La familia
…
…..
24 de Diciembre
7:30am
La tormenta de la noche anterior había cubierto significativamente unos cuantos metros más la montaña, como las cabañas alrededor, el frio, qué de por sí ya era bastante, ahora se sentía cien veces más. Desde su ventana podía ver claramente un banco de neblina que cubría y se deslizaba tranquilamente, como acariciando la nieve bajo ella, de hecho no sabía si subía o bajaba o sólo se quedaba estática, pues los pocos rayos de luz que se iban asomando por detrás de la montaña no lograban espantar ni un poco a ese gris manto que seguramente estaría toda la mañana, claro, si es que no volvía a nevar como la noche anterior- Suspiró- Y pensar que aún le faltaba dos días más para terminar con su tortura- Frunció el ceño rectificando ese último pensamiento- Aunque pensándolo bien.
Flash back
18 de Diciembre
Al principio dudó que le estuviera escuchado, o al menos que le hubiera puesto atención, sí, lo admitía, prolongó lo más que pudo ese momento que a decir verdad le hubiera gustado guardar en secreto hasta su regreso si es que se podía, pero sería sumamente extraña su desaparición por unos días.
Se había generado un largo silencio después de pronunciar aquellas palabras, que a decir verdad las soltó tan rápido y en un tono bastante bajo para no provocar un escándalo, el cuál, claro, se hizo.
-Solos…
-No.
-¿¡USTEDES SOLOS!? - se escuchaba por toda la casa.
- Te lo he dicho cinco veces…
- ¡Oh, por fin, por fin! ¡Mis suplicas, mis viajes al templo surtieron efecto! ¡Sabía, sabía que no me defraudarías Ichigo! – lloraba como niño – ¡tu madre seguramente estará muy contenta!
-¡Qué ya te dije que no iremos solos!
-¡Mi hijo se hará un hombre en aquellas congeladas tierras! – de sus ojos salían estrellitas, arcoíris y de más cosas.
-¡Deja de gritar por toda la casa! ¡Los vecinos no tienen por qué enterarse de tus desvaríos!
-¡¿Porqué no me lo dijiste antes?! ¿Acaso querías raptar a Rukia-chan? – preguntaba con picardía a su hijo sonrojado. -¡WOOOOH!.. ¡Ichigooo, eres como tu orgulloso padre! – golpeaba su espalda animándole.
-¡Q-quieres dejar de decir tonterías! – exclamaba un exasperado peri-naranjo apartándolo de su lado.
-¡Tú y ella …- dramatizaba cómicamente- ..solos… en una montaña quién sabe dónde, ocultos de las miradas morbosas, de las limitaciones de su corta juventud, de la pasión oculta en sus jóvenes cuerpos.! ¡OOHH! ¡MASAKI, DESEARIA QUE ESTUVIERAS AQUÍ!
-Ella..y yo no iremos solos…- rectificaba muy lentamente, bueno trataba de hacerlo.
-¡Oh! Mi dulce y tercera hija, estará encerrada.. - le miró a su hijo -..cumpliendo y sucumbiendo a los deseos más bajos que mi hijo desee. Ichigo debes ser gentil y delicado, recuerda que es una mujercita que apenas comienza su camino por el valle de la vida.
Ichigo torció el gesto, estaba a nada de golpear a su viejo.
-Ustedes solos..el frio, compartiendo sus..
-¡YA CALLATE!
Fin flas back
8:15am
Daba gracias a Dios que su padre estuviera a miles de kilómetros de distancia, eso realmente lo hacía muy feliz, eternamente feliz. Tomó un baño dispuesto a bajar a tomar su desayuno y quizás subir a esquiar o alguna otra actividad, claro, todo eso con los ojos puestos a cada momento sobre su pequeña compañera, quería evitar a cualquier costo que ese día quisiera lanzarse de la montaña más alta, pues sabía muy bien qué lo que tenía de violenta, era igualmente proporcionalalnulo sentido común e ingenuidad, ese viaje era la prueba fehaciente de veces no sabía si realmente entendía o sólo estaba dando muestras de su actuación, no tenía idea.
Salió de su cuarto avisando a su compañero que esperaría en el comedor. Cerró su chamarra y dio media vuelta rumbo a la escalera, hasta ahí todo era perfecto en el mundo de Ichigo. Tal vez si alguien le hubiera dicho que el simple hecho de pensar en aquella persona lo invocaría, hubiera manejado mejor sus pensamientos esa mañana.
Un golpe directo a la mandíbula lo dejo totalmente aturdido y asombrado ¿de dónde había salido aquello? Se levantó del piso, no sabía si estaba enojado o extrañado ¡..Ese golpe, ese golpe..! Su alma por alguna razón tembló y congeló. Se giró lentamente como temiendo una aparición macabra. Su respiración era irregular y comenzó a sudar a pesar de que el pasillo se encontraba sumamente fresco.
-¡Hello..!
Llamó aquella voz. Sus ojos se abrieron a más no poder. Su cabeza que aun la tenia sobre el piso subió lentamente para toparse frente a frente con aquel que lo saludaba.
-Pa..¿Pa..pá?
-¡Good Morning, Ichigooo!
No. No. No ..!Eso no podía estar pasando!
-¡T-TÚ! ….¡TÚ!.. ¡¿QUÉ HACES AQUÍ?! – señalaba eufóricamente
Sí, sus ya nefastas vacaciones se volvían una pesadilla. Quizás aún estaba dormido, sí, eso debía ser.
-¿Pensabas que te dejaría a solas con mi amada e inocente tercer hija para que le hicieras, Dios sabe qué cosas mal hechas? ¡Oh, no hijo mío! ¡No, no, no! ¡Por eso tienes a tu querido padre que te vino a ayudar a esa labor tan hermosa! – de sus ojos salieron chispas de ilusión y esperanza que adornaron y dieron luz al pasillo ensombrecido por el aura asesina de Kurosaki menor- ¡Un Kurosaki no puede quedar mal cuando se trata del amor! – golpeó energético el hombro de su hijo – Por ejemplo esto.
Con premura sacó de Dios sabe dónde una cámara que rápidamente se la embarro en el rostro a su querido retoño. Ichigo abrió los ojos. Miró a su padre y a la cámara sin podérselo creer. Ahí mostraba aquella carrera y el enorme y arriesgado salto de Rukia y cómo él, al momento de cruzar la meta no le quitaba la mirada de encima. Para después hacer un corte violento y pasar a una que había vivido la noche anterior en aquel mismo corredor. Donde había acorralado a la "delicada" y testadura chica.
-¿Sabes hijo? – habló mientras quitaba la cámara de un petrificado y pálido Ichigo – no escuchaba absolutamente nada, debí de poner micrófonos a lo largo del pasillo, ese fue mi error – aceptó desilusionado y muy quitado de la pena - pero debiste hacer más que sólo tenerla ahí, se ve que estaba esperando otra cosa de tu parte – Isshin suspiró y compadeció a su hijo-Debiste besarla cuando la acorralaste, hubiera sido un recuerdo precioso para ésta cámara.
Ichigo seguía sin moverse.
-¿Qué no escuchaste todo mi apoyo en la grabación? – preguntó de lo más normal.
Kurosaki rugió.¡La grabación!
- ¡Pero lo qué no comprendo es como diablos dejaste pasar esto!
En otro toma se podía ver a Rukia subiendo como alma que lleva el diablo por aquella colina dónde se había perdido por horas, después cambiaba la escena, que con ayuda de un close up podía apreciar con dificultad por el rápido cambio del lente dos cuerpos juntos…muy juntos… –levantó una ceja - que se aproximaban a mucha velocidad. Conforme se iban acercando, el close up iba alejándose, permitiéndole tener una mejor nitidez de la imagen que mostraba la pantalla. Se escuchó un ¡OH! Un ruido, y la cámara mostraba ahora el rostro del peli-naranjo muy serio mirando aquella escena detrás de la ventana, después la imagen volvió a cambiar, se podía ver claramente como ella sonreía y el sujeto en cuestión también lo hacía.
-Ichigo – habló tranquilo alejando de nuevo la cámara y propinó una dulce pero fuerte palmadita sobre su hombro – has perdido.
Ichigo hervía de furia. Olvidando el recuerdo de aquella grabación en su reproductor y el vergonzoso momento, era todo lo que estaba pasando y el hecho que él estuviera grabándolos a escondidas y de quién sabe cuántas cosas más a sus espaldas.
-¿¡Me quieres explicar que haces aquí!? ¡Y dónde diablos dejaste a mis hermanas viejo pervertido!
-Ellas están aquí.
-¡QUÉ!..¿Las arrastraste a tu locura? ¿Qué clase de padre eres? ..!¿No tienes pacientes que atender?!
-Ellas también querían unas vacaciones, Uno muy bueno y no, no tengo pacientes, cerré la clínica para éste momento especial.
-¡Estás completamente enfermo!
-Eso no importa…lo importante es, déjame te muestro. El enemigo numero uno hijo mío – decía con mirada encendida, mientras acercaba con rapidez la cámara y se la embarraba nuevamente en la cara – él – señalaba en la pequeña pantalla a un joven igual de alto cargando a un pequeño cuerpo que conocía muy bien. La escena cambió y por algún motivo se le hizo familiar aquella imagen – Ichigo frunció el ceño. Miró la esquina inferior de la pantalla y mostraban las 8:00 de ese mismo día y luego a su padre que movía afirmativamente la cabeza, después el pasillo y luego comprendió.
…..
…..
El agua caliente resbalaba sensual delineando aquella silueta esbelta y pequeña, dejando a su paso finas líneas de agua que acariciaban traviesas cada rincón virgen de aquella tersa y suave piel de marfil provocándole una sensación sumamente dedos jugaban entre las hebras de sus cabellos negros. Sus ojos se mantenían cerrados al contacto de aquel reconfortante líquido que golpeaba gentil su rostro. Todos sus sentidos estaban apagados, en aquel momento sólo existían en aquel cuarto de baño, ella y el agua resbalando por su desnuda figura.
Esa mañana su cuerpo se encontraba entumido por el frío y que más podía ayudar que un buen baño que la reanimara. Tal vez ese día no saldría de la cabaña, prefería pasarla acostada con una frazada en las piernas, junto a la chimenea y una buena taza de chocolate. No le sonaba tan mal, pocos momentos contaba con tal tranquilidad como para desperdiciar el tiempo pensando en hacerlo o no. Las gotas seguían rodaban traviesas por su cuerpo desprendiendo un vaporcito agradable que opacaba aquel pequeño cuarto.
...
…..
¿A dónde vas? – preguntaba sínicamente.
En aquella imagen se podía apreciar ese mismo pasillo, un hombre, sin duda de espaldas y entrando a la habitación. Ni siquiera se detuvo a meditar un poco cuando ya se encontraba parado frente a la puerta tocando, bueno, más bien golpeando la puerta. Lo que lo enervó más, pues no se dignaba a abrir la bendita puerta.
-¡Rukia, abre la maldita puerta de una vez!
Pero nada, ni un ruido se escuchaba ahí dentro. Eso, lo exaspero aún más. Y su mente viajo y viajo.
-Ten hijo – habló a su espalda su fiel padre que gentilmente le había acompañado. – Es su llave.
Ichigo ni siquiera se detuvo a pensar por que diablos el loco de su padre contaba con una llave del cuarto de la morena. De hecho no lo quería saber, lo único que quería era poder entrar. Metió la tarjeta y el foco que antes se iluminaba en rojo ahora estaba en verde permitiéndole el acceso. Claro, entró como alma que lleva el diablo y cerró tras de si la puerta.
Isshin sonrió, sus ojos brillaron con astucia y pegó la oreja a la puerta. Su hijo era un completo idiota por dejarse engañar tan fácilmente. Si tan sólo no fuera un cabeza hueca, y claro, si su inteligencia diera para más, se hubiera dado cuenta que la grabación era del otro lado del pasillo o que simplemente el número de la habitación no era el mismo. No cabe duda que los celos son malos ó a sonreír.
Sabía que estaba actuando de más, él le había prometido aquella tarde que no haría nada que delatara sus intenciones en ese viaje, no podía no ayudar, no veía algún progreso positivo, en ningún aspecto y se agotaba el tiempo, si ese era su plan entonces no cabía duda que fracasaría. Pensaba en mantenerse oculto todo ese viaje, pero las circunstancias lo orillaban a actuar.
-¿ahm…se-señor?
-¡SHH! Que se pone interesante
-Eso..eso no está permitido.
...
…..
-¡Rukia!
Era poco decir que *Hichigo quería salir en ese momento y arrasar con media montaña si era necesario. Cuando abrió la puerta y no vio a nadie sobre la cama; sí, Ichigo pensaba encontrar algo desagradable ahí, su ojos rápidamente escanearon la habitación sin dejara rincón alguno. Frunció el ceño. Era una habitación pequeña como para que alguien pudiera esconderse y dudaba mucho que hubiera saltado de un tercer piso. Fue cuando giró el rostro y su mirada se endureció a más no poder. Sus pasos eran pesados pero rápidos al momento de dirigirse a su objetivo. No lo pensó ni una vez cuando tomó la perilla y giró para abrirla de un sólo golpe.
-¡Rukia! – volvió a gritar furioso.
El vapor ahí encerrado salió despedido del cuarto haciendo visible el panorama. Podía escuchar claramente el agua golpear contra el azulejo, pero nada más. Estaba a punto de dar un paso cuando el poco vapor que empeñaba el vidrio protector se despejaba y dejaba ver en su esplendor a un cuerpo desnudo que le daba la espalda. Ichigo podía ver claramente aquella pequeña cintura, las curvas de sus caderas, la blancura de su piel, que suponía al contacto debía ser como la seda, sus bien formadas piernas..sus piernas. Tragó saliva. Dio un paso. Su mirada continuaba fija, ni siquiera se dio cuenta que ya estaba dentro del cuarto. En el vidrio resbalaban las gotas limpiando y dejando aberturas para su amielada visión. En ese momento lo único que tenia empañado era su cerebro, no podía pensar claramente, de hecho no lo hacía. El agua bajaba magníficamente por su piel serpenteando en algunas partes estratégicas de su bien formado y pequeño cuerpo. Su respiración se agitó y apretó los puños. Hacía calor ahí dentro, mucho calor, seguramente por todo aquel vapor que flotaba en el cuarto de baño.
Se notaba que la chica estaba sumergida en su mundo, pues ni siquiera le escucho entrar. Él no podía mover un solo músculo,sus pies los tenía pegados al piso. ¿A qué había entrado? No lo recordaba, pero sabía que estaba buscando algo y sin duda era eso. Ella movía su cuello de lado a lado dejando que aquel afortunado líquido rodara por ahí. Sus pequeñas y finas manos pasaban por su blanquecino cuello masajeando dicha área.
-Rukia.. – soltó en un gemido. Su boca se encontraba seca.
En ese momento fue consiente de su error, apunto estaba de levantar su musculosa pierna para dar un paso más cuando escuchó el rechinido de la llave al cerrarse y el pánico entro en su cuerpo. Ella giró su rostro y sus hermosos ojos violetas se abrieron sorprendidos. Vio como de sus finos labios articulaban una palabra, que dedujo sería su nombre. Y cerró de golpe la puerta.
...
…..
Estaba sin duda alguna disfrutando aquel baño. El estar en una montaña casi congelándose sin duda laguna hacía que se disfrutara y apreciara más ese momento. Pero debía salir, comenzaba a marearse de tanto vapor. Su mente se había despejado y sabía lo que tenía que hacer, debía tomar cartas en el asunto, sólo quedaban dos días y regresarían a casa. Cerró las llaves y giró su rostro buscando la toalla que había dejado colgada minutos atrás. Ella nunca imaginó que en vez de ver la toalla se encontraría con una persona, y no cualquier persona, si no justo la que estaba pensando.
-Ichigo – salieron de sus labios. No sabía si gritar o enojarse o salir y golpearlo, solo se quedó ahí dándole la espalda a través del vidrio que los separaba. Después él salió azotando la puerta.
...
…..
Ichigo abrió la puerta y salió sin decir nada.
-¿Qué? ¿Tan rápido? – preguntaba un desilusionado padre - ¡¿existe algún problema contigo?!- le gritaba.
-Se-señor...eso tampoco esta permitido.
...
…..
Salió apresurada del cuarto de baño, sujetando con fuerza la tolla en su cuerpo y buscando la presencia de Ichigo, pero de él nada. Frunció el ceño. ¿Ese idiota que se creía? Y ¿cómo diablos había entrado? Meditó por unos momentos, ¿una alucinación causada por estar tanto tiempo bajo el agua hirviendo? Movió la cabeza negando esa posibilidad, sabía lo que había visto. Volvió a buscar con la mirada en el cuarto, como si mágicamente apareciera, pero lo que vio fue otra cosa; una nota sobre la cama. Caminó hacia ella y la tomó.
Te espero abajo, no tardes.
La morena sonrió
– Ichigo idiota, se hubiera quedado.
…...
…..
Rojo, era poco, tenía que tomar un poco de aire, tirarse sobre la nieve, caminar hasta los mismísimos Himalayas, lo que fuera. Las respiraciones pausadas no estaban ayudando mucho.
-¿Qué paso? ¿Los viste?
-¡Aghrr!-gruñó tan fuerte que el mismísimo hombre de las nieves le temería. Se detuvo de golpe y encaró a su progenitor - ¡Todo es tu maldita culpa! ¡Si tan sólo…! ¡SI TAN SÓLO..!- agitó desesperado su cabello.
-¿Mía? – preguntaba casi ofendido -¿Yo, qué culpa tengo de que seas tan lento? – Sonrió de oreja a oreja - Mmm…¿Pues que viste que te tiene tan alterado?
Ichigo volvió a ponerse rígido, su corazón latía a mil por hora y toda la sangre se empezaba a acumular en las mejillas y … en otras partes.
-¡Aghrr!.¡CALLATE! ¡Y NO TE ACERQUES A MÍ!
Amenazó bajando rápido las escaleras y desapareciendo de la vista de su queridísimo padre. Subió caminando gran parte de la montaña, sólo para despejar su agitado corazón y sus locos impulsos. Tenía que tranquilizarse a cualquier precio. Se quitó el gorro de la cabeza, los guantes y abrió hasta el pecho la chamarra que en esos momentos sentía que lo sofocaba. Se quedó dando la espalda al círculo que formaban las cabañas. Miró el cielo que se veía un poco gris. Había sido un completo idiota ¿Cómo era posible dejarse engañar por el viejo loco de su padre? ¿Cómo calló tan fácil en su juego? Agitó desesperado sus cabellos. Su vida acabaría, su vida como la conocía acabaría en unos momentos. ¿Cómo? ¿En qué diablos estaba pensando? ¡Rukia lo mataría! Y todo por no pensar con la cabeza fría, por no controlar sus locos y enfermos impulsos con ella. Ahora que lo pensaba ¡Todo era por su culpa! ¡Sí!
-¡Aghrr! – volvió a gruñir exasperado. De nada servía culparla, terminaría igualmente tres metros bajo tierra. Sus ojos opacos por la pena surgieron con un nuevo brillo. Si iba a morir se llevaría a su padre también. Con ese pensamiento dio media vuelta y bajó para enfrentar su destino.
…...
…..
Cuando salió del cuarto tenía una mirada brillante y una sonrisa en los labios. Cerró la puerta y bajópor las escaleras muy tranquila. Miró a su alrededor; se suponía que él debería estar esperándola.
-Buenos días señorita – le saludaron al comienzo de las escaleras.
-Buenos días.
-La esperan en el comedor. – anunció amablemente el recepcionista.
-Oh, muchas gracias. – agradeció .Cruzó el vestíbulo, la sala de estar donde habían estado la noche anterior y abrió la puerta para poder entrar al comedor. Miró por todos lados para ver a Ichigo. Él se encontraba sentado a unos metros junto a una ventana que daba a la montaña con neblina. Levantó una ceja y sonrió, eso sería muy divertido. Pero no debía olvidar por que estaba ahí. Ella jaló la silla y se sentó justo frente a él con una sonrisa en el rostro. Él la miró rápidamente y agachó su amielada mirada.
-Te tardaste.
-Sí, bueno – admitió – es que tuve una visita inesperada.
La columna vertebral de Ichigo tembló.
-¿Sabes? Un completo pervertido entro a mi cuarto – continuó bien quitada de la pena, como si todo eso fuera de lo más común. Lo relató mirando en todo momento a un rojo Ichigo, él sabía que no se la pondría nada fácil – y no bastándole entró hasta mi baño, donde casualmente estaba yo… desnuda. – Ichigo se sofocó ante aquella imagen que volvía a su mente pervertida –es una pena que no se haya quedado – admitió con una voz muy sensual y en un tono muy bajito. Ichigo levanto la mirada chocando con una violeta encendida - se le veía muy cómodo mirando. Tal vez le hubiera invitado a seguirme si no hubiera salido asustado – hizo una pausa - Quizás también le hubiera agradado un baño…conmigo.. ¿No crees? – le sonrió de lo más perversamente.
Tum tum-tum tum– retumbaba el corazón del naranjo apunto de explotar. Su respiración comenzaba a ser más fuerte y sus puños bajo la mesa eran apretados fuertemente.
-¿Qué te sucede..Kurosaki….kun? – seguía con aquella sonrisa en los labios, mientras colocaba un codo sobre la mesa y apoyaba en esa misma mano su rostro angelical –me pregunto si volverá ¿tú, no?– se insinuó quitando de su rostro aquella sonrisa – Y tal vez ahora sí quiera acompañarme … yo podría hacer que no tenga tanto frio .
¡TUM-TUM .TUM-TUM!
-Señorita ¿gusta pedir?
- ¡Por supuesto! – habló amablemente y con la jovialidad que caracterizaba su ya personaje estudiado.
-¿Y para su ..- el mesero, muy joven por cierto, miró al peli-naranja que en su sitio ni siquiera había parpadeado, de hecho no se movía. ¿Amigos? Pues no los sabía, aunque por un momento lo dudo en dirigirse de esa manera, tal vez se equivocaba. – su..novio?
-Lo mismo que yo, no hay problema – contestó de lo más natural. El chico se retiro feliz de no haberse equivocado.
-¿Qué tienes Ichigo? ¿Te ocurre algo malo? ¿No piensas desayunar? Se enfriará
El Kurosaki que no había parpadeado en todo ese tiempo, también respiró. La vio comiendo de lo más natural. ¿Estaba soñando? ¿Ya lo había matado tan rápido? Pues ¡vaya que era buena en eso! Ni siquiera sintió su espada atravesar su pecho.
-Bueno, ya termine, muchas gracias por el desayuno – dijo y se levantó. Él la miró levantarse y dirigirse fuera de la cabaña. ¿Qué había ocurrido?
-Señor, su novia le deja esto.
-¿Mi ..novia?
Aquel muchachito frunció de lo más divertido el rostro y le sonrió comprensivamente.
-Por supuesto, la chica linda con quien desayunó, su novia.
-Ah, sí… ¿Quién?
-Me pidió en la salida que se lo entregara a su novio. Y es usted. – el chico estiró su mano y entregó un papel doblado. Ichigo lo tomó y lo abrió.
ESPERO QUE EL PERVERTIDO-KUN HAYA DISFRUTADO LO QUE MIRÓ.
PERVERTIDO.
-Y tal vez ahora sí quiera acompañarme … yo podría hacer que no tenga tanto frio.
Ichigo y su corazón seguían sin reaccionar. Se le estaba insinuando ¡¿Ella…ella?! De nuevo su respiración volvió a ser pesada .. ¿A él? Estaba soñando, escuchó mal, eso era, ella no..jamás ..y.
-¡Aghrr! – de lo que llevaba de horas ese sonido comenzaba hacérsele muy natural Tum-tum- tum-tum. Su corazón seguía agitado. Al principio pensó que tal vez no lo había visto y por eso no estaba furiosa, pero era demasiado estúpido pensarlo, ¡estaba hablando de Kuchiki Rukia! ¡Por todos los santos! ¡A ella no se le escapaba nada! ¡Además la nota era más que obvia!
-Si Byakuya se entera de esto – decía apoyando su frente contra la mesa - me mata.
…...
…..
Rukia salía de aquel lugar con una sonrisa enorme en el rostro. Eso sería tan fácil. Ya había lanzado su primera jugada. Aunque debía actuar más rápido.
-¿Y cómo va todo?
La shinigami abrió los ojos ante aquella voz tan familiar. Volteó lo más rápido que su cuello le permitió.
-Se… ¡Se-señor Isshin! - exclamó asustada.
-No, no, no – movía su mano al aire al decir esto – dime pa-pá.
-¡Pe-pero! ¡¿Qué hace ..?! ¡Señor..!
-¿Qué no merece un poco más de afecto la persona que te da todo su cariño, te hospeda en su casa, te alimenta con su amor y…
Rukia frunció el ceño. ¿La estaba chantajeando?
-..y que te ofrece a su estúpido primogénito para que te haga feliz y me des muchos nietos?
-¡Usted me lo prometió! – decía muy preocupada.
…..
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Flash back
15 de Diciembre.
17:30 pm.
-Es..es por eso que necesito que me ayude – estaba muy roja y apenada por lo que acababa de decir. Rukia, esperó la reacción del dueño de la casa, la cuál no llegaba, eso le asusto enormemente. Tal vez no debió si quiera pensar en aquella petición al hombre de la casa – Yo entiendo que ..bueno.. no quiera – sonrió angustiada – creo que no debí ..!lo siento! – dijo rápidamente inclinándose. Tal vez se confundió entre broma y broma del señor Isshin, creyó que tal vez si le agradaba la idea que ella y..bueno. Quizás debió pensar mejor las cosas y no hacerse ideas erróneas, al fin y al cabo las bromas sólo eran eso…bromas – Yo no..bueno… será mejor que me vaya.. – Y ahora tampoco podría permanecer en la casa, había abusado de la confianza que le habían otorgado.
El mayor de los Kurosaki seguía sin creer lo que oía.
-¿Por qué..?- preguntó serió y en un tono bajo, queRukia atribuyo a enojo y sorpresa o quizá vergüenza.
-No..no quise..sólo.. olvídelo ..me iré, no tiene por que preocuparse, enserio – sin duda el mismo padre de Ichigo sabía que su hijo merecía a alguien como Inoue o alguien como la talla de ella.
-¡POR QUÉ NO ME LO DIJISTE ANTES HIJA MÍA!
Le gritó saliendo de su estupor, asustando a la pequeña que casi estaba apunto de salir llorando. Éste la tomó entre sus fuertes brazos y la zarandeó dándole vueltas por toda la cocina.
-¿No, no está molesto? – estaba confundida y mareada.
-¿MOLESTO? ¡SI ME HAS HECHO EL PADRE MÁS FELIZ DEL UNIVERSO!- la bajó - ¿Por qué no me lo dijiste antes? ¡Yo te hubiera ayudado!
Rukia rió nerviosamente. Por eso no le contaba nada, porque sabía que haría una locura y por que también se encontraba insegura en la reacción de la familia de Ichigo, una cosa era bromear y otra que fuera algo real.
-Él me ve como amiga y… bueno, era tocar terrenos peligrosos, aún lo son – rectificó insegura.
Isshin se sorprendió de lo que estaba diciendo ¿Su hijo la veía como amiga? Frunció el ceño, pues seguramente se trataba de otro hijo porque su Ichigo no la veía de esa manera. Esos jóvenes de ahora no se daban cuenta de nada.
-Y no sabía si le agradaría la idea – admitió apenada.
-¿Agradarme? .. ¡ME FASCINA! – gritaba extasiado.
-¡Se-señor Isshin! No haga ruido
-Papá..- le rectificó muy serio y con el dedo moviéndolo como cuando a un niño pequeño se le advierte de algo - dime Pa-pá.. ¡Hija mía!
-Prométame que no hará nada – pidió angustiada.
-¡Pero eso no es posible! ¡Tengo que ayudarte!
-Iremos a ese viaje y se lo diré..pero lo quiero hacer yo sola. Así si me rechazara no me sentiría tan apenada y bueno ..el viaje y la distancia harían que me hiciera a la idea que posiblemente no regrese.
-Eso no pasara, no te preocupes – animó el señor Isshin colocando ambas manos sobre los hombros de la menuda y valiente chica – además si Ichigo te hace daño, lo desheredaré – le aseguró – Ichigo puede ser un bueno para nada, un cabeza hueca, un troglodita sin educación, no es tan atractivo como su padre, no es caballeroso y muchas veces no sabe tratar a una damita como tú, en muchas otras es agresivo …
-¿Se-señor ..?no le está ayudando..
-.. pero no es un idiota – le miró a los ojos con decisión- él sabe lo que puede perder, lo sabe muy bien. Y créeme, antes moriría al saber que la segunda mujer que le ha traído felicidad a su vida ya no está más con él.
Rukia sintió sus mejillas arder. No estaba segura que el naranjo la considerara tan importante, pero era lindo pensar en ello.
-Gracias – dijo bajito.
-¡Ahora bien! ¿¡Qué te parece si planeamos una boda?!
-¿¡EH!?
Fin flash back
…..
…..
Bueno, de hecho él jamás le dijo algo de: lo prometo, directamente. Ella lo dio por hecho. Gran error. Y lo supo cuando él sonreía de oreja a oreja. Lloró internamente por su error, ese hombre le había jugado chueco.
-Ah, hola Rukia –chan. – saludaba Yuzu que pasaba por su lado dispuesta a subir a la montaña.
-Veo que ya te encontró –decía Karin dándole el más sentido pésame y siguiendo a su hermana gemela – suerte.
Ahora sabía por que la última habitación con tres camas había sido rentada.
-¿Aún no se le confiesa? – preguntaba la dulce Yuzu a su adorado padre que negaba con la cabeza. Rukia tembló. ¿Ellas lo sabían?
-El idiota de Ichigo – se quejó la hermana pelinegra – siendo hombre y no puede confesarse él primero. Mi hermano me da pena. Sin duda nosotras somos más valientes. ¡Te apoyo Rukia, dale duro al idiota de mi hermano!
-¡Señor Isshin! ¡Era un secreto entre usted y yo! Ahora si me rechaza yo quedare como una tonta.
-Era algo tan hermoso que no pude ocultarlo – admitía llorando a mares. La pequeña shinigamiapenada se alejó con el alma en un hilo.
El ex – capitán dejó el drama y la vio. Sin duda esa mujercita era valiente, tuvo el valor de confesar el interés de su hijo a él y de hacer ese viaje para declararse. El estúpido de su hijo ni siquiera admitía sus sentimientos. Sonrió. Oh, sólo esperaba que sus hijos sacaran el carácter de su madre.
…..
…..
- ¿Y ahora por qué tienes esa cara de idiota? Digo, siempre será la misma, pero hoy te ves más patético que otros días. ¿Es por tu padre?
Ichigo se atraganto con el insulto y lo cambio por una de sorpresa.
-¿Cómo sabes?
Tatsuki se sorprendió ¿de verdad, no lo había visto?
-Estas bromeando ¿verdad? Tu padre lleva persiguiéndote con cámara en mano, ¿y no te habías dado cuenta? –aguantó la burla –Ichigo, sinceramente no sé cómo llegaste a ser shinigami.
- Cállate, si tuvieras que aguantar al viejo estarías igual o peor que yo- se defendió el naranjito.
-¿Y es por eso? – volvió a insistir e Ichigo supo que se trataba de la primera pregunta.
-Aja...- dijo no muy convencido para la karateca.
-Te conozco muy bien cabeza hueca. De hecho podría asegurar que mejor que nadie, así que deja de fingir – habló muy segura- Tú no eres de salir en excursiones con tus compañeros Ichigo, en todos los años que llevo conociéndote nunca te tomaste la molestia de acompañarnos.
-La gente cambia – defendió con indiferencia.
-Tú no.
-¿Tú crees?
Tatsuki le miró irritada.
-¿Por qué no admites que has venido por Rukia? Es más que obvio.
-Porque no es así.
-¿Esa no es Kuchiki-san? – preguntaba la recién llegada. Inoue - ¡WOW! ¡Sí! ¡Mira Tatsuki! Kuchiki-san está con el chico de ayer ..!Ya se va con él! ¡Ah! ¡Yo también quería ir! – decía con un puchero en la cara.
Ichigo se levantó de su asiento como si tuviera un resorte en sus pantalones y giró con brusquedad buscando a la susodicha y al tipo. Sus ojos se volvieron dos rendijas amenazantes y un aura oscura comenzó a emanar de su bien fornido cuerpo.
-¿¡Qué!? ¡MI ADORADA HADA SE VA SIN MÍ! – se quejaba un afligido Asano.
-Vaya, también aquí Kuchiki es muy popular ¿no lo crees, Ichigo? – sonreía un quitado de la pena Mizuiro.
La karateca apoyaba sus antebrazos sobre la mesa mirando con cara de burla a su amigo, que, al parecer estaba hirviendo de furia. ¿Qué decías, Ichigo?
…..
…..
Ella caminaba sin rumbo fijo. No le hubiera confesado nada al papá de Ichigo.
-Con que eres más bonita sin los protectores y los kilos de nieve sobre ti.
Escucho a su espalda y volteó.
-¿Perdón?
-¿No te acuerdas de mí?
Rukia levanto una ceja y lo observo con más de talle. Era un chico tan alto como Ichigo, delgado, se notaba que se ejercitaba , ojos azules como el cielo, piel blanca aunque un poco tostada, seguramente por pasar mucho tiempo esquiando, su cabello era largo y un poco ondulado en las puntas y rubio…
-¡Oh!
- Ya te acordaste – sonrió complacido.
Sin duda también era muy atractivo, sin la chamarra, los protectores en los ojos y una tormenta encima de él.
-Disculpa, ah..eh.. Dante
- Así es, Rukia.
Ambos sonrieron.
-Pensaba buscarte.
-¿De verdad? – se sorprendió .
-Sí, ¿lo recuerdas? Tenemos una cita.- dijo sencillamente
-¿Enserio..?
-¿La motonieve?
-¡Ah! – era verdad, tenía que ir con el encargado para que la acompañaran a recoger esa moto. Con un poco de drama, lágrimas y todo eso que se le daba de maravilla, no tuvo ningún problema, de hecho el que terminó más preocupado fue el dueño- Ahora que lo mencionas iba por ella en estos momentos, pero no es necesario que te molestes, ayer hiciste mucho por mí, gracias.
El chico rubio y un poco bronceado le sonrió.
-No es molestia, por lo general tomó la misma ruta cuando subo a la montaña a practicar. ¿Te gustaría acompañarme? Podrías deslizarte si te gusta - preguntó amablemente y continuó- ¿Sabes esquiar?
-Un poco –admitió con una sonrisa, recordando cómo había ganado aquella carrera contra el naranjo – sólo que…- dudó. Tenía que actuar, crear un nuevo plan ahora que sabía que el señor Isshin estaba ahí. ¿Qué tal si se le salía comentarle a Ichigo lo que sentía por él? ¿Y si él se enteraba y no le daba tiempo de explicarle? ¡Era muy arriesgado todo eso! Miró en dirección a la cabaña .. –..bueno, pero solo te acompañare a recoger la motonieve, no puedo quedarme más tiempo ¿de acuerdo?
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*Hichigo: al Hollow interno.
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Casi me da febrero y YO no actualizo, perdón, es cuando me doy cuenta que odio la escuela. ¿O pienso en la historia o en el sin fin de tarea que tengo? Eso realmente me estresa
Bueno, ahora ya sabemos que Rukia también estaba muy interesada en ese viaje. Y el por qué.
Y gracias a sus comentarios, de verdad me animan y también me apenan. Jajaja. Me gusta que les guste como escribo, aunque no lo hago bien, lo acepto. (Roja) pero me fascina pensar en esta pareja y crearles historias.
Elenita-Ele-Chan: jajaja que linda eres. ¡Me subiste los ánimos! Besos. Jaja.
Espero sus comentarios. Besos.