Pocos días después, la feliz pareja de purasangres volvía su casa, Sara había logrado recuperarse de la paliza que Yuuki le había dado, Takuma, había conocido a una linda chica del hotel, y se había marchado lejos de su hermana, Sara quedo sola y abandonada, bajo la extricta amenzada de Kaname de que si volvía a acercarse a Yuuki o a su pequeño purasangre que venia en camino, ests vez sería el mismo quien acabaría con ella, resignada y humillada no tubo mas opcion que quedarse trabajando en ese hotel, en el que probablemente trabajaría toda su vida, dejando las cosas en claro ambos emprendieron su camino hacia el tren, si porque esta vez, regresarían en tren.
Kaname cargaba las maletas y Yuuki iba tomada de su brazo, hablaban animadamente, claro jamás mencionarian lo ocurrido en los días que Sara tubo secuestrada a Yuuki, esa era una experiencia que ambos querían olvidar.
Subieron al tren que los llevaría de regreso a su hogar.
Kaname observaba a su amada vampiresa de perfil, al ser vampiresa, su embarazo se notaba muho más de lo normal, sus dos gemelitos, estaban gestandose en el interior de su hermana, era el hombre más feliz, y la imagen de Yuuki era el de la mujer más hermosa, definitivamente, muchos tenían razón al decir que una mujer embarazada embellece más, el solo hecho de ser madre la hace poseedora de una belleza natural, el cabello largo y ahora algo ondulado caia desordenadamente sobre su espalda, y uno que otro mechon caia por sobre su pecho, sus ojos tenían un brillo caracteristico de una persona que es plenamente feliz, el vestido blanco floreado, que su amado le habia regalado, ondeaba de vez en cuando con el viento, y su mirada se perdia en el horizonte mientras los paisajes pasaban por su vista afuera de la ventana del tren.
Kaname se mantubo observandola, esta mirada no tenía lujuría como las miradas que le había dado otras veces, no tenía deseo, sino una infinita ternura, una pequeña lagrima se derramo por el fino rostro del sangrepura, una lagrima calida, no fira, una lagrima que reflejaba a un hombre feliz, un hombre que despues de haber estado encadenado a una vida de sufrimientos por fin era feliz, sonrio, hacia tiempo que no sonreia con tanta naturalidad, su amda, sus hijos, solo de el, una familia, que si bien es cierto se consolidaron como familia cuando menos lo esperaban, serían felices.
Yuuki desvio su vista del paisaje, y observo a Kaname, sonrio, pero se preocupo al ver la pequeña lagrima que las orbes chocolate derramaban, se acerco y le pregunto
- Que ocurre Kaname- dijo ella un tanto asustada
- Te amo-dijo el mirandola a los ojos
ella dirigio sus finas manos hacia el rostro de su hermano, seco delicadamente aquella lagrima, y entonces lo abrazo, el dejo que ella se acomodara entre su pecho, ella en cambio se arrimo a el, a ese pecho que ahora sería su eterno protector, los brazos de el, envolvieron su espalda, juntandola más si fuera posible a el, ella abrazo su cuello, respirando aquel aroma tan varonil que solo su hermano tenia, se sentia protegida, se sentia viva, al lado de el, todo era bello, ya no habia recuerdos del pasado, solo experiencias ganadas, pruebas que si bien fue dificil superar, les habian dejado la promesa de una vida más plena.
Ignoraban la gente que pasaba a su alrededor, sonreian al ver la tierna pareja, pese a que nadie sabia por todo lo que habian tenido que pasar, no hubo persona a la que no le pareciera que ellos vivirian eternamente felices.
Mientras los dos hermanos, no mejor dicho Kaname y Yuuki, permanecian en su mundo, no como hijos legitimos de Haruka y Juuri Kuran, no como hermano y hermana, no importando el hecho de que compartían la misma sangre, sino como un hombre y una mujer, nacidos para estar juntos, un hombre y una mujer que habian encontrado su lugar en el corazon del otro, un coraon que fue herido, pero con amor fue reconstruido, mentira es que cuando un corazpon es roto no se puede reparar, si el amor es lo suficientemente grande, si tienen un objetivo por el que luchar, cualquier herida se vuelve insignificante, ese es el poder del amor descubierto por dos vampiros, dos amantes, dos seres que se aman.
Llegaron a su destino, y Kaname cargo a su amada, ella dormia placidamente en los brazos de Kaname, el sonreia divertido no penso que ella estubiera tan cansada como para quedarse cuatro horas dormida , pero no se sentia capaz de despertarla, por lo que como pudo camino con ella de regreso a su hogar
Seiren lo saludo con una reverencia, Aidou habrio la puerta, se dirigio a su habitacion y la recosto sobre la cama, la arropo como quien arropa a un niño, y beso su frente antes de salir, las maletas las habia traido un encargado de servicio.
Bajo las escaleras, y grande fue su sorpresa al escuchar una voz bastante conocida. Kiryuu, si bien es cierto ya no lo odiaba, no entendía que hacia Kiryuu en su casa, se dirigio con paso decidido hacia la cocina y la imagen que encontro lo dejo anonadado.
Kiryuu, Zero Kiryuu el cazador que juro odiar a todos los vampiros existentes habidos y por haber, estrechaba en sus brazos a una peliplata vampiresa de ojos violetas llamada Seiren.
Seiren, su mas fiel sirvienta o guardiana, estaba en los brazos de aquel cazador, Seiren una mujer que repudiaba a los cazadores desde tiempos immemoriables para un vampiro.
Ambos , estaban juntos ignorando olimpicamente la presencia del sangrepura, Zero sonreia (N/A: un momento Zero sonreia O.O) y ella tambien (N/A: *se desmaya*) luego lo más increible sucedio, el caador aproximo sus labios a los de ella, y ella no lo aparto, un par de segundos despues sus labios se hundian en un cuadro eterno, una imagen que Kaname no olvidaría jamás.
- Es algo increible ¿verdad?- dijo Aidou apareciendo detras de Kaname
- Siempre crei que tú y Seiren eran pareja- dijo Kaname
- No ella es mi mejor amiga, mi novia se llama Sayori Wakaba- dijo Aidou un tanto sonrojado
- ¿La amiga de Yuuki?- dijo Kaname sorprendido
- Ss-i- tartamudeo el rubio
- Vaya sorpresas da la vida- dijo Kaname- quien iba a pensar que ese cazador me iba a quitar a Seiren ella es como mi hija siempre ha estadoa mi lado, asi que mas le vale a ese totno cuidarla- dijo Kaname como un padre protector
- Lo hara- dijo Aidou seguro
Yuui llego donde estaban los dos hombres hablando, pero a ella no parecia sorprenderla la imagen de Zero y Seiren.
- Tu lo sabias verdad?- pregunto o mas bien afirmo Kaname
- digamos que lo intuia- dijo Yuuki abrazando a su amado
- Ya veo- dijo Kaname tomandola de la cintura por sorpresa, y besandola
Una vez que terminaron su beso, Yuuki vio que Aidou intentaba escabullirese del lugar
- Alto ahi- dijo ella demandante, y el rubio se congelo en el lugar- asi que eres el novio de mi amiga- dijo ella y el otro asintio debilmente
- escuchame bien, mas te vale cuidarla, y respetarla de lo contrario, sufriras- dijo Yuuki y Aidou trago pesado. a la vez que asentia
Kaname reia divertido, y asi el tiempo paso.
Habian pasado ya cuatro meses, el embarazo de Yuuki estaba en su etapa final, Kaname estaba cada vez mas nervioso, ese día seríe el día de su boda, si porque por fin se casarian
Seiren, Aidou, Sayori, Zero y Kaien, y algunos extras, se habian encargado de organizarles la mejor de las bodas, Kaname habia inertido mucho dinero en comprar un anillo realmente hermoso para su amada, era un anillo de oro blanco (N/A: no de plata sino oro teñido de blanco, segun dicen son los anillos mas caros que existen) y en el centro un Rubí con forma de corazón, mientras que el de el, era un anillo de plata, varonil.
Yuuki, estaba en su habitacion con Seiren y con Sayori, las cuales la ayudaban a ponerse su vestido.
Aun estando embarazada lucia hermosa, su cintura entalalda reslataba su vientre, el vestido era strapless, con muchos detalles brillantes en el pecho, de la cintura para abajo eran metros y metros de genero, era hermoso, hecho para una reina, una reina digna de un rey como Kaname.
el cabello lo llebaba ondulado, y recogido en una coleta media, en la parte superior de su peinado llevaba una pequeña corona de diamantes.
Seiren y Sayori al ser las damas de honor llevaban vestido iguales, pero hermosos, eran unos vestidos en tono violeta, con adornos de diamante cortesia de sus respectivas parejas.
Yuuki estaba que se moría de los nervios, no era que no quisiera pasar el resto de sus días al lado del hombre que amaba, pero era el día más importante en la vida de una mujer, y para colmo de males, hacía unos largos minutos estaba sintiendo pequeñas contracciones reiteradas cada veinte minutos, lo que significaba que podía dar a luz ese mismo día, pero no se iba a adesesperar, no alertaría anadie, quería casarse, y no dejaría a Kaname plantado.
Salieron de la casa, y fueron llevadas por Kaien Cross quien no paro de llorar en todo el camino, bajaron del auto, y la ceremonia comenzó.
Yuuki iba muy emocionada, y Kaien cuando por fin ceso su llanto, la llevo del brazo, atras de ellas iban sonriendo Seiren y Sayori, bajo la atenta mirada de sus parejas, los cuales sonreian al ver a esas tres mujeres tan hermosas.
Kaname estaba en el altar, de un elegante smocking negro, y una camisa de un blanco intachable, toda la visión de un principe, el sueño de toda mujer, y el anhelo de cualquier vampiresa.
Kaien entregó a su más preciado tesoro, no sin antes advertirle a Kaname que si volvía a tocarla lo despedazaría con un cuchillo de madera, a lo que el sangrepura trago pesado y asintio tembloroso, luego tomo a su amada de la amno y ase volvieron hacia el altar.
Sus corazones latian a un ritmo sincronizado, sus manos estaban tomadas suavemente pero a la vez tan firmes prometiendo de antemano que jamás se separarían, sus rostros desbordaban alegria, y sus ojos delataban un mar de sentimientos tan profundos como el mismisimo oceano, y tan grande como el universo, la eternidad no les sería suficiente para amarse, la eternidad solo sería su comienzo, el comienzo del amor más grande en la historia humana como vampirica, el amor de los dos reyes sangrepura.
se hincaron al altar, y escucharon atentamente las palabras del sacerdote, cada palabra hacia más potente su juramente, cada silaba pronunciada, sellaba su amor eterno, y de pronto el tiempo se detubo, sus corazones latieron pausadamente, en un minuto todo el pasado fue olvidado y el futuro paso delante de sus ojos, solo dos palabras, dos palabras emitidas al unisono por sus voces.
- Acepto, y asi fue sellada su promesa de amor eterno.
sus ojos se encontraron, sus manos se tomaron con mas fuerza, sus corazones latian desbocados, y las lagrimas inundaron las orbes borgoña de ambos, entre aplausos y gritos, para ellos no existia nadie mas, solo ellos solo, su cercania, sus rostos cada vez estaban mas cerca, cada vez sus labios estaban por rosarse, y entonces todos se callaron, y sus labios se fundieron en un beso eterno, más hermoso que un amanecer, dulce pero apasionado, suave pero con tanta fuerza como para asegurar la eternidad, delicado pero lleno de amor, sus labios seguian el ritmo de la boca de sua mado, el disfrutaba de los labios de sua amada, respirar habai dejado de ser importante, no era necesario, sus lenguas danzaban al amor mas profundo, sus ojos permanecian cerrados como quien se unde en el mar mas profundo, era observar y poder ver aun con los ojos cerrados, era observar el cuadro mas hermoso desde la oscuridad, era llenarse de luz solo con la cercania de la persona que se ama.
Se separaron y solo entnces recordaron la boda y los que los observaban, les sonrieron y salieron de la iglesia, estaban en la salida, y las contracciones de Yuuki volvieron a hacerse presentes, Kaname esta vez lo noto, y antes de que ella cayera por el dolor, la cargo en sus brazos, no fue necesario decir palabras, estaban tan conectados que podian entenderse mutuamente, rapidamente Kaien abrio la puerta de su auto y los sangrepura subieron, Kaname intentaba hacer que Yuuki se calamara y de paso calmarse el mismo, las calles pasaban delante de sus ojos, los segundo parecian horas, y la respiracion agitada de su amada le hacia imaginar el futuro proximo, esos dos seres estaban a minutos de venir al mundo ¿lo querrian? ¿lo amarian? ¿la amarian a ella? ¿serian felices? ¿seria un buen padre? solo el podia explicar lo que sentia en ese minuto, la felicidad de un padre, la felicidad del futuro incierto, la felicidad, y el miedo al futuro, es como saltar desde un precipicio sin nada de seguridad, como saltar a un mar de lava hirviendo, pero a la vez todas esas inseguridades desaparecian cuando la escuchaba a ella en sus brazos, respirando, y tratando de ser fuerte, cuando sentia su calidez traspasarse en sus brazos, cuando veia lagrimas escurrir de sus ojos, no de dolor ni de tristeza, sino de alegria, quien sabe lo que ella sentiria, de seguro estaba igual que el, de seguro ambos pasaban por lo mismo, pero juntos todo era posible.
El hospital abrio el pabellon lo mas rapido y Yuuki fue puesta en la camilla, Kaname no solto su mano en ningun minuto, una mascarilla, y un gas le pusieron en su boca, una ultima sonrisas, y todo comenzo a ser borroso-
- Estoy aqui y aqui estare- dijo Kaname, antes de que ella entrara en un profundo sueño, afuera el mundo giraba al reves, Kaname observaba como los doctores comenzaban la cesarea, tomaba las amnos de su ahora dormida esposa, y lloraba sin importar su antiguo orgullo, besaba esa mano que tanta felicidad le daba.
De pronto todo se detubo para el sangrepura, el llanto, el llanto de su primer hijo, luego el llanto de su segundo hijo, ambos llantos estaban tan sincronizados, y entonces se derrumbo, callo de rodillas al piso, emocionado, era padre, oficialemnte sus hijos estaban en este mundo, era el vampiro, el rey mas feliz de todos, le pasaron rapidamente a sus hijos, y los pudo ver, eran una mujer y un hombre, dos hermosos sangrepura, de orbes borgoña, y de rostros angelicales, Yuuki aun dormida sonreia, como si supiera que ya todo estaba bien, luego los bebes feron retirados de los brazos de su padre, y se los llevaron, el se quedo acompañando a su esposa, hasta que esta estubo descansando en la sala de recuperaciones, volvieron a entregarle a sus hijos, y entonces Yuuki desperto.
Lo primero que vieron sus ojos fue la luz de un hospital, pero se sentia diferente, todo era mas calido, todo era mas dulce, miro a su lado, y las lagrimas cayeron sin control, a su lado, estaba su ahora esposo, cargaba en sus brazos a sus dos hijos, suyos, de el, y de ella, sus vmapiros, sus principes, su todo.
el acaricio omo pudo el rostro de ella, y le entrego a sus pequeños, sin hacer esperar, Yuuki amamanto a sus bebes, fue una conxion inmediata, el lazo mas inquebrantable entre una madre y un hijo, se termino de formar aquella familia, la nueva y eterna familia Kuran.
Kaien , Zero, Seiren Aidou y Sayori entraron corriendo y aplaudieron el cuadro hermoso delante de sus ojos, todo era y seria pra siempre perfecto.
Una semana despues, todo estaba arreglado, vivian en su mansion, Seiren vivia con Zero, y estaban comprometidos, mientras Aidou y Sayori se casaron un dia despues que Kaname y Yuuki.
Sus gemelos dormian en su habitacion, mientras ellos estaban de la mano en el gran balcon, miraban el horizonte, y sus dedos se entralazaban eran el uno para el otro, entonces Kaname tiro de la mano de ella, y la apego a su pecho, ella miro a sus ojos y se perdio en aquella mirada, sintieron sus respiraciones, y se fundieron en un beso, un beso apasionado, un beso lleno de amor, pero tambien deseo.
La cargo entre sus brazos, y ella enrollo sus piernas a su cintura, sus lenguas se enredaron y buscaron la humedad de sus bocas, sus ojos estaban abiertos mirandose, perdiendose el uno en el otro, perdiendose en la calidez de sus cuerpos, la consumacion verdadera del amor mas profundo.
entraron a la habitacion, y el la recosto lentamente en la cama, no queria dejar piel sin recorrer, queria comerle incluso el corazón a besos, ella lo miraba con lujuria y sonrojada,a pesar de la experiencia no dejaba de ser tierna.
- Te amo- dijo Yuuki respirando agitada.
- Yo te amo mas amor mio- dijo Kaname atrapando sus labios en un beso hambriento.
el se posiciono sobre ella con sus piernas al lado de sus caderas, ella se quedo quietta, a merced de las manos inquietas de su amante.
Las manos de Kaname, subieron poco a poco el vestido color rosado que su esposa traia, cada parte de piel que tocaba hacia estallar mil emociones en su interior, felicidad deseos pasion lujuria, levanto el vestido y finalmente opto por desgarrarlo, violentamente pero sin dejar de ser delicado, ella lo miraba atentamente, volvieron a besarse, y ella comenzo a desgarrar las ropas de su amado, una a una hasta que ambos estaban desnudos, ya no les causaba pudor ver el cuerpo denudo del otro, Kaname beso sus labios, y luego descendio hasta su cuello sacando gemidos por parte de la femina, siguio descendiedno hasta posarse sobre sus pechos, beso ambos pechos suavemente, haciendo a la muejr arquear la espalda, podia escucharse el latir desbocado del orazon de Yuuki, su lengua formo circulos alrededor de las ureolas rosada que adornaban aquellos pequeños montes, ella gemia ida por el placer, perdida entre la voz de su marido, su cuerpo le pertenecia solo a el, los besos siguieron bajando hasta llegar a su vientre, beso y lamio cada parte de piel expuesta, y despues sigui bajando, beso las caderas de su mujer, respiraba sobre la intimidad de su esposa, y ella se estremecia, con sus manos abrio las piernas de ella, y beso cada parte expuesta, beso sus muslos, y beso su intimidad, abriendose paso con su traviesa lengua, la verguenza no cabia en la mente de ninguno solo el placer, Yuuki consiguio su primero orgasmo en toda la noche, y el sonrio con perverisdad, subio hasta atrapar nuevamente sus labios, se besaron largos minutos, y entonces, era hora de dar otro paso.
Volvio a posicionarse sobre ella, y esta ez separo mas sus piernas, no hubo necesidad de preguntar, entro en ella de un solo movimiento, ambos gritaron del placer, para volver a unir sus labios, la necesidad de separar sus bocas se hizo apremiante, necesitaban sacar sus gemidos al aire, la primera embestida le quito un sonoro gemidoa ambos, la segunda, los lleno de espasmos de placer, eran uno, las embestidas se hicieron mas rapidas, la habitacion estaba llena de sus gemidos y gritos, las sabanas rojas, eran apretadas con fuerza, y los cuerpos de los amantes se movian freneticamente, dando vida a la danza mas antigua conocidad desde el principio de los tiempos, cuantas veces lo hicieron en la noche, ni ellos lo sabian, cuantas veces el interior de Yuuki fue llenada con la smillla de sus esposo, practicamente perdieron la cuetna, cuan fuerte gritaron, solo las paredes del hogar lo sabian, cuantas se besaron solo el desgaste de sus labios era testigo de aquello, de la consumacion de su matrimonio, del sello de la eternidad, un sello de sangre, un sello que jamas se rompera.
si vivieron felices para siempre?, por supuesto que si, ya nada los podia separar, era una familia, y toda dificultad la podrian superar, ahora el mundo podía ser testido del amor de dos reyes, el amor dominaria el mundo vampirico, porque el poder del amor es eterno, nadie queda libre de semejante poder, fuego, agua, tierra y viento, se arrodilla ante el poder del mas puro d elos elementos ''el amor'', y la eternidad se doblega ante ese sentimiento, dormir en los brazos de sua amdo, callar sus palabras con un beso, llorar en el pecho de tu ser mas querido, eso realmente era el amor.
fin