¡Holaaaaaaaaaaaaaaaaa!
Para los que pensaron que ese "se acabó" se refería a que ya había acabado la historia, pues no askjañ
Lamento si hubo malentendidos D:
Bueno, bueno empiecen a leer ;)
Summary. Todos mentimos, o bueno, "maquillamos" la verdad. ¿Qué pasaría si hubiera forma de saber cuando una persona miente? Sorprendente lo que la tecnología puede hacer..
Disclaimer.InuYasha y demás personajes no me pertenecen, son de Rumiko Takahashi.
Y anteriormente..
Así fue como a nuestra querida amiga Kagome se le prendió el foquito, pero nadie la puede culpar.
Ya que, ¿quién lee el manual de instrucciones?
Nuestra despistada Kagome se acordó de la existencia del manual de instrucciones, ahí se encontraba la clave para sacarse las pulseras. Solo tenía que ir a la cabaña de la anciana Kaede, recoger el manual de instrucciones y leerlo. Muy simple.
— ¡Chicos, volvamos a la aldea! — gritó a sus amigos que seguían "jugando" a las chapadas. — ¡Abajo! Deja de jugar Inuyasha.
— Tonta.. ¡¿por qué lo hiciste?!
Caminaron todo el camino de vuelta, hasta que vieron la aldea. Entraron a la cabaña de la anciana Kaede y ..¿Qué encontraron? Nada. Absolutamente nada.
— P-p-pero la caja estaba aquí, lo abrí aquí. ¡Dios, juro que estaba aquí!
— ¿Estás segura? — preguntó Inuyasha irónicamente
— ¡Claro que estoy segura! ¿Me crees atolondrada o qué? — preguntó Kagome con una mirada que fácilmente podría matar a alguien antes de que esa persona dijera "Keh"
— N-noo— ESO-ES-MENTIRA. Ohoh, Inuyasha se escondió detrás de Miroku mientras temblaba como perrito. Kagome no estaba precisamente de buen humor.
Esto no está bien. Estaba aquí. Las cosas no se mueven solas, no les crecen patitas y caminan. Y dudo mucho que hayan duendes, aunque pensándolo bien si hay dragones, pulgas que hablan y zorritos mágicos. ¿Puede haber de todo, no?
Lo que Kagome no sabía es que el plan de último momento de Sango, incluía deshacerse de la evidencia. Lo que había hecho la brillante Sango es pedirle a Kirara que se transformara y que quemara la caja y el manual ¿algo extremo? ¡Pff!, nada del otro mundo..
— Lo encontraré, estoy segura. Nada me detendrá, podrían pasar horas y yo.. — su dramático monólogo fue interrumpido por el sonoro ruido de su estomago que reclamaba alimento. Se sonrojó. Era tarde y ni siquiera se había dado cuenta. Tenía que cocinar, Shippo seguro tenía hambre. — Se me pasó la hora, lo siento chicos. Cocinaré un poco de ramen— les comunicó a sus amigos.
— ¡Keh!, ya era hora.. — dijo Inuyasha por lo bajo. Kagome lo escucho. Si que a Inuyasha le gusta tentar su suerte. Mejor que se fuera agachando, tragando tierra en 3,2,1..
—¡ABAAJO!
Después de un rato..
— Listo, ¡chicos a comer!
Decidieron comer al aire libre, era un día hermoso y decidieron aprovecharlo con un picnic. Colocaron un mantel en el césped y se sentaron.
—Señorita, esto está delicioso— ¡puntos para Miroku!
— Kagome, te quedó muy bien— ¡puntos para Sango!
— Gracias por la comida, está muy rica— ¡puntos para Shippo!
Y bueno Inuyasha seguía tragando como pozo sin fondo. Era común de él, amaba el ramen. Su amor platónico
De verdad que se esforzaba. Inuyasha comía como si no hubiera un mañana, como si la batalla contra Naraku fuera al día siguiente. En un punto, se detuvo. Dejó su comida a un lado y olisqueo. Ohoh…
— Grr, apesta a lobo…
A los pocos segundos apareció en un remolino el susodicho, corrió elegantemente hacia su objetivo y cogió las manos de su objetivo con una sonrisa que podría hacer desmayar a más de una, para su mala suerte Kagome no era una de ellas.
— Kagome, ¿cómo estás preciosa? — preguntó Kouga ignorando olímpicamente a Inuyasha, que curiosamente estaba debajo de él, para ser más específicos: en sus pies. Sirviéndole como banca.
—Ehh, bien joven Kouga..
— ¡Déjala Sarnosito!— le reclamó mientras le mostraba los dientes y tenía la mano derecha en la funda de Colmillo de Acero.
— No te vi Bestia, espero que hayas cuidado muy bien de mi mujer.
— Grr, ¿quién dices que es tu mu..
— Etto, ¡¿ha comido joven Kouga?!— interrumpió Kagome cambiando el tema tratando de salvar la situación, no tuvo una muy buena elección que digamos— Todavía tenemos un poco de comida..
— ¡¿Qué?! Le darás MI ramen a este lobo apest ..
— ¡Abajo! Venga joven Kouga debe estar hambriento ¿Le gustaría sopa? No está muy caliente, pero..— preguntó Kagome cordialmente
— Me comería todo lo que preparases, debe saber muy bien— Kagome suspiró, nunca escucharía a Inuyasha decirle eso. Él simplemente no era así. No importaba. Ella no lo amaba por decir cosas bonitas, si no por todo lo que él era.
Kagome sirvió la sopa que aún se mantenía tibia en un recipiente de plástico.
Lo que sucedió a continuación pasó en cámara lenta, al fiel estilo de matrix.
Kagome, que estaba arrodillada, se disponía a entregar a Kouga lo último que quedaba de sopa instantánea. Inuyasha apareció de Dios sabe donde tan rápido que nadie lo vio. A excepción de Kouga que logró darse cuenta. Este último intentó coger la sopa y retroceder. Inuyasha aceleró y trató de coger la sopa. Lo logró. Pero, Kouga también lo logró coger. Forcejearon. La sopa resbaló. La gravedad actuó. Con la fuerza que hicieron se dirigió hacia un lado. No al pasto exactamente. 1 segundo después, en toda la cabeza de Kagome había sopa. Estaba empapada en ramen. Ella no estaba saltando de felicidad precisamente. Alguien se las iba a pagar. Alguien que pueda ser enterrado en el suelo. Ohh, alguien visitará a los dinosaurios.
Kagome tomó aire..
— Abajo, abajo, abajo, ¡ABAJOOOOO!, ¡UY! ¡TONTOOOOOOOO! — respiró, se calmó un poco. — Disculpe joven Kouga, ya no quedó más comida. Lo lamento.
— No te preocupes Kagome, está todo bien. No tienes la culpa que este animal sea tan bruto— esperó por si Kagome lo contradecía, sonrío y prosiguió—, aun así te ves muy bonita.. Bueno me voy, cuídate mucho y ya sabes, si te aburres de este perro te puedes ir conmigo.
— Este lobo es un..
— ¡ABAJO! Iré a sacarme esta sopa del cabello, tendré suerte si se quita toda y no queda el olor— y se fue al río, renegando por lo bajo
— Y tenía que ser el perro tonto, si serás.. — ese había sido el cometario de Shippo. Siempre en el momento adecuado.
— Mocoso, ¡¿a quién le llamaste tonto?! — Era la hora de huir de Inuyasha.
Sus amigos negaban con la cabeza. ¿Nunca aprendería la lección? Parece que no.
¡Y a Sango se le volvió a prender el foquito! A este paso tendría que cambiar de foco.
— Excelencia, no cree que el JOVEN KOUGA tenga intenciones de ESPIAR A KAGOME MIENTRAS SE DA UN BAÑO. Seguro que se fue en la dirección contraria para despistarnos, pero ESAS DEBEN DE SER SUS VERDADERAS INTENCIONES, ¿usted qué cree?
— Bueno, la señorita Kagome TIENE MUY BUENA FISONOMÍA, yo que Kouga NUNCA DESPERDICEARÍA ESTA MARAVILLOSA OPOR.. ¡Ay, mi cabeza! — gritó Miroku al recibir un golpe departe del hanyou, quién se fue corriendo en la misma dirección de Kagome. — ¡Ay, y eso por qué?
— Tampoco tenía que explayarse tanto, excelencia. Pero bueno, que bien que entendió mi plan.
— Claro Sanguito, yo siempre estaré a tu disposición— dicho esto deslizó su mano en la retaguardia de Sango.
— No se haga el graciosito excelencia— dijo pellizcándole el cachete muy fuerte.
En el río..
¡Ahh! Por fin tuve la oportunidad, después de casi un mes de volver a mi casa, darme un baño con el sagrado y todo poderoso champú y pasa esto. Felizmente que estas pulseras son resistentes al agua. Inuyasha es verdaderamente egoísta. No cocinaré más ramen para él por meses, por mí que le suenen las tripas hasta la eternidad, hasta el infinito y más allá. Que venga a arrastrándose a pedirme perdón y en ese momento, EN ESE MOMENTO.. ¿Consideraré perdonarlo? Puff, a quién engaño. Pero es que él..
— ¡Ahh! — gritó de pronto Kagome al ver una horrible criatura, posiblemente una indefensa lagartija.
— ¡¿Qué pasa Kagome?! ¿Te encuentras..— gritó Inuyasha apareciendo en la escena, pensando que podía ser Kouga, pero se quedó helado a ver a Kagome desnuda.
— ¡ABAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA AAJOOOOOOOOOOOOOO! — gritó Kagome metiéndose en el río.
Se cambió lo más rápido que pudo y salió del agua con la toalla envuelta en su cabello, no era la primera vez que la veía desnuda y ya se estaba volviendo una costumbre y eso era malo, ¿cierto?
— Señorita Kagome, ¿me podría decir qué fue lo que paso? Aquí Inuyasha no quiere abrir la boca.. — preguntó Miroku lo más inocente que pudo. Claro que entendió la situación, no hacía falta ser un genio. El plan había sido perfecto..
— Etto, lo que sucedió.. yo me estaba bañando y .. lagartija.. grité.. Juancho— Kagome hablaba incoherencias y estaba sonroja como una manzana madura.
— Ohh, creo comprender; así que viste a la señorita desnuda y te quedaste ahí parado..
— ¡NOOO! — ESO-ES-MENTIRA, Miroku sonrío, se sacudió el polvo imaginario de las manos y se fue…*silencio* Ok, era cierto que se había quedado ahí parado pero fue porque la sorpresa del momento. Okok, tan mal tampoco estaba la vista.. Volviendo con Kagome ¿podría estar más roja? Dudo mucho que fuera posible — ¡Keh! Todo es tu Kagome.
— ¡¿Mi culpa?! ¡¿por qué sería mi culpa?!
— Si no le hubieras dado MI ramen esto no hubiera pasado. Fue a propósito, ¿no es verdad?
— Pero claro que no, por quién me.. — ESO-ES MENTIRA, okok, tenía que admitir que lo había hecho con algo de intención aunque el tema haya salido sin querer. Pero es que Inuyasha era tan terco —, lo lamento..
—¡Keh! No nos preocupemos por esas tonterías, vámonos— y sonrío de lado. Era su forma de decir: Yo también lo siento, no pasa nada. Kagome también sonrió, ese era SU Inuyasha. Tal vez todo este asunto de las pulseras los llevaría a cosas buenas, después de todo lo incómodo..
Y hasta ahí el capítulo c:
Lamento si fue muy corto, me fui de retiro 3 días. Alejada del mundo, la tecnología, ni la hora sabíamos jeje.
Ojalá que alguna sonrisa les haya sacado, muchas muchas gracias por el apoyo :')
¡Cualquier comentario y/o sugerencia, bienvenida sea! :]
Atte. Ro