Bleach ni sus personajes me pertenecen, son propiedad y de la imaginación exclusiva de Tite Kube.


Capitulo 16

Pesadilla Recurrente

… ღ…

El pobre de Kurosaki Ichigo volvía a preguntarse que demonios estaba haciendo de nuevo en ese maldito parque de juegos, corriendo con shunpo por el cielo nocturno, sin dirección alguna.

«De nuevo aquí». — Pensó el peli-naranja suspirando con pesadez en señal de resignación y cansancio.

El shinigami sustituto detuvo sus pasos, descendiendo a una banca cercana, donde se sentó con cansancio esperando que algo estúpido ocurriera, como en sus anteriores pesadillas del último mes. Donde en innumerables ocasiones había presenciado la dolorosa muerte de su pequeña hermana en diferentes escenarios, cada uno más doloroso que el anterior, algunos donde el mismo o su parte Hollow terminaban con su existencia.

No paso mucho tiempo, cuando logro visualizar una obscura silueta en movimiento, muy cerca de su posición actual, sin pensarlo mucho decidió seguirla, descubriendo que se trataba de una chica de tés blanca y cabello negro a la misma altura que el de Karin, vestida con extrañas ropas negras, incluso le pareció haberlas visto con anterioridad y casi podía asegurara que cada pieza de ropa tenia impreso el sello de la familia de Yoruichi. Sin lugar a dudas esa chica era su hermana menor.

Ichigo la siguió sigiloso hasta que la silueta paró, en un lugar que juro jamás haber visto, a pesar que pasaba por ahí todo el tiempo, se trataba de una colina levemente inclinada. Karin no tardo en apresurarse a subir al pie de la colina, donde parecía que alguien más la esperaba.

«Al menso esta vez, no esta apunto de morir». — Pensó Ichigo relajando su semblante, lo que no duro mucho al reconocer a la otra silueta de pie en la cima de la colina, recargado en el barandal. No era otro que el capitán de corta estatura y cabello blanco, que sostenía una extraña amistad con su sarcástica hermana.

¡Te matare! — Amenazo Ichigo corriendo hacia el peli-blanco, pero solo logro atravesarlo cayendo irremediablemente por el barandal, de cabeza.

¿Que demonios? — Murmuro Ichigo incrédulo y enojado por lo sucedido, manteniéndose en una posición para nada cómoda, del otro lado de la barandilla.

¡¿De que te ríes imbécil?! — Reclamo Ichigo en un grito, al notar como los labios del amargado capitán se curveaban en una tonta sonrisa. Que juro jamás a ver visto, no tardo en levantarse al darse cuenta que la sonrisa no era dirigida hacia el.

Pensé que no ibas a venir. — Hablo el peliblanco sonriendo torpemente hacia su hermana.

¡Quita esa cara de idiota! — Se quejo Ichigo parado en medio de ambos, pero estos parecían ignorarlo.

Que falta de confianza ¡Hitsugaya Taicho! — Contesto juguetonamente Karin, regresando la misma tonta sonrisa.

Creí haberte escuchado decir alguna vez que jamás me llamarías Hitsugaya taicho. — Se burlo el capitán acercándose deliberadamente a Karin.

¡Oye! ¿Te estoy hablando, imbécil? — Grito Ichigo desenvainado a zangetsu, tratando de detenerle, pero sin tener éxito alguno ya que solo le atravesó como si fuera un fantasma.

¡Ahhh! — Dio un grito de guerra Ichigo apunto de caer por el barandal de nuevo, pero gracias a su zampakuto pudo evitarlo.

¿Acaso no puedo cambiar de opinión? — Rio Karin, sin moverse ni un centímetro de su posición, siendo capturada fácilmente entre los brazos del chico.

¡Siempre me ha gustado esta parte de ti! — Confeso el peliblanco juntando sus labios con los de Karin que correspondió gustosa, envolviendo los brazos alrededor del capitán. Ante esa espantosa imagen, ichigo se quedo de piedra con una mirada horrorizada y la quijada hasta el suelo. Esa escena se mantendría en su memoria por siempre, repitiéndose una y otra vez, traumatizándolo de por vida.

¡Quita tu cara de la de mi hermana! — Reacciono Ichigo, pero solo logro atravesar a ambos chicos.

¿Que rayos pasa aquí? ¿Por que no puedo tocarles? — Grito Ichigo resignándose a que no podía interferir, ni hacer otra cosa más que observar.

—"Es hora" — Susurro Toshirou contra los labios de su hermana, dejándola libre de su cálida prisión.

¿Dolerá? — Pregunto Karin levemente sonrojada.

¿Doler? ¿De que esta hablando? — Se horrorizo Ichigo, echando a volar su imaginación en diversos escenarios escandalosos.

Seré cuidadoso. Lo prometo. — Prometió el chico besando de nuevo a su hermana. Este se alejo un poco desenvainando su zampakuto sin que ichigo fuera consiente de ello, el shinigami sustituto estaba ardiendo en rabia.

¡Enano pervertido! ¿Que planeas hacerle a mi hermana?— Exploto Ichigo. Colocándose delante de su hermana. Aun sabiendo que era inútil protegerla con su situación actual.

Pe-pero antes que nada. — Toshirou murmuro pensativo, lo que congelo a ichigo al igual que a karin.

¿Quiero saber? Si estas absolutamente segura de esto; tus amigos, tu familia, estas segura de dejarlos atrás, por mi. — Declaro el chico, sin apartar la vista en ningún solo instante.

¿El? ¿El, le esta dando opciones? — Susurro Ichigo un poco más calmado, no lo suficiente.

Karin se quedo por unos instantes en completo silencio, parecía meditar las cosas antes dar una respuesta, lo que comenzaba a tranquilizar de momento a Ichigo.

¿Creí que ya habíamos aclarado ese punto? — Sentencio Karin con el ceño fruncido.

Si lo se. — bajo la mirada. — Pero yo puedo esperar, lo que sea necesario por ti. Si, si tú no quieres yo… — hablo no queriendo terminar la frase mientras ejercía presión sobre la empuñadura de Hyōrinmaru.

Karin. — Susurro Ichigo girándose a su hermana en busca de una repuestas. Esta empuño las manos antes de avanzar y levantar su rostro, mostrando una mirada muy conocida para Ichigo, que se mantuvo de pie aun después de sentirla atravesándolo.

¡No, Karin! — Hablo Ichigo recordando esa mirada de determinación en el mismo. Cuando juro luchar contra todo por el amor de Rukia, incluso contra la sociedad de alma.

—"Toshioru" — Susurro Karin acariciando el rostro del muchacho, obligándolo a verla. Ichigo se congelo ante tal imagen.

Yo no quiero esperar. Ambos sabemos que cuando muera perderé todos mis recuerdos ¿Y si mi vida humana, es un impedimento para estar contigo? ¡No la quiero! — Argumento Karin, logrando que el chico aflojara el agarre de la empuñadura de la katana, mientras que Karin alineaba el filo en el centro de su ser.

¿Karin que esta haciendo? — Grito Ichigo lo más que sus pulmones y garganta cansada, le permitían.

¡Tu hermano me matara! — Murmuro Toshirou con una sonrisa ladeada.

Ambos sabemos ¿Que ya estas muerto? — Se burlo con sarcasmo Karin.

Aléjate karin. — Grito el peli naranja corriendo desesperado para impedir lo inevitable.

Te amo. — Susurro el chico contra el hombro de Karin.

Lo se. — Murmuro Karin siendo atravesada por la katana.

¡Noooo! — Grito Ichigo siendo segado por el enorme resplandor que produjo el traspaso del poder.

¡Nooo…Nooo! — Grito Ichigo abriendo los ojos deliberadamente, descubriendo que estaba de nuevo en el silencio de su cómoda habitación, tirado en el suelo junto a su cama, empapado en sudor.

«Otra vez la misma pesadilla». — Caviló llevándose ambas manos al rostro mientras cerraba con cansancio los ojos.

Ichigo ¿Te encuentras bien? — Pregunto Rukia con curiosidad.

Rukia ¿Qué haces aquí? — Interrogo Ichigo con otra pregunta encontrándose de frente con la tés pálida del hermoso rostro de rukia.

Dormí aquí descerebrado. — Confeso cruzándose de brazos y cambiando su semblante a uno repleto de molestia.

Eso no explica ¿Porque rayos estoy en el suelo? — Gruñó Ichigo levantándose del suelo, con su espalda y músculos adoloridos.

¡Porque eres muy idiota! — Contesto Rukia con una sonrisa vengativa en su rostro.

Claro que no. Es porque tú te mueves demasiado. — Comenzó una pelea Ichigo con el ceño completamente fruncido.

Presupuestó que no. Tú fuiste el que te caíste de la cama mientras dormías. — Se defendió Rukia con la misma mirada llena de ferocidad. Parecía ser que pequeñas chispas salían de los ojos de ambos.

Dejen sus peleas de pareja para después. — Sentencio una voz desde la ventana. Haciendo que ambos giraran sus rostros, dejando de lado la estúpida pelea que habían comenzado.

¿Tu? — Aulló Ichigo señalando con su dedo acusador al peliblanco, que se encontraba recargado contra el marco de la ventana. Sin pesarlo mucho, el shinigami sustituto se lanzo hacia el chico con todo el afán de ahorcarlo.

¡Hitsugaya Taicho! — Murmuro Rukia avergonzada atravesándose en el camino de Ichigo, que al detenerse abruptamente tropezó con sus propios pies y cayo al suelo, dándose duro en la cabezota.

¡Kurosaki, tenemos que hablar! ¡Ahora!. — Ordeno el capitán adoptando su semblante serio.

No tengo nada que hablar contigo. — Grito Ichigo tratando de levantarse.

¿Ya pudiste hablar con el? — Se escucho otra voz y de la nada apareció Karin, sentándose en el regazo del chico.

¡Acaso ves que tu hermano este tratando de matarme! — Murmuro el peliblanco con una vena palpitante en su frente.

¡Karin! — Ichigo abrió los ojos mas de lo común, al verla vestida con ropas shinigamis, incluso parecía ignorar el hecho de que estaba cómodamente sentada en el regazo del pequeño capitán y a este no parecía molestarle en lo mas mínimo.

¡Ups! ¡Creo que eso significa un no! — Rio nerviosamente Karin.

¿Tú crees? — Hablo Toshirou molesto.

¡Creo que te esperare abajo! — dijo Karin plantando un beso en los labios del peli-blanco. Tomando desprevenido, incluso parecía como si su mal humor y frialdad nunca hubieran estado.

«Que rayos. Creí haberme despertado». — Pensó horrorizado Ichigo observando como su hermana besaba al chico, sin importarle que el estaba presente y Rukia no parecía incomodarle en lo mas mínimo, como si estuviera acostumbrada a ello.

Bien. — Murmuro Toshirou levemente sonrojado por el anterior contacto. Sin ser consiente en que momento la tomo por la cintura.

¡Dejen de hacer eso frente a mí! — Gruño un enfadado Ichigo lanzándoles su placa de shinigami, que ambos esquivaron sin inconveniente.

¿Hacer que? — Interrogaron ambos.

Ya deberías de estar acostumbrado. Lo hacen todo el tiempo. — dijo Rukia.

Por cierto Ichi-ni. Deberías ponerte algo de ropa. — Hablo Karin señalando la desnudez de su hermano mayor.

¿Qué? — Grito Ichigo avergonzado, cubriéndose a como podía con la pequeña almohada.

¿Que poco pudor tienes, Kurosaki? Mostrándote de esa manera ante tu hermana. — hablo el peli-blanco fríamente.

Largo de aquí los dos. — Grito furioso Ichigo con la cara completamente roja de vergüenza y rabia.

¡Si, como sea! — Le resto importancia Karin de pie en el cielo con shunpo.

Nosotros solo queríamos decirte que estamos saliendo. — Explico el peliblanco.

¿Que? — Dijo incrédulo.

Lo que escuchaste Ichi-ni. —

No, de nuevo. — Lloriqueo Ichigo.

¡Ahhhh! — Se despertó gritando Ichigo, pero el grito fue opacado por lo que se estampo contra su cara.

¡Maldición Ichigo! — Grito Kon somnoliento saliendo del armario solo para lanzar le lo primero que tenia a la mano. Que era una almohada.

Ichigo estaba apunto de reclamarle al alma modificada.

¡No me dejas dormir Kurosaki! — Se abrió la ventana dejando ver al peliblanco en pijamas, que también le lanzo una almohada.

¿Tu? — Trato de matarlo Ichigo, pero una tormenta de almohadas lo detuvo.

¡Deja de hacer escándalo, Ichi-ni! — Grito Karin apareciendo en el marco de la puerta, acompañada de su melliza y Rukia.

Deberías de ser mas consiente, Oni-chan. Mañana todos tenemos escuela. — Regaño Yuzu dejando de lado su tono dulce y amable que le caracterizaba.

Déjenlo, tal vez esta teniendo sueños húmedos con mí amada tercera hija. — Grito Isshin lleno de emoción. Emoción que desapareció al sentir el impacto del pie descalzó de Ichigo contra su rostro.

¡Cállate viejo pervertido! — Dijo Ichigo mandándolo lejos de su habitación.

¡Todos fuera de mi habitación! — Grito Ichigo en un ataque de ira. Sacando a todos al pasillo.

Eres todo una terapeuta ¿No? papá. — Sentencio Karin.

¿Yo? Que fue lo que hice. — lloriqueo Isshin, levantándose del suelo sin ningún rasguño.

Olvídalo. — murmuro Karin.

Sera mejor que todos vallamos a la cama. — Dijo una muy cansada Rukia.

Si tienes razón, Rukia-ne. — Coincidió Yuzu caminando rumbo a su habitación junto a rukia.

-¡Yo también me voy a la cama! — Anuncio Isshin desapareciendo por el pasillo.

¿Y tu? ¿Que rayos hacías en el techo? — Pregunto Karin levantando una ceja.

Estaba vigilando. — Respondió sin mucho interés el peliblanco, dirigiéndose a su habitación.

No he visto ni un solo hollow, ni siquiera almas, desde que la Sekaimon se cerró. — Hablo Karin ganando la completa atención del peliblanco — ¡Eso me preocupa! ¿Quiero decir?… Esto no afecta a la sociedad de almas — Reflexiono Karin.

No había pensado en ello. — Murmuro Toshirou recargándose en la pared.

Gente muere todo el tiempo. Y me estaba preguntando ¿A donde van todas las almas que no pueden cruzar a la sociedad de almas? — pregunto Karin muy interesada.

Te explicare, pero no aquí. — Hablo Toshirou invitándola a pasar a su habitación.

Creo que me estoy volviendo loco. — Murmuró Ichigo espiando a su hermana y al peliblanco por la pequeña abertura de la puerta. Pero sin alcanzar a ver como su hermana seguía a Toshirou.

… ღ…

Orihime y Ulquiorra caminaban pausadamente por las calles de Karakura charlando animadamente, bueno más bien Orihime no dejaba de atiborrar-lo con preguntas algunas importantes otras sin sentido alguno e Ulquiorra solo se limitaba a contestar. Ajenos a que miles de jovencitas adolescentes les observaban con corazoncillos en los ojos murmurando idioteces sin sentido.

¡Que linda pareja hacen! — Cuchicheaban con ilusión un par de jovencitas de secundaria.

¿Podre realizar un cero? — Pregunto Orihime interesada.

Se supone que todos podemos hacerlo, pero…. en tu caso. — Respondió Ulquiorra deteniéndose un momento a pensar.

¡Oye, ¿puedo preguntarte algo más?! — Indago Orihime deteniendo sus pasos frente a el. Quedando cara a cara.

Lo has estado haciendo toda la mañana. — Comento el Ulquiorra con frialdad y sarcasmo, observando hacia otro lado tratando de no concentrarse mucho en la mirada soñadora de la chica. Tal parecía que perder su corazón no le afecto en nada, seguía con la misma actitud de niña infantil.

¡Oh! ¿Es que?, no es algo sobre hollow y no se si podrías saber algo al respecto. — Parecía dudosa al hablar, lo que alentó la intriga de Ulquiorra al intentar deducir lo que quería preguntar. El solo asintió en silencio para que prosiguiera.

Los shinigamis pueden tener relaciones con los humanos. Interrogo susurrante. Sus mejillas ardieron al pensar que su pregunta se podía malinterpretar en más de un sentido.

¡Eh! .Murmuro Ulquiorra no entendiendo bien por qué le preguntaba aquello, ni por qué se sonrojo segundos después de decir lo que dijo.

Yo… yo. Jugo con sus dedos al momento que tartamudeaba frases inentendibles.

Me refiero a si ellos pueden sostener una relación de más que amigos con los humanos. Se corrigió ruborizándose.

No, es en contra de la naturaleza, ellos ya están muertos al igual que nosotros. Además está prohibido. Respondido retándole importancia a las acciones de Orihime.

Quieres decir que yo… Yo también. No podía terminar su frase, algo dentro de ella se quebró no queriendo recordar que estaba muerta.

« ¿En qué diablos estás pensando Orihime? El que los dos estemos muertos no significa que él se fije en ti, no hay probabilidades» Se reprendió mentalmente negando con la cabeza varias veces.

Literalmente sí. No sabemos si tu cuerpo humano sobrevivió a la explosión. Respondió sin ningún rasgo de sentimientos a pesar de darse cuenta de la mirada de tristeza en la chica.

«Tal vez ese beso que me dio… no significo nada» Agacho la cabeza tratando de ocultar su tristeza, no porque lamentara haber muerto, sino porque no entendía por primera vez sus sentimientos. Una parte de ella se negaba a aceptar que se estaba enamorada de la frialdad del espada.

¿Porque estas tan interesada? Ulquiorra desvió el tema.

A pesar que se había propuesto entender los sentimientos humanos, pero, por más que se esforzaba no lograba entenderlos del todo, incluso lo que el mismo estaba sintiendo era un mundo completamente desconocido. Sintió un retortijón internamente al pesar que la chica frente a él se comenzaba arrepentir de haberse deshecho de su corazón, por culpa de él.

Lo que sucede es que… — levanto su rostro mientras seguía jugando con sus dedos por segunda vez en el día, lo que le recordó una situación similar a Ulquiorra pero en cierta shinigami, bajita de ojos violetas, unas semanas tras, junto con una conversación que escucho por error.

Semanas atrás.

Ulquiorra esperaba impaciente a Orihime, fuera de las instalaciones de la escuela preparatoria recibiendo miradas extrañas de tanto chicas como chicos, claro que con diferentes intenciones, unas con admiración y otros con celos, ya que no era la primera vez que se encontraba ahí. Una de las cosas que más molestaba al espada era esperar por lo tanto decidió mejor ir a buscar a la mujer.

Camino lentamente por la escuela hasta ingresar a un solitario lugar donde la población estudiantil se reducía al mínimo y los murmullos de los estudiantes de escuchaban cada vez más lejanos, había un montón de casilleros donde se guardaban los zapatos, al seguir avanzando escucho la voz de Orihime charlando con alguien más.

Entonces… ¿Ichigo y tú están juntos?

Sí, pero hay otras cosas que me preocupan. — Respondido Rukia suspirando sonorosamente. En verdad le agradaba contar con alguien más además de Renji, si era su mejor amigo pero a veces era vergonzoso contarle todo, agradecía tener a Orihime de su parte para platicar cosas de chicas.

¿Cómo qué? Los dos se miran tan bien juntos. No deberían preocuparte otras cosas más que disfrutar de lo que tienes, aun no entiendo porque no quieres que todos se enteren. — Murmuró apenada Orihime provocando la aparición de un rubor en las mejillas de la morena.

No es tan sencillo, Orihime. Fue difícil aceptar mis sentimientos, pero ahora que sé que me quiere, tenemos que preocuparnos por la sociedad de almas, no deben de enterarse. Ellos jamás aceptarían lo mío con Ichigo. — Dijo sus preocupaciones con total libertad.

Mu... Orihime. — Interrumpió la conversación Ulquiorra corrigiéndose así mismo para no levantar sospechas, lo que fue inevitable ya que la pequeña shinigami lo observo con curiosidad.

¡Tengo que irme! ¡Nos vemos mañana! — Grito tratando de ocultar su nerviosismo, comenzado a correr sin esperar contestación de la peli-naranja.

¡Adiós! — Grito Orihime igual o más nerviosa que la pelinegra.

Actualidad

Quieres ayudar a esa shinigami, ¿No es así? — Dijo con seriedad al entender del porqué de las preguntas de la mujer.

Sí. — Contesto con su habitual voz tímida.

Eso no debería ser de nuestra incumbencia.

Lo sé, pero… Mira, esos ¿No son? Kurosaki-kun y Kuchiki-san. — Comento Orihime señalando la ventana de un restaurante donde Rukia comía apresurada.

… ღ…

Restaurant

¿Cómo es que puedes comer tanto? — Pregunto Ichigo moviendo la cuchara de su café humeante, que estaba medio lleno.

Tengo que aprovechar. Porque quién sabe, cuando vuelva a tener la oportunidad de quedarme en el mundo humano por tiempo indefinido, lo más seguro es que en la sociedad de almas estén trabajando día y noche para llevarnos de vuelta. — Respondió Rukia dándose un espacio para hablar entre bocado y bocado.

No deberías de preocuparte por eso ahora. — Hablo Ichigo casi susurrante antes de beber un trago de su café.

Lo sé. — Contesto Rukia sin mucho ánimo pero si con hambre, ya que se llevó a la boca otro gran bocado de los panqueques con miel y fresas que Ichigo ordeno para ambos. Aunque literalmente la única que estaba comiendo como si fuera su ultimo desayuno en la vida, era la pelinegra.

A veces parece, como si quisieras que arreglaran la sekaimon, lo más rápido posible para dejarme. — Mascullo Ichigo dolido provocando que el tenedor de Rukia cayera de sus manos estrellándose contra el plato después de a ver escuchado las últimas palabras del peli-naranja.

«Tal vez soné demasiado entusiasta» Pensó Rukia recapacitando sus palabras una y otra vez.

«Que estupideces estoy diciendo y desde cuando soy tan expresivo. Tú no eres así Ichigo» Cavilo con frustración, dándose cuenta que dijo en voz alta aquello que le estaba torturando por dentro. También se estaba cuestionando del porque últimamente comenzaba a abrirse con esa testaruda shinigami de la que estaba perdidamente enamorado.

Yo… yo no quise decir eso. — Murmuro la voz de Rukia contra su hombro, sorprendiendo notablemente a Ichigo al sentir el aliento de rukia en su cuello, estaba tan absortó en sus pensamientos que jamás se dio cuenta en que momento el asiento a su lado fue ocupado por la shinigami. Sin embargo el no se movió ni un centímetro, en otro momento tal vez se hubiera sonrojado y puesto nervioso, pero lentamente se había acostumbrado a ese tipo de cercanía que hoy en día le hacia sentirse re confortable.

Lo… lo siento. Se disculpo tragándose todo su orgullo, creyendo que el chico se molesto y por eso se mantuvo estático, en lo que estaba equivocada.

¿Porque? — Ichigo sonrió abiertamente al notar que Rukia se trago todo su orgullo para decir aquellas palabras.

Perdón, si lo que te dije te hiso enojar. — Musculo cabizbaja, pero la risa energética de ichigo la hizo enfurecer.

«Después de lo que me costo pedirle disculpas, como osa reírse de mi. Me las pagara»Pensó airadamente.

De que te ríes, idiota. — Se separo enfurecida golpeo el brazo del chico con fuerza, tal vez no demasiada ya que el no se movió, solo seguía riéndose.

Nunca creí que me pedirías disculpas. Después de todo solo dije una estupidez — Dijo sonriendo.

¡Ah! Entonces crees que es una estupidez que te deje. Prefieres que me… — No termino de hablar cuando un brazo la atrajo con fuerza contra el pecho de Ichigo. Rukia tenía su oreja tan cerca del shinigami que podía escuchar los latidos acelerados del corazón de peli -naranja, se quedaron en silencio por unos segundos, antes de que este la obligara a separarse.

Tonta. — Murmuró Ichigo pegando su frente con la shinigami, perdiéndose en las pupilas violetas de Rukia, haciéndola sonrojar, sin apartar su mirada.

¿Que sucede….? De nuevo no la dejo pronunciar palabra, colocando suavemente un dedo sobre sus labios.

No digas nada. — Murmuro ichigo cerrando sus ojos y ladeando su rostro, aproximando su boca lentamente a los labios de Rukia…

En ese mismo momento un grupo de chicas del mismo salón de Ichigo caminaban por el otro lado de la acera, conversando sobre temas triviales cuando de pronto una de ellas se quedo atrás, agachándose para abrocharse la cuerda de uno de sus zapatos.

— ¡Esperemos a Ryo! — Aviso una de las chicas parándose en seco seguida del resto. Ryo era más alta que cualquiera de su salón, cabello largo color negro. Al levantarse se percato de algo peculiar al otro lado de banqueta.

¡Eh, chicas! ¿Qué, ese no es Ichigo? — Dijo admirada logrando que todas se giraran a ver si en verdad era el chico matón que todas conocían. Aquel que negaba estar saliendo con alguien.

¡Esta con una chica! — Gritaron todas en coro, sin reconocer a la chica.

Déjenlo en paz. — Murmuro con aburrimiento Tatsuki fingiendo no tener interés, pero algo dentro de ella le estaba preocupando al no ver a Rukia con Ichigo.

« ¿Sera que esta engañándola?… No, no puede ser» — Pensó con preocupación pero después de oír lo siguiente se tranquilizo.

Y la chica es…. ¿Kuchiki? Comunico Chizuru jadeante, abriendo los ojos más de lo normal.

Sabía que estaba saliendo con Kuchiki. ¿Que idiota se hubiera creído esa mentira de que solo son amigos? — Volvió hablar Chizuru limpiado sus anteojos que de la impresión se empañaron.

¡Déjame recordarte que en su momento, tú te lo creíste! — Dijo con sarcasmo Tatsuki, siguiendo su camino.

Lucen bien juntos. — Comento Ryo.

¡Oh, dios! ¡Están apunto de besarse! — Grito excitada Chizuru y en un arrebato quiso cruzar la calle para pegar su carota con el vidrio, pero por suerte fue detenida por una malhumorada Tatsuki.

¡Déjalos en paz pervertida! — Grito aventándole contra la pared. Las personas que pasaban comenzaron a observarlas con terror.

No me digas, que tú no quieres ver. — Se molesto falsamente Chizuru.

Chicas compórtense ¿Qué parece que ya se dieron cuenta que los descubrimos? — Murmuro otra de las chicas.

Actúen natural. — Sugirió Ryo.

Ho… Hola. — Interrumpió el apasionado momento en el que sus labios se unieron en un beso que ambos estaban esperando que sucediera, una tímida voz que ambos reconocieron

¡Orihime! — Hablaron a la vez separándose bruscamente, con las caras totalmente sonrojadas.

¿Si querían mantener su relación en secreto? Les informo que no están haciendo un buen trabajo. — Comunico Orihime señalando discretamente hacia un punto fijo.

¡¿Que?! — Gritaron ambos exaltados al notar que algunas de sus compañeras de clase, incluidas Tatsuki discutían al otro lado de la calle, pero en el momento que ambos las vieron, dejaron su pelea de lado, mirándolos con la boca abierta y de un momento a otro les saludaron antes de desparecer entre la gente como si no hubieran visto nada.

¿Que vamos hacer Ichigo? Seguramente le dirán a toda la escuela. — Hablo Rukia en extremo preocupada.

Nada. — Contestó Ichigo relajándose en su asiento terminado de beber el trago que quedaba de su café.

¿Como que nada? — Se exalto Rukia golpeado la mesa con ambas manos, recibiendo miradas extrañadas de todas las personas dentro del restaurante.

Lo siento. — Se disculpo con las personas del lugar, regresando a donde estaba sentada momentos antes de que discutiera con Ichigo.

¿Que pasa si la sociedad de almas se entera? — Dijo Orihime sentándose al lado de Rukia, igual de preocupada.

¿Que se le va hacer? Además, la Sekaimon esta cerrada, no hay forma de que se enteren y no creo que Toshirou, lo sepa. — Hablo Ichigo totalmente calmado.

El, lo sabe. — Confeso Rukia.

¿Que? ¿Cuando?— Grito esta vez Ichigo, tirando a la mierda toda su fachada de tranquilidad.

No seas idiota Ichigo. Acuérdate de ese día que nos descubrió en tu cuarto. — Reprendió Rukia a Ichigo.

Es cierto. Pero no creo que sea un problema. — Le resto importancia Ichigo al tener mas vivido en su mente el recuerdo de ese día y las palabras del capitán "Lo que hagan en su tiempo libre es cosa que no me importa"

¿Estan seguros? Después de todo el es un capitán. — Dijo Orihime durativa, recordando que cuando estuvieron viviendo con ella, el era responsable y siempre informaba de todo a sus superiores. Aunque últimamente estaba dejando pasar un par de cosas, como fue al caso de su desaparición.

Si, pero me dijo que el no diría nada, no soy su subordinado y mientras que mi relación con Ichigo no interfiera con mi trabajo, podía hacer lo que quiera. — Dijo la verdad a medias para no contarle a Ichigo absolutamente nada del capitán.

Orihime. — Llamo una voz desde la puerta del restauran.

«Por un momento creí reconocer esa voz». — Cavilo Ichigo observando al amigo de la castaña.

«No es posible. Estoy segura de haber escuchado esa voz en otra parte» Puso a trabajar a un cerebro rukia sin quitarle la mirada al peli-negro.

Es cierto ya es tarde. — Grito Orihime logrando que ambos shinigamis centraran su mirada en ella.

Espérenme, solo pago y nos vamos. — Aviso Ichigo tomando su mochila antes de dirigirse a la caja.

¿Porque estaban desayunado aquí? Por lo que se Yuzu siempre hace el desayuno para todos. — Preguntó interesada Orihime.

Si, pero es que hoy….

Flash Black

Una soñolienta Karin bajaba las escaleras lentamente, bostezando sonorosamente, parecía un zombi andante y las ojeras en sus ojos no ayudaban en nada.

¡Buenos días!— Saludo al sentarse en la mesa junto a Toshirou.

¿Te encuentras bien? —Pregunto el capitán interesado.

Si, ¿Por qué? — Cuestiono Karin.

Por Nada. — Contesto rápidamente Toshirou.

Si no te conociera diría que me estas ocultando algo. — Comento Karin suspicaz clavando su aguda y penetrante mirada en el peli-blanco.

Estas imaginando cosas. —Respondió Toshirou y para su buena suerte apareció Yuzu.

El desayuno esta listo. — Anuncio Yuzu colocando un par de platos con un suculento desayuno.

Que bueno. Porque me muero de hambre. — Se alegro Karin tomando entre sus manos los palillos.

¡Yo también! — Anuncio Ichigo apareciendo por las escaleras.

Háganme un espacio. — Dijo Ichigo, colocando una silla en medio de Karin y Toshirou.

¡Maldición, Ichi-ni! — Hablo con molestia Karin sintiendo el peso de Ichigo sobre su espalda.

Oni-chan, no necesitas sentarte ahí. Hay más espacio aquí. — Dijo Yuzu señalando el lado contrario de la mesa donde no había nadie.

No, aquí esta bien. Karin solo tiene que separarse un poco del enano y cabré. — Dijo Ichigo empujando a su hermana y golpeando intencionalmente la nuca del peliblanco, estampándole la cara en la mesa.

¡Oh! Hitsugaya-kun ¿Te encuentras bien? — Grito preocupada Yuzu al sentir como la mesa se estremeció con el golpe.

Kurosaki. — Murmuro con molestia el peliblanco mostrando un hematoma en la frente, seguido de un levantamiento de su congelan te reiatsu.

No tenías que hacer eso. —Regaño Karin airadamente.

Fue un accidente. — Se defendió Ichigo riendo.

Pensándolo bien no tengo mucha hambre. — Hablo Karin dejando su comida de lado, tomando su mochila y saliendo de la sala en silencio.

Karin. — Dijo Toshioru imitando a la pelinegra para alcanzarle.

Ichi-ni. No te parece que Hitsugaya-kun esta mas cerca de Karin. — Murmuro Yuzu, momento después de que ambos chicos desaparecieron por la puerta principal.

A veces ¿Por qué? — Murmuro ceñudo comenzando a comer en silencio.

Si de hecho en la escuela todos piensan que andan juntos. — Comento Yuzu recogiendo el desayuno a medio comer que dejo su melliza, llevándolo a la cocina, pero al volver se encontró con la mesa vacía.

¡Oni-chan tu desayuno! — Grito extrañada, corriendo a la puerta.

¡Buenos días, Ichigo! — Apareció Rukia bajando las escaleras con su mochila en mano.

¡No tiene nada de buenos y vámonos ya! — La tomo de la mano jalándola con fuerza a la salida, contestarle el saludo de mala gana.

— ¡Espera mi desayuno! — Se quejo Rukia siendo jalada por Ichigo.

En el camino te compro algo. — Prometió Ichigo.

¡Buenos días, familia!— Saludo un energético Isshin, pero absolutamente nadie le contesto.

Acaso todos se quedaron dormidos. Pero si hoy es viernes. — Murmuro caminando rumbo a la cocina donde se encontró por fin con un poco de civilización.

— ¿Donde están todos? — Pregunto a la menor de sus hijos que se encontraba lavando los trates.

No se. — Respondió con sinceridad.

— Karin se enojo y Hitsugaya-kun la siguió. Después Oni-chan se fue arrastrando a Rukia-ne con el. — Explico, dejando de lavar para enfocarse en empacar almuerzos.

Fin del Flash Black.

Y eso fue lo que paso. — Explico Rukia, justo en el momento en el que Ichigo regreso. No hablaron más sobre el tema y emprendieron camino a la preparatoria a paso veloz.

N/A:

Se que es corto, pero aun estoy trabajando en otros episodios… Estoy retomando la historia y no pienso dejarla, en cuanto mi otra historia ya estoy trabajando en ella, pero estoy teniendo problemas con algunas escenas…

Nos leemos en el próximo episodio, saludos y muchas gracias por sus revisiones.