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Capítulo 10
Meanwhile

3 horas antes

Mientras que Hermione y Draco se despedían a escondidas del mundo por un largo tiempo, habían otras parejas que no lo iban a pasar bien tampoco. Por lo menos, no hasta que pasara el 31 de Julio, como era el caso de Harry y Ginny. Y ellos también tenían su historia.

Ginny había empezado el curso a buscar a su hombre perfecto, ya cansada de que su amor platónico no la tomara en cuenta. Se había decidido el año pasado, poco después de principio de año, y había empezado a salir con Michael Corner, un chico guapo que le atraía. Se le notaba contenta con su relación, e incluso Ron parecía aprobarla, pero a final de año cortaron. Para ese entonces, Harry se había dado cuenta de que, cada vez que pensaba en Ginny junto con su "novio" o viéndolos juntos, el hipogrifo de los celos se afilaba las garras en su estómago –aunque en ese entonces aún no lo identificara como tal-. Ella era demasiado independiente y madura como para aceptar que se molestaran por tonterías con ella, o que le reclamaran sin razón, así que si Harry se ponía con una mala actitud por tan solo verla, Ginny lo devolvía a su lugar rápidamente, lo cual hacía que se interesara mucho más en ella, dándose cuenta de que ella era indiscutiblemente bella, y con una personalidad avasalladora. Y no era secreto de que los Potter caían por las pelirrojas.

Harry, sin decidirse por enamorarse de la hermana de su mejor amigo, y además por alguien que no le prestaba atención, se repetía a si mismo que sus reacciones de celos eran completamente normales, porque habían prácticamente crecido juntos, y él era casi otro hermano más de Ginny. ¡Y ella tenía novio! No podía irrumpir en una relación de esa manera. Por eso, el joven Potter dejó pasar casi todo el sexto año entre sufrir por el amor –de seguro- no correspondido, ignorar sus sentimientos ahogándolos en el fondo de su mente, y asesinar con el pensamiento a todo ser masculino –exceptuando a sus hermanos y a si mismo- que se acercara más de lo aceptable a Ginny.

Pero gracias a una serie de desafortunados eventos, se encontró a si mismo besando a Ginny en una celebración de un partido de Quidditch. Después de que ella cortara con su nuevo novio, Dean Thomas, Harry seguía pensando que estar con la pelirroja estaba mal, porque sería un asalta-cunas, un depravado, un… ¡traicionador de confianza! Y como eran adolescentes, vivían eso como lo más dramático de sus vidas. Así que, luego de negarse a si mismo todo lo que sentía, demostró a todo el mundo sus sentimientos, aunque se arriesgara a ser despechado o rechazado por su amada. Pero todo salió bien. Y, por primera vez, Harry tenía su primera relación amorosa, y sentía que su corazón iba a rebosar de felicidad.

Por naturaleza, Ginny era muy tierna. Y lo demostró con Harry, haciendo lo que quería sin tener un límite, pero correspondiendo eso con la atención que él requería y necesitaba. Por primera vez, tuvo una relación que no fuera tormentosa o estúpida, porque ambos eran compatibles. No se querían ir a dormir, porque por primera vez la realidad era mejor que sus sueños.

-¡Vamos, Harry! –le llamaba Ginny, corriendo por las calles de Hogsmeade y dejándolo atrás. Era primavera, pero aún hacía frío, y la menuda pelirroja llevaba un juego de bufanda y gorro dorados, siendo así un ícono de Gryffindor viviente.- ¡Eres tan lento!

Harry la escuchó reír. Estaban solos por esa parte, porque era demasiado temprano, y querían pasar todo ese día, juntos. No les apetecía pasar por Madame Pudipié, y Honeydukes estaba llenándose por momentos, así que pasarían luego. Aunque amaban el Quidditch, no iban a pasar a ver escobas voladoras, y el bar de las Tres Escobas estaba demasiado concurrido como para ser un lugar personal. Así que luego de pasean un rato, decidieron ir a hacer una visita a la Casa de los Gritos. Y como en un descuido Ginny se había escapado en una carrera, Harry la seguía. Pero no era tan rápido como ella, quien corría con todas sus fuerzas para que no la alcanzaran.

-¡Espera! ¡Ginny, no te muevas que ya te alcanzo! –le dijo de vuelta, acelerando para poder llegar junto a ella. No le tardo mucho, porque tenía las piernas más largas, y Hogsmeade ya se acababa. No era un lugar demasiado grande, y ellos estaban ya en las afueras. Ginny, aún con una sonrisa en su rostro, se detuvo, esperando a que Harry llegara a su lado.

-Es un lugar tan tranquilo. –comentó Ginny cuando Harry la hubiera alcanzado, jadeando.

-Hace frío.

-¿Y hasta ahora te das cuenta? Creo que ya no tan solo necesitarás anteojos… -comentó como quien no quiere la cosa. Harry, conociendo esa lengua Slytherin en su pequeña leona, tan solo rio. Y Ginny, sin poderlo evitar, le secundó.

Pero ahora era verano, y se debían separar un mes. ¿Y quien desea separarse de la persona que hace felices tus días? Además, el que él se fuera con los Dursley para ser ignorado cuando podría estar jugando y amando a Ginny era desalentador. Y el que ella fuese molestada por los demás en su casa cuando podría estar con su novio –además de defender a Harry de que lo molestaran- también la hacía suspirar de resignación. Estaban frente a frente, fuera de la sala común, completamente solos. Planeaban despedirse, y querían que fuera un momento a solas, completamente suyo.

-Es el momento del adiós.

-Harry, amor, sabes que te voy a besar como si no fuera un mañana en la estación nueve y tres cuartos para que las demás sepan que sigues siendo mío… y tal vez para que Fred y George te digan algo. –terminó riendo. A veces hacía ese tipo de comentarios, y Harry había aprendido a que no los decía en serio, y que debía reírse nada más, lo que hizo.

-Pero sabes que te enviaré cartas con poemas cursis de amor que a ti no te van a gustar, que diré cosas bobas sobre enamorados de las que te burlarás, que te diré unas cuantas verdades sobre mi estadía en la casa de mis tíos y que al final pondré un solitario "te amo" con el cual te derretirás y al que responderás "yo también".

-No lo sé. –Ginny pareció pensárselo, moviendo inconscientemente su melena pelirroja, lo que hizo que su aroma a flores le llegara a Harry, quien secretamente inhaló para mantenerlo en su mente el mayor tiempo posible.- Tal vez me burle solamente, y no te diga algo romántica hasta que vuelvas a mí.

-Me extrañarás y me enviarás una carta antes de que yo siquiera empuñe una pluma. –le respondió, pero dándole un abrazo, rodeándola y escondiéndola del resto del mundo. Ella, quien no podía resistirse a un detalle así, tan solo le besó en el cuello suavemente, con ternura. Aunque no lo dijera mucho, lo amaba como a su propia vida, y a ambos les gustaban los momentos así. Con lentitud, Harry elevó el rostro de Ginny y rozó sus labios con los de ella, para luego surgir un beso más apasionado, en el que transmitían sus sentimientos, tanto los buenos –como el amor y el cariño, además del deseo- como los malos –el extrañar al otro y sentir la soledad-.

Uno de los relojes más cercanos les indicó que ya eran las nueve de la mañana, y que debían ir a desayunar para inmediatamente ir al expreso de Hogwarts. Se separaron, pero sonrieron felices el uno con el otro. Tenían al otro por el momento, y no por separarse pronto iban a ser infelices en todo el tiempo que les quedara.

-Creo que ya es hora de bajar al Gran Comedor. –susurró Ginevra sobre los labios de su novio.

-Siete pisos valen la pena cuando te tengo aquí. –respondió, y tomándola suavemente de la mano, se dirigieron a la escalera. Aunque fueran el blanco de miradas indiscretas y de personas celosas, no les importaba. No necesitaban besarse para establecer su cariño, o rozarse para sentir al otro. Con el fijar esos ojos verdes en los castaños era más que suficiente, y así seguiría siendo por el resto de sus vidas. Si sobrevivían a esa guerra, por supuesto.


Lamento si la frase del final fue de mal gusto, pero me explico: Ellos no tomaban tan en cuenta la guerra en momentos como ese, en que se aman tanto que nada más importa. Así que, si no le di la seriedad suficiente, culpen a la acaramelada pareja. Y si fue muy dulce y para causar diabetes, lo lamento… pero así me imagino a la pareja, sus razones y ¡vamos! Que son adolescentes y todo lo viven a) por primera vez y b) con todo el corazón.

Y lamento si fue muy corto, pero me comprometí a subir un capítulo el jueves, y empecé el jueves (hoy es madrugada de viernes, 0:49). Y si quieren una explicación lógica de Ron/Lavender, por qué se besan tan apasionados y porque Ron ama a una chica no-tan-inteligente como Hermione… ¡pídanmelo! (Porque me voy a poner a escribir el capítulo respecto a como lo había planeado en solo Dramione, y si me lo piden, puedo agregar un capítulo como este sobre Ron y Lavender). Como me dijeron que sería ¿más interesante? Si me incluía con otras parejas de manera simultanea, pues voy a agregar capítulos o apartados en los capítulos en los que se verá el avance y problemas de los diferentes tipos de relaciones.

Agradezco profundamente los reviews de: ConAmor (¡HOLA!) y Lucille (¡Gracias! Aquí está lo prometido: un capítulo Harry/Ginny, y si quieren un próximo Ron/Lavender. ¡Besos y bienvenida!)

Mil besos, Casey Malfoy


22/08/2012
Aw… ahora recuerdo porqué amo la pareja Harry/Ginny. No, no es mi especialidad hacer estos capítulos sobre ellos dos, ni tampoco sé si pude tomar bien la esencia de ambos personajes, pero de que me gusta la manera en que ambos son y sienten… una de mis parejas favoritas :3 Mil besos, Casey