¡Hola a todos! Este es mi primer fanfic de Bleach, espero que les guste. No es una narración normal, sino que vendría a ser un artículo publicado en la revista del Seireitei, esa que nombran en los omakes, por ende solo constará de tres capítulos cortos, uno dedicado a cada ex capitán. :)

Disclaimer: Bleach y sus personajes son propiedad de Tite Kubo.


Reivindicación

Aizen Sousuke

Por Hinamori Momo

Muchas personas sentirán la repulsión más grande de su vida al tener que leer el nombre de la persona a quien este pequeño segmento está dedicado. Y créanme que lo entiendo, me ha costado, pero finalmente lo he hecho y comprobado con mis propios ojos la maldad de la que fuimos testigos. No quisiera que los lectores me consideraran una traidora a la Sociedad de Almas por dedicarle estas palabras a Spusuke Aizen y he de aclarar también que estoy en óptimas condiciones mentales, como muchos (sabiendo mi fatal situación de hace meses atrás) han de suponer leyendo estos pocos renglones. Aún así, queridos lectores, les pido paciencia y tolerancia, este no es un texto dedicado al "más grande traidor de la Sociedad de Almas" sino al Aizen que fue, al capitán que conocí y que muchos admiramos en su momento.

Dada mi experiencia personal, puedo decir que lo último remarcado sobre la persona de Aizen es lo que más nos duele a todos: era un capitán, un motivo de admiración para todos los miembros de los Trece Escuadrones. Pero nos traicionó. La traición es lo más horrible que se le puede hacer a un compañero y lo peor es que no se ve hasta último momento… y proviene de quien menos la esperamos. Pero los hechos son los hechos, y el daño que nos ha ligado a todos es irreversible y todavía hoy, al recordar aquel rostro bondadoso y sereno, nos parece difícil creer que sea el mismo que ha sido condenado justamente a casi 20000 años de prisión.

Muchos se han alegrado de la condena y no hubo alguien que pensara que no había sido justa. Todos los shinigamis estamos seguros que no volveremos a saber de Aizen en un tiempo y eso nos alivia, tenemos la esperanza que vendrán tiempos de paz como antaño. Aún así (y puedo comprobar que no soy la única) al pasar por las instalaciones del quinto escuadrón y recordar mis primeros días como miembro del Gotei 13, -como cualquier otro podría hacerlo- no puedo dejar de recordar al por ese entonces capitán Aizen, ese hombre que fue nada más que una máscara de bondad mientras que en el fondo su cabeza maquinaba la forma de gobernar los cielos. Pero ya casi no duele. Por mi parte, solo intento recordar las cosas buenas que me han ocurrido en el quinto escuadrón: como llegué, siendo una novata, con realmente muy pocas habilidades y con nulas capacidades de resaltar en un grupo, insegura de mí misma y buscando alguna guía, alguien que me apoyara aparte de mis amigos, practicamente en la misma posición que yo.

Y así fue como me encontró, sabiendo que yo lo admiraba desde mis años en la academia. El fue el que me tendió la mano y me ayudó a progresar en un ambiente difícil, a desarrollar mis capacidades como shinigami y a hacerme mas fuerte en casi todos los aspectos. El capitán era una persona con la que se podía hablar de sus problemas sabiendo que haría lo posible para ayudar e integrarte y sé que por ese entonces fui bendecida con un trato especial. Estoy muy consciente de que fui parte de sus planes, dada mi personalidad; pero eso no quita que le agradezca lo que ha hecho por mí. Él había sabido ser un hombre en donde uno podía resguardarse, su mirada pacífica y sus modales lo convertían en una persona digna de respeto y de admiración para los más vulnerables (y lo admito, soy una persona totalmente vulnerable) pero que a la hora de actuar no dudaba y no buscaba razones para aferrarse, tan solo confiaba en sí mismo y en sus planes. Quizá esa arrogancia fue la que lo desvió hacia la maldad y lo dirigió luego a su caída. Pero en ese entonces, ¿quién hubiese sospechado? Confiar fue nuestro peor error. Todos caímos en su trampa, pero este relato no es para que recordemos los trágicos hechos ocurridos en el monte del Soukyoku, sino las cosas buenas que podemos sacar de lo malo.

Por eso digo que agradezco a Aizen Sousuke por las importantes lecciones que me ha dado, claro que no me olvido lo que pasó en la falsa ciudad de Karakura y lo dificultosa que fue mi rehabilitación pero tampoco puedo obviar la fuerza y la determinación que él me inculcó mientras yo me esforzaba por ser una teniente que se ajustara a su nivel,; esa misma fuerza que (junto al apoyo de mis seres queridos y al Cuarto Escuadrón a quienes no dejaré de agradecerles) hicieron que me recuperara en tiempo y forma.

Quisiera seguir mostrando mi gratitud a todos los que han animado y han seguido dando oportunidades a esta débil proyección de mujer, que ha sido todo el Gotei 13 en general. Y también agradezco este espacio, sin dejar de aclarar que la única razón por la escribo esto es porque sé que no soy la única que, en el fondo de su corazón, más allá del odio y la aberración, le agradece al ex capitán Aizen por esos buenos años que quizás eran una mentira, pero en ese entonces se sentían muy verdaderos.