Capítulo: La casa del terror
-Y decirme airen, me haber invitado tú porque Akane ya no puede amenazarte con su mazo gigante? Ay! Ya sabía yo que por eso tu no gritabas que tanto me amar –Gritaba Shampoo emocionada, mientras lo abrazaba y juntaba sus pechos al brazo de éste para que no escapara. Ranma ni siquiera la escuchó porque estaba buscando desesperado a cierta chica de cabellos azules.
-Em…claro que si, porque otra razón no te habría invitado a salir antes? si tu eres muy linda– le respondía un tanto asustado pues la chica se había dado cuenta de su falta de interés y comenzaba a despedir esa aura que tantas veces había visto en Akane. Iba buscándolos, ahora un poco más disimuladamente hasta que los divisó saliendo del restaurante y la menor de los Tendo tenía una mirada como de niña inofensiva, se sintió enfermo. Que mal gusto tenia Kuno para escogerla a ella como acompañante, a ese marimacho… espera… pero si ¡Iba ella agarrada de su brazo! Le provocaba nauseas! Decidió seguirlos a una distancia prudente mientras veía como Akane jalaba levemente a Kuno para que así se dirigieran a un pequeño parque de atracciones montado de forma improvisada por gitanos. Le estaba comenzando a hervir la sangre al verla comportarse así con Kuno y nunca con el…maldición! Si ella así fuera con él, las cosas serían más fáciles!
-Ay! Ranma! Imagínate que consigas una rueda de la fortuna para nuestra boda, claro que nos casaremos en China! Oye no ser esa de ahí Akane?…oh! ¿ y con Kuno?! Vaya que hacen una fe…hermosa pareja! – decía muy alegre la chinita, pues al fin se había librado de su amenaza más grande, aunque debía de admitir que esa pareja no se veía para nada bien.
-Grr..! Ven Shampoo vamos más rápido- la jalo para que caminaran más rápido y de esa forma no los perdiera de vista. Estaba molesto porque no le parecía correcto que la marimacho le restregara su "infidelidad" en la cara… no eran celos ni nada por el estilo, o al menos eso era lo que prefería creer.
Una vez que habían entrado a esa feria Akane se dirigió con Kuno por todos lados para encontrar un lugar donde se pudiera alejar de él sin que este se diera cuenta. Estaba sumamente molesta por la actitud del chico, cada que podía la abrazaba más fuerte y una que otra vez había rosado partes no permitidas, necesitaba hayar un escapé, para su decepción el primer juego que aparecía ante ellos era el último al que iría si no estuviera tan desesperada por separase de él.
-Kuno vayamos a la casa del terror, si? – preguntaba mientras señalaba una casa gigante y altísima, con un puerta tan alta que debía medir 2 metros y una fachada bastante lúgubre, debía tener 5 pisos, porque esa casa era increíblemente grande, pensó.
- De acuerdo mi quería florecita, así te abrazare cuando tengas miedo y…- siguió diciendo unas palabras que ya no llegaban a sus oídos de lo aterrada que estaba de entrar a ese lugar. Comenzaba a preguntarse si esta decisión había sido la más adecuada, no tenía fuerza y sus acciones repentinas eran contrarias a cómo se sentía, sólo esperaba que en cuanto llegaran pudiera alejarse de él lo más rápido posible.
- Aja Kuno... em vamos querido – puse mi pose más fingida de amor y lo arrastré hacia la entrada a la horrorosa casa.
- Oh airen! Seguro que querer entrar al mismo lado que Akane? Y pasó con la idea del helado?... pero… es un lugar oscuro apto para que tu besarme... que buen plan airen! – la chica no espero más y termino jalando fuertemente al chico para que así se apresuraran y se fueran a besar a esa casa, según ella.
-Besarse!? Eso es lo que se puede hacer ah… no lo permitiré!- eso es lo que iba gritando mientras era jalado por su acompañante. –Maldita marimacho siempre ocasionándome esta clase de problemas. Te salvare aunque tú no quieras y de paso te arruinaré esta cita como venganza.
Bienvenidos a la casa más espantosa de todo Japón! Muajajajaja! Esperemos que su recorrido sea de lo más terrorífico! Era una casa bastante grande de madera negra, con algo de polvo por lo que se podía ver. En sí el ambiente hacia que desde que pusieras un pie en esa casa sintieras ganas de huir de algo que te iba atrapar, o talvez era los gritos que sonaban dentro de ella.
La actitud del hombre de la máscara y encapuchado no mejoraba la situación. Kuno me abrazaba como si su vida dependiera de ello, la verdad es que parecía nenita de tan asustado que se mostraba, yo me encontraba sólo un poco mejor que él. Sabía que Ranma estaba detrás mío junto con Shampoo, vaya que podía ser cínico al traerla a ella y restregarlo en mi cara, incluso me seguía para que lo viera. Con ese pensamiento y el de no verlos más en la oscuridad, me dirigí con paso decidido a abrir la primer puerta.
- Rapidamente habían corrido tras Shampoo y Ranma, no querían entrar a esa casa, ambos no eran buenos en esa clase de situaciones, pero si todo salía bien acabarían por "equivocación" encontrándose con quienes ellos habían planeado, ya tenían en mente una forma de lograr ese cometido, solo era cuestión de ponerlo en práctica. Entraron tras ellos y no los perdieron de vista, o al menos la chica de la espátula pues el chico del colmillo ya estaba por perderse de no ser por su acompañante, de repente la localizo, a la dueña de sus pensamientos, a su querida Akane; fue en eso cuando vio como ella abría una puerta que ocasiono que la oscuridad del lugar fuese levemente iluminada por una luz fosforescente roja y como ella abrazaba fuertemente a Kuno por la impresión de lo que había salido tras esa puerta.
- Un hombre muy espantoso con cadenas salía gritando como un desesperado cuando abrí la puerta, casi caí por el espanto y sobre todo porque el sujeto salto como si se me fuera echar encima, afortunadamente logré abrazarme a algo para no hacerme daño, muy para mi desgracia fue Kuno el que estaba tan próximo a mí. Cuando lo abracé por error acostumbrada que fuera Ranma quien siempre estaba a mi lado, el casi me asfixia de no ser por mi chico de la trenza quien me jalo rápidamente ayudándome así a poder respirar… ok, tal vez este plan no era tan buena idea como en un principio pensé.
-Saotome! Como te atreves a intervenir en el apasionado abrazo que me había dado Akane Tendo?! Lo pagarás- corría Kuno hacia el aludido con su katana, que nadie supo de dónde sacó.
-Siento interrumpir tu momento tan romántico con esta chica tan poco femenina pero…- no acabo de hablar pues Kuno ya lo estaba atacando.
-Con que chica poco femenina eh!... Kuno! Vamonos! continuemos con nuestra...romántica cita!- había mandado al demonio la duda pasada al respecto de mi plan, en el instante en que el idiota, me había denominado con ese apodo enfrente de Shampoo. Todavía tenía miedo de pasar a lado del sujeto, fue en eso que decidí utilizar los trucos femeninos que bastantes veces había visto utilizar a la chinita irritante.
-Kuno, eres tan guapo y valiente, porque no me muestras que puedes defenderme y entras al cuarto y ves que no haya nada terrorífico? Si?- Y de paso pasas a lado del hombre espeluznante- le había puesto mi mejor cara de chica que lo alababa, esperaba funcionará de la forma planeada
-Akane Tendo...no me digas que tienes miedo? – ok, esa reacción no se la esperaba y menos esa pregunta de parte de él.
-Claro que no! Solo pensé que querrías demostrarme que tanto me quieres proteger y que tan valiente eres?- puso como si estuviera a punto de llorar por su anterior pregunta como si la hubiera ofendido y le hubiera dolido.
-No llores! Está claro que yo siempre eh de protegerte! Voy!- gritaba con su katana en alto como si fuera para una guerra, al entrar muchos hombres con máscara comenzaron a gritarle y a acosarlo contra las paredes, y gritarle en la cara, Kuno se quedo de piedra pues un portaba un disfraz de sandia, su peor miedo.
-No! Alejense! Kya!- el último grito sonó como el de una niña, la cara de todos los expectantes no pudo ser más que la de una auténtica decepción y burla.
-Ya ves es lo que te pasa por escoger a Kuno para salir- le musitó el chico de la trenza en el oído. En eso él siente que es abrazado por la espalda y también grita.
-Airen que andarle diciendo a chica violenta? Preguntaba muy cerca de la oreja del chico con esa aura azul que a todos asustó más de lo que los hombres encapuchados hubieran logrado.
-Sha..shampoo me asustaste -apenas y veía la cara de la chica, fue su voz la que lo alertó, junto con esa aura, que ella se encontraba de muy mal humor al ser ignorada por él.
-Por qué hablar con ella? Tu y yo estar en cita, no poder concentrarte en nadie más que en mi! O es que acaso olvidar que tu traerme aquí para besarme?- le recriminaba con la aura de pelea comenzando a crecer.
Cierta chica de cabello azul alcanzó a escuchar lo último, comenzaba a enfadarse y a sacar su mazo cuando lo recordó, ella ya no tenía la fuerza para lanzarlo volando y así evitar que siguieran juntos, ya no se podría defender ni de forma emocional contra el daño que causaba su rechazo. Pero no! No tenia permitido tener esta clase de pensamientos débiles ahora, debia de ser astuta y lograr su objetivo de sacarse a sí misma de sus problemas.
Se me quedo viendo con esa mirada azul y ese matiz que tan bien conocía yo, me intentaba pedir que lo escuchara y entendiera un posible malentendido, creo que él nunca se había dado cuenta que tan transparente era para mi, o puede que fuera yo quien no quisiera darse cuenta de ello. En eso pensaba cuando me comencé a marear, casi caigo para atrás por una debilidad de mis piernas, de no ser por alguien que se encontraba atrás de mi y que logró sostener mi peso, todos se quedaron en silencio e incluso Kuno dejo de agitar su espada inútilmente contra el aire y enfocaron sus miradas en mi, en eso levanto mi cara y veo la más espeluznante de las máscaras viéndome con unos pupilentes que hacían su mirada blanca. Salí corriendo de ahí gritando como una poseída, a medida que más avanzaba más personas salían de la nada y me gritaba cerca de la cara, cerré los ojos y abrí puertas a ciegas hasta que me detuve en una habitación tan oscura que no sabía si quiera si tenía los ojos abiertos o cerrados, no había ni una sola iluminación en aquel lugar.
-Akane espera!- gritaron 3 voces al mismo tiempo, en eso los dueños de dichos gritos se miran uno contra otro
-Hola P-chan, pero que haces por aquí no deberías de estar en las montañas o algo así?- le dijo una voz burlona al chico de la maldición del cerdo. Kuno comenzaba a avanzar aunque con cautela cuidando que ninguno de los hombres de las máscaras se le acercara demasiado.
-Ran-chan! Airen!- se escucharon dos voces femeninas simultáneamente. –Proteger airen a Shampoo ese es deber de prometido- le decia la chica de cabello violeta mientras se le insinuaba con un abrazo. – Y así yo perdonar desplante de hace un rato.
-No! Protégeme a mi Ran-chan!- se hacia la víctima Ukyo mientras intentaba despegar a su rival del brazo del chico. Cuando al fin lo logró, ambas se pusieron en sus posiciones para comenzar sus peleas campales, cuando se dan cuenta que el chico de la playera china ya iba avanzando y lo veían poco a poco perderse en una puerta.
-Malditos aprovechados! Se me adelantaron para encontrar a Akane… pero porqué se mareó?… tengo que encontrarla antes que esos cretinos- En eso pensaba cuando sintió en sus brazos dos pesos extras, las chicas veían aterradas a los hombres con aspecto horroroso, e incluso en una sala había un hombre atado a una cama donde intentaba soltarse y llegar a ellos. Admitió que cuando dejaba de pensar en sus problemas, esa cama le ocasionaba escalofríos.
-Ahhhh! – ambas comenzaban a espantarse, se había agarrado a Ranma para aprovechar la oportunidad pero comenzaban a necesitar salir rápido de ahí.
-Que es esto?- los 3 vieron un camino que se dividía en 3 rutas. Los tres se miraron y en silencio asintieron con sus cabezas, abrirían la puerta de en medio.
Entran juntos y escuchan como la puerta se cierra sola, y entonces se escucha una voz que parecía venia de un micrófono: ¡Hemos rociado por la habitación un de gas que les producirá alucinaciones y han sufrido la suficiente sugestión como para que se les aparezca su miedo más profundo, así que mucha suerte y espero logren superar esta prueba! ¡De nuevo se les agradece escoger La Casa de Terror Gitana, donde es permitido utilizar cualquier método para proporcionarles la mejor experiencia de terror!
De alguna forma él ahora se encontraba solo, lo agradecía en parte pues ahora mismo no tenía tiempo para sentirse halagado con las atenciones de Ukyo y Shampoo, no cuando Akane no podía defenderse sola. Iba caminando, ya le comenzaba a doler la cabeza y no recordaba en donde estaba, cuando empieza a ver a la lejanía aquella figura que conoce
–Ryoga! Ryo…- en eso se queda en silencio al ver que estaba con Akane en brazos y hablaban como si no supieran que él estaba ahí. –Me alegro tanto que fueras tu quien me encontrara Ryoga, no soporto que ese afeminado me toque yo solo te quiero a ti. –Veía esa imagen frente a sus ojos y no podía creerlo, ella no lo amaba como él a ella. –No, no , no… espera… Esto tiene que ser el efecto del gas alucino…
Cuando estaba por recuperar el control que había perdido por el dolor de enfrentar su mayor temor, todo se volvió borroso y ahora ve frente a sí el cuerpo en el suelo de su prometida y a Ukyo, Shampoo inclinadas sobre el.
–Akane! Akane! ¿Qué hacemos? Se suponía que esto no debía de pasar así, al menos debía de esquivar ese último golpe! – gritaba una alterada chica de cabello marrón a la otra de ojos chinos. –No lo sé! Creo que no está respirando!- respondió Shampoo mientras se acercaba un pco más para tomarle el pulso. –Creo que no tiene pulso! Ukyo! Creo que no tiene pulso!- gritaba más histérica que antes.
Ranma se acercó más rápido al oír esto último acercó deprisa y se agacho e inclinó para comprobar con sus propios ojos y sentidos lo que decía Shampoo, la quito del lado de Akane …era cierto no se podía ver ningún movimiento en el cuerpo de la chica, ni el subir y bajar de su respiración. Golpeó el piso, y las miró más que enfurecido, le sgritó que se alejarán, dejándolo solo en aquel lugar.
-Perdóname… siempre te hago daño por querer hacerte enfadar y cuando más me necesitaste no estuve ahí para ti. Yo te… te… quiero de vuelta porque necesito que siempre estés a mi lado para corregir mi arrogancia y para mostrarme la bondad que existe en el mundo, el valor y sobre todo para que saques lo mejor de mi.-No se dio cuenta en que momento había comenzado a llorar, ya no recordaba que hacía antes de eso, que buscaba y porque sentía que todavía le faltaba algo por completar, como si estuviera algo incompleto. Le comenzaba doler la cabeza… esperen! Le dolía la cabeza, el..el se encontraba en una casa del terror…esto no era real! Tenía que encontrar a Akane.
Abre los ojos ante un cuarto oscuro pero lo suficientemente iluminado como para ver a Shampoo y Ukyo acostadas en el piso y aun siendo rodeados por un humo gris. Decide cargar ambas chicas y dejarlas en la próxima habitación. Tenía que encontrar la desviación por la que se había ido Akane, porque no la había visto en esa habitación. Lo que había alucinado… era lo más horrible que podría pasarle a él o al mundo, por un minuto perder al sol, la luz … se estremeció y camino hacia otra habitación que estaba ala derecha.