Hola chicos ! que tal? bueno disfruten del último capitulo del fic! nos vemos abajo
Sarada Uchiha miraba mientras la nieve caía llenando de blanco el exterior, las luces de navidad iluminaban las calles y mientras algunos niños jugaban. Inspiró el aroma a su alrededor y sonrió ampliamente, su mamá había quemado el pavo de navidad y su tía Hinata había llegado a reparar el daño, sin su papá muchas veces su mamá podría ser un desastre en la cocina.
-Gracias por venir a ayudarme Hinata, como siempre me salvas- dijo Sakura saliendo de la cocina con la peliazul mientras esta se reía levemente- solo espero que puedas llegar a tiempo a casa, y que Boruto y Naruto no hayan hecho nada idiota.
-No tranquila, Himawari es la que controla a esos dos. Probablemente ella evitó que quemaran la casa mientras yo no estoy- dijo Hinata mientras recordaba como su esposo podía ser un torbellino junto a su hijo mayor.
Sarada miró su vestido rojo mientras recordaba como su amigo el día anterior le había comentado que intentaría batir su record de comer galletas de navidad, si ella fuera su tía no estaría tan tranquila, lo más seguro es que cuando llegara a su casa Boruto estaría vomitando o algo peor, el tío Naruto inconsciente y Hima jugando con Shiro, el perro de la familia.
-Pero de verdad gracias por venir, gracias a ti tendremos cena esta noche- agregó la pelirrosa como agradecimiento, después de quemar el pavo anterior se vio desesperada, y la primera persona que en que pensó para que la rescate fue Hinata, ya que Ino, tenía las peores cualidades culinarias que ella.
-De verdad no fue nada- Hinata como siempre sonrió tiernamente, entendía que su amiga esta navidad estuviera más triste y distraída así que no dudó en ir a ayudarle.
-Eres la mejor Hinata chan - Sakura abrió la puerta para que la Hyuga se vaya- Nos vemos en el hospital ¡Feliz Navidad!
-¡Feliz navidad!- dijo Sarada a modo de despido mientras hacía señas con su mano - ¡y muchas gracias tía! ¡Salude a Boruto de mi parte!
Hinata cerró la puerta y partió a su hogar, solo esperaba que no hubiera un incendio cuando llegara.
-Bueno hija, por suerte no tendremos que cenar papas fritas y hamburguesa para Navidad- dijo Sakura sonriendo mientras miraba el pavo preparado por Hinata. La verdad que sin ayuda de la Hyuga hubiera tenido que partir al local de comida rápida más cercano, porque no tenía ganas de arruinar otro pavo o en el peor de los casos, provocarle a Sarada una intoxicación.
Sarada se rió mientras acomodaba a su peluche con forma de conejo en uno de los asientos de juguete que tenía. Su mamá podía ser muy divertida a veces.
-¿Crees que papá llegue para Navidad? – preguntó mientras miraba sus zapatos negros brillantes un poco triste, su papá le habría prometido que haría todo lo posible para llegar en Navidad y de verdad quería saber si abrirían los regalos juntos.
Sasuke hace un par de meses había ganado la beca para tener la especialidad de neurocirujano y lamentablemente estaba lejos de casa, específicamente en Oxford, y no podía viajar mucho, de hecho, la última vez que lo vieron fue hace 3 meses y solo podían verse mediante videollamadas.
-Lo siento mi niña, no lo sé- dijo Sakura sacándose el delantal de cocina y dejándolo a un lado- tu sabes lo ocupado que está tu papá allá, y lamentablemente el clima no es mejor para viajar- terminó mirando para afuera como la nieve caía en finos copos.
-Está bien, mamá, lo entiendo, estaremos bien las dos- Sarada continuó mirando sus zapatos brillantes para después encender la televisión, la verdad no quería que su mamá la viera triste porque después de todo, ella hacía todo lo humanamente posible para verla feliz
Sakura miró con tristeza a su hija mientras terminaba de preparar la cena, Sasuke y Sarada tenían una relación muy cercana y siempre tenían tradiciones para navidad, como ir a dejarle el desayuno a la cama o ir a esperarla al hospital porque alguna mujer había entrado en trabajo de parto la noche de Navidad.
-Tranquila te prometo que pronto estaremos con papá- dijo haciéndole cariño en el cabello de Sarada y acomodando sus lentes.
-Eso ya lo sabía- dijo arrogantemente el pelinegro después de la extraña declaración de la Haruno.
-¿ah?- Sakura abrió los ojos desmesuradamente mientras se alejaba lentamente- ¿perdón?
-Sí, bueno, eres bastante obvia- agregó Sasuke mientras se acercaba a ella- todos saben que estás enamorada de mi
¿Acaso era tan obvia? Se preguntó la Haruno mirando fijamente al Uchiha.
Por supuesto que no. Se respondió casi de inmediato, mientras una voz irónica en su cabeza argumentaba todo lo contrario.
Sakura sonrió con vergüenza mientras los colores se iban a su rostro y se ponía completamente roja.
-Bueno, ya terminamos el trabajo- dijo la chica viendo como la lluvia cesaba afuera- creo que deberíamos hablar mañana, ¿está bien?
Sasuke miró extrañado mientras la chica casi corría para alejarse del departamento. Sabía que era un poco extraña hasta loca, pero no pensó que se iría corriendo después de haberse declarado y casi noquearlo con un par de libros.
Sakura tomó sus cosas para irse del lugar, se colocó la chaqueta café que cubría su holgado polerón gris.
Corrió rápidamente hasta que chocó con una figura alta. Uchiha Itachi la miraba tan extrañado como la había visto su hermano menor unos minutos atrás. Sakura sinceramente estaba creyendo la posibilidad de tener 3 cabezas o algo.
-¿Ocurre algo?- preguntó el Uchiha con sonrisa amable, sabía que su hermano tenía una seudo relación con su compañera de estudios y ahora se la encontraba sonrojada, con el pelo revuelto y huyendo como si hubiera cometido el peor de los pecados.
-No, nada, solo tengo que salir de aquí- dijo mientras continuó corriendo. ¡Perfecto! Hasta Itachi pensaría que era una loca de psiquiátrico, todo provocado por la peor declaración del mundo, considerando claro que el chico no le había dado ninguna respuesta de vuelta.
¡Lo cual decía claramente que él no tenía sentimientos por ella!
¡Todo era la culpa del alcohol!
La pelirrosa sonrió al ver una foto de ella y sus amigos al ordenar un poco la casa mientras Sarada se divertía viendo Los Simpson. La foto era preciosa, fue el día en que ella y Sasuke se hicieron novios, y como sus amigos no tienen límites, especialmente Naruto, fueron a espiarlos mientras que Uchiha hacía la peor declaración del mundo y ella claro, respondía de igual manera.
-Sarada tienes una llamada- dijo mientras dejaba la foto en su respectivo lugar miraba como el pequeño móvil de la niña sonaba indicando una llamada de su amigo.
-¡Si mamá! – Sarada saltó contenta mientras cogía el teléfono y contestaba- ¿si Boruto? ¿cuántas te comiste esta vez? - preguntó sentándose al frente de la ventana mientras los copos de nieve caían afuera – con Chouchou apostamos que dos tarros y Mitsuki apostó que tres, ¿Cuántos fueron?
Sakura negó con la cabeza mientras volvía a entrar a la cocina, ya eran casi las 7 de la tarde y el pavo estaría listo dentro de una hora según ella. Tomó el móvil que se hallaba encima de la cocina y marcó el número de su esposo. Un tono de llamada y dos tonos, hasta que el pelinegro respondió.
-¡Hola! ¡feliz navidad!- dijo un poco sonrojada considerando que para Sasuke ya eran más de las 12 de la noche - ¿qué tal por allá?
-Gracias Sakura- respondió el moreno- todo bien, ya sabes, por estas fechas… siempre hay más pacientes-
-¡Esfuérzate mucho entonces! – Sakura notó que la voz de su marido estaba cansada, lo más probable es que lo llamó justo después de una operación- creo que Sarada terminó de hablar con Boruto, ¿quieres hablar con ella? – preguntó rápidamente, sabía cómo era Urgencias y como los tiempos eran limitados.
-Acaba de llegar un hombre que se cayó del tejado- la voz de Sasuke sonó agitada como si estuviera corriendo- las llamó luego, ¿ya?
El teléfono dio el tono de término de la conversación. Y Sakura dejó lentamente el teléfono encima de la mesa, los ruidos de Sarada llegando a la cocina llamaron su atención.
-¿Llamaste a alguien?- preguntó la pequeña sonriendo, esperaba conversar con su papá.
-Si, pero está ocupado- Sakura se sintió mal al ver como su hija bajaba la mirada ante sus palabras- pero prometió…- comenzó a decir mientras se ponía a su altura- que nos llamaría durante la cena y tu podrás decirle lo exquisito de mi pavo.
-¡Mamá! – dijo Sarada entre risas mirando a su mamá fijamente a los ojos – el pavo lo vino a preparar tía Hinata.
-Pero le diremos a papá que lo preparé yo- la pelirrosa se rió mientras le hacía cariño en el pelo- y esa será la historia que le contaré a mis nietos.
Llevaba aproximadamente 1 semana huyendo del Uchiha por los pasillos de la facultad, era rara, lo sabía, pero había puesto a sus dos amigas vigilando cada lugar por donde pasaba y evitaba cada turno en el compartiera con el Uchiha. Era patética, lo sabía, pero por el amor de dios, él ni siquiera respondió su declaración, ¡no quería pasar una vergüenza así de nuevo! ¡lo mejor sería olvidarse de Sasuke y evitarlo hasta que salieran de la universidad!
Se sentó feliz mientras estiraba los brazos. Pronto serían los exámenes finales y con Ino llevaban estudiando casi todas las noches. Estaba agotada y eso que aún no comenzaban. Sacó un cigarrillo de su bolso y comenzó a fumar lentamente mientras se relajaba. Quería descansar y dormir. Miró la hora y revisó su celular, tenía 2 mensajes de Ino y otro de Hinata avisando que ella haría la comida esta noche. Sonrió agradecidamente. Hinata era un sol con ella e Ino, siempre las semanas previas a los exámenes preparaba comida para todos y se sentaba con ellas a estudiar. Comida era lo que más necesitaban esos días.
Suspiró nuevamente mientras terminaba el primer cigarrillo y cuando se disponía a encender el segundo una voz llamó su atención.
-Acá estas- la voz la dejó helada completamente, Sasuke se encontraba detrás de ella. El olor de su perfume comenzó a penetrar sus fosas nasales y enloqueció. Se había olvidado lo adictivo del perfume del Uchiha.
-Hola Sasuke- dijo girando para mirar al chico a los ojos- ¿qué tal?
-Buscándote y tu escapando- susurró sentándose a su lado- ¿el segundo? – preguntó indicando el cigarro y robándole uno.
El silenció invadió el momento mientras el sol se escondía lentamente ante sus ojos, el clima comenzaba a mejorar indicando que pronto llegaría la primavera.
-¿Sabías que yo obligué a Naruto e Itachi ir a la fiesta? – comenzó hablando Sasuke.
-¿Ah? – Sakura se preguntó de cual fiesta hablaban y recordó la fiesta de Ino- la fiesta de Ino, no, perdón no sabía que tú les habías obligado.
-Sí la verdad, todo fue parte de un plan – Sasuke continuó mientras miraba hacia el horizonte- la verdad, es que ya te había visto hace unos días en la facultad y quería hablarte- ahora miró a Sakura fijamente- y te quería conocer por eso decidí ir a la fiesta, porque sabía que sería en tu casa y que la organizaba Yamanaka.
Sakura comenzó a recordar como el pelinegro se le había acercado en la fiesta y como habían reído y hablado toda la noche. Se sonrojo rápidamente al recordar cómo habían terminado aquella velada, borrachos, desnudos y ¿enamorados?
-Claramente no planeé el hecho de acostarnos, supongo que fue el momento y las hormonas– Sasuke puso una sonrisa de medio lado haciendo sonrojar más a la pelirrosa, si eso era posible- pero la verdad es que tenía trazado todo un plan para acércame a ti y tú lo arruinaste al irte escapando el otro día de mi casa.
-¿Y por qué me dices todo eso? – preguntó la joven mirándolo fijamente a los ojos temblando ante su respuesta.
-Porque me gustas y tú te empeñas en escapar de mí, por eso te lo digo- Sasuke terminó de fumar apagando la colilla del cigarro mientras lo guardaba en su bolsillo- eres, definitivamente, una molestia.
El silencio se impuso entre ambos. La Haruno miraba a su compañero en una pieza mientras el frío comenzaba a invadir su cuerpo. Estaba sorprendida, no, decir sorprendida era poco. No podía creerlo, ¿se le estaba declarando?
-¿En serio? – preguntó mientras sonreía quedadamente- ¿te gustó? ¿yo? ¿en serio?
Sasuke rió levemente, no podía creer lo insegura que era.
-¡Sarada! – dijo Sakura saliendo de la cocina con una bandeja con ensaladas- ¡apaga el televisor y ven a sentarte!
La pequeña de 9 años fue corriendo hacia la mesa mientras sentía el olor a pavo salir de la cocina. Su tía Hinata cocinaba de mil maravillas, y no quería perderse ese festín por nada del mundo.
Sonrió al ver como su mamá le servía un poco de jugo de tomates en la pequeña copa que tenía al frente. Amaba el tomate más que nada en el mundo.
-¡Provecho!- dijo tomando un trozo y masticándolo rápidamente.
Sakura se rió al ver a su hija comer el pavo de Hinata como ella lo hacía. Miró detenidamente el cabello negro y el listón rojo que lo amarraba. Esa niña era la copia exacta de Sasuke, pelinegra, porte elegante, arrogante y preciosa. Nadie diría que era su hija, excepto por su personalidad y su amor por la comida que heredó de ella.
Comían riéndose por las historias que contaba Sarada de su amigo Boruto, el chico había su record personal esa tarde comiéndose 3 tarros de galletas preparados por su mamá. El niño de Naruto y Hinata tenía un talento especial para romper records personales que incluían molestar su papá.
-Así que Mikki ganó la apuesta, ¡Y mañana en la tarde iré a la casa de Chouchou para mostrarle mis regalos de navidad!- Sarada sonrió – sé que Santa no existe, pero Chouchou cree que sí, así que le mostraré los regalos que "Santa" me dará , ya sabes, para mantener su ilusión- dijo maduramente la pelinegra comiendo un poco de ensalada.
La puerta sonó de repente llamando la atención de ambas mujeres. Sakura miró la hora y ya era tarde, ¿quién sería?
-Tú también me gustas- dijo Sakura entre susurros dejando el cigarro completamente apagado en el suelo- y me gustas mucho.
Sasuke sonrió arrogantemente.
-Eso ya lo sabía- susurró acercándose lentamente a ella para fundirse en un beso.
Los gritos de sus amigos ocultados detrás de los arbustos de la facultad no se hicieron esperar.
Ino y Naruto hicieron sonar silbatos e Itachi lanzó un poco de confeti.
Ellos los habían estado viendo todo el tiempo.
-¡Pensé que nunca se lo dirías teme! ¡eres un lento! - dijo Naruto riéndose mientras golpeaba la espalda de Sasuke en modo de burla.
-Callate baka, no te metas- el pelinegro miró hacia otro lado bajo la atenta sonrisa de Itachi, sabía que la Haruno era perfecta para su hermano, ella se encargaría de hacer a Sasuke más abierto.
-¡Felicitaciones chicos!- Hinata un poco más tímida abrazó a Sakura y sonrió por la felicidad de su amiga, ya no estaría vigilando las esquinas de la facultad para que no se tope con el Uchicha.
-¡Esto merece una foto! – gritó Ino sacando una cámara y llamando a un chico que andaba por ahí para que les fotografíe- ¡Por fin se decidieron!
Todo el grupo se acomodó para la foto, todos con ojeras, pero sonrientes. Estaban viviendo un momento increíble.
Sasuke miró de reojo a la pelirrosa que se encontraba abrazado a él y se permitió sonreír levemente.
Su plan había funcionado.
Sakura se paró rápidamente junto con Sarada a abrir la puerta, ¿quién estaría ahí si era noche Buena?
La pelirrosa giró el pomo y abrió la puerta dejando ver una figura alta perteneciente a una sola persona.
-¡Papá vinisite!- Sarada sonrió de felicidad y se aferró al cuerpo del moreno mientras este le devolvía el abrazo.
-Pero ¿cómo? - preguntó la Haruno mirándolo fijamente.
-Me llamaste justo cuando estaba subiendo al último avión- dijo el Uchiha entrando a la casa.
Sakura sonrió al ver al pelinegro lleno de ojeras, cansado pero con un brillo especial en los ojos. El mismo brillo que tenía cuando se declararon mutuamente esa tarde, después de 12 años juntos seguía teniendo el mismo brillo.
-¡Feliz navidad! – susurró Sasuke aferrándose a su cuerpo y al de Sarada- Te amo Sakura.
-Yo te amo más- dijo la pelirrosa sintiendo el abrazo de Sasuke y su aroma.
Esa sería una Feliz Navidad.
Muchas gracias por haber llegado hasta acá abajo! muchas gracias por esperarme y esperar este fics después de tanto tiempo que lo comencé! de verdad me emocionó leer en los reviews a chicas/os que me decían que se alegraban de que haya continuado por la historia!
Me gusta mucho jugar con los pasados y los futuros en los finales de los fanfics! me gusta pensar en las promesas para el futuro, por eso lo hago espero que les haya gustado y que se hayan emocionado tanto como yo para escribirlo!
espero leer sus comentarios sobre la historia, un mensaje pequeño sería el mejor regalo de navidad
nos vemos en la siguiente historia!
FELICES FIESTAS PARA TODOS