Cuando llegaron al loft del escritor, no había nadie.
-Qué raro… Alexis me dijo que llegaría hacia las siete.
-Se habrá entretenido con algo – Dijo Kate mientras tomaba asiento en el cómodo sofá de Rick.
-O con alguien. – Dijo él algo molesto mientras se sentaba al lado de ella.
-Parece que te moleste que esté con Max.
-No me molesta. Es solo que habíamos quedado a cenar. Si se va a retrasar, lo lógico sería que llamase para avisar, al menos.
-Si ni siquiera hay cena, ¿qué más te da que se retrase?
-Porque se suponía que la iba a hacer ella. Será mejor que pida comida.
Mientras él llamaba, ella fue a la cocina, cogió dos copas y las llenó hasta la mitad de una botella de vino que había sobre la encimera. Ambos volvieron al sofá. Ella dejó las copas sobre la mesita del salón, le puso la mano sobre la mejilla y comenzó a besarle, pero él se apartó y volvió a coger el móvil, que también había dejado sobre la mesita.
-No contesta – Dijo con tono de preocupación.
-Castle… - Antes de que ella pudiese decir nada más, él le cortó.
-Voy a mirar dónde está. – Acto seguido, inició en su teléfono la aplicación de GPS que le había instalado meses antes a Alexis.
-Creía que habías eliminado esa aplicación – Dijo Kate, sorprendida.
-Y lo hice. Pero volví a instalarla. –Ella prefirió no decir nada - ¡No da señal!
-Te estás volviendo un poco paranoico.
-No soy paranoico, soy un padre preocupado.
El timbre sonó. Rick se precipitó a abrir, pero no era su hija. Era el repartidor con la comida que habían pedido.
-Ah, eres tú - El repartidor no supo qué contestar, así que Beckett intentó ser amable con él y recogió el pedido, mientras el escritor seguía con el móvil.
-Oye, Rick, tranquilízate, ¿vale? – Dijo ella cuando el repartidor se marchó - Seguro que está con su novio y no se ha dado cuenta de la hora que es, o se ha olvidado de lo de la cena…
-Pues voy a llamarle.
-¿A Max? – Castle ya estaba con el móvil pegado a la oreja.
-¿Max? Soy el padre de Alexis… Sí. ¿Está Alexis contigo?... ¡¿No?! – Vale, ahora Kate también comenzaba a preocuparse - ¿Y sabes dónde está? …. ¿Cuándo la has visto por última vez?... Gracias Max.
Cuando Castle colgó, Kate le hizo un gesto con la mano para que le contase exactamente qué le había dicho.
-La ha visto por última vez está mañana.
-Tal vez está con algunas amigas.
-No. No, Alexis siempre que se va a retrasar o si tiene otros planes, me llama.
-Vale, escucha – Kate trataba de tranquilizar a Rick - Espo está en la comisaría, le voy a llamar y que rastree el móvil de Alexis para ver dónde está.
Espósito dijo que iba a rastrear el teléfono inmediatamente y les llamaría con lo que encontrase. Castle seguía preocupado, Alexis nunca había desaparecido así, siempre respondía a sus llamadas y él ya no sabía qué hacer. Kate, que aunque estaba segura de que todo esto tenía una explicación y Alexis estaría bien, también estaba preocupada y entendía la preocupación paterna de Castle, al que ya no sabía qué decirle para tranquilizarle.
-Quizás Martha sabe algo – sugirió la detective – O Meredith.
-No quiero preocupar a mi madre, además, está en Europa, es imposible que Alexis esté con ella. Pero Meredith… igual ha venido a buscarla y se le ha llevado a cenar. Seguiría sin tener sentido que Alexis no responda a mis llamadas, pero voy a llamarle a ver si sabe algo.
Castle llamó a su exmujer, que estaba en Roma, y le aseguró no tener noticias de Alexis desde hacía dos semanas (típico en Meredith que no hablase con su hija muy a menudo).
Rick se sentó en el respaldo del sillón. Ella se acercó y le cogió la mano, mostrándole su apoyo. No podía decirle nada más, ninguna de sus palabras serviría para consolarle.
Un minuto más tarde, el teléfono de Beckett sonó y Castle se puso de pie inmediatamente. Era Espósito, ella puso el manos libres, para que Castle pudiese escuchar también.
-Beckett, he rastreado el teléfono de Alexis y lo he localizado en una papelera, en Brooklyn. – Castle se alarmó- He mandado a una patrulla a por él.
-Gracias, Espo – Aquel no era su trabajo, pero ellos eran como una pequeña familia, y si algo le ocurría a uno de ellos, el resto haría lo que fuera necesario para ayudar. - ¿Puedes mirar si hay alguna cámara de seguridad que haya captado a quien tiró el móvil a la papelera?
-Me pongo a ello
-Gracias – Kate colgó el teléfono. Castle estaba a su lado, se dejó caer en el respaldo del sillón. Estaba aterrado, pero Kate, no podía permitírselo. Así que se sentó a su lado, le cogió la mano y le hizo mirarle. – Sé lo difícil que es esto, pero Alexis no necesita que te derrumbes, necesita que seas fuerte y estés bien para que puedas ser útil en esto.
Él asintió. Parecía haber reaccionado con las palabras de Kate.
-Te prometo que la vamos a encontrar.
Rick abrazó a Kate.