Bienvenidos al final de esta historia. Ha costado pero por fin he conseguido terminar una de mis historias al final del capítulo pondré que va a pasar con el resto de mis historias.
Gracias a todos los que han seguido la historia y me han dado su apoyo.
Epilogo
Hace veinte años Harry Potter había salvado el mundo del mal antiguo, hace veinte años Harry Potter había contraído matrimonio. Quien diría que aquel hombre, que aquel gran hombre estaba desquiciado por completo ante una montaña de papeleo.
Harry Potter había decidido fundar hace quince años una escuela en los EEUU, la llamo la escuela de magia y hechicería Camelot. Pero ese día para Camelot era especial ya que iban a tener la visita de la escuela Hogwarts por primera vez entre las paredes de la escuela.
Estaba tranquilo terminando los últimos papeles del día cuando una joven de pelo negro entro por la puerta.
- ¿Puedo pasar?
- Claro Sophie ¿pasa algo?
- Solo que los profesores ya están reunidos y te están esperando.
Harry se miro el reloj y vio que su hija tenía razón, llegaba tarde a la reunión que tenía cada semana con los profesores de la escuela. Harry miro a su hija, la joven de diecisiete años fue su primera hija. Sophie Lily Potter era la viva imagen de su madre Evony Potter, hermosa, elegante, sofisticada y con el aire de superioridad que tenía Evony cuando se conocieron. Padre e hija salieron del despacho tranquilamente hablando.
- ¿Cómo van los EXTASIS?
- Son difíciles pero estoy segura de sacar muy buenas notas.
- Eso espero, no querrás que tu madre se enfade contigo.
Llegaron a la sala de profesores donde Harry entro tranquilamente.
- Siento la tardanza, el papeleo me ha entretenido.
Harry se sentó en el asiento que ocupaba el director del colegio y miro a todo su profesorado.
En primer lugar miro a se esposa Regina Black, la cual era la subdirectora de la escuela y profesora de encantamientos del colegio. La mujer gracias al poder de Harry con la antigua religión no había cambiado y envejecía más lentamente, Con la mujer había tenido un hijo al que llamaron James Henry Black, el joven tenía doce años y físicamente era como su padre salvo el pelo y los ojos que eran como su madre.
Al lado de Regina se encontraba el profesor de transformaciones y encargado de la enfermería, se trataba de Wyatt Halliwell, el descendiente mayor de las embrujadas se había convertido en un poderoso hechicero tal y como estaba vaticinado, su poder estaba a la altura del que poseía Harry y solo la experiencia que tenía el director de Camelot le hacían más poderoso y respetado.
La profesora de herbología de la escuela era Blanca aunque en la escuela era conocida como Mary Margaret, la mujer se había convertido en profesora ya que tenía una gran mano con las plantas y además quería estar cerca de su hijo menor el cual ahora tenía ya trece años, el joven se llamaba Harry en honor a quien les había ayudado tanto en el pasado.
De profesora de pociones estaba Billie Jenkins, la joven se había convertido en una poderosa hechicera que tras viajar durante varios años había aceptado la proposición de convertirse en la profesora de Camelot.
Evony Potter era la encargada de impartir clases de historia y etiqueta, la otra esposa de Harry apenas había cambiado por su naturaleza FAE y dada la larga vida que había tenido era la persona perfecta para impartir la asignatura de historia, además, como antigua líder de los FAE de las sombras la etiqueta era una de sus especialidades.
En la escuela de Harry no existía DCAO sino que la asignatura se llamaba ataque y defensa, se trataba de una asignatura donde no solo se aprendía a luchar con magia sino con armas, el profesor era el mismo Harry siendo uno de los profesores más queridos.
De todas las asignaturas que se impartían en otras escuelas solo había una que no habían el colegio y era adivinación, los videntes eran muy raros y si algún alumno se veía que tenía la capacidad de la videncia se le ponía un tutor particular elegido por el consejo de videntes.
- Comencemos, como bien sabéis la semana que viene va a venir una delegación de Hogwarts encabezada por el subdirector Longbottom, tenemos que tener todo preparado para su llegada.
- Las salas para albergar a los alumnos que van a venir están preparadas - dijo la profesora de runas antiguas - solo quedan un par de ajustes y todo listo.
- Me alegra escuchar eso, tengo pensado varias actividades para todos los alumnos y quiero todo listo.
Estuvieron tranquilamente durante media hora para tener todo preparado, decidieron horarios para que las actividades no coincidieran con las clases de los alumnos.
Cuando todo termino Harry, Evony y Regina se quedaron tranquilamente hablando, habían pasado veinte años desde su matrimonio pero se querían como siempre, tenían toda la vida por delante y unos hijos maravillosos.
- ¿Que te parece si nos relajamos Harry?
- Es buena idea Evony, ya no tengo papeleo ¿qué os parece si vamos a la piscina?
- Evony y yo hemos pensado en otra cosa.
Harry sonrió, las mujeres seguían siendo igual de lujuriosas, incluso de vez en cuando
participaban otras mujeres cuando estaban en la cama.
La pasión, el placer, cada vez que estaban en una habitación era como la primera vez,
como su primer beso.
El tiempo siguió pasando en la escuela y los alumnos estaban cada vez más nerviosos
ante la llegada del alumnado de Hogwarts. De pronto se vio como se formaba una gran
puerta en los terrenos, a través de ella el primero en salir fue Neville Longbottom actual
subdirector de Hogwarts y jefe de la casa de Gryffindor, tras él varios alumnos de
Hogwarts empezaron a salir. La gran estructura que era Camelot dejo sorprendidos a los
alumnos de Hogwarts, pero lo que mas impresionaba era estar ante Harry Potter uno de
los magos más grandes de la historia.
Todos entraron tranquilamente al salón comedor del colegio donde se celebraría una
gran cena en honor a los invitados. Los alumnos interactuaban unos con otros a pesar de las diferentes nacionalidades, había un hechizo en el castillo para que cada alumno se pudiera entender a la perfección, daba igual la raza o la especie todos se comportaban civilizadamente.
Harry se levanto para pedir silencio.
- Me alegra teneros aquí en la escuela Camelot, quiero daros la bienvenida y que disfrutéis de las actividades que se han instaurado para estos días, las actividades estarán puestas en varios tablones repartidos por la escuela.
Nada más terminar los aplausos llenó por completo la sala, fue una cena tranquila y cuando terminaron fueron dirigidos por los prefectos a sus cuartos. Harry y Neville subieron al despacho del director a hablar tranquilamente.
- ¿Cómo va todo Neville?
- Bastante bien, Minerva te manda saludos y dice haber cuando puedes pasarte a visitar la escuela.
- Haber si este verano me puedo pasar, tengo ganas de volver a ver Hogwarts.
Estuvieron tranquilamente hablando sobre los colegios y sobre la familia. Neville tenía una hija de quince años de edad, también sus padres había tenido otra hija dándole una hermanita a Neville, lamentablemente Augusta Longbottom había fallecido poco antes del nacimiento de su segunda nieta, fue una gran perdida para el mundo mágico.
Tras estar hablando un rato Neville decidió irse a su habitación, Harry se quedo en el despacho tranquilamente ya que iba a tener una visita. La puerta del despacho se abrió por donde entro un hombre de unos veinte años, alto, fuerte y sobre todo poderoso muy poderoso.
- Ha pasado mucho tiempo profesor Potter.
- Lo mismo digo Arturo, ¿que tal esta tu padre?
- Esta bien, un poco desmejorado pero como dentro de poco volverá a ver a madre seguro que se mejora.
Arturo Pendragon nació el año que Morgana y Merlín estuvieron juntos, Harry había sido su profesor durante los años que había pasado en Camelot y luego había sido enseñado por su padre. Se había ocultado el apellido del joven para que no se supiera que la línea de sangre Pendragon seguía en el mundo.
El joven ahora volvía a Camelot para hablar con el que fue su maestro.
- He decidido que voy a viajar por el mundo, como hizo usted hace tantos años ¿qué le parece?
- Es muy buena idea, estoy seguro de que llegaras muy lejos.
- Pues si me permite quedarme esta noche partiré mañana por la mañana.
- No hay problema Arturo, pero antes de salir creo que deberías despedirte de quien tu ya sabes.
Arturo se sonrojo, no podía negar que se había enamorado de Sophie la hija mayor de Harry, sabía que los padres de ella aprobarían su relación pero nunca le había pedido salir ya que eran tan tímido como su padre.
- Sophie te quiere, se nota el amor en vosotros, si no lo intentas no sabrás si funcionara.
- Está bien, iré ahora mismo a verla.
Harry vio como salía del despacho el que había sido su mejor alumno, pero sobre todo quien cargaría con el futuro de la magia.
Arturo fue hacia la habitación de Sophie, al ser premio anual tenía derecho a su propia habitación. Toco a la puerta y espero. La joven salió a ver quien tocaba y al abrir la puerta se encontró con la tímida sonrisa de Arturo.
- Arturo, has vuelto.
- Quería hablar contigo ¿puedo pasar?
- Claro.
El joven entro en la habitación de Sophie la cual estaba decorada con gran lujo. Se sentaron en la cama y Arturo sin mirar a la muchacha empezó a hablar.
- Quiero decirte algo pero no se como.
- Arturo mírame - dijo la joven con una sonrisa - puedes hacerlo.
- Yo te quiero, te quiero muchísimo desde hace tiempo.
- Lo se idiota, yo también te quiero.
- Pero debes saber que tengo pensado salir de viaje como hizo tu padre hace tanto tiempo, te lo digo para que cuando termines tus EXTASIS vengas conmigo.
- Arturo yo te seguiré hasta donde haga falta.
Los dos se besaron, fue su primer beso, un beso dulce, suave, estuvieron besando varios minutos hasta que decidieron tumbarse en la cama, solo dormirían, pero estarían los dos solos como si no existiera el resto del mundo.
Cuando llego la mañana siguiente se despertaron sonriendo, decidieron desayunar y preparar todo para el viaje de Arturo. Tras terminar fueron a hablar con Harry, cuando llegaron al despacho vieron que estaban Regina y Evony también.
- Veo que por fin habéis decidido estar juntos.
- Si papa, Arturo por fin me ha confesado sus sentimientos.
- Me alegro por vosotros ¿qué vas a hacer con tu viaje?
- He decidido que voy a salir de viaje en unos días y cuando Sophie termine sus estudios viajara conmigo.
- Me alegro por vosotros.
Estuvieron tranquilamente hablando, Evony estaba feliz de ver como su hija por fin había conseguido hacer que Arturo le confesara sus sentimientos aunque sabía que Harry tenía algo que ver con el repentino cambio del joven.
La nueva pareja estuvo toda la mañana tranquilamente paseando, los murmullos en el colegio no se hicieron de esperar al verlos ya que sabían que entre ambos había una gran conexión y amistad, algunos alumnos habían apostado para ver cuando terminarían saliendo.
Al cabo de varios días cuando los alumnos de Hogwarts habían regresado a su colegio, Arturo decidió que era hora de partir, Harry lo llamo aquella mañana ya que quería darle un regalo. Bajaron tranquilamente a las profundidades del castillo, Arturo notaba la cantidad de magia que había en aquel lugar según iban descendiendo y se pregunto donde irían. Cuando llegaron el joven se sorprendió, aquel lugar era de donde nacía toda la magia del colegio Camelot.
- ¿Qué hacemos aquí Harry?
- Quiero darte algo, un objeto que espero te ayude en tus viajes.
Harry entonces descubrió un compartimento secreto, allí había una gran cantidad de objetos mágicos recolectados por Harry a través de sus viajes y sus alianzas. Harry saco una pequeña cajita de madera y se la entrego a Arturo.
- ¿Qué es?
- Ábrela.
El joven la abrió y lo que vio dentro le sorprendió, allí estaba la semilla de la sociedad secreta de los Una Mens, la única semilla que había quedado y había pertenecido al rey de la sangre.
- ¿Es para mí?
- En efecto, durante años esta semilla ha permanecido a buen recaudo entregada a mí por el rey sangriento de los FAE tras la batalla contra Ralgok en el monte Kilimanjaro, es hora de que pase a la siguiente generación.
- ¿Qué debo hacer con ella? ¿acaso esta semilla no quitaba las emociones?
- Según como uses la semilla hará una cosa u otra, esta semilla es poder, pero a la vez es vida y muerte, estoy seguro de que la usaras como mejor convenga.
- Intentare no defraudar la confianza que ha puesto en mí.
- Eso espero, porque entonces te dejare en manos de Sophie.
El joven se estremeció, la que ahora era su novia podía ser temible cuando se enfadaba. Tras salir de aquella sala el joven recogió su equipaje y tras dar un suave beso a su novia salió de los terrenos del colegio. El joven empezó un viaje lleno de aventuras, un viaje que el que había sido su maestro había hecho y donde había encontrado un gran mundo por descubrir.
Harry vio como se alejaba su alumno, estaba orgulloso de haberlo enseñado, veía que el futuro de la magia seguiría adelante en la siguiente generación. Volvió a entrar en el colegio ya que iban a comenzar las clases, miro el gran comedor donde todos los alumnos estaban ya reunidos para desayunar, estaba orgulloso de sus alumnos, ahora sabía como se había sentido el que había sido su gran maestro, tal y como le habían dicho hacía mucho tiempo y ahora era realidad, un mago no nace sino se hace, da igual la sangre sino como te comportas durante tu vida y Harry Potter era la muestra más clara de eso.
Aquí tienen el final de la historia. Se que ha sido un capítulo corto, pero me parece un final que va a gustar. Gracias a todos por seguirme todo este tiempo y darme su apoyo.
Para que sepan que va a pasar con mis historias, deben saber que la siguiente historia con la que me voy a poner es la de El maestro de Atlantis. Esa historia ya la estoy reescribiendo y el primer capítulo sera subido entre en el día de hoy y de mañana. Solo me voy a concentrar en esa historia como he hecho con esta. Parece que así consigo terminar las historias escribiéndolas de una en una.