Bella POV:

Edward se había ido con su familia, dejándome a mi sola y desamparada con el corazón roto.

Sabia que en algún momento se aburriría de mí, soy solo una humana sin ninguna gracia.

Y él es un vampiro perfecto.

Hace tres días que se fueron, y hace tres días yo parezco una zombi.

Tengo un dolor en el pecho que me carcome por dentro.

Decidí pasar un fin de semana con mi madre, todo en Works me lo recordaba.

Y por eso estoy aquí, en un avión rumbo a Phoenix.

Todo el viaje lo pase con los ojos cerrados intentando dormir, pero cada vez que intentaba consumar el sueño, las imágenes de él y su familia aparecían en mis ojos como diapositivas.

No se como paso el tiempo, solo sé que ya estoy de nuevo en un avión de vuelta a Forks.

No se lo que paso en Phoenix, solo tengo un par de imágenes de mi madre preguntándome si estaba bien.

Creo que la asuste, ya que al verme en el espejo, yo parecía más un fantasma que una humana.

Este viaje lo iba a pasar mal, lo sabia, en ni un momento las palabras de el me abandonaron en mi estadía con mi madre, ¿Por qué lo iban a hacer ahora, que iba a donde todo paso?

Estaba pensando en eso, cuando, una chica que parecía una hadita, se sentó a mi lado.

Era muy linda y tenia una cara muy tierna, llevaba el pelo largo y de color castaño claro, hasta como la mitad de la espalda, poseía una piel que a simple vista se veía suave, era de un color como la crema.

Además se veis muy alegre, y la ropa la ayudaba, llevaba una falda hasta un poco mas arriba de las rodillas de un color verde claro mu bonito, usaba una polera celeste que decía "love" en azul, y tenia unos pendientes (aros, arcillos o como los llamen en su país) con unas plumas de color fuxia con amarillo y naranjo.

-hola- me dijo y me di cuenta que su voz era muy tierna, como la de una niña de 8 años pero en versión adulta ya que ella no pasaba de los 18 años.

-hola- le dije con una sonrisa que no se de donde apareció ya que no había sonreído desde que el…

Aleje esos pensamientos de mi mente y me concentre en la chica que me hizo sonreir con una palabra.

-bueno, no quiero sonar entrometida, pero ¿A dónde vas?- me dijo con una mirada curiosa.

- yo voy a port angeles, y luego me voy a Forks.

- yo también voy a Forks, me voy a mudar.

- ¿de verdad?- le dije con incredulidad ¿Quién en su sano juicio va a el pueblo mas húmedo de los estados unidos de Norteamérica?

-si- me dijo con una sonrisa que no pude evitar devolver-¿te puedo hacer otra pregunta?

-claro

-¿Qué edad tienes?

- acabo de cumplir 18- le dije al principio feliz pero luego recordé lo ocurrido en mi ultimo cumpleaños.

- vas al instituto de Forks- mas que una pregunta era una afirmación.

-si, voy a en el ultimo año- se le ilumino la mirada y sonrió mas ampliamente.

- yo igual, mañana entro

-genial

-me siento algo tonta por esta pregunta pero ¿Cuál es tu nombre?

Reí un poco por su cara de vergüenza, y me sorprendí a m misma con una risa sincera.

-mi nombre es Isabella swan ¿y tu nombre es…?

-yo me llamo Susan Ford.

Nos dimos la mano en gesto formal y empezamos a hablar de nuestra niñez, nuestros gustos, y otras cosas.