Cap. 16. El final
(Alice)
- No lo hagas Alice, no quiero ser vampira. Ya he sufrido demasiado en esta vida, creo que llegó mi momento para por fin descansar en paz.
No podía dar crédito a lo que estaba oyendo, me negaba a aceptarlo, no iba a permitir que Bella se muriese. De pronto una ola de calma comenzó a extenderse por mi cuerpo y miré a Jasper para que parase. No quería tranquilizarme. Lo que quería era que me dijera que todo era mentira que no estaba pensando semejantes barbaridades. Así que le dije:
-¿Pero qué estás diciendo Bella? Siempre quisiste ser vampira y ahora que es la única solución te niegas.
No entendía lo que estaba pasando, siempre fue su gran sueño, aún recuerdo todas esas discusiones e insinuaciones cuando mencionaba el tema.
Bella volvió a acurrucarse abrazando fuertemente sus piernas.
-Alice, tú mejor que nadie sabes que no quería precisamente ser vampira. Lo que yo quería era estar con él. Pero el hecho de ser vampira no cambiará nada. Ser vampira no hará que él vuelva a quererme-. Vi como unas pequeñas lágrimas se escapaban de sus ojos y ella se las limpió rápidamente.
¡Maldita sea! Ese era precisamente el problema, Bella pensaba que Edward ya no la quería. Por eso se había negado al tratamiento y ahora se negaba a la conversión. Sufría tanto su ausencia que anhelaba su muerte.
-Oh Bella no llores -le dije mientras me acerqué a ella y la abracé con todas mis fuerzas-. Tranquila, todo va a estar bien, no te preocupes-. Intenté tranquilizarla pero ella solo negaba con la cabeza.
En ese momento recordé la llamada que había hecho hace solo unos minutos mientras Jasper y yo vinimos a su encuentro...
El teléfono sonaba una y otra vez pero no obtenía ningún tipo de respuesta.
-¡Edward cógelo maldita sea! -grité.
Pero sin embargo el tono de espera continuaba sonando una y otra vez, ya estaba a punto de colgar cuando contestó.
-¿Qué quieres Alice? Ya te dije que necesitaba estar solo para pensar.
-¿Pensar? ¿Qué demonios tienes que pensar? Ahora mismo sales de donde quiera que estés y vienes aquí.
-Alice...
-Calla y escúchame, Bella está aquí, está muy mal, necesito que vengas enseguida.
-¿Qué? -gritó- ¿Qué le ocurre a Bella? Alice por favor dime que es mentira, dime que ella está bien.
-Ojalá pudiera decírtelo pero es imposible, ven pronto, si no tal vez sea demasiado tarde.
Y colgué.
Tenía la esperanza de que Edward estuviese más cerca, pero pude ver que se encontraba al sur del continente. Era casi imposible que llegase aquí durante la noche aunque viniese al máximo de su velocidad. Tal vez para cuando él llegara ya sería demasiado tarde.
Había pensado todo esto de una forma diferente, después de dejar la casa de la familia pensé que lo mejor sería llamar a Edward, pues aunque estaba dispuesta a transformar a Bella quería hablar con él. En el fondo sentía que era mi obligación al menos darle la opción de ser él quien lo hiciese.
Pero ahora estaba aquí con Bella llorando desconsoladamente entre mis brazos y pensé que aunque era algo que debían hablar ellos dos tenía que decírselo, no soportaba verla sufrir.
-Bella escúchame, tengo que decirte algo importante.
-Dime Alice -dijo mientras empezó a toser fuertemente. Le quedaba muy poco tiempo, estaba segura de ello. Pero no podía transformarla hasta que ella no estuviese convencida de que era lo que realmente quería.
-Sé que tú querías ser vampira para poder estar con Edward para siempre. Y por supuesto que eso no hará que él vuelva a quererte, porque él jamás dejó de hacerlo.
Entonces ella se separó de mí y me miró a los ojos.
-¿De qué estás hablando Alice? Él no me quiere, quedó muy claro el día que os fuisteis.
-Sé que piensas que no te quiere porque él mismo te lo dijo. No te voy a decir que estoy de acuerdo con él. Pero solo lo hizo para protegerte, tenía pánico de que algo horrible te ocurriese. Pero te aseguro que él te ama con todo su corazón, no sabes lo que ha pasado en estos meses separado de ti.
Ella negó fuertemente con la cabeza.
-No me mientas Alice, sé que estás haciendo esto para que acepte que me transformes, -su voz era apenas un susurro, se veía que le costaba pronunciar cada palabra- pero la verdad es que no quiero pasar una eternidad vagando sola con este horrible vacío en mi pecho.
Más lágrimas se desbordaban por sus ojos y junto a ellas una nueva oleada de tos, que parecía que iba a acabar con sus fuerzas de un momento a otro. El tiempo se acababa, tenía que hacerlo ya.
-Bella, no te estoy mintiendo. Edward te ama. De hecho hace un rato lo llamé y viene como un loco hacía aquí.
-No -gritó mucho más de lo que creí que sería capaz- no quiero que me vea así.
Pero entonces comenzó a toser aún más fuerte, estaba segura de que podía oler sangre en su garganta del daño que se estaba haciendo al toser. Pude ver como sus ojos se cerraban, estaba agotada.
-Tranquila Bella, no hagas esfuerzos, él no te verá así.
Intentó hablar pero las palabras no le salían.
-Bella no nos queda tiempo, no pienso dejarte morir. Voy a transformarte.
Ella asintió levemente con la cabeza y me preparé para hacerlo.
En cuanto estaba mentalizándome para ello, Jasper se levantó de su sitio en la parte más alejada de la tienda de campaña, antes no había querido hacerlo porque decía que necesitaba hablar con Bella a solas pero sabía que ahora le necesitaba.
Le sonreí cariñosamente.
-¿Me ayudarás?
-Claro que sí.
Se acercó a mí y me cogió de la mano mientras una ola de tranquilidad y confianza se apoderaba de mí.
En ese momento me sentí capaz de todo. Me acerqué al cuello de Bella y le mordí. Pude sentir en mi boca el delicioso sabor de su sangre.
Al final he decidido hacer el final original de la historia, sé que muchas estabais esperando que fuese Edward quien le transformase pero quería que esta historia fuese diferente. Y una de las cosas que quería plasmar era esa amistad tan grande que hay entre Alice y Bella.
Espero no habeos decepcionado.
Ya solo queda el epílogo de la historia donde ahora ya por fin aparecerá Edward, muchas me preguntasteis que dónde estaba, ahora por fin llegará.
Un besito enorme
*Libezzy*