Hola, ¿como están?
Sé como se siente la espera akjsajsl
Ya se los traje ;)
Summary. Todos mentimos, o bueno, "maquillamos" la verdad. ¿Qué pasaría si hubiera forma de saber cuando una persona miente? Sorprendente lo que la tecnología puede hacer..
Disclaimer.InuYasha y demás personajes no me pertenecen, son de Rumiko Takahashi.
Y anteriormente..
— Kagome, ¿qué es esto? — preguntó Shippo con curiosidad cogiendo una pequeña caja azul.
— ¡Oh! ¡Las pulseras detectoras de mentiras! — se sorprendió Kagome al ver que se encontraban en su mochila amarilla, sus amigas en su huida se habían olvidado de pedírselas.
— ¡¿Qué?! — gritaron todos al unísono sorprendidos.
La cara de asombro de sus amigos no tenía precio.
Aunque con justa razón, si eso era novedoso en su época ¡imagínense 500 años atrás!
Donde no tenían inodoro, duchas, terma, microondas… En fin, se entiende la idea.
— Ajá, como lo escucharon. Es un nuevo invento de mi época, dos de mis amigas tuvieron una discusión porque una no creía que estas pulseras funcionaran.
— ¿Y sí funcionan, señorita Kagome? — preguntó curioso Miroku
— Aun no lo sé— respondió apenada con una sonrisa— ¿creen que deberíamos probarlo?
— No lo sé Kagome, puede ser peligroso— habló Sango preocupada. Ella todavía no confiaba en las cosas de la época de su amiga, no porque no confiara en Kagome sino que todo eso seguía siendo nuevo ella.
— ¡Keh! ya que Miroku es tan curiosito debería de ser el primero— respondió con una pequeña sonrisa el hanyou. ¡Oh!, ya sé por donde irá esto..
— ¿Y-Yo? — Miroku empezaba a sudar frío y se movía nerviosamente.
— Por supuesto Excelencia. Total, usted no tiene nada que ocultar ¿oh sí? — Sango se acercaba apuntándolo con el dedo a medida que decía estas palabras. Era SU momento y tenía que aprovecharlo. Averiguaría todo lo que pudiera sobre el libidinoso monje. Una enorme aura negra crecía sobre su cabeza y su risa malvada interna casi salía flote.
—C-Claro que no S-Sanguito— respondía Miroku negando con las manos mientras retrocedía miedoso.
— Mmm.. veamos— Kagome empezó a abrir el paquete mientras sus amigos se discutían.
Al final tuvo que romper la caja porque el "abre fácil" no sirvió. Qué novedad..
Cuando por fin logró abrirlo, pudo ver que habían dos bonitas pulseras: una plateada y otra roja.
Le llamo la atención, eran delgadas y no parecían ser muy complejas. Se colocó la roja y está se cerró inmediatamente. Le gustó como le quedó, pensó que la podría usar como accesorio.
— Kagome, ¿y para qué sirve la otra? — preguntó Sango dejando de lado la discusión con Miroku.
— No sé, pero también es muy bonita
— ¿Me dejas verla Kagome? — Sango cogió la pulsera plateada, volteó hacia Miroku y se acercó a él lentamente. Antes de llegar inclinó su cabeza y le guiño el ojo. Miroku al principio no lo comprendió pero captó el mensaje, corrió detrás de Inuyasha fingiendo esconderse.
—¡¿Qué haces Miroku?! Sé hombre y enfrenta tus problemas— reclamaba molesto el peliplateado
— ¡No dejes que se escape Inuyasha! — Sango sí que era una buena actriz, corrió "a ponerle la pulsera a Miroku" pero no apuntó bien y se la puso al Inuyasha.
— ¡Sango mira lo que hiciste! — Inuyasha trataba de sacarse la pulsera
— ¡Inuyasha, la romperás! ¡ABAJO! — gritó Kagome.
Nono, eso sí que no. Estas pulseras me costaron caro y Ayumi sería capaz de hacer que compre otras, y no. No estoy dispuesta a hacer cola, morir de frío y a pagar 20 dólares de nuevo..
— Tonta, ¡¿por qué lo hiciste?! — dijo Inuyasha mientras se levantaba del piso.
— Lo ibas a romper, ¿no es así? — lo acusó Kagome
— Claro que no— se defendió Inuyasha, pero en el momento en que lo dijo se escucho con una fuerte voz computarizada: ESO-ES-MENTIRA. Mientras la pulsera de Kagome vibró.
— ¡Inuyasha, tu muñeca habla! — gritó Shippo apuntándolo con su dedo acusador.
— Ohh, conque así es como funciona las pulseras.. ¡Y por eso vienen de par en par!— Aclaró Kagome— Tranquilo Shippo no pasa nada— le dijo sonriéndole con ternura.
— ¡Keh! No entiendo estas cosas.. ¡espera! ¿Disfrutas diciéndome "abajo"? — le preguntó Inuyasha.
—¡No, claro que.. — ESO-ES-MENTIRA, *silencio incómodo*— Jajaja— río nerviosamente.
— ¡KAAAAGOMEEEE...! — gritó Inuyasha mientras fruncía el seño.
—Etto.. es que hay veces en que.. ¡Te lo mereces! — se defendió Kagome mientras se cruzaba de brazos y miraba hacía otro lado abochornada.
— ¡¿Que me lo merezco?! ¡¿Y qué hay de ti cuando coqueteas con ese lobo rabioso?! — le reclamó molesto Inuyasha.
— ¡¿YO?! ¡YO NO LE COQUETEO AL JOVEN KOUGA!, no entiendo por qué te pones celoso— exclamó enojada.
— ¡¿Que YO me… ¡Yo no tengo celos de Kouga! — ESO-ES-MENTIRA, Kagome sintió su pulsera vibrar, no sabía si gritar de la emoción o reírse de la cara avergonzada de Inuyasha. Por su parte él se había volteado y cruzado de brazos en su típica pose. Soltó una pequeña risita.
Miroku, Sango y Shippo se encontraban un poco apartados mirando la escena, incluso comían canchita de Dios sabe dónde habían sacado.
Sango se alagaba mentalmente por tan fabuloso plan, se le ocurrió en el último segundo y no perdió tiempo, agradecía que su Excelencia haya entendido sus intenciones tan rápido. ¡Oh! Kagome no se podría quejar nunca, lo había hecho por ella y solo por ella. Ya era hora de que sus amigos dieran el siguiente paso. Su amiga se lo merecía, era buena con todo el mundo. Además Inuyasha se tenía que dar cuenta que él no era el único que pretendía a su amiga. Aparte del joven Kouga, estaba un tal Hoyo que una vez mencionó Kagome. A parte de ellos Kagome parecía ser un imán para los monstruos que siempre buscaban el momento de raptarla. ¡Esperen! ¿Inuyasha sabía de Hoyo? Se le acababa de prender el foquito..
— Kagome, ¿el joven Hoyo también tiene esas pulseras? — interrumpió Sango cuando Kagome se aproximaba a hablar con Inuyasha. Vio como las orejas de Inuyasha se voltearon ¡Bingo! ¡Oh, ya se había ganado el cielo de las mejores amigas!
— Grr, ¿quién es Hoyo? — Inuyasha preguntó entre gruñidos
— Etto.. es un amigo de mi colegio— respondió algo asustada ante la cara "lo-desgarraré-lo-destriparé-me-haré-collares-con-sus-intestinos-y-bailaré-asereje"
— ¿Eres solo su amiga?— preguntó aun molesto, no podía disimular su molestia
— Sí, él me ve con una amiga— ESO-ES-MENTIRA *silencio fúnebre* Inuyasha salió corriendo— Espera, ¡INUYASHA! — Kagome salió corriendo detrás de él.
Kagome sabía que el Joven Hoyo la veía de una manera especial, pero temía que Inuyasha reaccionará mal y no se equivocó. Hoyo solo era un buen compañero de clases, la persona que le traía raros regalos.
— ¡Inuyasha! Espera.. ¡ABAJO!— sí que Inuyasha corría rápido
— Kagome, ¡¿por qué lo hiciste?! — Kagome todavía estaba agitada, había corrido lo más rápido que le dio los pies
— De verdad.. que corres.. muy rápido ¡uff! — habló con dificultad Kagome, después de calmarse se dio cuenta que estaban a lado del pozo, se sentó y apoyó la espalda en la madera. Esperó a que Inuyasha se acercara, y así lo hizo.
Suspiró, estaba frustrada. No sabía qué decir.
—Inuyasha ¿recuerdas lo que te pregunté aquí? — susurró Kagome
— ¿Eh.?
— Te pregunté si podía seguir a tu lado y así lo he hecho. Te hice una promesa— Kagome le sonrío, y un silencio reinó. Inuyasha sabía que era verdad, aun si la pulsera dijera lo contrario. Una imperceptible sonrisa se formó en sus labios
Kagome se levantó, se sacudió la falda y miró a Inuyasha.
— Vamos, se deben de estar preguntando en donde estamos..
— Sí, ¡espera! — Inuyasha cerró los ojos y olió el ambiente— ¡SÉ QUE ESTÁN AHÍ, SALGAN SI NO QUIEREN MORIR!
— Inuyasha, ¿pero qué.. — entonces vio como sus amigos salían de unos arbustos. Espera, ¡¿la habían escuchado?! Se sonrojó hasta las hebras del cabello. Por su parte Inuyasha perseguía en círculo a los chicos gritándoles toda su vida.
¡QUÉ VERGÜENZA! Espera, ¿qué había dicho? Ni me acuerdo como llegamos a esta situación, yo me estaba probando la pulsera y ¿cómo llegó la otra a la muñeca de Inuyasha?
S.A.N.G.O
Seguro ella tiene algo que ver. Sisi esto tenía escrito Sango por TOOOODAS partes.
Las amigas que tengo..
Nota mental: Agradecerle a Sango lo más pronto posible.
Pero ahora ¿cómo nos quitamos estas dichosas pulseras?
Le podría decirle a Inuyasha que las quitara pero las rompería. Y NO PIENSO PAGAR OTRAS..
Entonces, ¿cómo? ¡¿CÓMO?!
¡Espera! Kagome Higurashi, si serás ¡EL MANUAL DE INSTRUCCIONES!
Así fue como a nuestra querida amiga Kagome se le prendió el foquito, pero nadie la puede culpar.
Ya que, ¿quién lee el manual de instrucciones?
Y sé acabo c:
Lamento si fue algo corto y si le faltó algo D:
¡Muchas muchas gracias por el apoyo!
Significa tanto para mí..
Hasta la próxima ;)
Atte. Ro