Navidad…
Un tiempo para sonreír, perdonar y cantar, lleno de tantas y tantas cosas que te hacen reflexionar sobre ti mismo, sobre lo que te falta hacer antes de que acabe el año y sobre lo bueno o lo malo que te ha pasado a lo largo de este que está muriendo.
Los recuerdos son la parte más difícil, sobre todo cuando esas personas que tanto te importaban ya no están contigo o tal vez lo más difícil de los recuerdos sean aquellas personas con quien no pudiste reconciliarte como hubieras deseado y ya no están, ni estarán contigo nunca más y esto es algo que todos sabemos, siempre se dice "Abraza, besa , perdona y ama a tus seres queridos" y siempre, siempre nos equivocamos en algún punto, alejando, ignorando y dejando que nuestro orgullo se interponga ante las cosas realmente importante, antes las personas que valen la pena y dan el curso correcto a nuestra existencia.
- Kurt voy a llevar a Blaine al aeropuerto ¿Qué dices, nos acompañas? –Pregunto Burt Hummel a su hijo, quien estaba aún en la cama, mientras el hombre mayor ya estaba de pie, arreglado y con un termo lleno de café en su mano derecha – anda chico, levántate
- ¿Qué hora es?...-pregunto adormilado mientras tanteaba la mesita de noche hasta encontrar su despertador- papa, son las 5 de la mañana ¿a qué hora se supone que sale el avión? ¿Acaso no pudo encontrar otro horario? –dijo con cierto fastidio y es que aunque estaba agradecido de haberlo visto, no podía quitarse de la cabeza aquel egoísta pensamiento que le gritaba que Blaine ya no pertenecía a su vida como para compartir las fiestas navideñas al lado de su padre, si, aún estaba molesto con él, quería perdonarlo porque el no hablar con él lo mataba, pero también lo mataba verlo y pensar que ese chico amable y sonriente se había acostado con alguien más-
- Hey, hey, cuidado gruñón –dijo antes de sentarse en una silla cercana- Blaine tuvo que mover tierra y mar para conseguir un vuelo redondo ¿sabes lo difícil y lo caro que le salió venir hasta acá en este época? –pregunto y el castaño se tapó la cara con la almohada, lo sabía, sabía que debió haber tenido que ser toda una proeza encontrar un vuelo de ida y regreso a la gran manzana para esas fechas- Kurt, sé que aun estas molesto con él y mira…-bajo un poco la voz- no te culpo, yo mismo estuve molesto cuando…bueno, cuando supe –dijo y Kurt se quitó rápidamente la almohada para verlo, no estaba seguro de que tanto sabia de su rompimiento, él le había dicho solo eso, que habían terminado, que no había funcionado, pero su padre tenía esa mirada, esa que le decía que lo sabía todo- él me lo dijo y te juro que quise romperle las piernas –siguió murmurando antes de tomar un poco de su café, dejando que Kurt casi se atragantara, logrando que este saliera de la cama como si le quemara, estaba molesto, muy molesto, Blaine no tenía derecho alguno de molestar a su padre con… sus actos- Heeeey, hey chico, espera cálmate, tranquilo eso ya paso y aun creo que fue un idiota, pero vamos se nota que está arrepentido y esas son la clase de idioteces que un chico hace cuando se siente inseguro –dijo logrando que Kurt respirase hondo- ¿entonces vienes? –pregunto al ver a su hijo tornarse serio y meditabundo-
-…no –fue su respuesta tajante antes de ir a buscar algo que ponerse- tengo que arreglarme para ir a conseguir algunas cosas, y ya que estoy despierto aprovechare para adelantar todo y que al regreso me acompañes –dijo el castaño sin ver a su padre quien solo respiro hondo y volvió a tomar otro poco de café- ¿Dónde está?...-pregunto y aun sin mencionarlo , Burt supo que su hijo hablaba del pelinegro-
- Bajando sus cosas, al parecer el taxi no tarda en llegar y prefiere estar allá para esperarlo y que no se valla sin nosotros –dijo el mayor y Kurt solo asintió mientras comenzaba a sacar ropa para ver que podría ponerse ese día- hey…Kurt –le llamo y los ojos claros de su hijo se fueron a los suyos- sé que en el fondo te alegraste de verlo, solo…deberías pensar un poco en lo indiferente que te estas portando a su alrededor…-resoplo- digo, no quiero que te lances a sus brazos como si nada, pero …tal vez un poco más de …no sé, atención…-le sonrió antes de acercarse a él- la vida es una hijo y tienes que vivirla, no la gastes en pensamientos negativos, no vale la pena ¿ok?- su voz era serena, tranquila pero con ese deje tan único que le hacía, a los ojos del castaño, el mejor padre del mundo-
Así fue como Kurt se abrazó de su padre, sin decir nada, solo eso, lo abrazo con miedo, con tanto miedo por su enfermedad que olvido por un momento el hecho de que Blaine había estado ahí, de que habían patinado y cantado juntos, de que adicionaría para NYADA y seguro entraría, de que estaba abajo quizá esperando ya en el taxi, de que su padre no tenía por qué llevarlo al aeropuerto y sobre todo, olvidándose de lo egoístas e infantiles que se volvían sus pensamientos cuando envolvían a su padre en la ecuación.
- Muuuy bien, basta debo irme antes de que Anderson cumpla su amenaza de irse solo –dijo de buena gana después de soltar a su hijo, había tenido que usar un solo brazo para evitar el quemarlo si derraba su café- ¿Qué?...-dijo al ver la mirada confundida de su hijo- quería irse solo, y vamos ya fui bastante descortés con no ir a recogerlo cuando llego, es aún un chico y Nueva York es una ciudad muy peligrosa, sobre todo cuando el sol aun no sale –dijo y sin más salió de la habitación-
Burt solo tomo su chaqueta, alternando el termo de café de una mano a otra mientras se la colocaba, no fue mucho tiempo el que de hecho paso Blaine Anderson en las frías calles esperando la llegada del taxi, e iban con bastante tiempo así que el mayor bajo con tranquilidad, sin embargo esa tranquilidad se fue de su cuerpo, así como su sangre cuando vio a tres hombres con capuchas golpeando al chico que había sido el novio de su hijo.
Salió lo más rápido que pudo, no sabía que el edificio de su hijo tenía la desventaja de aislar el ruido del exterior si se encontraba en el interior, tal vez de haber sido diferente las cosas no estarían tan mal.
Burt se fue contra el hombre que había estado golpeando repetidas veces el rostro del pelinegro mientras este se encontraba sujetado de ambos brazos por los otros dos hombres, no supo bien que sucedía, solo quería evitar lo que parecía un simple asalto, tal vez grito un par de veces que lo dejaran, que se llevaran las cosas pero que dejaran al chico en paz, no estaba seguro, solo supo que Nueva York era realmente una ciudad fría cuando paso alguien por la acera de enfrente y simulo no estar viendo nada, pero apresurar más su paso.
De pronto algo golpeo su cabeza, logrando que se tambaleara a un lado para terminar contra la pared del edificio donde su hijo debía estar arreglándose aún, agradeció que no bajara y sobre todo agradeció que no viera el estado tan deplorable y cobarde con que habían terminado dejando inconsciente al pelinegro antes de tomarlo cual bolsa de basura para aventarlo a una mini Van que estaba aún en marcha, estaba confundido pero intento levantarse, entonces sus ojos vieron aun cuarto sujeto, más delgado que el resto que llevaba anteojos aun con la capucha negra.
- Basta señor Hummel, déjeme llevarme este pedazo de basura –dijo antes de empujarlo nuevamente contra la pared y de hecho en otra ocasión Burt habría podido con ese hombre, pero aún estaba afectado por el golpe-
- Dejen… al chico –murmuro y supuso que al conocerlo a él debía ser alguno de esos extremistas que estaban en contra con su trabajo como congresista, aunque no cree que haber hecho algo como para provocar esa clase de ataque- lle..venme si quieren…-se levantó como pudo y fue cuando los otros tres hombres se movieron hacia él para volver a empujarlo, uno de ellos, el de mayor musculatura, ese que había estado golpeando a Anderson a saber desde cuando le encajo el antebrazo en el cuello para callarle-
- No, no, eso está muy mal –grito el más delgado- No debemos hacerle daño, ya tenemos lo que queremos –dijo y el otro gruño de mala gana- solo les pagare si terminamos con el bastardo que lastimo a mi Kurt ¿ok?, solo así –dijo y sin más saco una pistola que Burt Hummel reconoció como lo que seguro le debió haber golpeado- disculpe señor Hummel, ahora todo estará bien, ya vera –dijo y Burt trato de hacer algo pero no pudo, cuando dejo de sentir la presión en su cuello e intento volver a levantarse un nuevo golpe en la cabeza lo dejo noqueado en el suelo-
El tiempo paso, Kurt estaba arreglado terminando su taza de café cuando miro el reloj , ya eran más de las 7 de la mañana, rayando prácticamente en las 8 y era todo un misterio no saber de su padre, no quería interrumpir en caso de que su padre estuviese hablando con Blaine, no porque le encantara la idea, era SU padre, después de todo, si no porque realmente no quería mostrarse más infantil, no ya no, quería verse maduro y para eso debía entender que aun cuando Blaine ya no fuese no novio no estaba mal compartir a su padre con él.
Unos minutos más, solo unos minutos más pudo soportar antes de tomar su celular y marcar al de su padre, le asombro no recibir una respuesta, su padre era de esos hombres que solo no contestaba cuando estaba trabajando o en medio de algo realmente importante, así que probo llamando al teléfono de Blaine, solo para preguntar si estaba con él o desde a qué hora lo había dejado, al oír que estaba fuera del área supuso que el pelinegro estaría volando regreso a casa, así que volvió a llamar a su padre y el tono comenzó a sonar.
Uno
Dos
Tres
Cuatro
- ¿Ku..urt? –se escuchó la voz para nada alentadora de su padre y el castaño tuvo el peor de los presentimientos, incluyendo un nuevo ataque al corazón o peor aún-
- Papa…¡¿papa estas bien?! Por Dios te oyes …te oyes…¿Dónde estás papa? –pregunto el chico que estaba corriendo con celular en mano para tomar su abrigo y sus llaves, era seguro por el resoplido que había escuchado y el ruido de los carros que tendría que ir por su padre, a saber a dónde-
-Hijo…espera…-tosió un poco el frio comenzaba a aminorar pero haber estado ahí tirado con la espalda apenas contra la pared le estaban pasando la factura- baja… necesito ayuda chico –dijo antes de colgar e intentar levantarse, aún estaba un poco desorientado pero tenía algo muy claro, tenían que moverse y tenían que hacerlo rápido-
Kurt no tardo en bajar con el corazón en la garganta y casi se desmaya al ver a su padre tratando de levantarse con algo de sangre escurriendo por la frente, aquello no podía estar pasándole ¿acaso lo había asaltado cuando regreso del aeropuerto? ¿Por qué? Se suponía que el barrio donde vivía con Rachel pese a no ser de los más seguro, era tranquilo.
- ¡Por Dios, Papa! –se apuró a ayudarle , pasando un brazo por su cuello para dirigirlo al interior del edificio y Burt movió los pies solo por instinto, estaba cansado, estaba adolorido y por unos minutos al ver a su hijo tan asustado olvido lo primordial- ahora mismo revisare tu cabeza y llamare a un taxi para ir a la sala de emergencias más cercanas , por todos los cielos ¿Qué fue lo que paso papa? –dijo tan rápido como sus labios podían moverse , a lo que Burt negó rápidamente, el tiempo era oro-
- Hijo…escucha…-paso saliva- tenemos de ir a la estación de policía- dijo y vio cómo su hijo estaba a punto de hablar- no, espera , espera…Blaine está en problemas…unos tipos le han secuestrado y no podemos seguir perdiendo el tiempo…
Entonces el mundo de Kurt se volvió a mover bajo sus pies, ¿Qué era eso?¿Blaine secuestrado? ¿Por qué?¿desde cuándo?, la boca se le seco cuando hizo cuentas, si su padre estaba al pie del edificio significaba que todo eso, todo el secuestro de Blaine había sucedido horas atrás, mientras él se debatía entre que camisa usar con sus nuevos pantalones, Blaine y su padre habían sido víctimas de un asalto por demás violento.
- Kurt, Hey Hey Kurt – le llamo su padre y el castaño no pudo si no negar con la cabeza para moverse- no, espera, espera –su padre detuvo sus manos- estas temblando, hijo…debes ser fuerte y sobre todo debemos movernos…-el mayor miro los ojos de su hijo, estaban rojizos y seguro no tardaría en romper en lágrimas, pero no era el momento, no ahora debían ir a reportar todo a la policía- vamos a encontrarlo, te lo prometo …-dijo y sin más lo abrazo, un abrazo rápido antes de que se alejara para acomodarse la gorra y ver que su hijo marcaba un numero desde su celular-
- 911 ¿Cuál es su nombre y su emergencia? –respondió una voz femenina a lo que Kurt tuvo que tragar el nudo en su garganta, pero no podía dejar a su padre herido , ni a Blaine a su suerte, lo mejor era llamar a emergencias-
- Mi nombre es Kurt Hummel, mi padre acaba de ser atacado y acaban de secuestrar a un…amigo –murmuro y casi al instante se sintió incomodo, pero no quería que algún homofóbico retrasara la atención a ellos, por eso era mejor ocultar, por ahora ciertas cosas-
- Mantenga la calma señor Hummel, dígame su dirección y en unos minutos le estarán atendiendo…
Kurt no tardó en darle la dirección y la ayuda no tardó en llegar, paramédicos y una patrulla, mientras atendían a su padre Kurt tuvo que decir lo poco que sabía y tal vez hubiese preferido quedarse con esa idea, un asalto, sin embargo para cuando su padre se reunión con él y el policía supo un par de cosas que le helaron la sangre, más aun de lo que ya debía estar.
1.- Blaine había sido brutalmente tratado y aventado cual desperdicio humano dentro de una Van.
2.- El autor intelectual, no solo conocía a su padre si no que estaba más concentrado en él.
3.- Blaine corría un peligro mayor, lo podía ver en la cara de los policías, en las preguntas que iban desde la clásica "¿Sabe de alguien que odie a usted o al joven Anderson? Hasta la menos pensada ¿Puede repetir como es que no se enteró de todo esto hasta varias horas después?
La vida sin lugar a dudas estaba moviéndose cada vez más en contra de Kurt Hummel, no solo le había arrebatado a su madre, enfermado a su padre del corazón y ahora de cáncer, si no que ahora Blaine…aquel que había estado tratando apenas cortésmente por una infidelidad que termino con su relación, ese maravilloso chico que le había dado más cosas que ningún otro, ahora estaba en un peligro mayor, a saber dónde en esa gran y peligrosa ciudad.