SÓLO UN HOMBRE

TWILIGHT pertenece a Stephenie Meyer

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Mañana, de Día de Gracias 2007

Había un zumbido en el fondo del café que no era rítmico ni molesto, pero era lo suficientemente fuerte para ser percibido por los clientes habituales y los no tan habituales. Uno de ellos, no habitual si se quiere ser preciso, consumía en forma ansiosa un cigarrillo mientras miraba su taza de café, fría. La mente de este hombre no estaba en el ruido, ni obviamente en la bebida frente a él, sus pensamientos eran caóticos, desgarbados y llenos de preguntas simples y no tan simples. Lo único que lo aterrizaba a la humanidad y al presente era el humo que salía de su boca y nariz, y el frío en su brazo derecho que estaba recargado a la ventana.

Del otro lado de la ventana en el frío invierno de Seattle, donde caía nieve suavemente y el viento era benévolo, otro hombre más joven, metía su cara bajo su abrigo para protegerse de el frío, que a pesar de no ser el peor que había sufrido aún hacía temblar su quijada y meter sus manos en sus bolsillos.

La unión de estos eventos fue hecha por una campana, la de la entrada del café. El hombre joven entró con mirada brillante y una sonrisa tímida buscando con sus ojos en el pequeño café, rápidamente pudo ver a el otro hombre con su cigarro, cabeza agachada y pensativo. Lo que no sabía es que el hombre al escuchar la campana y al ver quien entró decidió evitar todo contacto visual, su postura no era pensativa, era una postura cobarde y resignada. El hombre joven se acerca y se sienta frente al otro hombre.

-Hey- Dijo el hombre joven, su mirada seguía brillante y su boca trataba de contener la felicidad de ver al otro hombre.

Aquí decimos que el hombre joven es Jasper y Edward es el hombre del cigarrillo, ambos son hermanos. Si paramos aquí, uno podría hacer cualquier juicio sobre ambos, con esa poca información mucha gente es capaz de crear juicios de valor y sentenciar mentalmente conductas. Pero la historia es más profunda porque Jasper y Edward son tan diferentes como el agua y el aceite, ambos comparten buenos genes, con buena estética masculina y un cuerpo atlético, aunque ahora Edward es más delgado y porta una barba rojiza de varias semanas y ojeras. Jasper es rubio, con corte limpio y carga perfecta juventud en su piel. Pero pronto, ambos compartirán algo más que su buenos genes y el gusto por el Hockey.

Edward mira a su hermano menor con resolución y paciencia, si hay alguien en este podrido mundo que Edward ama más que a si mismo es a Jasper.

-¿Cómo va la escuela?- Pregunta Edward zambullendo su cigarrillo consumido en el café.

-Bien, A´s en todas menos en apreciación del arte, aún no me dicen, después de las vacaciones supongo...-

-Bien bien- Edward trataba de contener su auto-conmiseración pensando en lo que pudo haber hecho de haber terminado la universidad, pero luego pensaba en Jasper y todo lo que dejó valió la pena.

-¿Tu chica?-Preguntó Edward recordando a la diminuta chica de cabello corto y negro, con mucho delineador y falda demasiado corta. Edward la había visto hace unos meses cuando tuvo que ir a Seattle por unos encargos de Rod su jefe en la constructora. Definitivamente se le grabó el contorno de sus piernas pero no su nombre. Pero lo que definitivamente recordaba de ella es que no era buena para su hermano, era demasiado sexy, demasiado extrovertida y Jasper era...él era un virgen. Ella se lo comería vivo.

-Bien, ella...es...perfecta- Dijo Jasper tratando de encontrar las palabras que describían a la chica que lo traía loco. No podía creer que una chica como ella pudiera estar con un nerd como el, aburrido y con poca o nada experiencia sexual. Ella lo hacia sentirse vivo.

Ambos hombres fueron sorprendidos por la mesera, una mujer en sus 30´s de cabello teñido semi-rubio con uniforme verde aqua y una libreta gastada en sus manos.

-¿Algo de tomar caballeros?-

-Otro café-Dijo Edward sin mirarla.

-Lo mismo- Jasper respondió.

-Así que...-Dijo Jasper tratando de conversar con su hermano sobre cualquier cosa sobresaliente en su vida, porque Jasper admiraba a Edward incluso más que a su padre, pero desde que entró a la Universidad su relación era casi nula, no que Edward siempre fue muy abierto, su forma de ser siempre fue introvertida y conflictiva. Su conocimiento del verdadero Edward era poco.

Jasper sabía lo que Edward había renunciado cuando decidió quedarse en Forks a trabajar para pagar su Universidad, sabía que Edward había sido aceptado a Harvard y que era una de las personas más inteligentes que había conocido, sin exagerar, Edward poseía un coeficiente de 155, pero no sabía porque había decidido invertir en alguien como Jasper un simple humano con inteligencia normal para ir a una universidad que si bien tenía un excelente programa en Arquitectura no era tan prestigiosa como Harvard. También sabía que Edward era un hombre complejo, taciturno y que cuando amaba, era de la forma más profunda y visceral posible.

Ese pensamiento fue cortado por Edward

-¿Si sabes que todas son putas verdad?- Dijo Edward mientras encendía otro cigarrillo y luego exhalaba. Jasper no entendía si Edward preguntaba en forma retórica.

-Lo son Jasper, cada una de ellas, hermanas, tías, madres, novias. Todas. Son. Unas. Putas. Todas te van a joder porque tienen una vagina y porque pueden-

-Ella...-Ambos sabían que se referían a cierta joven mujer que Jasper amaba con locura.

-También lo es Jasper, todas lo son- La mesera interrumpió la interesante plática moral y misógina de Edward. Sirvió su café mientras Edward trataba de no mirarla, pero juraba que la mujer había escuchado al menos una parte de su comentario. La verdad es que Edward no le interesaba lo que pensara ella o cualquier otra mujer, pero de la misma forma ver a una era como infligir dolor gratuito a su mente. Edward cuando analizaba ese proceso mental se daba cuenta que tan jodido de la cabeza estaba.

Cuando la mujer tomo su tiempo en servir y al fin se fue Jasper inclinó su cuerpo hacia Edward.

-Me da gusto verte, y te extraño, eres mi familia Edward. Pero jamás, nunca hables así de ella.- Luego compuso su postura y tomó su café.

Una vez que Jasper terminó su café la mesera regresó ofreciendo servir más comentando sobre el café sin tocar de Edward.

-Corazón, no has bebido nada de tu café ¿no quieres...-

-Escucha...- Edward levantó su cara para apenas ver el nombre en la etiqueta de nombre de la mesera- ...Wendy no es tu trabajo dar comentarios sobre mi café o que hago con el, tu trabajo en este puto lugar es servir, así que sirve - Wendy, un poco en shock se quedó sin habla.

-¿Escuchaste Wendy?, sirve o lárgate- Jasper la miró y le sonrió tratando de excusar el tono rudo de su hermano.

-No queremos nada más, la cuenta por favor- Dijo Jasper a Wendy.

-¿Dónde vive ella?- Preguntó Edward

-En la residencia universitaria, está...-Pero Edward tenía que decir algo, tenía que hacerle ver a su hermano que tipo de mujer era su novia. Porque mientras Jasper pensaba lo poco que sabía de su hermano, su hermano pensaba lo mucho que conocía la situación de Jasper.

-Mira Jasper, cuando fui a visitarte hace unos meses escuché los comentarios sobre ella, casi toda la fraternidad se la ha cogido ¿ok?, se que te molesta, se que no quieres escucharlo pero eres mi hermano, ella no es para ti, ella es...tu sabes lo que pienso sobre cualquier mujer, pero ella no es para ti- Dijo Edward un poco exasperado por no poder describir su antipatía por la novia de su hermano, que si bien estaba fundada con todos esos comentarios que escuchó, él no la conocía, pero sabía lo suficiente de mujeres femme fatale para saber que ella era una perra que arrancaría el corazón de su hermano y lo usaría para alimentar perros callejeros.

Jasper contuvo su ira y trató de pensar en una forma caballerosa de defender a su novia, pero no la encontró así que se levantó y salió del café.

Edward dejó un billete de 20, salió del café y vio a Jasper recargado sobre su pick up Chevy 1994. Edward entró al pick up para conducir y luego quitó el seguro del copiloto, Jasper entró en silencio y con un visible descontento por su hermano.

-¿En la residencia de m..-

-Si, la residencia que está frente a la mía, donde escuchaste todas esas cosas sobre ella- Edward se sentía un poco mal por exponer así a la golfa, pero no podía arrepentirse de al menos haber prevenido a su hermano de esa horrible desilusión que lo seguiría, entre más amas, más dura es la caída, eso lo había aprendido Edward en forma dura y cruel.

El camino del café a la residencia universitaria de mujeres estaba a escasos 5 minutos en auto, pero el tiempo transcurre diferente cuando hay silencios. El tiempo transcurría rápido para Jasper que sólo imaginaba abrazar a su chica, y corría lento a Edward que trataba de ignorar la culpabilidad que sentía. Ambos hombres temían la creación del trío que se formaría con la chica en cuestión.

Imagina a dos hombres uno sensible y lleno de ilusiones, y otro emocionalmente exhausto y con cero expectativas. Ambos hombres aman en diferentes niveles, ambos hombres crean ciertas esperanzas normalmente humanas, pero más que nada ambos tienen el mismo gusto en mujeres. Parecería que los hombres Cullen tenían cierta afinidad por mujeres diminutas, de cabello negro, ojos expresivos y con problemas de identidad.

-¡Bella!- Gritó Jasper al ver a su novia saliendo de la puerta de dormitorios, cual película romántica ella corrió a sus brazos y él la levantó en sus brazos. Edward por su parte con el enésimo cigarrillo en su posesión sólo evadió la escena aún sentado en su Chevy, sin embargo contaba hasta 20 en su mente, diciendo que eso es lo que esperaría en ese puto frío a que su hermano terminara de demostrar su indebida devoción.

Jasper tomó de la mano a Bella que estaba con un enorme abrigo que le llegaba a las rodillas, llevaba medias negras traslucidas, unos docmarten, mucho delineador negro con un gorro rojo mientras exhalaba vapor condensándose en sus lentes oscuros.

-Edward creo que ya conoces a Bella- Bella removió sus lentes y sonrió a Edward.

-Hey, hola Edward, me alegra que me invitaran a pasar el día de gracias con ustedes- Dijo rápida y en tono torpe, Bella era una chica segura de si misma pero el hermano de Jasper siempre la veía como lo hacía su padre, juzgando y esperando que cometiera un error. Edward la ponía con los pelos de punta, no del buen tipo.

Edward exhaló un poco de humo por la boca y otro por la nariz

-Yo no fui, pero me alegra que estés alegre de compartir tan importante evento estadounidense entre mi hermano y mi padre- Edward dijo sarcásticamente portando una sonrisa que Bella interpretó incorrectamente.

-¿No cenarás con nosotros?- Preguntó Bella aún fuera del Chevy con Jasper a un lado de ella.

-Jasper, ¿te importaría decirle a tu curiosa novia que tenemos 3 horas de camino y que podríamos hablar de cualquier plática trivial y monumental que deseé pero que por favor se suba al auto?-

Bella al fin entendió que Edward no estaba aquí en son de paz y que lo mejor sería evitarlo lo más posible. Jasper siendo el caballero que es dejó que Bella subiera primero que él, haciendo la situación aún más tensa. Pues ahora Edward que manejaba un pick up de cambios, tenía a una derecha muy inmediata a Bella con su falda corta debajo de su abrigo, y Jasper ignorante de tal predicamento moral sólo abrazó a su adorada novia mientras se sentaba hasta el otro extremo.

Edward puso el cigarro en su boca y tomó la palanca moviéndola de tal manera que quedara en medio de las piernas de Bella.

-Ups¡- Dijo Edward en tono indiferente, rosando la rodilla de Bella.

Esta acción se repitió tres veces más, y cada vez que Edward hacía tal movimiento Bella rezaba a una entidad diferente para tratar de soportar tal incomodidad social, apretaba la mano de Jasper más fuerte y él respondía con un beso en su mejilla, frente o cuello. Edward por su parte sólo pensaba en mallas traslucidas y ojos cafés.

Verás Edward no es perfecto, no es encantador, no mantiene la mejor higiene del mundo, fuma como condenado a muerte, maldice a cada mujer de este mundo sin contar con que probablemente tenga una atracción mal sana por la novia de su hermano pero al final de todo él es sólo un hombre.