Walas! *-*/ ¿Quién ha contado los meses que han pasado? Las he dejado solas y me siento mal por ello. Pero mis amigas me han alentado a escribir así que estoy de vuelta a la acción [Las que me siguen en fanfiction no voy a actualizar porque se me murió el Word TwT]
EMPECEMOS DE UNA VEZ!
Capítulo 10: "Sayonara"
Frío. Esa mañana no hacía calor, como cualquier otro día; si no que hacía frío. Mi ventana no creo que estuviera abierta ni nada de eso, porque anoche... bueno... anoche, Ikuto se acostó al lado mío y... y... ¡Waaa! ¡Ikuto está a mi lado! O eso creía.
—Mph... ¿Ikuto? —cuando abrí los ojos, él ya no estaba ahí. Las cartas tampoco estaban donde las había dejado. NADA. Absolutamente nada. —¿Habrá sido un sueño?— me pregunté a mi misma. Pero el baño me lo confirmaba. La herramienta aún seguía en donde la dejé; pero de los pelos... ni rastro.
—¡Yukari!— grité a ver si me escuchaba. Llegó corriendo a donde yo estaba.
—¡Amu-chan! ¿Estás bien? ¿Por qué gritaste tan fuerte?—
—Ikuto... ¿Está en su habitación? ¿Salió? ¿Qué paso?— le pregunté alarmada.
—Amu... ¿Ikuto-sama no te lo dijo?— quedó con cara de pregunta.
—¿Qué cosa?— pregunté abriendo los ojos en forma de plato.
—Ikuto-sama... ¿No te ha hablado absolutamente de nada?— de seguro estaba pensando: Metí la pata. Pero ahora me tiene que explicar...me TIENE.
—No... ¿De qué cosa?— Yukari se estaba haciendo chiquitita.
—Emm... bueno, a mi no me gusta ocultarle cosas a la gente—
—¿Y?—
—Ikuto-sama salió hoy en la mañana con sus maletas, con unos tipos detrás de él; no me dijo nada además de un "Dile a Amu que la amaré por siempre"— bajó la mirada.
—E-¿Encerio?— Bajé mi mirada también.
—Si. Si me disculpa— hizo una reverencia, dio media vuelta y me dejó sola en la pieza. Por mi mente pasaban un montón de preguntas, pero todo apuntaba a la misma persona: Ikuto.
Me senté en la cama a pensar que habría pasado. Probablemente la prostituta conoce lo nuestro y es por eso que tuvo que irse. ¡Eso es! Necesito que me de una explicación AHORA.
Y no acepto un no como respuesta.
Pero... ¿A dónde iría? No tengo idea en qué situación está Ikuto y lo peor es que tampoco sé en dónde se encuentra. Empecé a pensar y pensar pero nada daba resultado. Pero... y Souko-san? Realmente no había pensado en esto.
La idea llegó tan rápido que al poco rato de que me haya aparecido en la mente, ya estaba parada al frente de la puerta de la señora Souko.
—Toc, toc—
—Adelante— Abrí la puerta con sumo cuidado. Allí estaba aquella señora que me caía tan bien, y ... la madre de Ikuto— Oh, Amu, pasa porfavor, siéntate— me ofreció una silla cerca de ella. Lentamente me acerqué y me senté.
—Seño- Mamá, porfavor, dime donde está Ikuto— su sonrisa cambió inmediatamente a una cara seria. Se dió vuelta en su silla giratoria quedando enfrente de una gran ventana.
—Ikuto está... Perdido— Quedé con una cara de sorpresa increíble.
—¿Perdido?— le pregunté.
—Ahh...—soltó un suspiro, se dió vuelta apoyando su cabeza en una mano— ¿Supongo que viste el contrato o no?— asentí con mi cabeza— me miró de reojo— Bueno, como supiste, el padre de la familia, Aruto Tsukiyomi, es uno de los empleados de la compañía "Kamui", que es la familia de Hiromi. Hiromi, es la típica mujer que quiere todo para ella. Su madre era una prostituta, que, por casualidad quedó embarazada de este hombre. Una vez que tuvo a esta hija, el padre se hizo responsable; su nombre era...— La interrumpí.
—Kei? Kamui Kei?— ella asintió levemente.
—Sí, él. Le pagó mucho dinero a esta señora para que se quedara con ella y se convirtiera en su esposa; sólo el dinero le importaba. Sin embargo, no le fue jamás fiel a su marido y siempre se terminaba metiendo con uno distinto— dio un gran suspiro —la pobre de Hiromi un día sin querer vio lo que su madre hacía con otro hombre, y bueno desde ahí... Su madre le enseñó todo. Así obtenía ingresos de su hija también; pobrecilla, realmente la hubiera salvado si hubiese podido— una lágrima recorrió su cara— Bueno, luego de eso, al parecer el padre supo de esta situación y no tuvo más remedio que empezar a buscar un digno heredero antes de que Hiromi mandara la compañía a volar. Empezó con una pequeña prueba de candidatos cualquieras, pero a todos los rechazó tanto Hiromi como su padre. Hasta que un día, su empresa abrió una tienda comercial y mucha gente quiso trabajar allí. Llegaron muchos hombres y mujeres, entre ellos, el padre de Ikuto y mi esposo; Aruto Tsukiyomi. Así, se formuló una nueva idea de buscar a un candidato, investigó familia por familia; claro, que por subordinados, no podría hacer todo esto solo— Sonrió — Hasta que encontró a los mejores; sólo quedaron cuatro, entre ellos mi hijo. No los eligió por su condición social, si no por la edad y estado físico y mental; así podría engendrar los hijos de mejores condiciones. Una vez que los investigó por completo, se los presentó a Hiromi. Y claro, desafortunadamente salió Ikuto como el sucesor ganador. Lo peor no fue eso, si no que el padre de Hiromi le dió una gran mansión,— alzó los brazos en muestra de que la mansión era ESTA mansión— autos, amigos, prestigio social, etc. Pero cuando mi esposo supo del contrato que Kei tenía preparado; se negó completamente. Ahí fue cuando lo amenazó con quitarle todo hasta el último céntimo si es que no estaba de acuerdo con el plan que Kei quería llevar a cabo, con esta respuesta, mi marido no se pudo oponer, por lo que empezó a viajar por el mundo entero hasta encontrar un mejor trabajo, con un mejor prestigio social, alguien que odiara a Kei por sobre su vida, entre otros factores; aunque, como ahora, se limita a descansar aquí en su casa, y luego de un tiempo se va de nuevo de viaje— Souko parecía cansada de tanto explicar el tema. Mejor lo dejé así, y luego de esta larga explicación me acerqué a ella y puse las manos en el escritorio.
—Souko-san— le rogué —¿Dónde está Ikuto?— no se movió nada ni ninguna de las dos por varios minutos, dejando en silencio aquella gran habitación.
—Haaa— suspiró —no tengo otra alternativa que decirte la respuesta ¿Verdad?— asentí con la cabeza. Ella se dió vuelta mirándome de nuevo a mi cara. Luego, de su escritorio, extrajo un lápiz y un papel— Escucha con atención Amu— la miré fijamente a los ojos para luego tomarle atención a ese papel; ella, empezó a anotar unas calles y un dibujo de éstas, para no perderme— Esta es la calle Norrintong, queda en Londres, Inglaterra— ¿No estará un poco lejos de Japón? ¿Cómo se fueron allá tan rápido? Ella me miró, mostrándome en sus ojos la respuesta a estas 2 últimas preguntas... Ambos habían partido en la mañana, como a las 3, sin decirle nada a Ikuto, seguramente se lo llevaron de mi lado al arrastre. Y sí, era lejos, la idea era que yo ni su padre interfiriéramos en eso. Aunque ¿Por qué no se niega Souko?
—Señora... ¿Por qué usted sabe de todo esto? ¿Está en contra del matrimonio realmente?— De su cara salió una leve sonrisa, que rápidamente se borró para que seguramente no la viera.
—Bueno, la verdad es que tengo contactos a los cuáles los invitaron al matrimonio y me dijeron donde era— ¿Ella sabía del matrimonio? Esto me hule a mentira, una mentira MUY grande, pero como yo era el pájaro enjaulado, claramente no podía hacer algún movimiento extraño— Y tampoco me molesta mucho la idea de que Ikuto se case con ella y tampoco es que me conforme claro, pero... No le puedo hacer nada, siempre y a cada rato me están monitoreando, no puedo decir cosas muy imprudentes; esta habitación es hermética, por lo que no pueden monitorearme fácilmente— "Amu, sigue escuchando, sigue escuchando, no te alteres, quisás sólo me quiere gastar una broma, sí, eso es"- O eso pensé en mi mente.
—Como sea,—dijo ella— lo que te estaba explicando anteriormente era cómo llegar a estas instalaciones en donde se llevará a cabo la ceremonia de bodas. Una vez que estés en esa calle, debes encontrar un local que se llame algo así como "Weddings and more" y el señor que te atenderá te pedirá una clave a la que debes responder "For eternity". Él te llevará a una sala enorme llena de invitados; y allí, estará Ikuto— Claramente me alarmé del pánico cuando vi la hora detrás de la señora Souko, dudo que me lleve un Jet privado hacia Londres para ir más rápido. Por un momento todas las inquietudes que tenía respecto a Souko desaparecieron, y me concentré en llegar a él. Pero...¿Cómo llegaría tan rápido allá? Pensando todo esto, Souko me llamó y desperté de mi trance.
—Tengo un Jet para ti esperando en la parte de atrás de la mansión— ¿Leyó mis pensamientos? —algo así— Realmente lo estaba haciendo— Pensé que serías la única capaz de detener este matrimonio. Porfavor vé y denten esto. Con decisión, (y un poco de miedo) partí corriendo hacia el Jet. Un señor me estaba esperando adentro, listo para partir. Me olvidé de todo, incluyendo la ropa, pero supuse que no me demoraría más de 2 días allá.
O eso supuse
El Jet despegó rápidamente. Les recuerdo que el patio trasero era enorme, casi 5 hectáreas o más.
Dormí profundamente durante todo el trayecto. No fueron más de 5 horas o 6. La verdad es que perdí el conocimiento de todo. Lo único que quería era ver a Ikuto y decirle: Todo está bien. Llegamos a un espacio pelado en medio de la nada. ¿Serían tierras privadas? Me bajé, y el Jet se fue.
¿SE FUÉ? Ahhh... Quisás que me vendrán a buscar más tarde cuando ya haya encontrado a Ikuto.
O eso creía.
A unos cuantos metros más allá, encontré el asfalto. Me quedé allí varias horas, esperando que algún auto pasara. Pero nada. Eran como las 3 de la tarde ya. Comencé a caminar por el camino de cemento. Fueron las horas de máximo calor de mi vida. No había traído ni agua, hasta que al fin... AL FIN, se veía un auto a lo lejos. Cuando se iba acercando me paré en medio de la pista para que parara. Era una mujer muy simpática la que me encontró. Llevaba un top amarrado, dejando que se le viera todo el torso y un short ajustado.
—¿From where are you? You come from nothing— Me lo dijo en inglés, aunque no entendí nada. Me pasó una botella llena de agua, la cual me tomé a los 5 min.—¿Hablas Japonés?— me lo dijo en mi idioma
—Si— Claramente ella lo hablaba hace mucho de hecho cuando la miré más detalladamente sus ojos eran alargados, probablemente su tierra natal era Japón.
—Ahhh, bueno, entonces nos entenderemos bien, yo soy de Japón, mis padres vinieron aquí por falta de trabajo allá y aquí estoy, adaptándome rápidamente— Asentí.
—Disculpe pero me podría llevar a la calle...—consulté el papel de mi bolsillo— ¿Norrintong?— Le dije en mi mejor inglés posible. Ella se sorprendió un poco.
—¿En Londres cierto? Yo vivo allá, nos demoraremos unas horas pero yo creo que podremos llegar antes del anochecer, por cierto, ¿Cuál es tu nombre?—
—Amu—
—El mío es Kagura, un gusto Amu— luego de eso toda la conversación fue sobre mi. No hablaba mucho yo, pero al parecer ella también entendió que eran cosas mías. Así que al rato me quedé, por segunda vez, completamente dormida, fatigada de tanto calor.
"Falta poco para reunirnos Ikuto" pensé. O eso pensaba...
EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE EEEEHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH! TERMINÉ IUJUUU *-* AGRADEZCO A TODAS MIS FANS [que egocéntrica] QUE ME APOYAN T.T GRACIAS, NOS VEMOS EN EL PROX. CAPI BYENIII *-*