra desde que Blaine había reaparecido en ella. Antes parecía vivir en automático; por supuesto que era feliz, pero inconscientemente sabia que le faltaba algo, le faltaban las mariposas en el estomago, los pequeños detalles y los momentos sin aliento, simples cosas que había conocido con Blaine Anderson y que al parecer era el único que podía dárselas.

Y de repente se dio cuenta, Blaine Anderson era el amor de su vida, era su destino, era su TODO, y había pasado diez largos años lejos de él pretendiendo que no lo necesitaba. Esa epifanía lo llevo a una terrible confusión: Si había esperado diez años, comparado con eso ¿Dos meses no se volvían obsoletos y podía esperar cómodamente en Nueva York el regreso de Anderson? O ¿Debido a que había estado todo tiempo lejos de Blaine, era casi obligatorio pasar cada segundo posible juntos para recuperar el tiempo perdido? ¿Tenía que ir a Miami con él o esperarlo?... ¿Qué debía hacer? Se quedo dormido antes de poder formular respuestas.


El jueves por la mañana, Blaine se encontraba en su recamara alistándose para su cita en la estación de policía; había quedado de pasar por Kurt para así llegar juntos, además necesitaba cualquier pretexto para usar su nuevo y recién llegado auto. Ciertamente un auto no era una opción viable para transportarse en Nueva York, pero había descubierto que le gustaba pasar tiempo atorado en el trafico, sobre todo si estaba acompañado de Kurt; así aprovechaban para platicar un poco, soñar despiertos e incluso cantar.

Estaba terminando de peinarse con su dosis diaria de gel, cuando recordó que tenía que llamar a Nina para felicitarla por su cumpleaños, tomo el teléfono de su mesita de noche, marco el número de su amiga y luego puso el altavoz:

Hola— Nina respondió casi al instante

Feliz Cumpleaños querida— Dijo Blaine con alegría en la voz mientras se ponía la camisa

Nina rio sonoramente y luego dijo:

Oh, vaya si te acordaste… estaba empezando a creer que lo habías olvidado—

¿Cómo podría olvidar tu cumpleaños?— Pregunto Anderson incrédulo

Vamos Blaine, vas a hacer que lo diga— respondió Santini

¿Decir qué?—

Anderson, tu solo tienes cabeza para Kurt, por más que intentes esforzarte en disimularlo… no tienes mucho éxito—

Blaine solo rio, sabía que no había nada que decir en su defensa, Nina tenía razón:

Entonces, ¿ya estás listo para esta noche?— la mujer se apresuro a preguntar

¿Qué sucederá esta noche?— dijo Blaine

Nina no respondió

Solo estoy bromeando, claro que se que es tu fiesta de cumpleaños—

Más te vale; entonces ¿a qué hora llegaras?— cuestiono la mujer.

Blaine tardo unos segundos en responder, realmente él no tenía planeado asistir a la fiesta de Nina; la semana no había transcurrido como lo hubiera deseado, desde el lunes no había podido ver a Kurt, pues ambos estaban ocupados; el castaño tenía bastante trabajo, pues era cierre de edición en la revista y Blaine había pasado la mayor parte de su tiempo arreglando su viaje y dándole los últimos toques a las canciones que tenía que entregar a los ejecutivos de la disquera en Miami. Por lo tanto el planeaba pasar su última noche en Nueva York con Kurt; supuso que Nina entendería la situación, sin embargo no era asi del todo:

No lo sé Nina, mañana salgo para Miami; no sé si sea buena idea ir de fiesta—

Oh Anderson, no puedes hacerme esto —Nina vocifero —Si tu no vas, estoy casi segura de que Hummel tampoco vendrá; o estará aquí pretendiendo que se divierte pero en realidad estará pensando en lo mucho que te extraña. Tienes que estar aquí—

Blaine trato de buscar una excusa y lo único que llego a su mente fue:

¿Qué hay de Wes, es mi huésped; no puedo solo abandonarlo—

Nina suspiro, Blaine sabia que la mujer no se rendiría tan fácil

Oh si tu amigo aburrido… Puedes traerlo, no hay problema, quizá con un poco de alcohol sea más tolerable—

Blaine no respondió, buscaba otra excusa

Por favor Blaine— Cuando su amiga dijo esto, termino por resignarse; no iba a haber forma convencerla

Está bien Nina… nos vemos esta noche— dijo resignado, su amiga festejo entre risitas

Perfecto… y gracias por la felicitación; nos vemos esta noche, y suerte con su asunto en la policía—

Gracias… hasta la noche— Finalizo Blaine.

Al colgar se dio cuenta de que se le estaba haciendo tarde, así que salió disparado hacia el estacionamiento del edificio, abordo su auto y manejo alrededor de quince minutos hasta llegar a casa de Kurt. No fue necesario que bajara del auto, en cuanto su novio lo vio por la ventana estacionarse salió a su encuentro.

Los primeros minutos de camino transcurrieron en completo silencio, cosa que le pareció muy extraña al moreno, dado que Kurt no era muy callado; casi siempre hablaba de los atuendos de las personas que miraba en la calle, o de algún otro tema no especifico.

—¿Estás bien?— pregunto Blaine sin quitar la vista del camino

—Si, ¿Por qué preguntas?— respondió Kurt tranquilamente

Anderson se detuvo en un semáforo en rojo, miro a Kurt y dijo:

—Estas muy callado, ¿estás nervioso?—

—Tal vez un poco— susurro el castaño mientras se miraba en el espejo del parasol

Blaine decidió cambiar el tema de conversación:

—¿Y qué usaras esta noche para la fiesta de Nina?—

—No lo he pensado aun— dijo Hummel frunciendo el ceño —¿Crees que sea buena idea ir a la fiesta? Mañana tienes un vuelo que tomar

—Si… me agrada la idea, pasaremos un buen rato… juntos— dijo Blaine sonando entusiasta

Kurt solo asintió y sonrió ante la idea, no le parecía tan mala después de todo; aunque claro, el hubiera preferido pasar la última noche de Blaine en Nueva York, solo con el ojimiel.

Llegaron a la estación de policía, se estacionaron y tomados de la mano caminaron tranquilamente a su interior; inmediatamente Kurt se acerco al policía que custodiaba la entrada para pedirle información acerca de a donde debía dirigirse; antes de responderle, el hombre tomo su radio y empezó a decir algo en clave. Segundos después recibió respuesta:

—Solo siga por ese pasillo hasta el fondo, ahí los esperara el comandante—

Kurt agradeció y comenzó a caminar seguido de Blaine, el lugar era bastante ruidoso y tumultuoso; con policías y detectives corriendo por todos lados, teléfonos sonando y gente hablando en claves.

Los hombres se sentaron en las sillas que estaban frente a la puerta que parecía ser la de la oficina del comandante; minutos después dicho hombre apareció, se acerco a ellos y los saludo amablemente.

—Buenos días señores— dijo el comandante Reynolds; era un hombre alto y fornido, su cabello ya pintaba algunas canas y sus ojos marrones se veían amables, sin embargo su aspecto no dejaba de ser imponente, sobre todo por el uniforme —Todo está listo para que pase a dar su testimonio señor Hummel, sin embargo me gustaría comentarles algunas cosas antes—

Los aludidos asintieron y Reynolds les hizo una seña para que lo siguieran. Dieron algunos pasos y entraron por una pequeña puerta de madera a la oficina. La sala era muy pequeña y no tenía ningún tipo de decoración, tan solo un escritorio y dos sillas frente a él, un librero con premios, trofeos y condecoraciones y un enorme archivero.

—Siéntense por favor— dijo Reynolds amable, y mientras Kurt y Blaine se sentaban, tomaba una carpeta verde del archivero.

—El caso de Joe Dumount es muy sencillo, pero a la vez muy difícil—

Kurt y Blaine se miraron confundidos y Reynolds lo noto

—Permítanme explicarles— se aclaro la garganta —Nos comunicamos con su familia; ellos viven en Kansas, cuando les comentamos la situación se alarmaron un poco; sin embargo argumentaron que no les era posible venir y tratar los asuntos personalmente, dieron toda su disposición a hacerlo por teléfono u otras vías… Sin embargo hemos visto este tipo de comportamiento en otras situaciones; realmente la familia no está interesada en el joven—

Reynolds hizo una pausa, esperando algún tipo de respuesta, sin embargo no la hubo; Kurt alzo las cejas, y Blaine hizo una mueca de consternación.

—Decidimos entonces que ya que el señor Dumount permanecería aquí en la estación en calidad de detenido hasta que se diera una resolución a su caso, era pertinente iniciar la evaluación psicológica— el comandante abrió la enorme carpeta, saco un folder color paja y se lo entrego a Kurt.

—La batería de pruebas aplicada al señor Dumount nos arroja un diagnostico de Trastorno de Personalidad limítrofe*; pueden leer los detalles de dicha condición aquí— Reynolds señalo una hoja color verde —Dicha condición había estado controlada, sin embargo las diversas situaciones de estrés que Joe atravesó generaron una crisis y desencadenaron los sucesos que ya son de nuestro conocimiento—

Kurt y Blaine leían atentamente la hoja que Reynolds les había entregado, la sorpresa en sus rostros era inminente.

—Y bueno, después de dicho diagnostico se analizo la situación y llegamos a la conclusión de que el señor Dumount es inimputable—

—¿Qué?— dijo Blaine levantando la vista de la hoja agresivamente —¿Eso significa que lo dejaran libre?— finalizo indignado; Kurt lo miro y puso su mano sobre el brazo del ojimiel para tranquilizarlo.

Reynolds se acomodo en su silla, no parecía nada extrañado por la reacción de Blaine

—No señor Anderson, el señor Dumount no saldrá libre, no en un largo tiempo por lo menos—suspiro—A esto es a lo que me refería cuando les dije que era un caso sencillo y difícil a la vez; es difícil por todo el proceso que el señor Dumount atravesara; sin embargo para ustedes es muy sencillo—

Kurt estaba algo desesperado, tenía la impresión de que al comandante Reynolds le gustaba hacer largas y exhaustivas explicaciones.

—¿Qué quiere decir con eso?— pregunto el castaño

Reynolds se regocijo ante la duda que embargaba a Hummel, luego de unos segundos respondio:

—La condición del señor Dumount lo convierte en una persona no apta para vivir en sociedad, su trastorno está bastante avanzado y aunque por momentos se controla y está completamente lucido, es muy probable que hechos como los que el señor Hummel vivenció el lunes pasado se repitan, incluso en mayor grado. Por lo tanto el señor Dumount será confinado a un hospital psiquiátrico para su rehabilitación, independientemente de que ustedes presenten cargos o no; ahí cumplirá su condena y será tratado por expertos, luego de un tiempo se volverá a evaluar para ver si es posible reintegrarlo a su vida normal en sociedad. Entonces como les dije, para ustedes será muy sencillo, recibirán justicia de cualquier forma—

Al escuchar esto el rostro de Kurt se torno triste, miro a Blaine, solo para saber si pensaba lo mismo que él; el moreno le regreso la mirada algo confundido, inmediatamente Kurt dijo:

—No presentaremos cargos— negó con la cabeza —Esto ya es demasiado difícil por si solo, lo importante es que Joe no sea un peligro para los demás, y mucho menos para él mismo—

Blaine tomo su mano y asintió orgulloso, se miraron y compartieron una sonrisa fugaz.

—Entiendo su punto señor Hummel— Reynolds agrego —Aun así es necesario que haga su declaración de los hechos, para el expediente.

—Entiendo— fue lo único que Kurt respondió

El comandante Reynolds volvió a hablar en clave por su radio y luego de unos minutos un joven policía apareció en la oficina:

—El oficial Turner lo acompañara señor Hummel, el señor Anderson puede esperar aquí mientras tanto—

Kurt se levanto de la silla y sonrió al oficial Turner que le hizo una seña para que lo siguiera, le lanzo una última sonrisa a Blaine y salió de la oficina decididamente.

Blaine se quedo en silencio un momento mirando al suelo, una necesidad enorme aquejaba si ser, no entendía realmente porque quería hacerlo, simplemente le parecía una forma de terminar todo este asunto de lleno; finalmente se decidió y dijo:

—Comandante Reynolds— Blaine espero a que el aludido le brindara toda su atención —Sabe… bueno, quería saber si existe la posibilidad de que yo… pudiera ver a Joe, para hablar unos minutos con él—

El comandante Reynolds frunció el seño un poco extrañado, asintió una vez y luego tomo el teléfono que estaba en su escritorio, Blaine trato de adivinar la respuesta del comandante, pero de nuevo estaba hablando con claves, colgó el teléfono y regreso su atención a Blaine.

—Acompáñeme señor Anderson—

Blaine obedeció al comandante y salieron de la oficina, caminaron y cruzaron varios pasillos; después de un rato Blaine se dio cuenta de que si quisiera salir por su cuenta se perdería, conforme avanzaban los pasillos estaban menos poblados e iluminados. Finalmente llegaron a una puerta custodiada por dos oficiales, Reynolds les hizo saber que Blaine venia con ellos y no hubo problema para pasar.

Anderson fue guiado hacia una sala de interrogatorio, antes de dejarlo entrar Reynolds se aclaro la garganta y advirtió:

—Sea breve señor Anderson—

Blaine asintió y entro a la sala cuidadosamente, Joe estaba ahí; sentado de espaldas a él, con una mano esposada a la mesa, Blaine respiro profundamente ante este panorama; el ojiverde solo volteo al escuchar la puerta cerrarse.

—Blaine— Joe dijo alegre —Viniste por mí, al fin te diste cuenta que me quieres a mí, vas a sacarme de aquí, donde todos creen que estoy loco—

Blaine suspiro y se recargo en la puerta

—Joe… Joe no, yo solo…—suspiro —vengo a despedirme de ti— realmente Blaine no sabía cómo manejar este asunto.

—¿Despedirte? A donde te vas Blaine—

—No voy a ningún lado Joe, solo es que… ya no volveremos a vernos, no en mucho, mucho tiempo—

—El fue verdad… el te alejo de mi, él es un egoísta que no te deja estar conmigo, te quiere para él; debí matarlo cuando tuve la oportunidad—

—No Joe, entiende… yo… siempre sentí un cariño muy grande por ti, pero éramos solo amigos; no había más, siento de verdad haberte lastimado, pero yo he amado a Kurt desde el primer momento y…—

—Cállate, cállate, CÁLLATE— —algún día te darás cuenta de que no lo amas, que me quieres a mí, y yo te estaré esperando Blaine; estaré esperando para demostrarle a Kurt Hummel que no es nadie y al fin le podre decir que lo he odiado desde la primera vez que lo vi y que siempre soñé con hacer si vida miserable; es un idiota que no merece nada de lo que tiene, no merece el éxito, ni los amigos, ni la familia, ni a ti… Y cuando salga de aquí le quitare todo eso; su familia será mi familia, su vida será mi vida y tú serás ¡mío!—

—No Joe, tú no eres Kurt… por favor entiéndelo, cuídate y suerte en tu vida—

Sin más palabras Blaine salió por la puerta sin mirar atrás; Reynolds lo miro y puso una mano en su hombro en señal de apoyo, el moreno estaba devastado por la escena. Ver a Joe ahí, tan frágil, tan solo, tan triste, tan mal… Simplemente nadie merecía eso.

Un par de policías entraron a la sala para sacar a Joe, el ojiverde forcejeo un poco y entre gritos dijo:

—¿Qué les sucede? Quítenme las manos de encima, van a arruinar mi abrigo, ¿acaso no saben quién soy? Yo soy Kurt Hummel—

Los oficiales salieron escoltando a Joe, uno a cada lado el ojiverde camino por el pasillo, aun pretendiendo ser Kurt; las miradas de Blaine y del ojiverde se encontraron por última vez.

Después de eso, Blaine regreso a sentarse en las sillas del exterior de la oficina de Reynolds ahí, con los codos recargados en su regazo y la cara sobre sus manos trato de no pensar en nada, simplemente deseaba esperar a que Kurt volviera y pudieran irse de ahí para dejar todo ese episodio deprimente atrás. No sabía cuánto tiempo llevaba ahí sentado cuando sintió que alguien se arrodillaba frente a él.

—¿Estás bien Blaine?— pregunto Kurt apartando las manos de Blaine de su rostro.

Blaine no dijo nada, solo se levanto de su asiento y tomando suavemente del brazo a Kurt lo levanto también, tomo su mano y comenzaron a caminar a la salida. Apenas salieron de la estación de policía, Blaine se lanzo en un enorme abrazo hacia Kurt, lo estrecho en sus brazos como si fuera la primera, o la última vez que lo iba a ver, como si tratara de memorizar como se sentía Kurt entre sus brazos; se acerco a su oído y le susurro:

—Te amo Kurt, te amo demasiado, muchísimo, nunca podre encontrar las palabras suficientes para expresarlo—

Kurt sintió que Blaine temblaba, pero no dijo nada; solo lo abrazo tan fuerte como él lo hacía y acaricio su espalda tiernamente dándole su apoyo; definitivamente este asunto había sido más difícil para Blaine, pues el realmente apreciaba a Joe y se sentía mal por el triste destino que le había tocado al ojiverde.

—Yo también Blaine, te amo demasiado—

Después de un rato de estar abrazados a media acera, se dirigieron al auto de Blaine y se fueron; dejando atrás para siempre a Joe y cerrando ese capítulo de su vida.


El día pasó sin más sucesos relevantes, Blaine dejo a Kurt en las oficinas de la revista y luego se dirigió a su casa, para terminar de preparar sus cosas para el viaje.

Acordaron encontrarse a las siete de la noche para irse a la fiesta de Nina, pero Kurt salió tarde de la oficina y no llego a tiempo, pues aun tenía que ir a cambiarse de ropa, así que le dijo a Blaine que lo encontraría directamente en la casa de Nina, donde se celebraría la fiesta.

A las ocho en punto, Blaine arribo a casa de Nina junto con Wes; la mujer de cabello cenizo los recibió muy contenta:

—Bienvenidos, me alegra que estés aquí Blaine; y bueno… hola Wesley—

Blaine negó con la cabeza y rio; Wes solo ignoro el saludo de Nina y saludo con un gesto de mano

—Pues pasen, están en su casa; son libres de comer, beber y hacer lo que deseen—

Wes inmediatamente se separo de ellos y se dirigió a la mesa de bocadillos, Nina inmediatamente abordo a Blaine:

—¿Y Hummel?— cuestiono

—Debe venir en camino; fue a cambiarse de ropa, ya lo conoces— respondió Blaine

Nina asintió y luego tomo a Blaine del brazo:

—Ven, te presentare a los chicos de la universidad, les dará demasiado gusto conocerte.

Blaine la siguió hasta que se encontraron con un contingente pequeño de 3 personas, Nina se abrió paso en el medio y luego vocifero:

—Ok chicos… pongan atención, tengo el honor de presentarles a Blaine Anderson—

Inmediatamente las miradas se posaron en el ojimiel

—No lo puedo creer… entonces si existes— dijo una mujer alta de cabello rizado, cara afilada y tez morena; tenía unos enormes ojos pardos detrás de los cristales de unos anteojos de montura carey —Soy Leslie— dijo estrechando la mano del ojimiel —Y el es mi esposo Tyler— finalizo señalando al hombre que se encontraba junto a ella, quien le recordaba demasiado Noah Puckerman; solo que Tyler tenia la piel muchísimo más morena y los ojos aceitunados.

Blaine seguía extrañado, no sabía cómo rayos lo conocían; supuso que Tyler, quien hablo después lo había notado, pues se tomo la molestia de explicarle:

—Oh, discúlpalas, son mujeres; la emoción las invade antes de dar explicaciones— rió —todos nosotros fuimos compañeros de Kurt en la universidad; sabemos quién eres porque él hablaba de ti todo el tiempo—

Blaine se sonrió al darse por entendido y se sintió demasiado orgulloso, Kurt lo había tenido presente durante la universidad el suficiente tiempo para que sus amigos lo conocieran lo suficiente como para tratarlo con esa confianza, asi como él lo había hecho.

—Estuve tras Kurt todo el primer año de escuela, por supuesto nunca me hizo caso, parecía estar más interesado en su laptop— Un hombre rubio, atlético, bronceado y con total pinta de surfista irrumpió en la plática —Soy Alexis— sonrió —Tu potencial rival de amores—

Blaine soltó una risa nerviosa ante la última declaración de Alexis, que obviamente era en broma, estaba por soltarle alguna respuesta ocurrente, cuando fue interrumpido:

—Por Dior, déjenlo en paz; no necesita enterarse de nada de eso… y no Alexis, sabes que nunca tendré una cita contigo a menos que te alejes de las camas de bronceado de por vida— Kurt apareció entre el contingente con una sonrisa enorme y dos vasos en las manos, inmediatamente le dio uno a Blaine y bebió un sorbo pequeño del otro

—Y sabes que de antemano eso es imposible— respondió el aludido dándole un abrazo a Kurt.

El resto de los amigos lo saludaron calurosamente, al parecer no se habían visto en mucho tiempo. Blaine entro en confianza con ellos rápidamente; pasaron un largo rato bebiendo y charlando sobre anécdotas de la universidad, incluso Wes se les unió, todos estaban muy contentos y sonrientes. La fiesta iba de maravilla, incluso Kurt y Blaine estaban disfrutándola, a pesar de los deseos que habían tenido de no asistir.

Cuando todos se dispersaron para bailar, Kurt y Blaine se quedaron solos

—¿Quieres que bailemos?— pregunto el moreno

Kurt sonrió y se acerco a él:

—Sabes, ya me aburrí un poco; porque no me llevas a casa, muero de sueño—

Blaine se sorprendió un poco, pero luego asintió.

—Claro, vayamos a despedirnos de Nina; y a avisarle a Wes que…—

Kurt lo interrumpió poniendo un dedo sobre sus labios.

—No hace falta, te aseguro que Nina no se dará cuenta de nuestra ausencia y hoy está en su casa, así que no me preocupa si se queda tirada en el baño ebria; respecto a Wes no creo que quiera que lo molestes— finalizo señalando a Wes, que bailaba con dos chicas.

—Está bien… vámonos entonces— dijo el moreno.

Salieron de la casa, abriéndose paso entre todas las personas que bailaban y convivían alegremente; al llegar al exterior los recibió la brisa cálida de aquellas noches que anunciaban que el verano estaba cerca. Blaine camino hacia su auto, pero Kurt se quedo ahí parado mirándolo pícaramente

—¿Qué te parece si caminamos?— cuestiono el ojiazul

—¿Caminar? Kurt tu casa está algo lejos de aquí no crees, además ¿no morías de sueño?—

El castaño se acerco a Anderson, tomo su rostro entre sus manos y le dijo en un susurro:

—De hecho no, era solo un pretexto para sacarte de ahí—

Blaine se rio ante la confesión de su amado y luego le dio un suave beso en los labios

—Caminemos entonces—

Se tomaron de las manos y caminaron por en medio de la calle, la cual estaba inusualmente desierta, no había ningún auto que los hiciera volver a la acera. Recorrieron algunos metros sin decir nada; cuando una ráfaga de viento frio los golpeó, Blaine abrazo a Kurt para protegerlo, el castaño solo se aferro a la cintura del ojimiel y siguieron caminando:

—Prométeme que me llamaras todos los días— dijo Blaine

Kurt lo miro a los ojos, algo ofendido

—No es necesario que te lo prometa, te llamare todos los días; te llamare todas las mañanas para desearte buenos días y preguntarte que te vas a poner, te llamare en las tardes para ver cómo te fue en el trabajo y para evitar que comas comida chatarra y grasosa y te llamare en las noches, para asegurarme de que duermas temprano y para que yo sea la última cosa que invada tu mente. Te llamare cada momento en el que piense en ti; por lo tanto tendremos que hacer algo, no podemos pasar todo el día al teléfono—

Blaine asintió y beso la frente de Kurt tiernamente, cerrando los ojos.

—Son solo dos meses Kurt, podremos hacerlo; y cuando eso termine, vendré por ti, para que pasemos el resto del verano en cualquier parte del mundo donde nadie nos conozca y si tenemos suerte, nos olvidaran y no necesitaremos regresar—

Volvieron a caminar en silencio alrededor de media hora, fianlmente llegaron a una zona donde solo habia casas; ya estaban cerca de la de Kurt; a veces se detenían un momento para darse un beso o tenían que subir a la acera por que algún auto irrumpía en la calle que muchos pasos atrás se habían adueñado.

De repente, Kurt se detuvo y miro al cielo temeroso:

—¿Qué paso?— pregunto Blaine

—Está lloviendo, ¿no sientes las gotas?— el castaño dijo soltándose del abrazo de Blaine

—Sí, ¿y qué tiene eso de malo?—

Las gotas comenzaron a caer con más fuerza y Kurt corrió al porche de un edificio para cubrirse

—Hey, ¿Por qué te escondes?— dijo Blaine que aun estaba a media calle

—No quiero mojarme, mi cabello se arruinara, no quiero que me veas así— respondió el ojiazul

—¿De qué estás hablando Kurt?— cuestiono Blaine caminando hacia el porche donde estaba Kurt —Eso no… oh vamos Kurt; algún día no muy lejano, despertare todos los días en la misma cama que tu, te veré en tu peor momento del día, cuando recién despiertes

Kurt puso una cara de horror ante este argumento, pero dentro de él una sensación extraña se hizo presente "algún día no muy lejano, despertare todos los días en la misma cama que tu" la frase no dejaba de dar vueltas en su cabeza, nunca había pensado así… había imaginado estar con Blaine el resto de su vida, pero nunca se lo había echado en cara de una forma tan… real. Blaine se dio cuenta que Kurt no respondía y se disculpo rápidamente

—No Kurt, no… quise decirlo así, me refiero a que aunque sea tu peor momento del día te seguirás viendo hermoso… yo—

Blaine no siguió su argumento al ver que el rostro de Kurt pintaba una sonrisa, entonces regreso a su intento de hacerlo salir. De un brinco regreso a la acera y comenzó a dar vueltas bajo la lluvia.

—Vamos Kurt, la lluvia es maravillosa; es cálida y suave… y el olor es más que especial—

Blaine daba vueltas con los brazos extendidos a media calle, realmente parecía un niño

—Blaine, deja de hacer eso, los peatones van a pensar que estamos locos— Kurt grito desde el porche

—Yo no veo a nadie alrededor— y era cierto, alrededor de la calle no había nadie —Aunque no confíes mucho en lo que digo, yo no veo a nadie por aquí porque yo solo tengo ojos para ti… los demás no me importan—

Blaine dejo de dar vueltas y solo se quedo de pie mirando a Kurt, sus rizos ya caían libremente en su rostro, entonces una sonrisa maliciosa se pinto en el mismo; se quito el abrigo, que ya pesaba por estar mojado y lo puso sobre la jardinera que rodeaba un árbol y sigilosamente se acerco al porche donde estaba Kurt.

—Blaine… ¿Qué estás haciendo?—

Blaine no respondió, siguió caminando lentamente hasta que finalmente se planto frente a Kurt.

—¿Confías en mi?— pregunto el ojimiel

—Por supuesto, siempre…— respondió Kurt

Blaine volvió a sonreír, Kurt no vio venir lo que haría a continuación; el moreno lo jalo fuertemente del brazo para que al fin saliera del porche. Kurt solo soltó un gritito ahogado.

—Anderson ¿Qué.. qué hiciste?—

Blaine sonrió y tomo a Kurt por la cintura y comenzó a dar vueltas con él

—Dijiste que confiabas en mi… debes creerme cuando te digo que la lluvia no te hace daño—

Lentamente dejaron de dar vueltas y solo se quedaron a media calle abrazándose, se miraron a los ojos un momento y se sonrieron. Blaine pasó su mano por la mejilla húmeda de Kurt y luego quito un mechón de cabello de su frente delicadamente. Hummel solo cerró los ojos, pues la sensación de las manos frías del moreno en su rostro le había causado escalofríos.

Antes de que siquiera pudiera abrir los ojos, los labios de Blaine se posaron sobre los suyos, se movieron suave y delicadamente, mientras sentían las gotas de agua golpeando en su rostro. El beso fue lento y tierno, como si se tratara de una película romántica.

Se separaron y juntaron sus frentes, Blaine rio y dijo:

—Acabo de tachar una de las muchas cosas de mi lista de deseos antes de morir, besar a Kurt Hummel bajo la lluvia—

Kurt rio y finalmente abrió los ojos.

—Creo que la lluvia empieza a gustarme—

Blaine negó con la cabeza y luego se separo de Kurt, tomo su abrigo de la jardinera y siguieron caminando. Minutos después, ya estaban fuera de casa de Kurt completamente empapados, eran las tres de la mañana, lo que significaba que habían caminado alrededor de dos horas.

—Bueno, llegamos— dijo Blaine, Kurt solo asintió, su rostro ahora era de aflicción. Blaine se dio cuenta y pregunto:

—¿Sucede algo?—

—No nada, es que simplemente… mañana ya no te veré— el castaño suspiro

Blaine lo abrazo y le susurro al oído:

—No digas eso, es mejor que no lo pensemos; en este momento, daré media vuelta solo me iré, y hare de cuenta que mañana te veré, que no me iré—

—No habrá despedida entonce— dijo Kurt

Blaine asintió y luego se separo del ojiazul, sonrió, se dio media vuelta y comenzó a caminar sin mirar atrás, buscaría un taxi y luego se iría a su casa; camino rápidamente, conteniendo las ganas de regresar, tratando de mitigar esa sensación de tristeza que no sentía hace mucho; caminó, caminó, caminó y de repente…

—BLAINE— la voz de Kurt retumbo entre el silencio de la noche, el moreno giro para ver a Kurt acercándose corriendo

—No te vayas aun… quédate esta noche— suspiro —Solo así sobreviviré a estar sin ti—

El moreno no lo pensó dos veces y asintió, camino de regreso al hogar del ojiazul junto con él. Entraron en la casa y en el recibidor se quitaron los abrigos y los zapatos que estaban completamente empapados. Kurt corrió al armario de blancos y saco dos toallas; le entrego una Blaine y se envolvió en la otra, luego dijo:

—Iré a preparar café, creo que hace mucha falta—

Kurt desapareció por la puerta de la cocina y Blaine se dirigió a la sala de televisión; encendió el minicomponente y puso el primer disco que encontró, la música invadió la habitación y luego Kurt apareció por la puerta:

—Esa es una hermosa canción— dijo, luego camino hacia Blaine y lo tomo de la mano, lo guio al centro de la sala y puso sus brazos alrededor del cuello del moreno

—¿Quieres que bailemos?— dijo Blaine riendo, Kurt asintió haciendo una mueca como si Blaine acabara de descubrir un secreto muy bien guardado —Bailemos entonces—

Puso sus manos alrededor de la cintura del castaño y comenzaron a balancearse lentamente; el ojiazul recargo su cabeza en el hombro de Anderson y se dejo llevar por la música.

If you're not home, I'll sit here on your doorstep
Button up my coat and wait
We'll go upstairs close the curtains and we're all set
to pick up where we left again

There's question marks hangin' over us
But we won't give the time of day, oh
'Cause all we got is these few stolen seconds
And we can't let them go to waste

The stars collide
We come back to life
We come back to life
The sparks will fly
One look in your eyes
My heart's open wide

I know time's running out now
But we'll hold back the sun somehow
See the sky?
We've still got tonight
We've still got tonight.

—Blaine… la canción— dijo el ojiazul al darse cuenta que la canción podría bien describir como se sentían esta noche.

—Shhh, Kurt… no pienses en mañana—respondió el ojimiel —estamos aquí ahora y esto es lo que importa— y sin darle tiempo para replica comenzó a besarlo.

La boca de Blaine golpeo con pasión la de Kurt, sus labios se movían con ritmo acelerado, al igual que sus manos recorriendo rápidamente sus cuerpos, bastaron unos segundos para que el beso se tornara intenso y demandante; Blaine abrió su boca y dejo que la lengua cálida de Kurt lo invadiera, el castaño aprovecho para morder con delicadeza el labio inferior de Anderson, este soltó un pequeño gemido que Kurt se sobresaltara y se separara del moreno.

Con la respiración entrecortada ambos se miraron, sin saber que decir o hacer, cualquier movimiento era decisivo, entonces Kurt empujo a Blaine lentamente hasta que este callo de golpe sentado en el sillón, Blaine no hizo nada; solo miro a Kurt, esperando su próxima acción. El castaño cerró los ojos, suspiro y comenzó a desabotonar su camisa lentamente; con cada botón desecho la respiración de Blaine se aceleraba y comenzaba a sentir una sensación de calor que viajaba de su estomago hasta su entrepierna. Finalmente Kurt termino con los botones de la camisa y se la quito lentamente, haciendo un sensual movimiento al lanzarla por los aires. Blaine se quedo atónito mientras contemplaba el perfecto de Kurt completamente excitado, trago saliva sonoramente y se quedo sin respiración cuando se dio cuenta que ahora Kurt estaba deshaciéndose de su cinturón y desabrochando los botones de su pantalón. Con otro movimiento elegante se deshizo de los pantalones, ahora lo que Blaine veía parecía salido de sus sueños, el cuerpo de Kurt era tan perfecto, parecía la estatua de mármol perfectamente tallada de algún Dios griego, sus brazos delgados ligeramente musculares, su cuello largo, su pecho pálido y sus piernas kilométricas; la poca cordura que tenia se perdió cuando su mirada se clavo en la erección de su novio, que parecía estar aprisionada entre la fina tela de su ropa interior, Blaine ya no podía más; simplemente necesitaba tenerlo cerca, tocarlo y besarlo; como si no hubiera fin.

Kurt dio un par de pasos y finalmente quedo frente a Blaine, el moreno no lo pensó más y puso sus manos firmemente sobre la cadera de Kurt, atrayéndolo a él y haciéndolo caer sobre su regazo. Blaine volvió a atacar los labios de Kurt con una enorme necesidad y a recorrer sus piernas con sus manos; Kurt se acomodo en el regazo de Blaine y el moreno gimió cuando la rodilla de Kurt rozo su erección. Hummel ahora tenía sus manos por debajo de la camisa de Blaine, recorriendo su estomago y su pecho.

—Oh Kurt, oh Kurt te necesito tanto ahora mismo— Blaine susurro al oído de Kurt, mientras mordía el lóbulo de su oreja.

La respiración de Kurt se acelero ante las sensaciones que provoco el aliento de Blaine chocando en su cuello y sus manos recorriendo su espalda.

—Hazme el amor Blaine, por favor… no puedo soportar un minuto más—

La mente de Blaine colapso completamente, su cordura ya no lo acompañaba más, entonces empujo a Kurt para dejarlo recostado sobre el sillón y luego se puso a horcajadas sobre él, se deshizo de su camisa en menos de un segundo y luego se inclino para besar el cuello de Kurt, hizo un camino de suaves besos que inicio justo debajo de la oreja de Kurt y que fue recorriendo lentamente sus mejillas, la línea de su mandíbula y sus clavículas; mientras tanto Kurt se retorcía debajo de él, tratando de tener el mayor contacto posible.

Anderson siguió besando, mordiendo y chupando el cuello de Kurt, mientras su mano recorría su pecho y su estomago hasta llegar a los bóxers del ojiazul, con agilidad se deshizo de ellos dejando finalmente libre el miembro de Kurt, el cual tomo entre sus manos; el castaño gimió sonoramente ante el contacto y comenzó a jugar con el cabello de Blaine en un intento por mitigar la excitación que lo invadía.

Blaine masturbo el miembro de Kurt mientras su lengua jugaba con las tetillas del castaño, Kurt gemía con cada nueva sensación, con cada nuevo movimiento. Blaine estaba fascinado por los sonidos que Kurt hacia, eran tan sensuales y estimulantes.

—Oh Kurt… te amo tanto, tanto como no tienes una maldita idea—

El moreno se enderezo de nuevo, esta vez para despojarse de sus pantalones y de su ropa interior, luego se recostó sobre Kurt y sus erecciones se rozaron, haciendo que ambos gimieran.

—Blaine, por favor; te necesito dentro de mi— dijo Kurt con voz Ronca —ahora—

Anderson recorrió los costados de Kurt con sus manos y luego las paseo por sus piernas hasta llegar a su trasero, lo presiono suavemente y la espalda de Kurt se arqueo, entonces Blaine aprovecho el movimiento para alcanzar la entrada de Kurt, suavemente introdujo un primer dedo y comenzó a hacer pequeños círculos alrededor del estrecho aro, Hummel clavo sus uñas en la espalda del moreno, lo que hizo que este introdujera por completo el dedo en Kurt. El castaño dejo escapar un gruñido y se enderezo hasta alcanzar los labios de Blaine y besarlos frenéticamente, Blaine ahora introducía el segundo dedo por la entrada de Kurt, los metía y sacaba con rapidez, tratando de dar el mayor placer a su amado, Kurt seguía besándolo con hambre y deseo, mientras se empujaba para que los dedos de Blaine pudieran ir mas adentro. Los frenéticos movimientos de Kurt hacían que la erección de Blaine se golpeara con el firme estomago de Kurt, su excitación aumento y lo único que pudo hacer fue introducir un dedo más en Kurt, el castaño enterró una vez más sus uñas en la espalda de Blaine, al punto en el que casi lo hacía sangrar.

Los dedos de Blaine abandonaron el interior de Kurt, este gimió ante la pérdida de contacto con el moreno; entonces Blaine tomo su miembro y acomodo la punta de este en la entrada de Kurt, puso su mano libre en la cadera de Kurt, la apretó y con un movimiento delicado se introdujo en Kurt. El castaño arqueo su espalda y luego se abrazo de Blaine, el moreno se quedo así un momento, esperando a que Kurt se acostumbrara a la sensación de su miembro dentro de él

—Muévete… Blaine muévete por favor— la voz de Kurt, con un tomo más obscuro que de costumbre encendió a Blaine, así que dio una primera embestida, Kurt, se enderezo hasta que pudo alcanzar el cuello de Blaine y comenzó a morderlo, dejando rápidamente varias marcas violáceas, Blaine siguió embistiendo a Kurt, cada vez con más necesidad.

—Aaaagh Kurt, estas tan… eres tan jodidamente estrecho maldita sea, eres maravilloso— las palabras salían con dificultad de la boca de Blaine.

El moreno seguía embistiéndolo con fuerza, pero sin llegar a ser agresivo, luego tomo una de las manos de Kurt y entrelazo sus dedos con los del castaño; Kurt gritaba, sin censura alguna, simplemente no podía hacer otra cosa ante la ola de placer que lo invadía cada vez que Blaine se movía dentro de él. No supieron cuanto tiempo paso; pudieron haber sido solo segundos, minutos u horas, Blaine se movía frenéticamente empujando contra Kurt y este solo se retorcía de placer y recorría el cuerpo de Blaine con sus manos, mientras lo besaba, finalmente Kurt rompio el beso solo para decir:

—Blaine… voy a… voy a venirme ahora—

Blaine gimió en su oído y eso fue suficiente para que Kurt se corriera sobre su estomago; Blaine dio un par de embestidas más y finalmente se corrió dentro del ojiazul. Se quedo inmóvil por unos segundos, un poco mareado y bañado en sudor. El ojimiel salió de dentro de Kurt y agotado dejo caer su cabeza sobre el pecho de este; aun tomados de la mano.

Blaine trataba de recuperar su respiración mientras daba pequeños besos en el hombro de Kurt.

—Eres el amor de mi vida Kurt, te amo ahora y te amare hasta mi último suspiro—

Kurt jugaba con los rizos de Blaine y poco a poco sus ojos se fueron cerrando por el cansancio

—Yo también te amo Blaine—

Y después de eso, ambos se quedaron dormidos, abrazados sobre el sillón.


A la mañana siguiente Kurt abrió los ojos lentamente mientras se acostumbraba a la luz del sol que entraba por las ventanas, se enderezo y se dio cuenta de que estaba desnudo sobre el sillón, y simplemente no pudo dejar de sonreír ante el recuerdo de la noche anterior. Sus pensamientos fueron interrumpidos al escuchar ruido proveniente de la cocina, se levanto, busco sus bóxers y su camisa en el suelo y se los puso; camino hacia la cocina donde encontró a Blaine frente a la estufa, preparando el desayuno.

—¿Seguro que puedes con eso?— pregunto Kurt divertido

Blaine se volteo a verlo e inmediatamente se acerco a él para darle los buenos días con un beso suave.

—Blaine, pon atención a la estufa, o lo quemaras todo—

El ojimiel sonrió y regreso a su sitio frente a la estufa, Kurt tomo una taza y se sirvió café; se recargo sobre la barra en medio de la cocina y se quedo mirando divertido a Blaine batallando con el tocino, negó con la cabeza, dejo su taza y se acerco para auxiliarlo.

—Déjame hacerlo a mí— dijo amablemente

—Algún día te sorprenderé y preparare una comida decentemente— agrego Blaine

—Eso quiero verlo mi amor— finalizo Kurt.

El castaño termino de hacer el desayuno y luego se sentaron a comer en silencio; realmente ambos estaban demasiado hambrientos, así que tardaron muy poco en devorar el contenido de sus platos.

Blaine miro el reloj de la cocina y apretó los ojos, como si el haber visto la hora lo hubiera herido.

—Son las ocho— dijo

Kurt alzo la mirada y la dirigió al reloj y luego con voz triste dijo:

—Tu vuelo sale a las doce, apenas y tienes el tiempo justo para regresar a tu casa y arreglarte antes de tomar el avión—

Blaine se levanto de la mesa y se acerco a Kurt, el castaño bajo la mirada y cerró los ojos, tratando de que las lágrimas no salieran de ellos. Blaine lo abrazo y lo beso en la frente un par de veces, no quería mirar los ojos garzos de su amado, sería demasiado difícil dejarlo.

—Es mejor que te vayas Blaine, ¿no quieres perder el vuelo verdad?— dijo Kurt entre llanto, Blaine solo se separo de él y salió rápidamente de la cocina hacia la puerta de entrada, sin detenerse a pensar en nada, sin mirar nada; solo tomo su abrigo de la percha del recibidor y salió de la casa de Kurt. Tomo el primer taxi que apareció:

—A la séptima por favor— dijo y después dejo salir toda la tristeza de su pecho llorando

—¿Está usted bien?— le pregunto el amable taxista que lo miraba por el retrovisor

—Oh, sí estoy bien no se preocupe; muchas gracias—

Cuando escucho la puerta cerrarse, Kurt soltó el llanto, lloro por varios minutos con la cara sobre sus manos, y su mente dividida. Aun había una solución, aun podía irse con Blaine… pero no, era prácticamente imposible.


A las once Kurt ya estaba en su oficina, estaba frente a la ventana con la frente recargada en ella; luego la puerta se abrió y Nina apareció.

—Buenos días Hummel, muchas gracias por avisarme anoche que tú y tu novio se retiraban de mi fiesta—

—Buenos días Nina— dijo Kurt inexpresivo

—Oh Kurtie, ¿Qué sucede?— pregunto Nina con voz maternal —Por la forma en la que desaparecieron anoche pensé que al verte aquí esta mañana estarías radiante y tendrías una cara de felicidad por la noche salvaje que seguramente habrías pasado con Blaine, pero cariño… te vez peor que yo con resaca, y eso, es decir demasiado—

—Tienes razón Nina, si, debería estar casi gritándole al mundo lo maravilloso que es Blaine y la maravillosa noche que pasamos; pero es imposible si lo único que pasa por mi cabeza es que en una hora va a subirse a un avión para irse dos estúpidos meses del otro lado del país— Kurt respondió sentándose en su silla con los brazos cruzados

Nina se sentó en el diván que estaba en la esquina de la oficina y con fastidio dijo:

—Oh Kurt, ustedes son las personas más difíciles del mundo, ¿sabes cómo se resuelve eso? Moviendo tu pequeño y firme trasero de esa silla y llendo al aeropuerto tras él—

Kurt soltó su risa irónica y tajantemente dijo:

—No Nina, no puedo; tenemos tanto que hacer aquí—

—Hummel por Dios, tu eres el jefe, puedes largarte de aquí si quieres y nadie diría nada, y si las cosas se ponen algo flojas solo hace falta que grites por teléfono un poco y listo— Nina se levanto de su asiento desesperada

Kurt negó con la cabeza y miro a Nina como si estuviera loca, la mujer se paso las manos por el cabello y comenzó a decir:

—Ok… la cosa esta así, tu puedes ir tras Blaine, pero no quieres… eso es lo que pasa—

—¿De qué estás hablando, acaso sigues ebria Nina?— respondió Kurt algo ofendido

—No Kurt; por favor escúchame— pidió Nina —ustedes pasaron por tantas cosas difíciles para estar juntos que, rayos, podrían escribir una novela dramática de su historia, ahora que son felices y que pareciera que viven en una nube de puro amor tienen miedo de arriesgarse—

—¿Qué?— ahora Kurt estaba incrédulo

Nina se planto frente a él con las manos en la cintura y soltó su discurso:

—Si cariño, están tan bien así ahora que tienen miedo de querer más, tienen miedo de arriesgarse porque sienten que su situación es como un castillo de naipes que se desplomara ante cualquier movimiento brusco; pero están tan ocupados jugando al adulto que no pueden darse cuenta de eso, ustedes dos son unos tontos que creen que sentir y querer la cosas tan intensamente es malo; ok si… es la consecuencia de todo su pasado, pero hay que aprender a vivir con eso y superarlo. Asi que levántate ahora y corre al aeropuerto, antes de que ese avión despegue y ahora si sea demasiado tarde—

Kurt se quedo pensando lo que Nina le dijo por unos segundos y se dio cuenta que como siempre tenía razón, lo pensó una vez más y esperando no arrepentirse dijo:

—Pero Nina, ¿Cómo? No tengo una maleta… ni ropa, ni mi bloqueador solar—

Nina ahora si estaba al borde del colapso por la desesperación:

—Por amor a todo lo sagrado Hummel, tienes una tarjeta de crédito, eso lo compra todo… además estoy segura de que la mejor parte del viaje es que no necesitaras ropa porque pasaran todo su tiempo libre desnudos revolcándose en su habitación—

—NINA— Kurt grito sonrojado

—Tengo razón cierto, ahora MUEVETE—

Y sin más, Kurt salió corriendo de la oficina, Nina tomo el bolso del castaño y salió tras él

—Judy, cancela toda mis citas de hoy, de mañana y de los próximos dos meses— dijo Kurt mientras se metía al elevador

—Espérame Kurt— Nina grito lanzándose al aparato antes que cerrara sus puertas, Judy solo los miro extrañada un momento y luego regreso su atención a la computadora.

Kurt corrió al estacionamiento y trato de abrir su auto, pero estaba tan frenético que no pudo, Nina le quito las llaves y le grito que se subiera al asiento del copiloto. La mujer se introdujo en las calles de Nueva York como una salvaje, ignorando todas las señales de tránsito y esquivando los autos en movimiento, recorrió tres cuartos del camino sin ningún percance, hasta que dieron vuelta en una avenida y se encontraron con uno de los embotellamientos típicos de Nueva York

—Oh rayos— dijo Kurt

—Tranquilízate vaquero, aun nos quedan cuarenta minutos, podremos llegar—

Pero no fue así, quince minutos después, seguían atorados sin haberse movido ni un centímetro, Kurt estaba histérico gritando por la ventanilla gritándole a los demás autos que se movieran.

—Kurt, cariño ¿Qué tanto quieres a tus botas?— pregunto Nina

Kurt miro a sus pies, que estaban vestidos con unas botas de piel negras a la rodilla

—Son Alexander McQueen Nina, puedes imaginar cuanto las quiero—

—Ok, pero supongo que quieres más a Blaine, y que no te importaría arruinarlas un poco corriendo para llegar al aeropuerto ¿verdad?—

Nina no tuvo que decir más para que Kurt abriera la puerta, tomara su bolso y saliera disparado por la avenida.

—Buena suerte Kurt, los amo— Nina grito por la ventana mientras su amigo se alejaba.

Kurt corrió y corrió sin mirar a quien golpeaba y sin mirar al cruzar las calles, su único objetivo era llegar al aeropuerto; diez minutos después, estaba cruzando la puerta del aeropuerto fatigado, siguió corriendo, hacia las salas de espera de la aerolínea en la que Blaine se iria a Miami, tomo su móvil y marco el numero de su amado

Hola, Kurt—

Blaine, no te subas al avión aun por favor—

Kurt, ¿estás bien, pasa algo?—

No todo está de maravilla, solamente dime donde estas—

En la sala cinco Kurt, pero ¿Qué pasa?—

Kurt no respondió y colgó el teléfono, necesitaba invertir todas sus energías en correr y llegar a la sala cinco. Finalmente cuando estuvo ahí intento pasar, pero el personal lo detuvo.

—Disculpe señor, necesita un boleto para poder ingresar a esta sala, además debe pasar por todos los puestos de seguridad— dijo una mujer policía amable

Kurt recupero la respiración y respondió

—Por favor, necesito pasar, es de vida o muerte— tosió un poco y se quito la mascada que adornaba su cuello —Por favor oficial—

La policía lo miro extrañado, pero luego negó con la cabeza

—Oficial, alguna vez ha visto en las películas, cuando el protagonista va tras su enamorado y tiene que alcanzarlo antes de tomar un vuelo, porque sino sus vidas se destrozaran y vivirán en la miseria por siempre… pues yo soy el protagonista y voy tras mi enamorado y…—

—¿Kurt?—

El aludido giro su rostro para encontrarse con Blaine de pie frente a él, tan solo separados por el detector de metales

—Blaine, yo ya no quiero tener miedo, quiero arriesgarme, lo necesitamos— el castaño dijo y luego intento dar un paso para llegar hasta Blaine, pero la policía lo detuvo

—Sin boleto no— le dijo firmemente

Blaine salio de la sala y le mostro su boleto a la mujer, cuando estuvo frente a Kurt comenzo a hacer preguntas:

—Kurt, ¿Qué haces aquí? ¿Qué paso?—

Entonces Kurt sin pensarlo tomo su mascada y se la entrego a Blaine:

—Olvidaste esto, puede que la necesites en Miami, puede que haga frio y…—

—Kurt, estamos a punto de entrar en verano, estoy seguro de que Miami no es el lugar más frio del mundo— agrego Blaine

—Ok si.. es un pretexto idiota— dijo Kurt ironicamente

"Pasajeros del vuelo 232 con destino a Florida, favor de abordar por la sala cinco"

—Blaine, vine para irme contigo, estoy seguro que todo mi miedo se cayó mientras corría para llegar aquí, ya no quiero soñar en pequeño por miedo a que el día de mañana perdamos lo que tenemos, quiero grandes cosas y las quiero contigo… por eso dejare de poner pretextos para no hacer las cosa que quiero, descubrí que también los adultos desean y añoran cosas, también son capaces de dejar todo por un sueño—

—Kurt, yo…—

—No Blaine, no digas nada; es mi turno de hacer las cosas, tú ya hiciste demasiado por nosotros, tú ya luchaste por nuestra felicidad y yo solo hice lo más fácil, no luche cuando debí hacerlo. Por eso corrí como loco para alcanzarte y no dejarte ir solo, porque yo realmente quiero ir a Miami contigo y pasar esos dos maravillosos meses contigo, y luego quiero que regresemos aquí y nos casemos en el restaurante donde nos reencontramos y quiero pasar el resto de mi vida a tu lado, despertando en las mañanas viéndome horrible y descuidado, pero sabes… eso es lo de menos, porque estaremos juntos el resto de nuestras vidas, como lo soñé desde el primer momento en que te vi en las escaleras de Dalton y…—

Kurt no pudo terminar su discurso pues Blaine lo tomo por la cintura y lo beso, lo beso con toda la pasión que pudo e imprimiendo en ese beso todo el amor y la intensidad de alguien que se da cuenta de que la vida le está pagando todo lo que espero por estar junto a su amado y que no necesita nada en el mundo más que a la persona que está entre sus brazos justamente ahora.

—Esto es más bello que una película de amor— dijo la mujer policía entre lágrimas.

"El vuelo 232 con destino a Florida está despegando ahora"

—Creo que perdimos el avión— susurro Kurt sobre los labios de Blaine

—Ya habrá otros Kurt—el moreno respondió…


Ambos hombres partieron en un vuelo dos horas después, y llegaron a Miami a media tarde, lo primero que hicieron al llegar fue ir de compras, luego llegaron a su hotel y se hospedaron, y como Nina predijo, la ropa no fue muy necesaria entonces.

Los dos meses pasaron muy rápido, pero ellos supieron aprovecharlos, por las mañanas Blaine iba a la disquera a trabajar, mientras Kurt se quedaba en el hotel, iba al gimnasio o al spa, iba de compras o simplemente se pegaba a su teléfono para tratar los asuntos de la revista que lo necesitaran, aunque no eran muchos; Nina Santini realmente estaba haciendo un excelente trabajo como editora en jefe. Por las tardes salían a comer y a turistear por Miami, a veces Blaine tenía que trabajar todo el día y Kurt lo sorprendía llevándole café a la disquera, los fines de semana no hacían nada más que quedarse en su habitación acurrucados viendo películas y haciendo planes para su boda, la cual celebrarían en cuanto regresaran. Como Kurt lo soñaba, se casarían en el restaurante japonés donde se reencontraron, Kurt argumento que realmente no se necesitaba una gran boda, simplemente querían algo sencillo y lindo que no desviara la atención de lo verdaderamente importante: su amor.


Cuando Blaine termino de trabajar decidieron que se tomarían otro mes más de vacaciones, Kurt llamo a Nina para preguntarle si no le importaba quedarse a cargo un mes más. La mujer no puso pero alguno, lo único que les dijo es que tenían que llegar pronto, pues tenía un enorme anuncio que hacerles. Ciertamente Kurt y Blaine no hicieron mucho caso, y ese mes extra se convirtió en dos meses.


Fue finalmente, una tarde de mediados de septiembre que Kurt y Blaine llegaron a Nueva York:

—Hogar, dulce hogar— dijo Blaine mientras abría las puertas de la casa de Kurt, ahora también su casa

—Llamare a Nina, dijo que en cuanto pusiera un pie en casa la llamara—

—¿Tiene que ser tan literal?— pregunto Blaine

—Debe ser algo importante si dejaba diez mensajes diarios Blaine— respondió Kurt.

Kurt llamo a Nina y la mujer dijo que estaría ahí en veinte minutos, Kurt estaba desempacando cuando el timbre sonó

—Yo abro— grito Blaine.

El moreno abrió la puerta y se encontró con Nina y Wes, ciertamente lo que sus ojos vieron fue completamente inesperado

—Nina, Wes…. Ustedes… Hola— dijo Blaine

—Hola Blainey— dijeron al unisonó —¿Dónde está Kurt?

—Amor, Nina esta aquí… ven rápido— la quijada de Blaine seguía cincuenta metros bajo el suelo, entonces Kurt apareció en la escena.

—¿Santini que rayos se te ofrece? Ni siquiera mi padre me llama tantas veces seguidas y…. Oh dulce Armani, Nina… dime por favor que eso que estas usando no es… oh por Dior… no es ropa de maternidad—

—¡Sorpresa!— dijo Nina poniendo las manos sobre su estomago —Les presento a su nuevo sobrino de trece semanas—

—Wes, Nina… ustedes ¡vaya!— dijo Blaine aun sorprendido, ahora entendía todo; contrario a Kurt que estaba de pie con las manos sobre la boca

—Nina Santini, ¿cómo rayos paso eso? ¿Quién es el padre?—

Nina se rio y le dio un pequeño golpecito a Wes en el brazo, sin embargo Kurt pareció no entender

—Anderson, ayúdame quieres— dijo la mujer divertida. Blaine tomo a Kurt por los hombros y lo miro fijamente:

—Kurt, amor; Nina está embarazada y el padre de su bebe es Wes, por eso están aquí los dos, juntos dándonos la noticia—

Kurt tardo unos segundos en reaccionar y luego se lanzo contra Wes:

—Wesley ¿cómo pudiste, quien diablos te dio derecho? ¿Piensas que es divertido andar dejando mujeres embarazadas por ahí sin ningún compromiso? Leí tu libro Montgomery, lo leí… ahí decía claramente que tú tienes un miedo casi patológico a los compromisos, que vas a hacer ahora, dejar a Nina desamparada, te exijo que te cases con ella; no puedes solo huir y ya y-y-y…—

Nina separo a Kurt de Wes y luego Montgomery finalmente hablo:

—Cálmate Kurt, déjame explicarte; entiendo que quieras proteger a Nina, pero… estamos casados—

—¡Sí!— Dijo Nina —nos casamos en las Vegas, el mismo día que nos enteramos que estaba embarazada, fue un viaje rápido; lo decidimos mientras almorzábamos—

—Esperen un momento ¿Cómo paso esto, se suponía que ustedes se odiaban o algo así?— pregunto Blaine

Wes sonrió y orgulloso conto su historia:

—Lo sé, de hecho yo la odiaba, pero él día que nos abandonaron en la fiesta pudimos conversar un poco y conocernos mejor; luego salimos un par de veces, realmente no íbamos muy enserio, es decir, yo con mi miedo al compromiso y Nina sin fe en el matrimonio… realmente no era algo muy prometedor, sin embargo nos enamoramos y ustedes saben mejor que nadie que una vez que te enamoras no puedes hacer nada al respecto; luego dos semanas después Nina se entero que estaba embarazada, y yo decidí que el siguiente paso era casarnos y así sucedió—

Después del shock, Kurt solo asintió y le dio un abrazo de felicitación a los felices padres y recién casados. Definitivamente la vida daba muchas vueltas.


El resto de Septiembre y Octubre, Kurt se dedico a planear meticulosamente su boda, arreglo con los dueños del restaurante japonés donde se reencontró con Blaine el poder celebrarlo ahí, se enviaron las invitaciones a Ohio y se repartieron a todos sus amigos en Nueva York, se eligieron los trajes, las flores, los padrinos, y todo lo necesario para hacer una boda especial.


Finalmente el ocho de Noviembre la ceremonia se llevo a cabo.

Blaine estaba de pie junto al juez con su mejor sonrisa, mirando el reloj a cada segundo

—Blaine, faltan tres minutos para la hora, no debe tardar en llegar— dijo Finn fastidiado por la insistencia de Blaine

—Lo sé Finn, es que…—

—Estas nervioso— dijo Finn, no tienes que decírmelo, soy casado

—Bueno Finn, pero tú te casaste con Rachel Berry— Blaine bromeo

—Y tú te estás casando con Kurt Hummel Blaine, que no es ni un poco menos peor— respondió Finn

Antes de que Blaine pudiera responder, todos se pusieron de pie y Mercedes comenzó a cantar; Kurt al fin había llegado. Al entrar al lugar, la mirada azul de Kurt y la mirada miel de Blaine se encontraron, al fin había llegado el día.

Kurt se puso frente a Blaine y tomo su mano, inmediatamente el juez comenzó a oficiar la ceremonia, todos los presentes miraban emocionados, Rachel, Mercedes, Nina y Carole lloraban; los ex Warblers susurraban entre ellos y Burt miraba orgulloso a su hijo; simplemente todos sabían que este día llegaría, tarde o temprano; Blaine y Kurt habían nacido para estar juntos.

Después de que el juez los declarara legalmente casados, todos explotaron en aplausos y vítores de felicidad; los recién casados compartieron un beso romántico para sellar el compromiso.

La fiesta fue hermosa y agradable, todos cantaron, bailaron y festejaron la latente felicidad de Kurt y Blaine. Casi al final de la noche los recién casados compartieron su primer baile lento, al ritmo de "Flightless bird, american mout" se movieron lentamente por toda la pista de baile.

—¿Puedes creerlo Blaine? al fin lo logramos, vencimos todos los obstáculos— susurro Kurt al oído de su esposo

—Claro que lo creo Kurt, sabía que este día llegaría desde la primera vez que tome tu mano, en Dalton— respondió Blaine

Kurt suspiro y luego continúo:

—Lo único malo es que tuvimos que esperar diez años, si tan solo hubiéramos sabido, si tan solo nos hubiéramos arriesgado, no hubiéramos tenido que esperar tanto—

Blaine rio y dijo:

—Estoy seguro que todo paso por una razón Kurt, tal vez… solo tal vez si no nos hubiéramos separado en la universidad, si yo no hubiera ido a Londres, si no hubiera decidió venir a Nueva York, si no te hubiera encontrado aquí, si no hubiera estado a punto de perderte… las cosas no hubieran resultado así; creo firmemente que nuestra historia así estaba escrita, y que es justamente ahora cuando el destino decidió que debíamos estar juntos—…

Y así, fue como Blaine y Kurt terminaron juntos luego de todo un viaje que inicio en el mismo lugar donde terminaba; ellos de verdad no lo sabían; pero el hecho de haberse cruzado de nuevo cambiaria sus vidas. Pero no como todo mundo esperaba, habían cambiado para bien, habían cambiado para cumplir con una historia que había empezado a escribirse muchos años atrás. Ahora estaban ahí, a la mitad del cuento, aun les quedaba mucho camino por recorrer, tal vez algunos contratiempos más; pero ni eso podría romper el lazo tan grande que los une, porque el destino es así… cuando une algo a pesar de todo y de todos, los seres humanos no pueden separarlo

=FIN=


OMG… termino, no saben cuánto estoy llorando en este momento, esta historia es la que más me ha costado escribir y sobre todo terminar, sin embargo lo logre y créanme me duele mucho terminarla, esta historia significo mucho para mí; me involucre mucho en ella, la idea original tuvo como mil cambios, algunas veces terminaba en un callejón sin salida y otras más no sabía cómo poner tantas ideas en un solo capitulo, como ahora; según Word este capítulo tiene 14,507 palabras, les juro que escribia, escribia y no veía la hora de terminar. Como les dije cuando subí la primera parte, ya tenía la segunda terminada, pero la leí y simplemente no me convenció, no era lo que yo quería para finalizar este maravilloso viaje, les diré rápidamente lo que pasaba; en la escena del ataque de Joe, Blaine irrumpía y al defender a Kurt, le clavaba el abrecartas en el estomago, Joe terminaba más desquiciado que ahora porque había lastimado a Blaine, lo refundían en el psiquiátrico y jamás salía de ahí, entonces Blaine se debatía entre la vida y la muerte; Kurt se sentía culpable y decidía que la vida realmente no quería que ellos estuvieran juntos, así que se iba y abandonaba Blaine, le dejaba una cartita diciéndole que lo amaba pero que ya no quería sufrir más, y bueno; ocho años despues se encontraban casualmente caminando por las calles, solo se miraban y seguían de largo… y ahí estaba el fin. ¿Cómo ven?.

Debo decir que tenía toda la intención de terminar asi de cruel con esta historia, pero cuando vi The Purple Piano Project mi corazón se derritió de puro amor (no entro en detalles para no spoilear a quien no lo ha visto), asi que decidi cambiarlo todo (espero no haberme equivocado). De cualquier forma, si alguien quisiera leer ese final alternativo digame y lo subo tambien…

Bueno, vamos por partes entonces, el lemmon: debo decir que escribir esa parte fue todo un desafío; nunca había publicado lemmon, y acepto que no es uno de mis talentos, nunca estoy conforme con el resultado; a veces lo siento demasiado ambiguo o demasiado explicito; aquí hice un gran esfuerzo y bueno, creo que quedo bien, créanme que si no hubiese sido así no estaría publicándolo, creo que ante todo está el hecho de ofrecerles algo bien hecho. Otra de mis motivaciones fue el pensar que siempre hay una primera vez, es decir; si nunca me atrevo a publicar una escena lemmon, jamás podre mejorar. Por eso y mucho más les pido de corazón que me digan que les pareció, sea bueno o malo, echen al costal todo lo que quieran decirme, de verdad; lo apreciare mucho.

El trastorno de Joe: bueno, Joe como creo que todos esperábamos termino loquito, aquí les dejo una breve explicación, de mi ronco pecho de lo que le sucede:

Trastorno de personalidad limítrofe: Las personas que tienen este trastorno presentan inestabilidad en la percepción de sí mismas y tienen dificultad para mantener relaciones estables. Los estados de ánimo también pueden ser inconstantes, pero jamás neutros, y su sentido de la realidad siempre se percibe en "blanco y negro". Las personas que tienen personalidad limítrofe a menudo creen que los cuidados que recibieron durante la infancia fueron insuficientes y, por consiguiente, buscan incesantemente más atención de los demás en su etapa adulta. Esto lo pueden lograr manipulando a los demás, lo cual a menudo los deja sintiéndose vacíos, enojados y abandonados, sensación que puede llevarlos a un comportamiento desesperado e impulsivo.

Y bueno, algo que tengo que decir antes de que mi pecho explote es OMG OMG OMG CON todo lo que paso este fin de semana, creo que los Klainers estamos al borde del ataque (si alguien no supiera que es lo que sucedió, y quiere saber mándeme un mensaje privado y con gusto nos ponemos a platicar) solo puedo decir que parece que todos los Fanfics se están haciendo realidad; el bar gay, Karofsky, Blaine ebrio, el asiento trasero de su auto, en fin… yo ya estoy llorando por que llegue Noviembre (tambien quiero conoce a Rory Flanagan en el 3x04) pero sobretodo quiero el KLAINE! P recisamente como se habrán dado cuenta, la boda se celebra en 8 de noviembre en honor a esa fecha que esta aun bastante lejana a llegar, pero que ya quisiera que fuera mañana…

Pero bueno, ahora si me excedí en comentarios, solo me queda como siempre agradecerle a todas las personas que estuvieron aquí cada capitulo, comentando, dando criticas para ayudar a mejorar la calidad de esta loca autora; y sobre todo gracias por su paciencia… que mas quisiera yo escribirles un capitulo por día, pero la escuela, mis alumnos y mis talleres de prevención al bullying no me dejan. Ya tengo nueva historia, sin embargo no la publicare hasta que lleve algo adelantado, no quiero volver a dejarlos esperando más de dos semanas por capitulo. Mientras tanto seguire aquí con la traducción de "Go your own way".

Pero bueno… GRACIAS INFINITAS Y TOTALES POR TODO, les mando un abrazo y un beso enorme y espero encontrarlos muy muy pronto en otra de mis historias, que van con todo el amor del mundo para ustedes.

Esta capítulo está dedicado a mis chicas del grupo de facebook " 3"

GRACIAS Y HASTA LA PROXIMA HISTORIA… LOS AMA: JULIETA