Recompensa a Enohia que pidió un outtake sobre la vida de Bella en Londres, lo cual extendí a Europa y su regreso a América. No se encuentra betado.
OUTTAKE 2
Bella 2009-2010
Londres, Frankfurt, París
Sus manos toman colores que no tienen fuerza. Los colores, las manos, la misma luz que los rodea carecen de fortaleza justo como ella. Bella con el talento que la caracterizaba escogía el más vívido y pasaba sus dedos por el lienzo destruyendo su obra. Hay que ser un artísta para saber que destruír tu propia obra, es una obra en si mismo. Cuando el artista trasciende y deja de ser un mero actuador para convertirse en el objeto.
La madrugada de Londres entraba tímidamente por su ventana destruyendo esa ecuánime oscuridad que la cubría. Bella entendía que la oscuridad mantenía sus colores a salvo, no eran nada en lo oscuro; no tenían que ser diferentes en su envase o en el lienzo. Si ella pudiera ser algo sería un color.
Su acto matutino de ir a la escuela la aleja de su vida de artista bohémia y la lleva a separarse del resto, justo como a ella le gusta; con gente que ha estado antes pero no quiere estar más. Empuja y doblega su voluntad hasta funcionar en maneras constantes y sutilmente extrovertidas.
Si entraras a su departamento verías un mar de canvas y hojas con toques a lápiz de figuras y caras deformes que no se alcanzan a distinguir si son un sueño o realidad. Debajo de su cama hay tres objetos que ella toca antes de dormir. Su libro, su cuaderno de dibujos con su cara dibujada en cada hoja y un pequeño papel que tiene su nombre. El nombre que es verbo en su mente, el participio que domina sus manos, el adjetivo que somete sus obras en ciclos de constante perdón. Bella no los ha abierto en varios meses sin embargo hoy abre uno de esos objetos; es de vez en cuando que su corazón se lo pide como un susurro quedo y constante.
Toca la portada de su libro y lo abre. Esta es la peor parte, piensa, donde no sabe si su corazón se comprime o expande al ver su foto en la lapa. Sus ojos verdes son reacios al flash pero siguen inmensamente penetrantes que ella evita verlos directamente, justo como el sol.
"...pero somos nada, cuando cierras las manos y tienes justo lo que necesitas..."
Su mente va a la cita del libro, su preferida. La lee en ávida fascinación porque sabe que las historia no es simple, sabe que ese libro tal vez no sea autobiográfico pero refleja su alma, oh como la refleja. Bella duerme esa noche con el libro en su cuarto como los niños duermen con un objeto de protección.
Las horas pasan hasta que la vida llama.
-Este es el tipo de comportamiento que me preocupa Bella-Dice Heather la cual está preocupada por ver a su amiga en ese letargo y morosidad que la caracteriza. Detesta tener que alentar a Bella la cual de vez en cuando se hace la artista torturada.
-No me interesa, no quiero salir, no quiero hacer nada.
-Liam, estará ahí.
Bella sonríe, Liam es atractivo y si tan solo moviera sus entrañas como solo un hombre en su vida lo ha hecho, ella pensaría que Liam es el hombre más atractivo del mundo. No lo es, no lo hace, él no es nada.
Heather no conoce a Bella, ni siquiera recuerda su apellido pero es divertido sacar a pasear a la nueva americana y demostrar que los londinenses también se pueden divertir.
Desde que la vio en la clase de Apreciación del Arte sabe que la chica además de potencial es divertida y fácil a los ojos. Heather solo quiere tener alguien hermoso a su lado y presumir que es su amiga.
Bella se somete a su rutina antes de salir al pub. Heather la mira con admiración al ver como escoge ropas indiferentemente y termina siendo una sirena. Heather es bella en sí, no necesita mucho para verse bien, es sofisticada, alta y con ojos azules; sería codicioso que pidiera más en el aspecto estético, pero lo hace.
-Si me viera tan bien como tú en ese vestido negro mis problemas serían más pero como me divertiría-Bella voltea con extraña confianza.
-No se porque no te verías bien en un vestido como este-Bella toma la falda de su vestido negro y toca. El encaje es hermoso y el satín con elástico le dan un toque moderno y sofisticado al mismo tiempo.
-Nah, prefiero lo simple-Heather se levanta revelando su vestido rojo con lentejuelas. Simple en efecto piensa sarcásticamente Bella.
Liam busca a Bella en una multitud de gente pero cuando la descubre tomando una cerveza sonríe. Su corazón late y jura que es amor.
Esa noche Bella baila con él y mira a sus ojos azules como si fueran la cosa más simple. Heather toma un Martini y piensa "Hay cosas que uno quiere solo porque no debes tenerlas".
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Las calles londinenses aburren a Bella, nadie de espíritu aventurero debería someterse a caminar por parques con gente altiva mirando a patos siendo alimentados. Bella intenta concentrarse mientras su pincel imita el Big Ben en formas abstractas hasta que ella misma ríe y termina pintando un árbol. La gente la mira, ella ríe como maniática, no sabe por qué, no sabe porque siente esa necesidad de salir de ahí y regresar a América, en vez de eso huye a Frankfurt dejando a su novio inglés y a su amiga postiza.
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La primera escena que recibe a Bella en Frankfurt es un McDonals; es irónico, triste y patético. Un joven alemán con ropas punk escudriña en la basura hasta sacar una hamburguesa a medio comer y se la da a su novia, una chica en vestimenta igual de impactante y rubia. Ambos caminan abrazados mientras él le da un beso en la frente. Cuando Bella llega a su hotel llora pensando en la pareja y en lo que jamás tendrá.
Su viaje es simple, solo recorre lugares en forma aleatoria, sin una ruta definida. No espera nada de la ciudad y eso la emociona más. En la noche cuando llega a su hotel de mala muerte se va a un puesto de kebabs y pide uno de queso de cabra. Mientras come, una pareja vende revistas de moda para poder comprar drogas y ella compra una, no porque le interese sino porque se le hace romántico el gesto de morir juntos. Piensa que Frankfurt es más romántico que Londres; piensa que París probablemente lo sería más.
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Ella marca de un teléfono público a su novio y le dice que no estará para navidad. Su viaje solitario la lleva a un hostal parisense donde se comparten el baño y regaderas. Mientras espera por su turno una chica sueca se le acerca y le comenta que también está sola; intercambian historias.
-Mi esposo me dejó.
-Te ves muy joven para estar casada-La chica ríe.
-Los americanos...-dice en voz juguetona.
-Ustedes piensan que el matrimonio es un extraño acontecimiento que solo la gente estúpida hace-Bella se indigna.
-No, es solo que no ha dado muy buenos resultados, mírate por ejemplo, eres de Suecia y aún así no funcionó, no es solo América la que sufre-La chica mira detenidamente a Bella
-Mi esposo me dejó porque no puedo tener hijos, esa es una tragedia en si misma-Bella mira al piso y traga saliva.
-No puedo tener hijos tampoco-entrelaza los dedos de sus manos mientras espera que la chica le de palabras de aliento, nunca vienen.
-Cuando ames a alguien, si es que no lo haces ahora, no le digas, no le digas hasta que sepas que él te ama igual o más-Bella voltea con una sonrisa falsa.
-¿Qué pasa si él nunca me llega a amar más que yo a él?-La chica sin dudarlo contesta.
-Entonces no es el indicado.
Esa mujer desconocida sacude el alma de Bella y la deja ahí en los baños sucios de un hostal parisino. Bella piensa que Heather, Mary o cualquier otra mujer nunca le habían hablado tan sinceramente en su vida.
Su espíritu nostálgico y tétrico la llevan a Perè Lachaise. El cementerio esta cubierto de una bruma hermosa que lo distingue de un simple cementerio a EL cementerio. Se acuesta en la tumba de Balzac mientras toma el sol. Imagina a Edward con ella, tomando su mano en ese lugar donde las almas más interesantes moran cada rincón. Recrea una conversación con él sobre cada uno de los muertos; es la conversación más interesante que ha tenido. Cuando atardece regresa a su cuarto en el hostal y con productiva emoción pinta a Edward hasta que el sol sale y decide largarse de ahí. París no es nada si no es compartido.
"...eres le flor más exótica, la que crece en lodo y muerde cuando la tocan. Si me miraras de la misma manera que lo haces cuando piensas que el mundo te merece, seguro no lo soportaría. No somos tan divi..."
-¡Bella!-Bella quita sus audífonos y ve a Heather con ojos exaltados, Bella está iracunda, odia cuando la interrumpen mientras lee.
-¿Qué Heather?-Vuelve su mirada al libro en parte porque no puede dejar de pensar en las palabras y en parte porque desea que Heather se sienta ignorada.
-Liam está en la puerta-Bella ríe.
-Dile que se vaya a coger a esa puta con la que me engañó-Heather bufa y voltea a Bella con su blanca mano.
-Se ve fatal Bella, deja que entre a explicar al menos-Bella se levanta y con meticuloso cuidado guarda su libro debajo de su cama. Cuando voltea, Heather la mira como si fuera un animal extraño y en extinción.
-Parto en un mes Heather, esta relación estaba destinada a acabarse, me hizo un favor en verdad-Bella se sienta en la cama y golpea su lado invitando a su amiga a sentarse.
-Heather, Liam no es un mal hombre, pero es un hombre que no está enamorado. Que venga rogando solo es una forma vana para que se sienta sin culpa, es su naturaleza de artista que lo hace tan dramático-Bella ríe ante su propia conclusión
-Cuando un hombre que te ama regresa a rogarte no lo hace llorando o con flores. Lo hace con decisión, lo hace con una vergüenza poco común, la vergüenza de no poder evitar amarte. Lo he visto, he visto como un hombre que te ama pide perdón y eso-Bella apunta a la puerta-no lo es.
-No lo vas a perdonar entonces-Dice Heather.
-No, si tuviera que perdonar a alguien por esto no sería a él, sería a mí misma-Bella no se refiere a Liam.
Estados Unidos 2010
Bella pisa tierra estadounidense con temor en su pecho pero cordura en su mente. Siente que ha vivido a medias en una especie de vacío donde el tiempo no transcurre. Seattle con el mismo toque de Londres, gris y hermoso, le hacen pensar que tal vez nunca se fue.
Cada día que pasa su cuerpo embiste los canvas como si fueran criaturas mitológicas, matando, creando, reviviendo seres del pasado. En los momentos de poco resguardo ella pinta su cara, su perfil y sonríe. Está inspirada ahora que ha salido su nuevo libro, siente que cada vez que lee algo de él es como si lo entendiera mejor. Su alma florece en tonos púrpuras cuando lo recuerda y también la dedicatoria. Desea correr descalza hacia él. Desea no portar nada más que su indiscutible emoción cuando lee sus palabras. Todos las noches se promete buscarlo y por días recurre a sus tres objetos favoritos tocándolos, viéndolos y esperando que algún día no sean lo único que lo una a él.
Seattle
21 Marzo 2012
Bella busca algo en su closet que la represente a ella y a su alma. Cinco veces cambia sus ropas hasta que elige un ligero vestido amarillo de verano. Con el libro en su mano va hacia él. Este es el momento en que piensa nuevamente después de tantos años en esa pareja de Frankfurt, en la lápida de Balzac y en la mujer sueca, son sus tres memorias que la hacen no regresarse. Ella corre metafóricamente hasta su destino sin pensar que el destino nunca la ha dejado. Antes de salir echa un vistazo al segundo libro, a la segunda dedicatoria. Este es el momento piensa, en el que decido los colores que cubrirán mi vida.
21 de Marzo es el día en que Edward hace la firma de autógrafos en Seattle y ve a Bella por primera vez en años. La segunda dedicatoria por si no lo recuerdan es "Para ti que te amo aunque estos dedos te hayan causado horrores"