Un regalo de navidad

Disclaimer: Inuyasha y sus personajes son propiedad de la gran y talentosa Rumiko T. yo solo los tomo prestados n.n

Hola! Aquí estoy de nuevo. No me vayan a matar por no actualizar Luchando por encontrar el amor, pero es que no pude resistir la tentación de hacer un one-shot de navidad sobre esta pareja q me encanta

Felices fiestas y a leer se ha dicho.

Kagome se encontraba sentada en las raíces de un árbol observando cómo los copos de nieve caían suavemente, estaba amaneciendo y el frio se hacía sentir a pesar de la vestimenta compuesta de un pantalón gris, un suéter lila y botas de invierno negras, también traía unos guantes y un gorro negros. Soltó un suspiro de resignación, hoy en su época sería navidad…quizás, si su situación fuese otra, ella habría ido a su casa, ayudaría a su mamá a decorar el árbol y preparar todo y disfrutaría de una bonita cena familiar, pero no podía, un destello de tristeza cruzó por su mirada chocolate, el año pasado, para estas mismas fechas, había tenido su último viaje a casa…

Flashback

Navidad…había ido a pasar esa fecha con su familia, no quería perdérselo, aun así sentía una opresión en su pecho, la noche antes cuando había llegado se había acostado temprano. Despertó temprano y ayudó a su madre a realizar los quehaceres, decorar la casa y preparar la cena de navidad, habían ido juntas a comprar los obsequios. A media noche, finalizada la cena y la pequeña celebración familiar, abrazó a su abuelo, su madre y su hermano y les expresó cuanto los amaba y cuanto agradecía su apoyo; ni ella misma se explicaba el porqué de su actuar, era como si presintiese que nunca volvería a verlos y por más que quería ignorarlo, la opresión en su pecho no se iba.

A la mañana siguiente de navidad, empacó provisiones y medicinas para ella y sus amigos de la era feudal, también ropa de invierno, pues en aquella época las nevadas eran fuertes; se despidió de su familia y se lanzó en el pozo, al llegar del otro lado lanzó su enorme mochila amarilla y se dispuso a salir, vestía un suéter cuello de tortuga de color beige, un pantalón negro, botas de invierno negras y un gorro del mismo color. Acababa de recoger su mochila del suelo cuando un fuerte estruendo la sorprendió y pudo sentir la presencia de la Shikon no Tama.

Rápidamente se dirigió a la aldea, ahí estaban todos: Miroku, Sango, Koga, Sesshomaru, Inuyasha y junto a este último estaba…Kikyo; sintió algo romperse en su interior, pero rápidamente hecho sus sentimientos a un lado y se dispuso a ayudar en el combate contra Naraku y sus extensiones, esta sería la batalla final. Todos atacaban al maligno ser que de una forma u otra había afectado sus vidas, pero se detuvieron al ver como Naraku extraía el fragmento que portaba Kohaku en su interior, para luego lanzarlo por los aires, Sango gritó desesperada intentando en vano alcanzarlo, pero en ese instante su pequeño hermano fue atravesado por una espada que rápidamente salió de él, Sango busco al dueño de aquella arma encontrándose con un par de ojos dorados tan fríos como el hielo…había sido Sesshomaru y la espada que había usado había sido Tenseiga…Sango bajó la mirada hacia su hermano quien abría sus ojos y tomaba una gran bocanada de aire, presurosa se dispuso a defenderlo del ataque de los monstruos que Naraku había liberado de su interior, siendo ayudada por Miroku y Koga quien aun con grandes heridas en sus piernas a causa de la extracción de los fragmentos intentaba ayudar en lo posible. Naraku sonreía resguardado tras una poderosa Kekai ignorando a Kagome…grave error, la miko del futuro decidida tensó una flecha en su arco, no permitiría que ese ser hiciera más daño pensó al momento de disparar; Inuyasha y Sesshomaru peleaban con las extensiones de Naraku, este último ya había acabado con Hakudoshi y vieron asombrados como aquella flecha cargada de poder espiritual impactaba contra la Kekai de Naraku, destruyéndola e impactando en el pecho del despreciable ser y extrayendo la Shikon no Tama, ahora completa, de su interior, acto seguido Sesshomaru atacó a un malherido Naraku con Bakusaiga impidiéndole también regenerarse y expandiendo su destructivo poder en el resto del cuerpo de Naraku. Pero mientras todos veían el final del enemigo y de sus aliados, Kikyo, quien se había mantenido a distancia segura, rápidamente se apoderó de la perla situada a unos metros de ella.

Sesshomaru fue el primero en darse cuenta, avanzando un paso hacia ella.

-¿Qué crees que haces?-inquirió el hijo mayor de Inu no Taisho; Kikyo no respondió, con la perla entre sus manos, cerro sus ojos

-"Deseo…"- al instante de que la sacerdotisa muerta hubo dicho eso, desapareció en una especie de portal. Inuyasha intentó sacarla pero era repelido por un extraño campo de fuerza.

-¡No!-gritó Sango, si esa mujer pedía un deseo a la perla todo comenzaría de nuevo, abrazó a su hermano, todos estos años de lucha para tenerlo a su lado y a escasos minutos de haberlo conseguido amenazaba con repetirse la historia.

-Basta Inuyasha- reprendió suavemente la anciana Kaede y meneando su cabeza en negación prosiguió-No tiene caso, ella está por así decirlo en el interior de la perla y es ella quien debe decidir qué hará

Kagome, que hasta entonces había estado en silencio, recordó las palabras que le dijera una sacerdotisa de las aldeas del norte "La Shikon no Tama sólo se destruirá si se pide un deseo puro, y sólo si su verdadera guardiana es quien pide ese deseo".

-¡No!-dijo la azabache llamando la atención de todos los presentes-ella no lo hará, no será capaz de realizar un… deseo puro-finalizó en un susurro.

-Kagome…-iba a replicar Inuyasha, mas se detuvo al ver como aquel portal aparecía nuevamente y de él salía Kikyo con la perla aún entre sus manos.

-Esa mujer-dijo Sesshomaru mirando a Kikyo-ha pedido el deseo a la perla.

-¿Y qué si es así?-dijo la ahora, humana Kikyo-Le pedí a la perla volver a la vida para poder estar con Inuyasha-prosiguió mirando a Kagome-y tu… ¡Ya no tienes nada que hacer aquí!

-¿Cómo pudiste?-dijo la miko del futuro con sus ojos anegados en lágrimas y apretando sus puños-¡No importa si estas con Inuyasha!-gritó sorprendiendo a todos, pero más a los dos peliplatas, a Inuyasha porque supuso que su querida Kagome siempre lo amaría y sufriría por su decisión y a Sesshomaru porque no se imaginó que "la humana" renunciaría tan fácilmente a su híbrido medio hermano- Lo realmente importante es que debías pedir por todos los que de cierta forma fueron afectados por esto-viró su mirada a Sango, Miroku, Kohaku, su pequeño Shipo, Rin, incluso Sesshomaru- no pedir solo por ti, porque eso fue un deseo egoísta.

-No digas tonterías niña…-Kikyo no pudo más que quedarse callada cuando la perla en sus manos comenzó a fragmentarse, igual que años atrás , saliendo fragmentos en todas las direcciones, Sango lloraba mientras abrazaba a su hermano, Miroku miraba su mano, afortunadamente el agujero negro no había vuelto, pues era una maldición impuesta por Naraku y este ya estaba muerto.

-¿Te das cuenta de lo que has hecho?-gritaba una furibunda Sango a Kikyo quien sólo le dio una mirada de desprecio absoluto.

-Los reuniré todos yo misma-decía altiva Kikyo, pero Kaede la detuvo

-Recuerda hermana, tú moriste. La nueva guardiana de la perla es Kagome, estaba en ella y es la razón de que viniese aquí.

Esa misma noche, Kagome intentó ir de nuevo a casa, pero sólo consiguió golpearse, pues el pozo del tiempo no funcionaba, no podía volver a su época, a su hogar…

-¡¿Porqué?! ¿Porqué no funciona?- Gritaba Kagome de rodillas, apretando un puñado de nieve entre sus manos y las lagrimas deslizándose por sus mejillas sin notar que una silueta emergía desde el bosque

-¿Qué sucede?-preguntó el ser a la mujer frente a él

-¿Eh?, Sesshomaru…-Kagome lo miraba con sus chocolates ojos llenos de lagrimas mostrando un tinte de confusión ¿qué hacía el ahí?, lo más lógico es que ya se hubiese marchado…Por su parte Sesshomaru no podía quitar su mirada de la mujer frente a él, la había visto muchas veces tan altiva y valiente que en las mas adversas situaciones no había retrocedido ni mostrado miedo, era de los pocos que tenían ganado su respeto y más tratándose de una humana y el verla ahí tan débil y desvalida le removían sensaciones extrañas en su interior.- Lo que sucede es que…el pozo no funciona-el demonio frente a ella arqueó una fina ceja y ella se golpeó mentalmente, Sesshomaru no sabía lo del pozo-verás, este pozo…- dijo sentándose en el borde del mismo y dejando que la brisa nocturna meciera sus negros cabellos-era una clase de portal; mi mundo es este mismo en un futuro 500 años adelante, allí también existe el pozo, está en un templo perteneciente a mi familia, nunca supe realmente cómo funcionaba pero me permitía ir y venir de una época a otra, aun así ahora…-su mirada perdió brillo antes de terminar-al parecer se ha sellado porque por más que intento no puedo volver, cuando antes, con solo lanzarme ya estaba de vuelta en casa.

Sesshomaru se quedó unos momentos en silencio analizando a Kagome, ahora entendía el porqué de sus raras vestimentas, tan impropias para esta época, así como aquellos dulces extraños que le entregaba a Rin cuando coincidían por casualidad.

-Lo más seguro es que se deba a lo sucedido esta tarde con la Shikon no Tama-habló luego de unos minutos, sorprendiendo a la joven quien no esperaba respuesta alguna del youkai.

-Yo…lo siento…es decir-Kagome no sabía cómo continuar, no quería que precisamente Sesshomaru la viera llorar, solo sería darle una razón más para reforzar sus ideas sobre lo patéticos que eran los humanos-es solo que…son mi familia-dijo mirando hacia el fondo del pozo-y creo que no volveré a verlos.

-No te disculpes-respondió Sesshomaru tratando de no sonar tan autoritario (N/A: difícil para Sessho jejeje) –supongo que vale la pena lamentarse por la familia si realmente lo merecen, y por tu situación veo que en tu caso es así.

-Sesshomaru…-la azabache estaba sorprendida, pensaría que alucinaba a causa de tantas emociones juntas, pero le pareció oír un tono de melancolía en la última frase del Lord del Oeste-gracias.-fue lo que alcanzó a decir al ver como el youkai se giraba hacia el bosque nuevamente.

-Miko…

-¡Kagome!-replicó la azabache al youkai que avanzaba en dirección al bosque circundante.

-Hmp…muévete-dicho esto, Sesshomaru inició con su acostumbrado andar elegante internándose en el bosque.

-¡Oye!...-la azabache gritó hacia la dirección en la que el youkai se había marchado, al no obtener respuesta corrió a internarse en el bosque, alcanzándolo tan solo momentos después-¿Hacia dónde vamos?-preguntó mientras ponía sus manos en sus rodillas y descansaba un poco, causando que Sesshomaru rodara sus ojos por la pregunta tan obvia según él.

-Tienes que reunir de nuevo los fragmentos ¿no?-dijo atrayendo la atención de la chica.

-¿me ayudaras? ¿Por qué?-inquirió la miko del futuro a Sesshomaru

-Deja de hacer preguntas estúpidas y apresúrate-contestó el Lord reanudando su andar

-¡Oye!...aparte no tiene nada de estúpido…dime quiero saber-hizo berrinche la morena ante la contestación recibida

-Si te callas-dijo Sesshomaru mirándola como si lo dicho fuese imposible-puede que en algún momento te lo diga.

Fin flashback

Así había comenzado su viaje con el youkai más poderoso y temido de todo el Japón, Sesshomaru; y respecto a aquella noche, vaya que había cumplido, se había quedado callada pero él no le había dicho nada y hasta el día de hoy no lo hacía. Recordaba que a Jaken casi le da un ataque cuando vio a su amo llegar con la "mujer de Inuyasha" como se refería a ella, pero una certera patada de su amo había servido para aclararle al pequeño youkai verde, que no debía indagar sobre las decisiones de Sesshomaru, además pasado un tiempo Jaken aprendió a tomarle cierto "afecto" a Kagome ya que ella lo salvaba de "amables patadas" y "casuales piedras voladoras" dirigidas a él por su Amo bonito cuando este quería indicarle que se callara.

Casi por reflejo llevo una mano hasta su pecho, en un collar pendía la Shikon no Tama casi completa, eran rápidos, considerando que Kikyo también quería tener la perla en su poder pues pensaba que ella debía custodiarla. Aunque algo más había resultado de su "alianza" con Sesshomaru, ella se había enamorado de Sesshomaru y es que ese testarudo taiyoukai era atento con ella aun sin proponérselo, quería creer que la cercanía que compartían indicaba que él sentía algo por ella, por pequeño que fuese. Casi como si lo hubiese llamado con sus pensamientos, Sesshomaru apareció frente a ella

-¡Oye! Me asustaste- se quejo la morena con una mano sobre su pecho, tan metida estaba en sus recuerdos que no sintió su presencia.

-¿En qué piensas?-preguntó el youkai ignorando la reacción de la chica.

-Yo…verás, hoy en mi época se celebra una fecha especial…Navidad-Sesshomaru la veía con cara de no entender así que se apresuró a explicar-todos los años en esta fecha es para pasar en unión con la familia y compartir para agradecer la presencia de familiares y amigos en tu vida, se realiza una cena y se intercambian regalos entre los presentes, es una costumbre traída del extranjero pero yo…no podré estar con ellos hoy

-Aun así…-Sesshomaru no quería que ella se sintiese triste, había descubierto que Kagome le importaba, como dijo su madre "se está convirtiendo del modo más extraño, igual que su padre"- eso no significa que estés sola, tampoco que los hayas olvidado o ellos a ti.

-Buenos días Amo bonito…-Jaken apareció cortando así cualquier respuesta de la azabache

-Hmp…Jaken…-Sesshomaru se dio vuelta y empezó a caminar-cuídalas-le ordeno al pequeño youkai verde, haciendo referencia a Kagome y a Rin que aun dormía en el interior de la cueva donde habían acampado.

A Kagome se le hacía extraño que Sesshomaru no hubiese regresado, a decir verdad él no se alejaba mucho de ellos desde que habían iniciado el viaje, aunque no lo dijera abiertamente los protegía más ahora, el día se le pasó volando entre juegos con Rin y ya oscurecía, al ver que Sesshomaru aun no volvía decidieron resguardarse en la misma cueva de la noche anterior.

-Kagome…-el llamado de una voz varonil la despertó, ella se talló un poco sus ojos, adaptándose a la poca luz q proporcionaba la fogata casi extinta.

-Sesshomaru, volviste-aun en el tono bajo de su voz se escuchaba la nota de alegría con que lo dijo, el youkai asintió mientras colocaba más madera en la fogata, para lego dejar en una esquina un paquete y Kagome arropaba a Rin.

-Ven-dijo el youkai instándola a salir de la cueva, afuera hermosos copos de nieve caían con calma, el youkai se dio la vuelta tomando por sorpresa a Kagome-Toma-dijo mientras le tendía un hermoso kimono con detalles rosa en las mangas y la parte baja del mismo, también unos listones para su cabello-…Feliz…navidad-susurro mientras apartaba la mirada de un par de ojos chocolate que le miraban con sorpresa. Kagome se quedó de piedra, Sesshomaru había prestado atención a la plática de esta mañana y le había traído un regalo, se espabiló por completo ¡ella no tenía nada que darle! ¿O sí?

-Espera-dijo mientras se volvía rápidamente al interior de la cueva, rebuscó en su mochila hasta encontrar una cadena de plata que ella había mandado hacer cuando iba a su época, tenía un dije en forma de sol-Toma.-dijo tendiéndole el collar a Sesshomaru cuando hubo llegado hasta él- Feliz Navidad Sesshomaru-dijo dándole una hermosa sonrisa al youkai frente a ella, se puso de puntitas y le dio un casto beso en la mejilla, causando que el peliplata se sorprendiera por la acción, luego se miraron fijamente, Sesshomaru pensaba en el regalo recibido, él más bien era como la Luna, Frio, Oscuridad y Soledad, pero ella…ella sí era como el Sol…Luz, Calor y Alegría, todo eso era ella y todo eso había traído a su vida, ella era Sol, era SU SOL. La tomo de la cintura mientras con la otra mano alzaba su rostro para besar sus labios, Kagome por un momento se quedó quieta por la sorpresa pero luego correspondió el tan anhelado beso, sonriendo en su interior, la navidad siempre tenía sus cosas buenas, al menos sabía que Sesshomaru sentía lo mismo que ella por él.

Y ¿les gustó? ¿Merezco un review? Gracias de antemano por apoyarme con mis historias, espero que el one-shot haya estado a la altura jejeje. Sin más que decir, FELICES FIESTAS A TODAS/OS

Nos leemos pronto! n.n