Final finalístico finalizador; gracias por los reviews, siempre sirven para saber cómo va la historia:), y fue un placer escribirla, enserio (es el capí más largo jaja). La primera parte del capítulo habla de RE6 y un manga, si no quieren spoilers no lean hasta la siguiente línea larga horizontal.
(Tres años después)
Pensar que habían pasados años desde que estuvo en América, y nunca pensó que volvería: pero aquí está, sólo por él, porque la necesitaba y no podía ser tan egoísta de negarse a ayudar al superhéroe que ha salvado al mundo más de una vez. No podía abandonar a Chris ahora que más la necesitaba.
Y es que él se había ido en misión hace meses, junto con otros desplegados por el mundo: como agente de la BSAA se enteró de la amenaza mundial que sucedió con el nuevo virus C. También supo que, anterior a eso, Chris estuvo en otra misión en Marhawa, Asia, junto con el mismo compañero con el que hizo la última… Piers Nivans. Y ese era el motivo por el que ahora estaba aquí y la misma Jill Valentine la llamó: Él estaba mal, pésimo, desde que en su última campaña su nuevo joven camarada murió salvándolo. Quizás no lo conocía tanto como la rubia –la cual no podía estar con él ahora porque estaba en misión-, pero sabía que él ya había perdido mucho en la vida, demasiado, escuadrones completos de hombres antes y durante su misión en China con Piers.
Estaría ahí para él, no importa cuándo, no importa cómo. Por eso tomó un vuelo desde Sudáfrica en la madrugada, para llegar aquí empezando la noche.
Wow, era increíble el caos que era ahora este país. Bueno, mal que mal no asesinan al presidente de los Estados Unidos todos los días y se sufre un ataque bioterrorista de gran escala...
Ahora iba en un taxi llegando hacia Chris (la dirección se la había dado Jill; enserio era una buena amiga al preocuparse tanto de él). "Pff, para qué engañarme, sé que son más que amigos". Sheva recordó la misión en África, pero se contentó y dejó su tristeza, mal que mal venía alegrar a Chris ¿no?
Pagó la descomunal cuenta del taxi al llegar al edificio, ya que la traía desde el aeropuerto de todos modos.- Gracias por su generosidad señorita, bienvenida a América. –le dijo el taxista, amigablemente, y partió.
"Bueno, ahora al apartamento". Lo peor de todo es que no había ascensor y, aunque pequeña por la prisa que tuvo, llevaba una maleta con sus cosas (ni siquiera tenía dónde hospedarse).
Tras mucho subir al fin llegó. No sabía qué hacer y el corazón le latía a mil… tres años, tres años desde que los premiaron como héroes patrios y del mundo, y lo ayudó a salir de su trauma con Kijuju… prometieron verse pero son agentes de la BSAA y la vida no era fácil, sabían de la condición del otro sólo por reportes que se impartían para saber cómo estaban las sucursales internacionales y sus respectivos grupos.
Tocó con dos golpes fuertes, para hacerse escuchar. Nada sucedió. Volvió a hacerlo; y nada otra vez. Siguió así un buen rato, hasta llamó con su voz pero sonaba distinta, nerviosa. De repente, escuchó a alguien dentro acercarse impetuoso.
Tenía su apartamento horriblemente desordenado, papeles tirados por todos lados sobre personas y casos; entre ellos Jake Muller y la misión en China, estaba hasta el reportaje de la muerte del presidente. Estaba rodeado por botellas también, y algunas cajetillas. Sí, antes y cuando era parte de los S.T.A.R.S. ya tenía un vicio por los cigarros, y el del alcohol se le pegó ahora viejo. Patético.
Escuchó ruidos a su puerta, asumió que no debía ser alguien o algo importante, puesto que le habrían avisado por su PDA. No abrió, igualmente sólo llevaba unos pantalones de dormir y bata. El tipo seguía insistiendo; quizás un enamorado que se equivocó de cuarto y estaba desesperado porque le abrieran. Qué idiota. Sin embargo, descubrió que era una mujer porque lo llamó por su nombre, aunque sonaba rara y no la pudo reconocer. Igual no abriría, hace poco había aceptado otra misión y debía informarse de todo y dejarlo listo.
Ya había pasado un minuto y algo. Se acabó. Chris se paró del suelo y fue a abrir enojado dispuesto a gritar, ni siquiera se tomó el tiempo para ver por la mirilla de la puerta quién era.
No quería decir quién era, sería una sorpresa, y le salió el tiro por la culata. La puerta se abrió de la nada revelando a un cambiado Chris liviano de ropas, furioso.- ¿Qué demonios te pasa mu…? -y enmudeció con una cara épica de sorpresa y ceño fruncido.
Y ahí estaba Sheva; de pie vistiendo ropa de negocios y una maleta pequeña al lado. No había cambiado, aunque con los tacos se veía más grande.- Bueno, me pasa que mi excompañero no quiere abrirme a las once de la noche después que vine desde otro continente a verle. –dijo seria para luego formar una risa corta. Chris era un poema.
» Oye, ¿estás bi...? –y no pudo continuar porque el mayor la abrazó: ella era tan pequeña y frágil, más ahora que él había perdido musculatura y se veía más alto.- Perdona… enserio no sabía que eras tú Sheva… bah, ¿cuánto ha pasado, tres años a lo menos? –le dijo alejándose un poco y riendo, despidiendo un olor a tabaco con ron.- Pasa. Vamos.
Ella obedeció y entró junto con su maleta.- Deja el equipaje donde quieras, da lo mismo. –le comentó agradable mientras iba a buscar algo para ella- ¿Quieres tomar algo? – No, gracias. Soy mala con el alcohol. –y se rió simpática mientras Chris la miraba fijo. Wow, su forma de mirar cambió de una molesta a inquisitiva en los años. Pff, y ella seguía igual, como si no madurara.- Supe… todo lo de la última misión y pues, quería ver cómo estabas. Jill me indicó cómo llegar y todo, de verdad es una buena novia. –comentó agradable para hacerlo sentir bien, sin embargo obtuvo una sonora carcajada de vuelta.
Chris no podía hablar de la risa.- ¿Mi... mi novia? ¿Jill y yo novios? –Continúo carcajeándose- ¡Qué buena! ¿A quién se le ocurrió: a ti o a ella? –y continuó riendo, Sheva no sabía si estaba feliz de verla o había tomado mucho ya, incluso si unírsele para aparentar o no.- Esa Jill, siempre preocupándose de mí como si aún fuera un adolescente. –Paró de reírse, "al igual que tú por ella en África."- ¿Entonces…? –Quiso retomar la conversación con él- Yo estoy bien, gracias. Y si es por lo último; Jill y yo sólo somos compañeros y buenos amigos, nada más –le comentó con una sonrisa viéndola.- Oye, vamos ¿enserio no quieres tomar algo? Digo, es un gran viaje el que te diste y quizás después te tengas que ir a tu hotel ¿no? Sólo un poco. –Le dijo sirviéndole algo.- Bueno, sólo un poco…
Ya estaba borracha, no sabía ni de lo que hablaban y se reía, y él la seguía. Aunque con trago y todo, igual podía percatarse que Chris no estaba ni por asomo curado, debía tener una resistencia increíble.- Entonces Sheva ¿cómo van las cosas con Josh? ¿Eh? – Igual que tú con Jill, nada de nada. –y rió, pero Chris no y por eso se calló y lo miró.- ¿Entonces no hay nada entre tú y Josh? –Preguntó serio.- Obvio que no Chris, es como mi hermano mayor, lo quiero muchísimo pero como eso. –tenía demasiada calor, y es que ya se había sacado la chaqueta pero la camisa no, maldito traje formal estúpido.
Chris la miró por un rato sin una expresión deducible, y luego preguntó- ¿A qué viniste exactamente, Sheva? –Ella quedó inmóvil ¿había hecho algo como para enfadarlo?- Ya te dije Chris, quería saber cómo estabas ¿quieres que me vaya? –Y los ojos se le pusieron vidriosos.- ¡Oh no, no! Es sólo que es tarde y querrás ir a tu hotel, ¿quieres que te lleve?
Y ese era el tema que intentó solapar y no pudo- Bueno, el problema es que… No tengo hotel ni reservaciones, estoy en la calle prácticamente. –Y empezó a reír de nuevo, y Chris nuevamente no le siguió- Problema solucionado entonces, te quedas aquí conmigo. –Y le sonrió extrañamente y no supo interpretarlo- No, no, no Chris, yo me las arreglaré, créeme. –le sonrió de vuelta, pero él le rebatió- ¿A las tres y media de la mañana? –Y ella enmudeció- ¿A qué viniste exactamente, Sheva? Podías preguntar en la BSAA mi estado actual, y mis últimos reportes. –le volvió a preguntar, serio- Pero no es lo mismo y, así no podría decirte que… - ¿Decirme…? – Que te amo. –confesó y cerró la boca, ya ni sentía su corazón de lo rápido que iba. No tomaría más en su vida, nunca siquiera vería una botella, jamás viajaría a otro continente sin una reservación ya hecha, tampoco llegaría a las on…
No pudo pensar más porque Chris le dio un beso, o algo así, porque era algo excesivamente violento, casi como si la devorara. Si ya tenía calor, ahora estaba hirviendo, por lo cual empezó a quitarse la camisa. –Hmp, no me digas que estabas esperando esto. –Comentó lascivo Chris mirándola con libido.- Sólo tengo calor –comentó chistosa continuando el beso que tenía una intensidad bastante elevada. Chris tenía manos ágiles, o ella estaba muy borracha y no se dio cuenta cuando le quitó los tacos y la falda.- Sabes… creo que estás viendo doble… -rió él- Y no quiero aprovecharme de ti, así que mejor dejémoslo hasta aquí… -Y ella lo irrumpió con voz melosa.- Quiero que me la metas, ahora. Ya. –Y Chris le dio lo mismo cualquier otra cosa que le dijera porque con eso le bastó.- Roger. –le respondió cómico.
La PDA de Chris sonó y ambos la ignoraron. Estaban a punto de… y volvió a sonar, y otra, y otra, y otra vez. Chris furioso, ya desnudo, fue a contestarla. Maldita BSAA, mierda de bioterrorismo, put-
- ¿Chris? –preguntó entre sorprendió y dudoso Leon Kennedy.- Viejo, ¿estabas tomando? No soy… -y fue interrumpido.- ¿Qué mierda quieres?
- Oye calma –Contestó amigable, viéndolo a través de la vídeo llamada- Yo también estoy tomando solo en un hotel, y no ataco a la gente como tú… - Adiós – Es sobre las muertes de la última misión.
Y no fue capaz de apretar el botón para colgar, enmudecido.- Sé que ya se han hecho todos los informes legales y has dado tu testimonio, pero hay huecos en nuestras versiones y el Gobierno y Servicio Secreto quieren investigarlo.
- Yo soy de la BSAA, Leon esas entidades te incumben a ti, no me metas en esto. No me interesa hablarlo. –respondió Redfield frívolo, no necesitaba recordar tantas muertes, no ahora.
- Hoy en unas horas más sales a misión y lo sabes. El reportaje debe de estar en tres días; y lo que no está claro es la interacción en nuestras misiones cuando nos encontramos en China y pues… nuestro altercado.
- ¿Nuestro "altercado" apuntándonos con armas? –dijo irónico Chris. Y Leon sumó.- Bueno eso, y el por qué yo dejé escapar a "Ada" si es que todo parecía ser su culpa, y el por qué me obedeciste.
- Oh ya entiendo, quieres que te cubra. Primero te salvan el trasero con lo del Presidente, ahora yo debo inventar alguna excusa lógica del porqué no maté a tu especie de novia.
- Sé que es falta a la verdad, y aunque Helena y yo nos libramos, esto aún no está claro y… - Basta Leon, adiós. –y colgó, porque le hacía daño, China le hacía daño. Todo lo relacionado a esa misión lo lastimaba, lo hería, era como meterle el dedo en la llaga, era como si Kennedy lo ofendiera, lo atacara. Y recordó a Sheva, su rayo de luz en tanta oscura agonía, y volteó a verla, y la encontró durmiendo.
Rió, porque ya no podía seguir lamentándose por su exmisión. Fue a acostarse, ya todo se había acabado. Como hace años en Kijuju, como hace días en Tatchi.
Y la abrazó, porque ella era lo que le faltaba, y no la dejaría ir. Porque quería compañía y la necesitaba, y si ella fue capaz de sentirlo ahora, como hace años atrás, era por algo ¿no?
FIN (¿?)